SECCIÓN 2: TENDENCIAS ATMOSFÉRICAS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

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SECCIÓN 2: TENDENCIAS ATMOSFÉRICAS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
DURANTE EL PERÍODO INSTRUMENTAL EN EL CONTEXTO DE LA
VARIABILIDAD NATURAL.
RESPUESTAS AL REVISOR 1:
COMENTARIO GENERAL DEL REVISOR 1:
Este capitulo resume los resultados publicados sobre las tendencias observadas de temperatura y
precipitación esencialmente, y discute su magnitud en el marco de la variabilidad decenal. En el caso
de la precipitación, los autores del informe también han incluido resultados de su propio análisis, dado
que los estudios publicados hasta la fecha cubren aspectos fragmentados y es difícil formarse, a
partir de ellos, una visión general de la evolución de la precipitación en el siglo XX. El capítulo detalla
tanto las tendencias agregadas espacialmente sobre la Península Ibérica como las diferencias
espaciales encontradas en diferentes regiones. El informe presenta como conclusiones principales
que la tendencia en la temperatura y en las variables asociadas a ella, como el rango diario,
presentan una clara tendencia, que es distinguible de la variabilidad decenal, y que además es en
términos generales compatible con las simulaciones con modelos climáticos. Para el caso de la
precipitación, sin embargo, las tendencias parecen ser mucho menos significativas, y la señal de
cambio climático antropogénico aun no puede identificarse con certeza en el marco de las variaciones
aleatorias naturales.
En mi opinión este capitulo contiene una información objetiva, bastante completa, y por tanto útil,
sobre los estudios realizados hasta la fecha de las tendencias de temperatura y precipitación en la
Península Ibérica. La estructura del texto es lógica y me parece estar técnicamente está bien
redactado.
SUGERENCIAS DEL REVISOR 1:
1)
Pagina 23. Línea 14.
El nivel de significación estadística depende en general no solo del valor de la tendencia y del numero
de observaciones disponible, sino también de la formulación de la hipótesis nula, por ejemplo, si la
hipótesis nula asume que los datos proviene de un proceso gaussiano no correlacionado seriamente,
o si se supone que los datos provienen de un proceso no gaussiano con alta correlación serial. Del
texto parece desprenderse que los autores se basan en la primera hipótesis nula, pero este extremo
se debería incluir explícitamente
Respuesta:
El test aplicado a las tendencias de precipitación en el análisis que hemos llevado a cabo es el test
tau no paramétrico de Mann-Kendall, el cual no asume ninguna distribución a priori en los datos (en
particular, no asume que la distribución sea gaussiana). Es cierto que no se tiene en cuenta la
correlación serial (aunque ésta es relativamente baja para medias mensuales y anuales de
precipitación). Esto estaba indicado en la leyenda de la Figura 4, pero no en las demás figuras.
Hemos añadido un pie de página donde se menciona este detalle explícitamente.
2)
Página 50, Línea 23: una referencia sobre la evolución del clima en el último milenio seria
necesaria.
Respuesta: Se ha añadido una referencia al informe del Nacional Research Council.
3)
Página 24, línea 1: las referencias a Crowley y Lowery y a Bradley no son las más recientes
en un tema que se ha desarrollado muy rápidamente en los últimos anos. A mi entender la posición
más extendida, y representada en el último informe del IPCC y en el informe de la National Research
Council en USA, es que las temperaturas de finales del siglo XX podrían ser las más altas del mileno,
aunque las incertidumbres son todavía grandes, sobre todo en lo que se refiere a la primera mitad del
milenio. Referidas a las temperaturas medias del siglo XX , la afirmación en el texto no es correcta.
Respuesta: Se han añadido referencias más recientes (Luterbacher et al., 2004; Osborn and Briffa,
2006). Se ha añadido la visión representada en el último informe del IPCC y el NRC. Sin embargo,
queremos señalar que el texto original no hacia referencia a las temperaturas medias del siglo XX,
sino a las observadas desde mediados del siglo XX.
4) Página 24, Línea 2: No estaría de acuerdo en que se han determinado grandes cambios en la
circulación oceánica y atmosférica en el MWP y LIA. Hay trabajos recientes, por ejemplo Trouet et al
(Science2009), que parecen indicarlo, pero no se trata de un consenso generalizado. Sobre la
circulación oceánica la información es aun más puntual, y creo que solo existe un trabajo sobre el
estado de la corriente del Golfo en el último milenio (Lund et al, Nature, 2006), que los autores
cuantifican en una disminución del 10%. En cualquier caso, seria conveniente complementar las
afirmaciones del texto con referencias.
Respuesta: De acuerdo. Se ha matizado el texto y añadido las referencias.
5) Página 24, Línea 7: La señal antropogénica en la temperatura ha sido detectada solo en las
últimas décadas del siglo XX y no a lo largo del siglo XX. De hecho el calentamiento inicial en el siglo
XX, hasta aproximadamente 1940 ha sido atribuido explícitamente a variabilidad natural (ver, por
ejemplo, Stott et al. , Science 2000)
Respuesta: De acuerdo. Se ha corregido el texto.
6) Página 24, Línea 18: El comportamiento observado de DTR es más complicado de lo que los
autores parecen resumen aquí. El DTR apenas muestra tendencia en las últimas décadas, y si acaso
esta tendencia es positiva, en contradicción a lo que cabria esperar del 'calentamiento climático'. La
causa es, claro está, el efecto de la disminución de los aerosoles troposféricos en los últimos años,
pero este efecto no está incluido dentro del concepto 'calentamiento global'. Este expresión es
también muy ambigua, pudiendo tanto expresar el calentamiento por efecto de los gases de
invernadero antropogénico como por posible aumento de la actividad solar. El afecto de estos dos
agentes sobre el DTR es opuesto uno del otro.
Respuesta:
Creemos que el texto no está en contradicción con lo que dice el revisor ya que, en la última frase del
párrafo, se menciona que a nivel global y durante el periodo reciente apenas hay diferencias entre las
tendencias de las Tmax y Tmin (tendencia del DRT positiva pero muy pequeña). La frase se ha
modificado para dejarlo más claro. En cuanto a las posibles explicaciones, preferimos no
mencionarlas ya que, de hecho, no se conocen bien (IPCC 2007). Además del efecto de los
aerosoles hay que tener en cuenta posibles efectos relacionados con cambios en la cubierta de
nubes, humedad del suelo, etc.
7) Página 50, línea 24. El aumento de la temperatura media global no tiene por que necesariamente
tener como consecuencia un cambio en la circulación atmosférica. Es más bien el cambio en el
gradiente meridional de temperatura lo que puede conllevar una reorganización de la circulación
atmosférica. Las simulaciones del clima para el siglo XXI parecen estar de acuerdo, en general, de
que la circulación a latitudes medias y que la célula de Hadley tropical podrían intensificarse. No
todos los modelos del IPCC, sin embargo, simulan este tipo de cambios en el futuro.
Respuesta:
De acuerdo. Se ha suprimido “cambio en la circulación atmosférica”.
8) Página 51, línea 25. No conozco ningún trabajo que demuestra que las erupciones volcánicas o
cambios en la irradiancia solar puedan producir cambios en la precipitación. Si estos trabajos existen
deberían ser citados aquí. La razón por la que el efecto de los agentes antropogénicos en la
precipitación es más difícil de detectar, es sin embargo, otra diferente de la que los autores aducen
aquí: la precipitación global está determinada fuertemente por consideración energéticas en la
atmósfera. En el caso del aumento de los gases de invernadero, hay dos factores principales, que se
oponen uno al otro: por un lado al aumento de la evaporación, que tendería a reforzar la precipitación:
por otro el aumento de la capacidad radiativa infrarroja de la atmósfera, que tiende a reducir la
precipitación (ver por ejemplo, Allen e Ingram , Nature, 2002).
Respuesta:
No estamos de acuerdo con el revisor , ya que el propio artículo de Allen e Ingram mencionado por el
revisor sugiere que la precipitación global responde a cambios en el forzamiento externo natural
(solar + volcánico). Otros dos trabajos, Spencer et al. (1998) y Trenberth et al. (2002) demuestran
que la erupción del Pinatubo causó disminuciones de la precipitación.
Además, el argumento energético mencionado por el revisor solamente es relevante para la
precipitación global, la cual está dominada por la precipitación tropical y la cual tiende a aumentar
como respuesta al calentamiento antropogénico (si bien a un ritmo inferior que el de la disponibilidad
de vapor de agua en la atmosfera, efectivamente). Sin embargo, nuestra frase en cuestión se refiere
a la precipitación en la región mediterránea, de la cual se anticipa una reducción. De todos modos
hemos añadido un pie de página con el argumento energético referido a la precipitación global.
9) Página 52, nota 18 a pie de página. Me parece que la mención a un programa particular (Climatol
2.) para la homogeneización de series no es adecuada en un informe de este tipo, ya que existen
muchos tipos de software accesibles. Si se considera necesario, se podría describir el método en el
que se basa este software.
Respuesta:
El objetivo del informe es también dar visibilidad a los trabajos de investigadores españoles. En ese
sentido nos parece adecuado mencionado el programa CLIMATOL, aún y cuando existan otros tipos
de software similares.
10) Página 55, línea 4. Sobre el método de establecer la significación de las tendencias, se debería
añadir que en el marco de la hipótesis nula se han considerado las muestras como independientes,
es decir, no se ha considerado la correlación serial.
Respuesta: corregido.
11) Página 56, línea 14: qué decenio?
Respuesta: corregido.
12) Página 56, nota a pie de página: 'En el tercio este.. la correlación..' que correlación?
Respuesta: corregido.
13) Página 58, nota a pie de pagina. '.estadísticamente ..' Los autores quieren decir ' en promedio'
Respuesta: corregido.
14) Figura 1. Aunque no es imprescindible, se mejoraría la legibilidad de la figura se incluyeran las
leyendas verano, invierno, primavera, otoño, anual en la figura misma, así como las unidades.
Respuesta: corregido.
Referencias:
-
Allen, M. R., and W. J. Ingram (2002), Constraints on future changes in climate and the hydrologic cycle,
Nature, 419, 224-232.
Spencer, R.W., F.J. LaFontaine, T. DeFelice, and F.J. Wentz, 1998: Tropical Oceanic Precipitation
Changes after the 1991 Pinatubo Eruption. J. Atmos. Sci., 55, 1707-1713.
Trenberth, K. E., and A. Dai (2007), Effects of Mount Pinatubo volcanic eruption on the hydrological
cycle as an analog of geoengineering, Geophys. Res. Lett., 34, L15702, doi:10.1029/2007GL030524.
SUGERENCIAS DEL REVISOR 2:
COMENTARIO GENERAL DEL REVISOR 2:
El capítulo me ha parecido muy interesante y el trabajo de los coordinadores excelente. Me ha
gustado especialmente la sección dedicada a la precipitación, en la cual los autores consiguen ilustrar
de forma muy clara las dificultades inherentes a la gran variabilidad interna de esta variable y la
longitud reducida del registro observacional. De esta forma, los autores consiguen compilar de forma
coherente los resultados de un gran número de estudios que a primera vista podrían parecer
contradictorios entre sí.
Como única sugerencia, creo que podría ser interesante añadir contexto a los resultados
observacionales comparando éstos, aunque fuera brevemente, con las predicciones de los modelos
climáticos globales y regionales (aunque éstas últimas se discutan en más detalle en otro capítulo, al
que se podría referenciar). Por ejemplo, en la sección dedicada a la temperatura se comparan los
cambios observados en la PI con la predicción del IPCC para el aumento de temperatura a nivel
global. Sin embargo, en las propias simulaciones de los modelos climáticos usados en el IPCC el
calentamiento tiene una estructura definida (aunque no todos sus aspectos sean robustos). Por ello,
pienso que sería relevante discutir si el mayor calentamiento observado en la península es
consistente con la estructura de calentamiento predicha por los modelos climáticos, en vez de
comparar sólo con la predicción de calentamiento global. Del mismo modo, la sección dedicada a la
precipitación ilustra claramente las dificultades de atribución debidas a la longitud reducida del
registro de precipitación. Sería interesante comentar si los modelos tienen algún grado de
consistencia entre sí, si son capaces de reproducir la estructura mostrada en la Fig. 3 y si pueden
aportar algo a la discusión.
Respuesta:
Las comparaciones propuestas por el revisor son muy interesantes pero una comparación exhaustiva
con todos los modelos usados en el informe del IPCC queda fuera del alcance de este informe (por lo
menos en estos momentos). Sin embargo hemos analizado unos cuantos modelos que nos han
permitido añadir un párrafo al final del apartado “Resumen y Conclusiones” en el que se comenta
someramente el acuerdo entre modelos y observaciones. También se han incluido cuatro figuras
suplementarias que muestran que:
1: en los modelos analizados, la respuesta de la precipitación al forzamiento antropogénico no se
detecta claramente hasta bien entrado el siglo XXI, incluso en aquellos que muestran una disminución
mas importante de la precipitación en la región mediterránea.
2:los modelos climáticos no reproducen (en general) el patrón de tendencias negativas de
precipitación sobre la región mediterránea y la PI.
3: (casi) todos los modelos reproducen cualitativamente el calentamiento observado a lo largo del
siglo XX en la PI.
4: los modelos tienden a subestimar el aumento de temperatura en las últimas décadas en la PI
Algunos comentarios menores.
1) La frase 'En relación al ritmo...' (p46, l17) es confusa. Sustituir 'En relación al' por 'En comparación
con'
Respuesta: corregido.
2) La Fig. 1 no parece ser referenciada explícitamente en el texto
Respuesta: corregido
3) La nota al pie de página 21 acaba referenciando otra nota a pie de página (3). ¿Se refiere esta
nota a otro capítulo?
Respuesta: Se refería a otra nota al pie de página (ahora el número 4) donde se describe la
base de datos a la cual se hace alusión en la nota en cuestión. Pensamos que queda claro.
4) P56, l 16 and ff. La discusión es confusa/ambigua. Lo que yo interpreto de ella es que, al incluir la
primera mitad del siglo en los datos de CRU3, aparece más clara la tendencia decreciente en la
precipitación. Sin embargo, la inspección de la Fig. 3 sugiere lo contrario y los valores tabulados para
la primera mitad del siglo son comparables a los más recientes, por lo que no parece que haya
ninguna tendencia, si acaso sólo indicaría que las décadas 1960-1970 fueron anómalas. ¿Estoy
leyendo correctamente el texto?
Respuesta: El texto donde se decía “Esta impresión se confirmaría si” era efectivamente
ambiguo, aunque después la ambigüedad desaparecía al añadir “… indicaría que las tres
primeras décadas fueron igual de secas que las dos más recientes”. De todos modos todo el
texto se ha cambiado (ya que al actualizar la base de datos hasta el 2008 y añadir casi una
década completa se han introducido unos ligeros cambios) y la frase ambigua se ha quitado.
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