Lunes 12 de enero de 2004 3:52:27 PM El cáncer de próstata No avisa y a veces mata Bill Clinton, Robert de Niro, Colin Powell, para hablar sólo de los más famosos, han sido afectados por este mal. El primero parece haber salido airoso de la prueba de los cinco años. Los segundos han sido sometidos a intervenciones quirúrgicas y a comienzos de quimioterapia. Si bien las muertes por esta afección han descendido, es importante que todo hombre mayor de 50 años visite a su médico para quedar libre de culpa No es enfermedad de pobres ni de ricos. Afecta por igual a negros y blancos y se ensaña con personas mayores de cincuenta años. Es una enemiga silenciosa. Va atacando poco a poco, escondida, sin avisar. Cuando aparecen los síntomas, viene la tragedia: cáncer de próstata. ¿Por qué a mí?, dirían por igual un ex presidente de Estados Unidos, un obrero de Catia, un profesor de la UCV o un literato zanahoria de La Candelaria. Les llega a todos, a veces con malos presagios, a veces con cinco años de sobrevida. La ciencia busca una vacuna y los especialistas achacan su incidencia al tabaco, a la alimentación desordenada y con exceso de grasa, al estrés, etc. Nadie sabe por qué viene ni de dónde viene. Se afirma que los genes tienen algo que ver y que hijo de enfermo prostático hereda algunas veces la patología. Si usted tiene dificultad para comenzar a orinar, si el chorro urinario es débil y con interrupciones, si orina frecuentemente, con la sensación de que la vejiga no se vacía. Si se despierta durante la noche para orinar, si hay goteo al terminar de orinar, si la vegija distendida le causa hinchazón abdominal, debe correr al médico, porque detrás de estos síntomas puede existir algo que no va bien en su próstata. Casi el 50% de los hombres mayores de 50 años y el 80% mayores de 80 presenta la Hiperplasia Benigna de Próstata, enfermedad que se inicia a los 40 años y que no debe alarmar a los hombres. La visita al médico, de todas maneras, es indispensable. Muchos hombres se preguntan si la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP) se transforma en cáncer de próstata. De acuerdo con los urólogos, la HBP no se transforma en cáncer, pero puede coexistir con el desarrollo paralelo del cáncer de próstata, por ello es recomendable someterse a un despistaje anual a partir de los 50 años. Las molestias causadas por el crecimiento de la próstata muchas veces no se pueden diferenciar de las que son causadas por el crecimiento benigno de la próstata y aquellas que son producidas por el cáncer de próstata, de ahí la importancia del control periódico y de la prevención. La prevención. La tasa de mortandad por cáncer de próstata disminuyó en Estados Unidos un tercio durante la década de los 90 entre los hombres de edades comprendidas entre 50 y 74 años, y un cuarto entre los hombres de 74 a 84 años, según estadísticas presentadas en recientes congresos médicos. Esta baja notable registrada entre 1990 y 2000, después de un aumento lento de la tasa de mortandad entre la década de los 70 y 80, se debe al diagnóstico precoz de la enfermedad, a las intervenciones quirúrgicas inmediatas y al tratamiento hormonal, indican los especialistas. El cáncer de próstata es una de las formas de cáncer más extendidas en el mundo, con cerca de 550 mil nuevos casos censados cada año y 204 mil 313 fallecimientos. En Venezuela es una causa importante de muerte en hombres mayores de 70 años. El de próstata es el tipo de cáncer que más afecta a los hombres mayores de 50 años. Síntomas y causas. No se conoce la causa del cáncer de próstata. No obstante, se sabe que, al igual que el crecimiento de células de próstata normales, el crecimiento de células cancerosas en la próstata es estimulado por las hormonas masculinas, en especial la testosterona. La testosterona es producida casi en su totalidad por los testículos (95% ), y sólo un porcentaje reducido (5% ) es producido por las glándulas suprarrenales (glándulas pequeñas que se encuentran arriba de cada riñón). En comparación con otros tipos de cáncer, el de próstata crece en forma relativamente lenta. Un hombre con cáncer de próstata puede vivir muchos años sin que se descubra el mal. Muchos hombres no morirán del cáncer de próstata, sino con él. A medida que el hombre envejece, aumenta su riesgo de contraer cáncer de próstata. Más del 70% de los cánceres de próstata se diagnostican en hombres mayores de 65 años de edad. A medida que crece el mal, puede llegar a oprimir la uretra, que está rodeada por la próstata. Luego pueden aparecer síntomas tales como dificultad para orinar. Por lo general, éste es el primer síntoma de cáncer de próstata (no obstante, es importante notar que la dificultad para orinar puede estar ocasionada por otras afecciones no cancerosas de la próstata y no siempre significa que hay cáncer de próstata presente). Con o sin síntomas, un cáncer en crecimiento también puede comenzar a atacar las células cerca de la próstata. Según se ha mencionado, las células pueden desprenderse del cáncer y diseminarse. Los sitios a los cuales el cáncer de próstata tiende a diseminarse son los nódulos linfáticos, diversos huesos (en especial los de la cadera y la zona lumbar), los pulmones y, en ocasiones, el cerebro. Las células cancerosas que se han diseminado a otras áreas del cuerpo pueden formar tumores que pueden extenderse y oprimir otras partes del organismo, al igual que el tumor principal o primario. Cuando el cáncer de próstata se difunde hasta los huesos, el síntoma más común es dolor óseo. Radiografía de un glándula La próstata es una de las glándulas sexuales masculinas. Añade nutrientes y líquido a los espermatozoides. Durante la eyaculación, la próstata secreta un líquido que forma parte del semen. Las otras glándulas sexuales principales del hombre son los testículos y las vesículas seminales. Juntas, estas glándulas guardan y secretan los líquidos que componen el semen. La próstata es aproximadamente del tamaño de una nuez y puede dividirse en dos partes, conocidas como los lóbulos derecho e izquierdo. Se encuentra justo por debajo de la vejiga urinaria y rodea la parte superior de la uretra. La uretra es el conducto que transporta la orina de la vejiga y el semen de las glándulas sexuales hacia fuera a través del pene. Como una de las glándulas sexuales del hombre, la próstata es afectada por las hormonas sexuales masculinas. Dichas hormonas estimulan la actividad de la próstata y el reemplazo de las células prostáticas a medida que se desgastan. La hormona masculina principal es la testosterona, que es producida casi en su totalidad por los testículos. Mariahé Pabón Fuente: Sociedad Americana del Cáncer El Mundo