¿Qué es un biodigestor? Un digestor de desechos orgánicos o biodigestor es un contenedor hermético e impermeable en donde se deposita materia orgánica, restos de comida, excretas humanas y de animales. Pueden ser de hormigón armado (cemento), fosas sépticas o estanques de agua. Estas últimas dos opciones pueden ser más convenientes para las zonas rurales sólo, y sólo, por el ahorro económico. Entre los más usados y, adecuados para la zona de Chiloé, están los de tipo hindú y los de tipo chino. La diferencia que existe entre ambos radica en que el de tipo chino posee una tapa hermética inamovible, necesitando de un gasómetro para el almacenamiento del gas. En cambio el de tipo Indio funciona con una cúpula movible, que cumple la función de gasómetro, esta sube si tiene gas y baja cuando hay ausencia de este. ¿Cómo funciona un biodigestor? Al depositar desechos orgánicos, que necesariamente deben estar en estado anaeróbico, las bacterias metanogénicas, llamadas así por que producen gas metano, consumen el carbono y el nitrógeno de nuestros desechos y como resultado de esta digestión (fermentación y descomposición) se produce el biogás. Los desechos que sí podemos utilizar en un biodigestor pueden ser: restos vegetales, todos, papeles, restos de césped, cáscaras de vegetales, fideos, papas, restos de comida, excretas humanas y de animales. Los desechos que NO podemos utilizar: desechos de animales; carnes, huesos, grasas, maderas verdes; ramas, troncos, aserrín, viruta. Ya que estos tienen lignina, esto es un grupo de compuestos químicos usados en las paredes celulares de las plantas para crear madera. Al estar las maderas verdes lignificadas resisten el ataque de los microorganismos impidiendo le penetración de las enzimas destructivas en la pared celular. Algunas implicancias positivas para la realización de este proyecto. El ser pioneros en la implementación de esta tecnología significara poder pedir apoyo tanto, logístico como financiero, de las autoridades para su realización. Manejar nuevos conocimientos energéticos que les permitan modificar y mejorar las condiciones de vida de quienes la utilizan. Se podrá tener una independencia de combustibles fósiles convencionales (petróleo). Difundir a través de la experiencia propia el uso de energía limpia y renovable. Los residuos del biogas producen fertilizantes orgánicos mucho mejor que los fertilizantes sintéticos. Además de eliminar de manera limpia e higiénica los desechos orgánicos tanto de animales como de los seres humanos que son causantes de enfermedades. El ahorro de energía tanto en alumbrado público o privado, cocción de alimentos, calefacción, etc. También permite un ahorro en dinero. Los lazos sociales emplazados en la vida comunitaria, podrían tener una cohesión más fuerte, debido a que esta tecnología sólo funciona con la preocupación de quienes la tienen. Esta unión comunitaria permitirá a la los actores y a otros poder optar a otros beneficios que vayan en ayuda de sus necesidades y el cuidado del medio ambiente. La relación hombre/basura puede ser entendida ya no de manera negativa, sino como complementaria. No será necesario ir cada vez más lejos a buscar leña, demás de detener la deforestación. Algunas implicancias negativas El problema climatológico puede ser un factor negativo en la implementación de esta tecnología, la humedad y las bajas temperaturas obligan a construir biodigestores de buena calidad. (Hormigón armado, cemento) La idiosincrasia del chilote puede recibir con recelo la manera en como deberán reestructurar sus rutinas. El alto costo en la implementación de los biodigestores puede jugar también en contra. La dificultad para encontrar las partes y repuestos pueden causar un deterioro en el interés por mantener en funcionamiento los biodigestores. La disponibilidad de las materias primas (alimento del biodigestor) puede ser otro problema al que haya que hacerle frente. Algunas fotos de Biodigestores. Biodigestor de tipo Hindú Biodigestor Chino.