Origen de los suelos Definición: El suelo es algo más que un agregado de partículas orgánicas e inorgánicas, sin organización: es un conjunto con organización definida y propiedades que varían "vectorialmente". En la dirección vertical generalmente sus propiedades cambian mucho más rápidamente que en la horizontal: el suelo tiene un perfil. Para el agrónomo, los suelos son la parte superficial de la corteza capaz de sustentar vida vegetal. El apreciará el hecho de que el cultivo a que está destinada la capa superficial no es el más adecuado de acuerdo a la naturaleza de las sustancias químicas presentes. Para el geólogo es todo material intemperizado en el lugar en que ahora se encuentra y con contenido de materia orgánica cerca de la superficie (no toma en cuenta los materiales transportados no intemperizados posteriormente a su transporte). Para Juárez Badillo y Rico Rodríguez, por suelo se entiende todo tipo de material terroso, desde un relleno de desperdicio, hasta areniscas parcialmente cementadas o lutitas suaves (se excluyen las rocas sanas, ígneas o metamórficas y los depósitos sedimentarios altamente cementados, que no se ablanden o desintegren rápidamente por acción de la intemperie). Para la Dirección de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires, " suelo es el material de la superficie terrestre cuyo origen ha sido la transformación de rocas por procesos físicos, químicos y biológicos, que puede contener materia orgánica proveniente de la degradación química y microbiológica de restos vegetales y de organismos animales." Fases constituyentes del suelo: consideramos al suelo un sistema disperso, constituido por las tres fases: la fase sólida, formada por las partículas del suelo en sí; la fase líquida, el agua, que puede estar contenida en los poros o en la superficie de las partículas; y la fase gaseosa, o sea el aire, que también puede encontrarse en los poros interiores (no comunicados con el exterior) de las partículas. La actuación de estas fases formando sistemas: sólido-líquido-aire; sólido-líquido; sólido-aire, confieren al conjunto “suelo” sus distintas propiedades. El agua contenida juega un papel tan fundamental en el comportaxniento mecánico del suelo, que debe considerarse como parte integral del mismo. En la fig. n° 1 vemos partículas de suelo con poros comunicados y no comunicados con el exterior, envueltas en agua, retenida por fuerzas de diversa intensidad. El agua tiende a adoptar la forma de la partícula que envuelve, o bien la forma esférica. Los espacios que dejan libres el suelo y el agua son ocupados por aire. Figura n° 1 En fig. n° 2 tenemos las fases sólidas y gaseosa: los fenómenos de atracción y retención mutua entre partículas debidos al agua no tienen lugar. Un ejemplo es el polvo suelto, es decir, aglomeraciones de partículas sueltas y secas. La estabilidad del conjunto es prácticamente nula. Figura n° 2 En la fig. n° 3 tenemos el sistema sólido-agua, con predominio del agua. En la condición de las partículas envueltas por capas sucesivas de agua, no existe la atracción presente en la primera figura: el sistema fluye, pues la dispersión es muy grande y nos hallamos muy cerca del estado líquido. Figura n° 3 Alterabilidad de las rocas por agentes naturales, minerales primarios y secundarios: la corteza terrestre es atacada principalmente por el aire y por el agua. En última instancia, todos los mecanismos de ataque se reducen a la desintegración mecánica y a la descomposición química. Desintegración mecánica: es la intemperización de las rocas por agentes físicos, tales como cambios periódicos de temperatura, acción de la congelación del agua en las juntas y grietas de las rocas, efectos de organismos, plantas, etc. Por estos fenómenos las rocas llegan a formar arenas o, cuando mucho, limos y sólo en casos especiales arcillas. Descomposición química: es la acción de agentes que atacan las rocas modificando su constitución mineralógica o química. El principal agente es, naturalmente, el agua y los mecanismos de ataque predominantes son la oxidación, la hidratación y la carbonatación -no deben olvidarse los efectos químicos de la vegetación. Usualmente el producto final de estos mecanismos es la arcilla. Estos efectos son acentuados por los cambios de temperatura: es frecuente encontrar formaciones arcillosas en zonas húmedas y cálidas, siendo típicas de zonas más frías formaciones arenosas o limosas, más gruesas. En los desiertos cálidos, por falta de agua los fenómenos de descomposición no tienen lugar, y predomina la arena. Los mecanismos de ataque determinantes son los efectos de los ciclos de tensiones y compresiones sobre las rocas debidos a las variaciones térmicas extremas. De todos modos, la naturaleza es mucho más compleja. Por ejemplo, en países fríos o secos pueden existir formaciones arcillosas por el aporte de corrientes de agua. Las rocas que componen la corteza terrestre (parte superior o superficial de los 15 km de espesor calculados por Clarke),se dividen en dos clases pricipales, atendiendo a su origen, a saber: IGNEAS o ERUPTIVAS y SEDIMENTARIAS, hallándose las primeras en proporción aproximada al 25 % y las segundas en un 75 %. Las rocas IGNEAS son generadas por el enfriamiento más o menos lento del magma interior en estado de fusión y en general no han sufrido cambios en su composición y estructura original dependiendo esta última de la velocidad de enfriamiento con que se formaron. Los tipos principales son: el GRANITO, con estructura de granos gruesos, formada en un enfriamiento lento, que ha permitido la cristalización separada de los minerales constitutivos (variedades principales: diorita y sienita); los pórfidos, con estructura de granos finos y algunos cristales mayores, productos de un enfriamiento del magma más rápido que el caso anterior. Por último, los BASALTOS, de estructura densa, grano fino y cristales pequeños de tamaño uniforme, cuyo proceso de formación implica un enfriamiento aún más rápido del magma interior. De las rocas SEDIMENTARIAS, presentes en proporción de 75% en la corteza terrestre, diremos que se forman por la disgregación de las rocas ígneas y posterior cementación de los fragmentos. A continuación, el proceso de descomposición de una roca como el Granito,por meteorización, es decir la acción combinada de los agentes climatéricos. El proceso se presenta en el cuadro siguiente. Figura n° 4 Las distintas variedades del granito, la roca más abundante en la corteza terrestre, se hallan formadas por proporciones variables de tres minerales: a) el CUARZO, que es anhídrido silícico (Si02); b) el grupo de los FELDESPATOS, en esencia silicatos dobles de aluminio y otro metal, que puede ser potasio (ortoclasa), sodio (albita) o bien calcio (anortita) o una combinación sódico-potásica (andesita). Por la facilidad con que son atacados por los agentes atmosféricos o climatológicos, y su consecuente rápida descomposición, los FELDESPATOS juegan el papel más importante en la génesis de los suelos. c) el grupo de las MICAS, silicatos dobles de aluminio y de potasio a veces con algo de hierro en forma de óxido ferroso. Hay dos variedades: la MICA BLANCA (MUSCOVITA) y la MiCA NEGRA (BIOTITA), en la cual el potasio está reemplazado parcialmente por el magnesio. La mica tiene forma esencialmente laminar y es resistente al ataque de los agentes químicos. El agua cargada de anhídrido carbónico, por marcado aumento de la solubilidad de los minerales, ataca a estos dos grupos (feldespatos y micas) en forma individual o simultáneamente, dando origen por disolución e hidratación al CAOLIN que luego, con el agregado de diversas impurezas, da origen a las ARCILLAS. Por el mismo tipo de ataque de agua y anhidrido carbónico se generan los carbonatos, que son transportados por las corrientes de agua hacia el mar donde los microrganismos toman y asimilan la parte calcárea para formar sus caparazones y esqueletos, que luego de muertos se depositan formando las CONCHILLAS y CONGLOMERADOS, cuyo tipo más común y representativo es el CONGLOMERADO CALCAREO, en cuya densa cementación quedan aprisionadas caparazones de pequeños moluscos y cantos rodados de reducido diámetro. Esta acción erosiva, que podemos denominar "química" comprende otros procesos como la OXIDACION (cuando están presentes los minerales ferrosos). El CUARZO no se descompone químicamente, al no ser atacable por el agua, ni siquiera teniendo ésta en disolución anhidrido carbónico. Sí sufre la erosión mecánica: las grandes variaciones de temperatura provocan la subdivisión de la roca en trozos que conservan las propiedades originales, a diferencia de la desintegración química que da nuevos productos. En los climas secos y especialmente en las zonas áridas, desérticas, las variaciones de la temperatura entre el día y la noche desarrollan fuerzas capaces de fracturar grandes rocas y reducirlas paulatinamente a fragmentos cada vez más pequeños que luego por transporte (viento/ arrastre de las aguas) van sufriendo un desgaste que pule sus aristas y da origen a las ARENAS. Si en las grietas o en los poros de la roca se retiene agua, el congelamiento es una fuerza aún mayor que la causada por los cambios de temperatura, aumentando así la acción destructiva. Las rocas que sufren este proceso en mayor grado son las cristalinas, que se desintegran rápidamente. Este es el proceso de formación de las arenas típicas de médanos: granos redondeados por la acción mecánica, de gradación uniforme, y un resto de material fino que se va depositando en los lugares donde la acción del viento es débil (depresiones del terreno), dando origen a mantos de arenas finas, de limo (de granos más pequeños aún) o de sedimentos típicos como el loess pampeano, que sufre ulteriormente un proceso de cementación que le confiere estructura. Otras mecanismos de erosión son los glaciares o simplemente el deshielo de los ríos y arroyos que bajan de las montañas y que por gravedad arrastran fragmentos de roca, que sufren un pulimento muy marcado de sus aristas, superior al proceso de subdivisión, apareciendo así los grandes depósitos de cantos rodados y en el caso de materiales de partículas más pequeñas, las arenas de río, cuya característica principal es la esfericidad y uniformidad de los granos. Las arenas cementadas con sustancias calcáreas, silíceas y a veces ferruginosas forman las rocas llamadas areniscas. Cuando la sustancia cementante es de naturaleza silícea, deriva en la formación de las rocas cuarcíticas. Finalmente debemos mencionar la acción de organismos vegetales (la acción solubilizante de las raíces de las plantas) y de animales inferiores (incorporación de nitrógeno al suelo, de efecto desintegrador). Así quedan los minerales divididos en fragmentos de variado tamaño: desde partículas de varios centímetros de diámetro hasta las de tamaño coloidal, con formas que van de la equidimensionalidad (las tres dimensiones sensiblemente iguales) hasta las agujas o láminas variado espesor (micas). IGNEAS O ERUPTIVAS. Enfriamiento rápido del magma fundido. GRANITO (cuarzo, feldespato y mica) formado por enfriamiento más lento que permitio la cristalización separada de los minerales constitutivos. PORFIDOS: estructura de granos Variedades: SIENITA Y DIORITA. finos y gruesos. Formados por enfriamiento más rápido que el granito. BASALTOS: estructura densa de granos finos. Producto de enfriamiento rápido. METAMORFICAS SEDIMENTARIAS. Formadas por disgregación de rocas ígneas Los suelos deben, pues, su origen a una multiplicidad de causas. El resultado de ese concurso de causas es una inmensa diversidad de tipos de suelo resultantes. 1) Suelos residuales y transportados Los productos del ataque de los agentes de intemperismo pueden quedar en el lugar, directamente sobre la roca de origen: suelos residuales. Ahora bien, dichos productos pueden ser removidos del lugar de formación -por los mismos agentes geológicos- y redepositados en otra zona. Así se generan suelos que sobreyacen sobre otros estratos sin relación directa con ellos; a estos suelos se les denomina transportados. De los numerosos agentes de transporte, los principales son los glaciares, el viento, los ríos y corrientes de agua superficial, los mares y las fuerzas de gravedad; estos factores actúan a menudo en combinación. La combinación del escurrimiento de aguas en las laderas de colinas y montes y de las fuerzas del campo gravitacional, forma los depósitos de talud, en las faldas de las elevaciones; estos depósitos suelen ser heterogéneos, sueltos y esencialmente formados por materiales gruesos. El escurrimiento de torrentes produce arrastre de materiales de gran tamaño (tanto mayor cuanto mayores las velocidades del agua), depositados en forma graduada a lo largo de su curso. Los materiales más finos se depositan en las zonas planas de los valles. Los ríos acarrean materiales de muy diversas graduaciones, depositándolos a lo largo de su perfil, según la velocidad de su curso. Al disminuir ésta, se depositan los materiales más gruesos. Las partículas más finas (limos y arcillas) corresponden a depósitos próximos a la desembocadura. I,os depósitos lacustre son generalmente de grano muy fino. Los depósitos marinos (formados por el mar) suelen ser estratificados, evidenciando muchas veces las características de las costas que los mares bañan. Los depósitos glaciares están formados por suelos heterogéneos: desde grandes bloques hasta materiales muy finamente granulados, debido a las grandes presiones desarrolladas y al movimiento abrasivo de las masas de hielo. Los vientos pueden arrastrar desde partículas de limo hasta arenas gruesas, a veces a grandes distancias del lugar de origen. El loess y los médanos deben su formación al arrastre del viento. El loess puede definirse como un depósito eólico, constituido por una mezcla uniforme de arenas finas cuarzosas, algo feldespáticas y limos, estructurado en forma abierta y algo cohesiva. Esta cohesión suele atribuirse a la presencia de carbonatos de calcio solubles; sin embargo, investigaciones recientes parecen indicar que tales carbonatos están contenidos en grumos aislados, que no pueden proporcionar cementación a la masa. Los médanos son aglomeraciones de arena suelta, arrastrada por el viento a poca altura y detenida por algún obstáculo natural de la superficie del terreno. Suelen estar formados por arenas cuarzosas uniformes, con algo de mica. En general, un suelo transportado queda descrito por un "perfil estratigráfico", que resume la secuencia de colocación y el espesor de sus estratos. En cuanto a los suelos residuales, existen dos conceptos importantes: el perfil de meteorización y el conjunto de estructuras heredadas. El primero es la secuencia de materiales con diferentes propiedades, que se ha formado en el lugar donde se le encuentra y que sobreyace a la roca no meteorizada. Puede variar considerablemente de un punto a otro, sobre todo por variaciones locales en el tipo y estructura de la roca, topografía, condiciones de erosión, régimen de aguas subterráneas y clima. Las estructuras heredadas consisten en diaclasas, exfoliaciones, juntas, grietas, fallas y otros defectos estructurales que muestra el suelo como herencia de la roca original. Su influencia es tal que frecuentemente las propiedades mecánicas de una muestra "intacta" del material no pueden considerarse en absoluto representativas de las propiedades del conjunto. Minerales constitutivos de los suelos Un mineral es una sustancia inorgánica y natural, con una estructura interna característica determinada por un cierto arreglo específico de sus átomos e iones. Su composición química y sus propiedades físicas son fijas o varían dentro de límites definidos. Sus propiedades físicas más interesantes, desde el punto de vista de la identificación son: el color, el lustre, la tonalidad de sus raspaduras, la forma de cristalización, la dureza, la forma de su fractura y disposición de sus planos crucero; la tenacidad, la capacidad para permitir el paso de ondas y radiaciones (o luz) y la densidad relativa. La estructura atómico-molecular del mineral es el factor más importante que condiciona sus propiedades físicas. En los suelos formados por partículas gruesas los minerales predominantes son: silicatos, principalmente feldespato (de potasio, sodio o calcio) , micas, olivino, serpentina, etc.; óxidos, cuyos principales exponentes son el cuarzo (Si0 2), la limonita, la magnetita y el corindón; carbonatos (particularmente la calcita y la dolomita) y sulfatos (anhidrita y yeso, principalmente). En los suelos gruesos el comportamiento mecánico e hidráulico está principalmente condicionado por su compacidad y por la orientación de sus partículas: la constitución mineralógica es de relativa importancia. Minerales constitutivos de las arcillas A partir de los numerosos minerales (principalmente silicatos) que se encuentran en las rocas ígneas y metamórficas, los agentes de descomposición química producen finalmente la arcilla. Sus propiedades mineralógicas son de gran importancia en cuestiones de Ingeniería, pues el comportamiento mecánico de las arcillas se ve decisivamente influido por su estructura en general y constitución mineralógica en particular. Las arcillas están constituidas básicamente por silicatos de aluminio hidratados (más, en algunas ocasiones, silicatos de magnesio, hierro u otros metales, también hidratado). Estos minerales tienen, casi siempre, una estructura cristalina definida, cuyos átomos se disponen en láminas. Hay dos variedades de dichas láminas: la silícica y la alumínica. La primera está formada por un átomo de silicio, rodeado de cuatro de oxígeno, disponiéndose el conjunto en forma de tetraedro (ver figura n°). Estos tetraedros se agrupan en unidades hexagonales, siendo un átomo de oxígeno el nexo entre cada dos tetraedros. Las unidades hexagonales repitiéndose indefinidamente, constituyen una retícula laminar. Las láminas alumínicas están formadas por retículas de octaedros, dispuestos con un átomo de aluminio al centro y seis de oxígeno alrededor (figura n° ). Nuevamente es el oxígeno el nexo entre cada dos octaedros vecinos, para constituir la retícula. De acuerdo con su estructura reticular, los minerales de arcilla se agrupan en tres grandes grupos: caolinitas, montmorillonitas e ilitas. Las caolinitas (Al203.2Si02.2H2O) están formadas por una lámina silícica y otra alumínica, superpuestas indefinidamente. La unión entre todas las retículas es lo suficientemente firme para impedir la penetración de moléculas de agua entre ellas (adsorción) . En consecuencia, las arcillas caoliníticas son relativamente estables en presencia del agua. Las montmorillonitas [(OH)4.Si8Al4020.nH20] están formadas por una lámina alumínica entre dos silícicas, superponiéndose indefinidamente. En este caso la unión entre las retículas del mineral es débil: las moléculas de agua pueden introducirse en la estructura con relativa facilidad, a causa de las fuerzas eléctricas generadas por su naturaleza dipolar. Se produce así un incremento en el volumen de los cristales, lo que se resulta, a nivel macrofísico, en una expansión. Las arcillas montmorilloníticas, en especial en presencia de agua, presentan fuerte tendencia a la inestabilidad. Las bentonitas son arcillas del grupo montmorillonítico, originadas por la descomposición química de las cenizas volcánicas y presentan una marcada expansividad. Estas arcillas aparecen, frecuentemente, en los trabajos de campo. Las ilitas [(OH)4.Ky(Si8-y.Aly)(Al4.Fe4.Mg4.Mg6)O20] (y es en general igual a 1.5), de estructuración análoga a la de las montmorillonitas, tienden a formar grumos de materia, que reducen el área expuesta al agua por unidad de volumen. Por ello son menos expansivas que las montmorillonitas y, en general, las arcillas ilîticas son más confiables desde el punto de vista mecánico. SUELOS RESIDUALES. SUBSTRATOS. HORIZONTES: CARACTERISTICAS. PERFILES GEOEDAFOLOGICOS. DEFINICION Y ELUVIACION: es el traslado de un nivel a otro de los materiales disueltos, en estado coloidal, o aún de dispersión, cuyo vehículo es el agua. En términos generales estos movimientos son descendentes, como en el caso de la materia orgánica, pero en otros son de naturaleza ascendente, debidos a causas tales como la sequedad de la superficie. En estas circunstancias, en que el producto de la descomposición de la roca madre se deposita sobre la misma en conjunto o bien con eliminación de algunas sustancias originales constituyentes, se llaman a estos suelos así formados, RESIDUALES, y SUBSTRATOS a los mantos que los contienen. Las características químicas de las sustancias resultantes no se han modificado en su esencia con respecto a la original. Caso típico sería un manto de grava o arena de naturaleza granítica que se ha formado a expensas de una formación orogénica de rocas graníticas y se ha depositado en las hondonadas o valles, como relleno de estos desniveles, sin sufrir procesos de transporte por corrientes de agua o acción de los vientos. HORIZONTE: es la capa de suelo de características aproximadamente homogéneas, originada por la desintegración y alteración de la roca por procesos físicos, químicos y biológicos. Puede estar formada por aportes de rocas de distinta naturaleza, así como de materiales transportados, que en algunas ocasiones pueden haber sufrido procesos de cementación. SUELO SEDIMENTARIO: aquel suelo residual transportado y depositado sobre la roca, substrato u horizonte de diferente origen. Como consecuencia de los procesos y movimientos enunciados se forman capas de horizontes más o menos definidos, cuyo conjunto constituye lo que llamamos PERFIL del suelo. Se suele llamar al perfil del suelo, también con las denominaciones"perfil del subsuelo" o PERFIL GEOEDAFOLOGICO, lo cual involucra la idea de tratarse de las capas superficiales de la corteza terrestre, en contraposición a la denominación “perfil geológico", que implica profundidades considerables y otro enf oque del estudio. El perfil "tipo" del suelo consta de los siguientes horizontes: - el HORIZONTE A, o primer horizonte, superficial, llamado también eluvial, pues ha sufrido proceso de eluviación. En idioma-inglés se denomina "topsoil", o sea "suelo de arriba" o "superior". Está constituido, en nuestro medio, por suelo limo-arcilloso, contiene generalmente materia orgánica, "humus" y restos vegetales, razón que lo hace poco deseable para su utilización en las construcciones viales. Su estructura es abierta, esponjosa, características debidas a la acción de la materia orgánica y a la acción de las raíees de los vegetales. El espesor del manto varía entre 0,20 y 0,70 m, correspondiendo los mayores a los terrenos que han sido trabajados con cultivos intensivos. . Sigue el HORIZONTE B, o segundo horizonte , de acumulación, donde se deposita el material que ha sido arrastrado desde el horizonte superior. El material constituyente es principalmente el suelo arcilloeo, como ya hemos visto, el último y má.s disperso producto de la desintegración de la roca madre, por lo tanto decimos que el segundo horizonte es iluvial. Su espesor es muy variable: puede no existir en algunos perfiles, y puede constituir mantos de arcíllas de 1,50 a 3,00 m. , en zonas donde el concurso constante de suspensiones coloidales ha encontrado por diversas razones lugar apropiado para depositarse ( zonas bajas, bañados, zonas pantanosas). Seguidamente encontramos el HORIZONTE C o tercer horizonte, en algunos casos constituído por el material que dió origen a los dos anteriores,y que llamamos por esa razón ROCA MADRE, y a veces constituído en esencia por un depósito de materiales proveni.entes de ambos orígenes: roca madre transformada, por una parte, y productos de la levigación de los horizontes superiores por otra, conjunto que en total presenta frecuente cemen tación entre sus partículas. El tercer horizonte típico de la provincia de Buenos Ai-res, que se encuentra en vastas zonas, está formado por suelos -limo-arenosos, limo-arcillosos, o arcillo-arenosos, con predominio de la fracción fina, incluyendo en muchoe casos -concreciones calcáreas de relativa dureza y estructura porosa, con altos contenidos de carbonatos de calcio, que les conf ieren poder variable de cementación. Cuando eeta cementación es marcada y continua a través del manto, substrato u horizonte, da origen a una estructura integral rígida y porosa -en distinto grado-, -llamada TOSCA, material abundante en nuestro medio y de mucha aplicación a las construcciones viales. En general el paso de un horizonte a otro no está netamente definido siendo necesaria la experiencia del observador para una correcta delimitación. Cuando se presentan dudas, recurrimos a la comparaciónde la textura, estructura, plasticidad, color, olor y todos los otros caracteres diferenciales. Loess: producto del transporte eólico de suelo arcilloso y arenas finas calcáreas. Este sedimento, de particular importancia, presenta una estructura migajosa, formada por acumulación irregular de granos de la naturaleza mencionada, de diversos diámetros y agrupados en distintos grados de cementación. El conjunto de la masa es porosa y la cementación no es acentuada, pero sí suf iciente como para sostener taludes verticales de varios metros, tal como se advierte en el corte de los mantos de loess y explotación de ba.rrancas a cielo abierto. Los terrones se trituran con relativa facilidad al humedecerlos, y rápidamente al sumergirlos en agua, debido a la existencia de poros y diminutos canalículos que se atribuyen en casos a la acción de raíees vegetales. A diferencia de las toscas, otro sedimento producto de la cementación ( más acentuada), en el loess no aparecen los carbonatos de calcio. Estos suelos calcáreos y particularmente la tosca, son considerados como un producto de la descalcificación del loess, cuyas sustancias calcáreas fueron arrastradas por el agua hasta hallar una capa inferior impermeable (arcillas), que ayudan con su descomposición y actividad variada a la precipitación de estas sustancias y a la floculación (= la aglomeración en presencia de un electrolito) de esas partículas, dando lugar a la formación de esa estructura característica integral y rígida. La dureza del sedimento tosca favorece su utilización como agregado, previos trituracíón, selección y gradación granulométrica. CONGLOMERADO CALCAREO: es el suelo formado por un depósito de restos de conchillas y organismos inferiores marinos, unidos a cantos rodados y arenas, conglomerados con bastante consistencia por un material cementante -que no es modificado ni alterado por el agua. Mantos y "bancos" de conchillas: depósitos de caparazones y restos de molùscos fluviales, material que tiene alguna aplicación para su mezcla con suelos pero de baja fricción por la forma de sus partículas y lascuales unen a este inconveniente su natural fragïlidad. GRANITO DESINTEGRADO ó ROCA EN DESCOMPOSICION: (zonas de Tandil, Sierra de la Ventana, Tornquist, etc.) con la apariencia exterior de roca fìrme, se desgrana fácilmente en fragmentos de variado tamaño y consistencia, causa que impone grandes limitaciones a su empleo, ya que no permite mantener una gradación granulométrica en la producción para utilizarle en la obra vial. Por otra parte, hay experiencia de que algunos de estos materiales, al desintegrarse dan fracciones finas de alta plasticidad, factor que de no preverse puede acarrear gra.ndes inconvenientes. El material granito desintegrado tiene colores variados, gris, grisáceo, rojizo (con óxido de hierro), amarillentos, etc. y aparecen siempre en la superficie de estas zonas de materiales pétreos, atribuyéndose a la meteorización la causa prin cipal de su descomposición. FASE SOLIDA. CARACTERISTICAS Y PROPIEDADES ESPECIFICAS DE ARENAS LIMOS Y ARCILLAS; MATERIA ORGANICA. Teniendo en cuenta el tamaño de las partículas constituyentes del suelo - desde varios centímetros de diámetro hasta fracciones de micrón -, y la variedad de sus formas, establecemos una primera idea de la división en dos grupos fundamentales, de características bien definidas: el primero de ellos formado por las GRAVAS y las ARENAS, producto de la erosión principalmente mecánica de las rocas de origen, cuyas partículas conservan las propiedades de las mismas, aún en sus tamaños más reducidos, y que tienen poder friccional en mayor o menor grado, es decir que por trabazón de las partículas debida a su forma, presentan resistencia, al deslizamiento que pudiera producir un esfuerzo aplicado al conjunto. El otro grupo, cuyas partículas son de tamaño menor -del orden de micrones o fracción de micrones, provenientes de las erosiones mecánica y química combinadas (meteorización), en especial de la química, con propiedades friccionales escasas o nulas, pero con manifiesto predominio del fenómeno dé cohesión en presencia de agua, está formado por las ARCILLAS. Las gravas y las arenas no presentan muchas variedades (haciendo abstracción de su granulometría, es decir distribución de partículas de diferente tamaño e igual naturaleza en un agregado de suelo). Las rocas que sufren procesos de erosión continuos toman el nombre de "piedra bocha" o "canto rodado" o bien"morena" (en este último caso debido a la erosión glaciaria). La forma de las mismas es aproximadamente esférica u ovoide, y las aristas están muy suavizadas. En general se hallan en depósitos a larga distancia del lugar de formación. En contraposición, existen depósitos de grava natural al pie de formaciones orogénicas, a veces sepultados por mantos de suelos sedimentarios finos, cuyas partículas conservan aristas vivas y angulosas. Sin haber un acuerdo unánime, podemos decir que las partículas constituyentes del material GBAVA tienen diámetros que oscilan entre 60 mm. y 2 mm. En orden decreciente de tamaño de partículas, están las ARENAS, de similar génesis que las gravas. Los tipos principales son: ARENAS DE RIO: de naturaleza silícea, granos redondeados por la erosión por arrastre por las aguas. Poca fricción. ARENAS DE LOS DEPOSITOS MONTAÑOSOS: origen granítico o -cuarcítico, granos de bordes angulosos y mayor fricción que las anteriores. ARENAS DE MEDANOS: comunes y abundantes en el litoral atlántico argentino, formadas por procesos de transporte y acumulación eólica; granos redondeados, pequeños, graduación uniforme, muy baja fricción. ARENAS MARINAS: con predominio de restos de conchillas y caparazones y esqueletos de animales inferiores de naturaleza calcárea; baja fricción. ARENAS CALCAREAS: sedimento predominante en mantos poco profundos, con mayor o menor grado de cementación entre sus gramos. Material valioso en las construcciones viales. La fracción ARENA puede ubicarse en el intervalo 2mm-0.074mm (74 micrones). Podemos distinguir los siguientes límites: Arena Gruesa Mediana Fina Pasa tamiz 2 mm (n° 10) 0.42 mm (n° 40) 0.147 mm (n° 100) Retiene tamiz 0.42 mm (n° 40) 0.147 mm (n° 100) 0.074 mm (n° 200) Falta mencionar las arenas de trituración. Los procesos en las plantas trituradoras (cribado, lavados) permiten obtener un material de muy buenas aptitudes, con aristas vivas. Desde el punto de vista vial, la presencia del material granular de las fracciones grava y arena garantiza un buen comportamiento estructural. Veamos ahora las ARCILLAS. La FRACCION ARCILLA es la más fina del suelo, y como valor indicativo podemos fijar como límite superior a 0,002 mm. La cualidad distintivo de la arcilla es su elevada actividad superficial (resultante de su superficie específica y de su energía específica). La superficie específica es el cociente entre el área lateral y el volumen. La energía específica depende de la estructura cristalina. En presencia de agua, surgen fuerzas debidas a la orientación de los dipolos del agua, que forman puentes de unión entre las partículas, fenómenos que no existen en las arenas. Podemos distinguir dos grupos principales, tal oomo lo hacen los mireralogistas, basándonos en la relación entre anhidrido sílíceo sobre dióxido de aluminio presente en su composición química. En el primer grupo tenemos a las ARCILLAS CAOLINITICAS, cuyo representante típico, el CAOLIN, es la arcilla más pura, de aplicaciones en la industria de la ocrámica. Su naturaleza cristalina impide que se disperse con facilidad. El cociente mencionado oscila entre 2 y 3. El ejemplo más común es la ILLITA. Para el otro grupo la relación oscila entre 3 y 5: tienen mayor hidratación, son fácilmente dispersables y con mucha mayor plasticidad que la caolinita: MONTMORILLONITA y BENTONITA . Esta última ea una arcilla sódica de relación 7, de propiedades altamente coloidales. Capacidad de imbibición de las arcillas: capacidad para absorber grandes volúmenes de agua, superiores en mncho al volumen propio de la partícula. Resumiendo: hay dos grandes grupos: 1) gravas y arenas, que constituyen los SUELOS GRANULARES, en los que las propiedades de volumen prevalecen sobre las de superficie (superf icie específ ica pequeña y con buena fricción); 2) arcillas o SUELOS COHESIVOS. Predominan los fenómenos de superficie sobre los de volumen (superf icie específìca muy grande) y que por su alto grado de división, podemos llamar también suelos finos, prácticamente sin fricción. El panorama se completa con los limos, cuyas características rozan a los dos grupos ya mencionados: los limos. El limo es producto de la erosión -principalmente mecánica- de la roca madre y posteriores prcesos de degradación por arrastre en corrientes de agua y por el viento. Su diámetro equivalente puede ubicarse en el intervalo 0,050/0.060 mm -0,005/0,002 mm. Los limos están en el umbral de la fracción arcilla, pero con características de naturaleza cristalina similares a las de fracción arena, con poca frieción y muy poca cohesión (sólo desarrolla la cohesión de tipo "capilar", no mnafiestándose la cohesión debida a las uniones de naturaleza electrostática). La FRACCION ZIMO puede llenar los vacíos de una estructura granular, resultando en una graduación que permite una densificación beneficiosa para resistir las deformaciones. En algunos casos (partículas laminares de los limos micáceos) el limo es perjudicial por su gran capacidad de capacidad de imbibición y, consecuentemente, potencia expansividad. En estado seco, el limo es un polvo fino y .suelto, o forma terrones que se desmenuzan fácilmente. Los limos inorgánicos se caracterizan por su baja plasticidad; los limos orgánicos, que incluyen fragmentos de materia orgánica finamente dividida, se caracterizan por su capacidad de imbibición, resultando en altas elasticidad y compresibilidad. El tamizado rutinario, que emplea como tamiz de menor abertura el n° 200 (74 micrones), no permite separar las partículas de limo de las de arcilla (ambos suelos no son retenidos en dicho tamiz). Es necesario complementar el análisis granulométrico con la determinación de la velocidad de sedimentación (hidrometría), mucho mayor para limos que para arcillas. Una forma indirecta es determinar la plasticidad ( mayor en las arcillas que en los limos). Salvo raras excepciones, los suelos no se hallan compuestos por partículas de un único tipo: se hallan presentes las fracciones arena, limo o arcilla en distintos porcentajes, denominándose de una u otra forma según la fracción predominante. Tenemos, entonces, suelos areno-arcillosos; arcillo-limosos; limo-arenosos; limoarcillosos; areno-limosos, etc. El Bureau of Public Roads de E.E.U.U. (BPR) tiene un diagrama (llamado triángulo de textura), en forma de triángulo equilátero, en cada uno de cuyos lados se representa la fracción arena, limo y arcilla. El término "loam" carece de una traducción neta y definida, y podría interpretarse como una "buena mezcla de suelos". El "loam" a secas es una mezcla de 30 a 50% de limo, de 50 a 80% de arena y hasta un 20% de arcilla: una mezcla friccional por la presencia de arena, sus vacíos ocupados con limo, y la arcilla, de presencia limitada, actuará como el ligante del conjunto. Ya hemos dicho que la fase sólida está formada por materia inorgánica (cuyas distintas variedades hemos visto) y, eventualmente, por materia orgánica. Está última es incompatible con un suelo de calidad vial. La materia orgánica tiene su origen en restos vegetales o de animales inferiores, incorporados al suelo al morir, sufriendo posteriormente la descomposición por acción química o bacteriológica en lapsos variables. El aporte de origen animal es relativamente pequeño, al descomponerse con rapidez y ser asimilado por los vegetales para su nutrición. La fracción de origen vegetales es de importancia, y persiste su presencia por la alta resistencia a la descomposición de algunos restos de plantas. En condiciones normales, la materia orgánica tiende a concentrarse a en las capas superfïciales del suelo hasta una profundidad que oscila entre 30 y 50 cm. En suelos de tipo arenoso, de alta permeabilidad, pasa en disolución la materia orgánica hasta profundidades mayores. La composición de la materia orgánica depende de los vegetales que cubren la superficie y del grado de descomposición alcanzada. En algunos casos el material orgánico es fácilmente reconocible a simple vista; en otros la descomposición ha avanzado y la estructura original de la planta ha desaparecido totalmente, quedando un material oscuro y amorfo llamado "humus". La materia orgánica de reciente descomposición consiste en macro-partículas relativamente inertes desde el punto de vista físico y químico; el "humus" es de naturaléza coloidal y de reacción ácida, tiene alta capacidad de intercambio de bases y absorbe agua con mucha rapidez y grandes incrementos de volumen. Desde el punto de vista vial, la materia orgánica es indeseable: tiene una estructura abierta, esponjosa, y su comportamiento mecánico no es satisfactorio. Los suelos con apreciables cantidades de materia orgánica son generalmente retirados de las subrasantes, dentro de las posibilidades, tratando de mantenerlos en la estructura caminera, cuando se incluyen, fuera de la zona del terraplén. La presencia de materia orgánica en el suelo se evidencia en la típica coloración pardo oscura casi negra, característica del manto de suelo superficial que llamamos "suelo vegetal". Nuestros sentidos permiten una primera aproximación a la caracterización de los suelos. Según la textura (la forma, tamaño y grado de uniformidad de las partículas del suelo), podemos hablar de un suelo áspero, rugoso, arenoso, impalpable, etc. En cuanto al color, debemos recordar que cambia según el contenido de humedad. (incluir explicación de Hewitt). (aquí incluir la definición de Juárez Badillo). Al contenido de humedad del suelo está asociada una propiedad fundamental, la plasticidad, que en principio definiremos como la capacidad de la pasta suelo-agua pasa ser amasada, es decir, deformarse de manera per manente sin romperse, bajo la acción de esfuerzos. El concapto de plasticidad está íntimamente asociado a la existencia de la cohesión entre partículas. Si tomamos una porción de arena humedecida y tratamos de amasarla, veremos que sólo es posible ejerciendo uria ligera presión, que al aumentar disgrega los granos de arena, sientiendo al tacto la forma rugosa o redondeada de los mismos. Si tomamos una porción de la pasta conformada por arcilla y agua, vemos que es "trabajable", que se puede amasar entre losdedos y con más facilidad se realiza esta operación cuanto más - tiempo tomemos para ella, que la pasta es dócil y pegajosa al tacto y que, finalmente, cuando queremos quitar con agua esa pasta de los dedos, ofrece resistencia al "despegue", tal como ocurre con las sustancias grasas o jabonosas. Si repetimos la misma operación con una pasta de limo-agua, veremos que se amasa con menor esfuerzo, pero la pasta es fácilmente disgregable por presión de los dedos, y cuando lavamos las manos es arrastrada por el agua, sin pegarse a la piel como en el caso de la arcilla. La arena seca se presenta en la naturaleza en estado suelto, mientras que el limo y la arcilla forman terrones. Los terrones de limo son fácilmente disgregables por ligera presión de los dedos: la cohesión entre las partículas es débil, y cualquier plano de corte carece de brillo y permite apreciar la estructura de pequeñísimos granos aglomerados débilmente. La arcilla forma terrones que ofrecen gran resistencia en seco, imposibles de fracturar con los dedos y que al ser cortados presentan un brillo característico en el plano de corte. Sometido a la acción del agua, el limo se desmorona por rápida imbibición; Sometida a la acción del agua, la arcilla se embebe por capas lentamente, llegando a la disgregación después de un tiempo considerable. En cuanto al olor, hay algunas características reconocibles al mojar las arcillas, y más nótorias aún en los suelos que contienen materia orgánica. El olor seacentúa sometiendo al suelo húmedo a la acción del calor. Un camino de arena suelta no proporcionará apoyo adecuado, que mejorará algo con el agregado de agua. Algo similar ocurrirá si se trata de limo. En el caso de un camino de arcilla, en condiciones secas, soportará el tránsito, apareciendo en su superficie grandes grietas producto de la contracción volumétrica experimentada. Al mojarse se hará primero resbaladizo y luego se deformará dejando profundas huellas (de difícil nivelación cuando se secan). Por otra lado, la alta impermeabilidad de la superficie permitirá la acumulación de agua en las zonas bajas.