Carta de Criterios para el Emproísmo

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Carta de Criterios para el Emproísmo
ASE-005-2007
Buenos días juventud, les saludo desde la proa de mi barco.
El saludo quiere ponernos en sintonía con la reflexión de este mes de febrero que
empezamos después del silencio necesario por las vacaciones. El emproísmo, y la
vocación es la imagen más clásica de nuestro movimiento juvenil. se trata del timón, y
del lugar desde donde se lleva el barco por el norte hasta buen puerto. Se trata de la
postura más conveniente para no naufragar. Esta reflexión sin embargo no quiere ser
una lectura romántica ni de la vocación ni del timón o el timonel como tal, quiere
centrarse más en el Movimiento como el lugar de encuentro. Quisiera dedicar mi
reflexión a las personas que aun no piensan a partir del grupo, y que quieren hacer
emproísmo a partir de ellos mismos, o que pretenden darle vida al movimiento aislados
de los referentes necesarios. Mi reflexión quiere ser una oración por la humildad y un
llamado al compromiso, a la fraternidad, y especialmente un pedido renovador al estilo
del Hombre nuevo: una conversión.
Las cartas que un asesor espiritual envía siempre deben ser palabras de aliento y de
animación. Pero las palabras de ánimo no deben estar nunca al margen de la realidad.
Escribir estas líneas me ha hecho dar algunas cuantas vueltas, pues mi intensión no es
decir algo novedoso, sino simplemente algo honesto y útil para el Movimiento que tanto
amamos. A continuación algunos criterios necesarios para navegar con el timón firme
en la proa del barco de un Movimiento, y para mantener en ruta la vocación por el que
está vigente en la Iglesia.
1. Una tarea de renovación
El primer criterio, en mi opinión, es el fondo de muchas actividades eclesiales; se trata
de un problema de espiritualidad. Muchas de las propuestas que discutimos en las
reuniones internacionales, nacionales, y especialmente en cada uno de los centroguías
para animar y darle vida al Movimiento, implican cambios, muchos de ellos
importantes. Pero la viabilidad de estos cambios depende, en buena parte, de la
capacidad de cambio que tengan los guías. Por tanto el asunto de la renovación, del
hombre nuevo, de la promoción, usemos el nombre que más nos guste es a la vez una
tarea de grupo, pero a la vez una tarea personal.
Encuentro en muchos guías vacíos serios de espiritualidad. Si queremos que el
Movimiento sobreviva en las diócesis donde está presente, o que lo haga de manera
colegial en un comité nacional, si queremos realmente hacer de nuestras reuniones de
centroguías un encuentro Cristocéntrico, necesitamos apertura a la vida Nueva que sólo
puede venir del Espíritu, de lo contrario estaremos repitiendo las mismas dificultades
cada año, algunas con diferentes personajes.
Le quiero pedir para este año a cada guía que quiera estar activo para hacer emproísmo
en el mundo la valentía del cambio: de lo contrario, el voluntarismo, el propósito de
enmienda, las buenas intensiones… fracasarán. A veces no nos renovamos porque
queremos, sino porque nos vemos obligados a ello a partir de las diferentes
circunstancias. Les pido que cada uno se arme de amor, de fe en Jesús y de esperanza
para hacer del Movimiento una verdadera familia. Quien persista en el orgullo que se
baje del barco en el primer puerto que encuentre y que tome el siguiente transporte.
2. Un Movimiento juvenil en tiempos de urgencia
Mi reflexión no quiere ser pesimista, quiere ser realista y lucida. Muchos de nuestros
encuentros de promoción juvenil, muchas de las preparaciones de equipos, gran parte de
nuestros procesos de formación están en urgencia. Se trata pues de asumir con
responsabilidad los cambios culturales y sociales. No quisiera decir que muchos de
nuestros procesos de promoción caducaron, prefiero decir que estamos a las puertas de
la creatividad y que necesitamos seguir reinventando la promoción y las rutas para hacer
más efectivo el emproísmo en el mundo.
Algunos ejemplos de lo que digo. Para muchos jóvenes los mensajes del paso por la
encrucijada no son cruciales, no importa si se tiene una familia, no importa lo que se
consume sano o no, la sexualidad es algo relativo, los ambientes en realidad son
accidentales o pasajeros, y vivir el evangelio con verdadera pasión es algo para personas
amargadas o tradicionales… otro ejemplo a partir de nuestro Movimiento, el mundo se
ha hecho cada vez más global, pero muchos de nuestros criterios de acción y de
evangelización son provincianos, y muchos de ellos se encierran a un círculo de amigos
que prefieren ver a partir de sus sueños y coincidencias y dejaron de pensar
nacionalmente o eclesialmente. Creo que cuando defendemos nuestras posiciones de
maneras tan intransigentes somos mas viejos … a pesar que mantengamos el número
encuentros y los criterios legalistas sobre el espíritu juvenil y renovador necesario.
Un hecho que me golpea el corazón es recibir cartas de jóvenes guías que se retiran del
Movimiento motivados por la desilusión o lo que es peor por la exclusión que hacemos
de ellos por pensar que se es emproísta de una sola manera y con un solo modelo. creo
que en esto somos simplistas y aun no hemos leído el evangelio con seriedad.
La lectura me hace pensar en que es necesario hacer cambios fuertes y profundos. Creo
que el futuro del Movimiento no está en el pasado, pero mucho menos en el capricho y
en el orgullo de los grupos políticos asociados para imponer sus estilos sobre el amor de
Cristo. Creo que no hay fidelidad sin actualización, y que no hay renovación sobre el
orgullo en esto cedemos o condenamos el Movimiento a su desaparición por
antitestimonio. La urgencia de la renovación tiene más que razones personales.
3. Es necesario reaccionar
Pasivamente guardo silencio ante situaciones que no edifican en los diferentes
centroguías de mi país, o del Movimiento a nivel internacional de donde recibo noticias,
pensando que con ello no hago mayores los problemas de las personas por tomar partido
ante las dificultades. No se si sea un error, pero creo que no soy yo quien está llamado a
levantar la voz, creo que todos los guías y los adultos incluyo en el grupo a los
cofundadores, tenemos la responsabilidad de escribir y de hacer sentir la voz. El apoyo
no es pasivo, es una responsabilidad, y la responsabilidad no siempre es cómplice.
Ignorar las situaciones pensando que se trata de asuntos pasajeros no nos ha construido,
al contrario nos destruye can rapidez y resiente a las personas. Esperar a que pase la
tormenta, aguardar mejores tiempos es irresponsable. así se nos va la vida y el tiempo
del hombre nuevo, no podremos llegar demasiado tarde a la construcción del hombre
nuevo.
Buscar explicaciones con excusas suele ser una tentación permanente de los grupos y de
las personas. Explicar las cosas con falsos señalamientos o arrepentimientos no es
resolver los problemas, creo que es necesario reaccionar. Invito a todos a dejar oír su
voz...
Buscar culpables tampoco es una solución, esto implica abandonar la responsabilidad, al
contrario esta tentación agrava la fraternidad.
Buscar soluciones de emergencia es otro error, el Movimiento no se construye de la
improvisación, el Movimiento se hace a partir del compromiso del hombre nuevo y del
plan de vida que cada uno y que cada grupo proyecte. Creo que el mejor ejercicio de
emergencia es la sinceridad, con esta invitación empieza la primera noche del
encuentro.
Invito a todos a reaccionar, es decir a enfrentar las situaciones, a hacerlo de manera
caritativa pero sincera, a no hablar tanto sino a tomar decisiones. Me gusta hablar con
personas que tienen plan de vida definido, me parece que son más serios y aterrizados
en todos los casos…
4. No se trata de actuar, se trata de reaccionar
La renovación según el criterio del hombre nuevo exige de nosotros ciertamente
renuncias. La búsqueda de la verdad y la realización de la misma es diferente del
orgullo. Hablo de riesgos, no se si estamos de acuerdo en que los riesgos definen la
juventud hoy día, no se si estamos dispuestos a correr riesgos para construir un
Movimiento verdaderamente juvenil que arriesga posiciones cerradas cuando se trata de
construir una comunidad juvenil testimonial y Cristocéntrica.
Es verdad los cambios que queremos en el Movimiento dependen de muchas posturas
institucionales que hoy no aceptamos, pero el verdadero cambio empieza por la
conversión personal y del corazón. ¿Estamos dispuestos a amar más?
5. Finalmente tres criterios
La renovación del Movimiento estaba bien definida desde el principio. A partir de tres
criterios. la fe en Cristo, La eclesialidad, y la juventud. Creo que podemos recuperar el
norte si lo hemos perdido. Lo primero es seguir a Jesús no nuestros caprichos. Lo
segundo es construir familia en la Iglesia, no dividir los grupos en pequeños círculos
menos si somos amigotes. Y lo tercero es entender los valores de la nueva juventud.
Ojo los valores no se confunden con antivalores, eso es claro.
Con cariño de padre.
Por Xto
Mas, Mas
y
Mas.
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