Poder Judicial de la Nación SALA CIVIL Y COMERCIAL FEDERAL II Causa n° 12199/2002 ELI LILLY AND COMPANY Y OTRO C/ SANDOZ SA S/CESE DE USO DE PATENTES En Buenos Aires, a los 8 días del mes de febrero de 2013, se reúnen en Acuerdo los señores jueces de la Sala II de esta Cámara para dictar sentencia en los autos del epígrafe. Conforme con el orden de sorteo efectuado, el doctor ALFREDO SILVERIO GUSMAN dice: I.- Las empresas ELI LILLY AND COMPANY y ELI LILLY AND COMPANY LIMITED -en adelante Lilly-, iniciaron demanda contra LABINCA S.A. posteriormente denominada SANDOZ S.A.- a fin de impedir en forma permanente la explotación -considerada indebida- del objeto de las patentes de invención argentinas nº AR002719B1 y 253.521, las cuales se encuentran expedidas a su favor por el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial y que refieren a un producto medicinal de acción antipsicótica, conocido genéricamente bajo el nombre de “olanzapina”. Aclaran en su escrito inaugural que, de acuerdo a la copia simple de una impresión tomada del sitio de Internet de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica –en lo sucesivo A.N.M.A.T.-, la accionada obtuvo la certificación del producto medicinal “OZARPRES”, el cual figura entre los medicamentos aprobados que contienen el compuesto “olanzapina” (ver fs. 83). Al progreso de la acción se opuso la accionada solicitando su rechazo sustentado en la inexistencia en el mercado de producto alguno elaborado por su parte que contenga el principio activo de las patentes de la actora. A fin de justificar su postura, advirtió que el simple certificado de autorización emitido por la A.N.M.A.T. relativo al producto medicinal “OZARPRES”, no constituye una vulneración al derecho registral de la accionante. Por ello, destaca la improcedencia de la acción por carecer de objeto, en tanto no se ha descripto infracción alguna a las normas que rigen la materia. II.- El señor Juez, en la sentencia que obra a fs. 297/300, rechazó la demanda interpuesta contra Sandoz S.A. e impuso las costas devengadas por la actuación profesional a la actora en su condición de vencida. Para así decidir el “a quo” entendió que, el hecho de que el medicamento “OZARPRES” contuviera “olanzapina” en su fórmula, no significa que se trate o se utilice algún componente de lo reivindicado por las patentes AR 002719B1 y 253.521. En ese sentido, hizo mérito de la decisión adoptada en la causa “Eli Lilly and Company y 1 otros c/ Ivax Argentina S.A. s/ cese de uso de patentes”, que tramitó por ante el mismo Juzgado, en el cual valoró la existencia de documentos que contienen el compuesto “olanzapina”, reivindicando formas cristalinas o polimorfos que no pertenecen a la actora. En razón de ello, concluyó que Lilly debió ofrecer prueba tendiente a determinar con precisión que la demandada empleó efectivamente aquél compuesto en la forma II poliforma -patente AR 002719B1- o mediante el procedimiento para la producción que ostenta la patente 253.521. III.- Contra esa decisión se alzaron las accionantes formulando sus quejas en la pieza de fs. 313/329, afirmando en concreto que: a) El Magistrado de la anterior instancia yerra al considerar que la cuestión a resolver se circunscribe en determinar si el medicamento de la demandada contiene “olanzapina”. En ese sentido, su parte reconoce la inexistencia de un producto medicinal, mas basa su reclamo en la declaración jurada formulada ante la A.N.M.A.T. por parte de la demandada con relación a un producto que contendría el compuesto en cuestión; b) La demandada, por ser quien solicitó la autorización ante el organismo público, fue quien debió probar que la “olanzapina” que iba a comercializar o el procedimiento para su obtención, no se identificaba con el registrado por Lilly; c) El sentenciante ha vulnerado su derecho de defensa en juicio, en tanto ha basado su veredicto en las constancias acompañadas a la causa “Eli Lilly and Company y otros c/ Ivax Argentina S.A. s/ cese de uso de patentes”, la cual no fue ofrecida como prueba por ninguna de las partes; d) La documentación citada por el “a quo” obrante en las referidas actuaciones en donde constan supuestas patentes que contienen la palabra “olanzapina” en sus títulos no sirve como prueba de “distintos métodos o síntesis o de diferentes compuestos de “olanzapina”; e) Las patentes citadas en el decisorio recurrido conteniendo el compuesto en cuestión y que no resultan de titularidad de la accionante, fueron registradas con fecha posterior al pedido de autorización del A.N.M.A.T. (1998); f) Las costas del proceso deben ser impuestas a la demandada. Sin perjuicio de ello, para el supuesto en que el Tribunal resuelva confirmar lo resuelto en la anterior instancia, aquellas deberán distribuirse en el orden causado en virtud de lo novedoso de la cuestión, que pudo llevar a su parte a creerse con derecho suficiente a accionar. Estos agravios merecieron la réplica que luce a fs. 331/332. Media, además, un recurso que se relaciona con las regulaciones de honorarios (fs. 304), que será estudiado por el Tribunal en conjunto al concluir el presente Acuerdo. IV.- A fin de una mejor comprensión del asunto, se impone un relato de las circunstancias que rodearon el cese de uso de las patentes requerido por las accionantes y que se desprenden tanto de las constancias obrantes en autos, cuanto de la medida cautelar que tramita bajo el número de causa 7.067/02, y que en el presente acto tengo a la vista. 4.1. El 24 de abril de 1991 Lilly presentó ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial -en adelante I.N.P.I.- una solicitud de patente de invención referida 2 Poder Judicial de la Nación SALA CIVIL Y COMERCIAL FEDERAL II Causa n° 12199/2002 a un “procedimiento para producir 2-metil-10-(4-metil-1-piperazinil)-4h-tieno (2,3-b) (1,5) benzodiazepina, o una sal de adición de ácido de la misma, e intermediarios útiles para prepararla”. Con motivo de aquella petición, la Administración Nacional de Patentes -mediante la resolución dictada el día 12 de agosto de 1999- extendió el título de propiedad nº 253521, por un término acordado de vigencia hasta el 12 de agosto de 2014 (ver fs. 43/78). 4.2. De igual modo, el día 22 de marzo de 1996, la accionante presentó ante el organismo público la memoria descriptiva de la patente de invención sobre la “forma II polimorfa 2-metil-4 (4-metil-1-piperazinil) -10H-tieno (2,3-b)- (1,5) benzodiacepina (olanzapina), formulación farmacéutica que la comprende y su uso para preparar dicha formulación”. Luego de transcurrido el trámite administrativo para su obtención, mediante el número AR002719B1, el organismo público concedió la patente por el plazo de vigencia de 20 años contados a partir de la fecha de solicitud. 4.3. Con fundamento en la titularidad de la última de las mentadas patentes, la aquí accionante promovió la causa “Eli Lilly and Company s/ medidas cautelares” (expte. nº 7067/02), a fin de hacer cesar al por ese entonces denominado “Laboratorio Labinca S.A.” -entre otros laboratorios demandados- en todo acto de comercialización de los productos medicinales que contengan como principio activo la “olanzapina” -forma II polimorfa-. En el marco de las referidas actuaciones, este Tribunal modificó la tutela anticipada otorgada en la anterior instancia restringiendo su alcance a la prohibición de comercialización de los productos, sólo en cuanto aquellos contengan “olanzapina en forma II polimorfa”. Ello de conformidad con lo dispuesto por el artículo 50 del ADPIC y el artículo 232 del Código Procesal (ver fs. 353/354 de la causa 7067). 4.4. En este contexto es que la actora el día 8 de noviembre de 2002 promovió la presente demanda a fin de obtener un pronunciamiento favorable a su petición en lo que hace al fondo de la cuestión. En dicha oportunidad, la accionante acompañó la totalidad de la evidencia ofrecida, limitando su actividad probatoria al aporte de la documental que se encuentra glosada en la causa a fs. 4/81 y 95/120. V.- Antes de ingresar en el análisis sustantivo del asunto, aclaro que aunque analicé en forma íntegra las constancias de la causa; y he meditado sobre los diversos argumentos que han formulado las partes, no seguiré a los contendientes en el orden de sus planteos. Comenzaré a desarrollarlos de conformidad con los aspectos de la controversia que entiendo decisivos. Tampoco está de más recordar que los jueces no nos 3 encontramos ceñidos a tratar cada una de las alegaciones que proponen los litigantes en sus agravios, sino sólo las que se estiman conducentes para una adecuada resolución del litigio (conf. C.S.J.N., Fallos: 262:222; 278:271; 291:390; 308: 584; con la actual integración 331:2077, entre otros muchos); metodología que, en lo atinente al análisis probatorio, encuentra respaldo en el art. 386 del Código Procesal. VI.- Como punto de partida, corresponde puntualizar que el art. 81 de la Ley N° 24.481 habilita al titular de la patente a iniciar contra el presunto infractor un juicio por cese de uso de aquella. En estos procesos, el peticionante busca probar que el producto o procedimiento supuestamente en infracción está alcanzado por las reivindicaciones de su patente. De esta forma, en los pleitos destinados a hacer cesar el uso, se advierten dos etapas características destinadas a verificar la existencia de la infracción. Por un lado, la interpretación de las reivindicaciones para determinar cuál es el alcance de la patente, y por otra parte, el análisis del producto en infracción para determinar si ese producto cae o no dentro del alcance de esas reivindicaciones. Dicho en otros términos, debe indagarse en qué consiste el invento patentado; y una vez establecido el alcance de lo reivindicado por la patente, corresponde analizar el producto o el procedimiento supuestamente en infracción mediante un sistema de comparación. Si todos los elementos reivindicados están presentes en el objeto o procedimiento en infracción, debe considerarse que existe una infracción a la patente (conf. BENSADON, Martín, “Ley de Patentes. Comentada y concordada con el ADPIC y el Convenio de París”, p. 422). Estimo que, para adentrarse en la concreta contienda sub examen, basta haber recordado esos principios elementales que se aplican en la materia, para de este modo determinar si se encuentran acreditados en la causa los extremos necesarios para tener por configurada la infracción que la actora atribuye al actuar del laboratorio demandado. Por lo pronto, juzgo incontrovertible -al igual que lo hizo el Magistrado de la anterior instancia- que se encuentra acreditado en autos la titularidad que detenta la accionante respecto de las patentes otorgadas bajo n° AR002719B1 y 253.521. En igual sentido, también tengo por cierto que de conformidad con los propios dichos volcados en el responde de demanda, “Sandoz S.A.” requirió una autorización al A.N.M.A.T. relativa al medicamento “ozarpres” (ver fs. 147). VII.- Sin embargo, en primer término advierto que a los fines de acreditar la infracción en la que habría incurrido el accionado, Lilly sólo aportó la documental obrante a fs. 203/204 y 206/207. De la compulsa de la referida instrumental, únicamente puede apreciarse un listado genérico del que surge que el Laboratorio Sandoz S.A. requirió la autorización relativa al producto medicinal “ozarpres” (fs. 203) y que el citado producto contendría como principios activos “olanzapina-5 mg.”, “olanzapina7.5mg.” y “olanzapina-10mg.” (fs. 206/7). Destaco que, en este aspecto, no se ha rendido 4 Poder Judicial de la Nación SALA CIVIL Y COMERCIAL FEDERAL II Causa n° 12199/2002 prueba alguna con el objeto de avalar ni el alcance del referido permiso como así tampoco la fecha en que aquél fue concedido. Si bien es cierto que ambas partes son contestes en cuanto a la inexistencia del medicamento “ozarpres” en el mercado, circunstancia que impide de por sí llevar a cabo una prueba pericial sobre aquél producto, no menos cierto lo es que la accionante pudo y debió probar que al momento del pedido de autorización ante el A.N.M.A.T. el único compuesto de “olanzapina” reivindicado mediante formas cristalinas o polimorfos, era el tutelado por sus patentes. Por ello, coincido con mi colega de la anterior instancia en cuanto a que el hecho de que “ozarpres” contenga “olanzapina” en su fórmula, no significa que se trate o se utilice algún componente de lo reivindicado por las patentes AR002719B1 y 253.521. Sobre la base de lo expuesto, debo recordar que por imperativo legal del art. 377 del Código de Rito, correspondía a la actora aportar la prueba conducente a fin de acreditar los extremos en los que basó su demanda. Dicha circunstancia no aconteció, y la carencia de material probatorio que me convenza acerca de la certeza y eficacia de los argumentos expuestos en el escrito de inicio y su ampliación, me impide modificar lo resuelto por el “a quo” en el dispositivo recurrido. En este aspecto, corresponde recordar lo resuelto por esta Sala recientemente en la causa nº 12453/2002, en la cual también se debatió el uso de las patentes AR002719B1 y 253.521 reivindicadas por las demandantes. Allí se entendió que la actora debió probar la infracción al registro de su propiedad, pues frente a una circunstancia de riesgo como la expuesta, quien no acredita debidamente los hechos que invoca se arriesga a perder el pleito si de ello depende la suerte de la litis. Por lo tanto, el Tribunal sostuvo que las actitudes omisivas de los accionantes llaman la atención y no benefician en nada a su posición (conf. esta Sala, causa 12.453/02 “Eli Lilly Company y otro c/ Ivax Argentina S.A. s/ cese de uso de patentes”, del 29/11/12). Con motivo de lo expuesto, debe desecharse de plano el agravio vertido con relación a que incumbía a la accionada probar el no uso de la patente. Esto es así pues, reitero, quien tenía a su cargo el deber de acreditar los sucesos fácticos que motivaron el reclamo era justamente la parte que los invocó como fundamento de su postura (arg. art. 377 del C.P.C.C.N.). Reafirma la solución propiciada la simple lectura de los agravios vertidos por la apelante. En tal sentido, advierte Lilly que “la documentación citada por el “a quo” consta de supuestas patentes que contienen la palabra olanzapina en sus títulos no sirve de prueba de la existencia de “distintos 5 métodos o síntesis o de diferentes compuestos de olanzapina”… es así que no constan ni en estos autos ni en los autos traídos a colación por el “a quo” siquiera una copia completa de patente alguna ya sea de un método o un producto olanzapina que hubiera sido sometido a estudio de novedad y concedido antes del año 1998 en que obtuvo la aprobación ante A.N.M.A.T. la demandada” (ver fs. 322 -tercer párrafo-). De la recitación efectuada, puede desprenderse al menos dos extremos que la parte se encontraba habilitada a probar. El primero de ellos, la fecha invocada como día en el cual el laboratorio demandado solicitó la respectiva autorización para comercializar por parte del A.N.M.A.T., y en segundo término, que a dicho momento el único método o producto relativo a la “olanzapina” era el reivindicado por sus patentes. Tal circunstancia, podría haber sido zanjada mediante el libramiento de sendos oficios a las autoridades administrativas respectivas, mas la actividad probatoria de la parte interesada no transitó por esos carriles. VIII.- No puedo finalizar mi ponencia sin, al menos, realizar una reflexión sobre la violación al derecho de defensa que habría cometido el “a quo”. Por lo expuesto en los anteriores considerandos la ponderación efectuada por el Magistrado de grado respecto de actuaciones que no fueron ofrecidas como pruebas por las partes no me parece con aptitud para torcer el resultado del proceso. En efecto, aún cuando aquellas piezas, en puridad, no integran los elementos obrantes en autos para resolver la contienda, no puede desconocerse que de los que sí se encuentran agregados en la causa tampoco se haya sustento probatorio que acredite la infracción invocada como fundamento de la petición de la actora. XI.- Con relación al agravio respecto de las costas, no advierto motivo alguno para apartarse del principio objetivo de la derrota (art. 68, primer párrafo del Código Procesal). Aunque se estime que la cuestión sea novedosa, su solución no impresiona como de una dificultad tal que justifique apartarse de la regla procesal citada. X.- Por todo lo cual, propongo confirmar la sentencia apelada. Con costas. Los doctores Ricardo Víctor Guarinoni y Graciela Medina por razones análogas a las expuestas por el doctor Alfredo Silverio Gusman adhieren al voto que antecede. En virtud del resultado que instruye el Acuerdo que antecede, esta sala RESUELVE: confirmar la sentencia apelada. Con costas de ambas instancias a las accionantes vencidas (art. 68 del Código Procesal). En atención al mérito, a la extensión, a la eficacia de la labor desarrollada, a las etapas cumplidas, a la naturaleza de las causas (arts. 6, 9, 10, 37 y 38 del arancel) se confirman los honorarios de la dirección letrada y representación de la parte demandada Dres. Ramón MASLLORENS, Aldo Tomás BLARDONE y Pablo Gonzalo MARÍ, desde que solo fueron apelados por altos. 6 Poder Judicial de la Nación SALA CIVIL Y COMERCIAL FEDERAL II Causa n° 12199/2002 Por la labor realizada en la Alzada, valorando el mérito de los escritos presentados y el resultado final del recurso, se fijan los emolumentos de la dirección letrada y representación de la parte actora Dras. Brígida Verónica KAPOVIC y Claudia SERRITELLI en la suma de pesos cinco mil cien ($5.100) y pesos dos mil cuarenta ($2.040); asimismo se fijan los honorarios del letrado y apoderado de la parte demandada Dr. Aldo Tomás BLARDONE en la suma de pesos diez mil doscientos ($10.200); art. 14 y citados del arancel. Regístrese, notifíquese y devuélvase.ALFREDO SILVERIO GUSMAN RICARDO VÍCTOR GUARINONI GRACIELA MEDINA 7