LA SALUD, PILAR BÁSICO DEL ACUERDO SOBRE EL CLIMA ¿SABÍA QUE...? SI ACTUAMOS FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO PODEMOS FORTALECER LOS SISTEMAS NACIONALES DE SALUD PÚBLICA Mensaje de la OMS dirigido a los ministros de salud: El cambio climático será una cuestión fundamental para los sistemas de salud del siglo XXI, que interactuará con todos los determinantes sociales de la salud. ¿Por qué deben importar los efectos del cambio climático a los ministros de salud? 1. El cambio climático traerá consigo nuevos retos para la salud y exacerbará los problemas ya existentes, haciendo que sea más difícil ocuparse de las prioridades sanitarias nacionales. Existen datos científicos concluyentes que ponen de manifiesto las profundas repercusiones que el cambio climático tendrá en algunos de los determinantes de la salud más importantes, en particular los alimentos, el aire y el agua. Sus efectos ya han empezado a sentirse y empeorarán con el tiempo: habrá tormentas, olas de calor, inundaciones, sequías e incendios más devastadores que alterarán el suministro de agua y alimentos, y servicios médicos y de otro tipo, ocasionando la destrucción de viviendas y de medios de vida, y un aumento de los traumatismos, las enfermedades y la mortalidad. El ascenso de las temperaturas modificará la distribución de distintas enfermedades infecciosas de transmisión vectorial, alimentaria o hídrica, y provocará un aumento de la carga que representan. 2. Si no actuamos, el cambio climático acentuará las desigualdades sanitarias dentro de los países y entre ellos. Los efectos del cambio climático se distribuyen de forma desigual y a menudo se concentran en quienes menos han contribuido al problema. Los grupos más vulnerables son los niños pequeños, los ancianos y los enfermos. Los países de ingresos bajos tendrán más dificultades para adaptarse al cambio climático y a los riesgos para la salud derivados de este. Las poblaciones que viven en los pequeños estados insulares en desarrollo, las regiones montañosas, las zonas áridas, las megalópolis y las zonas costeras de los países en desarrollo (en particular, las grandes aglomeraciones urbanas de las regiones de los deltas asiáticos) están más amenazadas, así como los pobres y las personas que no están protegidas por los servicios de salud. 3. La infraestructura sanitaria vital y los sistemas de salud podrían verse sobresaturados y sufrir daños, si no se mitiga el cambio climático. El aumento en la frecuencia y la intensidad de las tormentas y las inundaciones, y el ascenso del nivel de las aguas del mar, pueden amenazar la viabilidad de las infraestructuras sanitarias y de servicios esenciales como el transporte y la electricidad. Del mismo modo, el incremento repentino de las hospitalizaciones a causa de problemas cardiovasculares derivados de una ola de calor, o la propagación de nuevas enfermedades infecciosas, podrían desbordar los servicios nacionales de salud. Si no actuamos, los efectos del cambio climático en la salud se acentuarán. 4. El sistema de salud puede proteger la salud pública de los efectos más devastadores del cambio climático. Si bien urge aunar esfuerzos nacionales e internacionales para reducir el nivel mundial de las emisiones de gases de efecto invernadero a largo plazo, también será preciso adoptar LA SALUD, PILAR BÁSICO DEL ACUERDO SOBRE EL CLIMA medidas de adaptación para responder a los cambios climáticos que ahora son inevitables. En el ámbito sanitario, los esfuerzos de adaptación han de tener como objetivo mejorar las intervenciones de salud pública existentes, concebidas para responder a efectos locales concretos, y respaldadas por una financiación y una infraestructura adecuadas. ¿Qué pueden hacer los ministerios nacionales de salud para responder al cambio climático? 1. Velar por que la salud ocupe un lugar central en las negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. La Convención Marco coordina a nivel internacional, normalmente mediante un comité intersectorial de ámbito nacional, la respuesta mundial al cambio climático. Si bien las deliberaciones deben incluir a todos los sectores afectados, la salud suele tener una escasa representación. Al participar y colaborar con otros ministerios responsables encargados de esas negociaciones (por lo general, los departamentos o ministerios de relaciones exteriores o medio ambiente) tomando parte directa en los trabajos, los ministerios de salud pueden aportar un enfoque más amplio del problema y acceder a los mecanismos conexos de apoyo financiero y técnico, a fin de proteger mejor la salud pública. 2. Evaluar los efectos del cambio climático en la salud nacional y el grado de preparación del sistema de salud. Los efectos del cambio climático en la salud estarán muy localizados, y en cada país y cada región habrá diferentes perfiles de riesgo. En ese sentido, es importante llevar a cabo una evaluación integral de la vulnerabilidad y los riesgos futuros en cada contexto nacional. 3. Integrar las consideraciones de salud en los planes nacionales de adaptación al cambio climático. La Convención Marco establece que los países deberán definir y comunicar sus necesidades y estrategias nacionales de adaptación, y hacer un seguimiento de los progresos realizados al respecto. La información relativa a los riesgos para la salud y las intervenciones de salud pública correspondientes han de incluirse en los programas de acción nacionales. La OMS y la Convención Marco ofrecen asistencia técnica en la elaboración de esos planes de adaptación. La inclusión de la salud en estos facilitará el acceso a financiación internacional relacionada con el cambio climático en los países concernidos. 4. Potenciar al máximo las ventajas para la salud derivadas de las políticas de otros sectores relativas al cambio climático. Las intervenciones concebidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a menudo son muy beneficiosas para la salud. Por ejemplo, en los países donde normalmente se cocina y se caldean las viviendas con combustibles sólidos, la utilización progresiva de combustibles más limpios, y cocinas y estufas más eficientes mejorará la calidad del aire, y permitirá reducir la morbilidad y la mortalidad relacionada con la contaminación en interiores. El ahorro derivado de la reducción de los gastos médicos (esto es, la reducción del número de hospitalizaciones por enfermedades respiratorias) y de las bajas por enfermedad suele ser igual o superior al costo de las intervenciones destinadas a combatir el problema. La participación de los profesionales sanitarios en las decisiones adoptadas en sectores como la agricultura, el transporte, la vivienda y la energía contribuirá a potenciar al máximo los posibles beneficios para la salud de la mitigación del cambio climático. LA SALUD, PILAR BÁSICO DEL ACUERDO SOBRE EL CLIMA 5. Dar ejemplo reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector de la salud. En muchos países de ingresos altos, el sector sanitario genera un porcentaje considerable de las emisiones de carbono. Por ejemplo, en 2012, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido emitió el 40% de todas las emisiones correspondientes al sector público británico.1 El sector sanitario puede aumentar su autoridad moral, reduciendo las emisiones de carbono derivadas de las actividades de sus hospitales y establecimientos de salud, lo que con frecuencia se traduce en una atención al paciente más satisfactoria y en ahorro. Hay seis áreas importantes en las que se puede intervenir para reducir las emisiones: la gestión energética, el transporte, las compras (incluidos los alimentos), los edificios y la organización de los espacios exteriores, el empleo y las competencias profesionales, y la participación de la comunidad. 6. Comunicar la necesidad de responder con contundencia a nivel nacional frente al cambio climático para proteger la salud pública. Los ministerios de salud pueden servirse de su experiencia y autoridad en materia sanitaria para influir en las medidas adoptadas en el marco de los principales procesos nacionales e internacionales que orientan las políticas aplicadas respecto de los trabajos sobre el cambio climático y la movilización de recursos destinados a estos. Del mismo modo que se han llevado a cabo campañas de comunicación nacionales contra el consumo de tabaco, el sector sanitario puede dirigir acciones de comunicación que informen sobre la necesidad de responder ante el cambio climático. Para más información puede consultar los sitios web siguientes: www.who.int/globalchange.