http://www.bvsde.ops-oms.org/bvsacd/cd49/next.pdf

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Se ha constatado que la información y las medidas de carácter administrativo
y relacionadas con las prácticas de trabajo reducen las lesiones con agujas
hasta en un 80%. Los medios técnicos pueden reducirlas en más del 90%.
La lesión y la infección de Lisa Black podrían haberse evitado mediante el
uso de un sistema de infusión intravenosa sin aguja o una aguja de
reencapuchado automático. Utilizar una aguja suplementaria para irrigar la
vía intravenosa era un riesgo innecesario.
Tendencias mundiales en prevención
En el último decenio ha ido creciendo la importancia concedida a la salud y
la seguridad del personal sanitario, así como la conciencia de que una atención
de salud de calidad depende de un entorno laboral seguro para estos
trabajadores. En el año 2000, casi diez años después de que entrara en vigor
la primera norma sobre Agentes Patógenos de Transmisión Hemática de la
Administración de Salud y Seguridad Ocupacional de los Estados Unidos
de América, el Congreso promulgó la ley de Seguridad y Prevención de las
Lesiones con Agujas, que exige el uso de medios técnicos de reducción de la
exposición, también conocidos como agujas más seguras para prevenir
lesiones. En mayo de 2003, las asociaciones europeas de enfermeras se unieron
para reclamar al Parlamento Europeo medidas que garanticen el acceso a
agujas más seguras, y en 2004 la provincia de Saskatchewan se convirtió en
la primera de Canadá en exigir dichas agujas. A raíz del Programa de
Emergencia del Presidente de los Estados Unidos de América para Combatir
el SIDA (PEPFAR), los proyectos de mejora de la seguridad de las inyecciones
en África están suministrando y utilizando actualmente agujas enfundadas
y retráctiles para proteger al personal sanitario.
El proyecto conjunto de la OMS y el CIE para proteger la salud
del personal sanitario de las lesiones con agujas
En septiembre de 2003, la OMS y el Consejo Internacional de Enfermeras
(CIE) emprendieron un proyecto piloto en tres países, Sudáfrica, Tanzanía
y Viet Nam, para prevenir las infecciones por el VIH y las hepatitis contraídas
por exposición profesional a agentes patógenos de transmisión hemática.
Reconociendo la necesidad de integración de las diversas disciplinas, la OMS
y el CIE se unieron a las asociaciones nacionales de enfermeras, los
profesionales de la salud ocupacional y los ministerios de salud para evaluar
y corregir las lagunas en materia de políticas, aplicar las precauciones
universales (o estándar), informar a los trabajadores y a los gestores de los
sistemas sanitarios, preparar sistemas de vigilancia, vacunar contra la hepatitis
B y llevar a cabo un seguimiento adecuado tras la exposición, incluida la
profilaxis farmacológica.
El objetivo del proyecto es reducir las lesiones con agujas y la transmisión de
hepatitis y VIH al personal sanitario. Son indicadores secundarios el
incremento de la proporción de lesiones con agujas notificadas, la mejora
del seguimiento de los trabajadores lesionados, incluida la profilaxis posterior
a la exposición (PPE), y la aplicación de los datos sobre exposiciones a la
prevención.
El Injection Safety Tool Kit (Carpeta de material sobre seguridad de las
inyecciones) de la OMS, elaborado por la Red Mundial en pro de la Seguridad
de las Inyecciones (SIGN, véase www.injectionsafety.org), se utilizará para
la evaluación inicial y como recurso del programa. Cuando haya transcurrido
un año, se evaluará el proyecto piloto para determinar su eficacia y la
necesidad de ampliar la difusión de los instrumentos y estrategias más allá
de los hospitales piloto.
En octubre de 2004, los asociados del proyecto en África meridional se
reunieron con otras organizaciones de la región. Trabajaron en torno a la
seguridad de las inyecciones y la prevención y el control de las infecciones
para planificar la ampliación masiva del proyecto en la región y colaborar
con miras a garantizar que la salud ocupacional del personal sanitario se
convierta en un componente de todas las iniciativas de lucha contra las
infecciones y en pro de la seguridad de las inyecciones.
Resumen
Las lesiones con agujas y el contacto con sangre o líquidos corporales
constituyen un riesgo grave para el personal sanitario y una amenaza para la
calidad de la atención a los pacientes porque reducen las plantillas. Estas
lesiones y las infecciones resultantes pueden prevenirse en gran medida
mediante la vacunación contra la hepatitis B, el cumplimento de las
Precauciones Universales, la profilaxis posterior a la exposición y la aplicación
de medidas de reducción de ésta tales como suprimir las inyecciones
innecesarias, utilizar agujas más seguras, desechar los objetos punzocortantes
en recipientes específicos inmediatamente después de su uso y no
reencapuchar las agujas.
Prestar atención a la seguridad del personal sanitario es una tarea pendiente
desde hace mucho tiempo y fundamental para dispensar una asistencia de
calidad.
8
El «estudio NEXT»: Investigación sobre el
abandono anticipado del ejercicio de la
enfermería en los sistemas sanitarios
europeos
Paul M. Conway ([email protected]),
Donatella Camerino ([email protected])
Dipartimento di Medicina del Lavoro, Clinica del Lavoro “Luigi Devoto”, Istituti
Clinici di Perfezionamento (ICP), Milán, Italia,
Centro Colaborador de la OMS en materia de salud ocupacional
Introducción: el contexto europeo
Hoy día, en casi todos los países europeos hay gran preocupación por las
consecuencias que la escasez de personal de enfermería pueda tener en el
futuro para la dispensación de asistencia sanitaria. Esto es especialmente
cierto si se tiene en cuenta que el paulatino envejecimiento de la población
europea incrementará todavía más la presión que soportan los servicios de
atención de salud. Las condiciones laborales particularmente adversas
impulsan a los enfermeros veteranos a abandonar la profesión mucho antes
de la edad de jubilación, pero el número de matriculados en los cursos de
enfermería no es suficiente para cubrir la creciente demanda de estos
profesionales en las instituciones sanitarias. Por tanto, y habida cuenta
también del envejecimiento de la población activa europea, parece que la
principal solución estriba en retener al personal de enfermería existente:
este objetivo puede lograrse mediante el fomento de intervenciones en el
lugar de trabajo encaminadas a mantener unos buenos niveles de salud entre
los enfermeros de más edad.
La escasez de enfermeros es un fenómeno mundial que ha impulsado a la
OMS a adoptar numerosas resoluciones en materia de Fortalecimiento de
la Enfermería y la Partería, fundadas en el papel crucial que estos profesionales
desempeñan en la dispensación de atención de salud.
Hoy día, disponemos de una sólida base para prestar apoyo a grupos
profesionales de riesgo como el personal de enfermería, fruto en esencia del
esfuerzo de la UE por identificar objetivos y estructuras orientados a la
promoción de la vida laboral en Europa. El objetivo de mejorar la salud de
los trabajadores y sus condiciones de trabajo y de vida inspira desde hace
tiempo políticas europeas orientadas a lograr una alta competitividad en el
mercado mundial del trabajo.
Desde 1975, la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de
Vida y de Trabajo, instaurada por el Consejo Europeo, ha abordado cuestiones
como «la organización y remodelación de las tareas y los lugares de trabajo»
y «las ventajas a largo plazo de la aplicación de unas condiciones ambientales
adecuadas». Se ha prestado especial atención a los problemas propios de
ciertos grupos de trabajadores, como las mujeres y las personas de edad
avanzada.
En cumplimiento de la directiva de la UE 89/391/CEE, muchos países han
introducido modificaciones fundamentales en la legislación relativa a la salud
y la seguridad de los trabajadores, como la obligación de los empleadores de
respetar las potencialidades de los trabajadores, sus actitudes y sus
motivaciones relacionadas con las tareas.
El Tratado de Maastricht (1993) abrió las puertas a una estrategia europea
común en pro de la salud pública, y el Tratado de Amsterdam (1997) concretó
el papel de la UE en la definición de una política de alto nivel sobre la
cuestión de la salud pública, incluida la calidad de la vida profesional.
Entre los programas de promoción social, la Comisión Europea (1996-2000)
fijó prioridades como la modernización del trabajo, el establecimiento de
lugares de trabajo saludables, el perfeccionamiento de la recogida de datos,
la identificación de nuevos riesgos profesionales, la formación en la igualdad
y la lucha contra la discriminación.
En este contexto se creó el Programa conjunto de investigación sobre la vida
laboral en Europa (SALTSA), cuya finalidad es identificar criterios uniformes
que permitan evaluar las afecciones relacionadas con el trabajo en la UE y
proporcionar a los Estados Miembros una base para el desarrollo de
programas de prevención. Entre las actividades de investigación apoyadas
por el programa SALTSA se cuenta un proyecto orientado a «mantener la
salud y la capacidad de trabajo de los trabajadores de edad avanzada, sobre
todo en hospitales y centros de atención de salud».
Un grupo de estudio del programa SALTSA perteneciente a la Bergische
Universität de Wuppertal (Alemania) emprendió en 1999 un estudio original
para identificar las razones ligadas al retiro anticipado del personal de
enfermería y la falta de atractivo de esta profesión para los jóvenes. El objetivo
último del estudio era definir contramedidas destinadas a promover un
T h e G l o b a l O c c u p a t i o n a l H e a l t h N e t w o r k
proceso de envejecimiento saludable en el personal de enfermería y garantizar
así un futuro tanto para la profesión como para la prestación de atención
sanitaria que los países europeos requieren.
El problema de la escasez de enfermeros en los países
europeos
En toda Europa, los sistemas sanitarios están experimentando grandes
cambios. En particular, se está produciendo una transición gradual de la
atención hospitalaria a la domiciliaria, lo que eleva la demanda de personal
de enfermería. Por una parte, en los hospitales, el aumento de las necesidades
asistenciales para casos urgentes y enfermedades agudas incrementará la
presión que soporta el personal de enfermería, ya que el trabajo se intensificará
y se requerirán conocimientos teórico-prácticos más especializados. Por otra
parte, al personal de enfermería comunitaria se le exige mayor autonomía,
el desarrollo de conocimientos teórico-prácticos más diferenciados en relación
con la atención a los pacientes y un cambio de roles en las relaciones con los
demás profesionales sanitarios.
En este contexto, la escasez de personal de enfermería, que afecta a casi
todos los países de Europa occidental, determina un considerable aumento
de la carga de trabajo de los enfermeros que permanecen en sus puestos de
trabajo y el consiguiente descenso de la calidad de la atención dispensada.
En los países de Europa oriental, en la actualidad no hay escasez de personal
de enfermería en los servicios de atención de salud porque la tasa de
desempleo es elevada, pero los salarios son muy bajos y las condiciones de
trabajo, bastante desfavorables.
Los gobiernos europeos han intentado por diversos medios limitar la escasez
de personal de enfermería realzando el atractivo de esta profesión entre los
jóvenes o fomentando la retención de los enfermeros veteranos. Por ejemplo,
Bélgica inició una reducción progresiva de las horas de trabajo en función
de la edad, y el Reino Unido propuso opciones de jubilación más flexibles,
incrementó la participación de los enfermeros veteranos en programas de
formación profesional continua y creó mejores servicios de salud ocupacional.
En otros países como Italia y Alemania, y a la luz del aumento generalizado
de la edad de jubilación, se le han propuesto al personal de enfermería
prestaciones como la oportunidad de ejercer como profesionales libres en
sus instituciones. Para apoyar el reclutamiento de nuevos enfermeros, se
han llevado a cabo profundas reformas del sistema educativo y algunos países
(Italia, Reino Unido, Países Bajos, Alemania) han fomentado políticas para
impulsar la contratación de personal extranjero. Tanto el incremento de la
oferta de puestos de formación en enfermería llevado a cabo en Italia, Noruega
y Alemania como la reforma de la calidad y la diversificación de la formación
promovidas en Bélgica, Eslovaquia y Polonia perseguían atraer a alumnos a
los cursos de enfermería y mejorar la imagen social de la profesión entre los
jóvenes. Sin embargo, pese a todos estos intentos, en muchos países europeos
el número de alumnos está descendiendo y crece el porcentaje de puestos de
formación que quedan sin cubrir.
El «estudio NEXT» (Nurses’ Early Exit Study) sobre el
abandono anticipado de la enfermería
El «estudio NEXT» (Nurses’ Early Exit Study), respaldado inicialmente por
el programa SALTSA, fue financiado en 2001 por la Unión Europea (QLK6CT-2001-00475). Son sus coordinadores Hans-Martin Hasselhorn y Bernd
Hans Müller, de la Universidad de Wuppertal (Alemania), y consiste en un
estudio transcultural de investigación de las razones, las circunstancias y las
consecuencias del abandono temprano del ejercicio de la enfermería en
Europa. Se puede consultar una descripción detallada del estudio y los
primeros resultados del equipo internacional de investigadores NEXT en
Hasselhorn et al. [1] y en el sitio web del NEXT (www.next-study.net).
En concreto, el estudio NEXT tiene los objetivos siguientes:
■
describir y analizar las condiciones de trabajo del personal de enfermería
en amplias zonas de Europa;
■
identificar los motivos en los que se funda la intención de abandonar
el ejercicio de la enfermería;
■
identificar las causas del abandono anticipado del ejercicio de la
enfermería (relacionadas con el trabajo, socioestructurales e
individuales);
■
identificar los grupos de riesgo de abandono anticipado de la profesión;
■
estudiar el impacto que el abandono anticipado tiene en los individuos
y las instituciones;
■
definir las condiciones asociadas al «envejecimiento saludable» en el
ejercicio profesional del personal sanitario;
■
aportar las bases para una promoción dirigida de la salud en el lugar
de trabajo que permita sostener la capacidad de trabajo del personal
de enfermería en los países europeos.
El estudio se inició en 2002 y concluirá en junio de 2005. Se lleva a cabo
simultáneamente en Alemania, Bélgica, Eslovaquia, Finlandia, Francia, Italia,
los Países Bajos, Polonia, Reino Unido y Suecia. Noruega se ha incorporado
en calidad de «miembro asociado».
El estudio NEXT ha elaborado un modelo conceptual original para explicar
el abandono anticipado del ejercicio de la enfermería y arrojar luz sobre los
denominados «factores de expulsión y atracción» (push and pull) (véase la
figura siguiente).
Figura 1. Modelo NEXT de abandono del ejercicio profesional en el ámbito
sanitario
Figura 1. Modelo NEXT de abandono del ejercicio professional en el ambito sanitario
EXIGENCES
INDIVIDU
DEMANDAS
TRABAJO
entorno y
contenido
1
VIVA
PRIVADA
condiciones
2
RESULTADO
- salida (sigue ejerciendo
la enfermeria)
INDIVIDUAL
RECURSOS
INDIVIDUALES
incluyes
- salud
- edad
,
- abandono de la enfermeria
,
- intencion de marchase
,
- intencion de permanecer
4
,
EXPOSICION
acumulativa
,
o subita
3
6
ALTERNATIVAS
socioeconomicas
organizativas
5
La hipótesis que sustenta el modelo de la figura 1 es que la consideración de
abandonar el ejercicio profesional (6) depende de los factores siguientes:
a) las demandas laborales (1) y la vida privada (2)
b) la vía de exposición (3)
c) los recursos individuales (4)
d) las alternativas posibles (5), como un trabajo o una remuneración
mejores, oportunidades de formación, pensiones de invalidez,
jubilación anticipada u otro puesto de trabajo dentro de la institución.
El estudio NEXT se está realizando según un diseño longitudinal para evaluar
los motivos y las posibles consecuencias del abandono anticipado del ejercicio
de la enfermería. En cada uno de los países participantes se seleccionaron
diversos tipos de establecimientos de atención de salud (hospitales, centros
de larga estancia y servicios de atención domiciliaria) según su distribución
en el territorio nacional.
Al comienzo del estudio, se envió a todo el personal de enfermería de los
establecimientos participantes un cuestionario inicial que abarcaba tanto la
vida laboral y privada como las perspectivas de futuro de los entrevistados.
En los 12 meses siguientes, todos los profesionales que respondieron a primer
cuestionario y abandonaron el servicio en el que trabajaban recibieron un
cuestionario adicional denominado «cuestionario de profesionales retirados»
en el que se registran los motivos de la partida. Un año después de abandonar
el servicio, estos participantes recibieron un «cuestionario de seguimiento
de profesionales retirados» en el que se investigaban los efectos y las
consecuencias de su decisión. Todavía no ha concluido la colecta de estos
cuestionarios. Doce meses después del cuestionario inicial, a todos los
participantes que permanecían en su puesto de trabajo se les envió un
cuestionario final en el que se les preguntaba si se habían producido cambios
y cuáles habían sido las consecuencias de seguir ejerciendo la enfermería.
Intención de abandonar el ejercicio de la enfermería en Europa
De los 77 000 profesionales de la enfermería a los que se envió el cuestionario
inicial, respondieron unos 40 000.
La evaluación inicial del estudio NEXT brinda la oportunidad de investigar
cuestiones relacionadas con la magnitud del fenómeno y los motivos de la
intención de abandonar el ejercicio de la enfermería en Europa, así como de
identificar a los grupos con mayor riesgo de abandono.
En el conjunto de la muestra europea, más de la mitad de los profesionales
de la enfermería no se han planteado nunca retirarse, frente al 15,6% que se
lo ha planteado con frecuencia. Las mayores tasas de intención de abandono
se registraban en Alemania, Italia y el Reino Unido, mientras que eran muy
bajas en los Países Bajos y Noruega.
En casi todos los países europeos participantes en el estudio NEXT, los
enfermeros se planteaban con más frecuencia abandonar la profesión que
las enfermeras. En Europa, la intención de retirarse iba en aumento desde
las primeras etapas de la carrera profesional hasta los 30-40 años de edad
para luego descender de forma constante. Esto puede explicarse en parte
porque, por un lado, y en función de las oportunidades del mercado de
trabajo, los enfermeros jóvenes y con buena formación están más motivados
para mejorar su desarrollo personal mediante el cambio a puestos de trabajo
diferentes y mejores, mientras que, por otro lado, el personal de enfermería
veterano y con buena salud es menos proclive a abandonar un trabajo en el
que ha alcanzado una gran experiencia.
T h e G l o b a l O c c u p a t i o n a l H e a l t h N e t w o r k
9
Nuestros resultados indican que la intención de abandonar la enfermería
está muy influida por numerosos aspectos de las condiciones psicofísicas del
trabajo en los establecimientos de atención de salud. Las elevadas exigencias
laborales, la falta de autonomía, las dificultades para conciliar el trabajo y
los compromisos familiares, las deficiencias de calidad del liderazgo y las
malas relaciones en el lugar de trabajo reducen la capacidad de trabajo y la
satisfacción laboral del personal de enfermería e incrementan el desgaste, lo
que fomenta la intención de abandonar la profesión.
Partiendo de los resultados del cuestionario inicial, el Estudio NEXT
identifica dos grupos de personal de enfermería según la motivación para
abandonar la profesión: a) los motivados para abandonarla y b) los
dimisionarios. Los motivados son jóvenes, tienen un alto nivel académico y
se esfuerzan para lograr su desarrollo personal. La situación del mercado de
trabajo puede proporcionarles en cierta medida oportunidades para lograr
sus planes. Por otro lado, los dimisionarios tienen mala salud, escasa capacidad
de trabajo y un gran desgaste profesional.
El hecho de que el NEXT sea un estudio transcultural ofrece la posibilidad
de comparar las condiciones de trabajo del personal de enfermería en diversos
países de Europa e identificar ejemplos de buenas prácticas en aquellos con
menores tasas de intención de abandonar la profesión.
Debido a la naturaleza transversal de los resultados del estudio, el «efecto
del trabajador sano» puede haber llevado a subestimar la asociación entre
unas condiciones de trabajo adversas y la intención de abandonar la
enfermería: es probable que los profesionales incapaces de seguir ejerciendo
ya se hayan retirado. El componente longitudinal del estudio NEXT ofrece
la oportunidad de superar estos problemas, ya que permite evaluar las
relaciones causales entre las condiciones de trabajo, los resultados sanitarios
y la intención de abandonar la profesión. Ofrecerá, asimismo, datos de
utilidad para comparar la intención de abandonar la enfermería con el
abandono «efectivo» de ésta, lo que proporcionará una base sólida para definir
los grupos de personal de enfermería con mayor riesgo de abandonar
anticipadamente la profesión.
Enfermedades profesionales entre el
personal sanitario en la República Checa
‹
‹
‹
Zdenka Fenclová(1,2) ([email protected]), Pavel Urban(1,2),
Daniela Pelclová(,2), Jindriska Lebedová(,2), Edgar Lukás(1,2)
1. Centro de Salud Ocupacional, Instituto Nacional de Salud Pública, Praga,
Centro Colaborador de la OMS en materia de salud ocupacional
2. Departamento de Enfermedades Profesionales,
1.ª Facultad de Medicina, Universidad Carlos, Praga
Los profesionales sanitarios representan un grupo específico de trabajadores
expuestos en mayor o menor medida a diversos factores de riesgo: agentes
infecciosos, alergenos (sobre todo desinfectantes), anestésicos, citostáticos,
radiaciones ionizantes y no ionizantes, vibraciones, sobrecarga de trabajo
físico intenso, ruido, calor y tensión psíquica (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8). En la
República Checa, los servicios de atención de salud se encuentran entre los
sectores económicos con mayor incidencia de enfermedades profesionales
(3, 4, 9, 10, 11, 12, 13). Analizamos aquí las notificadas en el personal
sanitario durante el período 1996-2003. Los datos proceden del Registro
Nacional Checo de Enfermedades Profesionales, que opera en el Instituto
Nacional de Salud Pública, con sede en Praga.
Durante 1996-2003 se notificaron en la República Checa 2334 casos de
enfermedades profesionales en el personal sanitario, lo que representa el
15,5% de todas las enfermedades profesionales notificadas durante este
período. El número de las notificadas en profesionales sanitarios fue máximo
en 1998 (403 casos). En ese año en particular, las enfermedades profesionales
en el personal sanitario representaron casi una quinta parte de todas las
enfermedades profesionales notificadas en la República Checa. También la
incidencia relativa de las notificadas en el personal sanitario alcanzó su
máximo ese año de 1998 (183 casos por 100 000 trabajadores). Aunque en
2003 la incidencia descendió considerablemente (a 96/100 000 trabajadores),
sigue siendo casi tres veces mayor que la incidencia general de enfermedades
profesionales en la República Checa. La mayor incidencia correspondió a
las enfermedades infecciosas (1837 casos) y cutáneas (385 casos), que
representan respectivamente el 78,7% y el 16,5% de todas las enfermedades
profesionales registradas entre el personal sanitario. Otras enfermedades se
produjeron con menor frecuencia o sólo de forma esporádica.
Enfermedades infecciosas y parasitarias en el personal
sanitario
Las enfermedades infecciosas o parasitarias de transmisión interhumana más
frecuentes fueron la sarna, la hepatitis vírica y la tuberculosis, con 1027,
10
347 y 134 casos, lo que representa el 56,3%, el 19,0% y el 7,4%,
respectivamente.
Sarna
Los casos de sarna se produjeron fundamentalmente en profesionales
sanitarios que están en estrecho contacto con los pacientes, como el personal
de enfermería, el personal paramédico auxiliar, los médicos y los
fisioterapeutas. También los trabajadores que manipulan la ropa de cama de
los pacientes corren alto riesgo (personal de limpieza y lavandería). La
incidencia de sarna era máxima en centros de larga estancia, residencias de
ancianos y departamentos de psiquiatría. También se registró en
departamentos de medicina interna, cirugía, dermatología y rehabilitación,
lo que es indicio de bajos niveles de higiene. El paciente más joven tenía 17
años y el mayor, 69. La menor antigüedad en el puesto de trabajo de riesgo
fue de un año y la mayor de 45. Aproximadamente el 36% de los pacientes
contrajeron la enfermedad en los cuatro primeros años de trabajo.
Hepatitis B
Durante el período 1996-2003, en total, 347 trabajadores sanitarios
contrajeron hepatitis vírica. Hubo 215 casos de hepatitis B, 82 casos de
hepatitis C y 44 casos de hepatitis A. Otros tipos de hepatitis se produjeron
esporádicamente. La incidencia de hepatitis A ó B descendió
considerablemente durante el período estudiado. En 1996 se registraron 42
casos de hepatitis B y 13 casos de hepatitis A, mientras que en 2003 solo
nueve trabajadores sanitarios contrajeron hepatitis B y no se notificó ningún
caso de hepatitis A. Este descenso se debió a la campaña nacional de
vacunación iniciada en 1983 (14, 15). Desde entonces hasta el 2000, se ha
vacunado contra la hepatitis B a más de 100 000 trabajadores sanitarios
(14).
Hepatitis C
Sin embargo, la hepatitis C sigue siendo un problema. Sólo se diagnosticó
la forma crónica de la enfermedad en 67 de los 82 casos notificados en el
período 1996-2003, mientras que la fase aguda pasó clínicamente
inadvertida. El hecho de que el 11,6% de los pacientes fueran menores de
30 años es claramente desfavorable. El pronóstico en estos enfermos suele
ser más grave por el peligro de que padezcan cáncer en el futuro (16). La
hepatitis vírica se contrajo sobre todo en centros de larga estancia, en
departamentos de pediatría, medicina interna, cirugía, psiquiatría,
rehabilitación y bioquímica clínica, y en consultas externas de médicos
generales y dentistas. Los grupos profesionales más afectados fueron los
enfermeros, los médicos, el personal de apoyo, los celadores y el personal de
limpieza. El paciente más joven tenía 18 años y el mayor, 79. La antigüedad
en el empleo estaba comprendida entre 6 meses y 44 años. Casi el 25% de
los pacientes contrajeron la enfermedad en los cuatro primeros años de
trabajo.
Tuberculosis
Durante el período 1996-2003 se diagnosticó tuberculosis pulmonar,
linfática, pleural, ósea o de otros órganos en 134 trabajadores sanitarios. La
cifra de casos notificados anualmente estaba comprendida entre 12 y 21.
Los grupos profesionales más afectados fueron el personal de enfermería,
los médicos, el personal de apoyo, los celadores y el personal de limpieza.
Trabajaban fundamentalmente en departamentos de enfermedades
respiratorias y de anatomía patológica, y con menor frecuencia en los de
cirugía, medicina interna, medicina forense, microbiología o psiquiatría, en
establecimientos sanitarios de larga estancia y en centros de salud pública.
El paciente más joven tenía 19 años y el mayor, 74. Aproximadamente el
20% de los pacientes tenían entre 19 y 29 años. La menor antigüedad en el
empleo fue de cinco meses y la mayor de 38 años. Aproximadamente el
30% de los pacientes enfermaron durante los cuatro primeros años de trabajo.
Otras enfermedades infecciosas
Otras enfermedades infecciosas (varicela, salmonelosis, queratoconjuntivitis
epidémica, mononucleosis infecciosa, disentería, rubéola, herpes zoster,
antropozoonosis, etc.) se produjeron esporádicamente y mostraban tendencia
a disminuir.
Enfermedades cutáneas y alérgicas en el personal sanitario
Durante varios años, las enfermedades profesionales cutáneas han ocupado
el segundo lugar en frecuencia de casos notificados (3, 4, 12). Durante el
período 1996-2003 se notificaron en total 385 casos de enfermedades
cutáneas profesionales en trabajadores sanitarios. El diagnóstico fue dermatitis
alérgica de contacto en el 90% de ellos aproximadamente, dermatitis irritativa
en el 9% y urticaria alérgica en el 1%. Los sensibilizantes más frecuentes
fueron los desinfectantes, en particular los que contenían glutaraldehído (el
37% de los casos), los productos de goma (33%), los productos de limpieza
(11%) y el látex de los guantes de goma (9,6%). Los grupos profesionales
más afectados fueron el personal de enfermería, el personal de limpieza, el
T h e G l o b a l O c c u p a t i o n a l H e a l t h N e t w o r k
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