En la selva nubosa, la iguana de los platanillos es bastante difícil de

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En la selva nubosa, la iguana de los platanillos es bastante difícil de ver. Suele treparse a
las hojas de las heliconias o platanillos, aunque a veces se la encuentra entre la hojarasca
del piso de la selva. Se pasa casi todo el tiempo cazando insectos para alimentarse.
Apenas visible en el centro de la foto, otro miembro de la familia de las iguanas: el
basilisco o Jesús, un lagarto que vive en las orillas de los ríos y que es capaz de
atravesarlos a gran velocidad, prácticamente “corriendo” sobre el agua. Esto es posible,
porque poseen pliegues laterales en sus dedos que hacen que sus patas parezcan
“chapaletas” . La especie es muy frecuente en la cuenca del lago de Maracaibo. Es el
primer record de la especie para Yaracuy.
La Mapanare es una serpiente que le ha dado fama de “culebroso” al Estado Yaracuy. Por
muchos años, las estadísticas estadales sobre accidentes ofídicos han sido las más altas
del país. En la Reserva la especie esta presente y hay que cuidarse. Vive en zonas
húmedas, como las orillas de los ríos y quebradas, debajo de las rocas, entre las raíces de
los árboles o en las oquedades de los bancos de las quebradas. Es agresiva, su veneno
potente y puede llegar a medir hasta dos metros de largo.
La serpiente Verdegallo, es una cazadora sumamente rapida que se desplaza entre las
ramas de arboles y arbustos con gran agilidad. No es venenosa pero, si se la acosa, puede
intentar morder sin mayores consecuencias que un susto y un mordisco. Suele
alimentarse a base de ranas y lagartijos. Cuando juveniles son relativamente dóciles.
La inofensiva cazadora común muestra un patrón de color reticulado cuando joven y,
cuando adulto, ostenta dos rayas delgadas paralelas de color crema a lo largo del dorso
sobre un cuerpo de uniforme color café con leche. Es también llamada ratonera. Se
alimenta a base de pequeños animales, incluyendo insectos, lagartos y ratones.
La iguana verde es un lagarto muy común en las zonas bajas cálidas y húmedas del
trópico del nuevo mundo. Cuando joven se alimenta a base de insectos y cuando adulto es
exclusivamente vegetariano, alimentándose a base de hojas tiernas y flores de ciertas
plantas.
Es muy perseguida en el llano y en otras zonas del país, porque su carne y sus huevos son
apreciados como una “delicatess” en las mesas de esas regiones. La Ley de Fauna
Silvestre las protege, pero la dura realidad es otra cuando uno va al campo y se entera del
impacto del hombre en sus poblaciones.
La Lora es parecida a la Verdegallo, pero algo más pequeña, de menor fortaleza. Cuando
se la tiene entre las manos, amenaza con morder todo el tiempo, con la boca abierta en
actitud de pocos amigos. Sin embargo, jamás es capaz de cerrar la boca sobre la piel de la
persona que la sostiene. Es solo una actitud de amenza como la del “perro que
únicamente ladra” pero no muerde.
La lora es de hábitos dendrícolas y se alimenta a base de ranas e insectos que viven sobre
los árboles.
La reinita listada, es una serpiente realmente dócil e inofensiva que se alimenta a base de
pequeñas ranas a la orillas de las corrientes en las montañas cubiertas por selvas densas.
Es ovípara como la mayoría de las serpientes inofensivas en Venezuela.
Una coral, con todo el dorso rojo, el vientre blanco y la cabeza negra con una banda
blanquecina atravesándola, no es en realidad una serpiente venenosa.
Una coral verdadera posee anillos que circundan todo el cuerpo, incluyendo el vientre,
desde la cabeza hasta la punta de la cola. Evidentemente ésta no es así.
El lagarto llamado Lisa pertenece al género Mabuya, caracterizado por tener el cuerpo
cubierto de escamas lisas y brillantes. Dos rayas negras bordean por los costados el dorso
cobrizo que lo caracteriza. Vive en el suelo del bosque, en las rocas y en los troncos de
los árboles. Caza insectos para alimentarse.
El limpiacasas pigmeo, es un tuqueque diminuto, que apenas alcanza a medir como
máximo unos cinco centímetros de largo. Suele aparecer en las paredes de las
edificaciones humanas. También sabe vivir en el suelo de la selva, entre la hojarasca y
sobre los troncos de los árboles. Se alimenta a base de pequeños insectos que abundan en
su medio.
El Tuqueque Thecadactylus, es la especie más grande de su familia en Venezuela. Se
alimenta de diversos insectos, incluyendo entre ellos a las indeseables cucarachas. Por
eso, mucha gente los protege en el campo o en las ciudades cuando viven en las paredes y
el techo de las casas.
La culebra ciega o cieguita, Leptoyphlops macrolepis es un pequeño ofidio que vive
haciendo galerías dentro del suelo, procurando pequeños insectos y artrópodos en la
oscuridad. Hay gente que cree que es sumamente venenosa y la mata sin pensar que, en
realidad, es inofensiva, no es venenosa y que apenas tiene boca para morder a una
hormiga.
La tortuga de ciénagas o pantanos, el Kinosternon scorpioides, es relativamente pequeña,
y posee dos piezas móviles, a modo de compuertas, en el plastrón, (parte ventral del
carapacho) que al cerrarlas, le permiten proteger casi herméticamente la cabeza, la cola y
las extremidades. Apenas al acercarnos o tocarlas cierra las compuertas y su anatomía se
oculta dentro de la caja de hueso hermética. Habita áreas cenagosas de Guáquira cercanas
al río Yaracuy.
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