Primer estudio genético individual a gran escala

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Primer estudio genético individual a gran escala de la población
vasco-española y vasco-francesa
2010
NOTA DE PRENSA
Un estudio genético a gran escala confirma que los
vascos constituyen un grupo homogéneo distinguible
del resto de poblaciones europeas
 El proyecto, impulsado por un consorcio formado por CIC bioGUNE, la
Universidad del País Vasco y el Biobanco vasco, ha sido publicado en la
prestigiosa revista Human Genetics.
 Se han utilizado un total de 60.000 marcadores genéticos de 240
ciudadanos europeos, de los que 83 son vasco-españoles y 24 vascofranceses.
 Representa el primer estudio de genética poblacional a gran escala
realizado sobre la población vasco-española y vasco-francesa.
(Bilbao, 10 de mayo de 2010).- Un nuevo estudio de genética poblacional coordinado
por el Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias, CIC bioGUNE, confirma
que la población autóctona vasca, diseminada tanto en las provincias españolas como
en el País Vasco francés, constituye un grupo genéticamente homogéneo claramente
distinguible del resto de poblaciones europeas, según publica la prestigiosa revista
Human Genetics.
El estudio ha sido realizado por un consorcio formado por CIC bioGUNE, el
Departamento de Genética, Antropología Física y Fisiología Animal de la Universidad
del País Vasco (UPV/EHU) y el Biobanco Vasco para la Investigación (O+Ehun) de la
Fundación BIO.
Primer estudio genético individual a gran escala de la población
vasco-española y vasco-francesa
2010
Este proyecto, iniciado en el año 2005 con la colección de muestras, es el primer
estudio poblacional realizado a gran escala en el que se incluyen datos genéticos
individuales de ciudadanos vascos radicados en territorio español y francés. En este
sentido, se han analizado un total de 60.000 marcadores genéticos de 240 ciudadanos
europeos, de los que 83 son vasco-españoles (22 de cada territorio de la Comunidad
Autónoma Vasca, Alava, Bizkaia y Gipuzkoa; y 17 de la Comunidad Foral de Navarra),
y 24 vasco-franceses. Los restantes 133 ciudadanos son originarios de diferentes
poblaciones europeas (Francia, Norte de Italia, Toscana, Islas Orcadas –Escocia-,
Cerdeña, Rusia, República de Adiguesia –Rusia-).
Los datos genéticos de las poblaciones europeas provienen de la base de datos del
panel de Diversidad del Genoma Humano HGDP – CEPH, de la Fundación Jean
Dausset, mientras que la recogida de muestras y la obtención de los datos genéticos
de los ciudadanos vasco-españoles se han realizado específicamente para este
estudio y para que puedan estar disponibles para análisis posteriores.
Las muestras de los ciudadanos vasco-españoles caracterizadas en el presente
estudio forman parte de la colección del Biobanco Vasco (O+Ehun).
 Selección de muestras
Los criterios de selección de la base poblacional para el presente estudio han seguido
un curso muy estricto. Para cada individuo que daba su consentimiento informado de
participación se debía corroborar (vía registro civil o eclesiástico) que sus tres
generaciones anteriores –padres, abuelos y bisabuelos- hubieran nacido en la misma
provincia.
Así, también se debía acreditar que las personas seleccionadas no padecían
enfermedad alguna, es decir, estaban sanas, para lo que se hicieron los pertinentes
análisis bioquímicos básicos de sangre (niveles de colesterol, transaminasas, etc.) de
todas las muestras que se obtuvieron. También se recogieron muestras de los padres
de las personas seleccionadas en los casos en que fue factible. De las 200 muestras
de vascos que se recogieron inicialmente, el estudio genético se redujo a la
caracterización de 83, que ha sido la base definitiva sobre la que ha realizado esta
investigación.
Todos los individuos que cumplían los criterios establecidos donaron al estudio 15
mililitros de sangre, de los que se aislaron por un lado ácido desoxirribonucleico (DNA)
y por otro linfocitos, como fuente inagotable de DNA. Todas las muestras están
disponibles para cualquier investigador que las solicite para otros estudios científicos
específicos, siempre y cuando los objetivos de su utilización pasen el proceso de
revisión y control de los comités científico y ético de la Fundación BIO.
“Este proyecto ha requerido mucho esfuerzo de coordinación, tanto para el
reclutamiento de muestras como para la correcta interacción de grupos con muy
distinto background, ya que, además de la participación de los grupos colaboradores
(BIOEF, UPV-EHU y CIC bioGUNE), se subcontrataron ciertos servicios a varias
Primer estudio genético individual a gran escala de la población
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empresas privadas. A pesar de todos los retos a los que nos hemos enfrentado, es
una satisfacción poder presentar un estudio tan robusto”, afirma Ana María Aransay,
coordinadora del Proyecto y responsable de la Plataforma de Análisis de Genomas de
CIC bioGUNE.
 Información combinada de miles de variantes genéticas
Un SNP (del inglés, Single Nucleotide Polymorphism) es una variación que ocurre
cuando un único nucleótido (A, T, G o C), en una posición concreta del genoma, difiere
entre miembros de la misma especie. Se considera que existen unos 10 millones de
SNPs distribuidos en los 3.000 millones de nucleótidos que componen el genoma
humano. Así, incluso los individuos de la misma población pueden tener diferentes
nucleótidos en la misma posición. Aunque variables, los SNPs son relativamente
estables durante el curso de la evolución, es decir, no cambian mucho de generación
en generación, lo cual los hace muy valiosos como marcadores genéticos para
estudios poblacionales. Para éstos, se usan generalmente las divergencias en las
frecuencias alélicas, es decir, la proporción de un determinado nucleótido en cada
SNP para cada población.
En el presente estudio, se han analizado un total de 60.000 SNPs repartidos a lo largo
de todo el genoma de 240 individuos europeos, de los cuales 83 son vascos de
provincias españolas y 24 son vasco-franceses. Para cada población, se han medido
las frecuencias alélicas para cada uno de los SNPs y se han comparado. A modo de
ejemplo, en un determinado SNP se puede observar que en los vascos predomina el
nucleótido A (con frecuencia alélica del 60%) y que en las demás poblaciones
predomina el nucleótido C (con frecuencia alélica del 80%).
Estos cálculos se realizan para cada SNP utilizando herramientas bioinformáticas
capaces de analizar millones de datos simultáneamente.
Cabe destacar que las diferencias en las frecuencias alélicas de un único SNP no
aportan información alguna por sí solas; sin embargo, el análisis combinado de un
gran número de SNPs (60.000 en este caso) tiene un gran poder resolutivo a la hora
de determinar la diferenciación genética de las poblaciones.
 Población diferenciada
El estudio concluye que los vascos son una población que se diferencia genéticamente
del resto de europeos, tanto como se diferencian, por ejemplo, los italianos de los
rusos. Aunque no han sido analizados individuos del resto de España, los resultados
obtenidos sugieren que los vascos se diferencian de ellos en una medida similar a la
del resto de poblaciones europeas. La diferenciación que presentan los vascos con
respecto, por ejemplo, a los franceses, a pesar de su cercanía geográfica, indica que
los vascos han estado históricamente más aislados que la mayoría de las poblaciones
europeas, de manera similar a lo que ha podido ocurrir con, entre otros, los sardos.
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“El estudio en cuestión no plantea que exista ninguna 'particularidad' genética especial
en la población vasca comparándola con otras regiones, ya que los vascos pueden ser
tan ‘particulares’ genéticamente hablando como lo son los sardos, los orcadianos, los
rusos, etc.”, afirma Naiara Rodríguez-Ezpeleta, investigadora de CIC bioGUNE que ha
participado en el estudio.
“Lo que se concluye es que los vascos son tan diferentes del resto de poblaciones
europeas como lo son aquellas poblaciones europeas consideradas aisladas; es decir,
que Europa se divide en grupos y uno de estos grupos son los vascos”, opina
Rodríguez-Ezpeleta.
Las conclusiones de este estudio están en clara disonancia con otro estudio publicado
recientemente en la misma revista científica, Human Genetics, y realizada por un
grupo de investigación de la Universidad Pompeu Fabra de Cataluña (Laayouni et al.
Hum Genet 2010).
Según dicho estudio los vascos de las provincias españolas se parecen más a los
individuos del resto de provincias españolas que a los vasco-franceses y, así también,
los vasco-franceses se parecen más al resto de europeos que a los vascos de las
provincias españolas. Además, destacan que los vascos-españoles no se diferencian
particularmente del resto de las provincias españolas, es decir, que la distancia
genética entre los vascos y las demás provincias no es mayor que la distancia que se
observa entre los demás pares de provincias.
El estudio realizado por el consorcio vasco de investigación, sin embargo, invierte los
términos y confirma científicamente que la población vasca (española y francesa)
constituye un grupo genéticamente homogéneo claramente distinguible del resto de
las poblaciones europeas.
Los investigadores que han liderado este nuevo estudio no ocultan la sorpresa que les
generó conocer las conclusiones de sus colegas de Cataluña porque, en su opinión,
no se correspondían con las evidencias científicas reconocidas por la propia
comunidad científica. En este sentido, interpretan que los resultados de los
investigadores catalanes se deben a que en el análisis realizado se utilizan datos
genéticos derivados de la media de un grupo de individuos y no de cada individuo, lo
cual ofrece un resultado menos fiable, y, por otro lado, que utilizan sólo 109
marcadores genéticos frente a los 60.000 que se han utilizado en este último estudio.
Es decir, “ellos han hecho su estudio con más marcadores que nosotros pero con el
genotipado grupal. De los 240.000 marcadores utilizados seleccionaron 109, los
cuales sí fueron tratados individualmente. Tienen un número muy considerable de
marcadores pero el genotipado está hecho de forma grupal y no individual, lo que
impide tener la precisión de nuestro estudio de genotipado, que ha sido realizado de
forma individualizada”, concluye Rodríguez-Ezpeleta.
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