ESCUCHAR MÚSICA Y CANTAR MEJORAN EL SISTEMA INMUNE Y LA MEMORIA Quien canta su mal espanta, reza el dicho popular, que hoy gracias a exámenes que revelan el funcionamiento cerebral se prueba verdadero. Se ha visto que al cantar, así como al escuchar música, el cerebro libera endorfinas que producen un estado placentero, alivian el estrés, mejoran el ánimo y la inmunidad. “Es el instrumento musical más antiguo de la humanidad”. “No hay que comprarlo ni ser virtuoso para ocuparlo, porque está con nosotros”, dice respecto de la voz y la laringe el doctor Andrés Ortega, otorrinolaringólogo de Clínica Las Condes. Agrega que “para cantar se efectúa un control cerebral más fino y sofisticado que para hablar”. Para el doctor Christian Olavarría, jefe de la Unidad de Voz del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, cuando las personas están estresadas o nerviosas, suelen tararear o cantar para tranquilizarse, ya que es gratificante al dar salida a las emociones”. Y agrega: “La música y el canto estimulan el sistema nervioso”. “Incluso la terapia con canto mejora la motricidad y el aspecto cognitivo de las personas”. IMPACTO CEREBRAL El doctor Daniel Levitin, neorocientista de la U. McGill (Canadá), afirma en el diario Los Angeles Time que “al escuchar música no sólo se liberan endorfinas, también dopamina que produce placer”. Esto lo comprobó con 13 voluntarios que escucharon música clásica mientras se les realizaba una resonancia magnética funcional: esta mostró una activación de las zonas cerebrales que producen dopamina. Lo mismo se produce al cantar: “No se puede cantar sin escuchar la música de la voz”, agrega. Levitin, autor del libro “Tu cerebro musical”, afirma que por desgracia en la actualidad existe una división entre quienes tocan música y sus audiencias: pocos cantan y la mayoría sólo escucha. Pero ciertos fenómenos están cambiando la situación. “Hace unos años el 80% de nuestra consulta correspondía a cantantes líricos y un 20% a populares”. Explica el doctor Ortega. “Hoy con los realities de TV esto ha cambiado y la mayoría son personas que cantan por gusto”, añade. El conocimiento de los beneficios del cantar ha llevado a que “sicólogos y siquiatras que trabajan con casos difíciles, como pacientes sicópatas, se junten a cantar como una forma de terapia”, afirma el psicólogo Cristián Pablo Soto, de Clínica Las Condes. Para este especialista, “cantar y bailar son la combinación ideal, ya que el uno induce al otro”. El neurobiólogo de la Universidad de California en Berkeley, Walter Freeman, afirma que estudios revelan que al cantar se libera ocitocina. Esta hormona aumenta después del parto en las mujeres, lo que produce bienestar en la madre y facilita el apego con su hijo. También se libera en hombres y mujeres enamorados, lo que facilita la creación de lazos afectivos y deja huella de ellos en la memoria DEFENSAS Y MEMORIA Huellas en la memoria: Se ha visto que altos niveles de ocitocina, hormona que ayuda a fijar recuerdos afectivos, se producen en la adolescencia, lo que explicaría que las canciones que se escuchan y cantan en esos años, son las que siempre se recuerdan. Ejercicio integral: El canto es un entrenamiento completo. “Hay una importante participación del físico por la postura, el uso de los músculos para respirar y la importante oxigenación que se produce. Junto a ello se liberan y expresan emociones”, dice el doctor Andrés Ortega. Mejores defensas: Investigadores de la Universidad de California en Irvine midieron los niveles de inmunoglobulina A-clave en el sistema inmune- en la saliva de 30 cantantes de un coro, antes y después de ensayar. Los niveles aumentaron 150% después del ensayo y 240% tras presentarse en público. Efecto Mozart: Tras escuchar música de Mozart, voluntarios de un estudio se desempeñaron mejor en test de matemáticas y razonamiento espacial, según un estudio de la Universidad de Wisconsin, EE.UU. Rendimiento intelectual: Aprender música, mejora la inteligencia general en los niños a largo plazo y tiene un efecto positivo en todas las áreas del aprendizaje del menor, dice la investigadora Lauren Trainor, de la Universidad de McMaster, Canadá. Se da con fuerza en lenguaje y matemáticas ESCUCHAR MÚSICA Y CANTAR MEJORAN EL SISTEMA INMUNE Y LA MEMORIA