Reflexiones sobre diez problemas de Filosofía de la Historia Moisés Alberto Saldaña Martínez Colegio de Historia y Estudios de Humanidades Facultad de Filosofía y Letras/UANL Cuando se aborda al pasado como objeto de estudio a través de la Historia siempre se parte de diversos presupuestos, generalmente implícitos, sobre dicho objeto de estudio. En ocasiones, el investigador o docente de Historia no es plenamente conciente de las nociones ontológicas o epistemológicas que subyacen en su abordaje del pasado. Se trata de posiciones filosóficas, no verificables, extracientíficas y muchas veces especulativas, pero que es prácticamente imposible omitir. Incluso si se pretende negar a dichas nociones, se incurre en alguna de ellas; como afirmaba Aristóteles: “¿Hay que filosofar? Filosofemos […] ¿No hay que filosofar? Filosofemos”1. Expuesto lo anterior, se pone de relieve la importancia de la reflexión filosófica sobre el pasado y el estudio de ésta disciplina. Por Filosofía de la Historia se puede entender a una filosofía especulativa del acontecer, a la reflexión sobre el sentido (si lo hay), motor, inteligibilidad y significado del devenir histórico en su totalidad. De igual modo, la fundamentación epistemológica del conocimiento histórico se deriva de una posición filosófica específica. Partiendo de esta conceptualización, en el presente trabajo se esbozarán algunas de las soluciones o posturas planteadas ante diez problemas de Filosofía de la Historia, mismos que subyacen siempre como orientación de base en todos los estudios históricos. Dichos problemas y sus respectivas soluciones son los siguientes: 1) sentido de la Historia (teleologismo o mecanicismo), 2) ordinabilidad de los hechos (orden o caos), 3) dirección de la Historia (progreso o degradación), 4) impulso del devenir (motor o azar), 5) categorización del pasado (universalismo o particularismo), 6) acción humana (libertad o determinismo), 7) sujetos de la Historia (colectivos o individuales), 8) temporalidad (sagrada o profana, cíclica o lineal), 9) verdad 1 Citado por Fatone, Vicente (1969). Lógica e introducción a la Filosofía. Buenos Aires: Kapelusz; p. 254. histórica (objetivismo o relativismo) y 10) valoración (neutralidad axiológica o juicio moral). 1) Sentido de la Historia El primer problema que se abordará es el del sentido de la Historia. Dicha cuestión se puede formular bajo los siguientes términos: ¿existe una orientación, dirección, sentido o propósito de los cambios históricos, cósmicos y humanos? Es decir: ¿la Historia se encauza hacia algún rumbo o sencillamente es una sucesión de hechos circunstanciales? Ante este problema se pueden adoptar, cuando menos, dos grandes posiciones antagónicas; a saber: a. Desde el Teleologismo se considera que el devenir histórico está orientado hacia una finalidad inteligible, establecida por ley natural o por voluntad sobrenatural. Siguiendo esta perspectiva, todos los hechos son necesarios (inevitables) y no existe el azar, lo fortuito o la incertidumbre, sino la aportación de cada acontecimiento a un proceso global metahistórico2. Por ejemplo, Kant afirmaba que Se puede considerar la Historia de la especie humana en su conjunto como la ejecución de un secreto plan de la Naturaleza, para la realización de una constitución estatal interiormente perfecta, y, con este fin, también exteriormente, como el único estado en que aquella puede desenvolver plenamente todas las disposiciones de la humanidad3. b. Para el Mecanicismo el acontecer histórico obedece a la ley causal natural, es decir, los hechos se suceden entre sí vinculándose únicamente mediante la causalidad. Según esta postura, todos los acontecimientos son contingentes (pudieron no ser o ser de otro modo) y existe el azar (la incertidumbre, la impredictibilidad o el carácter no inteligible del rumbo que siguen los acontecimientos), pues no hay un orden preestablecido para 2 Cf. García Tuduri, Mercedes y Rosaura (1984). Introducción a la Filosofía. México: Compañía General de Ediciones; pp. 115-116. 3 Kant, Emmanuel (1979). Filosofía de la Historia. México: Fondo de Cultura Económica; p. 57. el curso del devenir 4 . Al respecto, el filósofo británico Bertrand Russell afirmaba que “La Historia del mundo es la suma de aquello que hubiera sido evitable”5. 2) Ordinabilidad de los hechos El segundo problema que se analizará es el de la posibilidad de asignar o reconocer un orden inherente en los hechos históricos. Esta reflexión se fundamenta en la siguiente pregunta: ¿los acontecimientos históricos poseen un orden intrínseco o su ordenamiento es sólo una construcción del sujeto? Al respecto, se pueden adoptar al menos las dos posiciones que enseguida se enuncian: a. Se puede afirmar que existe un Orden inherente (armonía, ordenamiento e inteligibilidad) en el conjunto de los hechos históricos. Se plantea que los acontecimientos humanos se vinculan de forma articulada tal como ocurre con todos los demás sucesos del universo. Así, se presupone que el pasado es racional y plenamente cognoscible; sólo basta con descubrir su propio orden. b. Puede creerse en el carácter Caótico (desordenado) de los hechos pasados, los cuales se manifiestan como dispersos y desvinculados. Desde esta perspectiva, no hay un sentido inherente en los acontecimientos, sino que éstos pueden de hecho ser absurdos e incomprensibles, imposibles de ajustar en un orden coherente y racional. Por ejemplo, en relación con esta noción, el historiador francés François Guizot afirmaba que “Nada falsifica más a la historia que la lógica”6. 4 Cf. García Tuduri, M. y R. (1984). Op. cit.; pp. 114-115. Citado en Frasespedia. Frases y citas. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://www.frasespedia.com/frases-de-historia-de-bertrand-russell/ 6 Citado por Szasz, Ferenc M. Quotations about History; p. 5. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://www.williamcronon.net/handouts/szasz_history_quotations.pdf 5 3) Dirección de la Historia El tercer problema se puede enunciar bajo la pregunta: si existe una orientación general en los hechos históricos, ¿implica esa tendencia un mejoramiento o una degradación? Con respecto a esta problemática, se pueden adoptar dos grandes posiciones; a saber: a. Cuando se afirma la existencia del Progreso, se plantea que los cambios históricos en su conjunto se orientan hacia un mejoramiento constante en todos los ámbitos de la realidad natural y humana. Así, el filósofo Herbert Spencer afirmaba que “El progreso no es un accidente, es una necesidad, una parte de la naturaleza”7, mientras que Hegel sostenía que “La Historia es un conjunto de fases, de épocas históricas concretas, que se van sucediendo dialécticamente en un progresivo avance de realización de la idea de la libertad a través del Estado”8. b. Se puede creer que la tendencia es una Degradación, al sostener que el devenir se encamina hacia una degeneración o declive en el mundo natural y social; desde esta posición, todo es cada vez peor. Cicerón, por ejemplo, añoraba los tiempos 7 Citado por Harris, Marvin (2008). El desarrollo de la teoría antropológica. Una historia de las teorías de la cultura. Madrid: Siglo XXI; p. 107. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://books.google.com.mx/books?id=INDC87ibTOkC&pg=PA107&lpg=PA107&dq=El+progres o+no+es+un+accidente,+es+una+necesidad,+una+parte+de+la+naturaleza+spencer&source=b l&ots=GsYom6L39V&sig=Z7RPetEiROoxZ2HAi2FbSlflZFI&hl=es419&sa=X&ei=9m5rUbDxD4zQqwG6qIHgDg&ved=0CFsQ6AEwCA#v=onepage&q=El%20prog reso%20no%20es%20un%20accidente%2C%20es%20una%20necesidad%2C%20una%20par te%20de%20la%20naturaleza%20spencer&f=false 8 Citado por Chávez Calderón, Pedro (2004). Historia de las doctrinas filosóficas. México: Pearson; p. 158. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://books.google.com.mx/books?id=wRk237tfPG4C&pg=PA158&lpg=PA158&dq=La+Historia +es+un+conjunto+de+fases,+de+%C3%A9pocas+hist%C3%B3ricas+concretas,+que+se+van+ sucediendo+dial%C3%A9cticamente+en+un+progresivo+avance+de+realizaci%C3%B3n+de+l a+idea+de+la+libertad+a+trav%C3%A9s+del+Estado&source=bl&ots=qndPoq1eM&sig=mGdVw-18VAo1udu0IXmsjIsfeZA&hl=es-419&sa=X&ei=ym9rUeb5L8YqwGfs4CgCQ&ved=0CDoQ6AEwAg#v=onepage&q=La%20Historia%20es%20un%20conjunt o%20de%20fases%2C%20de%20%C3%A9pocas%20hist%C3%B3ricas%20concretas%2C%2 0que%20se%20van%20sucediendo%20dial%C3%A9cticamente%20en%20un%20progresivo% 20avance%20de%20realizaci%C3%B3n%20de%20la%20idea%20de%20la%20libertad%20a% 20trav%C3%A9s%20del%20Estado&f=false pasados al exclamar: “O tempora! O mores!” 9 . Por su parte, Nietzsche apuntaba que La humanidad no representa un desarrollo entre los mejores hacia algo más fuerte, más elevado, como se piensa actualmente. El progreso es sólo una idea moderna, es decir, una idea falsa. En su valor el europeo de hoy queda muy atrás comparado con el europeo del Renacimiento. Desenvolverse no significa en absoluto elevarse necesariamente, sobrepasarse, fortificarse10. 4) Impulso del devenir El problema del impulso del devenir puede enunciarse en los siguientes términos: ¿existe un mecanismo que rija todos los cambios en el mundo y los encauce en algún sentido, o simplemente los acontecimientos se suceden circunstancialmente? Ante este problema, se pueden plantear dos nociones: a. La idea de que existe un Motor, un mecanismo inteligible que genera los cambios históricos (Dios, la lucha, la armonía natural). Desde esta postura todos los acontecimientos obedecen a una lógica que genera su transformación. Por ejemplo, Hegel afirmaba que “La historia del mundo no es otra que la del progreso de la conciencia de la libertad”11. b. Puede sostenerse que lo que rige los cambios es el Azar (lo fortuito, la incertidumbre), es decir, que los hechos históricos simplemente ocurren por el paso del tiempo; no hay un motor específico que impulse sus cambios en algún sentido; así, todos los hechos son fortuitos, circunstanciales y sólo producto de su 9 Cicerón. Primera Catilinaria. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://www.thelatinlibrary.com/cicero/cat1.shtml 10 Nietzsche, Friedrich (1999). El Anticristo. Ensayo de una crítica del Cristianismo. Ed. elapeh.com; pp. 12-13. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://www.seminariodefilosofiadelderecho.com/BIBLIOTECA/N/anticristo.pdf 11 Citado por Aguiló Bonet, Antoni Jesús (2010). “Hacia una nueva Filosofía de la Historia. Una revisión crítica de la idea de progreso a la luz de la epistemología del Sur”, en Aposta. Revista de Ciencias Sociales. Nº 47, Octubre, Noviembre y Diciembre; p. 10. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://www.apostadigital.com/revistav3/hemeroteca/ajbonet2.pdf causa inmediata. Al respecto, Nietzsche señalaba que “Aquí y allá hay alguien que se entretiene con nosotros, el amable azar. En ocasiones nos lleva de la mano y la más sabia Providencia no podría imaginar música más bella que la que entonces arranca nuestra loca mano”12. 5) Categorización del pasado Este problema apunta hacia un debate epistemológico muy antiguo: la validez de los conceptos universales o generales. La cuestión puede expresarse en términos de la siguiente pregunta: ¿cuán válido es recurrir a categorías generales para agrupar o clasificar hechos históricos, por sí mismos particulares, únicos e irrepetibles? Como en los demás casos, existen cuando menos dos posiciones ante este problema: a. El Universalismo que consiste en afirmar que los hechos históricos son agrupables en categorías generales significativas. De igual modo, puede creerse que existen leyes del desarrollo histórico y conceptos universales para la clasificación de los hechos. Uno de los fundamentos de esta noción es el principio aristotélico que afirma que “no hay ciencia de lo particular como particular”13. b. El Particularismo es la posición según la cual todo acontecimiento histórico fue absolutamente individual, ubicado en su espacialidad y temporalidad. Por lo tanto, no son válidas las categorías generales para clasificar hechos, pues éstos fueron concretos e irrepetibles; la historia es un saber sui generis que se 12 Nietzsche, Friedrich (2002). La Gaya ciencia. México: Editores Mexicanos Unidos; p. 205. Citado por Caso, Antonio (1999). “El concepto de la Historia universal”, en Álvaro Matute. Pensamiento historiográfico mexicano del siglo XX. La desintegración del Positivismo (19111935). México: Fondo de Cultura Económica / Universidad Nacional Autónoma de México; pp. 115-169. 13 ocupa sólo de lo particular14. Paul Valéry afirmaba al respecto que “La historia es la ciencia de lo que nunca sucede dos veces”15. 6) Acción humana Este problema radica en el antiguo debate filosófico sobre el fundamento de las acciones humanas; a saber: ¿el ser humano es un agente libre de la Historia o es un actor determinado por las circunstancias, por causas o por algún otro factor irresistible? En otras palabras: ¿el ser humano se autodetermina o es determinado? Al respecto, pueden adoptarse cuando menos dos posiciones antagónicas: a. Se puede sostener la Libertad, afirmando que el ser humano posee libre albedrío, en un marco de posibilidades, que elige en función de motivaciones y recibe influencias de las circunstancias16. El hombre es un agente social activo, que traza el curso del devenir según sus decisiones. La libertad puede concebirse al menos como: don divino, postulado de la moral, autodeterminación, estructura existencial, conocimiento suficiente y presupuesto 17 . Maquiavelo, en defensa del libre albedrío, escribió: “Acepto por cierto que la fortuna sea juez de la mitad de nuestras acciones, pero que nos deja gobernar la otra mitad, o poco menos”18. b. Según el Determinismo, dado que el hombre es sólo una parte más de la naturaleza, obedece como toda ésta a causas necesarias y forzosas que determinan la acción humana en un sentido específico. El ser humano es un actor social, que 14 Cf. Idem. Citado en Mundocitas. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://www.mundocitas.com/buscador/Historia/2 16 Cf. Léonard, André (1997). El fundamento de la moral. Ensayo de ética filosófica general. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos; pp. 17-54. 17 Cf. Honer, Stanley M. y Thomas C. Hunt (1990). Invitación a la Filosofía. México: Diana; pp. 45-66. 18 Citado por Bobbio, Norberto (2002). La teoria de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político. México: Fondo de Cultura Económica; p. 70. 15 presenta una conducta condicionada por factores genéticos, ambientales o socioculturales, entre otros. Si el factor determinante es trascendente, se habla de predestinación, fatalismo o destino 19 . Una de las más famosas afirmaciones deterministas es con la que Marx inició El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte: Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos20. 7) Sujetos de la historia El séptimo problema se deriva del problema sobre la universalidad y particularidad, referido específicamente a los sujetos históricos. Esta reflexión se puede fundamentar en la pregunta: ¿los agentes históricos son los individuos o los grupos? Y, derivado de lo anterior: ¿cuáles son los sujetos que debe estudiar el historiador: personas o colectividades? Las dos posiciones ante este problema son las siguientes: a. Se puede plantear que los sujetos son Colectivos, que la Historia la forjan los grupos (clases sociales, instituciones, naciones, Estados, etnias, civilizaciones, culturas, la humanidad en su totalidad, etc.) y los cambios se manifiestan en procesos de largo plazo (procesos, estructuras, mentalidades, entre otros). b. Pueden destacarse los sujetos Individuales al sostener que el devenir histórico lo encauzan las personas concretas, los grandes hombres, las personalidades destacadas, que inciden sobre los demás miembros de la sociedad, debido a su posición de poder, carisma, 19 prestigio, conocimiento o heroísmo, entre otras Cf. Honer, S. M. y T. C. Hunt (1990). Op. Cit.; pp. 45-66. Marx, Karl (2004). “El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte”, en Páginas escogidas. México: Grupo Editorial Tomo; p. 155. 20 cualidades. Al respecto, el filósofo Karl Popper afirmaba que “No existe una historia de la humanidad, sólo hay un indefinido número de historias de todo tipo sobre aspectos de la vida humana” 21 . Asimismo, el historiador Thomas Carlyle apuntaba que “La historia es la esencia de innumerables biografías”22. 8) Temporalidad El tiempo es una de las variables históricas que otorgan precisión y especificidad al estudio del acontecer; no obstante, existen cuando menos cuatro formas de concebir a la temporalidad, como se expone a continuación: a. Tiempo sagrado: es pancrónico y anacrónico a la vez; extrahistórico, ubicado in illo tempore; propio de las narraciones míticas. Se vincula con lo eterno, lo permanente y lo trascendente. Es heterogéneo (tiempo fasto y nefasto, por ejemplo)23. b. Tiempo profano: es en el que transcurren los hechos cotidianos de la humanidad; es el devenir mismo en que se despliegan los acontecimientos históricos. Es naturalista, inmanente y homogéneo. Objetivamente, es una propiedad del universo material, dada por el movimiento; subjetivamente, la percepción humana sobre él puede diferir24. Citado por Güemes, César (2002). “Karl Popper se manifiesta en su obra como escéptico pertinaz”, en La Jornada. Domingo 28 de julio. [En línea; consultado el 15 de abril de 2013]. URL: http://www.jornada.unam.mx/2002/07/28/05an1cul.php?origen=cultura.html 22 Citado por Suárez, Ada (1988). El género biográfico en la obra de Eugenio D’Ors. Barcelona: Anthropos Editorial del Hombre; p. 215. [En línea; consultado el 15 de abril de 2013]. URL: http://books.google.com.mx/books?id=t_tOszniQ8C&pg=PA215&lpg=PA215&dq=carlyle+La+historia+es+la+esencia+de+innumerables+biogra f%C3%ADas&source=bl&ots=2LsUQNCY2X&sig=6lnUlPs12hEkZUGpKd9Doktxf7Q&hl=es419&sa=X&ei=C2hsUYfpBTW2AWL7oGIDQ&ved=0CEwQ6AEwBg#v=onepage&q=carlyle%20La%20historia%20es%20la %20esencia%20de%20innumerables%20biograf%C3%ADas&f=false 23 Cf. Eliade, Mircea (2004). Tratado de historia de las religiones. México: Era; p. 346-365. 24 Cf. Idem. 21 c. Tiempo cíclico: implica el eterno retorno a lo pasado, la repetición incesante de lo ya acontecido; su esquema es el círculo; puede ser sagrado (eras prehispánicas, calendarios litúrgicos y rituales) o profano (ciclo de regímenes políticos, de las estaciones y etapas agrícolas, de las culturas o civilizaciones). Fray Bernardino de Sahagún en su Historia general de las cosas de la Nueva España, apuntó el siguiente proverbio prehispánico que refleja la antigua noción del tiempo cíclico: Otra vez será así, otra vez así estarán las cosas, en algún tiempo, en algún lugar. Lo que se hacía hace mucho tiempo y ya no se hace, otra vez se hará, otra vez así será, como fue en lejanos tiempos: ellos, los que ahora viven, otra vez vivirán, serán25. d. Tiempo lineal: consiste en la noción del devenir como constante cambio y novedad; los hechos jamás se repiten, sino que siempre son distintos; su modelo es la línea recta (vertical ascendente u horizontal de izquierda a derecha). Puede ser sagrado (tiempo cristiano) o profano (noción científica moderna: flecha del tiempo; irreversibilidad del tiempo)26. 9) Verdad histórica Este es un problema epistemológico fundamental en todas las ciencias, pero de manera particular en la Historia, por las particularidades del objeto de estudio (el pasado, ya inexistente). Esta cuestión puede enunciarse en los siguientes términos: ¿es posible desarrollar un conocimiento histórico objetivo o siempre es una construcción del sujeto? Al respecto, existen dos posiciones polarizadas (entre las cuales, no obstante, existen puntos conciliatorios y combinaciones) que son las siguientes: 25 SAHAGÚN, Bernardino de (1992). Historia General de las Cosas de la Nueva España. México: Porrúa; p. 764. 26 Cf. Rago A., Héctor. Reflexiones temporales del tiempo del mito al tiempo matemático. [En línea; consultado el 15 de abril de 2013]. URL: http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/16772/1/reflextemporales.pdf a. Objetivismo, el cual considera que es posible acceder a un conocimiento verdadero sobre el pasado. Algunas de las posturas que sostienen la cientificidad de la Historia defienden esta posibilidad (positivismo, historia diplomática, materialismo histórico, etc.). En concordancia con esta perspectiva, el historiador alemán Leopold von Ranke afirmaba: “solamente quiero mostrar lo que realmente ha sucedido”27. b. Relativismo, que concibe al saber histórico siempre como una interpretación, pues el sujeto reconstruye los hechos, pero su sentido original (si acaso existió sólo uno) no permanece incólume, sino que se modifica por una asignación de significado. El conocimiento histórico sólo es válido, mas no verdadero28. 10) Valoración El décimo y último problema que se plantea en este ensayo es el de la validez o invalidez de incorporar juicios de valor en el conocimiento histórico. Esta problemática se fundamenta en las preguntas: ¿es válido juzgar moralmente al pasado? Y si es así, ¿con qué criterios o valores deberá juzgarse? En torno a este dilema existen dos posiciones antagónicas: a. Neutralidad axiológica, al sostener que los hechos pasados no deben ser juzgados moralmente. Existen varias justificaciones para esta posición: que la moral es extracientífica, que el pasado per se es amoral, que es imposible juzgar sin incurrir en anacronismos, etc29. 27 Citado por Florescano, Enrique (2002). Historia de las historias de la nación mexicana. México: Taurus; p. 432. 28 Cf. Rodríguez Corral, Javier (2007). “Postmodernismo o relativismo metáfisico en la filosofía de la historia”, en Memoria y Civilización. Núm. 10. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra; pp. 93-114. [En línea; consultado el 15 de abril de 2013]. URL: http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/17761/1/35236184.pdf 29 Cf. Matute, Álvaro (1974). La teoría de la Historia en México (1940-1973). México: SepSetentas; pp. 7-28. b. Juicio moral, al admitir que todos los hechos humanos tienen y han tenido carga moral, y todos los hombres realizamos valoraciones axiológicas, con mayor razón al tratarse de otros humanos. El juicio moral subyace en la interpretación histórica; el dilema es con qué valores juzgar (¿los de la época pasada?, ¿los de la época actual?, ¿es posible juzgar realmente a partir de los valores y criterios de otra época?, ¿en qué medida se tergiversa la interpretación de los hechos si se juzga al pasado con valores actuales?)30. Consideraciones finales La intención del presente ensayo ha sido invitar a la reflexión en torno a algunos de los problemas filosóficos básicos que subyacen en la interpretación histórica, pero que no suelen hacerse explícitos ni fundamentarse o definirse con precisión. Más allá de modas intelectuales, el historiador (investigador, docente, estudiante, aficionado, etc.), puede y debe adoptar una posición ontoepistemológica, sustentándose en argumentos. Si bien es cierto que las perspectivas polarizadas pueden sesgar los estudios históricos (tanto la visión radicalmente particularista-empirista, como la marcadamente universalista-holística), ello no significa que la Historia pueda renunciar a la reflexión filosófica, pues ésta proporciona las categorías y fundamentos interpretativos esenciales para el abordaje del pasado. Fuentes Aguiló Bonet, Antoni Jesús (2010). “Hacia una nueva Filosofía de la Historia. Una revisión crítica de la idea de progreso a la luz de la epistemología del Sur”, en Aposta. Revista de Ciencias Sociales. Nº 47, Octubre, Noviembre y Diciembre; p. 10. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://www.apostadigital.com/revistav3/hemeroteca/ajbonet2.pdf Bobbio, Norberto (2002). La teoria de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político. México: Fondo de Cultura Económica. 30 Cf. Idem. Caso, Antonio (1999). “El concepto de la Historia universal”, en Álvaro Matute. Pensamiento historiográfico mexicano del siglo XX. La desintegración del Positivismo (1911-1935). México: Fondo de Cultura Económica / Universidad Nacional Autónoma de México. Cicerón. Primera Catilinaria. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://www.thelatinlibrary.com/cicero/cat1.shtml Chávez Calderón, Pedro (2004). Historia de las doctrinas filosóficas. México: Pearson; p. 158. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://books.google.com.mx/books?id=wRk237tfPG4C&pg=PA158&lpg =PA158&dq=La+Historia+es+un+conjunto+de+fases,+de+%C3%A9po cas+hist%C3%B3ricas+concretas,+que+se+van+sucediendo+dial%C3 %A9cticamente+en+un+progresivo+avance+de+realizaci%C3%B3n+d e+la+idea+de+la+libertad+a+trav%C3%A9s+del+Estado&source=bl&ot s=qndPoq1eM-&sig=mGdVw-18VAo1udu0IXmsjIsfeZA&hl=es419&sa=X&ei=ym9rUeb5L8YqwGfs4CgCQ&ved=0CDoQ6AEwAg#v=onepage&q=La%20Historia% 20es%20un%20conjunto%20de%20fases%2C%20de%20%C3%A9po cas%20hist%C3%B3ricas%20concretas%2C%20que%20se%20van% 20sucediendo%20dial%C3%A9cticamente%20en%20un%20progresiv o%20avance%20de%20realizaci%C3%B3n%20de%20la%20idea%20 de%20la%20libertad%20a%20trav%C3%A9s%20del%20Estado&f=fal se Eliade, Mircea (2004). Tratado de historia de las religiones. México: Era. Fatone, Vicente (1969). Lógica e introducción a la Filosofía. Buenos Aires: Kapelusz. Florescano, Enrique (2002). Historia de las historias de la nación mexicana. México: Taurus. Frasespedia. Frases y citas. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://www.frasespedia.com/frases-de-historia-de-bertrand-russell/ García Tuduri, Mercedes y Rosaura (1984). Introducción a la Filosofía. México: Compañía General de Ediciones. Güemes, César (2002). “Karl Popper se manifiesta en su obra como escéptico pertinaz”, en La Jornada. Domingo 28 de julio. [En línea; consultado el 15 de abril de 2013]. URL: http://www.jornada.unam.mx/2002/07/28/05an1cul.php?origen=cultura. html Harris, Marvin (2008). El desarrollo de la teoría antropológica. Una historia de las teorías de la cultura. Madrid: Siglo XXI; p. 107. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://books.google.com.mx/books?id=INDC87ibTOkC&pg=PA107&lpg =PA107&dq=El+progreso+no+es+un+accidente,+es+una+necesidad,+ una+parte+de+la+naturaleza+spencer&source=bl&ots=GsYom6L39V& sig=Z7RPetEiROoxZ2HAi2FbSlflZFI&hl=es419&sa=X&ei=9m5rUbDxD4zQqwG6qIHgDg&ved=0CFsQ6AEwCA#v= onepage&q=El%20progreso%20no%20es%20un%20accidente%2C% 20es%20una%20necesidad%2C%20una%20parte%20de%20la%20na turaleza%20spencer&f=false Honer, Stanley M. y Thomas C. Hunt (1990). Invitación a la Filosofía. México: Diana. Kant, Emmanuel (1979). Filosofía de la Historia. México: Fondo de Cultura Económica. Léonard, André (1997). El fundamento de la moral. Ensayo de ética filosófica general. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos. Marx, Karl (2004). “El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte”, en Páginas escogidas. México: Grupo Editorial Tomo. Matute, Álvaro (1974). La teoría de la Historia en México (1940-1973). México: SepSetentas. Mundocitas. [En línea; consultado el 14 de abril http://www.mundocitas.com/buscador/Historia/2 de 2013]. URL: Nietzsche, Friedrich (1999). El Anticristo. Ensayo de una crítica del Cristianismo. Ed. elapeh.com; pp. 12-13. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://www.seminariodefilosofiadelderecho.com/BIBLIOTECA/N/anticris to.pdf ____________ (2002). La Gaya ciencia. México: Editores Mexicanos Unidos. Rago A., Héctor. Reflexiones temporales del tiempo del mito al tiempo matemático. [En línea; consultado el 15 de abril de 2013]. URL: http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/16772/1/reflextemporales .pdf Rodríguez Corral, Javier (2007). “Postmodernismo o relativismo metáfisico en la filosofía de la historia”, en Memoria y Civilización. Núm. 10. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra; pp. 93-114. [En línea; consultado el 15 de abril de 2013]. URL: http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/17761/1/35236184.pdf Sahagún, Bernardino de (1992). Historia General de las Cosas de la Nueva España. México: Porrúa. Suárez, Ada (1988). El género biográfico en la obra de Eugenio D’Ors. Barcelona: Anthropos Editorial del Hombre; p. 215. [En línea; consultado el 15 de abril de 2013]. URL: http://books.google.com.mx/books?id=t_tOszniQ8C&pg=PA215&lpg=PA215&dq=carlyle+La+historia+es+la+esencia+ de+innumerables+biograf%C3%ADas&source=bl&ots=2LsUQNCY2X& sig=6lnUlPs12hEkZUGpKd9Doktxf7Q&hl=es419&sa=X&ei=C2hsUYfpBTW2AWL7oGIDQ&ved=0CEwQ6AEwBg#v=onepage&q=carlyle%20La %20historia%20es%20la%20esencia%20de%20innumerables%20biog raf%C3%ADas&f=false Szasz, Ferenc M. Quotations about History; p. 5. [En línea; consultado el 14 de abril de 2013]. URL: http://www.williamcronon.net/handouts/szasz_history_quotations.pdf