Los primeros efectos de la crisis internacional en Chile ya se materializan. El viernes, el Instituto Nacional de Estadísticas señaló que la desocupación llegó a 7,5 por ciento en el trimestre octubrediciembre, aumentando 0,3 puntos porcentuales en doce meses, y situando la tasa de cesantía del 2008 en 7,8 por ciento, 0,7 puntos porcentuales superior a la del 2007. Expertos y autoridades pronostican que podría llegar a dos dígitos en marzo, por lo que el gobierno apura medidas como el seguro de desempleo y el subsidio a los trabajadores jóvenes, entre otros. Sin embargo, los fantasmas de la recesión y la cesantía que recorren el mundo por estos días también harán escala en estas latitudes. “El vendaval viene y nuestro país va a sufrir, advirtió la Presidenta Bachelet. Se esperaba que, como es habitual, la tasa de desempleo disminuyera en el último trimestre del año, pero la crisis sacó sus garras y ni los empleos temporales de la Navidad lograron inclinar la balanza. Los indicadores de fuerza de trabajo y desempleo aumentaron en igual magnitud, lo que anuló el impacto de las ocupaciones temporales. Difícil era hacerle peso a los más de cuatro mil despidos ocurridos en la minería y la construcción: dos mil personas quedaron cesantes en la minera BHP Billiton e igual número perdió sus trabajos con la paralización indefinida del proyecto Costanera Center de Cencosud. El gobierno está preocupado, y no es para menos, aunque la ministra del Trabajo, Claudia Serrano intentó mantener una actitud positiva.”Nosotros entendemos que el 2009 va a ser un año en que vamos a enfrentar problemas de desempleo en Chile. Este nuevo festival de la cifra, si vamos a llegar a cifras de dos dígitos… cualquier punto en empleo es importante. Vamos a defender los puestos de trabajo, todos, y el llamado que ha hecho la Presidenta es a la unidad para enfrentar este año difícil”, manifestó. Pero el analista financiero Hernán Frigolet aseguró que de todos modos el mercado del trabajo irá en picada y aclaró que la encuesta del INE, que se realiza a mediados o fines de enero, no alcanza a “tomar a plenitud todo lo que significa, es un periodo móvil, en el cual gradualmente se va a ir notando el impacto. De lleno lo vamos a notar en el mes de marzo donde vamos a tener un indicador que se va a aproximar a los dos dígitos, si no a superarlo”, advirtió. Según el INE, la tasa de desempleo en el Gran Santiago también aumentó, llegando a un 7,8 por ciento, aunque la cifra del Instituto se distancia del 9,7 por ciento que arrojó el estudio de la Universidad de Chile sobre la desocupación en la capital. La economista Carmen Espinoza explicó que la diferencia en el resultado de ambos estudios “no es muy rara” y se debe a que “el último trimestre del año refleja cosas distintas de acuerdo a las metodologías” debido a los trabajos temporales. Y al tsunami del desempleo se suman magros indicadores económicos internacionales y nacionales. Ya es frecuente que alguna potencia informe que entró definitivamente en un periodo de recesión y son muchas las transnacionales y grandes empresas las que cada día anuncian nuevos despidos masivos. En casa aún resistimos, pero no vamos en alza. El Instituto también informó que en diciembre el índice de producción industrial registró una disminución de 3,7 por ciento, que se entiende por la desaceleración de la demanda interna y externa, especialmente en la minería con un 9,2 por ciento y en la construcción, que bajó en un 5,5 por ciento. “Prácticamente todos los países desarrollados ya están en recesión, por eso hemos dicho que estamos mejor parados que en otras ocasiones, pero que el vendaval viene y nuestro país va a sufrir, de hecho, ya está sufriendo los efectos recesivos”, reconoció la Presidenta Michelle Bachelet. Medidas gubernamentales Frente a los malos augurios y anticipándose a la anunciado tormenta, la Mandataria agregó a la ampliación del seguro de cesantía, promulgado el miércoles pasado, la firma de un proyecto de ley que establece un subsidio al empleo para los trabajadores jóvenes, iniciativa que estaba contemplada en el plan de estímulo económico para paliar la crisis que Bachelet hiciera público el 5 de enero. “Son medidas que demuestran que el gobierno está trabajando muy fuertemente en tratar de aminorar los efectos” de la recesión, señaló la ministra de Hacienda subrogante, María Olivia Recart, y apuntó que se implementarán durante el primer semestre de 2009. El subsidio a la contratación de trabajadores entre 18 y 24 años busca beneficiar a unos 30 mil jóvenes que pertenezcan a los dos quintiles de menos ingresos y cuyas rentas sean inferiores a los 360 mil pesos mensuales. Les otorgará el treinta por ciento de las rentas brutas anuales, donde un veinte por ciento irá directamente al trabajador y un diez por ciento al empleador, con un tope anual de 567 mil pesos. El proyecto estipula, además, que las mujeres trabajadoras tendrán derecho a una extensión del subsidio por cada hijo nacido vivo, equivalente a la duración de un pre y post natal.