CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN CIVIL Magistrado Ponente: William Namén Vargas Bogotá, D.C., dos (2) de diciembre de dos mil nueve (2009). Discutido y aprobado en Sala de dos (2) de diciembre de dos mil nueve (2009) Referencia: 11001-02-03-000-2009-02144-00 Decide la Corte la acción de tutela instaurada por Norma González Padilla contra la Sala Civil Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, integrada por los magistrados Alfredo de Jesús Castilla Torres, Carmiña Elena González Ortiz y Ruth Elena Jiménez González, y el Juzgado Séptimo de Familia de la misma ciudad. ANTECEDENTES 1. Invocando la vulneración de los derechos fundamentales al debido proceso y vida en condiciones dignas, así como de los derechos a la seguridad social y a percibir alimentos, la promotora del amparo solicita mediante sentencia aclaratoria tener en cuenta los hechos debidamente probados sobre la culpabilidad del demandante, dentro del proceso de divorcio que éste promovió en contra suya. República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil 2. Como fundamento de su petición, la accionante expone, en síntesis, que el actor en el referido proceso de divorcio o cesación de efectos civiles de matrimonio católico invocó la separación de cuerpos judicial o de hecho por más de dos años, prevista en el numeral 8 del artículo 154 del Código Civil, a la cual se opuso alegando la falta de capacidad fundamentada “(…)en hechos de culpabilidad del demandante e inocencia de la demandada”. Refiere que en la sentencia proferida por el juzgado de conocimiento se declaró probada la causal invocada por el demandante y consideró que se abstenía de declarar la culpabilidad respecto de cualquiera de los cónyuges, debido a la naturaleza objetiva de la causal, razón por la cual interpuso recurso de apelación y solicitó, de conformidad con el artículo 306 del Código de Procedimiento Civil se considerara de oficio la excepción, respecto de los hechos que constituyen la culpabilidad del demandante, con miras a que se modificaran los numerales 2 y 3 de la parte resolutiva del fallo. Destaca que el Tribunal accionado mediante sentencia de 1 de septiembre de 2009 confirmó en su integridad la de primera instancia, porque consideró que al ser la causal alegada de naturaleza objetiva no se requería inquirir sobre las circunstancias de modo que originaron la separación sino únicamente la condición de tiempo, en cuanto al momento en que la misma aconteció, apreciación que en su sentir configura vía de hecho ya que tal argumentación es válida tratándose de la causal 9 y no para la invocada en su caso, donde está plenamente demostrada la culpabilidad del demandante; más aún cuando es una persona de la tercera edad que presenta discapacidad física, y su sustento y seguridad social depende del reconocimiento del derecho sustancial y defensa que se haga en la parte resolutiva de la sentencia de cesación de efectos civiles de matrimonio católico. W.N.V.-Exp. 11001-02-03-000-2009-02144-00 2 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil 3. La Corte admitió a trámite el libelo genitor, tuvo en cuenta como prueba la documental acompañada con la demanda de tutela, requirió copia de las piezas procesales pertinentes y dispuso librar las comunicaciones de rigor. 4. La Sala Civil – Familia del Tribunal accionado, a través de la magistrada ponente solicitó denegar el amparo solicitado e informó a la Corte que con anterioridad dicha colegiatura fue enterada de acción de tutela interpuesta ex ante por la misma actora constitucional. Por su parte, el Juzgado Séptimo de Familia de Barranquilla, tras compendiar la actuación surtida en el proceso de cesación de efectos civiles de matrimonio católico fuente del reclamo, señaló que no ha incurrido en vulneración del derecho al debido proceso, y en punto al tema objeto de disentimiento indicó que la declaratoria de culpabilidad no es una decisión de carácter oficioso, en razón a que su marco de acción gravita exclusivamente en el derecho alimentario a favor de quien lo solicita, y las declaraciones sobre la condición de debilidad manifiesta de la accionante referida a enfermedades oculares, edad y otras no aparecen probadas en el proceso. Por todo lo anterior, solicitó denegar el amparo solicitado. El demandado en el proceso de divorcio José Ignacio Tapia Baiz, mediante apoderado judicial, deprecó desestimar las pretensiones de la actora constitucional, en suma, porque mal puede el juez declarar en el caso particular, cónyuge culpable e imponer como efecto de ello carga económica a quien prueba la causal invocada. CONSIDERACIONES W.N.V.-Exp. 11001-02-03-000-2009-02144-00 3 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil 1. Al tenor de lo previsto en el artículo 86 de la Constitución Política, la acción de tutela garantiza a toda persona, la inmediata protección de sus derechos fundamentales frente a su vulneración o amenaza por acción u omisión de las autoridades públicas y, en determinadas hipótesis, de los particulares. Para que dicho mecanismo excepcional actúe frente a providencias judiciales es necesario, además de su ejercicio en un término razonable, la configuración de una “vía de hecho”, es decir una actuación arbitraria, subjetiva del operador judicial, adversa a la ley aplicable, no susceptible de remover a través de los medios ordinarios de defensa judicial. 2. Analizadas las sentencias materia de censura como contexto inescindible, en punto relativo a la inconformidad de la accionante, la Corte advierte que a pesar de que el punto central del recurso de apelación contra el fallo de primer grado interpuesto por la parte demandada consistió en la responsabilidad atribuida al demandante en la ruptura conyugal y consecuente separación por más de dos años, ello no fue materia de estudio por el ad quem, porque consideró que al estar frente a una causal de naturaleza eminentemente objetiva, no se requería “inquirir sobre las circunstancias de modo que originaron tal separación sino únicamente la condición de tiempo, en cuanto al momento en que la misma aconteció” y, por ende para su configuración no se exigía la presencia de culpabilidad en alguno de los cónyuges ni inhabilitaba para invocarla a quien hubiera dado origen a tal separación; a lo que agregó que si la demandada pretendía el divorcio con fundamento en otras causales debió oportunamente demandar en reconvención, cumpliendo con el requisito de no haber dado lugar a su ocurrencia y demostrando la culpabilidad de la contraparte, para que de esa manera el juez de conocimiento tuviera la facultad de reconocerla. Sin embargo, desde la perspectiva constitucional, las anteriores apreciaciones no acompasan con las garantías propias del debido proceso, por cuanto con independencia del carácter objetivo de la causal invocada para pretender el divorcio o la cesación de W.N.V.-Exp. 11001-02-03-000-2009-02144-00 4 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil efectos civiles del matrimonio católico, a las partes les asiste el derecho de plantear y obtener de la jurisdicción un examen de cara a la responsabilidad de su contraparte en la interrupción de la vida en común, para los efectos patrimoniales a que haya lugar. En este sentido la jurisprudencia constitucional vertida en la sentencia C-1495 de 2 de noviembre de 2000 al ocuparse de la constitucionalidad de la expresión “o de hecho”, contenida en el numeral 8 del artículo 154 del Código Civil, reformado por el artículo 6 de la Ley 25 de 1992, señaló que “si la causa de divorcio tiene consecuencias patrimoniales, vinculadas con la culpabilidad de las partes, así el demandante opte por invocar una causal objetiva para acceder a la disolución del vínculo, el consorte demandado está en su derecho al exigir que se evalúe la responsabilidad del demandante en la interrupción de la vida en común”, y que si “los jueces no se pronuncian respecto de la culpabilidad o inocencia de los cónyuges, éstos estarían incumpliendo su obligación de administrar justicia, si dicho pronunciamiento se requiere para determinar los efectos patrimoniales de la decisión (…)”. Bajo el anterior lineamiento, si como lo informa el escrito de contestación de la demanda de cesación de efectos civiles de matrimonio católico, la cónyuge demandada planteó su inocencia y alegó no haber dado lugar a la causal invocada (fl.58), y, de otro lado, el ordenamiento procesal civil establece que en la sentencia declarativa del divorcio el juez decidirá “[e]l monto de la pensión alimentaria que uno de los cónyuges deba al otro, si fuere el caso” (artículo 444, numeral 4, literal d) del código de procedimiento civil), ello imponía, en el particular, pronunciamiento del juzgador en torno a ese singular aspecto acorde con las pruebas allegadas al proceso y a lo disciplinado en el artículo 304 del Código de Procedimiento Civil, y no abstenerse, como lo hizo, so pretexto de estar frente a una causal objetiva y no haberse formulado demanda de reconvención, tanto cuanto más que “en todo caso no se descarta que más allá del fin de la comunidad de vida puede subsistir la obligación alimentaria. Y es también aceptado que en el punto entre a jugar la valoración de conducta, para distinguir entre cónyuges inocentes y culpables de la alteración W.N.V.-Exp. 11001-02-03-000-2009-02144-00 5 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil matrimonial. Sea lo que fuere, el caso es que el ordenamiento jurídico colombiano no prolonga, en principio, tal derecho de alimentos sino respecto del cónyuge inocente (artículo 411 del código civil, numeral 4º). Dicho de otro modo, sucede de ordinario que para que un divorciado esté obligado a suministrar alimentos es indispensable que haya tenido culpa en el divorcio, si este es el evento que acabó la vida común. 3. Siendo así, por lo pronto no se justifica que un divorciado como el del caso presente esté obligado a prestar alimentos si es que no aparece que haya dado lugar al divorcio, pues en el trámite respectivo no hubo siquiera averiguación semejante desde que la causal que allá se invocó fue simplemente la de separación por más de dos años.” (Sentencia de tutela de 8 de mayo de 2006, Exp. 2006-00026-01). En consecuencia, para la Corte, es claro que el ad quem limitó su función a establecer la causal de divorcio, de cara al rompimiento o cesación del vínculo matrimonial, pero dejó de lado las posibles consecuencias económicas que de tal declaración se puedan derivar, evento en el cual surge la necesidad de evaluar la responsabilidad en ese preciso ámbito de quien dio lugar a la interrupción de la vida en común, razón por la cual resulta viable la intervención del juez constitucional en orden a salvaguardar el derecho quebrantado, a cuyo propósito se dispondrá que el Tribunal accionado, tras dejar sin efecto su sentencia, proceda a emitir un nuevo pronunciamiento en el que tenga en cuenta lo expuesto en el presente fallo. 3. Lo considerado en precedencia releva de impartir orden tutelar alguna frente al Juzgado Séptimo de Familia de Barranquilla, toda vez que la decisión de primera instancia, queda supeditada, en lo que es materia de apelación, a lo que resuelva el superior funcional al desatar el recurso de alzada dentro del proceso en cuestión. Por último, la acción de tutela interpuesta ex ante por Consuelo Castro Cumplido, diciendo actuar como apoderada de Norma González Padilla, no inhibe a la Corte a pronunciarse sobre la de ahora, toda vez que en aquella oportunidad se rechazó la tutela por falta de legitimidad de la proponente, según proveído de 24 de septiembre de 2009, dictado dentro del expediente 11001-02-03-000-2009-01709-00. W.N.V.-Exp. 11001-02-03-000-2009-02144-00 6 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil DECISIÓN Por lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, CONCEDE a Norma González Padilla el amparo del derecho fundamental al debido proceso frente a la Sala Civil - Familia - del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, y, con tal propósito, le ordena que en el término de cuarenta y ocho (48) horas siguientes al recibo de copia de esta sentencia, deje sin efectos su sentencia de 1 de septiembre de 2009, y dentro de los diez (10) días siguientes al vencimiento de dicho término decida en el sentido que corresponda en derecho el recurso de apelación interpuesto por la parte demandada contra la sentencia de primer grado proferida en el proceso de cesación de efectos civiles del matrimonio católico, acorde con los lineamientos del presente fallo. Ofíciese. Comuníquese mediante telegrama a los interesados, y si la decisión no es impugnada, remítase el expediente a la Corte Constitucional para su eventual revisión. WILLIAM NAMÉN VARGAS JAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCAR W.N.V.-Exp. 11001-02-03-000-2009-02144-00 7 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil RUTH MARINA DIAZ RUEDA PEDRO OCTAVIO MUNAR CADENA ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ CÉSAR JULIO VALENCIA COPETE EDGARDO VILLAMIL PORTILLA W.N.V.-Exp. 11001-02-03-000-2009-02144-00 8