Documento 1839726

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El Tribunal Superior de Justicia revocó la sentencia que declaró nula una determinación de oficio del Imp
El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires revocó una sentencia
de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario que había
declarado nula una determinación de oficio de la Dirección de Rentas del GCBA del Impuesto
sobre Ingresos Brutos, además de imponer una multa, a Volkswagen Argentina, en el marco de
la operatoria de venta de vehículos a través de planes de ahorro, y en cambio decretó la
nulidad parcial de esa determinación tributaria discutida en el pleito.
El fallo del TSJ difirió para la etapa de ejecución de sentencia, a cargo de la Cámara, la
liquidación definitiva del impuesto y la multa que, acorde a las pautas establecidas en el
pronunciamiento, corresponde exigir a la contribuyente.
VK sostuvo a lo largo del pleito que como terminal automotriz, su actividad no podía ser
considerada como venta directa al suscriptor del plan de ahorro, como pretendía el Fisco local,
porque a su criterio el vendedor en esa operatoria es el concesionario. Por tanto, reclamó la
nulidad del acto que disponía calcular el ISIB bajo la alícuota general que grava las ventas a
consumidor final.
Por su parte, la Dirección de Rentas apoyó la determinación tributaria impugnada en las
previsiones de la resolución 1202 DGRyEU/97, según la cual, en las operaciones de venta por
planes de ahorro, cuando el concesionario no percibe el precio del automóvil ni tiene libre
disponibilidad sobre el vehículo y recibe como ingreso un margen de comisión, cualquiera sea
el modo de facturación instrumentado, el vendedor es la terminal automotriz y no el
concesionario. Al describir la operatoria la jueza Ana María Conde dijo que "mensualmente las
empresas administradoras del plan de ahorro recaudan los aportes pecuniarios realizados por
los adherentes, los giran a las fábricas terminales y con ello adquieren dos vehículos que
adjudican a dos adherentes mediante los sistemas de sorteo y licitación. En ese esquema, la
concesionaria opera como una mera boca de exhibición y expendio, percibiendo por ello una
comisión" y agregó que "para determinar la verdadera naturaleza del hecho imponible se debe
atender a los actos, situaciones y relaciones económicas que efectivamente se realicen,
persigan o establezcan los contribuyentes en consonancia con aquel principio...; extremo que
debe prevalecer sobre la calificación o la denominación normativa que se pretenda asignar a la
obligación tributaria".
VW pidió la declaración de inconstitucionalidad de la mencionada resolución 1202/97 por
estimarla lesiva del principio de legalidad.
En su sentencia, el TSJ resolvió que la resolución 1202/97 era válida. Los votos de los jueces
Conde, Alicia Ruiz, Luis Lozano y Carlos Balbín, que integraron la mayoría, coincidieron en
sostener que la Dirección General, en ejercicio de su facultad interpretativa expresamente
reconocida por la Ordenanza Fiscal vigente, se limitó a especificar cuál debe ser el criterio de
tributación de las fábricas terminales respecto del ISIB referido a las ventas de automotores 0
km a través del sistema de ahorro previo. Al hacerlo, no modificó ninguno de los elementos
esenciales o estructurantes del tributo.
Por su parte, el juez Lozano, destacó que es la Administración quien por mandato
constitucional "recauda los impuestos y percibe los restantes recursos que integran el tesoro de
la Ciudad". El carácter administrativo de la función de recaudar impone asumir que reglamentar
la ley eligiendo alternativas interpretativas posibles no sólo constituye un modo de hacer
uniforme su aplicación, sino el único previsto por el constituyente para lograr tal finalidad.
Todo ello condujo al TSJ a rechazar la nulidad de la determinación tributaria en relación con
las operaciones de venta por plan de ahorro en las cuales el suscriptor accedía al auto base
previsto en el plan.
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El Tribunal Superior de Justicia revocó la sentencia que declaró nula una determinación de oficio del Impu
En cambio, en los casos en que el suscriptor cambia el modelo del vehículo o le agrega
accesorios no contemplados en el plan original, no se dan los presupuestos de la resolución
1202/97. El cambio de modelo o incorporación de accesorios no previstos por pedido del
adherente constituyen, según el fallo, modificaciones que generan una nueva operación ajena
al sistema de ahorro previo y pactada directamente entre el concesionario y el consumidor, por
lo cual no pueden considerarse ventas directas de las fábricas terminales a los consumidores.
En suma, acorde a los votos de mayoría, el monto correspondiente al valor del automóvil
originalmente adjudicado debe tributar como una venta directa de la terminal al consumidor,
mientras que la suma adicional por el cambio de modelo o la incorporación de accesorios, debe
calificarse como una venta directa entre el concesionario y el cliente.
En disidencia parcial, el juez José Osvaldo Casás, consideró que la resolución 1202/97
vulnera el principio de reserva de ley. A ese respecto, expresó que tal resolución fue emitida
"exorbitando sus competencias propias (del Fisco) –interpretativas— e incursionando, así, en
la creación ex novo de una regla jurídica en el campo del derecho tributario material o
sustantivo, con infracción palmaria al principio de legalidad –con vigencia multisecular y común
a los más diversos ordenamientos constitucionales... más precisamente caracterizado como
principio de reserva de ley". Al analizar la tensión entre el método de la realidad económica y
los principios de reserva de ley, concluyó que en el caso correspondía descartar que el sistema
de ahorro previo haya sido concebido artificiosamente con el solo objetivo de sustraerse de la
obligación fiscal o acceder a la minoración de su incidencia.
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