DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN NOTA DE PRENSA William G. Nelson, profesor de oncología, urología y patología de la Universidad Johns Hopkins (EE UU), interviene en los encuentros sobre oncología organizados por el Hospital del Vall d’Hebron y la Fundación BBVA La dieta occidental y las infecciones recurrentes incrementan el riesgo de cáncer de próstata El riesgo de padecer cáncer de próstata se ha asociado con dietas ricas en grasas saturadas y pobres en vegetales y frutas, y con las inflamaciones recurrentes o crónicas de la próstata Estos factores producen tensiones químicas que provocan la reducción de las defensas contra el daño genómico 05.03.2004.- William G. Nelson, profesor de oncología, urología y patología de la Universidad Johns Hopkins y co-director del programa de oncología genitourinaria del Sidney Kimmel Comprehensive Cancer Center de la misma universidad, expone en el Hospital del Vall d’Hebron las posibilidades que ofrece el conocimiento de la patogénesis molecular del cáncer de próstata para desarrollar nuevas estrategias preventivas para esta enfermedad. Este encuentro científico de primer nivel, organizado por la Fundación BBVA y la Fundación Instituto de Investigación del Hospital del Vall d’Hebron, se ha programado para ofrecer a los investigadores básicos y clínicos españoles la oportunidad de actualizar sus conocimientos y reunirse con los mejores especialistas internacionales en áreas de vanguardia de la investigación sobre el cáncer, como la genómica, la proteómica y la angiogénesis, entre otras. El cáncer es una enfermedad con enormes costes humanos y económicos, hasta el punto de que, si continúa la tendencia actual, se convertirá en la causa de muerte de una de cada cinco personas en los países desarrollados. Entre los investigadores que participarán durante las próximas semanas en este programa de conferencias científicas, que se prolongará hasta el mes de junio, destacan Neal Rosen y Carl Blobel (Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York), Zena Werb (Universidad de California), y Carlos López Otín, del Instituto Universitario de Oncología de la Universidad de Oviedo, entre otros. Hasta el momento han participado en estos encuentros René Bernard, del Instituto Holandés del Cáncer, Alfredo Carrato, del Hospital Universitario de Elche, y Peter Carmeliet, director adjunto del Centro de Tecnología Transgénica y Terapia Génica del Instituto Interuniversitario de Biotecnología de Flandes. En su intervención en Barcelona, William G. Nelson se centra en la posibilidad de prevenir el cáncer de próstata en Estados Unidos y en Europa. Está demostrado que los varones asiáticos tienen un bajo riesgo de padecer cáncer de próstata mientras residen en Asia, pero que estos niveles aumentan cuando se trasladan a Estados Unidos, especialmente después de vivir allí 25 años o más. La mayoría de los estudios epidemiológicos atribuyen el incremento del riesgo de padecer cáncer de próstata a las características de la dieta estadounidense, rica en grasas saturadas y en carne. La ingesta de vitaminas, frutas y vegetales, más propia de la dieta asiática, se asocia, sin embargo, a un menor riesgo. Por otra parte, en pruebas de laboratorio realizadas con ratones, se ha demostrado que la administración del PhIP, un cancerígeno presente en los alimentos muy tostados, genera mutaciones en el DNA de las células prostáticas y cáncer de próstata. Recientemente se ha concedido una atención especial al papel que desempeñan las infecciones y las inflamaciones de próstata en la patogénesis del cáncer de próstata. Alrededor del 9% de los hombres entre 40 y 79 años sufren síntomas de prostatitis, y la mitad de ellos tienen episodios repetitivos. La prostatitis asintomática parece ser todavía más frecuente, aunque no hay datos acerca de la prevalencia y la distribución por edades de este tipo de prostatitis en Europa, EE UU o Asia. Por otra parte, el riesgo de padecer cáncer de próstata se ha relacionado con infecciones de trasmisión sexual, independientemente del agente patógeno, y existen indicios de que es la respuesta inflamatoria a la infección, más que el propio agente infeccioso, la que puede desembocar en un cáncer de próstata. La respuesta del huésped a las infecciones de próstata también puede estar relacionada con determinados cánceres de próstata hereditarios: dos genes presuntamente implicados en cánceres de próstata hereditarios, RNASEL y MSRI, codifican proteínas con funciones clave en la respuesta a varios agentes infecciosos. Concretamente, una lesión inflamatoria de la próstata, denominada atrofia inflamatoria proliferativa (PIA), podría ser precursora de la neoplasia intraepitelial prostática (PIN) y del cáncer de próstata. DESACTIVACIÓN DE LOS MECANISMOS DE DESINTOXICACIÓN CELULAR La próstata podría ser proclive a desarrollar cáncer como consecuencia de la dieta y las inflamaciones, porque las alteraciones somáticas tempranas del genoma en el cáncer de próstata tienden a elegir como blanco genes que intervienen en la defensa contra el daño genómico. Las Glutathione S-Transferasas (GSTs) son enzimas de gran importancia en mecanismos de desintoxicación celular, cuya eficacia para proteger contra el desarrollo de diferentes tipos de cáncer está probada. En el 90% de los casos de cáncer de próstata se ha detectado la inactivación somática del gen GSTP1, que codifica estas enzimas. Según concluye William G. Nelson, el cáncer de próstata parecer ser el resultado del incremento de las tensiones químicas derivado de una dieta rica en sustancias con propiedades carcinogénicas y la inflamación crónica o recurrente de la próstata, que provoca la reducción de las defensas contra el daño genómico. 2 ESTRATEGIAS DE TERAPIA PREVENTIVA Las potenciales estrategias de terapia preventiva deberían, por tanto, incluir la restauración del funcionamiento del GSTP1 a través de la reactivación de los alelos de GSTP1 silenciados; la compensación del funcionamiento inadecuado del GSTP1 a través de inductores de las enzimas que destoxifican los carcinógenos, y la anulación de las tensiones que dañan el genoma mediante el uso de agentes antiinflamatorios o antioxidantes. PERFIL William G. Nelson es profesor de oncología, urología, farmacología, patología y medicina en la Universidad Johns Hopkins de EE UU. Es co-director del Programa de oncología genitourinaria del Sidney Kimmel Comprehensive Cancer Center de la misma universidad, donde también dirige el Programa de descubrimiento y desarrollo de medicamentos anticancerígenos. Ha publicado sus investigaciones en las revistas más prestigiosas del área, entre las que figuran Cancer Cell, Cancer Research, International Journal of Cancer, Cancer Epidemiology Biomarkers, Lancet, Journal of Biological Chemistry, o American Journal of Pathology. Si desea más información, puede ponerse en contacto con el Departamento de Comunicación de la Fundación BBVA (915 376 615 y 944 874 479) 3