QUINTA UNIDAD SESION II DERECHO DE AUTOR ANTECEDENTES HISTÓRICOS El derecho de autor existe desde la antigüedad, pero no como tal lo entendemos hoy en día, es un error creer que esta nació con la imprenta; sin embargo no existía una legislación especial para regularla, motivo por el cual los autores eran generalmente protegidos por algún gran personaje (Mecenas), o por el Estado (Atenas). Grecia podría ser considerada la cuna del primigenio y elemental concepto de Derecho de Autor, a pesar de la crítica de otros autores que señalan que no contaban, con disposiciones legales en esta materia debido a la falta de móvil económico (Stolfi). Pero ¿cómo surgió?, ¿qué fenómeno motivo el surgimiento de estos derechos? Creemos que la respuesta está en lo que observamos diariamente en nuestra realidad: El plagio. En la Roma Imperial el plagio se definió más concretamente en “acto injuriarum” o acción deshonesta es decir que el plagio no era castigado por los tribunales sino solo por la opinión publica. La propia ley había sido influida por esa protección del autor. El Digesto, en su libro XLI, título 65, principio y en el libro y en el libro XLVII, título 2º 14, parágrafo 17, castigada el robo de un manuscrito, y aunque esto no tiene nada que ver con la protección del derecho de autor en si, en este antecedente significa que la legislación romana tenia consideración al manuscrito como la constancia de una propiedad especial, la del autor, sancionando su robo también en forma distinta a la delos demás propiedades. En la Edad Media, los principios del Derecho de Autor siguieron teniendo poco desarrollo. Los reimpresores eran considerados como malhechores y en los escritos religiosos se preocupaban por evitar las alteraciones y mutilaciones. En esta época se implantó el sistema de privilegios reales o regalías de explotación de las obras a los impresores era el soberano el que estaba encargado de dar el permiso o privilegio esto se otorgaba a los editores para que no abusasen de su distribución se otorgaba para un cierto periodo y para un determinado lugar, esto ocasionaba querellas entre soberanos. El primer privilegio se concedió a Juan de Spira el año 1466 en Venecia. Posteriormente, se empieza a manifestar un nuevo concepto que vincula la personalidad con la propiedad, elemento fundamental del Derecho de Autor. Según Locke, pensador de la época, el hombre es dueño de sí mismo, propietario de su persona y sus acciones. Esta doctrina de la propiedad espiritual se desarrolla plenamente a fines del Siglo XVIII. Ésta partía de la base de que el autor, por contrato, traspasa al editor un usufructo y no la total propiedad de la obra, lo cual deja claro el contenido irrenunciable y no disponible del derecho a la libertad de la autor enraizada en la propiedad espiritual. En esa época ya se empieza a distinguir entre la obra intelectual y el soporte o medio que la contiene. Los autores no empezaron a reclamar el derecho sobre su trabajo intelectual hasta la llegada de la era moderna, cuando la invención de la imprenta de Gutenberg permitió la distribución masiva y la piratería de las obras. En 1710 se otorga la primera protección formal al derecho de autor a través del Estatuto de la Reina Ana de Inglaterra. Sin embargo, su protección se limita a la piratería de las obras impresas (que crea el derecho exclusivo a imprimir). En España la primera ley data de 1762, mientras que en Francia hubo que esperar al final de la revolución francesa para que en 1791 se suprimieran los privilegios de los impresores y surgiera el derecho de autor en favor de los creadores. La Revolución Francesa y la Independencia de Estados Unidos condujeron al derecho de autor a su forma contemporánea, basada en dos principios fundamentales. Por un lado, un derecho de propiedad económicamente comerciable, otorgado por primera vez por la Constitución de Estados Unidos de 1787. Por otro lado, Francia y Alemania desarrollaron la idea de expresión única del autor. Inspirado por el filósofo alemán Kant, que decía que una obra de arte no puede separarse de su autor, el escritor francés Beaumarchais empezó a organizar a los autores en torno a la primera sociedad de autores del mundo. Originándose el derecho a la libre expresión en el artículo 11 de la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano: La libre comunicación del pensamiento es uno de los más preciosos derechos del hombre. Todos los ciudadanos pueden, en consecuencia, hablar, escribir e imprimir libremente. La eliminación de los privilegios de edición fue efímera. En poco tiempo, el nuevo régimen admitió que era impráctico e injusto el obliterar el sistema totalmente. Nuevas leyes, orientadas a proteger los derechos de los autores franceses, fueron establecidas, debiendo coexistir las mismas con los principios de libre expresión. Desde entonces, esa coexistencia ha exigido se mantenga un fino y sutil equilibro legal, a menudo puesto a prueba en las cortes. En 1791, la Asamblea Nacional francesa aprobó la primera ley de derechos de autor. Elocuentemente en la declaración de Le Chapellier ante la asamblea francesa en 1791: De todas las propiedades, la más sagrada, la más legítima, la más inatacable, y, si me es permitido expresarme así, la más personal es la que concierne a la obra fruto del pensamiento de un escritor. Por un tiempo el Derecho de Autor estaba protegido adecuadamente en los diferentes terrenos nacionales, es decir en cada país existía las garantías necesarias para respetar el Derecho de Autor. Así explica Javier Herrera diciendo que a “principios del siglo XIX muchos Estados...tenían ya sus leyes de derecho de autor...estas surtían efecto dentro de los territorios nacionales, pero el desarrollo de las relaciones internacionales los cambios culturales, la traducción de las obras exigían mayor protección para las obras nacionales en los países extranjeros y para de los extranjeros en los nacionales”1. Se debía buscar mecanismos que contribuyan a ello y que abarquen los diversos países. Es así que en 1886 su firma el Primer Acuerdo multilateral, es el “Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas”. Este Convenio fue el inicio para que en el transcurso del tiempo y con las diferentes realidades que se presenta en el mundo la legislación se vaya adecuando teniendo como base a este Convenio. Por esto se dan diferentes reuniones entre las cuales se firma la Convención Universal sobre Derecho de Autor3 y también se forma un organismo muy importante es la OMPI4 (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual). Hoy en día es INDECOPI, la cual se encarga de analizar los casos referidos a la protección de los derechos de autor, que como hemos visto en líneas anteriores, no es capricho moderno, sino producto de la necesidad social. ESTUDIOS PRELIMINARES ACERCA DEL DERECHO DE AUTOR Es necesario el conocimiento previo algunos conceptos que nos servirán para poder comprender que es realmente el derecho de autor por ende pasaremos a explicar en donde se encuentra englobado el derecho de autor (DERECHOS INTELECTUALES) y así mismo junto con el derecho de autor hallaremos a la propiedad industrial. Noción de Propiedad Intelectual La propiedad intelectual se divide en dos categorías: la propiedad industrial, que incluye las invenciones, patentes, marcas, dibujos y modelos industriales e indicaciones geográficas de origen; y el derecho de autor, que abarca las obras literarias y artísticas, tales como las novelas, los poemas y las obras de teatro, las películas, las obras musicales, las obras de arte, tales como los dibujos, pinturas, fotografías y esculturas, y los diseños arquitectónicos. Los derechos relacionados con el derecho de autor son los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes sobre sus interpretaciones o ejecuciones, los derechos de los productores de fonogramas sobre sus grabaciones y los derechos de los organismos de radiodifusión sobre sus programas de radio y de televisión. Concepto de derecho de propiedad intelectual El derecho de la propiedad intelectual protege aquello que desarrolla el hombre, con base en su capacidad inventiva y talento artístico. Dicha cualidad, conocida como “Creatividad”, ha venido ha reflejarse en la habilidad que posee el hombre para observar, analizar, abstraer, comunicar y, en consecuencia, transformar o expresar el entorno que le rodea. En tal virtud, por creatividad entendemos la capacidad de todo individuo para transformar o expresar su entorno social o natural, utilizando su destreza innovadora o sensibilidad artística, y producir así algo nuevo, original o que le distingue. El común denominador de la propiedad intelectual es precisamente la creatividad intelectual que resulta el conocimiento científico, inventivo, técnico, literario, artístico y mercadológico, del ser humano, comprendiendo las obras artísticas e intelectuales, invenciones, diseños aplicados a la industria, conocimientos técnicos, secretos e información confidencial y el goodwill que desarrollan las empresas y comercios en el empleo de marcas y otros signos distintivos, en su estrategias comerciales mercadológicas y publicitarias. El derecho de la propiedad intelectual es connatural al hombre y es quizás tan antiguo como éste. Sin embargo, su verdadero surgimiento como sistema protector del elemento de la creatividad data de siglo XVIII y evoluciona posteriormente hacia el siglo actual. Su impacto ha sido tal, que ha venido a modificar algunas de las mas sólidas estructuras e instituciones del derecho universal, dando cabida a un nuevo esquema jurídico, con fundamento y principios propios, orientado a la protección de los bienes que no pueden verse ni tocarse. Por su trascendencia e importancia, la propiedad intelectual es la rama del derecho con capacidad natural para albergar las nuevas manifestaciones de la conducta humana, referidas a la comunicación e información, es por ello el verdadero derecho del futuro. El derecho de propiedad intelectual reconoce al derecho de autor y la propiedad industrial, como las dos grandes vertientes en que, desde el punto de vista jurídico, se divide el objeto de protección de dicha materia, según se enfoca hacia la producción literaria o artística, o la innovación tecnológica o industrial. Estudio de Propiedad Industrial Llamado también derecho de invención, se considera que otorga una propiedad exclusiva. Según Messineo, consiste en el poder exclusivo de poner en practica una invención industrial, nueva e idónea para tener aplicación y para sacar de ella provecho en el territorio del estado. Pero la perfección del mismo esta subordinada a la obtención de una patente que depende de un acto administrativo de concesión; y es, al mismo tiempo, el signo material del derecho de inventor tutelado, o sea exclusivo. El derecho de la propiedad industrial se distingue muy claramente de la propiedad intelectual o derecho de autor porque esta última se refiere a los derechos de propiedad sobre una obra literaria, artística, científica, interpretaciones y ejecuciones del artista. Hasta el momento podemos decir que el derecho de propiedad industrial es una ciencia moderna que forma parte del derecho intelectual y trata de las manifestaciones creativas del intelecto destinado a la industria y al comercio, bienes inmateriales como son las invenciones, los modelos de utilidad, diseños industriales...etc. En el Perú existe la ley de Propiedad Industrial 823, que se publicó por un decreto legislativo el 24 de abril de 1996 que tuvo como antecedente la Ley General de Propiedad Industrial aprobada por Decreto Ley N° 26017, que regula los distintos elementos constitutivos de la Propiedad Industrial el año1992 y que en 1994 entro en vigencia la decisión 344 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena, Régimen Común sobre Propiedad Industrial para los Países Andinos. Posteriormente el Perú se adhirió al Convenio de Paris y el acuerdo sobre Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, no olvidar que estos dos últimos tratados son los acuerdos internacionales de mayor peso sobre la propiedad industrial. La propiedad industrial es aquel sector de los derechos intelectuales que comprende la protección de una serie de concepciones y combinaciones de elementos sensibles, que han de valorarse por su utilidad en el campo de la industria y del comercio. Todas ellas pues, revelan su sentido cultural puestas en relación con la finalidad que les conviene de un modo propio y se manifiesta como susceptibles de protección jurídica consideradas en la fase de simples proyectos que pueden ser realizados en el futuro. Objetos de estudio de la propiedad industrial Tres son los tipos de objetos que se consideran tradicionalmente comprendidos en la propiedad industrial: 1) Las soluciones técnicas nuevas (invenciones y su variante menor, los modelos de utilidad, en las legislaciones que establecen esta modalidad especial). 2) Las creaciones formales de aplicación industrial (dibujos y modelos industriales). 3) Los signos distintivos de carácter mercantil (nombre comercial, rotulo de establecimientos, enseña, marca). DERECHO DE AUTOR Definición Al querer plantear una definición de Derecho de autor, podríamos considerarlo generalmente ¾como algunos libros y como la propia legislación¾ como “aquella disciplina jurídica que protege las obras y prestaciones en cuanto creaciones artísticas del intelecto humano , recordando que se encuentra compartiendo con la propiedad industrial la relación de especies género respecto a la propiedad intelectual. Como dice Juan Espinoza estos derechos de autor forman parte de los derechos intelectuales ¾consideramos propiedad Intelectual- y están compuestos por dos grupos de derechos: los derechos patrimoniales, en los cuales se tutela la disposición de la obra y los derechos personales, en los cuales se tutela una serie de situaciones jurídicas destinadas a proteger la atribución de la paternidad intelectual del autor con respecto a la obra, así como la integridad de la misma”. Es cierto, estas atribuciones que se le dan al autor que consta de dos partes tanto los derechos patrimoniales (conocidos también como económicos) logran que se le considere un incentivo para que siga aportando más y no paralice su producción creativa, y los derechos personales (o derechos morales) que es algo más íntimo a la persona, que logra darle una posición de reconocimiento al autor, tomando como premisa que una obra de arte refleja mucho la personalidad y la manera de ser de su autor: que es una proyección un una objetivación de su personal y espiritual manera de ser, de tal manera que el modo de ser peculiar y característico de cada autor no pueda menos que ser reflejado en su creación. Tenemos como ejemplo de estos derechos el ser reconocido como autor, prohibir que se altere su propio nombre, decidir su la propia obra se publica, etc. A continuación haremos referencia cuales son las características de los derechos morales y que a la vez diferencia de los derechos económicos; como es que se consideran unidos a la persona del autor, ¾este es el punto de partida para las otras características¾, son perpetuos, inalienables, imprescriptibles e irrenunciables. Fundamento del derecho de autor Antes de haber nombrado todo esto, tuvimos que ver cual es el fundamento de los derechos de autor, como por ejemplo lo hace Javier Herrera, al plantear una doble necesidad: a) La necesidad de todos los hombres de tener acceso y disfrutar de los frutos del saber humano; y b) La necesidad correlativa que existe de estimular la investigación y el ingenio recompensando por ello a los investigadores, escritores, artistas, etc.. Tanto se le vincula a la persona ¾como a lo espiritual¾ que ha sido considerado como uno de los derechos básicos de la persona en la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada en 1948 por la Asamblea General de las N. U. en su artículo 27 de tal Declaración dice: “Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la cultura de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que la corresponden por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas que sea autora”. Se va teniendo en cuenta que va existiendo dos puntos de vista sobre lo que es derecho de autor, en sentido objetivo, es la denominación que recibe la materia (o también se considera como un término jurídico que describe los derechos concedidos a los autores); y en sentido subjetivo, alude a las facultades de que goza el autor en relación con la obra que tiene originalidad o individualidad suficiente y que se encuentra comprendida en el ámbito de la protección dispensada. Entonces el derecho de autor es el conjunto de prerrogativas morales y pecuniarias que poseen los creadores de una obra por el hecho mismo de haberla creado. Tales prerrogativas son, generalmente, reconocidas y enumeradas por las leyes y Lipszyc complementa con que el derecho de autor es la rama del derecho que regula los derechos subjetivos del autor sobre las creaciones que presentan individualidad resultantes de su actividad intelectual, que habitualmente son enunciadas como obras literarias, musicales, teatrales, artísticas, científicas y audiovisuales; en sentido amplio, y nace con la obra misma, como consecuencia del acto de creación y no por el reconocimiento de la autoridad administrativa, aunque se pueden establecer formalidades con distintos propósitos. El derecho de autor puede definirse como el poder jurídico que corresponde al creador intelectual para ejercer derechos de naturaleza moral y patrimonial respecto de sus obras, independientemente del genero a que pertenezcan. El derecho de autor concierne a todas las obras o producciones del ingenio humano, de carácter creativo, en los dominios literario, científico y artístico, y cualquiera que sea el modo o la forma de expresión. Tal derecho comporta atributos de orden intelectual, moral y patrimonial. Los atributos de orden intelectual y moral son permanentes e inalienables; los de orden patrimonial permiten la explotación de la obra o producción por le tiempo que señala la ley. Los derechos del autor se originan de la propia creación de la obra, sin que sea necesario registro, depósito o ninguna otra formalidad para su protección. El derecho de autor es un término jurídico que describe los derechos concedidos a los creadores por sus obras literarias y artísticas. El tipo de obras que abarca el derecho de autor incluye: obras literarias como novelas, poemas, obras de teatro, documentos de referencia, periódicos y programas informáticos; bases de datos; películas, composiciones musicales y coreografías; obras artísticas como pinturas, dibujos, fotografías y escultura; obras arquitectónicas; publicidad , mapas y dibujos técnicos. Rama del derecho que regula los derechos subjetivos del autor sobre las creaciones que presentan individualidad resultante de su actividad intelectual, que habitualmente son enunciadas como obras literarias, musicales, teatrales, artísticas, científicas y audiovisuales. Concepciones Jurídicas del derecho de autor Hay dos concepciones bien definidas, una es la del copyright y la otra droit d’ autour, una origen anglosajón y la otra francesa. COPYRIGTH En la legislación angloamericana, también conocida como el Common Law, el derecho de autor se denomina copyright que literalmente se denomina derecho de copia. Esta denominación se refiere a la facultad de explotación de la obra por medio de la reproducción ya que originalmente viene de la antigüedad donde las impresoras y libreros imprimían y vendían libros en exclusiva y esto se consideraba en privilegio: un monopolio de explotación que coincida la autoridad gubernativa. En Inglaterra se dio la 1° norma legal que reconoció el copyright a favor del autor como un derecho individual al que se le consideró como derecho de propiedad. La base filosófica original del enfoque angloamericano que, al igual que el europeo continental, se originó con la abolición de los privilegios de impresión que fue el deseo de evitar la copia de libros y otros soportes materiales en los que estaban incorporados las obras y proteger al titular de ese derecho contra toda reproducción no autorizada por otras personas. El derecho bajo este enfoque es un auténtico sentido de la palabra, es decir (copyright), un derecho respecto de la copia de la producción de otras personas, en tanto que en enfoque europeo continental, debido a sus características individualistas, es mencionado normalmente como derecho de autor (droit d’ autour). En sus orígenes, el enfoque angloamericano se basó en consideraciones puramente económicas. Su objetivo era el de servir de incentivo a las inversiones para la producción de material cultural concediendo derecho exclusivo lo que se producía. DROIT D´AUTOUR En el caso de la concepción jurídica latina (droit d’ autour) es esencialmente individualista. Originada en los decretos de la Asamblea Constituyente de la Revolución Francesa y formada en los países de Europa Continental, considera el derecho de autor como un derecho personal e inalienable del autor. El derecho sobre una obra se origina por el acto de la creación personal, una concepción personalista, aludiendo al sujeto de derecho, al creador, y en su conjunto, a las facultades que se le reconocen. El copyright se aplica o se tiene más en consideración a lo meramente comercial, al libre mercado, mercancías que deben tener alguna protección por eso se dice que en comparación con el derecho de autor latino, el copyright tiene alcances más limitados en cuanto a los derechos subjetivos que reconoce y más extensos en tanto en relación con el objeto de la protección pues no se limita a las obras literarias, musicales y artísticas sino que incluye las grabaciones sonoras ¾fonogramas¾, las emisiones de radiodifusión y de cable y la presentación tipográfica de las ediciones publicadas como en relación con las personas que admite como titulares originarios del derecho. En consecuencia, el copyright se utiliza para proteger derechos originados en actividades técnico- organizativos que no tienen naturaleza autoral, tales como las que realizan los productores de grabaciones sonoras y de films, los organismos de radiodifusión, las empresas de distribución de programas por cable y los editores de obras impresas. Estas dos concepciones dificultaron la determinación de su naturaleza jurídica, dando lugar a debates y a conclusiones muchas veces opuestas, que enriquecieron y contribuyeron de forma decisiva al desarrollo de la materia. Diferencias y semejanzas entre derecho de autor y propiedad industrial Derecho De Autor Propiedad Industrial SEMEJANZAS Se agrupan en torno a la propiedad intelectual DIFERENCIAS -Trata de la creación intelectual -Trata de los signos de obras literarias, artísticas y convencionales. científicas. -Se orienta a la aplicación industrial. -Se orienta hacia la satisfacción -Tiene fines utilitarios lucrativos. intima del autor. -Se reconoció por el convenio de Paris, 1883. -Busca el goce estético del -En el Perú esta normada por la publico y el aporte a la cultura del ley de Propiedad Industrial pueblo (decreto legislativo 823) 1996. -Se reconoció por primera vez por el convenio de Berna, 1886. -En el Perú esta normado por la ley de derecho de autor (decreto legislativo 822) 1996 Naturaleza Jurídica sobre el Derecho de Autor La determinación de la naturaleza –dice Puillet- es un problema meramente teórico, de palabras, ya que hoy nadie se animaría a discutir el derecho del autor sobre sus obras. En la práctica si ese derecho del autor o no jurídica o técnicamente una “propiedad” es secundaria, pues los caracteres, efectos, extensión, y duración del derecho intelectual están perfectamente determinados por la ley, la doctrina y la jurisprudencia. a. Teoría de derecho de propiedad El derecho de autor se asimila a la propiedad de las cosas, como objetos corporales susceptibles de valor, equiparándolo al derecho real de dominio. Tiene el defecto de materializar excesivamente el derecho de autor y explica satisfactoriamente el derecho moral del autor. Continuando con esta tendencia y apoyándola los defensores de la doctrina francesa del derecho de propiedad sostienen que el derecho intelectual no es una creación arbitraria de la ley civil, que se concreta en indicar las condiciones y los límites de su ejercicio. El registro es solo declarativo y no atributivo del derecho de propiedad, pues este existe por el hecho mismo de la creación. En una obra de arte, la propiedad corporal es el dominio del objeto material; en tanto que la propiedad de la forma o de la expresión a la materia, es la propiedad incorporal, que es lo que tiene el artista derecho de reproducir. b. Teoría de la personalidad Fue en Alemania donde por primera vez se sustentó como problema jurídico el de protección de intereses morales de los autores. El civilista alemán Otto von Gierke fue el primero en establecer que estableció una nueva categoría de derechos privados, hasta entonces solo considerados en el derecho público. Desarrollando jurídicamente la idea en abstracto expuesta por Kant, partiendo del concepto inicial de la creación, y que las facultades que tal derecho confiere se reducen, en substancia, al poder originario y principal de mantenerse la obra en secreto o de comunicarla al publico. Para este autor la obra es una prolongación de la personalidad del creador, desde el momento que tal personalidad no puede separarse del producto de su talento. Además dice que las facultades exclusivas de reproducción, edición, ejecución, etc. No tienen necesariamente un carácter patrimonial por que el autor puede valerse sin ningún fin de interés económico. Esta teoría es incompleta según STTAN, pues si bien el derecho intelectual tiene vinculación estrecha con la personalidad esta teoría prescinde de la parte formal de la obra y especialmente de los derechos materiales o pecuniarios. Piola Caselli dice que el derecho de autor no protege la personalidad del autor, pero si la relación jurídica entre al autor y la obra creada cubre intereses de naturaleza personal, pero calificada y circunscrita en relación con la obra creada, en la cual el autor vive y su personalidad es expresada, para que el publico o tal vez el Estado tome elementos de juicio y asuma decisiones que determinen la estima social, la fama que puede obtener y que influyen en su carrera profesional. c. Teoría de la propiedad intelectual Esta teoría fue inicialmente expuesta por el jurista Picard, y su primer postulado es la insuficiencia de la clasificación tripartita clásica de los derechos (derechos reales, personales y de obligaciones). Este elaboro una clasificación general de las relaciones jurídicas colocando el derecho de autor en una nueva categoría de naturaleza sui generis y autonomía: los derechos intelectuales. En efecto la naturaleza del derecho intelectual es distinta, la producción del espíritu no puede ser confundida con un trozo de materia y por lo tanto el ordenamiento jurídico debe ajustarse a ello. d. Teoría del trabajo Es de origen italiano (época fascista) estipulado en su legislación en la que el derecho de autor fue considerado como un derecho de trabajo. Los vínculos que unen la obra intelectual a la personalidad del autor, resiste toda tentativa de incluir la reglamentación de los derechos intelectuales dentro del derecho laboral, como parecería hacerlo la ley italiana de 1941. Tal concepto surgió para asegurar a los autores una equitativa remuneración por su trabajo intelectual en su contacto y relación con el público y sus intermediarios, quienes absorben y monopolizaban, como durante la época de los privilegios reales, el producto de la utilización económica de la obra del ingenio. Pero la virtud creativa es una cualidad secreta e intima, es un resultado que fluye libremente del talento del creador. El trabajo entendido así, realmente consistiría en darle una concepción abstracta, una expresión formal o corpórea. Es dice, que cuando el escritor plasma en el papel su creación, el compositor en el pentagrama, cuando el escultor corporiza su inspiración en el mármol o el pintor en el lienzo, esta dando a conocer su trabajo; un trabajo entendido como acción y producto de la intensidad de un esfuerzo físico, muy distinto al trabajo intelectual al que nos referimos. e. Teoría de la colectividad Esta teoría fue enunciada por Colin y Capitant, acogiendo las ideas socialista francesa. Parten del supuesto de que las obras de arte y los inventos son patrimonio de la humanidad, porque es esta a la cual benefician y también que las obras son de todos porque de todos son las ideas que han contribuido a crearlas. A pesar de que unos niegan que esto sea cierto no se admitirá que solo el autor ha sido un elegido tocado por Dios o que su creación ha salido de la nada, esto es un absurdo, no quiero caer tampoco en el extremo que no hay que considerarlo al autor como algo ajeno a su obra o quitarle meritos por su creatividad pero no se le puede dar tanto prioridad – con privilegios- que logre al final de todo el alejamiento de aportes a la sociedad viéndose perjudicada. J. Espinoza dice que el hombre es bidimensional, es un ser único e irrepetible, pero vive en una sociedad y no se le puede concebir fuera de esta. Lo mismo ocurre con las obras de su invención: pertenecen a un mentor, que ha necesitado de experiencias anteriores y ajenas para la creación de un objeto con características propias que no pueden ser atribuible a ningún otro sujeto, ya sea considerado individual o colectivamente. e. Teoría dualista Llamada también teoría doble o también personal-patrimonial porque considera al derecho de autor por una parte, el carácter personal y extramatrimonial y de duración, en principio, ilimitada (derecho moral) y, por la otra, de carácter patrimonial y de duración limitada (derecho patrimonial). El defensor de esta teoría es Eduardo Piola, que en 1927 dijo que este derecho es doble porque protege tiene un doble función, una proteger intereses personales de la personalidad y la otra los intereses patrimoniales. Pero actualmente esta es la teoría que ha sido acogida en todas las legislaciones y por parte de muchos autores por ejemplo Busta Grande dice: en nuestro estudio. La denominación correcta y justa definición doctrinaria de la naturaleza de estos derechos continua siendo objeto de aparente controversia, sin embargo, si tratamos los aspectos, moral (ligado a la personalidad) como derecho personal) by patrimonial (de naturaleza pecuniaria), aunado ambas manifestaciones en un solo derecho de naturaleza doble, distinguiremos facultades morales y patrimoniales que emanan de una institución que proyecta su espectro en dos matices diferentes pero finalmente cunfluyentes forzosos, dando como resultado un solo derecho de naturaleza propia y de carácter dualista. En síntesis. La teoría dualista pretende establecer que el autor se identifique con su obra, ya que esta es producto de su trabajo intelectual y a su vez, logre su identificación con la sociedad. No se trata de la existencia de dos derechos sino de dos manifestaciones que emanan de un solo derecho de naturaleza propia, y las facultades morales y patrimoniales no son sino dos aspectos distintos de un mismo derecho. Juan Espinoza dice que el error de las demás teorías radico en observar solo una de las dos vertientes de este derecho. El hecho de ser autor de la obra creada (y no otros), es de carácter distinto de los beneficios económicos que esta pueda originar. Transmisión del Derecho de Autor Este titulo queda un poco flojo porque en verdad no es cierto que en sentido estricto sea –posible- que se puedan transmitir los derechos de autor, solo uno de sus aspectos. Si recordamos el derecho de autor es una conjunto de prerrogativas en las cuales se encuentran dos aspecto: primero, sobre los derechos morales y segundo, los que llamamos derechos patrimoniales o económicos. Claro no descartamos que en cierta medida pareciera que los derechos morales recaiga en la persona que en vida del autor o en muerte de esta tenga la cesión respectiva pero esto es pura ficción porque será lo patrimonial lo que prime y la esencia lucrativa que siempre –pero ese ánimo de lucro podría cambiar pero no se logra porque la necesidad es el obtener dinero de donde sea sino se consigue se roba o se muere- estará en los intereses de ambas partes. Esa particular composición hace que la transmisión del derecho de autor sea distinta, según se transfiera a titulo universal, por causa de muerte, o a titulo singular, por acto entre vivos. El derecho de autor confiere al creador prerrogativas de orden moral y el orden económico. Los derechos morales corresponden, en cuanto a su ejercicio, al autor durante su vida y a los herederos y otros causahabientes del autor en cuanto a su defensa, luego de la muerte de aquel, pero aquellos son inalienables por acto entre vivos. La diferencia fundamental entre ambas clases de transferencia se encuentra en que mientras los derechos de orden moral se transmiten, en cuanto a su ejercicio y a veces ciertas limitaciones, a los herederos u otros causahabientes del autor, tales facultades son, en cambio, inalienables por acto entre vivos, al tiempo que los de carácter patrimonial son transmisibles, total o parcialmente, a través de una “cesión entre vivos”, u objeto de licencias o autorización de la obra. La ley distingue dos tipos de transmisión: a título universal y a título singular. El derecho patrimonial puede transmitirse por mandato o por presunción legal, mediante cesión entre vivos o transferencia mortis causa, por cualquiera de los medios permitidos por la ley. Citando a la nueva Ley de Derechos de Autor, se establece que cada una de las modalidades de utilización de las obras se considera independiente de las demás y, en consecuencia, la cesión sobre cada forma de uso deberá constar en forma expresa y escrita, quedando reservados al autor todos los derechos que no haya cedido en forma explícita. En el caso de que no se hubiere establecido el ámbito territorial, se tendrá por tal el país de su otorgamiento, y si no se especificaren de modo concreto la modalidad de explotación, el cesionario sólo podrá explotar la obra en la modalidad que se deduzca necesariamente del propio contrato y sea indispensable para cumplir la finalidad de éste. Por su parte, los derechos patrimoniales pueden ser transmitidos no sólo por causa de muerte, sino de acto entre vivos, sea que este implique traslado de un patrimonio a otro solamente constituya una licencia o autorización de uso de la obra. La onerosidad determina el ámbito causal de toda cesión, toda vez que nuestra legislación determina que la cesión otorgada a título oneroso le confiere al autor una participación proporcional en los ingresos que obtenga el cesionario por la explotación de la obra, en la cuantía convenida en el contrato. En cuanto a lo citado en el párrafo anterior, nuestra legislación prescribe que no será de aplicación la participación proporcional en los ingresos a favor de los autores que participan en una cesión y, por tanto, la remuneración puede ser a suma alzada, en primer lugar, cuando, atendida la modalidad de la explotación, exista dificultad grave en la determinación de los ingresos o su composición sea imposible o de un costo desproporcionado con la eventual retribución; en segundo lugar, cuando la utilización de la obra tenga carácter accesorio respecto de la actividad o del objeto material a los que se destine; en tercer lugar, cuando la obra utilizada con otras no constituya un elemento esencial de la creación intelectual en la que se integre; en cuarto ligar, cuando se trate de la primera o única edición de obras no divulgadas previamente, taxativamente indicados como diccionarios, antologías y enciclopedias; prólogos, anotaciones, introducciones y presentaciones, obras científicas, trabajos de ilustración de una obra, traducciones o ediciones populares a precios reducidos; y, por último, cuando las partes expresamente lo pacten. Las disposiciones aplicables en la actualidad y mencionadas anteriormente son igualmente aplicables a las tarifas de las entidades de gestión colectiva.