Silenciadores y Supresores

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Silenciadores y Supresores
Por el profesor instructor Eduardo Dario Van Opstal
Este informe fue realizado debido a las constantes consultas en mi
correo.
Nuestra página, al tener alcance internacional, y ser visitada
asiduamente por profesionales y aficionados a las armas de fuego, no
pretende infligir el marco legal vigente, ya que nuestra Ley de Armas
prohibe la tenencia, comercialización, uso y fabricación de los sistemas
que a continuación veremos en este informe.
Aclaro que este informe no da idea de fabricación, sino simplemente
nociones de los mismos.
Desde el principio del uso de las armas de fuego, uno de los
inconvenientes ha sido el ruido que hacen al realizarse los disparos. El
hombre ha tratado por diferentes medios de reducir el estampido,
tácticamente también ha buscado disminuir o anular completamente el
fogonazo y los vientos que producen en la boca del cañón. Recordemos que
el humo se eliminó con las pólvoras modernas. Todos estos inconvenientes
delatan la posición del tirador y alertan a los que se encuentran en un
radio cercano.
Para comprender el complejo sistema de los silenciadores, primero debemos
entender como funcionan las armas de fuego, por lo menos el principio del
ciclo del disparo. Al accionar la cola del disparador esta comprime el
resorte recuperador, a su vez también mueve unas levas que liberan el
martillo del diente de armado o liberan la aguja percutora en el caso de
las "safe action"
En el caso del martillo, una vez liberado golpea el talón de la aguja
percutora, la que venciendo la fuerza, su resorte percute en el
fulminante, lo cual da inicio al proceso de ignición del mismo.
En las "safe action" es mas simple, estando esta montada o premontada con
su resorte comprimido, cuando esta es liberada, se desplaza violentamente
percutando en el fulminante, este comienza la ignición.
Actualmente existen dos tipos de fulminantes: el Berdan y el Bóxer,
En el Berdan, el yunque se encuentra en la vaina que comúnmente trae dos
oídos.
El Bóxer en cambio trae el yunque incorporado y la vaina que lo aloja
cuenta solo con un agujero.
Los fulminantes contienen una sustancia química iniciadora, generalmente
fulminato de mercurio, que al ser percutado estos contra el yunque se
enciende en forma instantánea. Esta energía calórica para a través del o
los oídos encendiendo la pólvora.
Al deflagar la pólvora, la expansión de los gases producen diversos
fenómenos:
La vaina se hincha hasta obturar la recámara, para que los gases no se
fuguen hacia la parte interior del arma.
Por la parte mas débil del conjunto cartucho-bala se desprende la punta o
bala que al entrar en movimiento se denomina proyectil.
En las armas existe un espacio entre el alojamiento de la vaina y la
parte estriada de los cañones que se denomina (free bore), este vuelo
libre de la punta sirve para que se sigan generando gases.
La bala al tomar las estrías se frena bruscamente, aumentando la presión
y disminuyendo la velocidad. Esta avanza al principio en forma lenta por
el roce con las estrías.
El estriado de los cañones les da a los proyectiles un efecto giroscópico
(que gira sobre su propio eje longitudinal), este efecto sirve para darle
una trayectoria mas o menos recta a los proyectiles.
Mientras la bala se desplaza por el cañón se siguen generando gases
resultado de la combustión de la pólvora. En este punto les explicaré la
diferencias entre pólvoras rápidas y lentas.
Las rápidas están diseñadas para quemarse antes de que el proyectil
abandone la boca del cañón en los cañones cortos.
En las lentas diseñadas para ser utilizadas en cañones largos,
desaprovecharíamos gases en los cañones cortos, ya que gran parte se
quemaría fuera de ellos.
Todo este proceso dura centésimas de segundo. Cuando el proyectil
abandona la boca del cañón, se produce el estampido, producto de varios
factores que veremos a continuación en este informe.
Existen básicamente dos tipos de sistemas: los silenciadores y los
supresores, incluso hay un sistema denominado invector que por su diseño
también funciona como compensador de gases o freno de boca, pero es para
fusiles de grueso calibre como el 12.70 mm o .50 Browning de diseños
recientes para armas de precisión.
La diferencia entre silenciador y el supresor es que este último logra
aminorar el ruido del disparo cuando las armas utilizan cartuchos
supersónicos, en cambio en el silenciador la supresión del ruido es casi
total, pero en este proceso interviene un tratamiento que afecta a el
arma y el cartucho el cual debe ser de velocidades subsónicas.
Las causas fundamentales de ruidos en el disparo:
La onda de choque que produce el proyectil cuando abandona la boca del
cañón a velocidades supersónicas.
El aire que antecede a el proyectil, que comprimido por este, intenta
salir aceleradamente hacia el exterior.
Los gases que producto de la combustión de la pólvora salen despedidos a
muy alta temperatura, presión y velocidad.
Lugar donde se realizan los disparos (abiertos, cerrados)
Mecanismos del arma.
A esto debemos agregar que la temperatura ambiente también influye en los
gases. Cabe recordar que la velocidad del sonido es de aproximadamente
330 metros por segundo, dependiendo de la altitud y de factores
climatológicos, cuando se supera esta cifra, es supersónica y si no se la
supera es subsónica. Generalmente para solucionar la primera causa se
trata de reducir la carga de pólvora e incrementar el peso del proyectil.
Con esto se logra un proyectil de baja velocidad inicial, por debajo de
los 330 metros por segundo para que este no rompa la barrera del sonido,
obteniendo un proyectil subsónico o sea menor a la velocidad del sonido.
La disminución de la velocidad trae aparejada la contrapartida de un
comportamiento balística negativo, con un menor alcance y energía de
impacto, y una parábola muy pronunciada en su trayectoria. Todo esto
reduce las capacidades que tienen las armas, principalmente subfusiles y
fusiles.
Las otras dos causas del estampido, para reducirlo requieren de un
sistema que pueda acoplarse a el arma o los que se diseñan integralmente
a el cañón o modulares, siendo estos mucho mas eficaces.
Con respecto a el aire que precede a el proyectil, comprimido por este,
hasta que sale estruendosamente hacia el exterior, con el silenciador se
logra dirigir junto a la reciente presión de la bala en movimiento hacia
unas cámaras de expansión, que forman parte del dispositivo y amortiguan
el estruendo.
Los gases de la pólvora que impulsan a el proyectil, son la principal
causa del estampido, para solucionar este inconveniente, se han diseñado
una serie de conductos, diafragmas y deflectores a veces elásticos. Al
pasar por estos conductos, los gases se enfrían y reducen la velocidad
con lo que en gran parte solucionan este inconveniente.
No dejare de mencionar que hoy día han logrado diseñar módulos que a
pesar de utilizar munición supersónica (hasta los 400 metros por segundo
aproximadamente), a través de pequeños agujeros en el cañón logran purgar
gran parte de los gases propelentes y así disminuir la velocidad inicial
por debajo de la velocidad del sonido.
Se les saca mejor provecho en lo general a las de repetición que
funcionan por acerrojamiento manual, que a las de funcionamiento
automático, aunque la mayoría sean de funcionamiento automático, como lo
son las pistolas y los subfusiles.
En las armas de funcionamiento automático también hay que disimular el
ruido que hacen los mecanismos durante y después del disparo, el de la
percusión , el de la expulsión del casquillo y el de bloc al volver a
acerrojarse, etc. Por este motivo quienes utilizan armas silenciadas
suelen recurrir a las armas de un solo disparo o dotadas de cierre con
bloqueo.
No nos olvidemos que estos sistemas también logran disminuir en un
elevado porcentaje el retroceso que producen durante el disparo, que se
tienen muy en cuenta cuando se dispara armas semiautomáticas ya sea en
cortas ráfagas o tiro a tiro en forma rápida.
Los francotiradores o sniper también utilizan los supresores en los tiros
a largas distancias, aunque disparen municiones supersónicas, a que el
oponente le cuesta determinar la procedencia del disparo, contando el con
esta ventaja para que no lo detecten fácilmente.
Originalmente el cartucho del calibre .45 es subsónico aunque hoy día
también existen los supersónicos, a los cuales se le han bajado el peso
de la punta y le han incrementado la velocidad.
Con el 9 mm sucedió lo contrario, en principio es supersónico, pero al
haberle incrementado el peso de la punta y disminuido la velocidad, han
logrado un cartucho subsónico.
Lo mismo se ha logrado con el calibre .22 y otros, inclusive la marca
finlandesa Sako ha logrado diseñar después de largas experimentaciones
cartuchos a bala subsónicos en calibre .308.
Continuaremos en una próxima entrega
Eduardo Dario Van Opstal
Matrícula Renar ITA 0632
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