Servicios ambientales: Concepto y desafíos El economista agrario, Pablo Villalobos, que también es asesor del Ministerio de Agricultura, se refiere hoy en la Revista del Campo a la importancia de proteger los ecosistemas agrícolas, mencionando como solución el pago por servicios ambientales. A continuación transcribo el texto que ha escrito: Servicios ambientales: Concepto y desafíos Los ecosistemas que conforman las zonas rurales desempeñan un importante rol en la provisión de beneficios económicos y sociales, mediante la producción de servicios ambientales, tales como la regulación y renovación del agua, la protección y conservación de la biodiversidad, la belleza escénica y recreación, la bioprospección y la captura o fijación de carbono. Desde el punto de vista económico los servicios ambientales son externalidades positivas generadas por actividades de producción agrícola y forestal sustentable y/o la protección y conservación de la biodiversidad y los recursos naturales. La necesidad de ampliar y hacer sostenible la provisión de servicios ambientales ha dado lugar, en diversos países, a la búsqueda e implementación de esquemas novedosos de conservación y gestión, los cuales integran simultáneamente objetivos económico-productivos, ambientales y sociales. Estos esquemas incorporan mecanismos de Pago por Servicios Ambientales como instrumentos financieros que expresan el reconocimiento de beneficios económicos asociados al mantenimiento y/o producción de tales servicios. El pago por servicios ambientales es un mecanismo de compensación económica a través del cual los beneficiarios o usuarios del servicio retribuyen a los proveedores o custodios del mismo. Con esos recursos el proveedor debe adoptar prácticas de manejo dirigidas a elevar o al menos mantener la calidad del servicio ambiental ofrecido. En algunos casos sirve para compensar el costo de oportunidad de una actividad productiva o extractiva que pondría en riesgo el servicio en cuestión. Por ejemplo, en países centroamericanos se aplican en la protección de cuencas hidrográficas como un modo de asegurar caudales constantes de agua dulce, la conservación de especies en peligro de extinción, el aprovisionamiento sustentable de la leña, la protección y conservación de la belleza escénica y la utilización de recursos genéticos y bioquímicos como precursores de medicamentos. A nivel nacional, no existe aún un marco legal que sustente este tipo de mecanismos. No obstante, sería pertinente su utilización en las áreas silvestres protegidas privadas, la protección de especies amenazadas tales como el Nothofagus Alessandri (Ruil VII Región), como asimismo en el manejo del recurso hídrico asociado a la calidad del agua y su utilización para fines recreativos y de aseguramiento del suministro. También sería apropiado pensar en contratos para la prospección de la biodiversidad, entre empresas farmacéuticas y los pueblos originarios, lo cual podría beneficiar directamente a las comunidades. En el Ministerio de Agricultura consideramos que la implementación de esquemas de Pago por Servicios Ambientales (PSA) puede llegar a constituirse en una valiosa estrategia que impulse y promueva un desarrollo sostenible de las zonas rurales afectadas por problemas ambientales; aportando de manera novedosa a la conservación de la biodiversidad y la gestión de los recursos naturales, así como a la generación de ingresos de las familias del mundo rural. Cabe señalar que la sociedad en su conjunto debe tomar conciencia del rol que juegan los ecosistemas naturales y la responsabilidad que cada uno de nosotros tiene frente a las futuras generaciones.