UNA DECLARACION EVANGELICA CONTRA la TORTURA:

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UNA DECLARACION EVANGELICA CONTRA LA TORTURA:
PROTEGIENDO LOS DERECHOS HUMANOS EN UNA ERA DE TERROR
RESUMEN EJECUTIVO
1. Introducción: De una perspectiva cristiana, cada vida humana es sagrada. Como cristianos evangélicos,
el reconocimiento de esta dignidad moral trascendente no debe ser negociable en todas áreas de la vida,
incluyendo nuestra evaluación de políticas públicas. Este compromiso ha sido probado en la guerra
contra el terror, mientras un debate público ha ocurrido sobre la legitimidad moral del tormento y del
tratamiento cruel, inhumano, y degradante de los detenidos en poder de nuestra nación en el conflicto
actual. Escribimos esta declaración para afirmar nuestro apoyo para derechos humanos de los detenidos
y nuestra oposición a cualquier recurso a la tortura.
2. La Santidad de la Vida: Basamos nuestro compromiso a derechos humanos en la convicción central de
la teología cristiana que cada vida humana es sagrada. Este tema se maneja por toda las Escrituras: en la
Creación, la Ley, la Encarnación, las enseñanzas y ministerio de Jesús, la Cruz y su Resurrección. La
preocupación por la santidad de la vida nos dirige a la sensibilidad a cómo los seres humanos son
tratados y si sus derechos, dado por Dios, están siendo respetados.
3. Los Derechos Humanos: Los derechos humanos, que funcionan para proteger la dignidad humana y la
santidad de la vida, no pueden ser cancelados y no deben de ser invalidado. El reconocimiento de
derechos humanos nos obliga a actuar en nombre de gente que sus derechos están siendo violados. Los
derechos humanos protege las personas que de otro modo se encontrarían a en la misericordia de
aquellos que están enfadado, ofendido, o asustado. Mientras el idioma de derechos humanos puede ser
mal usado, esto demanda su clarificación más bien que su abandono. Entre los derechos humanos más
significativos es el derecho a la seguridad de persona, que incluye el derecho de no ser atormentado.
4. La Historia Cristiana y los Derechos Humanos: El concepto de derechos humanos no es una noción
"secular" sino la expresión se encuentra en fuentes cristiana mucho antes de la Ilustración. Las
versiones más secularizadas de la ética de derechos humanos que vino a ocupar un lugar tan grande en la
filosofía occidental debe ser visto como derivado de argumentos religiosos más tempranos. Los asaltos
del Siglo XX a derechos humanos por estados totalitarios llevaron a una renovación de "negociaciones
sobre derechos " después de la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de las ramas de la tradición
cristiana, incluyendo los evangélicos, ahora abrazan la ética de derechos humanos.
5. Las Implicaciones Éticas: Todo el mundo tiene la obligación de actuar de manera que reconozcan los
derechos humanos. Esta responsabilidad toma formas diferentes en niveles diferentes. Las iglesias deben
enseñar a sus miembros a pensar bíblicamente acerca de moralmente difícil y emocionalmente intenso
asuntos públicos como éste. Nuestro propio gobierno debe honrar sus responsabilidades constitucionales
y morales de respetar y proteger derechos humanos. Los Estados Unidos históricamente ha sido un líder
de esfuerzos internacionales de derechos humanos, pero nuestra visión moral se ha hecho borroso desde
9/11. Tenemos que recuperar nuestra claridad moral.
6. Las Estructuras Legales: El derecho internacional contiene numerosas prohibiciones claras y
inequívocas contra la tortura y tratamientos crueles, inhumanos y degradante. Estas prohibiciones son
sabias y correctas y deben ser abrazado sin reservación una vez más por nuestro propio gobierno.
Igualmente, la ley de los Estados Unidos y la doctrina militar han prohibido el recurso a la tortura y
tratamientos crueles y degradantes. Trágicamente, actos documentados de tortura y de la conducta
inhumana y cruel ha ocurrido en varios sitios en la guerra de EE.UU. contra el terror, y la ley actual abre
lagunas legales para que esto continúe. Encomendamos el revisado Manual de Campo de Ejército del
Pentágono para prohibir claramente tales actos, y exhortamos que esta prohibición extiende a cada
sector del gobierno de Estados Unidos sin excepción, inclusive nuestros agencias de inteligencia.
7. Recomendaciones Concluyentes: Los actos abominables de 9/11, junto con la constante amenaza de
ataques terroristas, crean desafíos de seguridad profundos. Sin embargo, estos desafíos deben cumplirse
en una manera moral y legal que es coherentes con nuestros valores y leyes, que incluye un compromiso
a los derechos humanos que como evangélicos compartimos con muchos otros. Por lo tanto, nosotros
renunciamos el recuso de la tortura y tratamientos crueles, inhumanos y degradantes de los detenidos,
exhortamos la extensión de protecciones procesales y los derechos humanos a todos los detenidos,
buscamos el abrazo claro de las Convenciones de Ginebra del gobierno entero, inclusive esos artículos
que prohíben la tortura y tratamientos crueles de prisioneros, y exhortamos un cambio total de cualquier
ley, política, o práctica del gobierno de los EE.UU. que viola las normas morales descritas en esta
declaración.
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