UNA INVESTIGACIÓN SOBRE EL POTENCIAL DE QUE LOS MIGRAÑOSOS SEAN PROTEGIDOS POR LA LEGISLACIÓN LABORAL LA UNIÓN EUROPEA DERECHOS DE LOS MIGRAÑOSOS Introducción La migraña es un trastorno. Puede dar lugar a episodios caracterizados por un ataque de dolor de cabeza incapacitante y / o náuseas. También puede provocar el vómito y la intolerancia a niveles normales de luz y / o sonido. La frecuencia de estos ataques varía caso por caso. Pueden ser muy regulares, ocurriendo casi a diario, o pueden ser ocasionales, sucediendo tan sólo una o dos veces al mes o hasta sólo un par de veces al año. La intensidad del ataque de migraña también pueden variar desde leve a severo. Sin embargo, suelen ser debilitantes, lo cual previene que el individuo migrañoso pueda llevar a cabo sus funciones diarias de una manera normal. Los ataques tienden a afectar la capacidad de trabajar o interactuar con las personas de una manera normal y eficaz. Generalmente, el individuo afectado debe tomar medicamentos para aliviar los síntomas. También puede que sea necesario que el afectado modifique su entorno de alguna manera, para lograr aliviar el dolor y los síntomas asociados con la migraña. Esto puede implicar el cambio de posición física - por ejemplo, acostándose, oscureciendo la sala y reduciendo el volumen de los ruidos presentes. Como con la mayoría de las enfermedades, es mejor prevenir que curar. Las personas propensas a los ataques de migraña pueden tomar una serie de medidas para minimizar la posibilidad de que éstos ocurran. Todo puede ser adaptado para reducir la frecuencia con la que se producen las migrañas: la dieta, el dormir y el entorno o condiciones físicas como la potencia de la iluminación, los niveles de ruido, el estrés, y 2 hasta la posición del cuerpo. Sin embargo, muchos ataques no se pueden evitar y se producen de cualquier manera. La migraña afecta a una proporción significante de la población, y por lo tanto, a un gran porcentaje de la fuerza laboral. Según la Organización Mundial de la Salud, la migraña es la decimonovena causa de discapacidad a largo plazo. Estudios europeos y americanos han demostrado que cada año, entre el 6 y 8% de los hombres y entre el 15 y el 18% de las mujeres sufren de migrañas. Los desórdenes cefaleicos, como la migraña, suelen ser más problemáticos justamente durante los años más productivos de los individuos afectados (entre el final de la adolescencia hasta el principio de sus cincuentas). La migraña, por lo tanto, también representa un coste económico para compañías a raíz de las horas de trabajo perdidas, y también reduce el nivel de productividad. Por ejemplo, se estima que en el Reino Unido se pierden alrededor de 25 millones de días laborables cada año a causa de la migraña (OMS, Desórdenes Cefaleicos, Página No.277). La Alianza Europea de Cefaleas estima que la migraña le cuesta a la economía europea unos € 27 mil millones al año en términos de reducción de productividad y días de trabajo perdidos. Por lo tanto, la legislación laboral debe proteger a aquellos que -temporalmente- no puedan trabajar durane el periodo que sufren los síntomas de la migraña. Asimismo, la legislación debe ser desarrollada y aplicada de una manera que reduzca el impacto que este trastorno tiene sobre la economía. La Unión Europea y la Legislación Laboral 3 La mayoría de las nuevas leyes laborales que protegen a los trabajadores ya provienen directamente de ciertas directivas iniciadas a nivel Europeo. El artículo 151 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) establece que: [p]ara este fin, la Unión y los estados miembros [...] tendrán como objetivos el fomento del empleo al igual que la mejora de las condiciones de vida y laborales, con el fin de conseguir su equiparación mientras se mantiene un nivel de progreso constante, una protección social adecuada, el diálogo entre los interlocutores sociales, el desarrollo de recursos humanos mientras se intenta mantener el nivel de empleo elevado y duradero, al igual que la lucha contra la exclusión. Artículo 153 (1) TFUE establece además que: [c]on el fin de alcanzar los objetivos establecidos en el artículo 151, la Unión Europea apoyará y complementará las actividades de los estados miembros dentro de los siguientes ámbitos: (a) mejoras -particularmente- al entorno laboral para proteger la salud y la seguridad de los trabajadores; (b) las condiciones de trabajo, [y] (e) la circulación de información y la consulta de la opinión de los trabajadores. Existen, por lo tanto, ciertas garantías mínimas legales establecidas en este tratado que aseguran que las medidas se diseñaran e implementarán para proteger a los trabajadores en su entorno laboral. Esto incluye, particularmente, el mantenimiento y la mejora de las condiciones y el ambiente laboral, al igual que la consulta a los empleados sobre este tema. También representa las normas diseñadas para eliminar la exclusión, por cualquier 4 motivo, de la fuerza laboral. La base jurídica para la introducción de la legislación en estas áreas está prevista por el artículo 153 (2) TFUE, que dicta lo siguiente: [e]l Parlamento Europeo y el Consejo [...] pueden adoptar [...] por medio de directivas, disposiciones mínimas para la implementación gradual, teniendo en cuenta las condiciones y reglamentaciones técnicas existentes en cada uno de los estados miembros. Sin embargo, también se acepta, según los términos del artículo 153 (2) del TFUE, que "[e]stas directivas evitarán el imponer trabas de carácter administrativo, financiero y jurídico que obstaculicen la creación y el desarrollo de pequeñas y medianas empresas ". Directiva de Igualdad de Trato Las directivas a las cuales se refiere el artículo 153 (2) TFUE ahora incluye la versión revisada de la Directiva de Igualdad de Trato 2000/78/CE, que entró en vigor en diciembre del año 2000. Esta legislación establece claramente que la aplicación del principio de igualdad de trato en materia de empleo es necesaria para la protección de: […] la libertad, la democracia, el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, y el estado de derecho, principios que son comunes para todos los Estados miembros y [el respeto de] los derechos fundamentales garantizados por el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, tal como resulten a raíz de las tradiciones constitucionales comunes de los Estados miembros, como principio general legal [de la Unión Europea]. (Preámbulo, considerando 1). 5 Tradicionalmente, el principio de igualdad de trato en la legislación de la Unión Europea regula principalmente la eliminación de la discriminación entre hombres y mujeres. La directiva de 1976/207/CEE, que fue la predecesora de la presente Directiva 2000, trata ampliamente la aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres, en cuanto al acceso al empleo, formación profesional y promoción, al igual que las condiciones de trabajo. Sin embargo, como la legislación comunitaria se ha desarrollado y progresado, también lo han hecho el reconocimiento legislativo de que otras formas de discriminación todavía existen en el ambiente laboral. Éstas ahora se toman en cuenta bajo la Directiva 2000/78/CE, que extiende las normativas contra la discriminación para incluir todo aquello que se basa en la religión o creencias, edad, orientación sexual y - lo más importante para los enfermos de migraña crónica - discapacidad. Mientras que el sufrir de migraña no debe ser considerado exactamente como una "discapacidad", existen ocasiones en las cuales los ataques pueden dar lugar a síntomas que temporalmente "discapacitan" a los migrañosos. Cuando esto sucede, los aspectos de la legislación laboral pertinente deben ser aplicados a acomodar y a proteger a la víctima. La Definición de "discapacidad" en la UE y en la Legislación de los Estados Miembros Antes de que se pueda establecer que la protección expuesta a través de Directiva de Igualdad de Trato se puede aplicar a los migrañosos, primero se debe determinar si la migraña crónica puede ser considerada como una "discapacidad" bajo la ley. La Directiva de Igualdad de Trato no contiene ninguna definición de lo que constituye una "discapacidad". Ni indica qué se entiende como discriminación "por motivos de 6 discapacidad". Hasta que el Tribunal Europeo de Justicia o las instituciones legislativas pertinentes establezcan estas definiciones, el determinar quien sera incluido bajo las disposiciones sobre discapacidad expuestas en la Directiva 2007/78/CE realmente depende de cada estado miembro. Sin embargo, muchos estados miembros de la UE no han podido proporcionar una definición adecuada de "discapacidad". En aquellos estados en los cuales tales definiciones existen, por lo general hacen referencia a deficiencias físicas, mentales o psicológicas, y como éstas afectan la capacidad de trabajar. La Legislación Irlandesa En la legislación irlandesa, la "discapacidad" se define como: [...] La ausencia total o parcial de las capacidades corporales o funciones mentales de una persona, así como la ausencia de una parte del cuerpo de una persona, la presencia de organismos que causan o puedan causar una enfermedad crónica o una enfermedad en el cuerpo humano, el mal funcionamiento, malformación o desfiguración de una parte del cuerpo de una persona, una condición o deficiencia que hace que una persona aprenda de manera diferente a la de una persona sin la misma condición o deficiencia, o una condición o enfermedad que afecta los procesos cognitivos de una persona, la percepción de la realidad, las emociones o el juicio o que se traduce a trastornos del comportamiento, y que incluye una discapacidad que existe en la actualidad, o que existía anteriormente, pero que ya no existe, o que puede existir en el futuro o que se le imputa a una persona. (Leyes de Igualdad en el Empleo 1998-2004, Sección 2.1). 7 La legislación irlandesa no hace referencia a una enfermedad crónica o a una enfermedad temporal. Las autoridades de la igualdad dejan en claro que se le debe dar una amplia definición y campo de aplicación a la disposición relativa a la discapacidad. Por ejemplo, los períodos de licencia por enfermedad que se toman con frecuencia, bajo ciertas circunstancias, y dependiendo de la naturaleza de la enfermedad, ponen en manifiesto que el paciente tiene una "discapacidad" ante los efectos de las Leyes de Igualdad (Fernández vs. Cable and Wireless, DEC-E / 2001/052). Tanto el asma como el síndrome del intestino irritable se han considerado como una discapacidad dado a de que son “un mal funcionamiento ... de una parte del cuerpo de una persona” (Funcionario vs. Oficina de Servicio Civil y la Comisión de Nombramientos Local, DEC-E/2004/029) . Es esta parte de la definición de discapacidad que resulta ser la más relevante para los individuos afectados por migrañas, y explica por qué el énfasis ha sido añadido a la sección del extracto anterior. Por lo tanto, resulta claro que las interpretaciones de la legislación irlandesa en materia de igualdad de empleo ofrecen una amplia clasificación del término "discapacidad", que se extiende para incluir a los trastornos y enfermedades que causan aún de manera temporal - un mal funcionamiento de una parte del cuerpo, como es el caso de la migraña. 8 La Legislación Inglesa y la de otros Estados Miembros En la legislación inglesa, la discapacidad existe cuando: [U]na persona [...] que sufre de un impedimento físico o mental, y dicha discapacidad tiene un efecto adverso sustancial y a largo plazo sobre la capacidad de [la persona de] llevar una vida normal y de realizar sus actividades cotidianas. (Ley de Igualdad de 2010, Sección 6.1). Del mismo modo, según lo establecido por la Ley de Discriminación por Discapacidad de 1995, modificada en el año 2005, se considerará que una persona tiene una discapacidad si: [...]una persona [...] sufre de un impedimento físico o mental, y esta discapacidad tiene un efecto adverso sustancial y a largo plazo en la capacidad de [la persona de] llevar una vida normal y de realizar sus actividades cotidianas. (Sección 1.1). El efecto de una discapacidad se considera como "a largo plazo" si se prolonga, o se espera que se prolongue, por lo menos durante doce meses (Cuadro 1). Se considerará que la discapacidad afecta la capacidad de la persona en cuestión de llevar una vida normal y de realizar sus actividades cotidianas si dicha discapacidad afecta alguno de los siguientes aspectos: la movilidad, la coordinación física, la capacidad de coger o transportar cosas, el habla, la capacidad auditiva o la vista, o la capacidad de concentración (Cuadro 1). Estas normativas establecidas en la legislación inglesa para la determinación de una discapacidad incluyen la valoración de los hechos. La presencia de una discapacidad deberá, por lo tanto, establecerse sobre la base de pruebas médicas con el fin de invocar las disposiciones pertinentes y las protecciones. Por lo tanto, aquello que cause la 9 discapacidad no es necesariamente el factor determinante en la determinación de la discapacidad, es el efecto que ésta ejerce sobre el individuo. Por lo tanto, la migraña puede figurar como una discapacidad según la legislación inglesa, si el efecto adverso sobre la persona en cuestión es sustancial y a largo plazo, y si el individuo se ve afectado por la carencia de la posibilidad de llevar una vida normal y de realizar sus actividades cotidianas. En otros estados miembros de la UE, puede existir un caso de discriminación por discapacidad si el acto en si concierne la salud de una persona (Ley húngara de Igualdad de Trato y de Fomento de la Igualdad de Oportunidades del año 2003) o la reducción de la capacidad de trabajo o una enfermedad crónica (Código del Trabajo portugués, artículo 23.1). La Interpretación del Tribunal Europeo de Justicia El Tribunal Europeo de Justicia ha sido más restrictivo que el sistema judicial de Irlanda en su determinación de qué constituye una "discapacidad". No incluye la enfermedad temporal, pero puede incluir una enfermedad incapacitante o crónica que dificulte la participación en la vida profesional (Caso C-13/2005, Chacón Navas). Es un hecho aceptado por el Tribunal de Justicia que el concepto de «discapacidad» no está expresamente definido en ninguna parte de la Directiva 2000/78/CE, y la Directiva tampoco hace referencia a las leyes de los estados miembros para lograr obtener la definición de ese concepto. Por lo tanto, con el fin de garantizar la aplicación uniforme del derecho comunitario y el principio de la igualdad, la definición debe formularse teniendo en cuenta el contexto de la disposición y el objetivo que la normativa en 1 0 cuestión intenta alcanzar. En este caso, el Tribunal de Justicia determinó que para el establecimiento de esta definición, sería necesario tener en cuenta el hecho de que el legislador ha deliberadamente optado por utilizar el término "discapacidad", diferenciandolo de «enfermedad». Por lo tanto, el tratamiento de un empleado de una manera particular a razón de su «enfermedad» no se encuentra dentro del marco general establecido para combatir contra la discriminación por motivos de «discapacidad» en la Directiva 2000/78/CE. El Tribunal de Justicia ha efectivamente determinado que tres condiciones deben cumplirse para que una persona sea considerada discapacitada, a los efectos de la legislación: (a) existe una limitación como resultado de deficiencias físicas, mentales o psicológicas; (b) la limitación impide la participación de la persona en la vida profesional, y (c) es probable que la limitación sea de larga duración. Sin embargo, no se han establecido criterios para ninguna de estas condiciones, dejando abierta la posibilidad de una evaluación más flexible, o por lo menos ad hoc, en los casos individuales en cuanto a si la condición de la persona puede ser considerada como una discapacidad, o no. Por supuesto que la Directiva de Igualdad de Trato también permite que los distintos estados miembros apliquen medidas que vayan más allá de lo que se dicta en la legislación de la UE para asegurar la protección de las personas con discapacidad de la discriminación (Directiva 2000/78/CE, Artículo 8.1). Dicho esto, la continua ausencia de una definición de "discapacidad" en la legislación de la UE conduce a una falta general de seguridad jurídica cuando se trata de determinar qué tipo de 1 1 protección o ventaja puede ser legalmente puesta a disposición de los enfermos de migraña crónica dentro del entorno laboral. Protección disponible para los individuos que sufren de migrañas crónicas en virtud de la legislación de la UE Si los individuos afectados por migrañas crónicas pueden ser clasificados como "discapacitados" a los efectos de Directiva de Igualdad de Trato, entonces está claro que "[l]a disponibilidad de medidas de adaptación a las necesidades de las personas con discapacidad [incluida la migraña] en su lugar de trabajo desempeña un papel importante en la lucha contra la discriminación por motivos de discapacidad" (Preámbulo, considerando 16). Continúa diciendo que "[e]sta Directiva no requiere la contratación, promoción, mantenimiento en el empleo o la formación de un individuo que no es competente y capaz de realizar las funciones esenciales de su puesto o la capacitación pertinente, sin perjuicio de la obligación de realizar ajustes razonables para acomodar a las personas con discapacidad" (Preámbulo, considerando 17). Sin embargo, "[l]as medidas apropiadas deben ser proporcionadas, es decir, medidas eficaces y prácticas para acondicionar el lugar de trabajo y acomodar la discapacidad, por ejemplo, adaptando las instalaciones y los equipos, los horarios de trabajo, la distribución de funciones o la provisión de medios de formación o la integración" (Preámbulo, considerando 20). Para determinar si el tomar estas medidas supone una carga excesiva para el empleador, se establece que "[...] debe tenerse en cuenta particularmente los costos implicados, sean financieros o de otro tipo, el tamaño y los recursos financieros de la organización o 1 2 empresa y la disponibilidad de fondos públicos o de otro tipo de asistencia" (Preámbulo, considerando 21). La discriminación, según los términos de la Directiva, puede ser directa o indirecta. Normalmente, es mucho más probable que la discriminación contra los individuos que sufren de migrañas sea indirecta. Esto ocurre cuando: [...] una disposición, criterio o práctica de carácter aparentemente neutro sitúa a los individuos con una [...] cierta discapacidad [...] en desventaja con respecto a otras personas [...]. (Artículo 2.2b). Entonces, por ejemplo, el no realizar un "ajuste razonable" dentro del entorno laboral de los migrañosos, podría ser un caso de discriminación indirecta. Esto se discute en más detalle abajo. La Directiva se aplica a todas las personas que trabajan en los sectores públicos y privados en relación a – entre otras cosas – el empleo y las condiciones de trabajo (Artículo 3.1). Sin embargo, no es aplicable en el caso de las fuerzas armadas si un Estado Miembro así lo decide (Artículo 3.4). La disposición fundamental de la Directiva para los afectados de migrañas, es el Artículo 5. Establece que se deben realizar ajustes razonables para acomodar a las personas con discapacidad. Afirma que: [a] fin de garantizar el cumplimiento del principio de igualdad de trato en relación a las personas con discapacidad, se realizarán ajustes razonables siempre [incluyendo] que los empleadores tomarán las medidas adecuadas, cuando se requieran en un caso particular, para permitir que una persona con una discapacidad pueda acceder a, participar en, o progresar profesionalmente en, el 1 3 entorno laboral o en la capacitación, salvo que esas medidas supongan una carga excesiva para el empleador. Este es el punto vital para los individuos afectados por migrañas. La Directiva deja claro que los empleadores, tanto públicos como privados, deben tomar las medidas adecuadas, dentro de sus presupuestos, para facilitar el entorno laboral a aquellos que sufren de una discapacidad. Por lo tanto, se debe adaptar el lugar de trabajo para asegurarse de minimizar las posibilidades de que los migrañosos sufran un ataque. Los empleadores están obligados a realizar "ajustes razonables" en dichas circunstancias. Los estados miembros de la UE están obligados a garantizar que se conozcan los procedimientos apropiados para asegurar que las obligaciones establecidas por la Directiva están disponibles para todos aquellos que consideren que han sido tratados injustamente (Artículo 9.1). El deber de proveer las pruebas en el caso de un reclamo siempre será atribuido a la parte demandada, para demonstrar que no existe una violación del principio de igualdad de trato (Artículo 10.1). Los estados miembros deben adoptar disposiciones que protejan a los trabajadores contra el despido o cualquier otra forma de trato desfavorable por parte del empleador como reacción ante una reclamación efectuada a la empresa o a través de una acción judicial (Artículo 11). También deben garantizar que todas las leyes nacionales adoptadas para dar efecto a la presente Directiva de la UE se pongan en conocimiento de los trabajadores por todos los medios adecuados en el entorno laboral (Artículo 12). Se deben tomar las medidas adecuadas entre los interlocutores sociales para fomentar la igualdad de trato, incluido el control de las prácticas laborales, los convenios colectivos y los códigos de conducta (Artículo 13.1). Los estados miembros también deben fomentar el diálogo con las organizaciones no 1 4 gubernamentales correspondientes que tengan un legítimo interés en contribuir a la lucha contra la discriminación (Artículo 14). Las sanciones, tales como el pago de indemnizaciones impuestas por infracciones de las disposiciones nacionales que transpone esta Directiva al derecho nacional deben ser "efectivas, proporcionales y disuasorias" (Artículo 17). Los estados miembros se han comprometido a cumplir con los términos de la Directiva a más tardar el 2 de diciembre del 2003, con la excepción optativa de un plazo adicional (hasta el 2006) para tomar medidas que logren combatir la discriminación por discapacidad, siempre y cuando la Comisión fuera informada de dicho retraso (Artículo 18). Otros instrumentos y textos legislativos relevantes de la UE Otros textos de la UE dan prioridad a la obligación de garantizar que los individuos que pueden ser clasificados como que sufren de alguna discapacidad, reciban -por lo menoslos niveles mínimos de protección establecidos. Por ejemplo, la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea establece que: [l]a discriminación basada en determinados motivos, como [...] la discapacidad [...] esta prohibida [...]. (Artículo 21.1). La Carta ahora posee pleno estatuto jurídico dentro de la Ley de la UE. Además de esto, la Carta Comunitaria de los Derechos Sociales Fundamentales de los Trabajadores establece que: [t]oda persona con discapacidad, sea cual sea el origen y la naturaleza de su minusvalía, debe poder beneficiarse de medidas adicionales concretas encaminadas a favorecer su integración social y profesional. (Artículo 26). 1 5 La necesidad y la obligación de proteger a las personas que padecen de una condición debilitante que afecta su capacidad de trabajar adecuadamente se encuentra claramente establecido, no sólo en los términos de Directiva de Igualdad de Trato, sino también en otras disposiciones de carácter más general que están vinculados a la legislación de la UE, tales como la Carta de Derechos Fundamentales y la Carta de Derechos Sociales. Medidas Internacionales Una serie de textos diseñados en el ámbito internacional, a la que los Estados miembros de la UE son partes contratantes, añaden un mayor apoyo a la necesidad y a la obligación de proteger a las personas que sufren de migrañas crónicas. Organización Mundial de la Salud Se ha establecido un programa titulado "Reducir la Carga: la Campaña Mundial para Reducir la Carga de las Cefaleas", a través de una colaboración entre la Alianza Mundial de Cefaleas, la Sociedad Internacional de Cefaleas, la Federación Europea de Cefaleas y la Organización Mundial de la Salud. Entre sus objetivos se encuentra la toma de conciencia acerca de la carga que estos trastornos pueden causar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que los desórdenes cefaleicos crónicos pueden causar "importantes niveles de discapacidad" (OMS, "Trastornos Cefaleicos", Hoja de Datos No.277). Estos ataques de dolor de cabeza repetidos pueden afectar, entre otras cosas, el empleo. La capacidad de trabajar se reduce en el caso de casi todos aquellos individuos que sufren de migrañas. A pesar de ello, la OMS también señala que existe poca conciencia entre el público en general sobre muchos de estos temas. Los trastornos 1 6 de dolor de cabeza no son percibidos como graves, ya que son en su mayoría episodios que no tienden a causar la muerte, y no son contagiosos. Este tema debe ser abordado. Las Naciones Unidas El artículo 7 de la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas establece que: [t]odos son iguales ante la ley y tienen derecho sin discriminación alguna a igual protección bajo la ley [y que también] tienen derecho a igual protección contra toda discriminación, que se encuentre en violación de esta declaración. Continúa, afirmando que: [t]oda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. (Artículo 23.1). Quizás la definición más flexible de "discapacidad" sea la que ha sido proporcionada por las Naciones Unidas (ONU). Ha declarado que: [e]l término "discapacidad" incluye un gran número de diferentes limitaciones funcionales [y] las personas pueden tener una discapacidad física, intelectual o sensorial [o] sufrir condiciones médicas [que] pueden ser permanentes o transitorias. (Asamblea General, "Normas Uniformes sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad ', A/RES/48/96). La ONU también ha reconocido la necesidad de realizar ajustes razonables, cuando sea necesario, en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. 1 7 Los trastornos como la migraña crónica son claramente considerados "discapacidades" en el ámbito internacional, y dignos de ser concedidos la protección prevista en lo que concierne la igualdad y las disposiciones existentes contra la discriminación. Esto puede deducirse tanto como de la documentación pertinente de la OMS como de la documentación de las Naciones Unidas. Organización Internacional del Trabajo El convenio 111 de la Organización Internacional del Trabajo, el Convenio Sobre Discriminación (Empleo y Ocupación) de 1958, establece que la discriminación incluye: [...] toda distinción, exclusión o preferencia [...] que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo u ocupación que podrá ser determinado por el Miembro interesado previa consulta con las organizaciones representativas de empleadores, si las hubiere, y con otros organismos apropiados. (Artículo 1.1) Además, establece que: [c]ada Miembro para el cual este Convenio se halle en vigor se obliga a formular y a aplicar una política nacional que promueva, por métodos adecuados a las condiciones y las prácticas nacionales, la igualdad de oportunidades y de trato en materia de empleo y ocupación, con el fin de eliminar cualquier discriminación a su respecto. (Artículo 2). Y que: [c]ada miembro para el cual este Convenio se encuentre en vigor se obliga [...] para buscar la cooperación de los empleadores y de los trabajadores y de otros 1 8 organismos pertinentes para promover la aceptación y el cumplimiento de la normativa. (Artículo 3). Por último, señala que: [T]odo miembro podrá [...] determinar que [...] las medidas especiales destinadas a satisfacer las necesidades particulares de las personas que, por razones tales como [...] discapacidad [...] no se consideran como discriminatorias. (Artículo 5.2). Si la migraña crónica ha de ser considerada como una "discapacidad", que pone a las personas que la padecen bajo el amparo de las leyes de protección del empleo en la UE, entonces también existe la necesidad de asegurar que estos convenios internacionales se apliquen a los pacientes con migraña. La falta del reconocimiento de las debilitantes enfermedades transitorias es un incumplimiento de la aplicación general - de importancia fundamental de las obligaciones internacionales - de las disposiciones de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo. 1 9 Conclusiones y desarrollo a futuro Un análisis de la situación actual de los pacientes con migraña crónica, según las leyes de igualdad de la UE, sugiere lo siguiente: Existen disposiciones legales satisfactorias para los que sufren de "discapacidad". En primer lugar, la obligación del empleador de realizar "ajustes razonables" para aquellos que se vean afectados en su lugar de trabajo presenta una oportunidad para acoger a los afectados de migrañas en el lugar de trabajo, y así, minimizar las pérdidas económicas o de productividad derivadas de su condición. Sin embargo, el obstáculo principal para asegurar que estas disposiciones se implementen correctamente es la falta de una definición legislativa estándar de «discapacidad». En la actualidad, los Estados miembros de la UE tienen la libertad de determinar quién está protegido por las leyes de igualdad sobre la base de la discapacidad. Esto conduce a una aplicación incoherente de la Directiva de Igualdad de Trato en toda la UE. Como resultado, a los trabajadores de algunos Estados miembros se les da menos protección que la que se encuentra disponible en otros lugares. El Tribunal Europeo de Justicia tampoco ha logrado, a través de sus deliberaciones, reducir al mínimo las consecuencias negativas de esta falta de coherencia, como la falta de protección para aquellos que realmente lo necesitan y la desventaja competitiva para los Estados que maximizan el nivel de protección otorgado a los individuos . Lo que se necesita en este momento es claridad, sólo en lo que constituye una discapacidad según la legislación de la UE. Una definición que considere - como lo hacen la legislación inglesa e irlandesa - el efecto real sobre el individuo, en lugar de la condición sufrida, lo cual se ocuparía de las cuestiones planteadas. 2 0 Las organizaciones internacionales, tales como la Organización Mundial de la Salud, han establecido que la migraña es una discapacidad. Aquellos que sufren de esta condición de manera que afecte sus actividades diaria, incluso si posee un carácter transitorio, deben ser amparados por las leyes laborales existentes en todos los estados miembros que transponen las exigencias de Directiva de Igualdad de Trato en su legislación nacional. Existen provisiones en la legislación vigente para garantizar que los empleadores sólo estén obligados a hacer los ajustes que no tienen un efecto adverso sobre sus recursos. El Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y la Directiva de Igualdad de Trato dejan esto muy claro. Lo que se requiere, por lo tanto, es un reconocimiento de esta condición debilitante a través de la realización de ajustes razonables dentro del ámbito y entorno laboral, que no tengan un impacto negativo para el empleador. El hacer estos ajustes razonables se puede lograr a través de consultas con los empleados, sus representantes y las organizaciones no gubernamentales interesadas, tales como la Alianza Europea de Cefaleas y la Federación Europea de Cefaleas. El Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, Directiva de Igualdad de Trato y los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo dejan esto muy claro. Por último, y como continuación de los objetivos de la Campaña Mundial para Reducir la Carga de las Cefaleas, los legisladores, empresarios y la sociedad en general debe tomar conciencia acerca de la naturaleza debilitante de la migraña crónica. Esto es vital para asegurar que las principales disposiciones de las leyes laborales existentes se apliquen en la UE,y a nivel nacional tanto como local. 2 1 RESUMEN DE LOS DERECHOS DE LOS MIGRAÑOSOS La migraña crónica es un trastorno debilitante. Puede causar náuseas y dolores de cabeza intensos. Esto puede afectar la capacidad de funcionar normalmente durante el tiempo que dure el ataque. Existen obligaciones legales para asegurar que el impacto de este impedimento – para el empleador tanto como el empleado – se reduzcan al mínimo. Incluyen lo siguiente: Se deben realizar ajustes razonables al entorno laboral de los migrañosos, por parte de los empleadores, para así reducir al mínimo la posibilidad de provocar ataques o para aliviar los síntomas que se presenten; Los ajustes razonables también deben abarcar los horarios de trabajo de los migrañosos, para minimizar la posibilidad, o el impacto, de los ataques; El no realizar dichos ajustes puede ser considerado como un acto de discriminación y el empleador sera el responsable de demostrar que no lo es; Los empleadores deben facilitar el diálogo con los empleados y otras partes, tales como las organizaciones no gubernamentales, para garantizar que se realizen ajustes razonables y adecuados; Los empleados no pueden ser despedidos o tratados de una manera negativa después de haber presentado una queja o de haber tomado acciones legales contra el empleador a razón de su entorno y ambiente laboral; Los migrañosos no puede estar en una posición de desventaja para el acceso al empleo o a la promoción, a raíz de su condición. 2 2