Documento 1839881

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El TSJ resolvió que el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no puede limitar el progreso en
El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires determinó, por
mayoría, la imposibilidad de que el GCBA limite el progreso de la carrera docente por razones
de edad, al tiempo que revocó parcialmente una sentencia en cuanto otorgaba al docente el
derecho a continuar en situación activa hasta los 65 años, en base a los beneficios del régimen
general de jubilaciones y pensiones (ley 24.241), por considerar que se trata de un planteo
prematuro.
La causa se originó en una demanda que interpuso una docente, dependiente del Ministerio de
Educación del GCBA, a través de la cual exigió a la Administración dejar sin efecto la
categorización de “jubilable” colocada en su legajo al cumplir 57 años, por impedirle participar
en concursos de ascenso, solicitar traslados, interinatos, suplencias y excluirla de la
convocatoria para titularización, lo que, consideró, vulnera sus derechos.
En primera instancia se admitió el amparo y ordenó al Gobierno dejar sin efecto en un plazo de
cinco días la categorización de “jubilable” de toda planilla o listado, hasta que la docente
cumpla los 65 años de edad, por considerar que “antes de cumplir con los requisitos
jubilatorios, aparece frente a otros docentes diferenciada su situación por el solo hecho de que
es una futura ‘jubilable’”.
Ante un recurso interpuesto por el GCBA, la Sala II de la Cámara en lo Contencioso
Administrativo y Tributario rechazó la apelación.
Por su parte, la vicepresidenta del TSJ, Dra. Alicia Ruiz, y los jueces del Tribunal José Osvaldo
Casás y Ana María Conde, junto con el Dr. José Sáez Capel, juez de la Cámara Penal
Contravencional y de Faltas, que en esta oportunidad integró el Tribunal, coincidieron en
marcar el carácter ilegítimo que reviste la calificación “jubilable” aplicada a un docente en
actividad por los límites que impone en su carrera.
En su voto, una disidencia parcial, el presidente del Tribunal, el Dr. Luis Lozano, consideró
válido el uso de la categoría “jubilable” en los listados que confecciona la Administración para
asignar cargos por interinatos y suplencias o concursos de cargos, salvo cuando ello determina
un trato discriminatorio en perjuicio de la mujer a quién se la categoriza como jubilable antes
que al varón.
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El TSJ resolvió que el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no puede limitar el progreso en
En otro orden, Lozano, Casás, Conde y Sáez Capel hicieron lugar parcialmente a la queja del
GCBA al revocar la sentencia solo en cuanto extendió los efectos de la condena recaída en la
causa hasta tanto la docente cumpla sesenta y cinco años de edad, por considerar prematuro
el planteo en torno a la edad máxima para revestir como agente activo de la planta docente de
la CABA.
En su voto, la Dra. Ruiz rechazó la queja interpuesta por el GCBA, luego de enumerar causas
precedentes en las cuales la cuestión de fondo era similar.
Al analizar los argumentos de la sentencia que fijó en 65 años la edad tope para mantenerse
en la carrera docente, el Dr. Casás expresó que en el precedente “Gemelli, Esther Noemí
c/Anses s/reajustes por movilidad”, la CSJN “sostuvo que ni la ley 24.241 ni su modificada –la
ley n° 24.463—contenían cláusula que modificase o extinguiese otros regímenes jubilatorios
especiales y autónomos, los cuales mantenían su plena vigencia”.
A criterio del mencionado magistrado, esas consideraciones “en modo alguno permiten
concluir, tal como lo hiciera el tribunal a quo, que a la parte actora le asiste el derecho de
acogerse a los beneficios jubilatorios particulares contemplados en la ley 24.016 (régimen jubilatorio para personal docente) postergando, de acuerdo a su voluntad, el cese de su
desempeño laboral hasta la mayor edad contemplada en el régimen general de jubilaciones y
pensiones”.
A su turno, la Dra. Conde expresó que “lo que resulta inadmisible y contrario al derecho de
igualdad son los efectos de la calificación de un agente como “jubilable” (esto es, el
‘congelamiento’ de su situación laboral, y el impedimento para presentarse a concursos y
seguir ascendiendo en la carreara administrativa) mientras se encuentra en actividad” sin que
importe “la edad a la que está obligada a jubilarse, sino que pueda ejercer los derechos que le
asisten en su carrera docente hasta el momento en que es efectivamente jubilada”.
En línea con ello, la Dra. Conde entendió que en relación con la edad tope de 65 años para
revestir como docente en actividad se “pretende obtener una decisión judicial prematura y
desligada de un caso concreto, ya que el GCBA aún no la intimó a iniciar sus trámites de
jubilación”.
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