MEDIO AMBIENTE Y MANEJO DE LOS OCEANOS Dos terceras partes de la superficie de la Tierra están cubiertas por océanos, que constituyen una fuente de infinitos recursos: alimento, energía, agua, hidrocarburos y recursos minerales. El mar, en interacción con la atmósfera, la litosfera y la biosfera, favorece unas condiciones que posibilitan las distintas formas de vida en el planeta. De los océanos se obtienen toneladas de pescado cada año, sal y agua dulce. Además, el desarrollo de reservas petroleras y de gas natural en ellos abastece gran parte de la demanda mundial de hidrocarburos combustibles. El día Mundial de los Océanos fue una iniciativa canadiense que tuvo lugar en 1992 en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro –aunque no ha sido oficialmente designado por las Naciones Unidas- El Día Mundial de los Océanos es una oportunidad para celebrar cada año la importancia de todos nuestros océanos y nuestra conexión con el mar. Los océanos, indispensables para la supervivencia del planeta, pasan por un mal momento. Las zonas costeras, superpobladas, están degradadas, y la contaminación marina acarrea la proliferación de algas que envenenan los ecosistemas. Además, los 19 millones de toneladas de carbono inyectados diariamente por la actividad humana pueden perturbar los recursos oceánicos. Desde hace 45 años, la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO se afana por conocer mejor al “gran azul”. El doble desafío de llevar a cabo un seguimiento global y de compartir los datos es esencial para facilitar la activación de alertas de tsunami y crear modelos fiables, claves para nuestra adaptación a las perturbaciones futuras. [22] La paradoja es que los océanos atenúan el recalentamiento climático. En efecto, absorben gran parte del principal gas de efecto invernadero, el dióxido de carbono o CO2. El análisis de los datos recogidos durante los últimos diez años revela un aumento de la concentración de dióxido de carbono. Y ése no es el único problema: el equilibrio químico de la capa superficial oceánica está amenazado por la acidificación del agua debida a la disolución del CO2. Este fenómeno podría causar la degradación de los ecosistemas marinos, ya que en aguas más ácidas el coral, el fitoplancton calcáreo y los crustáceos tendrán mayor dificultad para secretar el carbonato que forma su esqueleto. De aquí a mediados de siglo, los arrecifes de coral, ya debilitados por el aumento de la temperatura del agua, podrían desaparecer más rápido de lo que se regeneran. Igualmente, estos organismos componen uno de los ecosistemas más ricos del mundo, del que dependen miles de personas. [21] Los Roles del Océano en el Cambio Climático En términos generales, el océano interactúa con la atmósfera en dos principales formas. La primer forma es física, a través del intercambio de calor, agua, y momentum. Cubriendo más del 70 por ciento de la superficie de la Tierra y conteniendo cerca del 97 por ciento del agua de la superficie, el océano almacena inmensas cantidades de energía en forma de calor. Es más, el océano tiene una inercia de temperatura relativamente grande, o resistencia para el cambio. [19] Previamente, los científicos veían al océano como un “desierto” inmutable debido a su lenta circulación (relativa a la circulación de la atmósfera) y su baja productividad biológica. Sin embargo, actualmente conocemos que el funcionamiento biológico y físico del sistema oceánico puede cambiar rápidamente tanto en áreas pequeñas como grandes (durante un evento de El Niño). Debido a que toma su tiempo y son modelos de cambio climático, el océano recientemente fue catalogado por algunos científicos como la "máquina global de calor”. Los incrementos de calor y eventualmente los escapes del océano calientan la atmósfera, éstos a su ves generan incrementos de temperatura aéreas y, por consiguiente, vientos. Consecuentemente, los vientos se dirigen horizontalmente contra la superficie del mar y generan los actuales modelos del océano. Entretanto, las variaciones en la temperatura y salinidad (o salobridad) controlan las corrientes calidas oceánicas verticales, el agua fresca asciende, mientras la mas fría, densa (o mas salada) tiende a sumergirse. Con el tiempo, un complejo modelo de circulación es establecido, por lo cual, la superficie de las aguas calidas se mueve en sentido del movimiento de la tierra donde el calor escapa mas fácil al espacio exterior, dando lugar al establecimiento de corrientes profundas y frías en las profundidades del océano. A través de este complejo sistema circulatorio del océano, los océanos y la atmósfera trabajan unidos para distribuir el calor y regular el clima. Esta circulación transporta grandes cantidades de calor, produciendo climas más moderados en lugares cercanos al océano. Por ejemplo, Londres es más caluroso en invierno que Toronto, aunque Londres está mas cerca al Polo Norte. Los modeladores del clima global estimaron recientemente que sobre el transcurso del siglo XX, el océano ha reducido cerca de la mitad del calentamiento de la superficie esperado debido al incremento en los niveles de gases de efecto invernadero. Los científicos han observado una tendencia de enfriamiento global en el Este a pesar del fuerte y frecuente evento de El Niño después de 1975. Los modeladores concluyeron que como consecuencia de los intercambios de calor y momentum (o interacción del aire y corrientes del agua) entre el océano y atmósfera, la temperatura del Océano Pacífico se aumentó en menor medida que si únicamente existiera un intercambió de calor. Así, dado su eficacia a redistribuir el calor en sentido del movimiento de la tierra, el océano está retrasando y regulando eficazmente el calentamiento global. Pero los científicos no saben si el papel del océano como "moderador del clima" persistirá a largo plazo. Hay evidencia que los grandes y abruptos cambios en la circulación del océano han tenido impactos mayores en el clima global en el pasado. Algunos científicos cuestionan si el modelo de circulación del océano existente es lo suficientemente estable para resistir las tensiones del incremento de la temperatura, el incremento de los gases de efecto invernadero y la escorrentía del agua dulce debido a la fundición de los glaciares. Como la proporción de escorrentías de agua dulce aumenta, se disminuye la salinidad y densidad de la superficie del agua, incrementando su punto de congelación. Más superficie helada impedirá el escape de calor y podría producir una mayor reorganización del sistema de circulación del océano que a su vez, afectaría el clima global. Interacciones Químicas con la Atmósfera La segunda forma de interacción entre el océano y la atmósfera es química, debido a que el océano es tanto una fuente como un depósito de gases de efecto invernadero. Gran cantidad del calor que se escapa del océano se encuentra en forma de agua evaporada, el gas de invernadero más abundante en la Tierra. Sin embargo, el vapor de agua también contribuye a la formación de nubes que oscurecen la superficie y tienen un efecto refrescante. Finalmente, los científicos no conocen cual proceso (nubes que oscurecen o retención del calor por el vapor del agua) ejercerá una influencia mayor en las temperaturas globales. De los gases de invernadero, el CO2 es quizás el más importante debido a su vínculo con las actividades humanas. La mayoría del carbono del mundo reside en el océano, y los procesos que resultan de los intercambios entre la superficie del océano y la atmósfera, y entre la superficie del océano y el océano profundo, es crítico. La química del carbono regula la transferencia entre estos sistemas, pero los procesos biológicos, tales como la fotosíntesis que convierte al CO2 en material orgánico, también juegan un papel importante. La disolución de este carbono orgánico en el océano profundo es llamada “bomba biológica”. En parte, la superficie del océano tiene concentraciones más bajas de carbono en total que el océano profundo como resultado de las acciones de esta bomba. Algunos científicos especulan que si el modelo de circulación del océano se rompe, podría convertirse en una fuente en lugar de un deposito para el carbono y los niveles de CO2 atmosféricos podrían subir aún más que lo que están actualmente. [19] Se sabe que los eventos a corto plazo, como El Niño, afectan dramáticamente las concentraciones de fitoplancton en el Pacífico oriental, los científicos no están seguros de cómo, a largo plazo, los cambios en la circulación del océano y la fuerza atmosférica afectarán la productividad del océano. Durante un evento de El Niño, la cadena alimenticia marina completa se rompe. Los peces más grandes y mamíferos deben pasar hambre o moverse a dónde el fitoplancton sea más abundante. NATURALEZA Y SEVERIDAD DE PROBLEMAS Es probable que los cambios significativos del ambiente marino estén acompañados con un aumento de temperatura superficial entre 1ºC - 3.5ºC para el 2100. Los cambios en la frecuencia de eventos meteorológicos extremos (sequías, inundaciones, huracanes) podrían generar un daño significativo a los ecosistemas de la zona costera. Altas temperaturas y humedad pueden llevar a aumentos de episodios de enfermedades e infecciones en la piel, tejidos y huesos. Los cambios del nivel del mar pueden llevar a la pérdida de hábitats costeros bajos. Los cambios en los modelos de circulación de océano/atmósfera podrían afectar la dinámica de poblaciones de peces. Adicionalmente los cambios en la capa de hielo y el ozono estratosférico pueden llevar a un incremento de estrés en muchas especies polares (GESAMP No. 71, 2001). Especificando la naturaleza y particularmente la severidad de los problemas (es decir, impactos en ambientes marino-costeros y de agua dulce resultados de las actividades realizadas en la tierra) deben ser preparados en varias escalas. En escalas locales, pueden percibirse los problemas y priorizarse de manera diferente que en una más grande (regional y global). Cada revisión regional ha intentado definir la naturaleza y la importancia relativa de los problemas a escala regional y, en muchos casos, especificar la importancia relativa de los problemas específicos al componente (es decir, nacional). Desde una perspectiva global, los problemas contemporáneos pueden ser divididos en dos categorías: (i) daño real o comprendido a los recursos marinos y conveniencias; y (ii) amenazas potenciales de daño. En escalas locales y regionales, la naturaleza específica de los problemas está muy pocas veces lo suficientemente específica como para hacer posible una asignación inequívoca a ambas categorías. Reduciendo la incertidumbre científica sobre el papel de los océanos en el cambio climático, cómo los océanos afectarán y responderán a él, así como las consecuencias a las poblaciones biológicas de la Tierra, incluyendo humanos, son una prioridad científica internacionalmente reconocida. Cualquier lista de temores globales con respecto a la deterioración del ambiente marino contendría los siguientes puntos que no están presentados en orden implícito de severidad o importancia: Eutrofización Efectos de Anoxia en las Aguas Costeras Poco profundas Afloramiento de Algas Nocivas Efectos de Contaminantes Clásicos Efectos de la deforestación Disminución o Pérdida de Pastos Marinos Efectos del incremento o disminución de la movilización de los sedimentos Disminución o Pérdida de los Arrecifes de Coral Pérdida de Humedales Declives en los Manglares Alteración y Destrucción de los Hábitats y Ecosistemas Transferencia de especies peligrosas en áreas costeras Cambio Climático Aumento en el Nivel del Mar Inundaciones como Consecuencia de Alteraciones Físicas Cambio en las Corrientes Incremento de Riesgos en la Salud Humana Reducción de la Biodiversidad Efectos de la Maricultura Intensiva Sobrepesca Prácticas Pesqueras Destructivas Disminución y Alteración de Pesquerías Efectos de la Operación de Recursos Minerales Costeros, Particularmente Arena y Grava Enfermedades Desechos Adicionalmente existen otros problemas, entre los que se encuentran los problemas con las pequeñas islas y un eventual ascenso en el nivel del mar, el turismo y el incremento de la población en zonas costeras. ALGUNAS ACCIONES MUNDIALES REALIZADAS PARA PREVENIR Y MONITOREAR LOS CAMBIOS EN NUESTROS OCÉANOS Monitoreamiento de los Océanos Apoyado por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental -COI, este proyecto trata de comprender mejor el papel que los océanos desempeñan en el cambio climático. Desde 2000, barcos y aviones han arrojado al mar varias boyas con instrumentos de medición, a un ritmo constante de unas 80 boyas al mes. A finales de agosto de 2005 había un total de 1.955 aparatos instalados, frente a los 3.000 previstos, lo que significa una cobertura casi mundial, aunque no uniforme. Sin embargo, aunque los conocimientos progresan, los océanos aún no han librado todos sus secretos. Ocupan el 71% de la superficie terrestre y desempeñan un papel esencial en la regulación del clima, pero son imposibles de reproducir en laboratorio, por lo que su estudio pasa solamente a la observación. Además, la oceanografía es una ciencia joven que cuenta todavía con las inmensas redes de medición que tiene, por ejemplo, la meteorología. Su objetivo es recopilar datos sobre el medio marino y hacerlos extensivos a los Estados Miembros. Mejoramiento de modelos para la prevención Más de la mitad de la población mundial vive a menos de 200 km. de las costas. Esta concentración es la causa principal de contaminación del litoral, causada en 70% por aguas sucias y desechos domésticos e industriales vertidos en el mar. La pesca, de la que dependen muchos países en desarrollo, es también un factor inquietante. La explotación de los recursos pesqueros es tal que en quince años han desaparecido de 50 a 90% de los mayores peces predadores. [18] Por otra parte, las corrientes marítimas propagan a gran escala anomalías climáticas como El Niño, cuyos efectos devastadores como la dispersión o disminución de peces, sequía, lluvias torrenciales, entre otros, se sienten desde Alaska a Australia y desde África a Brasil. En 1997 este fenómeno afectó al menos a 125 millones de personas y causó 30.000 millones de dólares en daños debido a inundaciones, incendios forestales y ciclones. Dinámica de Ecosistemas Oceánicos Globales GLOBEC (Global Ocean Ecosystem Dynamics) fue una iniciativa del Comité Científico de Investigaciones Oceánicas (Scientific Committee on Oceanic Research -SCOR) y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental -COI, de la UNESCO en 19991, para entender como el cambio climático afectará la abundancia, diversidad y productividad de las poblaciones marinas comprendiendo un mayor componente de ecosistemas oceánicos. El propósito de GLOBEC es avanzar en el entendimiento de la estructura y funcionamiento de los ecosistemas oceánicos globales, sus mayores subsistemas y la respuesta de fuerza física para que la capacidad pueda ser desarrollada para prevenir las respuestas de los ecosistemas marinos al cambio global. [10] Perspectivas Regionales Existen esfuerzos regionales para proteger el ambiente marino y costero los cuales empezaron desde hace 20 años. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente -PNUMA inició su Programa de Mares Regionales en 1974, el programa es el canal para la mayoría de los trabajos del PNUMA para proteger el ambiente marino y costero. El Plan de Acción Mediterráneo, el primero de los planes de acción de Mares Regionales del PNUMA fue adoptado en 1975, y su marco legal (Convención de Barcelona) en 1976. Aproximadamente al mismo tiempo, los acuerdos de los mares regionales para la protección del ambiente marino se adoptaron, independientemente del Programa de Mares Regionales del PNUMA, para el Mar Báltico (Convención Helsinki, 1974) y el Atlántico Noroeste (Convención de Oslo, 1972 y Convención de París, 1974). La protección de océanos, mares y zonas costeras es un complejo problema que demanda un acercamiento integrado multisectorial. El PNUMA trabaja en la protección del ambiente marino y refleja ese acercamiento, específicamente a través de sus programas de mares regionales y su implantación en el programa global de Acción para la Protección del Ambiente Marino de las Actividades realizadas en Tierra (GPA). PNUMA apoya la acción práctica para proteger el ambiente marino a través de Global Environment Facility (GEF). [31] Aumento en el Nivel del Mar Las estimaciones de proyecciones del aumento en el nivel del mar en un futuro, se han realizado desde los años 80’s cuando se estimaba que el nivel del mar aumentaría entre 50 y 200 cm. para el año 2100; esto asumiendo que la temperatura global del planeta aumentaría en 4ºC en los próximos 75 a 100 años. En los años 90’s a través del Panel Internacional de Cambio Climático (Intergovernmental Panel on Climate Change -IPCC 1990ª; 1992) se produjeron mejores estimativos que oscilaban entre 100 y 50 cm., dándose una voz de alerta a todas las naciones costeras del mundo para que se preparasen para dicho cambio. En el resumen realizado por el Grupo de Trabajo I del IPCC (Summary for Policymakers –SPM, 2001), las últimas predicciones, muestran un aumento global del nivel medio del mar entre 0.1 y 0.2 metros durante el siglo XX (INVEMAR, 2003). De igual forma se afirma que, el calor oceánico global, se ha incrementado desde finales de los años 50, periodo desde el cual se han obtenido mediciones confiables de temperatura subsuperficial del mar. El promedio mundial del nivel del mar, está proyectado a aumentar entre 0.09 a 0.08 m. entre 1990 y 2100. Se asume que este aumento estará provocado principalmente por la extensión termal de la masa de agua marina y a la pérdida en las capas de hielo glacial (INVEMAR, 2003). Manejo de Zonas Costeras Las presiones económicas, ambientales y demográficas convergen de forma brusca en las regiones costeras del mundo, creando una situación compleja que presenta un desafío multidimensional a su manejo eficaz, sostenible y de gobierno. Las aguas costeras son las áreas más productivas y biodiversas de los mares (90% de la captura global de peces provienen de aguas costeras), las tierras costeras están intensamente pobladas (60% de la población humana mundial vive dentro de los 200 km de la costa) y numerosos episódicos de eventos físicos son el resultado de la interacción océano-atmósfera, así como las actividades antropogénicas, sucesos e impactos en las zonas costeras incluyen: tsunamis, huracanes, afloramiento de algas nocivas, derrames de petróleo y eutrofización. Adicionalmente, muchas de las consecuencias de cambio climático global se manifestarán en las áreas costeras (aumento del nivel del mar, inundaciones costeras, erosión costera, cambios en los modelos del clima, etc.). Es más, la alta concentración de diversos actores involucrados que compiten a menudo por los diferentes usos del mismo espacio crea conflictos; pesca comercial, pesca artesanal, turismo y recreación, transporte marítimo, extracción de recursos no vivos (petróleo, gas, corales, etc.), acuacultura, intereses de seguridad industriales y nacionales están todos activos en la zona costera. Además, como la población y la industrialización aumentan, la importancia económica, ambiental y social de esta área aumenta también, intensificando las presiones en los recursos costeros.[4] Definición de Contaminación Marina Contaminación del ambiente marino significa “La introducción por el hombre, directa o indirectamente, en el medio marino (incluyendo estuarios) de sustancias o de energía que provocan efectos nocivos que dañan a los seres vivientes, ponen en peligro la salud humana, dificultan las actividades marinas, incluida la pesca, perjudican la utilización del agua del mar y reducen su disfrute” (GESAMP No. 30, 1986). El manejo ambiental consiste en formular y aplicar estrategias para que puedan utilizarse recursos de un determinado ecosistema de una manera eficaz y sostenible en el contexto de las metas socio-económicas y políticas globales y específicas de una sociedad. Contaminación Marina y Vertimientos Globalmente, las principales fuentes de contaminación marina son las escorrentías y las descargas por trabajos terrestres (44%), descargas por trabajos terrestres hacia la atmósfera (33%), actividades de transporte marítimo (12%) y producciones de petróleo y gas cercanas a la costa (1%). En cuanto a los vertimientos, su contribución relativa a la contaminación marina se estima en un 10%. Vertimientos Los vertimientos son definidos bajo la Convención de Londres de 1972 como toda evacuación deliberada en el mar de desechos u otras materias, efectuada desde buques, aeronaves, plataformas u otras construcciones en el mar; y todo hundimiento deliberado en el mar de buques, aeronaves, plataformas u otras construcciones en el mar. Excluye además como vertimientos a la evacuación en el mar de desechos y otras materias que sean incidentales a las operaciones normales de buques, aeronaves, plataformas u otras construcciones en el mar y de sus equipos o que se deriven de ellas, excepto los desechos y otras materias transportados por o a buques, aeronaves, plataformas u otras construcciones en el mar, que operen con el propósito de eliminar dichas materias o que se deriven del tratamiento de dichos desechos u otras materias en dichos buques, aeronaves, plataformas o construcciones. Tierra y Mar Casi todos los problemas de los océanos comienzan en la tierra. Aquí es donde virtualmente toda la contaminación se origina, proveniente de los trabajos de fábricas y aguas residuales dirigidas a las costas, de fertilizantes o pesticidas diluidos en ríos y arrojados al mar, u originados por metales y químicos emitidos de las descargas de automóviles e industria y llevados a grandes distancias por la acción de los vientos a los océanos. Las actividades humanas en la tierra -desde rellenos de humedales con basura a la venta de elementos extraídos de los arrecifes de coral, desde la tala del mangle hasta los cambios en la línea de costageneran una gran presión sobre los ecosistemas y hábitats del mar y la costa. Las actividades realizadas en tierra son responsables de casi todas las emisiones de los gases de efecto invernadero y el debilitamiento de la capa de ozono que tienen gran efecto en los océanos. Incluso las decisiones que guían las flotas pesqueras y otras naves que navegan los mares son tomadas principalmente en tierra. (GESAMP No 70, 2001). Generalmente no se puede culpar los efectos en los mares sobre las fuentes individuales o actividades. Estas son principalmente el resultado del efecto acumulativo de una gran variedad de ellos, los cuales varían en importancia de un lugar a otro, y no siempre puede encontrarse con gran certeza. De hecho, puede ser difícil de medir cantidades incluso de pequeños cantidades de contaminantes que llegan a los océanos, particularmente cuando provienen de las tales fuentes diversas como la agricultura o el tráfico. Pero es posible describir la naturaleza y consecuencias de las categorías particulares de las actividades realizadas en la tierra basándose en condiciones cualitativas (y en ocasiones cuantitativas). Los procesos ambientales y los sistemas ecológicos están fuertemente influenciados por los sistemas sociales y económicos y, a su vez, se influyen mutuamente. Una alta proporción de la población mundial vive en las áreas costeras, y muchas de estas personas se derivan de los beneficios del uso de los recursos marinos y costeros, del empleo relacionado con actividades costeras y marítimas, y de las oportunidades de recreación costeras. Sin embargo, la presión de la población, los modelos de consumo, y las crecientes demandas para los espacios y recursos -combinado con el pobre desempeño económico y el empobrecimiento de una gran parte de la población global- debilitan el uso sostenible de océanos y áreas costeras, y de sus recursos (GESAMP No 71, 2001). Acción La acción para proteger y conservar los océanos (y la solución del daño) no se está dando con las continuas amenazas que se presentan a sus recursos y servicios. Ha habido algunos éxitos importantes en la última década en el mejoramiento de la calidad del ambiente de las costas y mares. Pero, en general, su degradación ha continuado y, en muchos lugares, se ha intensificado. Mientras el océano abierto permanezca todavía relativamente inalterado, los impactos en las áreas costeras (tanto en la tierra como en el mar) siguen creciendo, particularmente en los aumentos de la población mundial y el consumo. Causas del Fracaso La principal causa de los problemas que afligen a los mares del mundo y sus costas radica en parte en el fracaso de los gobiernos para proporcionar un compromiso político y financiero que sea suficiente y en la falta de capacidad que deben tomar para realizar acciones eficaces aun cuando se planeaba. Pero también se debe mejorar en las fuerzas que impulsan las acciones sociales, políticas y económicas. Las cuales constantemente están confrontando a los gobiernos, particularmente en los países en vías de desarrollo, con las necesidades a corto plazo que deben ser satisfechas, limitando así su habilidad para adoptar e implementar soluciones eficaces a largo plazo. Ciencia y Política Científicos, administradores y políticos deben trabajar unidos eficazmente para que los mares y las costas sean protegidos y desarrollados, y sus recursos puedan ser usados sosteniblemente. Cuando no interactúan de una manera equilibrada es difícil desarrollar soluciones racionales. Por ejemplo, las prohibiciones de las descargas de basuras al mar no han estado justificadas para la protección del ambiente o la salud pública. De hecho la disposición en el mar puede ser la mejor opción para algunos materiales en ambas lados; pero esta importante opción se ha excluido. La mayoría de las decisiones que afectan al ambiente son tomadas por razones sociales y económicas, influenciadas altamente por la política. Es cierto que estas decisiones deben ser políticas; pero se deben documentar científicamente, y no manejar a corto plazo las consideraciones financieras. No se puede manejar los océanos y sus recursos sabiamente sin la información confiable y oportuna que sólo la investigación científica interdisciplinaria y la observación puede proporcionar. Estas necesidades están aumentando así como el rápido y constante cambio ambiental y se debe ver como valioso, incluso en condiciones económicas. El método científico es la única base racional por estimar vacíos e incertidumbres en nuestro conocimiento y para trabajar en las probabilidades de los riesgos involucrados en las distintas decisiones sobre políticas y manejo. Desafortunadamente, administradores y tomadores de decisiones reciben sólo una pequeña proporción de conocimiento científico existente que puede servir. Los científicos, por su parte, no involucran a los administradores y tomadores de decisiones lo suficiente en el diseño de la investigación y en la definición de qué información espera para recibir de dichos informes. El objetivo de la política y el manejo debe ser el de lograr el más grande beneficio a largo plazo a la sociedad generando opciones sabias y consistentes en los intercambios entre el desarrollo económico y la protección del ambiente. Hay varias técnicas para establecer tales “beneficios sociales netos”; el elemento más importante en todos es valorar los beneficios que un ambiente saludable da a la sociedad que en la actualidad no tiene un precio en el mercado o tienen un precio demasiado bajo. A menudo esto involucra juicios de valores que sólo la sociedad puede hacer, normalmente a través de gobiernos y líderes elegidos. UN ACERCAMIENTO INTEGRADO Muchos de los problemas ambientales de los mares y costas no pueden conllevar al aislamiento. Se entrelazan fuertemente entre sí. Los ambientes de tierra y mar son interdependientes, unidos por complejas interacciones atmosféricas, geológicas, físicas, químicas, y biológicas. Las actividades humanas las afectan, e incrementan, estos ambientes también dependen de factores económicos y sociales. Y los problemas cruzan los límites físicos e institucionales, para que puedan tener una cooperación internacional para establecer objetivos comunes e implementar políticas compatibles y programas. Los administradores ambientales y políticos actualmente están concientes cada vez más de que sólo se pueden lograr soluciones duraderas a través de un acercamiento comprensivo, sistemático y sostenible y ese manejo planteado para los mares y líneas costeras y ríos y sus cuencas debe ser coordinado. Esto, a menudo es llamado Manejo Costero Integrado (MCI). El cual provee un marco para la integración de los intereses ambientales, económicos, sociales, culturales y de salud pública para asegurar un desarrollo sostenible. Puede operar en niveles diferentes. Así el MCI, como ejemplo, podría evolucionar de un acuerdo en un programa local con unos problemas urgentes como la protección de hábitats o el tratamiento de aguas residuales a programa más comprensivo nacional o regional. El concepto de MCI es simple, pero implementarlo es a menudo difícil e inconsistente en la práctica. Como allí tanto ganadores como perdedores tendrán intereses diferentes, las políticas son determinadas a menudo eficazmente por aquéllos con gran poder de influencia para asegurar que sus opiniones e intereses prevalezcan. La falta de fondos y habilidades pueden limitar el MCI, y muchos países pueden necesitar ayuda técnica y financiera. Hay tres acercamientos amplios hacia el MCI: Un mecanismo institucional integrado Un acercamiento institucionalmente coordinado, La coordinación institucional lograda a través de la consulta En la última década se ha vuelto práctica común para los Estados costeros llevar a cabo estudios de factibilidad sobre Manejo Integrado de Zonas Costeras, seleccionando una o más áreas para proyectos pilotos. El estudio de factibilidad entonces determina si el Manejo Integrado de Zonas Costeras es apropiado para el país al mismo tiempo que provee información sobre el diseño de programas nacionales o regionales (Steer et al, 1997). ALGUNAS INICIATIVAS POLÍTICAS GLOBALES RELACIONADAS CON EL MEDIO AMBIENTE Y EL MANEJO DE LOS OCÉANOS 1992. La Cumbre de la Tierra - Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo (UNCED) - adoptó la Agenda 21 (Programa de Acción para el Desarrollo Sostenible). El Capítulo 17 está dirigido a la "protección de los océanos, todos los tipos de mares, incluyendo mares cerrados y semicerrados, y las áreas costeras, y la protección, uso racional y desarrollo de sus recursos vivientes”. 1993. Convención de Basilea sobre el Control de Movimientos Transfronterizos de Desechos Peligrosos y su Disposición Final, la Convención Sobre Diversidad Biológica, y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático entró en vigor. 1994. La Convención de los Naciones Unidas sobre la Ley del Mar entró en vigor. Fue reconocida por la UNCED como "la base internacional para perseguir la protección y el desarrollo sostenible del ambiente marino y costero y sus recursos". 1995. El Programa Global de Acción para la Protección del Ambiente Marino de las Actividades realizadas en Tierra fue adoptado. 1995. El Código de Conducta para las Pesquerías Responsables y el Acuerdo para la Implementación de las Provisiones de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley del Mar de diciembre de 1982 que se Relaciona a la Conservación y el Manejo de las Poblaciones de Peces Transzonales y las Poblaciones de Peces Altamente Migratorias fue adoptado. 1996. El Protocolo de la Convención de Londres fue adoptado. Una vez entrado en vigor reemplazará a la Convención de 1972 sobre la Prevención de Contaminación Marina Causada por Vertimientos de Desechos y Otros Materiales, y prohibirá el vertimiento de la mayoría de los desechos, excepto el material dragado. 1997. Las negociaciones empezaron a formular un acuerdo internacional sobre los controles de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs). Esto dirigirá los llamados compuestos “Docenas Sucia” de preocupación contemporánea predominante y puede incluir medidas para otras Substancias Tóxicas Persistentes. 2002 - 2003. La adopción planeada de un nuevo instrumento internacional sobre el control del agua de lastre y su manejo. Convención internacional Relacionada a la Intervención en Alta Mar en Casos de Accidentes de Contaminación por Hidrocarburos, 1969 La Convención firma el derecho de un Estado Costero para tomar medidas en alta mar así como las necesarias para prevenir, mitigar o eliminar el peligro en su litoral o los intereses relacionados con la contaminación por hidrocarburos o su amenaza, generadas en un accidente marítimo. El Protocolo de 1973 extendió la Convención para cubrir substancias distintas de hidrocarburos. Convenio de Londres 1972 El Convenio sobre la prevención de la contaminación del mar por vertimientos de desechos y otras materias, 1972 (Convenio de Londres 1972) se adoptó en la Conferencia intergubernamental para el Convenio sobre vertimiento de desechos en el mar, convocada en Londres del 30 de octubre al 13 de noviembre de 1972, a invitación del Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. El Convenio de Londres 1972 entró en vigor el 30 de agosto de 1975, 30 días después del depósito del decimoquinto instrumento de ratificación o de adhesión. Protocolo de 1996 relativo al Convenio de Londres 1972 El Protocolo de 1996 relativo al Convenio sobre la prevención de la contaminación del mar por vertimiento de desechos y otras materias, 1972 (Protocolo de 1996) se adoptó en la reunión especial de las Partes Contratantes del Convenio de Londres 1972 convocada en Londres del 28 de octubre al 8 de noviembre de 1996 a invitación de la Organización Marítima Internacional. En virtud de su artículo 25, el Protocolo de 1996 entrará en vigor el trigésimo día después de la fecha en que 26 Estados hayan depositado sus instrumentos de ratificación o de adhesión, de entre los cuales al menos 15 deberán serán ser Partes Contratantes del Convenio de Londres 1972. Convención Internacional para el Control y Manejo del Agua de Lastre y Sedimentos de las Embarcaciones El problema de las especies invasoras es debido principalmente al comercio extendido y al alto volumen de tráfico en las últimas décadas. Los efectos en muchas áreas del mundo han sido devastadores. Los datos cuantitativos muestran la proporción de bio-invasiones está aumentando continuamente a una proporción alarmante, en muchos casos exponencialmente, y están invadiendo nuevas áreas a cada momento. Los volúmenes de comercio marítimo continúan aumentando en conjunto y el problema no ha alcanzado su clímax todavía. En 1991 el Comité de Protección Ambiental Marina (Marine Environment Protection Committee -MEPC) de la Organización Marítima Internacional adoptó la resolución 50(31) de la MEPC -Guías para Prevenir la Introducción de Organismos No deseados y Patógenos de Agua de Lastre y Descargas de Sedimento de las Embarcaciones; en la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (UNCED), realizada Río de Janeiro en 1992, se reconoció el problema como una preocupación internacional muy importante. Convención Internacional para Prevenir la Contaminación desde las Embarcaciones - MARPOL 73/78 La Convención de MARPOL es la principal convención internacional que cubre la prevención de la contaminación del ambiente marino por las embarcaciones de las causas operacionales o accidentales. Es una combinación de dos tratados adoptados en 1973 y 1978 respectivamente y actualizados por enmiendas a través de los años. La Convención Internacional para Prevenir la Contaminación desde las Embarcaciones - MARPOL 73/78, se adoptó el 2de noviembre de 1973 por la OMI y cubre la contaminación por hidrocarburos, químicos, substancias peligrosas en forma general, aguas residuales y desechos. El Protocolo de 1978 que relaciona a la Convención Internacional para la Prevención de la Contaminación por Embarcaciones de1973 (Protocolo MARPOL de 1978) se adoptó en una Conferencia sobre la Seguridad de los Buques Petroleros y la Prevención de la Contaminación en febrero de 1978 realizado en respuesta a confusos accidentes de buques petroleros en 1976-1977. (Medidas relacionadas al diseño y operación de buques petroleros también fueron incorporadas en un Protocolo de 1978 relacionado a la Convención de 1974 sobre la Seguridad de la Vida Humana en el Mar, 1974). La Convención incluye regulaciones concernientes a prevenir y minimizar la contaminación de las embarcaciones tanto contaminación accidental como por las operaciones rutinarias y actualmente incluye seis anexos técnicos: Anexo I Regulaciones para la Prevención de la Contaminación por Hidrocarburos Anexo II Regulaciones para el Control de la Contaminación por Sustancias Líquidas Nocivas a granel Anexo III Prevención de la Contaminación por Sustancias Peligrosas Llevadas por Mar en Forma de Embalaje Anexo IV Prevención de la Contaminación por Aguas Residuales de las Embarcaciones Anexo V Prevención de la Contaminación por los Desechos del las Embarcaciones Anexo VI Prevención de de la Contaminación Aérea de las Embarcaciones (entro en vigor el 19 de mayo del 2005) Convención de los Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar En 1958, en la Conferencia sobre Derecho del Mar se adoptaron cuatro Convenciones: mar territorial y zona contigua; alta mar; plataforma continental, y pesca y conservación de los recursos vivos de la alta mar. Para diciembre de 1973, en la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar la ONU reunió a los Estados para la firma, Su trabajo terminó nueve años después, con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR). La CONVEMAR es un instrumento del derecho internacional que establece el marco para todos los aspectos de soberanía, jurisdicción, utilización y derechos y obligaciones de los Estados en relación con los océanos. La CONVEMAR regula el espacio oceánico y su utilización en todos sus aspectos: Navegación, Sobrevuelo, Exploración y explotación de recursos, Conservación y contaminación, pesca y tráfico marítimo. Así mismo, Determina las cuestiones del mar territorial, la zona económica exclusiva, la contaminación marina, los Pequeños Estados Insulares y la explotación de los fondos marinos. REFERENCIAS 1. Birkeland, C., 1997. Symbiosis, fisheries and economic development on coral reefs. Trends Ecol. Evol. 12: 364-367. 2. 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