Mala Praxis y Secreto Profesional Responsabilidad y Ética Profesional Ana María Hermosilla comenta la importancia en el ejercicio de la profesión del conocimiento de las normativas propias, así como de la legislación nacional, provincial y municipal vigente, postulando que somos los propios psicólogos quienes debemos realizar el examen ético de la disciplina. La aprobación por parte de la Fe.P.R.A. del Código de ética Nacional, surge como resultado de un proyecto investigativo de comparación documental, porque fue consensuado con la participación de representantes de Tribunales Disciplinarios de los Colegios del país. Este instrumento consta de una serie de principios: Respeto por los derechos y la dignidad de las personas Competencia Compromiso profesional y científico Integridad Responsabilidad social A los mismos les sigue el cuerpo normativo del código que innova en la incorporación del consentimiento informado, una mayor discriminación de los límites del secreto profesional y el extenso capítulo de los cuidados en la investigación en Psicología. Mala Praxis Lo preocupante es que exista desconocimiento por parte de los psicólogos de las normativas éticas, deontológicas y legales que deben guiar su accionar profesional. A la mala praxis hay que responder con buena praxis y ello se garantiza en la medida que se hallen incorporados los principios éticos y las normas deontológicas del ejercicio profesional. La Responsabilidad Profesional es un espectro de la responsabilidad civil, y refiere al deber de resarcir los daños ocasionados a otros por una conducta anti jurídica o contraria a derecho. El profesional puede incurrir en dos tipos de delitos: Delitos dolosos: efectúa la acción con intencionalidad, originando daños a sabiendas. Son producidos al aplicar conocimientos adquiridos en su formación profesional en conductas dolosas, cuando se realizan actos prohibidos por las leyes. Delitos Culposos: aquellos en los que el profesional incurre pero sin intencionalidad, son definidas como imprudencias punibles, donde no media malicia. La Mala Praxis se establece en consecuencia conforme al tipo de responsabilidad, que puede ser de tipo subjetiva u objetiva. Responsabilidad Subjetiva: las que tipifican la impericia, la imprudencia y la negligencia (parámetros de la mala praxis): -impericia: desconocimiento de las reglas y métodos pertinentes. Es no saber lo que se debe hacer y hacerlo o hacer de más. -imprudencia: cuando se obra precipitadamente, sin prever consecuencias en que puede desembocar ese actuar irreflexivo, se hace lo que no se debe o mas de lo debido, enfrentando peligros innecesariamente. -negligencia: se produce cuando el profesional omite cierta actividad que habría evitado el resultado dañoso, no hace lo que debe o hace menos. -inobservancia de lo deberes y obligaciones de cargo: el no cumplimiento de las normas legales y deontológicas que emanan del ejercicio profesional. Responsabilidad Objetiva: es la responsabilidad sin culpa. Se debe tener en cuenta: -el riesgo o vicio de la cosa: asociado al uso de aparatología médica, donde el profesional actúa adecuadamente pero los elementos con que cuenta ocasionan un daño al paciente sin que el sea directamente responsable -responsabilidad por el dependiente: es la responsabilidad de aquellos que tienen a su cargo personal profesional, donde el hecho dañoso es causado por su dependiente. Aspectos involucrados frente a una denuncia por mala praxis Competencia: se exige al profesional el poseer los conocimientos necesarios (básicos e irrenunciables) para desarrollar su actividad e incluso que incremente sus conocimientos. Se tiene el deber y responsabilidad de mantener actualizados los conocimientos científicos y perfeccionar su capacidad profesional. Habilidad : el profesional debe tener pericia suficiente para llevar a cabo la aplicación de esos conocimientos, la capacidad para el desarrollo de su profesión. Consentimiento informado: es la cuestión de respetar el principio de autonomía de los pacientes, implica la capacidad legal para consentir, libertad de decisión e información suficiente sobre la práctica. Están presentes la conjunción del concepto legal de intimidad con el concepto moral de autonomía. Supone que los pacientes en pleno uso de sus facultades tienen el derecho moral y legal de tomar sus propias decisiones y estas tiene prioridad sobre las del profesional e incluso de su familia. Medios técnicos: para poder cumplir su cometido y satisfacer el compromiso que se adquiere con el paciente, el profesional psicólogo debe disponer de aquel material que le sea imprescindible para llevar a cabo su función con eficacia y seguridad para el consultante. Diagnóstico: un error diagnóstico derivado de aplicar tratamientos inadecuados e innecesarios, afectan particularmente al: Psiquiatra: internaciones psiquiátricas, si un diagnóstico origina una declaración de incapacidad. Psicólogo: si el diagnóstico trasciende a la sociedad, si las quejas orgánicas no son valorados adecuadamente y el enfermo no se deriva a un médico. Secreto Profesional Posee la particularidad de no ser una norma unívoca, la obligación de guardar confidencialidad tiene implicancias deontológicas y legales. Se la contempla en todas las leyes del ejercicio profesional, así como en los Códigos de Ética. La obligación de guardar secreto se observa hasta tanto no entre en conflicto con el deber que toda persona tiene de no causar daños. Responde al bien común, protege la seguridad y honra de los consultantes y sus familias y es garantía de la responsabilidad profesional. Posibilidad del levantamiento con “justa causa”: cuando habla de “levantar” refiere al permiso para hacerlo, contrario a “violación” que supone una trasgresión. La posibilidad de levantar el secreto profesional, se da frente a situaciones que evalúe como riesgosas para el usuario o terceros. Justa causa: forma particular de estado de necesidad que legitima la revelación de un secreto para evitar un mal mayor, en la medida en que pueda fundamentarse la existencia de un interés superior a proteger. Remite a las circunstancias donde la revelación no merece reproche y resulta ser lícita. Existen 3 tipos de actuaciones: Públicas: es lo único que de cada cual pertenece a los demás, porque son hechas en público y para el público. Son necesariamente observables, visibles, audibles. Privadas: nos pertenecen por completo y quienquiera que penetra en ellas sin permiso esta invadiendo indebidamente e incurriendo en un delito. Podrían ser observables ante la falta de cuidados pro parte del actor o agudeza del observador. Intimas: no pueden observarse y solo se las puede inferir