Los anfibios: animales de dos mundos

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Los anfibios: animales de dos mundos
Los anfibios son animales vertebrados que tienen una doble vida, cuyo ciclo vital pasa
por dos etapas: una terrestre y otra acuática, ya que se encuentran en un nivel intermedio
entre los peces y los reptiles. Si bien dependen del agua para sobrevivir en sus etapas
juveniles, cuando son adultos necesitan salir a tierra firme y respirar, para cazar insectos,
que serán el alimento que los mantenga vivos.
Características generales
Los representantes más conocidos de los anfibios son las ranas y los sapos. Se clasifican
en tres Órdenes: ápodos, que no tienen patas y al que pertenecen las cecilias; urodelos,
que incluye salamandras, tritones, proteos y sirenas; y los anuros, donde están los sapos
y las ranas.
Poseen cuatro patas, aunque muchos han perdido algunas a lo largo de su evolución. Su
esqueleto es bastante sencillo, al igual que el sistema digestivo. La mayoría come
insectos, cazados gracias a una lengua pegajosa que proyectan hacia afuera.
La piel
La piel de los anfibios no tiene más recubrimiento que su propia dermis, salvo en los
anfibios sin extremidades, como los ápodos. Al tocarlos, lo único que se siente es una
textura muy fina y húmeda; esto es muy importante, ya que desarrollan su respiración
cutánea a través de ella.
Pero también hay algunos que poseen glándulas venenosas parecidas a verrugas, que
perjudican a otros animales y les sirven de defensa ante eventuales depredadores. Ciertas
especies tienen dos de estas verrugas en la cabeza, conocidas como glándulas
paratoideas.
Muchas veces la piel de los anfibios pasa por cambios o mudas, siendo su color muy
variable. Puede ir desde el verde con distintos matices, hasta el rojo, pasando por el
amarillo, blanco o anaranjado, entre otros.
La piel de algunos anfibios tropicales (como los del Género dendrobates) produce
secreciones muy venenosas, las que son recolectadas por los aborígenes para
confeccionar el curare, uno de los venenos más letales del mundo, utilizado para untar la
punta de sus flechas.
Aparato locomotor
La adaptación a la vida terrestre hizo que los anfibios desarrollaran extremidades con
dedos, cuatro de ellos en las anteriores y cinco en las posteriores. Además, este cambio
impuso ciertas modificaciones de la columna vertebral, dentro de las cuales la más
importante es el refuerzo de la pelvis y la aparición de una vértebra especial en el cuello,
el atlas, que ayuda a la movilidad de la cabeza del anfibio. Ante la necesidad de
desplazarse en tierra, a lo que no estaban muy acostumbrados, sus extremidades
comenzaron a desarrollar fuertes músculos.
Sistema nervioso y órganos de los sentidos
Los ojos de los anfibios se encuentran a ambos lados de la cabeza, aunque su campo de
visión no es muy amplio. La pupila se dilata fácilmente, y en algunos anfibios tiene
forma de franja vertical, mientras en otros puede presentar una forma circular o como un
corazón.
Tras los ojos se encuentran los tímpanos, que cierran las aberturas externas de los oídos,
donde se captan las vibraciones sonoras a las que se expone el animal. El olfato, en
cambio, se relaciona con dos sacos ubicados tras las narinas (aperturas externas del
aparato respiratorio) y se denomina órgano de Jacobson, muy desarrollado en las
salamandras.
Reproducción
Por lo general, en los anfibios anuros la reproducción es externa; es decir, el macho
fecunda los huevos mientras la hembra los va expulsando de su cuerpo. En los urodelos
y
ápodos
la
fecundación
suele
ser
interna.
Cada especie se comporta a su modo en asuntos sexuales. Por ejemplo, el macho de los
anuros se abraza a la espalda de la hembra; se cree que, mientras pone sus huevos, la
hembra realiza ciertos movimientos que atraen e inducen al macho para descargar sus
espermatozoides.
En todo caso, sea cual sea la técnica de seducción, el escenario es casi siempre el agua,
donde la hembra deja los huevos para que, más tarde, nazcan los pequeños, provistos de
branquias que los ayudan a respirar en sus etapas juveniles. Al ir creciendo, su aspecto
juvenil o de renacuajo cambia considerablemente, debido a un proceso llamado
metamorfosis, el que implica modificaciones notables, tanto externas como en ciertas
funciones, como ser la respiración, la circulación y la digestión.
¿Has visto alguna vez un renacuajo? Bueno, cuando recién llegan al mundo no son muy
parecidos a sus padres. Es más, no poseen extremidades y en lugar de ellas tienen una
gran cola, que finalmente es reabsorbida y desaparece, al tiempo que aparecen las patas.
Salamandra de lomo rojo
Rana de zetek
El sapo de uña es una de
las especies que nunca
abandona el agua.
¿Cuáles son las partes de las plantas con flor?
1.
Hojas
Elaboración del alimento mediante la fotosíntesis. Entrada y salida de gases.
2.
Flor
Órgano reproductor del vegetal.
3.
Fruto
Protección
de
las
semillas.
4.
Tallo
Sostén de las hojas, flores y frutos. Conducción del agua y de los nutrientes.
5.
Raíz
Fijación de la planta al suelo y absorción de agua y minerales disueltos en ella.
- Nuestro planeta posee una enorme variedad de vegetales: hierbas, arbustos,
helechos, musgos e inmensos árboles, forman un maravilloso manto verde.
Existen numerosas especies adaptadas a diferentes ecosistemas. En los
desiertos se encuentran los cactus, capaces de soportar climas muy secos; y
en las aguas de lagunas y ríos se hallan diferentes plantas acuáticas.
Las plantas con flores constituyen las formas vegetales más conocidas.
Cada parte de la planta cumple una función determinada: fabricar alimento;
absorber agua y minerales; transportar los nutrientes y el agua; y
reproducirse.
Curiosidatos
- Los musgos son vegetales muy simples: carecen de raíces, tallos y hojas.
- Los helechos son plantas muy antiguas, de acuerdo con los fósiles
observados, aparecieron sobre la Tierra hace unos 400 millones de años.
Estos vegetales no poseen flores ni frutos; sus órganos reproductores se
encuentran
en
la
cara
inferior
de
las
hojas.
- Los científicos están investigando la manera de obtener plásticos a partir
de las plantas. Además, ciertos árboles podrían absorber materiales
contaminantes del suelo: una buena solución para resolver problemas
ambientales.
1. Vasos de conducción de agua y sales minerales desde las raíces hasta las hojas.
2. Sistema de transporte de nutrientes producidos en las hojas mediante la
fotosíntesis.
3.
4. Pelos absorbentes
Corteza
La mayoría de las plantas terrestres absorbe el agua por las raíces. A través de
unas delgadas prolongaciones, llamadas pelos absorbentes, la raíz absorbe el agua
y las sales minerales disueltas en ella. Luego el tallo conduce el agua y las sales
desde la raíz hasta las hojas, a través de unos tubitos, denominados vasos
conductores. El sistema de vasos conductores se extiende desde las raíces, a lo
largo del tallo, hasta las hojas y las flores. Las plantas que poseen un sistema de
vasos conductores son llamadas plantas vasculares. Los árboles tienen raíces muy
largas que llegan hasta las capas de agua subterránea. Así el vegetal puede
absorber el agua y los minerales de las profundidades del suelo.
Las hojas son los órganos de las plantas encargados de fabricar su alimento. En las
células de las hojas se encuentran los cloroplastos: las organelas que realizan la
fotosíntesis. Los cloroplastos contienen clorofila, un pigmento que da a las plantas su
color verde y les permite captar la luz. Los vegetales, con la energía luminosa del sol,
transforman el agua (que absorben del suelo) y el dióxido de carbono (que toman del
aire) en glucosa, que es su alimento, y liberan el oxígeno que los seres vivos respiramos.
Las plantas eliminan el exceso de agua a través de sus hojas. Este proceso es llamado
transpiración. El agua sale en forma de vapor por los estomas, unas aberturas muy
pequeñas que se encuentran principalmente en la cara inferior de las hojas. A través de
ellos se realiza, también, el intercambio de dióxido de carbono y oxígeno entre el
interior
y
el
exterior
de
la
planta.
Glosario
Nutrientes: Materiales necesarios para la vida y el crecimiento de los organismos.
Fósiles: Restos de seres vivos u organismos completos, conservados durante millones de
años, que permiten conocer cómo evolucionó la vida en la Tierra.
Mineral: Material proveniente de la corteza terrestre. Las rocas están formadas por
minerales.
Organelas: Pequeñas estructuras presentes en el citoplasma de las células, en las que
tienen
lugar
las
distintas
funciones
que
la
célula
realiza.
Pigmento: Material colorante presente en los organismos vivos.
El ciclo de la vida
La vida en el planeta se renueva día a día, los nacimientos y las muertes están en
equilibrio con la naturaleza (excepto en la especie humana). Cada ser vivo debe cumplir
un ciclo: nacer, desarrollarse, reproducirse y morir. Esto ocurre y ocurrirá por siempre.
En el interior de la semilla se encuentra el embrión de una planta y esta llegará a
germinar (crecer) si se dan las condiciones de: suelo húmedo, luminosidad y cuidados.
Esta semilla puede encontrarse en el interior de un fruto carnoso (manzana, naranja o
ciruela) o en un fruto seco (almendras, nueces o maní). También, existen plantas que no
dan semillas, y se reproducen por esporas, como los helechos. Estos se esparcen por el
aire, gracias a la acción del viento o caen directamente al suelo.
En los animales no mamíferos, el nuevo ser se encuentra en el interior de un huevo y
este se desarrolla fuera del cuerpo de la hembra.
En los mamíferos, como nosotros, el desarrollo del embrión se realiza en el interior del
cuerpo de la hembra y es ahí donde termina de completar su primera etapa de vida. Una
vez salido del vientre materno, el nuevo ser necesita de los cuidados de su madre, quien
lo amamanta con su leche y lo cuida hasta que adquiere su independencia.
Ejercicio
4.- Guarda las semillas de las frutas que se consumen en tu casa y sécalas al Sol. Una
vez listas, pégalas con cola fría en una cartulina de color (amarilla o celeste), tamaño
oficio, y guárdala dentro de una funda y en una carpeta. Junta todas las semillas que
puedas y no olvides escribir el nombre del fruto al cual pertenece.
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