El pensamiento americano, y la calidad en la atención médica

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Calidad en la atención médica en el pensamiento americano.
(Articulo publicado en La revista del ITAES, Volumen 11 Nº 4, 2009).
Autor: Dr. Fernando Ramón Vázquez Peña.
¿Que es lo que sucede cuando intentamos llevar a cabo un trabajo que cumpla con los postulados de
la Atención Primaria en el norte argentino, o en el conurbano bonaerense?. ¿Encontramos
resistencia?, ¿o nuestro esfuerzo se pierde en una aquiescencia pasiva e indolente?
¿Por qué en regiones donde la Atención Primaria es estrictamente necesaria como en la nuestra,
casi no la vemos desarrollarse, y sin embargo en Inglaterra, o España, donde su necesidad podría
pensarse más relativa, está fuertemente constituida?, ¿Porque los programas de Calidad de atención
médica se realizan en Europa y EE. UU. desde hace años, y aquí recién están tomando forma?. ¿Por
que la eficiencia (*) pareciera no importarnos en Sudamérica donde los recursos son, además de
limitados, muy escasos?
En esta compilación, a modo de breve ensayo, pretendo introducir la concepción de “pensamiento
americano”, de la mano de su mentor, el filósofo Rodolfo Kusch (1922-1979), y que se refiere al
pensamiento indígena y popular de nuestra región. De esta manera pongo a consideración una
causa que a mi entender puede favorecer la comprensión de las dudas comentadas.
(*) Eficiencia: la capacidad de producir el máximo de resultados con el mínimo de recursos. A mayor eficiencia menor la cantidad de
recursos que se emplearán, logrando mejor optimización y rendimiento.
De la circunstancia en la que supe de Kusch.
El 1 de mayo de 1998 llegué a Tilcara (Prov. De Jujuy). Al día siguiente del arribo al pueblo, ya
había preparado el consultorio, y comenzado mi actividad. Casi todos los meses venía el Dr.
Segundo Santillán Güemes, chozno del notable gaucho salteño, y conocedor profundo de plantas
medicinales. Normalmente permanecía una semana, durante la cual tenía el honor de atender con
él. Su hermano, Ricardo Santillán Güemes, es antropólogo y fue discípulo de Rodolfo Kusch. La
viuda de éste (Elizabeth Lanata de Kusch) vive en Maimará, un pueblo situado a 8 km. de Tilcara.
Gracias al Dr. Segundo conocimos la familia de Kusch, su casa y su biblioteca.
Nuestra amiga Ana Wynne nos reveló aspectos humanos del autor, ya que su ex-compañero fue por
entonces amigo personal de Kusch.
En la imperturbable Quebrada de Humahuaca, nuestra voluntad “occidental”, y emprendedora, se
perdía en la profundidad de una “cultura de permanencia“, poco proclive a los cambios. Esto
mismo, aunque menguado, ya me había pasado en la Provincia de Buenos Aires.
Fue por esta necesidad de comprensión que comencé a leer a Kusch.
En abril del 2002 partimos con mi esposa de Tilcara. Nuestra hija ya tenía un año y medio.
Del mero estar, de como piensa América y de la fagocitación.
“La intuición que bosquejo aquí oscila entre dos polos. Uno es el que llamo el ser, o ser alguien, y que
descubro en la actividad burguesa de la Europa del siglo XVI y, el otro, el estar, o estar aquí, que
considero como una modalidad profunda de la cultura precolombina”1.
“La búsqueda de un pensamiento indígena no se debe sólo al deseo de exhumarlo científicamente, sino
a la necesidad de rescatar un estilo de pensar que, según creo, se da en el fondo de América...”2.
“No cabe duda, además, que el concepto de hombre moderno o el de indígena no son más que
abstracciones y que, por lo tanto, en el caso de América habrá que hablar actualmente de un hombre
1
real, que no es ni totalmente moderno ni totalmente indígena. Se trata de lo que vagamente se suele
llamar pueblo, pero que alude a un tipo medio del cual participa la clase media y el campesino”.3
El mero estar.
“El Inca controlaba la producción y el consumo de alimentos porque el margen de vida disponible era
mínimo y en cambio era grave la adversidad, ya que en cualquier momento podía frustrarse la cosecha
y producirse la hambruna...”(…) “Una estructura así, suponía un trasfondo angustioso que, sin
embargo, no podía resolverse con la acción, sino mediante una fuerte identificación con el ambiente.
Precisamente por eso, diremos que se abrevaba en el inconsciente. La lucha contra el mundo era la
lucha contra el fondo obscuro de su psique, en donde se encontraba la solución mágica. Si se vencía al
inconsciente, se vencía al mundo. Esta es la clave de la actitud mágica. Por eso la cultura quichua era
profundamente estática”.4
“La cultura occidental, en cambio, es la del sujeto que afecta al mundo y lo modifica...”5.
“El quichua no ha elaborado una teoría para enfrentar a su realidad, sino que simplemente ha
mantenido una reacción primaria frente a ella. El mundo del estar no supone una superación de la
realidad, sino una conjuración de la misma. El sujeto continúa teniendo la realidad frente a sí, porque
carece de ciencia para atacarla y también de agresión. El mundo del ser, o sea el occidental,
aparentemente ha resulto el problema de la hostilidad del mundo, mediante la teoría y la técnica. Pero
si consideramos que esa solución consiste solamente en la creación de una segunda realidad,
advertimos la precariedad de ésta”.6
De como piensa América. Principios básicos del pensamiento occidental y del
pensamiento aborigen.
Del individualismo y la racionalidad.
“En la sociedad indígena el individuo no puede esgrimir su yo, sino que se deja llevar por la costumbre,
la cual a su vez es regulada por la comunidad. Su régimen será además irracional, por cuanto el
individuo no cuantifica su trabajo, ni su producción”7
El pensamiento seminal y el pensamiento causal.
“La distinción entre un pensar causal y otro que no lo es (pensamiento seminal) ha de vincularse con la
polaridad similar que existe en la conciencia entre inteligencia y afectividad, tal como lo expone la
psicología tradicional”8. “Germani”(…) “considera además que una sociedad tradicional mantiene
como relación social característica, el carácter afectivo de la misma, frente a la neutralidad afectiva que
es propia de la sociedad industrial”9.
“...El pensar indígena“(…)“se da al margen de la causa, en un plano menos consciente“(…)“Por eso
recurre a”( …)“rituales”(…)“con los cuales recién se restituye la consciencia”10.
“El pensar causal es”(…)“el pensamiento de la burguesía, que ha fines de la Edad Media, enfrenta a la
sociedad burguesa tradicional europea. Sólo por una apertura hacia un mundo lúcido de causas, a nivel
de pura conciencia, se entiende la eclosión de la revolución industrial occidental, eso mismo que se
cristaliza en la Reforma y que luego es promovido por el mundo anglosajón, trasladado por el
puritanismo a los Estados Unidos, desde donde dicho criterio se extiende a la ciudadanía sudamericana.
Cuando Sarmiento y Mitre organizan la Argentina, lo hacen con este criterio, imponiendo el quehacer e
instaurando una educación basada en la exaltación de una inteligencia causalista”11.
2
De la importancia del domicilio para el indígena y de la magia.
“De ahí lo estático del estar, porque todo su movimiento es interno y se rige por el compromiso con el
ámbito. En cambio el mundo del ser es dinámico, porque las referencias que exige esa dinámica están
en la teoría. Un mundo estático se inmoviliza en el esquema mágico que se ha hecho de la realidad,
mientras que el dinámico traslada su acción y la confía a su teoría”(…)“La teoría del mundo que se ha
hecho un ciudadano occidental es móvil y trasladable, mientras que la del quichua no lo es”(…)“De ahí
la psicología del inmigrante y también el recelo de mestizos y provincianos. Nuestro campesino sufre
un shock al entrar en nuestra ciudad, mientras que el inmigrante, no”.12
La Fagocitación
Este concepto pretende explicar la vigencia del pensamiento originario en los habitantes de las
grandes urbes de nuestra región, tengan o no genes americanos.
Los colonizadores también habrían sido internamente colonizados.
Es decir, pensaríamos a partir de una consecuencia entre Occidente y la América Profunda.
“De la conjunción del ser y el estar,”13(…)“dos raíces profundas de nuestra mente mestiza – de la que
participamos blancos y pardos – y que se manifiestan en la cultura, en la política, en la sociedad, y en la
psique de nuestro ámbito”1(...)“, surge la fagocitación, que constituye el concepto resultante de aquellas
dos y que explica ese “proceso negativo” de nuestra actividad como ciudadanos de países
supuestamente civilizados”13.
“La aculturación se produjo sólo en un plano material, como la arquitectura o la vestimenta, en cambio,
en otros órdenes pudo haberse producido un proceso inverso, diríamos de fagocitación de lo blanco por
lo indígena. Quizá hubo siempre una actitud simultánea de los dos procesos pero nuestros ideales de
progresismo nos impiden ver a este último. La fagocitación se da en un terreno de imponderables, en
aquel margen de inferioridad de todo lo nuestro, aun de elementos aculturados, respecto a lo europeo,
ahí donde adquirimos nuestra personalidad nacional, cuando somos netamente argentinos, peruanos,
chilenos o bolivianos y también en ese hecho tan evidente de nuestra mala industria o nuestra peor
educación pública (agrego de nuestra peor Atención Primaria). Es cuando tomamos conciencia de que
algo nos impide ser totalmente occidentales aunque nos lo propongamos”14.
“La fagocitación no es consciente sino que opera más bien en la inconsciencia social, al margen de lo
que oficialmente se piensa de la cultura y de la civilización”15.
Del subdesarrollo y la racionalidad en políticas.
Las principales corrientes del desarrollo son el estructuralismo, que considera a la economía como
el factor determinante, dentro del cual debemos hacer referencia a la “teoría de la dependencia“,
surgida en Latinoamérica, y defendida por Fernando Henrique Cardoso, que años más tarde sería
presidente de Brasil; el institucionalismo, que cree que la vigencia de instituciones estables y
modernas es el punto central; y el culturalismo, que plantea como la causa principal del desarrollo
de una nación, sus ideas, creencias y valores. En el sentido de, como dijera Aldous Huxley,“ser
víctimas y beneficiarios de la propia cultura”. 16
“El sentido profundo del subdesarrollo debe estar evidentemente en este afán de no aceptar el valor
objetivo y neutro del dinero y de las cosas o, mejor aún, en poner un ojo en las cosas y el otro en la
salvación. Desde este punto de vista la Revolución Francesa”(...) “que”(...) “se desarrolló sobre un
3
pensar causal, no ocurrió aún en Sudamérica”17.
“Cuestionarios, materialismo dialéctico, educación pública, sufragio universal (agrego Atención
Primaria, Programas de Calidad en Salud) son los slogans de una América activa, pero que en el fondo
no pasa de ser sino el pensamiento de una clase media emprendedora, situada en las ciudades de la
costa del continente.” 18 .
“Sin embargo en América el…”(…)“mundo cultural gira en torno a otro eje”19 “es en suma lo que
torna resistente al pueblo”(…)“en América”(…)“a una democracia burguesa o a un marxismo
incendiario (yo volvería a agregar a una Atención Primaria ó a un Programa de Calidad de la Atención
Médica), simplemente porque éstos resultan excesivamente esquemáticos y registrables...”.20 .
“Pensemos que la ventaja del peronismo, que lo convierte en una expresión profundamente americana,
estriba en que” (…) “es” (…) “un partido sin doctrina, aglutinado en torno a una personalidad
carismática, sostenido por motivaciones estrictamente emocionales”,(…) “cuya tónica no entra
estrictamente en el pensamiento occidental de una clase media”21,(…) “que dada su” (…)
“impermeabilidad frente a América, lleva al fracaso al Che Guevara en Bolivia, o a que la Unión
Cívica Radical sea desplazada constantemente del poder”22, o se “estrella contra la espesa estructura
biológica del peronismo”23.
De las instituciones y la tecnología(*)
“Las instituciones sirven para mantener los modelos que mi cultura requiere. La iglesia, el estado, la
enseñanza, son los que administran los modelos estables. A su vez estos modelos tienen que ser
sentidos como propios, generados por la propia cultura. En este sentido un modelo cultural no es más
que la visualización...de un modo de ser”.24
“...Una tecnología no puede darse sino como apéndice de una cultura. Si consideramos la técnica para
fabricar un arco y una flecha, hacemos una abstracción porque la sacamos de la cultura que los fabrica.
No cualquier cultura fabricaba arcos y flechas, porque para hacerlo necesitaba determinadas pautas
culturales que la llevaban a fabricarlos, de tal modo que si las pautas eran diferentes hacían un
bumerang o un hacha de piedra”.(...)“...La tecnología es la consecuencia de una necesidad profunda
que se instaura por un proceso de gestación cultural”25.
(*) Tecnología: conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento prático del conocimiento científico. Primera acepción
de la versión 2006 del diccionario de la Real Academia.
Conclusiones
“Desde la época del “descubrimiento”, hasta la fecha, los procedimientos que se basaban en lo que
lúcida y conscientemente se debía decir y hacer no tuvo resultados. El obstáculo parece radicar en la
peculiaridad de nuestra América. Es claro que algo debe ocurrir cuando España no logra españolizar
totalmente a América, ni la Iglesia pudo cristianizarla, ni la burguesía europea y norteamericana pudo
convertirla totalmente en un mercado de consumo, ni las doctrinas revolucionarias, marxistas o
fascistas pudieron encontrar campo propicio, y por consiguiente tampoco la tecnología, por más bien
intencionada que sea, podrá imponerse totalmente, sino con violencia, y no con la euforia de la
coincidencia”26.
“...La solución consiste en retomar el antiguo mundo para ganar la salud. Si no se hace así, el antiguo
mundo continuará siendo autónomo y, por lo tanto, será una fuente de traumas para nuestra vida
psíquica y social” 27.
4
Bibliografía.
1) Rodolfo Kusch, América Profunda, editado por Hachette. Página 7.
2) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 11
3) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 225
4) Rodolfo Kusch, América Profunda, editado por Hachette. Página 96.
5) Rodolfo Kusch, América Profunda, editado por Hachette. Página 99.
6) Rodolfo Kusch, América Profunda, editado por Hachette. Página 108
7) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 221
8) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 206.
9) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 207.
10) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 208 .
11) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 209
12) Rodolfo Kusch, América Profunda, editado por Hachette. Página 104.
13) Rodolfo Kusch, América Profunda, editado por Hachette. Página 7.
14) Rodolfo Kusch, América Profunda, editado por Hachette. Página 159.
15) Rodolfo Kusch, América Profunda, editado por Hachette. Página 173.
16) Extraído de: Hacia un concepto operativo de cultura. Ricardo Santillán Güemes. Es una versión
corregida y aumentada de “El campo de la cultura” publicado en: OLMOS HÉCTOR ARIEL y
SANTILLAN GÚEMES, RICARDO (2000): Educar en Cultura. Ensayos para una acción integrada.
Buenos Aires. CICCUS. Primera reimpresión 2003.
17) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 226
18) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 12.
19) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 12.
20) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 265
21) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 265
22) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 201
23) El pensamiento indígena y popular en America, Rodolfo Kusch, editado por Hachette, Pag. 199
24) Geocultura del Hombre Americano, Rodolfo Kusch, editado por Fernando García Cambeiro,
Colección estudios latinoamericanos. Página 120.
25)Geocultura del Hombre Americano, Rodolfo Kusch, editado por Fernando García Cambeiro,
Colección estudios latinoamericanos. Página 96.
26) Geocultura del Hombre Americano, Rodolfo Kusch, editado por Fernando García Cambeiro,
Colección estudios latinoamericanos. Página 95.
27) Rodolfo Kusch, América Profunda, editado por Hachette. Página 6.
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