ACIDOS GRASOS

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ESTUDIO PRELIMINAR DE LA COMPOSICIÓN DE LOS ÁCIDOS
GRASOS
DE
LA
ANCHOVETA
(ENGRAULIS
RINGENS)
PROCEDENTE DE PISCO EN EL AÑO 2001 (*)
Armstrong Fernández Jeri
(Publicación en Revisión)
(*) PROYECTO: TCP/PER/8924: PROMOCIÒN DEL CONSUMO DE PESCADO EN APOYO A PROGRAMAS
DE SEGURIDAD ALIMENTARIAS. CONVENIO: MIPE / ITP / FAO-PERÙ. Comentarios y Sugerencias a:
[email protected]
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I.
DEFINICIÓN DE ÁCIDO GRASO ESENCIAL (AGE)
Son aquellos ácidos grasos que el organismo no puede sintetizarlos y son los ácidos
linoleico y -linolénico y por lo tanto tiene que ser obtenidos en la dieta (Lehninger,
1989; Elvevoll and James, 2000).
Los AGE son sintetizados en los vegetales, en procesos asociados a la fotosíntesis, en
tanto que sólo en organismos acuáticos se forman cantidades importantes de ácidos
grasos poliinsaturados (AGPI) de cadenas largas (AGPICL) de la familia omega 3, tales
como ácido eicosapentaneoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) (Mariane, 1998).
Los AGE son afectados por oxidación, grasa saturada, colesterol, grasa trans y otros
bloqueadores de su metabolismo (Christie,1993).
II.
ÁCIDOS GRASOS ESENCIALES DE LA FAMILIA OMEGA
Son aquellos AGE que se clasifican de acuerdo a la posición de sus dobles enlaces y se
consideran tres familias denotados generalmente como n-3, n-6 y n-9; donde, n, indica
la posición del primer doble enlace a partir del extremo CH3 (grupo metilo) de la cadena
insaturada (Christie,1993).
Los omega3 son AGPICL siendo los más importantes el EPA y DHA. Las fuentes
principales de los mismos son alimentos como aceite de pescados azules (anchoveta,
sardina, salmón, arenque, atún, etc.) y/o suplementos nutricionales
(Christie,1993;
Elvevoll and James, 2000).
III.
GENERALIDADES DEL ROL DE LOS ÁCIDOS GRASOS
3.1
METABOLISMO DE LOS ÁCIDOS GRASOS ESENCIALES
El metabolismo de los AGE consiste básicamente en una secuencia de reacciones de
desaturación y elongación, llevada a efecto por sistemas enzimáticos microsomales. La
desaturación para formar el doble enlace, catalizada por enzimas desaturadas
específicas, se produce siempre entre el grupo carboxilo de la cadena carbonada y el
doble enlace ya existente más próximo. Cada nuevo doble enlace introducido es de
configuración Cis y está separado del doble enlace próximo ya existente por un
metileno, de forma que en los homólogos más altos también se mantiene esta
separación entre los dobles enlaces (Mariane, 1998).
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P ROYECTO: TCP/PER/8924. CONVENIO: MIPE / ITP / FAO-PERÙ.
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Los ácidos linoleico (18:2, n-6) y - linolénico (18:3, n-3) son metabolizados por
enlongación de la cadena y desaturación a cadenas más largas que contienen 20 o
más átomos de la familia n-6, ácido araquidónico AA (20:4, n-6) y a EPA (20:5, n-3) o
DHA (22:6, n-3) de la familia n-3, respectivamente (Elvevoll and James, 2000).
3.2
FUNCIONES DE LOS ÁCIDOS GRASOS ESENCIALES
Los AGE se asocian estrechamente a procesos vinculados al desarrollo del Sistema
Nerviosos Central (SNC). En este sentido, los lípidos que se encuentran en mayores
concentraciones en el SNC, es en la materia gris de la corteza cerebral, en membranas
sinápticas, mitocondriales y microsomales (donde los fosfolípidos corresponden al 22%
del total de lípidos) y en el segmento externo de los fotoreceptores de la retina. En estas
dos estructuras destaca el alto contenido de DHA y
Ácido Araquidónico (AA) que
ocupan el 50% del total de los ácidos grasos presentes (Mariane, 1998).
Durante el embarazo, la transferencia de lípidos madre-feto es muy importante. Se
estima que, en promedio, se incorporan en los tejidos maternos y fetales 2.2 g de AGE
diarios, con un total de 600 g. Más del 50% de la energía aportada al feto y al neonato
es utilizada en el crecimiento cerebral. En el depósito de AGPI en cerebro de niños en
etapas pre y post-natales son importantes ambas familias de AGE (Mariane, 1998).
El DHA constituye hasta el 60% de los lípidos presentes en el segmento externo de los
fotoreceptores de la retina. Se conocen 2 roles específicos para el DHA en el SNC a dos
niveles: función visual y función cerebral (Mariane, 1998). Sobre esto último, Christie
(1993), menciona que la retina es muy rica en n-3, y las grasas del cerebro contienen
aproximadamente n-3 y n-6 al 50%, siendo por ello muy importante (Mariane, 1998).
Los AGE desarrollan muchas funciones:

Regulan el uso de oxígeno, el transporte de electrones y la producción de energía
en los procesos dados en nuestras células.

Contribuyen a formar el pigmento rojo de la sangre (hemoglobina) a partir de
sustancias más simples.

Mantienen activas las funciones glandulares de producción de fluidos
(exocrina) y de hormonas (endocrina).
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
Son precursores de las prostaglandinas, tres familias de sustancias de tipo
hormonal y de corta duración, que regulan la presión sanguínea, la adherencia de
las plaquetas y la función renal. Un delicado equilibrio entre las PG con funciones
opuestas, determinadas en parte por la ingesta de omega 3 y omega 6, determinan
la salud de nuestro sistema cardiovascular.

Ayudan al transporte del colesterol.

Contribuyen a generar corrientes eléctricas que hacen que nuestro corazón lata en
un secuencia regular.

Son precursores de derivados tales como el DHA, requeridos por la mayoría de los
tejidos activos: cerebro, retina, suprarrenal y testículos.

Ayudan a nuestro sistema inmune a combatir las infecciones mediante el aumento
de la producción de peróxido.

Contribuyen a prevenir el desarrollo de alergias (Cetrángolo, 2001).
3.3
PROSTAGLANDINAS
Las prostaglandinas (PG) se agrupan en tres familias: PG1, PG2 y PG3. PG1 y PG2
provienen del ácido linoleico, y PG3 del ácido linolénico. Estas se forman en todas las
células a partir de AGE y actúan en todos los tejidos donde han sido creadas (Mariane,
1998). Para la formación de las prostaglandinas, a partir de los n-6 (ácido linoleico)
mediante una reacción enzimática se forma GLA (ácido - linolénico) y luego, a partir de
ésta, DGLA (ácido di homo -linolénico) y AA. A partir de DGLA se produce PG1, y de
AA se forma PG2. Mientras, que a partir de linolénico se forma DHA, luego EPA y de
ésta última se forma PG3 (Mariane, 1998). Las funciones de las prostaglandinas son
reforzar la inmunidad, antiinflamatorias y disminuyen el colesterol (PG1); reducen la
formación de coágulos (PG1 y PG3), lubrican las arterias y disminuyen triglicéridos, así
como inhiben la formación de PG2 haciendo más lenta la formación de AA (PG3). En
general, los PG2 son malos, aumentando la formación de coágulos, constricciones
arteriales e inhiben la producción de PG1(Mariane, 1998).
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3.4
CONSUMO EN DIABÉTICOS
Un total de 26 estudios clínicos fueron revisados, entre los que estaban, estudios
hechos entre los pacientes dependientes de insulina y los no dependientes, pacientes
de diferentes edades y que usaban otros medicamentos. Todos los estudios tenían en
común la administración de aceites de pescado. La dosis diaria de 3 g de ácidos grasos
omega (promedio de 1.8 g de EPA y 1.2 g de DHA), parecieron ser los más seguros y
eficaces en la reducción de las concentraciones de triglicéridos en los pacientes no
dependientes de insulina. La administración de aceite de pescado influyó en una mayor
concentración de azúcar en ayunas en la sangre de los diabéticos no dependientes de
insulina y fue significativamente menor en los diabéticos que sí necesitaban insulina.
Este estudio demostró que los aceites de pescado pueden ser añadidos para disminuir
los niveles de triglicéridos y para reducir el riesgo de las complicaciones en las
enfermedades cardiovasculares tanto en los diabéticos dependientes de la insulina
como en los no dependientes (Friedberg et al., 1998).
3.5
CONSUMO PARA TRATAMIENTO DE ARTRITIS
La primera investigación del uso de aceite de pescado en ciertos tratamientos de
enfermedades de humanos datan de hace 200 años. En 1770 en el Hospital de
Manchester en Inglaterra, se comenzó a utilizar cantidades de aceite de pescado en
pacientes con artritis. En 1770 una mujer fue la primera paciente en ingerir el aceite y no
se sanó, más bien atribuyeron su mejoría al cambio de clima, la cual está asociada con
esta enfermedad. Sin embargo, un año después retornó esta paciente con más
complicaciones afectados a la artritis. Se volvió a suministrarle la dosis de aceite,
notándose su mejoría. Diez años después, en diversos pacientes con similares
síntomas, se logró en el 100% su disminuir su malestar. En 1987, se publica la
experiencia del suministro de las tabletas MAXEPA (fuente de ácidos grasos omega 3)
en la ayuda de la disminución de los síntomas de artritis (Stansby, 1991).
FERNÁNDEZ-JERI, A.
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3.6
BIOSÍNTESIS DE PRODUCTOS DEL ÁCIDO ARAQUIDÓNICO
La liberación de ácido araquidónico (AA) o de otros ácidos grasos insaturados de 20
átomos de carbono, el icosatrienoico y el ecosapentanoico, de las reservas hísticas, es
la primera fase de la síntesis de las prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos. Una
vez liberado el AA de las reservas hísticas, se inicia su transformación en prostaciclina,
prostaglandinas y tromboxano mediante la ciclación e incorporación de oxígeno
molecular, catalizada por la ciclooxigenasa que está presente en la mayoría de las
células. Las lipooxigenasas metabolizan también el AA hasta dar diversos productos con
el grupo hidroxi-peroxi en posiciones distintas e incrementar así la síntesis de
leucotrienos. Los metabolitos del AA, tanto de la vía de la ciclooxigenasa como de la
lipooxigenasa, tienen una definida e importante participación en las diversas etapas del
proceso inflamatorio. Diversos fármacos contribuyen a mejorar el proceso inflamatorio al
inhibir enzimas específicas (Pérez y col., 1998)
IV.
CONSUMO EN LA DIETA ALIMENTICIA DE ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3
Se está hablando de 1.25 g por día. Se sabe que en la dieta occidental se toma
alrededor de 0.2 g. Si lo "traducimos" en alimentos, deben tomarse entre 30 y 35 g de
pescado azul al día (menos de una lata pequeña de atún) o bien una ración de este
pescado tres o cuatro veces a la semana. El tiempo depende de la situación particular,
pero podríamos decir que niveles elevados pero dentro de la normalidad de colesterol
en sangre, para apreciar una modificación con la dieta, debe tomarse durante
aproximadamente tres o cuatro semanas (Casado, E. 2001).
Por otra parte, la recomendación del balance de AGE n-6:n-3 puede estar en el rango de
5:1 y 10:1 (Elvevoll and James, 2000). Mientras que, Pérez y col., (1997) mencionan que
en Japón sugieren para las dietas alimenticias de mujeres embarazadas ingerir pescado
suficiente para obtener una ingesta diaria de 0.5 a 1.0 g diarios de DHA. El informe del
Comité de Aspectos Médicos de la Política Alimentaria (COMA en inglés) sugieren que
no más del 35% de la energía cotidiana debe provenir de las grasas; y el Comité
Nacional de Educación Nutricional (NACNE en inglés) recomienda una reducción a no
más del 30%.(Las Grasas y el Colesterol, 2001).
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Parece existir consenso en torno a que es necesaria una proporción de ácidos grasos
de alrededor de 5:1 omega-6:omega-3. No obstante, se ha dado menor énfasis a la
forma de este omega-3, aunque existe algunas informaciones que indican que de ser
proporcionada en la forma de aceite vegetal (ácido -linolénico), debe ser convertido a
las formas de cadena más extensa de EPA y DHA al interior del organismo, proceso que
no es particularmente eficiente (Revista Chile, 2001).
V.
PERSONAS QUE DEBEN CONSUMIR ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3
No excluye a grupo humano alguno, pero hay otros que deben insistir más. Es el caso
de las mujeres embarazadas porque una deficiencia de estos ácidos grasos tiene mucho
que ver en la formación del feto, especialmente de su cerebro y sistema nervioso (el
déficit podría ocasionar malformaciones). También, está indicado en momentos de
crecimiento, como mujeres en periodo de lactancia y niños. Todo ello viene motivado
porque son esenciales para el adecuado desarrollo del sistema nervioso, proceso que
tiene lugar durante las últimas semanas del periodo fetal y primeros meses de vida
extrauterina. Una carencia en la madre puede transmitir trastornos en la capacidad de
aprendizaje (Casado, E. 2001).
Por otra parte, se recomienda para el estrés y las personas mayores, aunque para estas
últimas hay que tener en cuenta, más que la edad, cómo se encuentra su organismo,
pues si está cuidado el rendimiento y envejecimiento se podrían enlentecer (Casado, E.
2001).
VI.
FUNCIONES ESPECÍFICAS DE LOS ÁCIDOS EPA Y DHA
Un nivel adecuado de DHA en el cerebro y la retina es importante para el sistema
nervioso y las funciones visuales. El contenido en DHA de la fracción lipídica de la leche
materna es del orden de 30 veces el de la leche de vaca, lo que ha sugerido la
suplementación de la alimentación infantil con este ácido graso poliinsaturado. De
acuerdo con la quinta revisión de los requisitos diarios japoneses de 1995, las mujeres
embarazadas deberían ingerir pescado suficiente para obtener una ingesta diaria de 0.51.0 g diarios de DHA. Además, en Japón, el DHA es empleado para enriquecer unos 20
productos alimentarios.
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El EPA es importante en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en el
control de triglicéridos sanguíneos, y ejercen una acción antitrombótica, es decir, inhibe
la coagulación de la sangre y evita la producción de trombos (coágulos). Es
recomendable, principalmente, en la población adulta que tiene mayor riesgo de una
enfermedad cardiovascular, ya sea por antecedentes nutricionales o familiares. Además,
el EPA, en dosis altas, ejerce un efecto hipocolesterolémico, lo que significa que puede
bajar el colesterol.
El DHA es, según el facultativo, "más interesante". Un dato: entre el 40 y 50 por ciento
del contenido de ácido graso insaturado del cerebro es DHA. Por ende, "es un ácido
importantísimo en la formación y funcionamiento del tejido nervioso", y de ahí los
beneficios que aporta a los niños. El cerebro se empieza a formar en el último trimestre
de la etapa de gestación. En ese momento se producen tres fenómenos donde el
protagonista es el DHA: la neurogénesis, que es la formación de las neuronas; la
migración neuronal, donde éstas empiezan a migrar desde zonas centrales a otras
periféricas del cerebro, y un proceso de sinaptogénesis que determina el grado de
interconexión que establecen las neuronas.
El feto aparentemente no forma DHA o es muy ineficiente para hacerlo. La madre
asume este rol, se deshace de su propio DHA y lo traspasa al feto y esto lo continúa
haciendo a través de la leche materna. De ahí la importancia de una nutrición adecuada
por parte de la madre antes y durante su embarazo, y las complicaciones que implica
para los bebés prematuros el no tener acceso a la leche materna, ya que en ambas
etapas el DHA es un elemento trascendental.
VII. ÁCIDOS GRASOS ESENCIALES EN EL RECIÉN NACIDO
Aún cuando el niño no ha nacido necesita una adecuada cantidad de DHA, si queremos
que tanto el cerebro como las células de la retina se desarrollen correctamente. Por esta
razón a través de la placenta de la madre y desde la semana 26 a la 40, la cantidad
necesaria de este ácido graso de la familia omega 3 se deposita en los lugares antes
mencionados. Los niños prematuros están básicamente afectados por esta deficiencia
de DHA ya que su organismo no está preparado para sintetizar la cantidad adecuada de
este ácido graso para asegurar el correcto desarrollo del cerebro y la retina. Sin
embargo el DHA está presente en la leche materna ya que el desarrollo de estos
órganos no se completa hasta varias semanas después del parto.
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Recientes investigaciones científicas sugieren que los Omega-3, de cadena larga n-3
por ejemplo el DHA, son esenciales para el crecimiento fetal y el desarrollo del niño.
En general los bebés alimentados por madres que consumen poco Omega-3 o los
alimentos con fórmulas infantiles carentes de estos ácidos grasos sufren un desarrollo
más lento.
El aporte de ácidos grasos polinsaturados Omega-3 de cadena larga es importante
durante la lactancia, ya que a diferencia de otras especies, el recién nacido tiene una
madurez cerebral imperfecta.
Un estudio recientemente publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, afirma
que los ácidos llamados Omega-3, contenido en las carnes de pescado, sirven como
nueva droga contra el asma. Tal parece que el consumo de pescado reduce hasta el
75% las sustancias inflamatorias vinculadas directamente con la enfermedad (Revista
Luna, 1997).
VIII. IMPORTANCIA DE LOS ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3 EN LA ALIMENTACIÓN
DEL NIÑO
Steynberg, (2001) refiere que la ingesta de Omega 3 en algún tipo de alimento trae
beneficios a la salud en cualquier edad y salvo excepciones, a todas las personas Para
analizar las aplicaciones del Omega 3, tenemos presente que gran parte de su actividad
la realiza en la célula, en el interior y en la membrana. Actua a diversos niveles:

Salud cardiovascular: Equilibra el HDL/LDL, previniendo, colesterol y obesidad en
el niño. Forma parte de las membranas del endotelio, que tapiza las paredes
vasculares. Regula la presión arterial e interviene en la célula miocárdica.

Inmunidad: Integra las membranas celulares de la piel como primera barrera
inmunológica. Participa en interacciones inmunes y antiinflamatorias.

Salud neurológica: Integra las membranas celulares de la mielina y participa en la
comunicación intercelular o sinapsis. Diversos estudios de EEUU han asociado la
ausencia de Omega 3 en el bebé con una disminución en el desarrollo encefálico. Un
60 % del cerebro está compuesto de grasa y un tercio de ésta es del tipo Omega 3,
DHA.
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
Visión: El DHA constituye un 60 por ciento de los receptores visuales (conos y
bastones) ubicados en la retina. Su presencia hace más fluidas las membranas de
estas células, y resultan más sensibles a los estímulos luminosos.

Salud bucal:
La inclusión temprana de AGP en la dieta favorece la formación del
arco dental y baja la probabilidad de caries. Un arco de tamaño ideal es aquel en el
que los dientes tendrán una alineación pareja.
Colabora en prevenir la ansiedad, depresión y trastornos relacionados a los cambios
bruscos de conducta. También, se ha encontrado buenos resultados en el tratamiento
del Síndrome de Zellwegwer (El DHA administrado, puede ser efectiva en las
enfermedades peroxisomales generalizadas donde existe carencia. Este Estudio
específico, significó el Premio Reina Sofía a la Dra. Manuela Martínez del Hospital
Materno Infantil Valle de Hebrón, de Barcelona) (Mundobebé.htm, 2001).
IX.
ANCHOVETA PERUANA, EXCELENTE FUENTE DE OMEGA 3 Y OMEGA 6
a)
Sistemática. Phylum: CHORDATA
Subphylum
(VERTEBRATA),
Clase
(TELEOSTOMI
-OSTEICHTHYES),
Orden
(CLUPEIFORMES), Familia ( ENGRAULIDAE).
Nombre Científico
Engraulis ringens
Nombre común:
Anchoveta, anchoveta negra (adulto), peladilla (pequeño)
Nombre en inglés:
Anchovy
Fuente: (IMARPE, 2001).
b)
Distribución estacional, año 2000
La anchoveta vive en la franja de aguas frías de la corriente peruana, caracterizada por
la gran renovación de nutrientes en las capas superficiales y alta productividad biológica.
Los límites geográficos de la distribución de anchoveta abarcan el litoral peruano y
chileno entre los 03°30' y 37°00'S. En esta área se distinguen dos stocks: el stock nortecentro de Perú entre los 03°30' y 16°S que registra las mayores concentraciones, el
stock sur Perú-norte Chile entre los 16° y 24°S, y el stock centro-sur de Chile entre los
24° y 37°S (IMARPE, 2001). Mientras que, IMARPE-ITP (1996) menciona como
distribución de esta especie entre los 6°S y 43° S.
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La anchoveta durante la primavera y el verano, presenta una distribución estrecha
dentro de una franja costera hasta las 20-30 millas de la costa; en el otoño e invierno su
distribución se incrementa logrando alcanzar las 80 millas, y en algunas ocasiones, más
allá de las 100 mn de la costa. Esta distribución está asociada con temperaturas que
oscilan entre 15 y 21°C y salinidades de 34,5 y 35,1 UPS. La profundidad en que habita
esta especie fluctúa entre los 0 y 50 m (IMARPE, 2001).
c)
Lípidos en la anchoveta
En la anchoveta, el contenido lipídico es el que presenta mayor variación, influyendo
sobre éste los hábitos alimenticios de los peces, los que a su vez dependen en general
de los factores abióticos y bióticos del medio ambiente y oros factores intrínsecos
relacionados con los procesos fisiológicos (desove) (IMARPE-ITP, 1996).
Al observar registros de anchoveta para el período 1964-1976 y 1982, correspondientes
a Chimbote y Callao, puede establecerse fluctuaciones estacionales del contenido graso
en esta especie, con promedios mensuales mínimos en los meses de agosto a
setiembre y máximo en mayo, lo cual está estrechamente relacionados con los períodos
de desove resultados similares se observa entre 1985-1989 en Ilo. Se encontró una
relación inversa entre el contenido graso y la época de desove, así como la localización
del área de pesca, correspondiendo a la máxima intensidad de desove, el menor
contenido graso (IMARPE-ITP, 1996).
Para el IMARPE (Informe N°24, 1968) analizando por tallas y regiones para el período
1964 a 1967, determinó que los valores varían en forma mensual, correspondiendo los
valores mínimos en la época de desove y que las poblaciones de la región norte
presentan mayor contenido graso comparado con aquellas localizadas hacia el sur,
señalando valores promedios anuales de 8% para Chimbote-Callao y 5 a 6% para Ilo
(para el período 1985-1989, este mismo contenido graso llega hasta el 10%). Respecto
al tamaño, se muestra un incremento progresivo del contenido graso con el aumento de
talla (IMARPE-ITP, 1996).
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X. COMPOSICIÓN DE ÁCIDOS GRASOS EN EL MÚSCULO DE
ANCHOVETA
FRESCA PROVENIENTE DE PISCO (PERÚ) PARA EL AÑO 2001
Se pudo apreciar que el ácido con mayor contenido fue el DHA, seguido de EPA, oleico
y palmitoleico con porcentajes promedios de 23.81, 12.56, 11.56 y 6.68%,
respectivamente. De Febrero a Setiembre la curva de DHA tuvo un comportamiento
ascendente; mientras que, paralelamente el EPA descendió. Se notaron los picos más
altos para DHA en los meses de Setiembre (33.3%), Junio (25.73%) y Diciembre
(24.8%) coincidiendo con los más bajos valores de EPA en Setiembre (10.55%,) y
Junio(10.55%); aunque en Agosto mostró un mínimo valor del 10.25% frente a un
23.67% para el DHA. En general, esta conducta significa que el porcentaje de DHA es
máximo para un valor mínimo de EPA, manteniéndose esa relación inversa.
Por otra parte, el aceite oleico varió entre 10.2 y 15.20% en la grasa. Este alto contenido
respecto a otras carnes, muestra también a la Anchoveta como una fuente alimenticia
importante en nuestra dieta y sus ventajas en el control de los niveles de colesterol y
LDL-colesterol son conocidas, importante rol desarrollado por el ácido oleico.
Se observa que los ácidos grasos saturados guardan una mayor asociación entre sus
valores con respecto a los insaturados. El ácido esteárico considerado de función
metabólica neutral fue el que menor fluctuación tuvo, presentó un valor promedio de
3.55% en la grasa.
Los ácidos grasos poliinsaturados son los componentes grasos en mayor porcentaje
seguido de los saturados y luego, de los monoinsaturados. El promedio anual para los
ácido
grasos
por
el
tipo
de
saturación
fueron:
poliinsaturados,
39.86%;
monoinsaturados, 18.24% y saturados, 29.40%.
Para 100 g de músculo de Anchoveta el valor promedio de DHA más EPA fue de 1.10 g;
sin embargo, estas cantidades variaron entre 0.53 y 1.79 g por cada 100 g de músculo.
El cociente DHA/EPA en la fracción lipídica fue en aumento desde Febrero (1.19) hasta
Setiembre (3.16) y un promedio anual de 1.98. Paralelamente, la relación
insaturados/saturados descendió de Marzo (2.32) a Agosto (1.65).
FERNÁNDEZ-JERI, A.
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XI.
BIBLIOGRAFÍA
Casado,
E.
(2001)
“Combinación
de
Grasas,
Prevención
Cardiovascular”.
[email protected].
Cetrángolo,
J.
(2001)
“Los
Ácidos
Grasos”.
Universidad
de
Buenos
Aires.
[email protected].
Christie, J. (1993) "Los Aceites Omega en la Alimentación". Edic. Urano, Barcelona. 271
pp.
Elvevoll, E. and James, D. (2000) “Potential Benefits of Fish for Maternal, Foetal and
Neonatal Nutrition: a Review of the Literature”.
Friedberg et al., (1998) "Fish Oil and Glycemic Control in Diabetes. A Meta-Analysis".
IMARPE-ITP (1996) "Compendio Biológico Tecnológico de las Principales Especies
Hidrobiológicos Comerciales del Perú". Instituto del Mar del Perú (IMARPE) & Instituto
Tecnológico Pesquero del Perú (ITP).
Lehninger, A. (1989) “Bioquímica” .
Mariane, L. (1998) "La Dieta como Determinante del Desarrollo del Sistema Nervioso
Central: Rol de los Ácidos Grasos Esenciales".
Revista Luna (1997)tiembre de 1.997. (Actualizada en marzo de 1.999 por Marketing
Médico).
Stansby, M. (1991) “Fish and Fish Oil in the Diet and its Effects on Certain Medical
Conditions”.
FERNÁNDEZ-JERI, A.
P ROYECTO: TCP/PER/8924. CONVENIO: MIPE / ITP / FAO-PERÙ
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