Influencia de las políticas educativas de los organismos internacionales en la educación superior. Zulma Julieth Avellaneda Avellaneda Nohra Milena López Sánchez El presente ensayo ha sido elaborado a partir de una tesis central, que reconoce la influencia ejercida por los organismos internaciones –Banco Mundial, UNESCO, OCDE y BID– sobre las políticas educativas de los países latinoamericanos, especialmente en lo que se refiere a educación superior. Por lo tanto, para poder abordar el tema de forma adecuada problematizaremos en torno a dos de las agencias internacionales que han afectado de una u otra forma la educación superior latinoamericana, que son el Banco Mundial y la UNESCO. Considerando las diferencias existentes entre los diversos organismos, se puede señalar que las corporaciones más interesadas en la problemática educativa son: El Banco Mundial (BM); la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO); la Organización de Cooperación Desarrollo Económico (OCDE) y, a nivel latinoamericano, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL: 1992: 269). Sin embargo, las propuestas en torno a la educación de estos organismos internacionales no responden a una sola perspectiva. La estrategia del Banco Mundial para reducir la pobreza se concentra en la promoción del uso productivo del trabajo, que es el principal activo de los pobres, y en la prestación de servicios sociales básicos a los necesitados. Las inversiones en educación contribuyen a la acumulación del capital humano que es esencial para lograr ingresos más altos y un crecimiento económico sostenido (BANCO MUNDIAL: 1996:1). Por lo tanto, cada día el Banco Mundial juega un papel muy importante en lo que a políticas educativas se refiere, ya que como organismo financiero que impulsa el desarrollo de las naciones, se ha preocupado por orientar propuestas sobre diversas políticas sociales que estén acordes con los presupuestos económicos de cada país. Es así que los ejes primordiales del Banco en los ámbitos de la educación básica, media y superior, de mujeres y grupos minoritarios son: acceso, equidad, eficiencia interna, calidad, financiamiento, administración, resultados e internacionalización, además de preocuparse por la educación en un contexto de globalización y competencia económica. Partiendo de los designios anteriores, el Banco Mundial sobre políticas de educación superior recomienda: a) Cancelar el financiamiento público que se le otorga a la educación superior porque considera que los que más se benefician de este nivel son los sectores sociales económicamente más fuertes y no el general de la población y si es esta la que lo paga. El BM da el ejemplo del gobierno de Pinochet, que terminó con la autonomía política de las universidades y de su gratuidad. Impuso el cobro de matrículas a las universidades públicas, incrementó el número de matrículas cobradas en el sector privado e implementó un sistema de préstamo para los estudiantes de instituciones públicas (MARTÍN: 2000). b) El financiamiento público debe suplirse por un impulso a la educación superior privada, el cual traerá como consecuencia la mayor percepción de la educación superior a las señales del mercado (DIAZ, 1996: 4). c) La diversificación del financiamiento de la educación superior requiere que: i) los beneficiarios directos de este sistema educativo realicen un significativo aporte económico por el servicio que reciben; ii) las instituciones universitarias promuevan la venta de servicios académicos y iii) se establezca una política fiscal que permita deducir las donaciones de las industrias a este sector educativo (DIAZ, 1996: 4). d) Incentivar el uso adecuado de los recursos, evitando subsidiar servicios adicionales como alimentación, transporte o vivienda. e) Darle mayor importancia a la calidad de la educación, evitando al máximo la deserción estudiantil y la repitencia para la cual se exigen mejoras desde la educación media y establecer un sistema de evaluación y de acreditación educativo que permita certificar el tipo de educación ofertada. f) Promover en las instituciones públicas actividades que contribuyan con la generación de ingresos adicionales tales como el alquiler de laboratorios especializados, servicios de consultoría, contratos de investigación aplicada a la industria, cursos de profundización, programas de educación virtual y a distancia, entre otros. Es perceptible que para el Banco Mundial los problemas de inclusión social no son de su interés sino que por el contrario las reformas en políticas educativas en educación superior, deben estar ligadas al mercado (oferta y demanda) y al crecimiento económico. Sin embargo, también se encuentra la perspectiva ofrecida por la UNESCO, la cual se creó bajo los principios de “igualdad de oportunidades educativas; no restricción la búsqueda de la verdad y el libre intercambio de ideas y conocimiento”. Mientras que su propósito central es el de “contribuir a la paz y a la seguridad, promoviendo la colaboración entre las naciones a través de la educación la ciencia y la cultura”. Esto permite afirmar que la UNESCO es uno de los principales organismos internacionales que ha procurado sostener –dentro del actual contexto de globalización- una perspectiva social y humanista de la educación a diferencia de otras agencias internacionales que manifiestan fundamentalmente una perspectiva netamente económica. La UNESCO ha propuesto a la educación superior como un medio para mejorar las condiciones económicas, científicas y culturales, a través del “liderazgo social en materia de creación de conocimientos de alcance mundial para abordar retos mundiales, entre los que figuran la seguridad alimentaria, el cambio climático, la gestión del agua, el diálogo intercultural, las energías renovables y la salud pública (UNESCO, 2009:2). La educación superior, desde sus inicios se ha ocupado de la creación, la transmisión y difusión del conocimiento. Dado que dicho conocimiento hoy en día ocupa un lugar privilegiado en los procesos educativos que configuran la sociedad contemporánea de hoy, se propone analizar la relación entre las instituciones de educación superior (IES) y la sociedad, con el fin de fortalecer la preeminencia del papel estratégico que juega la educación superior en todo sociedad y más en aquellas que se encuentran en vía de desarrollo. La Declaración Mundial sobre la Educación Superior, reconoce desde el principio la importancia estratégica que conlleva la educación superior en la sociedad contemporánea actual. Esta señala que cada vez más existe una mayor conciencia de la importancia fundamental que este tipo de educación reviste para el desarrollo socio-cultural y económico y para la construcción del futuro. Y afirma que: Dado el alcance y el ritmo de las transformaciones, la sociedad cada vez tiende más a fundarse en el conocimiento, razón de que la educación superior y la investigación formen hoy en día parte fundamental del desarrollo cultural, socioeconómico y ecológicamente sostenible de los individuos, las comunidades y las naciones (TÜNNERMANN Y DE SOUZA: 2003: 9). Por consiguiente, para poder emprender el cambio, la educación superior debe propender por transformar y renovar desde su oficio la forma en que vive la sociedad contemporánea, donde se percibe una gran falta de valores y de autonomía vista como la capacidad que tienen las personas de dar cuenta de las decisiones y acciones que toma y de las consecuencias que de ellas se genera. Es así que uno de los temas más importantes es estudiar la relación universidad – sociedad, donde cada día la universidad debe involucrarse en los procesos sociales, económicos y culturales, respetando su estado de institución de índole académica. La educación superior es un fenómeno complejo, cuyo estudio requiere de instrumentos que superen los enfoques puramente económicos y tengan presente la necesidad de encontrar un punto de equilibrio entre las necesidades del sector productivo y económico, con las necesidades de la sociedad en su conjunto y no menos importante con las necesidades propias del individuo como ser humano, claramente enmarcadas en un contexto histórico, social y cultural. Sin embargo, uno de los temas más importantes es estudiar la relación universidad – sociedad, donde cada día la universidad debe involucrarse en los procesos sociales, económicos y culturales, respetando su estado de institución de índole académica. Por lo tanto, la educación superior es un fenómeno complejo, cuyo estudio requiere de instrumentos que superen los enfoques puramente económicos y tengan presente la necesidad de encontrar un punto de equilibrio entre las necesidades del sector productivo y económico, con las necesidades de la sociedad en su conjunto y no menos importante con las necesidades propias del individuo como ser humano, claramente enmarcadas en un contexto histórico, social y cultural. A partir de lo anterior, la educación superior deberá fortalecer su autonomía institucional, así como también, promover el desarrollo del pensamiento crítico que redunde en un mejoramiento de la calidad de vida de los seres humanos a partir del reconocimiento de sus derechos y de la inclusión social. Por consiguiente, la responsabilidad social de la educación superior se centra no sólo en el fortalecimiento de competencias académicas, sino en la formación de sujetos éticos, capaces de construir una sociedad democrática, orientada por la paz y los derechos de la humanidad. Para la UNESCO (1998), en la ejecución de las políticas propuestas para el fortalecimiento de la educación superior, los gobiernos locales deberán promover instituciones educativas, con un alto nivel de compromiso, no sólo en la formación de saberes, sino también en la construcción de conocimiento a través de la investigación y el desarrollo sostenible en la sociedad. Con lo anterior, el tema de la inclusión será una política permanente en las instituciones educativas, en donde se proyecte una transformación de la educación superior, orientada por el lema de una educación permanente para todos. Es así, que el acceso a la educación se podrá hacer a cualquier edad, buscando el fortalecimiento de las competencias adquiridas previamente en la secundaria o durante el ejercicio de las funciones laborales en la empresa. Por su parte, la educación secundaria deberá cumplir con una doble finalidad: “la preparación para la vida activa y la preparación para acceder a la educación superior. En función de esta doble finalidad, se podrán definir el espíritu y los contenidos de la enseñanza secundaria del siglo XXI, la diversificación y el puesto, dentro de esta enseñanza, de la formación profesional y técnica” (UNESCO, 1998:10). En lo referente a la interacción de la educación superior con la sociedad, las instituciones de educación superior deberán rendir cuentas a la sociedad acerca de su actividad y el uso de sus recursos. Es así, que el reto no sólo de las instituciones, sino también del gobierno, será incrementar el número de personas formadas a nivel superior o postsecundaria. Facilitando su accesibilidad y permanencia en los diferentes programas académicos, así como también el dominio de tecnologías de la información y de la comunicación. En este aspecto, la mujer ha cobrado una gran importancia por considerarse gestora del cambio social, siendo fundamental la adquisición de competencias que le permitan incursionar en un mercado laboral. Por ende, para la UNESCO (2009), las mujeres deben ser privilegiadas promoviendo en ellas el acceso a todos los niveles de enseñanza, así como también su permanencia en ellos. En los planes de acceso a la educación superior, también se debe establecer unos objetivos de equidad, permanencia y calidad claros, teniendo en cuenta que “la equidad no es únicamente una cuestión de acceso, el objetivo debe ser la participación y conclusión con éxito de los estudios, al tiempo que la garantía del bienestar del alumno. Este empeño debe abarcar el adecuado apoyo económico y educativo para los estudiantes que proceden de comunidades pobres y marginadas” (UNESCO, 2009:3). En Colombia se han venido desarrollando programas que permiten el cumplimiento de este objetivo de equidad, sobre todo en la educación básica, siendo gratuita en las instituciones del sector público, donde además de la gratuidad en los costos académicos, a los estudiantes se les suministran refrigerios y almuerzos ofrecidos por el estado, a través de los comedores comunitarios. Por el contrario, en la educación superior se hace visible la deserción estudiantil a causa de la falta de recursos económicos, así como también por la carencia de políticas gubernamentales que promuevan el acceso a la educación y la inserción al mercado laboral sin mayor dificultad. Para la UNESCO (2009), la sociedad del conocimiento necesita un sistema de educación superior público integrado por instituciones con programas variados que promuevan su acceso, en cualquier tipo de educandos. En cuanto a las instituciones privadas de educación superior, deberán propender por una mayor calidad y cubrimiento, mejorando sus procesos y programas, con bases de excelencia académica y moral. Es así, que “los criterios de calidad deben reflejar los objetivos globales de la educación superior, en particular la meta de cultivar en los alumnos el pensamiento crítico e independiente y la capacidad de aprender a lo largo de toda la vida” (UNESCO, 2009:4). Para lograr la calidad en la enseñanza de la educación superior, es necesario estimular la innovación y la diversidad, tanto a nivel institucional, como del estudiante, como también la integración y retención de personal docente, talentoso, calificado y comprometido con su labor. En este proceso de formación docente, las instituciones deberán dedicar recursos y esfuerzos en investigaciones orientadas al mejoramiento de estrategias didácticas que contribuyan con la calidad académica. Desde el enfoque de la UNESCO, “la calidad de la educación superior es un concepto multidimensional que debería comprender todas sus funciones y actividades: enseñanza y programas académicos, investigación y becas, dotación de personal, alumnos, infraestructura y entorno académico…” (UNESCO, 1998:2). Siendo necesario prestar especial atención a la investigación, la evaluación interna y externa, la inclusión social y la promoción por la diversidad, evitando la uniformidad. Para superar las propuestas acerca de la calidad, la educación superior, se deberá centrar en el estudiante, reformulando planes de estudio, incentivando la adquisición de conocimientos prácticos, competencias y aptitudes para la comunicación, así como también la reflexión independiente y el trabajo en equipo en contextos multiculturales. La calidad institucional dependerá de la formación de docentes que en ella se realice. Siendo fundamental “implementar planes y programas de estudio que den a los docentes la capacidad de dotar a sus alumnos de los conocimientos y las competencias que necesitan en el siglo XXI. Este objetivo exigirá nuevos enfoques, como por ejemplo el uso del aprendizaje abierto y a distancia y de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)” (UNESCO, 2009:3). Con respecto al aprendizaje abierto y a distancia y de tecnologías, serán un medio que facilite el acceso de diferentes grupos de personas a la educación superior. Por otra parte, será una oportunidad para intercambiar saberes con instituciones internacionales a través de la educación a distancia y la virtualidad. En consecuencia, “la aplicación de las TIC a la enseñanza y el aprendizaje encierra un gran potencial de aumento del acceso, la calidad y los buenos resultados. Para lograr que la aplicación de las TIC aporte un valor añadido, los establecimientos y los gobiernos deberían colaborar a fin de combinar sus experiencias, elaborar políticas y fortalecer infraestructuras, en particular en materia de ancho de banda” (UNESCO, 2009:3). En el proceso de mejoramiento de la calidad institucional, es conveniente repensar el sistema de evaluación tanto a nivel académico, como docente. Es un reto el trabajar para mejorar su práctica desde la complejidad que ella implica, para asistir en el aprendizaje al estudiante, a través del conocimiento de sus dificultades y la forma en cómo se pueden superar. Los docentes y las instituciones de educación superior, se enfocarán en generar estrategias que contribuyan al mejoramiento en el proceso de aprendizaje de estudiante. Donde, la evaluación y su posterior retroalimentación crítica y argumentativa, por parte del docente, contribuirá al crecimiento del estudiante, quien fortalecerá su proceso de enseñanza-aprendizaje, durante toda su formación académica. El proceso evaluativo institucional, sigue conservando características consideradas como inamovibles por parte de quienes poseen el poder para realizarla, para planificarla y para transformarla. Romper el equivalente de la evaluación al de la calificación, la examinación o la “rendición de cuentas”, es re-pensar también toda una visión de mundo y de las políticas educativas vigentes, en el que las interacciones y los actos están encaminados a responder potencialmente a los códigos y a la satisfacción de necesidades humanas, así como también, a los de la industrialización y los sectores económicos. Las razones que mantienen ésta estructura son variadas y de diferente origen, entre ellas se encuentra: en primer lugar, la escasa preparación de los docentes en torno al tema de evaluación educativa, evidenciándose en el limitado o nulo espacio que tiene este tema dentro de la malla curricular de la educación superior. Por otra parte, las políticas institucionales, nacionales y el proyecto de hombre, que se desea formar, así como las demandas que la sociedad (desde su más pequeña y significativa construcción: la familia) realiza a las instituciones socializadoras del conocimiento y a los trabajadores de la cultura inmersos en ella. En la educación superior, la evaluación, sigue pensándose como la actividad final en el proceso enseñanza –aprendizaje, lo cual, aunque no se desee, aumenta su importancia controladora, y reduce el proceso total a un resultado, que permitirá medir competencias limitadas de un estudiante, restando importancia a su capacidad analítica y participativa presente en la cotidianidad de sus clases. Sembrando en él, un constante deseo de frustración y desconsuelo, porque la medición numérica deshumaniza la enseñanza y convierte al docente en un verdugo que busca en palabras de los estudiantes “saciar su sed de venganza a través de la evaluación”. Otro aspecto que se debe tener en cuenta hace referencia al impacto que ha tenido la globalización en las instituciones de educación superior (IES) y en los sistemas de educación superior (SES) de distintos países en las últimas dos décadas, haciéndose necesaria la búsqueda de equidad social con el fin de alcanzar una educación superior con mayor cobertura y calidad. Situación que se logrará al elaborar propuestas de mejora con un compromiso social real por parte de las instituciones universitarias de la mano con las políticas educativas que se planteen al respecto. Las propuestas que se expongan, deben en buena medida estar acordes con el debate planteado por la UNESCO acerca de la pertinencia, la calidad, la gestión, la financiación, las nuevas tecnologías de la información (TIC) y la importancia de la cooperación internacional. Se debe partir de entender que el conocimiento no es más monodisciplinario es interdisciplinario, está centrado en el problema, no en la disciplina, se produce en diversos ámbitos, más cercanos a su aplicación, se ha desplazado de los ámbitos académicos para acercarse a los ámbitos productivos empresariales e industriales. Usa muy intensamente las redes electrónicas para intercambiarse, para producirse y para transformarse en tecnología y está sujeto a controles de calidad diversificados, de tal manera, que él sólo control de la evaluación por pares ha pasado a ser obsoleto. Ahora tiene que demostrar su pertinencia social, tiene que demostrar suficiencia económica, tiene que demostrar su calidad de otras formas, que supera a la evaluación por pares (TÜNNERMANN Y DE SOUZA: 2003: 4). Por ello, el objetivo de analizar estos grandes temas es contribuir a provocar las transformaciones necesarias de las principales tendencias de la educación superior (ES), como la expansión cuantitativa, el crecimiento de la privatización, la gran diversificación institucional, la creciente restricción del gasto público o la fuga de cerebros, para dar una respuesta adecuada a problemas tan acuciantes como la inversión pública reducida, las inadecuadas políticas de los gobiernos, la burocratización, la rigidez de las estructuras o las relaciones con la empresa y el entorno productivo, que la universidad enfrenta internacionalmente, en especial en los países en vías de desarrollo (LÓPEZ, tomado de UNESCO 1995). Para el análisis de estos temas, se han esbozado una serie de sugerencias con respecto a, qué aspectos se deben abordar con mayor premura. Entre ellos está, la actualización permanente de los docentes, ganancia que se reflejará en el mejoramiento de los contenidos educativos y en el optimo desempeño del docente en el aula. Otros aspectos a tener en cuenta, es la importancia de introducir redes electrónicas de aprendizaje, el ajuste de los aportes de la ciencia a la educación y la modernización de la gestión educativa no sólo en la educación de tipo formal sino también para la informal, virtual y a distancia. Por otra parte, la educación superior estará orientada a la formación de saberes disciplinarios, incentivando la investigación científica y el pensamiento empresarial, con el fin de generar profesionales, técnicos o tecnólogos comprometidos con su responsabilidad social empresarial. Igualmente, la formación del ser será fundamental, pues contribuirá al desarrollo personal y profesional del estudiante, con el ánimo de mejorar no sólo su calidad de vida, sino también el de la sociedad. En consecuencia, la formación ofrecida por los establecimientos de educación superior y sus docentes, debe orientarse a la atención de necesidades del mercado laboral, pero también a la satisfacción de necesidades sociales, buscando una anticipación a las problemáticas que surgen a partir de ellas. En suma, los establecimientos de enseñanza superior del mundo entero tienen la responsabilidad social de contribuir a reducir la brecha en materia de desarrollo mediante el aumento de la transferencia de conocimientos a través de las fronteras… (UNESCO, 2009:4). Los objetivos propuestos por la UNESCO en la Conferencia Mundial sobre la educación superior - 2009: La nueva dinámica de la educación superior y la investigación para el cambio y el desarrollo, que se han mencionado con anterioridad, se logran con la colaboración de los estados miembros, quienes deben ser los promotores de políticas y estrategias, con el fin de: a) mantener y, si fuera posible, aumentar la inversión en el sector de la educación superior para apoyar en todo momento la calidad y la equidad y fomentar la diversificación, tanto en la prestación de servicios de enseñanza superior como en los medios de financiarla; b) garantizar las inversiones adecuadas en la educación superior y la investigación, en sintonía con las necesidades y expectativas crecientes de la sociedad; c) establecer y fortalecer, con la participación de todos los interesados, los sistemas de garantía de calidad y los marcos normativos apropiados; d) ampliar la formación de docentes, tanto inicial como en el empleo, con programas que les capaciten para hacer de sus estudiantes ciudadanos responsables; e) alentar el acceso, la participación y los buenos resultados académicos de las mujeres en la enseñanza superior; f) garantizar la igualdad de acceso a los grupos insuficientemente representados, tales como los obreros, los pobres, las minorías, las personas con capacidades diferentes, los migrantes, los refugiados y otros grupos de población vulnerables; g) crear mecanismos que permitan contrarrestar las repercusiones negativas del éxodo de competencias y, al mismo tiempo, estimulen la movilidad de los docentes, los estudiantes y el personal de educación; h) apoyar el aumento de la cooperación regional en materia de enseñanza superior con miras a la creación y el fortalecimiento de ámbitos regionales de educación superior e investigación; i) dotar de autonomía a los Países Menos Adelantados y a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo para que puedan aprovechar las oportunidades que ofrece la mundialización, y fomentar la colaboración entre ellos; j) tratar de alcanzar los objetivos de equidad, calidad y éxito académico mediante la creación de vías de acceso más flexibles y una mejor convalidación del aprendizaje previo y la experiencia laboral; k) aumentar el atractivo de las carreras académicas, garantizando el respeto de los derechos y las condiciones de trabajo adecuadas del personal docente, según lo estipulado en la Recomendación de 1997 relativa a la condición del personal docente de la enseñanza superior; l) lograr la participación activa de los estudiantes en la vida académica, garantizándoles la libertad de expresión y el derecho a organizarse, y facilitándoles los servicios adecuados; m) luchar contra las “fábricas de diplomas” mediante iniciativas multifacéticas en la esfera nacional e internacional; n) crear sistemas de investigación flexibles y organizados, que promuevan la excelencia científica y la interdisciplinariedad y sean útiles para la sociedad; o) apoyar una mayor integración de las TIC y fomentar el aprendizaje abierto y a distancia, con miras a satisfacer el aumento de la demanda de educación superior. En síntesis, la UNESCO debe en particular, brindar apoyo y asesoría en la definición de las estrategias que se implementarán en la educación y la investigación. Así mismo, se constituirá como una entidad facilitadora del dialogo, entre los diferentes actores de la educación: estudiantes, docentes, instituciones y gobierno. Por su parte, los gobiernos e instituciones educativas, abordarán las diferentes problemáticas internacionales, buscando disminuir su impacto social, a través de políticas educativas orientadas a la educación superior. Así como también, celebrar convenios orientados al mejoramiento de la calidad de vida en los países en vía de desarrollo. Finalmente, la UNESCO, los gobiernos y las instituciones de educación superior deberán dedicar sus esfuerzos para apoyar la consecución de los objetivos internacionales de desarrollo: Educación para Todos (EPT), los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y los de los Decenios de las Naciones Unidas. Estos fines serán logrados, a partir de la promoción de intercambios académicos internacionales, tanto de alumnos, como de personal docente. Además, de la creación de estrategias de desarrollo y de políticas educativas innovadoras, que respondan a las exigencias sociales del mundo contemporáneo en el que se encuentra inmersa la educación superior. Referentes bibliográficos BANCO MUNDIAL. (1996). Prioridades y estrategias para la educación. CEPAL (1992). Educación y Conocimiento, eje de la transformación productiva con equidad. Santiago, Chile: CEPAL. DIAZ, A. (1996). Dos miradas sobre la educación superior: Banco Mundial y la Unesco. México: Momento Económico. LÓPEZ, F (2009). Notas para un estudio comparado de la educación superior a nivel mundial. Buenos Aires: Escenarios mundiales de educación superior. MARTÍN, F. (2000). Opciones para Reformar el Financiamiento de la Educación Superior. 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