Las Flores en el arte de Aprender Podemos ver a la educación desde un punto de vista lineal, cerrado y fragmentado, basado en la concepción científica de principio de siglo. Seguimos con este pensamiento a pesar de conocer los últimos avances científicos que nos han permitido comprender que cuanto más se fragmenta la realidad, mas se nos escapa su esencia. En este fin de milenio podemos ver a la educación como la posibilidad de acceder al crecimiento integro del ser humano. Entonces queda agregar que el aprendizaje podría ser una forma natural de adquirir conocimiento a través de la experiencia. Como lo hicimos cuando aprendimos a hablar, a caminar, a andar en bicicleta, etc. Quizá uno haya sido consciente de algún método en especial, pero algo sucedía.... entraba el juego del proceso de la experiencia. Había un entorno que nos acompaña ... padres... amigos... un escenario a fin. Mas tarde entramos a un lugar llamado escuela donde aprenderíamos en un aula leyendo un libro o mirando un pizarrón. Y así darnos cuenta, el juego dejaba de formar parte de la maravillosa experiencia de aprender. Así fuimos dejando todo lo interactivo y las posibilidades se fueron achicando. Sabemos que en la educación hay muchas técnicas, pero no debemos olvidarnos de que seguimos siendo nosotros mismo, con nuestras emociones, con nuestra historia de vida; que nuestro ser no cambia por aprender matemática o aprender a andar en bicicleta. pensamos, quizás, que estos dos aprendizajes no requieren el mismo proceso, pues a uno lo podemos ver netamente intelectualmente y al otro puramente físico. Necesitamos darnos cuenta de que los dos son procesos físicos y mentales, requiere de nuestra totalidad. Todos los procesos requieren de nuestra totalidad. Entra en juego la coordinación de la actividad de nuestro sistema nervioso con el fin de conseguir un objetivo. por ejemplo, aprendiendo lengua los alumnos piensa, aprenden, leen, deletrean, activan una determinada combinación de sus sistemas representativos sensoriales. Solemos pensar que los procesos mentales en niños que producen resultados no deseables no corresponden a un aprendizaje correcto. También podemos profundizar y darnos cuenta que no es así, ya que cuando no conseguimos lo que queríamos nos damos cuenta como no hacerlo. Nos puede ir bien en un ciclo de aprendizaje y cuando estamos en otro ciclo, las cosas cambian y creemos que no aprendió porque no llego a los objetivos. La cosa cambiaría si nos diremos cuenta de que algo aprendió. Desde esta lectura el mensaje de una flor se asoma Chusnut Bud, quien nos habla de la capacidad y sabiduría interna. Nos habla de que el alma es capaz de actuar rápida y plenamente en la naturaleza esencial de la experiencia aprendiendo desde una comprensión amorosa las lecciones que nos toca aprender. Nos habla del desarrollo del alma; del error como maestro, porque ello va a formar parte de neustra experiencia de vida y ocultarlo o bloquearlo sería no aprender de una parte nuestra, de nuestra sombra, de lo desconocido de nuestra alma. Sabiendo que ella busca el proceso adecuado para su evolución, para su aprendizaje. No somos simples maquinas que incorporan información. Somos como una crisálida. Dijo Bach: ”Probablemente la lección más grande de nuestra vida sea aprender a ser libres; libres de las circunstancias de nuestro entorno, de otras personalidades, y por sobre todas las cosas libres de nosotros mismos, ya que hasta no lo seamos, seremos incapaces de brindarnos abiertamente y de servir a nuestros semejantes”. De ello nos habla Buttercup, de la certeza, de los logros y éxitos conectados desde el propio centro. De saber que somos más que un cuerpo, que somos libres mas allá de lo que se nos impone. Somos energía de creación en constante evolución. La bella luz interior que nunca se apaga. También nos cuenta Larch del alma que lleva en si la plena confianza de ser quien es. El alma que expande toda su creatividad espontáneamente, ya que se siente parte de la divinidad. Nos habla de la libertad del alma. En esta historia no podemos olvidarnos del maestro, a quien no se prepara para ser el mismo, solo trata de darle información de su materia alumno tratando de llegar a su objetivo propuesto sobre seres a quienes no conoces. Nos convertimos así, en simple marionetas donde la creatividad, nuestro arte mas intimo se aplaca no ser diferente. Nos alimentaron con la idea de que ser diferente era algo raro, debíamos ser como lo que era normal, con lo que se imponía en el momento. Entonces se enseña con el fin de que los alumnos conozcan suficientes conocimientos para seguir con los próximos objetivos propuestos. Se pone el acento en el que se ha de aprender en lugar del como. El aprendizaje no se produce en un único nivel, sino en varios niveles simultáneamente. las creencias y los valores son una parte tan importante del aprendizaje como los procesos cognitivos y el comportamiento. La identidad personal constituye un pilar fundamental como los estímulos del entorno. Cuando no hay juicio de valor se abre el espacio al aprendizaje. Así es cuando dejamos escuchar el alma, donde aprendemos a integrar nuestras partes, conectándonos con todo nuestro potencial, con toda nuestra energía creativa. Empezamos a hablar desde una educación en su totalidad, con una visión espiritual, donde se habla de cuidados anímicos especiales. El maestro tiene acceso al alma del ninfo y desde allí, su tarea es nutrirlo. Un aprendizaje que abarque el proceso de individuación, para tener acceso a su propia esencia, que siempre esta en camino. Pueden existir daños físicos, mentales en una persona, pero su esencia, su parte anímica no esta dañada. Podemos llegar a trascender estas dificultades, tratando de ver quien esta velado tras esos sintomas. El maestro es quien debe acompañar en su camino a este ser. No puede pretender la normalización del niño, él es su propio norma. Ayudarlo a que se haga cargo de su propia esencia, de lo que él quiere ser. Edward Bach con su filosofía y con la creación de un sanador, dio la posibilidad al ser humano del aprendizaje de lecciones de vida, que una vez incorporadas, permiten el crecimiento personal, el avanzar en el proceso evolutivo, eliminando las desarmonías que causan un desequilibrio. Las modificaciones de comportamiento por si mismas, sin la transformación estructural, no aseguran la asimilación de una lección. Lo que determina el cambio es la forma en que se ve el mundo. Las flores son una totalidad y alude a experiencias de aprendizaje comunes a todos los seres humanos, como parte del proceso de evolución. Debemos tomar en cuenta de que cada sujeto debe aprender sus lecciones particulares. Las flores como nuncios, son llaves que abren todas las puertas del alma y la historia de una persona. Hay una lección floral, la de Lady’s Slipper, nos habla del alma que esta incorporada plenamente en el cuerpo. Cuando el ser manifiesta su poder y sus mayores aptitudes en su sendero. También Gentian nos muestra un alma fuerte, vibrante y flexible. Es la que ante un obstáculo encuentra la solución, no el impedimento. Donde el alma desarrolla una fortaleza y confianza en el camino hacia la trascendencia. Acerca de esto Bach decia: ”La acción de estos remedios es elevar nuestras vibraciones y abrir canales para la recepción del Ser Espiritual; para inundar nuestra naturaleza con la virtud particular que necesitamos y borrar los defectos que causan dolor. Son capaces, al igual que la musica hermosa o cualquier otra cosa de elevación gloriosa que nos da inspiración, para elevar nuestra naturaleza interna y acercarnos a nuestras alma, de darnos paz y aliviar nuestro sufrimiento. Curan, no atacan la enfermedad, sino inundando nuestros cuerpos con las vibraciones de nuestra naturaleza superior, en presencia de la cual la enfermedad se disipa como la nieve al sol. No hay curación real a menos que haya un cambio en la perceptiva con la cual el hombre ve el mundo, que da el logro de la paz y de la felicidad interna”. Las flores son virtudes que transforman el defecto que causan los desbordes emocionales, desequilibrios y síntomas del sujeto. Abriendo paso a la luz del conocimiento interno que hay que expanden, conocimiento para transformarla en virtud. Puedo contar historias de algunos de mis alumnos. La primera es la de Pablito, quien llega a mí porque la mama temía que repitiera primer grado. Con Pablito nos fuimos conociendo entre juegos y comencé a entender que él necesitaba organizarse internamente, desde su lugar. Comprendí que no podía unir su adentro y su afuera. En su familia ocurría muchos accidentes automovilísticos o de otra índole. También algo cambio en el entorno familiar.... la legada de su hermanito. Hablando con la mamá acerca de la terapia floral, le prepare Bush Fuchsia. Pablito comenzó a tomarlo con entusiasmo. Como por milagro, a la semana siguiente, me llama la mamá para contarme que no podía creer los cambios que se estaban produciendo. La letra era más legible, tenia más comprensión de lo que estaba aprendiendo, podía expresar sus opiniones, tenia más libertad para expresarse. A partí de allí, su creatividad comenzó a expandirse. Pablito todavía no encontraba como acomodar su tiempo con el tiempo que lo rodeaba. Siguió el tratamiento con Impatient, Zinnia, Chesnud Bud, Madia, Clematis y Shasta Dasy. Donde se comenzó a ver mas organizada toda su energía, sobre todo en la parte psicomotriz y en la lecto escritura y se abrio a la creatividad en los juegos, creaba sus propios juegos. Por ultimo, incorporo Mariposa Lily y a Sunflower para conectarse en lo mas profuno de su ser con sus padres internos, para poder actuar desde allí en un clima de paz y seguridad, afianzando toda su confianza. Otra de las historias cuenta sobre Julieta, quien va a una escuela especial a aprender a abrirse a un mundo lleno de sorpresas. July es una mujercita muy tímida y con ganas de poder decir al mundo lo que piensa. En esta escuela especial les costaba entender que julieta estaba pasando por un proceso critico... la adolescencia. July se escondía detrás de la heladera y otros objetos. Con ella tuve y tengo una relación especial, ya que por sueños me decían que Julieta necesitaba tomar flores. Así hable con su mama y comenzamos un tratamiento. Comenzamos con Larch, Mimulus, Sunflower, Mariposa Lily, Impatient y Cosmos. Empezamos observar mayor confianza, pudiendo hablar mas de lo que le pasaba. Luego, comenzó a tomar Bush Fuchsia y se vieron avances sobre todo en el área de la motricidad fina y la capacidad de comprensión de temas de actualidad. Julieta se encontraba participando activamente con el medio circundante. También tomo Confrey, Larch e Iris, allí comenzó a crear con los colores, descubriéndolos; fue maravilloso. Julieta tuvo la oportunidad de jugar con la esencia Dolphin, conectándose con su parte más vital, con su verdadera niña, siendo cómplice de las vibraciones mas intimas con la divinidad. Se la veía alegre, quizás al sentir que podía acceder a su valioso potencial. En lo más profundo de sí mismo, ella un ser libre. Y fue así, como las flores fueron acompañando su proceso de despegue e integración de sus partes. Comenzó a abrirse a su intuición, y eso fue toda una señal de que ella se estaba conectando con su alma. Julieta ahora baila y lo hace también con otros, aprendiendo a compartir su luz. Hay muchas historias sobre los destellos de las flores en el arte de aprender. Y aquí se abre un camino de amor a la vida. “Una vez que nos damos cuenta de nuestra propia divinidad, el resto es sencillo” Edward Bach. Prof. Adrinan L. Barbato