REFLEXIÒNES SOBRE LA PRÀCTICA DOCENTE EN EL PROCESO DE INVESTIGACIÒN PEDAGÒGICA. Orientaciones para su Desarrollo Preparado por: Rafael Alberto Geovo Gutiérrez. Coordinador Acadèmico. Octubre 30 de 2004. INTRODUCCIÒN “¿Y cómo buscarás, Oh Sócrates, lo que tú ignoras totalmente? Y de las cosas que ignoras, ¿cuál te propondrás investigar? Y si por ventura llegas a encontrarla, ¿cómo advertirás que ésa es la que tú no conoces?” “Entiendo qué quieres decir Menón... Quieres decir que nadie puede indagar lo que sabe ni lo que no sabe; porque no investigaría lo que sabe, pues lo sabe; ni lo que no sabe, pues ni tan siquiera sabría lo qué debe investigar.” Diálogos De Platón “Menón”(1) Para efectos del desarrollo de la práctica docente de los estudiantes del ciclo complementario y de los docentes, de conformidad con los elementos prescritos en el documento complementario del proyecto educativo institucional (2), conviene tener en cuenta algunos elementos que se consideran fundamentales para que ésta adquiera dimensiones de calidad. La práctica de los estudiantes, debe ser una actividad que surja y se desarrolle desde un proceso de investigación pedagógica, con el cual se oriente de manera integral el proceso de formación inicial de los docentes como maestros superiores con énfasis en Ciencias Naturales y Educación Ambiental; es apenas lógico comprender que las situaciones objeto de practica, deben estar conectadas a los momentos y etapas del proceso de investigación que orienta la aludida formación, es decir pues, que es el àrea de investigación teniendo en cuenta las sugerencias de los demás docentes del ciclo complementario y de los distintos núcleos del saber pedagógico la que debe prescribir las actividades objeto de práctica y observación de aquellos fenómenos, casos, diseños experimentales, entre otros, que constituyan elementos validos para la formación integral de los docentes. La validez aquí planteada deberá entenderse como la pertinencia frente a lo descrito acerca del desarrollo del proceso de investigación pedagógica. De todas maneras cualquier situación objeto de práctica y extensión deberá guardar un alto grado de coherencia con el estado del proyecto y de los contenidos que desde todas las áreas y núcleos del saber pedagógico circulan en el respectivo ciclo. Ahora bien, ¿Cómo podemos esperar que en la práctica docente de los estudiantes del ciclo se evidencien competencias pedagógicas e investigativas, si mantenemos una enseñanza desconectada del proceso de investigación pedagógica desde el cual se orienta su formación integral? ¿De qué manera podemos propiciar que los contenidos que circulan en la escuela ( ciclo), mantengan un alto grado de pertinencia con el proceso investigativo y la práctica docente, al tiempo de favorecer el desarrollo de las competencias? Aquí solo vamos a plantear algunas formas posibles de dar respuestas a estos interrogantes, para que los docentes y estudiantes del ciclo complementario las utilicen en su práctica de docentes, con la cual se aspira a satisfacer las necesidades de formación y desarrollo pedagógico en la institución. En primer lugar es conveniente, ponernos de acuerdo con la noción de competencias que de alguna manera iluminará las estrategias planteadas y las que adelante serán abordadas; en este sentido, la competencia es entendida como un “saber hacer” (3) con los conceptos y contenidos de las áreas del ciclo. Los saberes que el docente hace circular de las áreas mencionadas, tienen sentido si los estudiantes al momento de abordar su práctica de docentes los colocan en juego y se incorporan críticamente a un proceso de investigación pedagógica desde el cual se posibilite construir teorías y principios. Esta perspectiva implica poner en juego los saberes pedagógicos y de todas las disciplinas de estudios del ciclo complementario al momento de ser abordada la práctica docente por parte de los estudiantes. ¿Será que una práctica docente no cae en la repetición y automatización al mantenerse una desconexión considerable de todos los elementos que forman la integralidad de un proceso formativo y especialmente del proceso investigativo?; por estas razones a continuación se prescriben algunas acciones que se consideran pertinentes y coherentes con lo tratado hasta ahora. Cada docente, indistintamente del núcleo al que corresponde a mas de propiciar los contenidos y saberes propios de su disciplina, debe y puede proponer como parte de las actividades fundamentales de enseñanza y aprendizaje la revisión de cada contenido a la luz de las siguientes elementos: ¿Cuál es nivel de pertinencia del contenido con relación al proyecto de investigación o problema?. ¿ He tenido en cuenta los elementos teóricos otorgados por el contenido?, ¿en que etapa lo voy a incorporar? ( puede ser en el marco teórico, la elaboración de instrumentos, si es al abordar actividades de observación, o si por el contrario el contenido me ilumina una perspectiva de enseñanza, de evaluación, o si me es útil en la interpretación de algún fenómeno). ¿ De que manera lo puedo utilizar?. ¿Qué relación encuentro o puedo determinar para utilizarlo en el manejo de los estándares curriculares, colocando como eje el de las Ciencias Naturales y Educación Ambiental?. ¿ Es posible enriquecerlo y ejecutarlo para la enseñanza, con el uso de alguna tecnología de la información y comunicación?. ¿Cómo el contenido estudiado puedo utilizarlo en la enseñanza en un contexto sociocultural concreto o en diferentes contextos?. ¿ cómo pondero el contexto?. ¿Cómo puedo aplicarlo creativamente en diferentes ambientes de aprendizaje?, para referirnos a una zona rural o urbana, para acelerar el aprendizaje, para poblaciones y estudiantes en extraedad incorporados a aulas regulares, para niños desplazados etc. ¿Qué actividades debo plantear para utilizar los conceptos de tal forma que me contribuyan en la orientación y formación del estudiante como persona llena de intereses, preocupaciones, motivaciones? ¿Cómo lograr que el contenido lejos de convertírseme en uno más, lo incorpore para lograr un posicionamiento en el área énfasis?. Así las cosas, reflexionemos entorno de lo siguiente ¿tenemos respuestas previas a los interrogantes anteriores sin siquiera habérnoslo formulado?, ¿aun interrogándonos, tendríamos las respuestas de manera inmediata? Y si no nos interrogamos ¿seriamos ignorantes de lo que pudimos habernos preguntado? Estas reflexiones dentro del marco del tema en tratamiento, nos irá acercando en la introducción del análisis en todas las áreas; entonces se inicia un periodo de esclarecimiento de la pedagogía y no precisamente frente a ella como asignatura, si no a lo largo de todas las áreas desde el cual se ejercitan los núcleos del saber pedagógico; se percibe con poco temor a equivocaciones, que sin estas características se pueda exponer y proponer a la pedagogía como disciplina fundante del acto educativo. De esta manera, es decir desde los objetos de reflexión con cada contenido, estaremos vivenciando la noción de competencias anteriormente expuesta; pero además, la institución puede y debe ir estableciendo y construyendo sus teorías a cerca de cómo se enseñan las competencias, como parte de su tradición critica, ya que la sociedad aspira a que las instituciones produzcan conocimientos que contribuyan a resolver necesidades y problemas de la humanidad; uno entre tantos no menos importantes, lo constituye la demanda de educadores competentes para una sociedad del conocimiento y globalizada. Nótese además, que a partir de las reflexiones que se realicen con cada contenido, tenemos la oportunidad de posicionar coherentes objetos de práctica. Por otro lado, los objetos de práctica así obtenidos, es decir, mediante la reflexión entran a caracterizar la práctica de manera más flexible, producto de una dinámica interna, lo cual no permite precisar el tiempo en que habrá de acontecer, pero asegura por lo menos que sucederá bajo ciertas condiciones y características, entre éstas su arraigo en los procesos reflexivos; precisamente por que su determinación es una variable dependiente de la propia reflexión, acaso ¿no es la pedagogía ciencia de la reflexión y de la práctica ? y después reflexión de la práctica y luego práctica de la reflexión. Cualquier espacio de cualquier día de la semana de labores es y puede ser útil para el desarrollo de la práctica; precisamente por que todas las áreas desde esta visión la harán posible. ¿ Usted calificaría a este esquema de desordenado? , recuérdese que tenemos la costumbre de hacerlo en un tiempo predeterminado y por tantas horas, ¿entonces como llamaría al fenómeno de práctica sin la debida reflexión pedagógico?, Desconexión organizada?, también téngase en cuenta que la preparación y ejecución de clases, igualmente desconectada de la reflexión a lo sumo puede producir habilidades y destrezas sobre lo mismo, pero no competencias pedagógicas; aunque se cambien los temas y los grados. La unidad responsable de la formación de los maestros en la institución no es el nivel primario, aunque la afecte, si no el ciclo complementario. Al respecto sobre la desconexión y desvertebración, se ha sostenido: “La Escuela Normal Superior, recién comienza a romper con un viejo esquema de la práctica docente como repetición que recibía de manera desordenada y fragmentada las producciones de las ciencias; situación ésta generada por la falta de un saber con el cual sustentar o debatir las relaciones de ellas con la enseñanza, el aprendizaje y la formación. Este rompimiento suscita espacios de reflexión y de investigación que hacen de toda la institución un lugar para conjugar el saber pedagógico, los saberes disciplinares y las propuestas didácticas”(4). Nótese que es en esta vía en la cual se pretende y se debe inscribir la institución para ponerse a tono con el desarrollo pedagógico alcanzado por otras. Se trata de manera practica de reubicar las intencionalidades que hacen parte de la formación inicial de los docentes, consistente en propiciar mas y mejores espacios de reflexión para abordar las actividades de practicas por parte de los estudiantes del ciclo en el nivel primario de cualquier contexto posible y no mayor cantidad de tiempo para ejecuciones prácticas sin la reflexión inicial y final de lo actuado y practicado. De manera precisa los estudiantes, en los grupos constituidos deben y pueden definir un plan de acción (preparación) en los tiempos de desarrollo de las actividades académicas, acerca de cómo enfrentar de la mejor manera las actividades de práctica o de observación entre otras, bajo la atención de los docentes del ciclo complementario; para lo cual la coordinación académica, de común acuerdo con el docente del área de investigación oportunamente hayan solicitado a los docentes del nivel primario de los grados seleccionados en función de los objetos de práctica, el problema, los indicadores, variables e hipótesis y las actividades pendientes a realizar del proyecto de aula. De esta manera, se consolida una reflexión intersubjetiva acerca de la enseñanza fundamentada en lo planteado anteriormente como ejercicio de los estudiantes pero acompañado y tutoriado por los docentes del ciclo complementario. Lo anterior debe evitar el desarme técnico pedagógico en la formación de los docentes, que puede generarse al ubicarles insuficientes actividades de prácticas bajo una nefasta organización cualitativa de las mismas (5). Agotada la etapa de la reflexión – preparación (bajo la supervisión y asesoría de los docentes del ciclo de acuerdo a lo expresado), se procede a la etapa de ejecución en los grados seleccionados por los estudiantes del ciclo de acuerdo a los grupos de trabajo y a los subgrupos a que diere lugar en función del desarrollo del proyecto de investigación pedagógica; para que atiendan las actividades planificadas. La frecuencia de ejecución estará mediada por la dinámica interna de las áreas y los docentes a fin de poner a prueba lo significativo y trascendente de la reflexión pedagógica. Esto es dotar la práctica de cierta flexibilidad para desarrollarla a profundidad. Los docentes del ciclo en cualquier momento pueden y deben conocer de cerca la actuación de los estudiantes en el aula, a más de tener al docente respectivo del grupo del nivel primario. Una fundamentación implícita en la manera de concebir estos enfoques relaciona la práctica docente de los docentes del respectivo ciclo complementario y los estudiantes con “la concepción de aprendizaje innovativo: aprendizaje de segundo orden en el que los individuos planean en concierto para la clase de mundo que es probable que evolucione en el futuro y realizan acciones conjuntas para explotar las oportunidades y evitar desastres………..El aprendizaje innovativo es la formulación y agrupación de problemas. Sus principales atributos son la integración, síntesis y ampliación de horizontes. Opera en …….situaciones……..abiertas o sistemas abiertos .” (6). Es necesario entonces precisar que la cooperación y la integración dejarán de lado la asignación de funciones extras o alternas a las que de por si existen intrínsecamente, se refiere este aspecto a las coordinaciones de prácticas o extensión no contempladas ordinariamente, precisamente por que se trata de un trabajo colectivo y de integración cohesionado por un proceso de investigación situado en un área, que debe poner medidas, señales y mojones para hacer desembocar cada área de manera natural o provocada en este proceso. No se trata asignar horas de atención o control por fuera de las del plan de estudio para el efecto, tal como se ha sostenido la practica puede ser el lunes o el martes o el jueves etc., en la jornada laboral y de manera especial en la académica del ciclo, y cada hora tiene un responsable directo por estar asignada a una de las áreas que constituyen el plan de estudios y no debe existir en este área alguna que pueda y deba sustraerse de la aplicación de sus contenidos en situaciones pedagógicas y de enseñanza, antes se ha puntualizado en el significado de las competencias y su relación con el tema; ahora es preciso ubicarnos para despejar y empujar las acciones en el sentido de afirmar “ de que cualquier área por abstracta que sea, siempre consigue y aporta un punto concreto de aplicación”(7). Después de la ejecución, se debe volver a la reflexión, en función de lo planificado o preparado intersubjetivamente por los docentes y el grupo de estudiantes, eventualmente los docentes de primaria. Cada grupo de estudiantes debe rendir un informe de resultados y sustentarlo ante el grupo de docentes, incluido el o los de primaria. La sustentación debe versar sobre los resultados obtenidos frente a lo preparado, avances concretos que generan la práctica ejecutada al estado del arte proyecto de investigación, validez de las estrategias utilizadas en función de los avances en el conocimiento adquirido por los estudiantes, la utilización y la puesta en juego en diversas circunstancias, pertinencia del enfoque teórico desde el cual se orientó la actividad, tipo y naturaleza de elementos nuevos o no previstos, posibles usos, aspectos que conviene profundizar y las expectativas que aun no se satisfacen, dificultades encontradas, fortalezas y oportunidades de mejoramiento. Los procesos de evaluación, los deben realizar los docentes del ciclo complementario, desde las distintas áreas y núcleos del saber pedagógico; es necesario que participen el o los docentes del nivel primario de la institución donde se hayan realizado las respectivas actividades de práctica y deberán tener en cuenta los resultados de la autoevaluación realizada por lo estudiantes del ciclo complementario, al momento en que se realiza la sustentación; es decir pues, que ésta debe realizarse en este espacio. Para lograr un nivel adecuado de objetividad y coherencia deberá tener como criterios los mismos elementos que se han descritos para ser utilizados por los estudiantes en la sustentación. De manera precisa en esta etapa nos encontramos frente a la triangulación, lo cual implicará el desarrollo de discusiones académicas, fundamentadas en la razón crítica, en el cual se trata de encontrar acuerdos y tendencias entre las diferentes maneras y miradas que se realizan sobre un mismo asunto. Ahora bien, una mirada crítica de esta orientación debe permitir la valoración de lo que es ella en su naturaleza y desde luego a la luz de los propósitos que la orientan, es decir valoración de la naturaleza en sí. Situación diferente debe ser el grado en que dicha propuesta me afecta como persona, como docente, mi estabilidad en la institución, precisamente por que como se ha dicho algunas funciones con las cuales se podía asignar horas efectivas, desaparecen o deben desaparecer por simple sustracción de materia. Si la valoración positiva para su ejecución ubica a la institución el un nivel ideal del desarrollo pedagógico, pero de alguna manera reduce mis asignaciones académicas , ¿ es plausible un rechazo o una ejecución débil, sustentada igualmente en lo emotivo, con insuficientes razones pedagógicas?, ¿ puede una escuela normal superior decidir su futuro y arriesgar la formación integral de los docentes con calidad, en función de justificar un personal docente excesivo?, ¿ Acaso el dominio de la pedagogía en la modernidad se sigue suscribiendo a un área especial que se ocupe de ella o se ha concebido como un eje y pilar en la enseñabilidad de las disciplinas?. Reflexionar en torno a estos interrogantes puede hacernos mucho bien y ser de mucha utilidad, cuando de asumir retos se trata, no son retos nuevos, son los mismos que se ubicaron para el proceso de acreditación de calidad y desarrollo en proceso de iniciación y como el tiempo entre los planteamientos y la ejecución no fue suficientemente amplio; hoy se nos presenta como agujeros que de no ser cubiertos, nos puede generar desastres en el desarrollo de la calidad de la educación que ofrece la institución y desde luego caer en una especie de defraudación. Asumir una actitud positiva por el cambio, para ubicarnos en un lugar de honor con la pedagogía, es un ideal inaplazable e ineludible dado el carácter de institución formadora de formadores, es ahora o será tarde cuando despertemos de esta etapa enrarecida por los temores que engendra los procesos de reorganización del sector educativo. No olvidemos que en una sociedad del conocimiento, mediada por los procesos de globalización e internalizaciòn de los procesos económicos y por la vertiginosidad con que fluye el conocimiento por el uso de las tecnologías de la información y la comunicación; estamos en la obligación de encarar toda esta dinámica compleja, posicionándonos en las estrategias viables que contribuyan en primer lugar a utilizar la compuerta de entrada y andar al lado de los protagonistas que también avizoran nuevos horizontes. Por las razones expuestas todos los docentes del ciclo complementario deben constituirse en los pedagogos del saber disciplinar respectivo para que hagan posible la concreción del énfasis en ciencias naturales y educación ambiental. BIBLIOGRAFIA. (1) MACHADO. E. Y MONTES DE OCA. N. Aprendizaje Basado En la Soluciòn de Tareas (ABST) Contribución para la formación y Desarrollo de las Habilidades de Investigación en Cursos de Postgraduados en la Metodologías de Investigación. Universidad de Camaguey – CUBA En : Revista Iberoamericana de educación (ISSN: 1681-5853) pàg 1. (2) ESCUELA NORMAL SUPERIOR NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES. Proyecto Educativo Institucional, proceso de autoevaluaciòn y Desarrollo. Documento mimeo. (3) MINISTERIO DE EDUCACIÒN NACIONAL, INSTITUTO COLOMBIANO PARA EL FOMENTO DE LA EDUCACIÒN SUPERIOR. Evaluar para Transformar. Documento mimeo.2003, pàg 19. (4) ---------Acreditaciòn de calidad y Desarrollo de las Escuelas Normales Superiores. Documento Marco. Serie documentos formación de maestros,enlaces editores Ltda.año2000, pàg26. (5) FERNÀNDEZ PEREZ,M. Evaluaciòn y Cambio Educativo. El fracaso escolar.ediciones Morata, colección Pedagogía,tercera ediciòn 1994, 216 p. (6)GARDNER HOWARD. Estructuras de la Mente. Las teorìas de las inteligencias mùltiples.Fondo de Cultura Econòmica ISBN958-38-0063-5. 2001. Pàg 419. (7) LÒPEZ JIMENEZ NELSON. Retos para la Constucciòn Curricular.Colecciòn mesa redonda, 1996,125p.