COSECHA DE AGUA

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http://www.uned.ac.cr/acontecer/noticias/Cosechadeagua.htm
COSECHA DE AGUA: ALTERNATIVA
PARA LA SUPERVIVENCIA
Lauren Ureña Sandoval, [email protected]
(29 de setiembre del 2009)
La realidad del agro costarricense cambió
considerablemente producto de las
variaciones climáticas que experimenta el
mundo, dicha transformación no fue
positiva y los pronósticos no son
alentadores.
El Niño, uno de los fenómenos climáticos
que ocasiona mayores secuelas, forma
parte de este nuevo contexto desde hace
varios años, ha ocasionado cambios en la
circulación atmosférica, calentamiento
global del planeta, aumento en la
temperatura de las aguas costeras y
disminución de las precipitaciones, entre
otras consecuencias.
Este reservorio de agua tiene una
extensión de siete hectáreas y abastece a
casi 100 de sembradío en época de
invierno.
En los últimos años, las sequías le han
provocado al agro costarricense más de
1000 millones de colones en pérdidas y la
devastación de miles de hectáreas de
cultivo.
Lo que más preocupa a los productores
agrícolas es que, según pronósticos del
Instituto Meteorológico Nacional (IMN), la
influencia del fenómeno de El Niño
persistirá hasta marzo y abril del próximo
año, por lo tanto, el país experimentará
temperaturas cálidas y déficit en las
precipitaciones, lo que prolongará las
sequías.
Ante este panorama, el Centro
Mesoamericano de Desarrollo Sostenible
del Trópico seco de la Universidad
Nacional, esa casa de estudios y la
Universidad Estatal a Distancia (UNED),
realizaron este mes el I Seminario
internacional Cosecha de Agua de lluvia
como mecanismo para fortalecer la
seguridad alimentaría en la región
Chorotega.
Este encuentro tenía como objetivo
intercambiar experiencias con países
latinoamericanos sobre cosecha de agua,
con miras a implementar dichas iniciativas
en nuestro país, así como fortalecer las
existentes y generar propuestas para
incentivar la cultura de cosecha.
Además, pretendía fomentar la seguridad
alimentaria a través de los reservorios de
agua. “La idea es generar desde las
universidades investigación para crear
una tecnología acorde a las necesidades
de la región, posterior a ello deberá
extenderse a los entes encargados del
fomento de la producción agrícola MAG,
IDA y SENARA, para que estas
instituciones lo pongan en práctica con los
agricultores”, aseveró David Morales,
director del CEMEDE.
Cosecha de agua ¿novedad o práctica
milenaria?
La recolección y cosecha de agua es una
práctica milenaria, anterior a 8000 a 4000
a.C. en el Valle del Río Jordán, se
establecieron comunidades que
desarrollaron una arquitectura con
construcciones de piedra, comentó el Dr.
Manuel Anaya, coordinador del Centro
Internacional de Demostración y
Captación en aprovechamiento de agua
de lluvia (CIDECALLI) México, quien
participó en la actividad como
conferencista principal.
El Dr. Anaya expuso la situación mundial
en relación con la escasez, la recolección
y la cosecha de agua. En India, por
ejemplo, unas 19 ciudades enfrentan
situaciones de creciente escasez de agua;
en ciudades como Chennai y Nueva Delhi
los Sistemas de Captación de Agua de
Lluvia (SCALL) son obligatorios. Por otro
lado, China ha implementado un sistema
de captación que está suministrando agua
a cinco millones de personas y 1.18
millones de cabezas de ganado; Japón
también está implementando sistemas de
captación.
Bangladesh, Tailandia, 15 estados de
EUA, Canadá, Brasil y Honduras, también
han implementado sistemas de
recolección, según lo mencionó el
experto.
Expuso que en Nicaragua, por ejemplo,
tan sólo el 28% de la población rural tiene
acceso al agua, razón por la cual se han
construido cisternas para el
almacenamiento de este líquido que
permita cubrir la necesidad de consumo
de agua potable.
Los Sistemas de Captación de Agua de
Lluvia representan una opción tecnológica
no compleja, económica y ecológica para
abastecer en cantidad y calidad con este
recurso vital a las poblaciones. Puede
hacerse mediante bolsas especiales o
cisternas revestidas con una
geomembrana y puede almacenarse en
ellas tanto aguas pluviales como fluviales.
La situación de Costa Rica
Según lo expusieron los expertos Costa
Rica tiene tres veces más agua que
China, por otra parte, a excepción de la
situación actual, las precipitaciones
durante seis meses del año son
importantes en volumen, condición que
convierte al país en candidato idóneo para
cosechar agua.
Los usos que puede dársele al agua de
lluvia, particularmente, son: purificada
para consumo humano, consumo animal,
producción vegetal, invernaderos y
destilada para laboratorios, entre otros.
Esta técnica puede desarrollarse en el
trópico seco y en el trópico húmedo. En
Limón, hay regiones con dos mil
milímetros de precipitación media anual y
la gente no tiene acceso al agua potable
en su totalidad, lo que implica que a pesar
de la gran cantidad de agua pluvial “se
debe hacer frente a la demanda de la
población y ofrecerles agua en cantidad y
calidad con sistemas de potabilización y
purificación, almacenando previamente el
agua de lluvia”, dijo Anaya.
Anaya, enfatizó en que gran porcentaje de
las casas costarricenses, cuentan con la
estructura ideal para la captación de
agua, hizo referencia a las canaletas y las
tuberías, asegura que sólo falta incorporar
un mecanismo de almacenamiento.
En la región Chorotega, Cartago, y
Pacífico central, entre otras, se han
implementado reservorios de agua para la
producción de ornamentales, ganadería y
cultivo de granos.
En Nicoya, cantón guanacasteco sede del
Seminario, los participantes visitaron un
reservorio de salvamento para producción
de arroz en Finca La Cueva, ubicada en
San Lázaro. Su propietario, Víctor
Delgado, tiene 30 años de vivir en la zona
tratando de pasar su finca de secano a
riego. La extensión es de 600 hectáreas;
100 sembradas de caña, 250 de arroz,
200 de montaña intocable y 50
inundables.
Delgado, explicó que toda su finca era
secano y desde el año 2002 implementó
los reservorios, asegura que hay
producción de arroz antes y después de
estos.
“Las condiciones no permiten el acopio de
agua de lluvia, esta y tres fincas más nos
servimos del río San Lázaro, ahorita, el
reservorio de siete hectáreas está
abasteciendo casi 100 hectáreas de
sembradío en invierno, quisiera
aprovecharlo en verano, pero creo que no
daría a basto, tengo que adaptarme a la
producción de secano tratando de
mantener lámina (capa de agua necesaria
en los sembradíos de cierta variedad de
arroz), para lograr una mejor producción,
pues soy consciente de que secano no
funciona, pues en al menos tres
ocasiones perdí toda mi cosecha".
La duda que surge es ¿cuánto reservorio
de agua se necesita para anegar
determinada cantidad de terreno? Ante
esta incógnita y el panorama de la región
de uso del suelo dedicado a producción
agrícola, ganadera y forestal y el alto
potencial para el ecoturismo y la
piscicultura; Anaya recomienda que los
sistemas de aprovechamiento del agua de
lluvia deben dar especial atención, en
primera instancia, al consumo humano, al
uso doméstico, al consumo animal y a la
producción vegetal.
“Lo más importante es que la familia tenga
un desarrollo rural sustentable, o sea que
en el patio de sus casas tengan
producción de granos básicos, de
animales, hortalizas, tengan educación
ambiental, estabilidad hídrica y que
puedan vender los excedentes porque
eso les generaría un ingreso adicional
importante”, dijo Anaya.
Los participantes concluyeron algunos
aspectos que servirán de base para
generar posteriormente, propuestas
concretas que serán elevadas a entes
gubernamentales competentes.
En primera instancia, se debe partir de
que el cambio climático que se
experimenta implica riesgo y amenaza,
por eso es preciso reducir la
vulnerabilidad hídrica y adaptarse a la
nueva realidad. La máxima, al respecto,
es la protección a las cuencas
hidrográficas.
Aseguran que se requiere de la
participación activa de la comunidad, del
apoyo gubernamental y académico para
promover la integración y hacer sostenible
el proyecto de cosecha de agua. Adecuar
los sistemas a la realidad de cada región y
país, también es determinante para el
éxito, así como la capacitación,
transferencia tecnológica y
sistematización de las experiencias.
La conclusión general, resume que
mejorar la producción, y el acceso al
recurso agua, propicia cambios positivos
en la vida del ser humano, lo que
ayudaría al fortalecimiento de la seguridad
alimentaria, la competitividad, la salud y,
por ende, a una mejor calidad de vida. El
común denominador en varios de los
países mesoamericanos, y del mundo
entero, es que no se prevé la demanda
del líquido y la captación no es suficiente.
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