Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) de las 8.300.000 hectáreas que cubrían el suelo paraguayo de la región Oriental en 1945, hoy quedan apenas un millón. La organización no Gubernamental Guyra Paraguay por su lado afirma que en las últimas 5 décadas, de cada 10 árboles que existían en el país 9 han desaparecido, y asegura que las cifras de deforestación del Gran Chaco paraguayo detectadas en junio de este año hablan de unas 592 ha. Depredadas por día. Tala de árboles en los últimos tiempos en el Paraguay El tremendo flagelo de la tala de árboles, la quema de bosques y el desmonte en Paraguay ha llevado a que las hectáreas que cubrían su suelo se reduzcan considerablemente. La mano del hombre, una vez más, actúa en deterioro del medio ambiente. ¿Podrá el gobierno paraguayo revertir esta situación? En casi cuatro décadas, la superficie boscosa del Chaco paraguayo se redujo en más del 70% - AP El gobierno debería de llamar pueblos paraguayo que se organice a los efecto de traer nuevamente al propio ambiente su estado natural que les da vida. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) de las 8.300.000 hectáreas que cubrían el suelo paraguayo de la región Oriental en 1945, hoy quedan apenas un millón. La Organización no Gubernamental Guyra Paraguay por su lado afirma que en las últimas 5 décadas, de cada 10 árboles que existían en el país 9 han desaparecido, y asegura que las cifras de deforestación del Gran Chaco paraguayo detectadas en junio de este año hablan de unas 592 ha. Depredadas por día. La Secretaría del Ambiente (SEAM) no cuenta con los recursos humanos suficientes para controlar todo el territorio paraguayo, y ya no sabe qué hacer al respecto. Ha realizado alianzas con distintas organizaciones no gubernamentales tanto nacionales como multinacionales, pero no logra que la legislación ambiental local sea cumplida. Las leyes más marginadas son la 294/93 "De Impacto Ambiental", que declara obligatoria la evaluación de impacto ambiental, entendido como los efectos legales de toda modificación del medio ambiente provocada por obras o actividades humanas; y la 2.524/04 de "Deforestación Cero", que prohíbe en toda la Región Oriental las actividades de transformación y conversión que se puedan realizar sobre superficies o terrenos que contengan una cobertura de bosques. El caso del señor Israel Linares ejemplifica perfectamente la evasión de esta ley. En un proceso de fiscalización la SEAM constató deforestación reciente en unas 50 hectáreas de sus tierras, ubicadas en el departamento de Canindeyú de la Región Oriental, donde realizaban actividades agropecuarias. Justamente, uno de los cuerpos boscosos más importantes del país se encuentra en esta región: el Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAPA). En los últimos tres meses, entiéndase mayo, junio y julio, este bosque perdió 1.030 hectáreas de bosques, según las mediciones realizadas por la WWF. De los 10 millones de hectáreas de árboles con que el BAAPA contaba inicialmente quedan hoy apenas y aproximadamente unas 1.300.000, cerca del 13%. Pero la Región Oriental no es la única afectada por la cosmófaga situación. Según la resolución Nº 1.625/09 de la SEAM de las 3.500.000 hectáreas de bosques que existían en la Región Occidental o Chaco en la década de 1970 ahora quedan apenas 1.000.000. Esto significa que en casi cuatro décadas la superficie boscosa del Chaco se redujo en más del 70%. Y lo peor es que en esa parte del país se practica un tipo muy especial de deforestación que consiste en la quema de los restos del bosque luego del desmonte con pala mecánica, lo que contribuye a la emisión de gases invernaderos como el dióxido de carbono. Incluso Asunción sufre los efectos de la fiebre aserradora. En las últimas 3 décadas la capital del país perdió el 50% de sus bosques, según explicaron funcionarios de la Organización Sobrevivencia. Una vez más este es un problema de infraestructura. Si se quiere observar en un día no muy lejano un revés en esta situación el Estado Paraguayo debe tomar postura y brindar a la Secretaría del Ambiente las herramientas necesarias para que realice su trabajo. Falta incluso lo más mínimo, que son los recursos humanos. Mientras tanto, todo lo que se pueda hacer al respecto serán esfuerzos aislados que no traerán consigo los resultados necesarios. Paraguay tiene protegidas unas 6.066.207 hectáreas de tierra (15% de la superficie nacional), distribuidas en 60 áreas que son cuidadas por 46 guarda parques. El valor de estas áreas es de 48 millones de dólares. La inversión estatal anual es de de 250.000 dólares, lo que representa una inversión de 16 centavos de dólar por hectárea. Vale mencionar sin embargo que el 78% de los recursos para áreas protegidas del Paraguay provienen de la cooperación internacional.Lo positivo es que en las últimas tres décadas esta superficie protegida pasó de cubrir 2% de la superficie nacional, a cubrir 15% de la misma. Y lo negativo sin embargo es que la inversión se mantuvo igual. Hoy el gobierno invierte 0,0003% del PIB en el mantenimiento de ese 15% de su territorio. El Censo Agropecuario Nacional, realizado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) entre julio de 2007 y junio de 2008, muestra datos distintos a los presentados por las organizaciones no gubernamentales. Indica que el Paraguay tiene 9.107.867 hectáreas de montes o bosques. El 75% de ellos está en la Región Occidental (Chaco), y el 25% en la Oriental. Esto significa que en esta última hay unos 2 millones 231 mil hectáreas de bosques, en tanto que la otra Occidental tiene 6 millones 875 mil. SUPERFICIES DEFORESTADAS EN LOS ÚLTIMOS MESES Del 8 de diciembre 2008 al 5 de enero 2009 509 ha. diarias 5 de enero a 16 de marzo 1.000 ha. diarias 16 de marzo a 11 de abril 272 ha. diarias 11 de abril al 27 de abril 854 ha. diarias 27 de abril al 21 de mayo 1.291 ha. diarias 21 de mayo al 3 de junio 639 ha. diarias 3 de junio al 13 de junio 592 ha. Diarias Esto da un total de casi 150 mil hectáreas, sólo en la región occidental del país. La superficie total del territorio del Paraguay tiene 40.675.200 hectáreas. En los últimos 50 años Paraguay perdió el 90% de sus bosques, que equivale a la extinción de casi la totalidad de los recursos forestales a causa de la deforestación, informó la organización Guyrá Paraguay. De las ocho millones de hectáreas que corresponden al Bosque Atlántico de Alto Paraná, en la Región Oriental, solo quedan cerca de un 1.300.000, las cuales se aprecian como pequeñas manchas captadas por el satélite, explicó el biólogo Alberto Yanosky, director ejecutivo de la institución ambientalista. La situación -dijo- es bastante crítica, pues los índices de deforestación son uno de los más elevados del mundo y para recuperar los bosques perdidos se requieren inversiones muy altas. Yanosky explicó que los propietarios de tierras con bosques tienen una gran responsabilidad en la situación actual porque el 90% de esos recursos que estaban en manos privadas han desaparecido y sólo están los perímetros declarados parques o reservas. Indicó que la mayoría de las áreas protegidas pertenecen al Estado o están bajo la supervisión de alguna organización ecologista, como la reserva de Mbaracayú, en el norteño departamento de Canindeyú y el Parque San Rafael, enclavado entre los departamentos de Itapúa y Caazapá. Guyrá Paraguay lanzó la alarma en el ámbito ambientalista frente al serio riesgo de desaparición que corren los escasos bosques sobrevivientes frente a la desenfrenada tala con fines exportables y una endeble legislación nacional sobre medio ambiente. Paraguay cuenta con la segunda masa boscosa de América después de la Amazonía. El Bosque Atlántico del Alto Paraná El complejo del Bosque Atlántico del Alto Paraná alguna vez cubrió más de 120 millones de hectáreas abarcando porciones de Brasil, Argentina y Paraguay. Hoy sólo queda poco más del 12 por ciento, en su mayoría como fragmentos dispersos. Paraguay tiene uno de los remanentes más grandes de esta selva, con más de 1.300.000 hectáreas de bosque nativo. Las reservas de San Rafael y Mbaracayú en el Bosque Atlántico del Alto Paraná—dos de los más grandes remanentes del bosque atlántico en el país, juegan un papel importante en la protección de varias especies amenazadas, incluyendo el jaguar, el tapir, el tamanduá, y o lobo de crin. Varias especies de maderas finas y preciosas se encuentran en el Bosque Atlántico, incluyendo la yerba mate (Ilex paraguariensis), una especia arbórea que ha sido usada para propósitos medicinales por las comunidades indígenas Guaraní por siglos. La Reserva Mbaracayú alberga un inusual número de especies de helechos, desde algunos tan pequeños con hojas que sólo miden milímetros hasta otros que alcanzan el tamaño de árboles, con varios metros de altura. En años recientes, Paraguay ha experimentado la tasa de deforestación más acelerada de Sudamérica, afectando la región del bosque atlántico del país, donde se concentra más del 90% de la población. Más desmonte: 8 hectáreas de árboles Ka’azapa La Seam intervino una finca agrícola ubicada en San Juan Nepomuceno, Ka’azapa y detuvo que siguieran echando árboles. Los fiscalizadores de la Dirección de Fiscalización Ambiental Integrada de la Secretaría de Medio Ambiente (Seam) intervinieron la finca ante denuncias arrimadas por pobladores de la zona. Los interventores observaron una tala indiscriminada de árboles de mediano porte, muchos de ellos aún con ramas y hojas frescas, y en otras zonas de la propiedad se procedió a la quema de los residuos vegetales. La propiedad cuenta con 80 hectáreas, de las cuales 50 hectáreas están destinadas para cultivo agrícola mecanizado. Los propietarios de la finca procedieron a la tala sin autorización de la Seam, secretaría encargada de proteger el medio ambiente natural. Más específicamente, los dueños de las 80 hectáreas infringieron Ley 293/4 de Evaluación de Impacto Ambiental.