La gestión del bosque mediterráneo debe elegir entre conservar

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DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN
NOTA DE PRENSA
Mesa redonda en la Fundación BBVA ‘Los bosques ante el desafío del cambio
global’, previa al Día Europeo de los Parques 2011
La gestión del bosque mediterráneo debe elegir
entre conservar mayor biodiversidad o algunas
especies que están en peligro

Las consecuencias de los cambios en el uso del territorio se unen a las del
cambio climático: los expertos hablan de ‘cambio global’ en el bosque
mediterráneo

Se constatan dos procesos opuestos: en las zonas rurales, despobladas, el
bosque se desarrolla descontroladamente por su abandono; en la costa, y
cerca de las grandes ciudades, el suelo se ‘artificializa’ por un exceso de
influencia humana
23 de mayo de 2011.- El bosque mediterráneo, considerado tradicionalmente un
foco mundial de biodiversidad, debería ser visto también como uno de los
ecosistemas más amenazados por el cambio global. Es uno de los mensajes
principales de la mesa redonda sobre ‘Los bosques ante el desafío del cambio
global’ celebrada hoy en la Fundación BBVA, en Madrid, como previo al Día
Europeo de los Parques 2011, que se celebra mañana martes.
En la sesión han participado Adrian Newton, de la Universidad de Bournemouth
(Reino Unido), experto en gestión de áreas protegidas; Michael Scherer-Lorenzen, de
la Universidad de Friburgo (Alemania), investigador de la biodiversidad sobre todo en
zonas tropicales; y Fernando Valladares, del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC), experto en bosque mediterráneo.
Newton investiga cómo las diferentes actividades humanas afectan a la
biodiversidad de los bosques, y cómo debe plantearse la conservación. “Las tasas
actuales de pérdida de biodiversidad se están equiparando a una crisis de extinción
global. ¿Qué podría significar esto para el futuro de la humanidad? Ese es mi tema
de trabajo actualmente”.
Uno de los últimos resultados de Newton tiene que ver con la restauración de los
bosques, y es una buena noticia. En la convención sobre biodiversidad en Nagoya
(Japón) se marcó el objetivo de restaurar el 15% de los ecosistemas degradados de
todo el mundo para el año 2020. “Hallamos que en las regiones secas la inversión en
restauración ecológica puede aumentar el valor neto de los ecosistemas para la
población”, dice Newton. Es un trabajo publicado en la revista Proceedings of the
National Academy of Sciences (PNAS), liderado por Newton con investigadores de
México, Chile y Argentina y llevado a cabo en América Latina.
Michael Scherer-Lorenzen estudia cómo las variaciones en la biodiversidad, en
especial la diversidad vegetal, afectan al funcionamiento de los ecosistemas.
LA INTERVENCIÓN HUMANA GENERA BIODIVERSIDAD
Fernando Valladares, por su parte, centra su investigación en el bosque
mediterráneo, un ecosistema marcado por la acción humana a lo largo de los siglos.
Estos usos humanos, contrariamente a lo que se suele pensar, se asocian a un
importante aumento de la biodiversidad.
“La consecuencia más extendida de la intervención humana [en el bosque
mediterráneo] es el adehesamiento de los densos bosques originales. Las dehesas
albergan una notable biodiversidad”, explica Valladares. “Los niveles más altos de
biodiversidad se encuentran en sistemas sometidos a niveles de intervención
moderados, y en general el abandono total conlleva una disminución local de la
riqueza de especies de flora y fauna”.
En el bosque mediterráneo, usos como la ganadería han generado un paisaje en
‘mosaico’ -que alterna matorral y bosque, por ejemplo- que en principio se asocia a
una biodiversidad de flora y fauna mayor que la del bosque cerrado.
Sin embargo, puede ocurrir que el bosque cerrado favorezca a determinadas
especies que se quiere conservar. La conclusión de los expertos, por tanto, es que la
gestión del bosque debe hacerse en función de lo que se desea.
“El abandono total puede facilitar la recuperación de poblaciones de especies de
gran valor por su grado de amenaza (e.g. águila imperial) o por su papel clave
(animales que ayudan a la regeneración del arbolado dispersando sus semillas)”,
señala Valladares. “Por tanto, la gestión de espacios naturales protegidos en
ambientes mediterráneos debe identificar con precisión si el objetivo prioritario es
conservar el mayor número posible de especies, o ciertas especies clave, ya que
ambos pueden ser incompatibles”.
LA AMENAZA DEL CAMBIO GLOBAL
El bosque mediterráneo no sólo tiene que hacer frente al cambio climático, sino a los
cambios drásticos en el uso del terreno en las últimas décadas. “Se está produciendo
una sinergia en ambos fenómenos, por eso hablamos de cambio global”, dice
Valladares.
Los cambios en el uso son de dos clases, del todo opuestas entre sí. Uno es,
simplemente, el abandono. Este fenómeno, relacionado con la despoblación de las
áreas rurales de la Península Ibérica, no sólo implica pérdida de biodiversidad sino
que favorece por ejemplo los incendios forestales de intensidad y extensión
devastadores.
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El otro tipo de cambio en el uso del territorio es la “artificialización” del suelo, que se
produce en las zonas de costa y en las áreas de influencia de las grandes ciudades.
Los expertos constatan la fuerza de estos dos procesos contrapuestos, y el objetivo
ahora es analizar sus consecuencias y su relación con los cambios en el clima, que
altera los patrones de lluvia y puede agravar las sequías. La gestión de los bosques
en el futuro deberá tener en cuenta esta situación.
El Día Europeo de los Parques 2011, que se celebra mañana martes 24, está
promovido por la Federación EUROPARC, organización paneuropea que reúne
instituciones dedicadas a la conservación de la naturaleza de 40 países. Este año la
celebración se enmarca en la del Año Internacional de los Bosques, que pretende
mostrar a la sociedad los beneficios y los servicios que ofrece este ecosistema.
Si desea más información, puede ponerse en contacto con el
Departamento de Comunicación de la Fundación BBVA (91 374 52 10 y 91 537 37 69 ó
[email protected]) o consultar en la web www.fbbva.es
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