La operación de Repsol YPF en Colombia. Alejandro Pulido. Instituto Nacional Sindical. CED-INS. Colombia. El petróleo en Colombia La entrada de grandes empresas petroleras la extracción de petróleo en la primera mitad del Siglo XX en Colombia, significó una profunda transformación del territorio en el que se encontraron, localizaron poblaciones que aseguraran la mano de obra en la construcción de infraestructura, propiciaron la destrucción de las zonas selváticas aledañas, y desplegaron la persecución y la desaparición a las comunidades indígenas. Efectivamente, para los años sesenta, habían acabado con dos terceras partes de las comunidades Bari en el norte del Santander, y prácticamente desaparecieron con las comunidad indígena Yariguí en la cuenca media del río Magdalena. Algunas crónicas y testimonios describen las jornadas de caza realizadas por los empleados norteamericanos, en las que las presas eran los indígenas locales, en donde llegaban a ser asesinadas treinta personas en una sola jornada. La extracción del petróleo se realizó bajo la modalidad de contratación por concesión, lo que significo la extracción del petróleo a cambio de contraprestaciones mínimas para el Estado, llegando a la mitad del siglo pasado, el movimiento obrero después de varias décadas de luchas y propiciado por la coyuntura política de ese momento, se nacionalizó la infraestructura de extracción, transporte y refinación del país. Sin embargo la Empresa Colombiana de Petroleo, Ecopetrol, siempre fue utilizada para financiar las finanzas estatales, y no constituyó el pilar de lo que seria una política energética que posibilitara el autoabstecimiento energético del país a largo plazo. Con el agotamiento progresivo de las reservas petroleras, en los años setenta el país se ve obligado a importar petróleo, para abastecer su demanda de hidrocarburos, y propicia de nuevo la entrada de empresas transnacionales para la exploración en regiones antes olvidadas. De esta manera se encuentran los yacimientos en el sur del país, en la frontera con ecuador en el departamento del Putumayo, en los campos orito y san miguel, posteriormente en los mediados de los años ochenta la Occidental Petroleum empieza la operación del campo caño limón en el centro del departamento de Arauca con cerca de 800 millones de barriles, y el campo Cusiana y Cupiagua a 100 kilómetros al sur de Arauca, operado por British Petroleum en el departamento del Casanare con yacimientos sumados por cerca de 2 mil millones de barriles de crudo. Estos yacimientos dieron cierta tranquilidad fiscal y energética al país durante varios años, lo que permitió iniciar importantes exportaciones de crudo que llegaron a los 850 mil barriles diarios a finales de la década del noventa, que sin embargo con los acelerados ritmos de explotación propiciaron su agotamiento en unos cuantos años, a tal punto que el país se ve abocado a importar crudo para el año 2008. El estado a través de la agencia nacional de hidrocarburos ha intensificado los esfuerzos por encontrar nuevos yacimientos, desmantelando progresivamente los requisitos fiscales, las normatividades ambientales, y con toda una serie de facilidades contractuales, que se enmarcan dentro del principio de ganar “competitividad” en el sector. Sobre la existencia de nuevos yacimientos existen versiones encontradas al respecto, las agencia nacional de hidrocarburos señala que el 75% de las áreas con potencial petrolero esta sin explorar, y que con esfuerzos de inversión y con las nuevas tecnologías es posible encontrar nuevos yacimientos en el país, de hecho se esta promoviendo la exploración en casi la totalidad de los llanos orientales, la costa atlántica, los valles interandindos, y en la actualidad el ritmo de exploración petrolera ha llegado a niveles nunca conocidos. Sin embargo, la versión de geólogos con experiencia de décadas en el país, señalan que los grandes yacimientos en Colombia ya están descubiertos, y que lo que quedan por encontrarse son pequeños pozos en algunas regiones, lo que se manifiesta en los crecientes costos de inversión en la exploración, y en los continuos desaciertos en la exploración. Con la crisis del agotamiento de las reservas de petróleo se visibilizan grandes contradicciones, se entregan sin embargo, los yacimientos de hidrocarburos que debían retornar a la nación en la presente década, se entregaron hasta su agotamiento, como los yacimientos de gas en la Guajira a la Chevron Texaco, o los yacimientos de Caño Limón en Arauca a la Occidental Petroleum. Sin embargo la real magnitud de los campos, es de conocimiento exclusivo de las compañías petroleras operadoras, dejando en serias incertidumbres sobre las magnitudes reales de los yacimientos. La inminente importación de combustibles ha desencadenado toda una serie de reformas a la normatividad que regulaba el sector, en cuanto obligaciones fiscales, ambientales y sociales, lo que ha intensificado los niveles de exploración a niveles nunca antes vistos, incrementando los conflictos sociales en lugares como el Norte de Santander con los indígenas Bari, con los campesinos del Magdalena Medio en las inmediaciones del campo Cira Infantas, con los indígenas U’wa en Boyacá y Arauca, con los campesinos en el piedemonte del Casanare, entre otros. Los daños acumulados por casi una centuria, manifiestos en el exterminio de comunidades indígenas enteras, la destrucción de importantes ecosistemas que garantizaron el alimento de poblaciones enteras, los daños causados por el escalamiento del conflicto armado a partir de los enormes recursos de este negocio, y las implicaciones que tiene para el futuro del país la extracción acelerada de un recurso agotable, respecto a su seguridad energética no han sido evaluados. Las actuales condiciones políticas y militares en el país, hacen pensar que la posibilidad de actuar en soberanía, dignidad, y autonomía no este clara. Repsol en Arauca El caso de Repsol en Arauca nos sirve para poner de manifiesto una aparente paradoja: la mayor petrolera de América Latina trabaja en Colombia en la clandestinidad. Así es, la misma compañía que en España patrocina el motociclismo y el pronóstico del tiempo y que en sus informes anuales recoge su presencia en Colombia, opera a través de una subcontrata en Bogotá y carece de cualquier tipo de logotipo o identificación en sus oficinas y pozos, con lo que cualquiera diría que parece una empresa fantasma. Su situación pone de manifiesto la gran capacidad de adaptación al medio que poseen las empresas transnacionales. En Arauca, donde más de veinte años de actividad petrolera apenas han dejado beneficios para la población, Repsol sabe de sobra que no es bienvenida y que sus operaciones pueden repercutir en daños a su imagen corporativa. Por eso, mientras perfora nuevos pozos y engorda sus ganancias, opta por no dar la cara. Repsol opera en esta región de tres maneras diferentes pero complementarias: asociado a la empresa estatal Ecopetrol, en consorcio con la transnacional estadounidense Oxy y en solitario. En todas las modalidades, la presencia de la multinacional española en Arauca, opera y se beneficia de la situación de Conflicto militar, crisis del Estado y la persecución a las organizaciones sociales que se oponen a la explotación del petróleo. Tipos de contratos de Repsol en Arauca. La empresa Occidental de Colombia (Oxy) lleva operando en la Asociación Cravo Norte desde que encontró petróleo en este campo allá por el año 1982. Al principio, sus aliados fueron Shell y Ecopetrol pero, años más tarde, la compañía inglesa vendió su participación. Así, en la actualidad, en el consorcio de Cravo Norte participan Ecopetrol con el 50%, Oxy con el 43,75% y Repsol con el 6,25%, siendo la empresa estadounidense Oxy la compañía operadora. En la actualidad existen 300 pozos en producción en este campo, de los que se extraen unos 97.000 barriles de crudo diarios. Esto supone que 200.000 de barriles de agua son arrojados cada día a los esteros y afluentes de la vertiente del río Arauca. Catleya es un bloque que pertenece por igual a Ecopetrol y Repsol. La compañía operadora es la empresa estatal colombiana de petróleos, Ecopetrol. Este bloque forma parte de lo que antes se llamó bloque Samoré y que, tras la lucha de los u’wa, la cual adquirió relevancia nacional e internacional con sus demandas ante organismos de derechos humanos y organizaciones de solidaridad de otros países, fue dividido en dos partes: el bloque Sirirí y el bloque Catleya. El bloque Catleya pertenece a los departamentos de Arauca y Boyacá, y dentro del mismo queda el pozo Gibraltar, campo emblemático que simboliza la resistencia de los u’wa. Capachos es, junto con San Miguel, el único campo de Colombia donde Repsol opera en solitario. Este campo le pertence al 100%. El contrato del bloque Capachos, con una extensión de 40.243 hectáreas, se firmó en Tame el 17 de julio de 1997. El pozo Capachos 1 produce diariamente unos mil barriles de petróleo. Campos petroleros de Repsol en Colombia en 2006 (RECUADRO) Bloque Ligia Alcatraz Catleya San Miguel Cravo Norte Dep/to Activ idad Explora Magdalena ción y Bolívar Explora Antioquia y ción Córdoba Boyacá Arauca Arauca Arauca Extensión % Opera Año Informe 2 (km ) Repsol dor Repsol 900 33 Oxy 2005 2000 33 Oxy 2005 y Explora ción Explora ción Explota ción Explot ación 50 100 267 6,25 Oxy 100 Repso 2003 l 25 Oxy 6,25 Oxy 500 12,5 Oxy 2005 377 12,5 Oxy 2005 190 6,25 Petrob 2005 ras 50 35 Capachos Arauca Río Túa Explora ción Explota Arauca ción Explora Arauca ción Arauca y Explora Casanare ción Explora ción Casanare Platanillo Putumayo Cosecha Rondón Arpa Zeta Arauca Explora ción Ecope trol Repso l 631 2004-5 Observaciones Hasta 2005, esta zona estaba controlada por el bloque vencedores de Arauca del paramilitarismo Zona controlada desde hace quince años por el paramilitarismo, colinda con la zona de negociación paramilitar Se encuentra con resguardos u’was y guahibos. Producción 100.000 b/d Área que se sobrepone a varios resguardos indígenas Uwa Prod. 1200b/d 2002 2005 Producción 12.000 b/d Zona de control del bloque paramilitar vencedores de Arauca. Fuente: Informes anuales de Repsol YPF (de 2000 a 2006) y Agencia Nacional de Hidrocarburos (2006). Al hacer un seguimiento a la entrada y expansión de la empresa, se observan varios aspectos relevantes: a) Después de la entrada de Repsol en Colombia, esta empresa se ha adjudicado contratos en zonas de control paramilitar, en bloques que entregaron armas y hombres a la justicia, pero en los que cobran serias dudas sobre el desmantelamiento de sus estructuras criminales. Como son el norte del Casanare, el valle del río Sinú, el centro del Cesar, y el sur occidente del Arauca. b) Algunas otras zonas se sobreponen sobre resguardos indígenas Uwa, y Guahibo en Arauca, Uwa en Casanare, y Zinú en Córdoba; hecho que desencadena serios conflictos con las comunidades, ante las ya conocidas practicas y efectos de la explotación petrolera. c) Existe una clara tendencia de expansión en asocio con Occidental Petroleum, y con Ecopetrol, después del año 2003 su participación en los contratos empieza a ser mayor y a compartir igualdad en sus acciones con estas empresas. d) La única asociación de Ecopetrol en el país, en que la empresa estatal realiza la operación, es en el campo Catleya, asociada con Repsol con una participación del 50%, en el que se sobrepone de manera directa sobre varios resguardos indígenas Uwas. Ante los grandes escándalos internacionales propiciados por la intervención de Oxy en territorio Uwa siete años antes, es de esperar que las compañías petroleras entreguen la operación a la petrolera estatal, y que esta asuma los costos políticos y sociales que implica la intervención en territorios indígenas, mientras que estas empresas asumen la mitad de la participación de los dividendos que pudiesen dar estas operaciones. e) Repsol mantiene un bajo perfil en sus operaciones en Colombia, extrañamente a pesar de participar en doce contratos petroleros, con un área cercana a los 6000 kilómetros cuadrados, no tiene oficina oficial en este país, y tampoco ha dispuesto hacer ninguna declaración al equipo de investigación frente a los aspectos anteriormente mostrados. f) La intervención de Repsol en las actividades petroleras en Colombia es creciente y continua, y se aceleró desde el año 2004, es posible pensar en que la empresa integre sus operaciones a mediano plazo con otras compañías energéticas españolas en el país, propiciado obviamente por los procesos de fusión que se presenten en España. Estas fusiones posibilitaran la integración de sus operaciones, y controlando una participación cada vez mayoritaria en el suministro de energía en Colombia. g) Con la participación de Repsol en los jugosos dividendos de la explotación petrolera en Arauca, esta empresas se hace corresponsable por los enormes daños que ha causado la actividad petrolera en la región, ya sea en el escalamiento del conflicto social, político y militar en la región por su apoyo directo o indirecto a grupos armados (incluyendo al ejército colombiano), por la destrucción de importantes ecosistemas que estabilizaban los flujos hídricos de la región, y proveían de alimento a las comunidades vecinas, y por la destrucción de las culturas que vivían en las zonas de influencia petrolera. REPSOL Y EL MEDIO AMBIENTE Contexto El territorio del departamento de Arauca esta conformado por tres grandes subregiones: cordillera (supone el 11% de su superficie), piedemonte (26%) y sabana (63%). En esta región existe un clima ecuatorial lluvioso, con dos períodos climáticos: uno lluvioso que va entre abril y noviembre, y uno seco entre diciembre y marzo. La temperatura promedio anual es de 27 grados centígrados1. De la cordillera del departamento provienen caudalosos ríos, que con las elevadas pendientes arrastran grandes cantidades de sedimentos, acentuados con la reciente deforestación en el piedemonte. Estos sedimentos se depositan en la medida en que la velocidad de las corrientes disminuye con menores pendientes, de tal manera que los sedimentos se depositan en los cauces de los ríos, obstaculizando las corrientes del río, desencadenando la formación de brazos o caños. Estas corrientes se encuentran en las grandes sabanas que constituyen formaciones particulares entre las cuales están los esteros, lagunas, entre otros. En este departamento predomina la ganadería extensiva, asociada a la sabana, la cual no es apta para el cultivo. Las actividades agropecuarias se presentan en las riveras de los ríos, predominando los cultivos de plátano, cacao, yuca, caña de azúcar y frutales. En esta región sobresale por su importancia ambiental el Nevado del Cocuy uno de los picos mas importantes del país, y también se encuentran ecosistemas hídricos que albergan importantes especies animales y vegetales, y se integran a los ciclos vitales de especies que son fuente proteínica para las poblaciones vecinas, entre estos ecosistemas se encuentran: 1 Humedal Municipio Laguna la vieja, la colorada, la vieja, risaquita. Laguna Madrevieja Laguna del Lipa Caño Juirepe y Manantial Tame Arauca Arauquita Cravo Norte Instituto Geográfico Agustín Codazzi. Características Geográficas Arauca., Bogotá D.C. 1991, Pág. 26. Lagunas el palmar y picapica Puerto Rondon En esta región se observan serios cambios en las corrientes de agua, en la fertilidad de los suelos, y la frecuencia con que se observan varias especies animales. Originado por la colonización que se realizo en las décadas del 50 y 60 del siglo pasado, pero los cambios se empiezan a observar de manera preocupante en los últimos quince años, época en la que las actividades petroleras se intensifican con la construcción de la infraestructura y producción del campo caño Limón. La intervención de la industria petrolera ha desencadenado serios conflictos con las comunidades que se alimentaban de los grandes cuerpos que desaparecieron o se modificaron con la construcción de la infraestructura. Pescadores, indígenas, campesinos y ambientalistas han observado con preocupación e indignación el secamiento de la laguna de lipa, de esteros y caños en la región. Sin que las autoridades ambientales y gubernamentales se hayan manifestado con carácter frente a estos crímenes ecológicos. A continuación se presentan algunos conflictos relacionados con la industria petrolera en la región. Estero de Lipa El estero de Lipa, ecosistema de enorme importancia ecológica, es declarado Reserva Forestal2, y luego convertido en santuario de Fauna y Flora de Arauca3 por el Inderena4 en el año 1977. Sin embargo en 1983 el mismo Inderena levanta las anteriores declaraciones5, abriendo paso a la actividad petrolera operada por Occidental Petroleum Inc. La cual recibió un millón de hectáreas para la exploración, comprendiendo los departamentos de Arauca, Casanare y Vichada6. La infraestructura petrolera se construye sin planes de manejo ambiental, y sin estudios que evalúen el impacto relacionado con la actividad petrolera en la región, en el seguimiento realizado por el Inderena alrededor de la actividad petrolera7 se encuentra que el plan de Manejo Ambiental Solicitado a “Occidental de Colombia INC.” Se ha desarrollado y aplicado de manera parcial, por cuanto solo tuvo en cuenta la modificación física del medio físico y la introducción de alterógenos al ambiente, dejando de lado la Modificación Biótica del Ambiente, y las Alteraciones y repercusiones socioculturales. 2 Acuerdo 0028 de 1976 del Inderena. Acuerdo 31 de Mayo 2 de 1977 del Inderena. 4 Instituto de Recursos Ambientales ¿?? Autoridad ambiental en Colombia hasta la creación del ministerio del medio ambiente en 1994. 5 Acuerdo 0052 de septiembre 28 de 1983 del Inderena. 6 Escritura 354 de la notaria 32 de Bogotá 1980. 7 Resolución del INDERENA 124 del 6 de Febrero de 1990. 3 En el momento del seguimiento realizado por el Inderena (1990), se observa un volumen de aguas de producción –generadas en la extracción de crudo- de 250.000 barriles al día, que luego de un proceso de tratamiento físico, se vierten al caño limón a una temperatura que oscila entre 57 y 61 grados centígrados. Después del tratamiento no se hicieron análisis sobre las aguas vertidas, dejando graves dudas sobre la presencia de sustancias tóxicas en las aguas vertidas. Estos hechos son observados con preocupación, al prever posibles efectos acumulativos sobre la vida de los ecosistemas vecinos, incluyendo los ríos que nacen allí. Entre los efectos acumulativos se cuenta una barrera de temperatura que podría impedir la migración reproductiva y alimenticia de varias especies acuáticas significando su desaparición paulatina; también se cuenta la emanación de vapores cuyos efectos sobre los ecosistemas locales no son estimados. A pesar de las muy graves observaciones hechas en la resolución, el Inderena decide expedir a la Compañía “Occidental de Colombia Inc.” La licencia de viabilidad ambiental a sus actividades de explotación petrolera. Estipulando el deber de la empresa de realizar estudios de seguimiento ambiental sobre los impactos que ya había generado. A raíz del “Paro cívico departamental por el derecho a la vida, soberanía y el medio ambiente” el Gobierno nacional acuerda con las Organizaciones Sociales del departamento de Arauca, la realización de una visita por parte de la defensoría del pueblo en la laguna de Lipa8, con el objeto de analizar los daños ecológicos producidos por la explotación petrolera. La visita se realizó a finales del mes de Agosto de 1998, en ella se intercambiaron experiencias y perspectivas sobre esta problemática por parte de expertos académicos, las autoridades locales y las organizaciones sociales, en esta visita participó la Defensoría del pueblo, Corporinoquia, Incora, Procuraduría, Planeación Departamental, la Gobernación, y la Asamblea Departamental y las Organizaciones Sociales. De ahí se desprendieron una serie de compromisos que buscaban reducir los efectos negativos que la explotación petrolera ha generado en el santuario natural del Lipa. Estos acuerdos motivaron un informe por parte de la Defensoría del Pueblo9, en el que se asevera: 8 La denominación de Laguna, no corresponde a la riqueza biológica y complejidad del ecosistema al que se refiere, constituye entramado de corrientes hídricas dinámicas, asentamientos de agua y la interrelación de un sin número de especies animales y vegetales 9 Defensoría Del Pueblo, Delegada par la defensa de los derechos colectivos y del ambiente. Explotación petrolera y medio ambiente. Caso: occidental de Colombia, campo caño Limón, estero de Lipa Arauca. Bogotá D.C. Octubre de 1998. Para las exploraciones petroleras... se construyen terraplenes, éstos son barreras artificiales construidas dentro del estero que afectan el flujo normal de agua en estos puntos, llegando a aislar por completo grandes áreas del estero. Finalmente el informe recomienda, iniciar un proceso de seguimiento e investigación para determinar detalladamente los niveles de contaminación y afectación, para poder pensar en medidas que mitiguen los daños causados por la actividad petrolera. Las comunidades indígenas y las organizaciones sociales dejan constancia de su solicitud sobre la suspensión inmediata de la explotación sísmica y explotación de pozos petroleros en el pie de monte (bloque Samoré y bloque capachos) y en la sabana (bloque llano 17) por que se pone en peligro la vida y permanencia del pueblo Uwa, Guahibo, Sicuani, y Colonos10. A pesar de lo anterior, las organizaciones sociales han mantenido de manera permanente la denuncia de las arbitrariedades cometidas por la empresa, así como en el foro social y humanitario en el año 2005, permanecen en la exigencia a la empresa de reparar los daños ambientales y al Estado de hacer respetar los derechos fundamentales. Impactos del transporte de petróleo La exportación del crudo producido en Arauca a las refinerías de Europa y Estados Unidos, implica el transporte desde el oriente del país hasta el occidente de la costa Caribe, en una tubería con cerca de 800 Km. que cruza los departamentos de Arauca, Boyacá, Norte de Santander, Santander, Bolívar, Sucre y Córdoba. La construcción del oleoducto implicó el movimiento de grandes masas de tierra, la destrucción de las selvas por donde pasaba el trazo del tubo, y el sistemático sabotaje por parte de los grupos insurgentes. No se han realizado estudios de impacto social y ambiental por la construcción de la tubería, por lo que su estimación solamente puede ser aproximada, sin embargo existen organismos del Estado que el trazado del oleoducto no tuvo en cuenta la variable Ambiental11. Por otro lado el impacto ambiental relacionado con el sabotaje a los oleoductos es de grandes magnitudes, se estima que el derramamiento de crudo por esta vía es cercano a 3.000.000 barriles en los últimos veinte años. Desgraciadamente, los derrames de crudo no han sido valorados en su dimensión real, ha sido utilizado como un arma política por los actores en conflicto, mientras que las responsabilidades por la construcción del tubo han Acta de acuerdo. Paro Cívico por el derecho a la vida, soberanía y medio ambiente. Saravena 13 de Agosto de 1998. 11 Francisco Quintero. ¡Un millón 668.082 barriles derramados! El Tiempo, Julio de 1998.. 10 sido eludidas, que implico el paso por zonas de alta importancia ecológica y social, y nunca consideró los impactos sociales que se generarían. Y especialmente, el debate sobre el que hacer con el Petróleo en una sociedad ad portas de una crisis energética, se ha pospuesto en la persecución y el señalamiento a todo aquel que pretenda cuestionar la política petrolera. Impactos de la exploración petrolera En el año 2005 la actividad petrolera se intensificó en el departamento, aunque los registros de las perforaciones no son públicos, los testimonios de los habitantes del departamento hablan de una cantidad de pozos perforados sin precedentes. Con la actividades exploratorias, también llegan los conflictos con las comunidades campesinas en las áreas de influencia. Se tiene cuenta de exploración en los pozos Capachos, Catleya, Zeta, Rondón, Caño Limón, San Miguel. En cada uno de los cuales las compañías entran en negociación directa con los campesinos, anteponiendo contratos de arrendamiento de las tierras, que en muchos casos son insuficientes, al dejar al campesino sin oportunidad de exigir reparos por los daños causados por la sísmica, que genera el deterioro estructural de las edificaciones, el movimiento de taludes y la desaparición de corrientes de agua. tal como lo plantean varios testimonios al respecto. Existen algunas prebendas dadas a la comunidad, como la construcción de escuelas que sin embargo no compensan los daños generados. Existe una gran incertidumbre por parte de los campesinos que tienen que negociar con los abogados de las petroleras, ellos son objeto de intimidaciones, como por ejemplo que tienen que arrendar a precios fijados por ellos, de lo contrario se verán expuestos a perder las tierras al ser expropiados con unas indemnizaciones mínimas. Análisis del conflicto ambiental Durante mas de veinte años, los campesinos que llegaron a la región de Arauca, junto a las comunidades indígenas y las asociaciones sindicales de trabajadores del petróleo, se han opuesto de manera clara a la explotación petrolera, por los graves daños que generó a las comunidades y a la naturaleza de la región. A pesar de que el Estado Colombiano ha contado con el conocimiento del daño causado, ha mantenido una posición favorable a los intereses de las empresas petroleras, llegando incluso a desplegar una ofensiva militarista sobre las organizaciones y comunidades que han denunciado a la empresa, acentuando así, el conflicto social y político de la región, En este marco, los daños ambientales causados por las empresas petroleras siguen sin ser diagnosticados, y tampoco reparados, La salida al conflicto ambiental propiciado por la explotación petrolera en la región, parece no encontrarse marco de la institucionalidad jurídica que otorga el Estado Colombiano, ante la evidente favorabilidad que ha manifestado este a los intereses corporativos. Por lo que las comunidades y organizaciones sociales han presionado públicamente a las empresas y al estado por encontrar justicia. Sin embargo los antecedentes de Repsol YPF y Oxy en sus operaciones internacionales no dejan un panorama fácil, el peso diplomático de sus embajadas en la región es determinante, y parecen contar con el poder político y económico para hacer inclinar la balanza a su favor en todos los casos. El enorme poder mediático de estas empresas en el país, dificulta aun mas las posibilidades de denunciar la real dimensión de los daños ambientales causados, la incidencia de los grupos insurgentes significa una excelente oportunidad para el Estado para distorsionar el debate y la denuncia al respecto, llevando las acusaciones con un mensaje conservacionista, alrededor de los atentados al oleoducto.