La enfermedad, los balidos y el caminar bordeando los alambrados no son naturales… NO ES EL DESTETE SINO LAS PERSONAS LAS QUE ENFERMAN A LOS TERNEROS JACKSON, Mississippi: Bud Williams dijo a los asistentes al SGF (Special Focus Stocker School) que el primer requisito para reducir la mortandad de terneros era amar los animales y el trabajo que uno realiza. (extraido del “Stockman Grass Farmer”, Traducción de Valeria C. Martorello con agregados Luis Peluffo) Williams cree que los animales pueden percibir y reflejar nuestras emociones. “Un ternero sano es un ternero feliz. Los problemas sanitarios de los animales son ocasionados por alguien,” dice. “Los animales no se enferman porque sí, sino que los hacen enfermarse. Si uno no está a gusto en companía de ese ternero, el animal lo sabe y eso lo pone molesto”. Williams trabaja como consultor en un establecimiento en Alberta (EEUU), cuando no está de viaje enseñando sus métodos “antiestrés” referentes al manejo de animales. El dice que llegar al trabajo de mal humor es razón suficiente para volverse. “Nuestra actitud es lo más importante para evitar estresar a los animales. Si uno se siente personalmente estresado y nervioso producirá terneros enfermos”. Bud cree que casi todas las enfermedades de los animales se deben al estrés. El señala que el destete no es algo inherentemente estresante para el ternero. “En la naturaleza uno no ve terneros bordeando los alambrados ni escucha balidos. Sin embargo, conozco a docenas de productores que me dicen que ambas cosas son parte natural del proceso del destete”. El dice que el alambre por medio del cual los terneros son separados de sus madres pero donde aún pueden verse mutuamente a través de un alambrado eléctrico resulta en un destete libre de estrés sin balidos ni enfermedades. Desafortunadamente para los productores que compran terneros destete, este proceso delicado no ha sido implementado y los terneros llegan al establecimiento del comprador en un estado de agitación y estrés. “Lo primero que tienen que hacer es sacarlos de ese estado para mantenerlos saludables”, dijo. Esto incluye evitar el caminar bordeando los alambrados. Williams dice que el movimiento animal crea movimiento animal, y que éstos siempre se mueven en la misma dirección, a menos que no se les permita. Cuando los terneros caminan alrededor del potrero, el ternero de adelante “sujeta” al de atrás quien a su vez empuja al de adelante hasta que todo el grupo está realmente exhausto. El dice que caminar al lado de los terneros en la misma dirección que ellos los hará detenerse. Williams también dice que los animales siempre quieren saber dónde está uno. Si uno está al lado de ellos, caminarán más despacio para poder verlo. Si uno se detiene, ellos también se detendrán, se darán vuelta y lo observarán. Por lo contrario, caminar en la dirección opuesta a los animales los acelerará. Ellos siempre quieren ir hacia donde se dirigen y escaparán de la presión que se les está ejerciendo apurándose para pasar a la persona. Nunca caminar detrás de un animal Bud dice que el estrés más grande que se puede ejercer sobre un rumiante es caminar detrás de él donde no pueda ver a la persona. Asegura que los rumiantes tienen sus ojos a ambos lados de la cabeza y que pueden ver casi 360º a su alrededor. La única excepción es una pequeña área directamente detrás de ellos. Dice que uno nunca debe permanecer en dicha área más de un instante si no quiere que el animal pierda la calma.“El ganado por naturaleza sabe que son presas de caza y por ello detestan que los persigan por detrás. Por otra parte, los humanos son una especie predadora y su tendencia innata es perseguir a los animales. En esto reside la fuente de la mayoría de los problemas sanitarios de los animales”, comentó. Los animales siempre deberían ser conducidos por los costados. Intentar hacerlo por detrás hará que ellos se den vuelta para poder ver a la persona y esto produce un resultado exactamente opuesto al que uno trata de conseguir dado que el animal siempre irá en la dirección que tiene en frente. Por lo tanto, el animal siempre debería mirar hacia la dirección que uno quiere que vaya antes de presionarlo para que se mueva. Si uno quiere que un animal pase por una tranquera, debería pararse al costado de la misma. Una vez que el animal lo ve y está de frente a la tranquera, la persona puede caminar hacia él y éste correrá hacia dicha tranquera para pasarlo y escapar de su presión. Cuando uno está llevando hacienda, conviene movilizarse permanentemente hacia atrás y adelante en lugar de permanecer estático, así los animales saben donde está uno y no se dan vuelta para vernos. Williams dice que sería fácil trabajar con animales sin estrés si uno entendiera estos conceptos: 1. Caminar con los animales los hace ir más despacio. 2. Caminar en dirección opuesta los acelera. 3. Caminar detrás de ellos en su ángulo muerto los pondrá totalmente histéricos. 4. Los animales quieren ir en la dirección que ellos se dirigen. 5. Con los animales, ir más despacio siempre resulta mas efectivo. Para Williams, el único stándard de productividad en muchos establecimientos importantes parece ser la rapidez con la cual una persona puede trabajar al animal. Los movimientos rápidos y los ruidos estresan a los animales y muchas vacunas no surten efecto en ellos. El dice que los animales deberían trabajarse con lentitud y en un ambiente lo menos ruidoso posible. El personal que los recibe debería ser entrenado para no hablar y usar señales con las manos. Los motores hidráulicos deberían ser amortiguados para trabajar en silencio. Los gastos de medicamentos cayeron U$S 20.000 por mes Williams dijo que desde que introdujo el programa de reducción de estrés en el establecimiento de Canadá, la muerte de terneros recién destetados había disminuído a menos del 1%. Sin embargo, y aún más importante, los gastos de medicamentos habían bajado de $20.000 a $200 por mes. “Una baja tasa de mortandad puede no aumentar la ganancia si uno gasta el doble de lo que gastaba en medicamentos con la tasa de mortandad que tenía”. Bud dijo que había notado que a medida que los medicamentos mejoraban, los problemas sanitarios de los animales empeoraban pues ahora hay una confianza plena en ellos para mantenerlos saludables. “No soy un fanático de la medicina. Prefiero evitar las enfermedades. Las dos mejores drogas para los animales son el alimento y el agua. Muchos terneros enfermos se dejan morir de hambre. Uno debe observarlos y asegurarse de que todos hayan comido”. El dice que a menudo es necesario llevar a los terneros hasta el comedero y mostrarles dónde está el alimento. “Es más importante que uno trate a los animales antes que medicarlos. Observarlos con detenimiento es clave para disminuir la mortandad. Si Usted mira dos veces a un ternero, trátelo. El verdadero problema comienza si lo tratamos demasiado tarde. Realmente quisiéramos curarlo un día antes de que se enferme. Es necesario aguzar la vista para ver qué ternero va a estar enfermo mañana”. “Siempre pregúntese POR QUE se enfermó el animal. Nuestro trabajo no es buscar animales enfermos sino evitar que el próximo se enferme”. Es tan importante evitar que los terneros caminen bordeando los alambrados hasta estar agotados como asegurarse de que se ejerciten. “No me gusta ver terneros echados en una cama de paja todo el día. Caminar y ejercitar es bueno para ellos”. Bud dice que en invierno saca todos los días a los terneros del establo para que caminen sobre las pasturas congeladas y ejerciten. Este programa aumentó enormemente el promedio diario de ganancia del establecimiento y mejoró el estado sanitario de los animales. El dice que tiene poca paciencia con los productores que no tienen “tiempo” para poner en práctica un buen programa preventivo de sanidad animal y observar diariamente con detenimiento a cada ternero. “Si uno no tiene tiempo para cuidar a sus animales, que se dedique a otra cosa. Uno no puede estar muy ocupado si va a tener ganado”. Reconocido como un amante de los animales, Bud dice que prefiere la compañía de éstos a la de la gente. “Los animales aprenden más rápido. La gente no. Muchos productores no quieren que se les enseñe algo nuevo, sino que uno les muestre cómo pueden seguir haciendo lo que están haciendo y obtener un resultado diferente. A esto (deseo de un resultado diferente sin ningún cambio en el accionar) se le ha otorgado la definición de insensatez.