GUIA DE DERECHO DE AUTOR :::SCD Y PI

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GUIA DE DERECHO DE AUTOR: SCD Y PI
¿Qué es la propiedad intelectual? Es obra de la mente humana -fruto de la
creatividad y de la invención humana- está presente todos los días, de la mañana
a la noche, en la escuela y en la universidad, cuando salimos con los amigos y
hasta cuando dormimos. Hay dos categorías de propiedad intelectual: -En primer
lugar, la propiedad industrial, es decir, las invenciones, las marcas, los diseños
industriales y las indicaciones geográficas. -En segundo lugar, el derecho de autor
y los derechos conexos, que se aplican a una amplia gama de obras literarias y
artísticas, ya sean escritas, interpretadas, ejecutadas o grabadas. A continuación
podrás aprender más sobre los diferentes aspectos que entraña la propiedad
intelectual
y
cómo
influyen
en
tu
vida.
Historia
El concepto básico de la propiedad intelectual ya se menciona en el código de
leyes Judías llamado Shulján Aruj. Allí se menciona en forma explícita por
primera vez la prohibición "GNEVAT A DA'AT", contra el robo de ideas o
conocimiento.
Históricamente, la propiedad intelectual no siempre ha sido reconocida. Grandes
autores literarios del pasado que han sido acusados de plagio, sólo se limitaban a
tomar un asunto de otro escritor con entera libertad de acuerdo a lo que se
permitía en su tiempo. Sólo en la Inglaterra del siglo XVII comenzó a ser
reconocido el copyright como un derecho inherente a la creación literaria, y por
extensión a la creación de obras propias del intelecto. En el siglo XIX comenzó la
internacionalización de los derechos de autor, creando una plataforma jurídica
para el respeto de éstos en todos los países. Aun así, la difusión de Internet y la
denominada "piratería" literaria y audiovisual han puesto en grave riesgo la
protección
de
estos
derechos.
Renacimiento
La extensión de la imprenta de tipos móviles en la Europa Renacentista, y con
ella de las nuevas ideas de erasmistas y reformadores cristianos, alarmó
prontamente a la Iglesia Católica, los príncipes y las repúblicas del continente
europeo. Estos utilizaron entonces la tradición legal que amparaba a los gremios
urbanos feudales para controlar de modo efectivo lo publicado. El primer marco
legal monopolístico era todavía un marco feudal cuyos objetivos eran el control
político de la naciente agenda pública, por lo que el autor no aparecía como
sujeto
de
derechos,
sino
el
impresor.
Ese control estatal (en parte delegado a la Iglesia y su Inquisición en el mundo
católico), facilitó sin embargo la aparición de las primeras patentes. La primera
de la que se tiene constancia es una patente de monopolio de la República de
Venecia de 1491 a favor de Pietro di Ravena que aseguraba que sólo él mismo o
los impresores que el dictaminase tenían derecho legal en el interior de la
República a imprimir su obra "Fénix". La primera patente de este tipo en
Alemania apareció en 1501 y en Inglaterra en 1518, siempre para obras concretas
y siempre como gracia real de monopolio. Una práctica ésta, la de la concesión
de monopolios reales bajo forma de patente, que las monarquías europeas fueron
extendiendo en distintos ámbitos como forma de remuneración de sus
colaboradores.
El
Barroco
El siglo XVII conoció distintos intentos de regulación con el objeto de asegurar a
los autores literarios una parte de las ganancias obtenidas por los impresores. Ese
era el sentido por ejemplo de las disposiciones de 1627 de Felipe IV en España. Lo
que movía a esta regulación es precisamente la ausencia de monopolio del autor
respecto a la obra. Dado que cualquier impresor podía reeditar una obra
cualquiera, el legislador buscaba mantener los incentivos del autor obligándole a
compartir
una
parte
de
los
beneficios
obtenidos.
Pero el primer sistema legal de propiedad intelectual configurado como tal surgió
en la Inglaterra Barroca. Es el llamado Statute of Anne (por el nombre del
monarca en cuyo reinado se promulgó, Ana de Inglaterra) de 1710. La
importancia de esta norma vino dada porque por primera vez aparecían las
características propias del sistema de propiedad intelectual tal como se conocen
actualmente:
Se presentaba como un sistema de incentivos a los autores motivado por las
externalidades positivas generadas por su labor. De hecho su título completo era:
An Act for the Encouragement of Learning, by vesting the Copies of Printed Books
in the Authors or purchasers of such Copies, during the Times therein mentioned
Establecía un sistema de monopolio temporal universal: 21 años para el autor de
cualquier libro, ejecutable en los 14 años siguientes a su redacción.
El conflicto vino con los impresores, los cuales alegaban que una vez encargadas
y recibidas las obras, los beneficiarios del monopolio deberían ser ellos y no el
autor original. Nacía así el sustento de lo que más tarde sería la diferencia entre
copyright y derechos de autor. Mientras el primero convierte la obra en una
mercancía más haciendo plenamente transmisibles los privilegios otorgados por el
monopolio legal, el segundo reservará derechos a los autores más allá incluso
después
de
la
venta.
La Ilustración francesa y el debate sobre la naturaleza del derecho,
Con distintas formas y matices el sistema se extendía poco a poco por Europa.
Dinamarca y Suecia tuvieron su primera legislación en 1741 y España en 1762, por
ley otorgada por el rey Carlos III. Pero el debate sobre la naturaleza de estas
patentes siguió abierto. Mientras el copyright tendía a homologar el privilegio con
una forma más de propiedad, el derecho de autor requería una fundamentación
que al final lo equiparase con un derecho natural, no nacido de una concesión
real, sino directamente reclamable de forma evidente... lo cual, dado lo reciente
de su aparición no era, ni mucho menos, una argumentación teórica fácil, como
mostraba, por ejemplo, la Lettre sur le commerce des libres de Diderot.
La
Escuela
de
Salamanca
y
el
Derecho
Natural.
Pronto surgieron las primeras críticas, aunque basadas todavía en la ya
periclitada escolástica medieval. Partiendo del concepto de Santo Tomas de
Aquino de la suidad, la escuela de Salamanca circunscribió a mediados del siglo
XVIII la protección a lo que luego se llamarán derechos morales, atacando
frontalmente la equiparación del privilegio real con una forma de propiedad,
dado que sobre las ideas, conocimientos y conceptos no puede reivindicarse
propiedad con independencia del estado, ni la transmisión llevarse a cabo como
un juego de suma cero como sí ocurre con la propiedad de las cosas. Además, no
siendo la propiedad un derecho natural, difícilmente podría argumentarse su
universalidad.
El
siglo
XIX
Sin embargo la arrasadora expansión del capitalismo y la necesidad de incentivos
para mantener el acelerado desarrollo tecnológico tras las guerras napoleónicas,
consolidarían la lógica de la propiedad intelectual y extenderían las legislaciones
protectoras.
Otro aspecto destacable fue la internacionalización espontánea de los pagos a los
autores por parte de los editores. Al parecer, durante el siglo XIX los autores
estadounidenses recibieron más pagos de los editores británicos que de los de su
propio país, a pesar de que legalmente los privilegios eran estatales y no podían
ser reclamados legalmente en otros países. Parece que, como vuelve a suceder
hoy en día, la parte principal de los ingresos de una obra se producían en la
primera edición, lo que incitaba a los editores británicos suficientemente a pagar
por acceder a los contenidos antes que sus competidores, sin necesidad de que
estos
hicieran
valer
sus
privilegios
legales.
A pesar de ello, la Convention de Berne pour la protection des œuvres littéraires
et artistiques, convocada en 1886 por iniciativa de Victor Hugo -autor de los
primeros éxitos de ventas internacionales- marcó un momento decisivo en la
globalización del derecho de autor al obligar a la reciprocidad en el
reconocimiento de derechos a los autores por parte de los países signatarios.
Aunque eran originalmente tan sólo media docena y exclusivamente europeos
(EE.UU. no se sumó hasta 1889) se sentaron las bases del panorama actual.
El
siglo
XX.
El siglo XX fue el siglo del copyright, los derechos de autor y las patentes. Tras la
convención de Berna se funda el BIRPI (Bureaux internationaux réunis pour la
protection de la propriété intellectuelle), actualmente hoy OMPI (Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual). Aparecen ya las primeras sociedades de
derechos como la SAE (hoy SGAE) en 1898 y farmaceúticas y empresas
tecnológicas consolidaron sobre el sistema de patentes su modelo de negocio. La
segunda mitad del siglo, con el estallido industrial de la música popular y
universalización del mercado audiovisual concentrado en EE.UU., llevaron a la
formación de un gran mercado cultural mundial dependiente de la homologación
internacional
de
la
propiedad
intelectual.
Tratados
internacionales
CONVENCIÓN UNIVERSAL: 1952Dicha Convención establece que cada uno de los
Estados contratantes se compromete a tomar todas las disposiciones necesarias a
fin de asegurar una protección suficiente y efectiva de los derechos de los
autores, o de cualesquier otros titulares de estos derechos, sobre las obras
literarias, científicas y artísticas tales como los escritos, las obras musicales,
dramáticas y cinematográficas y las de pintura, grabado y escultura.
CONVENCIÓN DE ROMA: 1961 Es el primer Tratado Multilateral que reconoce y
ampara en el ámbito internacional, a los titulares de derechos conexos.
CONVENIO QUE ESTABLECE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD
INTELECTUAL (OMPI) 1967La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual
(OMPI) es una agencia especializada de las Naciones Unidas, creada en 1967 con
la firma del Convenio de Estocolmo. La OMPI está dedicada a fomentar el uso y la
protección de las obras del intelecto humano. Con sede en Ginebra (Suiza), la
OMPI es uno de los 16 organismos especializados del sistema de organizaciones de
las Naciones Unidas. Tiene a su cargo la administración de 24 tratados
internacionales que abordan diversos aspectos de la protección de la propiedad
intelectual. La Organización tiene 184 Estados miembros, entre los cuales se
encuentra Chile. Su actual Director General es el Dr. Kamil Idris, nacional de
Sudán.
CONVENIO DE BERNA: 1971 El autor, para optar a los beneficios del convenio,
debe ser nacional de un país parte, o haber publicado su obra por primera vez en
el país parte, o tener su residencia habitual en el país, sin perjuicio de aquellas
disposiciones relativas a obras cinematográficas o arquitectónicas. El convenio de
Berna garantiza los derechos morales del autor, incluyendo el derecho a la
creación de la obra, a su integridad, a la protección del honor y de la fama del
autor. El derecho moral persiste, por lo menos, hasta la muerte del autor. Las
medidas que permiten hacer valer los derechos del autor están sujetas a la
legislación nacional del país en donde se ha pedido la protección.
HISTORIA
en
Chile
La primera ley que se dictó con respecto a este tema data de 1834 y estuvo
vigente hasta 1925, cuando se estableció que la Biblioteca Nacional debía crear
un Registro Conservatorio de la Propiedad Intelectual. Sin embargo, en 1970
nuevamente se modificó la legislación y con ella nació el Departamento de
Derechos Intelectuales -vigente hasta hoy- para encargarse, principalmente, del
Registro Conservatorio de la Propiedad Intelectual, donde se inscriben los
derechos de autor y otras materias afines (como contratos de transferencia,
sentencias judiciales de adjudicación, consultas de particulares, asesoramiento a
autoridades gubernamentales, etc.). Este organismo depende de la Dirección de
Bibliotecas, Archivos y Museos y está bajo la administración de un "conservador
de
profesión
abogado".
CAPITULO III DE LOS DERECHOS Y DEBERES CONSTITUCIONALES Art. 19.
La Constitución asegura a todas las personas: (...) 25° La libertad de crear y
difundir las artes, así como el derecho del autor sobre sus creaciones
intelectuales y artísticas de cualquier especie, por el tiempo que señale la ley y
que no será inferior al de la vida del titular. El derecho de autor comprende la
propiedad de las obras y otros derechos, como la paternidad, la edición y la
integridad de la obra, todo ello en conformidad a la ley. Se garantiza, también,
la propiedad industrial sobre las patentes de invención, marcas comerciales,
modelos, procesos tecnológicos u otras creaciones análogas, por el tiempo que
establezca
la
ley.
Art. 584 "Las producciones del talento o del ingenio son una propiedad de sus
autores
(código
civil)
Para gozar de la protección que la ley N°17.336, sobre propiedad intelectual
confiere a los creadores de obras literarias y artísticas, no es indispensable su
inscripción o registro, por cuanto según lo establece el Art. 1°, el amparo se
produce de manera automática por el sólo hecho de la creación. Sin embargo, la
inscripción es importante para preconstituir un medio de prueba en favor del
autor, para demostrar el carácter original o primigenio de la obra.
Ley
de
propiedad
intelectual
Las leyes de propiedad intelectual protegen las obras literarias, artísticas y
científicas que cumplan los requisitos de originalidad y creatividad, no siendo
objeto de protección las ideas, fórmulas matemáticas, obras no originales y en
general todo aquello que no cumpla con los requisitos establecidos en la Ley. La
propiedad intelectual es un tipo de propiedad, esto significa que su propietario o
titular puede disponer de ésta como le plazca y que ninguna otra persona física o
jurídica podrá disponer legalmente de su propiedad sin su consentimiento.
Naturalmente, el ejercicio de este derecho está sujeto a limitaciones.
Dentro del término "Propiedad Intelectual" se engloban dos tipos de derechos: los
"derechos de autor" y los "derechos conexos". Los derechos de autor establecen la
protección
a
las
personas
creadoras
de
obras
del
intelecto
Propiedad industrial: comprende las invenciones, patentes, marcas, dibujos y
modelos
industriales
e
indicaciones
geográficas
de
origen.
Derechos de Autor: que comprende las obras literarias y artísticas, tales como las
novelas, los poemas, las obras de teatro, las películas, las obras musicales, las
obras de arte, los dibujos, pinturas, fotografías, esculturas, y los diseños
arquitectónicos.
Derechos Conexos: protegen a los que de algún modo, realizan trabajos y
aportaciones que el legislador también ha entendido que deben ser protegidas,
categoría que incluye el derecho de los artistas intérpretes y ejecutantes, de los
productores de fonogramas, de los productores de grabaciones audiovisuales, de
las entidades de radiodifusión, de las meras fotografías y de determinadas
producciones
editoriales.
Propiedad
Industrial
La Propiedad Industrial se refiere entre otras materias, a las marcas comerciales,
inventos, diseños industriales, modelos de utilidad, etc., los cuales son de la
competencia del Depto. de Propiedad Industrial del Ministerio de Economía.
Además, la propiedad industrial incluye las marcas de fábrica o de comercio, las
marcas de servicio, los nombres y designaciones comerciales, incluidas las
indicaciones de procedencia y denominaciones de origen, y la protección contra
la competencia desleal. Sin embargo, es posible inscribir como obra literaria, el
texto escrito, en cuya virtud se podría explicar el funcionamiento de un sistema,
por ejemplo, pero dicha inscripción no ampara al autor respecto del uso que
terceros
puedan
hacer
de
él,
en
la
práctica.
EL DERECHO DE AUTOR Derecho de autor es un término jurídico que describe los
derechos que se otorgan a los creadores de obras literarias y artísticas.
El derecho de autor otorga a los creadores derechos exclusivos para utilizar o
autorizar a que otros hagan uso de sus obras de determinada forma,
permitiéndoles así controlar la utilización de las mismas y recibir una retribución
por su trabajo. (Derecho patrimonial concedido a otra persona). Eso les brinda
incentivos a través del reconocimiento y de una justa contrapartida económica.
A diferencia de otras formas de propiedad, que se mantienen eternamente en el
tiempo, pasando a lo largo de distintas personas, los derechos de propiedad
intelectual tienen un límite temporal que dependerá del tipo de derecho (moral o
patrimonial, de autor o conexo), aunque, por regla general, los derechos morales
son perpetuos y los patrimoniales expiran, como mínimo y según el Convenio de
Berna 50 años tras la muerte del autor, ese plazo es de 90 años en algunos países.
Una vez transcurrido este plazo, la obra se considerará en el dominio público,
siendo posible la libre utilización de la misma, siempre y cuando se respeten los
derechos morales del autor, en particular el de reconocimiento de la autoría.
Una de las cosas que más inquietan a los titulares de derechos de autor es la
violación de sus prerrogativas por medio de la piratería y el plagio.
La controversia que han suscitado recientemente las redes de intercambio de
ficheros entre usuarios tiene que ver con el problema de la violación del derecho
de autor y la piratería, ya que en muchos casos los titulares del derecho de autor
no reciben compensación alguna por la reproducción de sus obras.
En general, desde un punto de vista jurídico, pueden distinguirse dos clases de
derechos
inherentes
al
derecho
de
autor:
Derechos morales. Son derechos inalienables e intransmisibles que engloban
principalmente el derecho a la paternidad de la obra (ser reconocido autor de
una obra), el derecho a la integridad de la misma (impedir cualquier
deformación, modificación, alteración o atentado contra ella) y el derecho a
decidir en qué forma se difundirá la obra. Del mismo modo, la ley, ha decidido
ampliar dichos derechos intransmisibles a otros de menor importancia, como el
derecho a retirar la obra del mercado, o el derecho a acceder al ejemplar único o
raro
de
la
misma.
Derechos patrimoniales. Son los derechos de explotación sobre la obra, que
permite al titular o a sus derechohabientes beneficiarse generalmente
económicamente. Se incluyen entre ellos los derechos de reproducción,
distribución, comunicación pública, puesta a disposición y transformación,
aunque ésta clasificación no es numerus clausus ya que la práctica del sector
incluye
otros
como
el
derecho
de
sincronización.
TERMINOS DE DERECHOS DE AUTOR Y COPYRIGHT Los términos “derechos de
autor” y “Copyright”, no son completamente equivalentes. El Copyright,
identificado con el siguiente elemento tipográfico: ©, de orientación mercantil,
nació del Estatuto de la Reina Ana, en 1710, en Inglaterra, y es predominante en
la concepción jurídica angloamericana basada en el common law (países del
Reino Unido, de la Comunidad Británica de Naciones y Estados Unidos de
Norteamérica. En cambio, el derecho de autor (droit l’autor), de carácter
individualista nació en Francia, en la época de la Revolución Francesa, y es el
fundamento de las legislaciones de tradición jurídica europea o latina. Como se
señaló precedentemente el derecho de autor, tiene dos aspectos o componentes
igualmente importantes: los derechos patrimoniales de contenido económico, que
permite al titular de derechos o a sus derechohabientes, beneficiarse con la
explotación, reproducción, comunicación y difusión de la obra literaria o
artística, por cualquier medio o procedimiento y, los derechos morales, que son
personalísimos, intransferibles e imprescriptibles, tales como el de la paternidad
e integridad de la obra, etc. El copyright anglosajón, va dirigido a la explotación
de las obras y su protección se refiere no sólo a obras literarias, musicales o
artísticas, audiovisuales, sino que también incluye las grabaciones sonoras,
emisiones de radiodifusión y de cable, ediciones de obras impresas, etc. En
cambio, los derechos morales del creador son cautelados por otros medios o
disposiciones
legales
y
no
por
el
copyright.
Registro
de
Propiedad
Intelectual:
Inscripción
de
una
obra
La inscripción de una obra en el Registro de Propiedad Intelectual confiere un
medio de prueba importante acerca de la autoría o creación de la misma.
También respecto de los titulares de derechos conexos. El Art. 8° de la ley
17.336, establece una presunción simplemente legal de autoría, en favor de
quién hace la inscripción o registro de una obra intelectual
¿En
qué
consiste?
La ley N° 17.336 de 1970, sobre Propiedad Intelectual protege los derechos que,
por el solo hecho de la creación de la obra, adquieren los autores de obras de la
inteligencia en los dominios literarios, artísticos y científicos cualquiera que sea
su forma de expresión, y los derechos conexos que ella determina. El derecho de
autor comprende los derechos patrimonial y moral, que protegen el
aprovechamiento,
la
paternidad
y
la
integridad
de
la
obra.
El derecho de autor es el conjunto de normas, legales que protegen al autor y a
su obra intelectual. También protege a los denominados TITULARES DE DERECHOS
DE AUTOR, vale decir cónyuge sobreviviente, herederos, cesionarios y legatarios.
Además la ley ampara los derechos conexos de los artistas, interpretes,
ejecutantes,
y
productores
fonográficos.
En términos generales están protegidas las obras literarias, artísticas y literario
científicas; por ejemplo, está protegido un libro, un dibujo artístico, una
película, una escultura, un programa de computación, una composición musical y
otras.
El autor es la persona que crea la obra intelectual. Las personas jurídicas pueden
ser
titulares
de
derechos.
¿Dónde
se
realiza?
Dirección:
San
Isidro
247,
2°
piso,
Santiago
Centro,
Chile
Teléfonos:
222
2663
634
6497.
Fax:
(562)
635
2268.
Horario de atención de público : Lunes a viernes de 09:00 a 14:00 Hrs
Inscripción
desde
fuera
de
Santiago
Por correo, dirigido al Conservador de Derechos Intelectuales, acompañándose
una copia o fotocopia de la obra de que se trata, si es impresa en papel o del
soporte
magnético
(CD,
disquette)
si
es
el
caso.
Deben indicarse los datos del autor y enviarse el valor de la inscripción en vale
vista o cheque nominativo y cruzado a nombre de Dirección de Bibliotecas
Archivos
y
museos.
¿A
quién
está
dirigido?
A
los
autores
chilenos
y
A
los
extranjeros
domiciliados
en
Chile.
Requisitos
Se deposita un ejemplar completo de la obra, salvo obras sinfónicas en que se
requiere
una
reducción
para
piano
y
otros
casos
especiales.
Se debe infor mar al Registro de los siguientes datos del autor:
Nombre
completo
(nombre
y
apellidos)
N°
de
Cédula
de
identidad
o
Rol
único
tributario
Domicilio
Título
de
la
obra
Documentos
requeridos
Acompañar formulario de inscripción, el cual se obtiene a través del icono Bajar
Formulario, que se encuentra al lado izquierdo de está página.
Costo
1. Proyectos de ingeniería y arquitectónicos, programas de computación: 35% de
una
UTM.
2. Obras cinematográficas, incluidos videos: 40% de una UTM.
3.
Cualquier
otra
inscripción:
10%
de
una
UTM.
Producto
Permite
el
reconocimiento
de
la
inscripción
de
la
obra
Observaciones
Validez:
Indefinido.
No protege lo que no constituya el tipo de obra protegido por ley; en tal sentido
no protege ideas ni sistemas, ni ningún tipo de obra que no sea literaria, artística
o literario científica.
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