La Ciencia Básica ¿Elemento Esencial En El Desarrollo Del País? por: Dr. Daniel E. Sudarsky Saionz A causa de los dramáticos cambios que se operan en la economía mundial, así como los nuevos requerimientos de eficiencia en la economía nacional, México –como otros países de América Latina–, enfrenta en la actualidad un gran reto para viabilizar su desarrollo económico y así satisfacer las necesidades innatas de la sociedad que requiere niveles de vida crecientes, promoviendo al mismo tiempo los anhelos de democracia y cultura de sus pueblos. En vista de lo anterior, cabría preguntarse, como lo han hecho ya varias voces: ¿Cuál es el papel de la ciencia básica en estos procesos? ¿Es ésta un lujo que sólo pueden darse los países ricos, o por el contrario, es un elemento esencial en el desarrollo de un país? Éste es el tema que discutiré en el presente artículo. En mi opinión, hay por lo menos cuatro aspectos fundamentales del desarrollo donde juega un papel importante la ciencia básica: la educación, la actualización tecnológica, la cultura, y la imagen del país. 1) Educación Es bien reconocido que el grado de desarrollo y productividad de un país está íntimamente ligado con la capacitación de sus ciudadanos. Obviamente, éste no es un factor suficiente para lograr este desarrollo, pero sí es claramente un factor necesario. La educación es un pilar esencial para el desarrollo económico, cultural y democrático de un país. Los niveles de calidad de la educación escolar dependen claramente de la calidad de la educación recibida por los profesores, que a su vez depende de la solidez en la educación universitaria, la cual está asociada con el nivel y calidad de estudios de su profesorado. La educación es una pirámide que se sostiene por la punta. Es casi imposible proporcionar ejemplos de sociedades que se han desarrollado y donde no jugó un papel fundamental el profesional universitario altamente calificado. Entonces, cabe preguntar: ¿Qué determina la competitividad de una universidad a nivel internacional? Una universidad de este rango requiere, entre otras cosas, una enseñanza actualizada y de muy alta calidad (notemos que son dos requerimientos bastante diferentes, pues cabría concebir una enseñanza de alto nivel y rigor, pero con contenidos obsoletos). Esto se traduce en que su personal tenga la más alta capacitación y que se mantenga en contacto con la frontera de su disciplina, tanto en información sobre los nuevos avances, como en el manejo de los 1 más modernos métodos y técnicas. En otras palabras, que sea un investigador que no sólo domine su disciplina, sino que demuestre constantemente su actualización al realizar contribuciones propias al desarrollo de la misma. Esto significa que, para mantener un alto nivel de competitividad, se requiere que en las universidades prevalezca el profesorado con el más alto grado académico (doctorado), lo cual en realidad sí ocurre en las mejores instituciones del país, así como en casi la totalidad de los centros educativos de nivel superior en los países altamente desarrollados. La formación de un profesorado con estas características sólo es posible en un contexto universitario donde prevalezca la investigación de frontera en todas las áreas y, en particular, los requerimientos de altos estándares universitarios en las ciencias básicas hacen imprescindible la investigación científica en estos ámbitos. El doctorado, por definición, está asociado con el grado de capacitación que permite al individuo realizar investigaciones y, de hecho, requiere justamente la demostración de dicha capacidad. Finalmente, es esencial resaltar que existe una gran cantidad de aspectos cuya influencia es indirecta, pero no por eso menos importante; así, los factores que afectan la formación del estudiante universitario van en realidad mucho mas allá de la mera capacidad de sus profesores y la calidad de las instalaciones, pasando entre otras por el tipo de ambiente en que desarrolla sus estudios, la variedad de intereses, el tipo de compañeros que puede conocer, y en general las experiencias que determinan la imagen, tanto personal como institucional y nacional. Por ejemplo, la amplitud de visión del estudiante o profesional y la actitud con que se enfrentará a problemas que encuentre en el desempeño de sus labores, así como su enfoque general hacia la búsqueda de soluciones, o de cómo y a quién acudir en búsqueda de apoyo, son en gran parte el resultado de su experiencia formativa. Esta experiencia suele ser muchísimo más rica si el estudiante convive con la investigación, si puede ir de vez en cuando a enterarse qué hacen sus profesores además de dar sus clases, compartir con compañeros que participan de alguna manera en asuntos alejados del quehacer cotidiano de la industria y están involucrados en asuntos verdaderamente innovadores. Pensemos en cómo reaccionará un egresado de una universidad, que ocupa un puesto directivo, frente a un problema que encuentra al usar cierto material durante la construcción de algún dispositivo: si durante sus estudios tuvo que pasar de vez en cuando frente al “Instituto de Investigaciones en Materiales” o tuvo algún compañero en su equipo de baloncesto que se dedicaba a la física del estado sólido, o mejor aún, si por pura curiosidad pasó un día por el aula donde se celebraba un congreso científico sobre las propiedades de “metales y otros materiales 2 conductores”, comparémoslo con la probable reacción de quien jamás oyó mencionar esas palabras. ¿Cuál tendrá más probabilidad de saber a quién acudir para que le ayude con su problema? 2) Actualización Tecnológica El papel de la investigación comienza a ser reconocido por la sociedad como fundamental para el desarrollo y el mejoramiento de la competitividad, a pesar de ello, se han estado escuchando voces que abogan por que se dé un enfoque primordialmente aplicado a dichas investigaciones. A primera vista, parece bastante razonable: ¿Por qué no enfocar todos los recursos destinados a la investigación hacia problemas concretos que afecten directamente el funcionamiento de la economía nacional? Parece altamente atractivo el hallar mejores procesos productivos para la industria, mejores métodos para el tratamiento de enfermedades, mejores técnicas en los diseños de sistemas de cómputo, mejores herramientas para la generación y el transporte de la energía eléctrica, y más. De hecho, este enfoque podría dar rendimientos interesantes a corto plazo, pero a mediano y largo plazo nos encontraríamos con una falta de personal que pueda llevar a cabo éstos y otros trabajos, puesto que habríamos propiciado la desaparición de los cuadros formativos de dicho personal. No puede haber buenos ingenieros sin adecuada formación en Física y Matemáticas (no sólo por el conocimiento técnico que éstas representan, sino por el entrenamiento en el análisis riguroso de situaciones y en el uso de facultades lógicas que el estudio de esas disciplinas conlleva). No habrá buenos médicos sin una buena educación en Química y Biología. No habrá buenos administradores sin el adecuado nivel de estudio de Matemáticas, Estadística y Computación. No, si se quiere tener empresas eficientes capaces de competir internacionalmente. Es importante, entonces, que el nivel de enseñanza de todas estas disciplinas en las universidades sea lo más alto posible. No es gratuito que en las universidades de prestigio en los países desarrollados se exija un doctorado a quien tenga la responsabilidad de impartir dichas asignaturas. No habrá doctores en ciencias básicas sin investigación en ciencias básicas. El desarrollo tecnológico requiere del desarrollo científico y, en cierta medida, este último necesita también del primero. De hecho, la relación entre ambos es de carácter altamente simbiótico, como puede verse en un sinnúmero de ejemplos, entre los cuales cabe citar el desarrollo de la tomografía computarizada como resultado de la investigación experimental en física de partículas, el de internet como consecuencia de la necesidad de comunicación entre investigadores separados geográficamente, etcétera. En el sentido inverso, cabe destacar el descubrimiento de la radiación cósmica de fondo durante la prueba de nuevas antenas de comunicación en los laboratorios de Bell Labs. El hecho básico es que no es posible decidir a priori de dónde saldrá la próxima revolución tecnológica y qué bases 3 científicas lo sustentarán. Es conocido el ejemplo de que una disciplina que en principio parecía tan alejada de los aspectos prácticos, como lo es la Lógica Matemática, desembocó en menos de un siglo –a través de la cadena que incluyó nombres como los de Cantor, Russel, Hilbert, Goedel y Turing–, en la revolución tecnológica más grande de nuestros tiempos: la computación. Cabe mencionar, entonces, que en estos días uno de los temas de investigación en Física es el de las computadoras cuánticas. Nadie puede asegurar en este momento si llegarán o no a convertirse en realidad, pero ¿sería deseable correr el riesgo de que eso suceda y se encuentre el país sin recursos humanos que puedan al menos entender de qué se trata? ¿Queremos en 20 años estar tan ignorantes sobre los nuevos senderos de la ciencia que estemos obligados a creer en quienes nos vienen a vender tecnología sin disponer de recursos capacitados que nos informen cuando se nos pretenda engañar con "nuevos espejitos"? Es notable, para poner un ejemplo actual, la transferencia directa de conocimientos y técnicas que se está dando en las economías modernas de las ciencias básicas hacia los sectores productivos y financieros. Me refiero al gran número de doctores en física y matemáticas que, habiendo hecho sus estudios en temas en principio muy abstractos y netamente teóricos, se encuentran en la actualidad trabajando y aplicando sus conocimientos en el análisis de los mercados financieros en Wall Street y Chicago, estudiando problemas de selección de rutas y tarifas en empresas de aviación, entre otros. Finalmente, cabe notar que si se aspira a que en algún momento el país cuente con una buena cantidad de empresas innovadoras como las que hoy en día son capaces de producir enormes valores agregados, como Google, por ejemplo, es imprescindible contar con el tipo de recursos humanos en que dichas empresas basan sus grandes ventajas: Google cuenta, al parecer, con una enorme proporción de doctores en diversas ramas, y con un personal de apoyo bastante reducido. 3) Cultura e Imagen-País Un aspecto fundamental de la cultura post-renacentista es la inclusión de la ciencia como uno de sus ejes centrales. De hecho, nadie que pretendiera tener una cultura general en el siglo XIX podía darse el lujo de ignorar las teorías de Newton o Darwin, Liebnitz o Freud. Hoy, lamentablemente, se puede decir que hemos retrocedido relativamente en este aspecto, puesto que es bastante común que gente que se considera de “una amplia cultura general” ignore por completo el estado de la ciencia moderna. ¿Cuántas personas conocen en realidad lo que hizo Einstein? (muchos aseguran que fue un genio, pero nadie dice por qué). O, ¿cuál es el estado de nuestros conocimientos sobre el origen de la vida? ¿Qué es la criticalidad autoorganizada, y qué tiene que ver con la economía? Ésta, quiero aclarar, es una autocrítica que afecta, no sólo a los países en desarrollo, sino a la sociedad moderna en general. El punto, sin embargo, es que nuestra meta 4 como sociedad que pretende ser, no sólo económicamente eficiente, sino culturalmente rica, es lograr que más y más amplios sectores de la población incluyan estos temas dignos de su interés y discusión. La ciencia básica no sólo es promotora de desarrollo tecnológico, sino también formadora, junto con otras disciplinas, de nuestra concepción del mundo, de la humanidad y su lugar como especie en el Universo. Conclusión En este sentido, la pregunta de la importancia de la ciencia básica en el desarrollo del país cabría formularla en los siguientes términos: ¿Estamos dispuestos a que estos temas sólo se discutan, se analicen y se conozcan en profundidad en los países ricos, que pueden darse el “lujo de invertir en ciencia básica”? Ésta es ciertamente una imagen no muy alentadora de un país. Creo que, así como la población tiene derecho a estar orgullosa de sus deportistas y artistas, también debe estar orgullosa de su ciencia. No me parece deseable que cuando un joven en su escuela tenga una inquietud sobre algún aspecto de la ciencia se le informe que tiene que remitir su pregunta al extranjero, pues en su país nadie sabe acerca de eso. En conclusión, las actividades ligadas a la ciencia básica, como la enseñanza, la formación de cuadros académicos del más alto nivel y la investigación están fuertemente ligadas. Éstas afectan en una multiplicidad de formas la educación, la cultura, la imagen individual universitaria y nacional, así como la capacidad analítica de los profesionales en áreas cercanas a las ciencias básicas, y la capacidad de innovación y actualización tecnológicas del país. Los países avanzados no dedican un importante esfuerzo en esta dirección motivados únicamente por el “saber por saber”, que ya en sí es una buena motivación, sino que están plenamente conscientes de todas las maneras en que este tipo de actividad es fundamental para su propia permanencia en el “club de países avanzados”. La consolidación del proyecto modernizador de las naciones tiene como obligación incluir un mayor aprecio y reconocimiento por parte de todos los actores de la vida nacional, de esta importante actividad. 5