LA IGUALDAD DE GÉNERO COMO VALOR GLOBAL EN LA ENCUESTA MUNDIAL DE VALORES GENDER EQUALITY AS A COMMON WORLD VALUE: EVIDENCE FROM THE WORLD VALUES SURVEY Lydia González Orta Capitolina Díaz Martínez [email protected] Universitat de València [email protected] Universitat de València Abstract: La expansión de los derechos de las mujeres desde el final de la II Guerra Mundial es un fenómeno que ha adquirido dimensión global. El contenido y estado de desarrollo del reconocimiento de derechos puede variar en diferentes regiones globales, pero la tendencia es clara; en otras palabras, los derechos humanos de las mujeres constituyen un Nuevo Objeto-Mundo Social (NOMS). Además del papel de instituciones internacionales como Naciones Unidas, de actores como el movimiento feminista transnacional y del resto de NOMS que acompañan a la tendencia global hacia el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres, resulta fundamental la inclusión de la igualdad de género como parte de los common world values de la incipiente sociedad global. La Encuesta Mundial de Valores constituye una de las mejores herramientas disponibles para el estudio de este fenómeno. En este trabajo haremos una introducción a la dimensión de género en la Encuesta Mundial de Valores desde la década de los ochenta hasta la actualidad tratando de identificar los indicadores más importantes de la tendencia global. Tendremos en cuenta también la literatura sobre la Encuesta Mundial de Valores desde la perspectiva de género y sus principales hallazgos. En segundo lugar, expondremos el análisis llevado a cabo a partir de los datos que ofrece la última oleada de la Encuesta Mundial de Valores (20102014) en torno a la evolución del common world value “igualdad de género”. Haremos las precisiones metodológicas oportunas respecto a la selección de países incluidos en la Encuesta y su representatividad, el espacio temporal abarcado y los ítems calificados como clave para el objeto de estudio. En tercer lugar, presentaremos los resultados más relevantes del análisis haciendo especial hincapié en el estado de las diferentes dimensiones de la igualdad de género como valor (in)discutible en el mundo, así como en el peso de diferentes variables - edad, nacionalidad, región axiológica, nivel educativo, entre otras – en las respuestas recabadas por la Encuesta. Finalmente, concluiremos este trabajo con una discusión sobre la consideración de la igualdad de género como uno de los valores comunes de la sociedad global y sus implicaciones de cara al refuerzo o refutación de la tesis según la cual los derechos humanos de las mujeres constituyen un Nuevo Objeto-Mundo Social (NOMS). Palabras clave: Nuevos Objetos-Mundo Sociales, derechos humanos de las mujeres, valores globales, igualdad de género, Encuesta Mundial de Valores. 1 1. INTRODUCCIÓN: LA ÉTICA DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES COMO UN NOMS La expansión de los derechos de las mujeres desde el final de la II Guerra Mundial es un fenómeno que ha adquirido dimensión global. El contenido y estado de desarrollo del reconocimiento de derechos puede variar en diferentes regiones globales, pero la tendencia es clara; en otras palabras, los derechos humanos de las mujeres constituyen un Nuevo Objeto-Mundo Social (NOMS). En trabajos anteriores hemos abordado el papel de instituciones internacionales como Naciones Unidas, de actores como el movimiento feminista transnacional y del resto de NOMS que acompañan a la tendencia global hacia el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres (ver Capitolina Díaz y Lydia González, 2016). En este trabajo prestamos atención a la ética de este Nuevo Objeto-Mundo Social considerando que en el fondo de la tendencia global hacia el reconocimiento de los derechos y el empoderamiento de las mujeres hay un sustrato ético que le da legitimidad y la hace difícilmente reversible, es decir, la consolida, al menos como tendencia formal. Por ello, además del papel de instituciones internacionales, actores sociales y del resto de NOMS que han influido en la emergencia de los derechos de las mujeres a nivel internacional, resulta fundamental el estudio de la inclusión de la igualdad de género como parte de los common world values de la incipiente sociedad global. Nos referimos a valores comunes globales como principios ampliamente compartidos por todos los países y por instituciones internacionales, al menos a nivel programático. Escapa al objeto de este trabajo cuestionar el grado de implementación de políticas nacionales e internacionales acorde con los valores esgrimidos y partimos de la idea de que los Estados-nación siguen una serie de símbolos y modelos de lo que es un Estado-moderno en su búsqueda de legitimidad internacional (Francisco Ramírez, 2012). La legitimidad de la igualdad de género o, en otras palabras, la asociación de la desigualdad de género con modelos arcaicos y antidemocráticos, ha jugado un papel fundamental en la rápida expansión y consolidación de la tendencia global que estudiamos. La idea de igualdad no aparece aislada sino en consonancia y coherencia con una serie de valores mundialmente compartidos. Algunos de estos common world values tienen una larga tradición, como el rechazo a la esclavitud. Otros son algo más recientes y cobraron relevancia con la creación de Naciones Unidas, como el rechazo a la colonización de los pueblos, la prohibición de la tortura, entre otros. Todos estos valores están en la base de la ética de los derechos humanos tal como los entendemos a partir de 1948 con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, sobre todo, de 1966 con los Pactos de Nueva York (Tratado de Derechos Civiles y Políticos y Tratado de Derechos Económicos, Sociales y Culturales). Aunque la ética de los derechos humanos y sus valores comunes globales incluyen y apoyan la idea de la igualdad entre mujeres y hombres, no siempre han seguido caminos idénticos y paralelos. Finalmente, otros valores comunes globales han surgido como nuevas exigencias éticas, como la justicia global o la sensibilidad ecológica. Otros están en pugna por ser incluidos en la ‘agenda ética global’, como los derechos de personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales y transgénero, tan relacionados con la moral sexual y las identidades patriarcales. 2 La prohibición de la discriminación contra las mujeres está presente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y sin embargo las mujeres dentro de Naciones Unidas cuestionaron durante décadas la separación de facto existente entre el sistema de derechos humanos y los derechos de las mujeres. La idea - y el sistema - de derechos humanos no siempre incluía ni prestaba la misma consideración a los derechos de todos los seres humanos: los que afectaban a las mujeres por ser mujeres, como las violaciones sistemáticas en zonas de conflicto y posconflicto o la violencia de género tardaron décadas en ser tratados como violaciones de derechos humanos. Por ello el movimiento feminista trasnacional organizó en los noventa una gran campaña con el lema women’s rights as human rights, que obtuvo reconocimiento oficial en la Conferencia de Viena de 1993 (Alda Facio, 2011). Por ello se ha hecho necesaria la expresión “derechos humanos de las mujeres” y por ello la legitimidad internacional de la igualdad entre mujeres y hombres está relacionada con, pero no ha gozado de idéntica legitimidad a los derechos humanos y sus common world values. La constatación de la existencia de valores comunes globales junto a la necesidad de una convivencia pacífica de la humanidad y de dar solución como especie a grandes problemas de alcance planetario ha llevado a retomar la idea de una posible ética cívica mundial dentro de la pluralidad filosófica y religiosa, que se basaría en la aceptación de la racionalidad compartida, la sensibilidad moral de toda la humanidad y la dignidad inherente e irrenunciable del ser humano (Luis Antonio Blanco, 2013; Yechiel M. Barilan, 2012; Alfonso de Julios, 2011). Por otro lado, la disciplina de la ética global que surge con los nuevos dilemas éticos en la era de la globalización, incluye entre sus grandes temas objeto de estudio la justicia global de género junto a la gobernanza y ciudadanía, la pobreza y el desarrollo, la guerra y el terrorismo, la bioética o el medioambiente, problemas que requieren a su vez ser analizados desde la perspectiva de género (Heather Widdows, 2014). En cualquier caso, la idea de igualdad de género forma parte de los common world values y de los grandes problemas mundiales, lo que guarda una estrecha relación con la expansión de los derechos humanos de las mujeres alrededor del mundo, a la cual dan legitimidad como Nuevo Objeto-Mundo Social. Para el estudio de las ideas y creencias relativas a la igualdad de género, su implantación en diferentes regiones globales y su (no)relación con otros valores mundialmente compartidos, la Encuesta Mundial de Valores constituye una de las mejores herramientas disponibles. 2. LA DIMENSIÓN DE GÉNERO EN LA ENCUESTA MUNDIAL DE VALORES La Encuesta Mundial de Valores (en adelante WVS) ha tratado de dar respuesta a preguntas acerca de las ideas, valores y creencias personales alrededor del mundo y para ello ha ido incluyendo, matizando y eliminando variables según las necesidades manifestadas por investigadoras e investigadores, así como atendiendo a los cambios culturales y políticos de las últimas décadas. Las preguntas o variables incluidas en esta encuesta han conformado seis grandes temas o categorías desde la 1ª oleada (1981), como son ‘Percepción de la vida’, ‘Trabajo’, ‘Familia’, ‘Política y 3 Sociedad’, ‘Religión y Moral’ e ‘Identidad Nacional’, además de las variables socio-demográficas y de la categoría ‘Medioambiente’ desde la 2ª oleada (1990). Las categorías con mayor volumen de variables, y por tanto con una gran importancia dentro de la Encuesta, desde la primera hasta la última oleada publicada, han sido ‘Percepción de la vida’, ‘Política y Sociedad’ y ‘Religión y Moral’. La cantidad de variables y complejidad de la Encuesta ha ido en aumento, pasando de poco más de 100 preguntas en 1981 a más de 320 en 2010. Además, en la sexta y última oleada publicada (2010-2014) se han incluido dos nuevos temas o categorías: seguridad y ciencia. La Encuesta ha sido permeable a algunos debates políticos en Occidente, incluyendo en la oleada 2000-2004 hasta 34 preguntas relacionadas con el Islam (6 de ellas sobre mujeres e Islam) y en la oleada 2010-2014 varias preguntas relativas a corrupción política. La Encuesta Mundial de Valores (WVS) ha dado relevancia a la igualdad de género como valor a estudiar desde sus comienzos. El número de preguntas o variables relativas a la situación de las mujeres, directa o indirectamente, ha pasado de 9 en la 1ª oleada, a 28 en la 2ª oleada, 19 en la 3ª oleada, 29 en la 4ª oleada, 17 en la 5ª oleada, hasta 18 preguntas en la 6ª y última oleada publicada. Las preguntas relacionadas con género en la primera encuesta de 1981 se incluyeron en las categorías “Familia” y “Religión y moral”, mientras que en la última oleada la distribución es más plural: la mayor parte de las preguntas sobre mujeres y/o género se encuentran en las categorías ‘Familia’ y ‘Religión y moral’, pero también se incluyen otras en ‘Política y sociedad’, ‘Trabajo’ y ‘Percepción de la vida’. Curiosamente, en la categoría ‘Seguridad’ no se han tenido en cuenta los riesgos a los que se exponen las mujeres por el hecho de ser mujeres en el diseño de las preguntas. En cualquier caso, en la propia Encuesta y su clasificación temática, como socialmente, las cuestiones de género o women’s issues han pasado de percibirse como un problema de moral, un tema familiar, privado-doméstico, a ser reconocido como un asunto social, económico y de democracia, es decir, relacionado con el sistema político. Todas las preguntas relacionadas con mujeres y/o género desde 1981 hasta 2010 se han distribuido en una clasificación propia de temáticas relacionadas con igualdad de género: ‘igualdad formal’, ‘derechos económicos y empleo’, ‘participación política’, ‘derechos sexuales y reproductivos y matrimonio’, ‘diversidad sexual’, ‘violencia de género’ y ‘movimiento feminista’ (ver Anexo I). La primera observación necesaria es que mientras en la primera oleada las preguntas relativas a la situación de las mujeres se referían a matrimonio y derechos sexuales y reproductivos (incluyendo una pregunta sobre diversidad sexual), la pluralidad de ámbitos fue aumentando gradualmente hasta abarcar en la última oleada seis ámbitos más. En la segunda oleada se incluyeron preguntas relativas al empleo y derechos económicos, así como a las organizaciones del movimiento feminista. En la tercera oleada, a mitad de los noventa, se introduce un ítem sobre la participación política de las mujeres (Men make better political leaders than women do) que continuará hasta la actual oleada. Hasta el año 2005 no se incluyó una pregunta que abordara de forma directa las ideas de las personas encuestadas en torno a la violencia de género (Justifiable: For a man to beat his wife), una década más tarde de su inclusión en la agenda global de igualdad de género por el movimiento feminista transnacional si 4 tomamos la Conferencia de Beijing (1995) como referencia. En cualquier caso, en los cuarenta años de vida de la Encuesta Mundial de Valores (WVS), la dimensión de la igualdad de género ha adquirido un carácter más transversal en la Encuesta y permite una mayor riqueza de análisis. En segundo lugar, cabe mencionar aquellos ítems incluidos en la Encuesta durante un periodo determinado y que han desaparecido desde el año 2005, como preguntas referentes a la necesidad de las mujeres de tener criaturas para sentirse realizadas, la justificación del adulterio y del sexo antes de la edad legal establecida, la participación en organizaciones de mujeres o la preferencia del varón en una supuesta política de hijo único. Los propios científicos y científicas sociales a cargo del diseño de la Encuesta han reconocido la relevancia de la dimensión de género en el estudio de los valores a nivel mundial, considerando que el amplio apoyo a la igualdad entre mujeres y hombres es ‘algo más’ que una mera consecuencia de procesos democratizadores: Findings from the WVS indicate that support for gender equality is not just a consequence of democratization. It is part of a broader cultural change that is transforming industrialized societies with mass demands for increasingly democratic institutions. Although a majority of the world’s population still believes that men make better political leaders than women, this view is fading in advanced industrialized societies, and also among young people in less prosperous countries. http://www.worldvaluessurvey.org/WVSContents.jsp La literatura acerca de las ideas y creencias sobre igualdad de género a partir de la Encuesta Mundial de Valores (WVS) coincide ampliamente en que el progreso en el status de las mujeres en las últimas décadas es una de las tendencias globales que ha irrumpido con más fuerza (Ronald Inglehart, 2005; Amy Alexander y Christian Welzel, 2011). Además, se ha señalado a la variable ‘mujeres y liderazgo político’ (Men make better political leaders than women do) como la que marcaba las diferencias en torno a la igualdad entre hombres y mujeres, dada la variabilidad de las respuestas en diferentes partes del mundo. Considerado como tema distinto, otro de los factores fundamentales de división sería la aceptación de la homosexualidad (Inglehart, 2005). Algunos de los primeros estudios realizados a partir de la Encuesta Mundial de Valores se centraron en el voto femenino y su viraje ideológico hacia la izquierda en las sociedades posindustriales occidentales (Ronald Inglehart y Pippa Norris, 2000). Otros estudios han abordado las diferencias de género en las ideas de riesgo y religiosidad (Jeremy Freese, 2004), la creencia en la meritocracia (Raymond Fisman y Maura O’Neill, 2009) e incluso los roles de género de diferentes grupos de inmigrantes en Estados Unidos (Alberto Alesina et al, 2013). A pesar de la aparente variedad de enfoques, la controversia sobre el Islam, la democracia y las mujeres ha centrado gran parte de la explotación de la dimensión de género de la Encuesta, hasta el punto de que se ha señalado al género y la sexualidad como el “verdadero choque de civilizaciones” (ver Inglehart y Norris, 2003; Norris, 2009) y ello ha generado una literatura crítica a partir de la Encuesta (ver Niels Spierings, 2014). 5 Una de las aportaciones de la literatura al respecto es la reivindicación del papel de los valores y creencias en la base del empoderamiento de las mujeres, considerando que este es un proceso fundamentalmente relacionado con las ideas (Alexander y Welzel, 2011). Dado que los cambios en el status de las mujeres se han analizado empíricamente en ámbitos sociales separados (representación política, educación, empleo), ha habido intentos de ofrecer una imagen más completa de los cambios en diferentes ámbitos y países con análisis empíricos, estableciendo incluso relaciones estadísticas entre ideas y valores emancipatorios y cambios en el empoderamiento de las mujeres, sin olvidar las estructuras de oportunidad como variable inicial del proceso (ver Alexander y Welzel, 2011). En resumen, el análisis de las variables de género en la Encuesta Mundial de Valores desde sus inicios hasta la actualidad nos muestra la relevancia que ha adquirido la perspectiva de género para dar cuenta de la evolución de los valores, ideas y creencias alrededor del mundo en las últimas décadas. Por su parte, de la revisión de la literatura sobre la dimensión de género en la Encuesta Mundial de Valores se deduce que hay amplio consenso sobre el hecho de que las ideas tradicionales asociadas a la justificación de la desigualdad entre hombres y mujeres han experimentado un cambio global a pesar de las diferencias sustanciales en el apoyo a la igualdad de género entre regiones globales (e independientemente de la explicación dada a dichas diferencias). Esta idea ampliamente compartida por las y los científicos sociales que estudian la Encuesta supone una argumentación en línea con la expansión global de los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres. Ahora bien, la peculiaridad de la visión de los Nuevos Objetos-Mundo Sociales, frente a un análisis de historia de las ideas o neoinstitucional, estriba en analizar esta y otras tendencias como parte de objetos que crean dinámicas planetarias y que conformarían un nuevo tipo de sociedad, como vectores de la globalización (Pablo Navarro, 2016). 3. METODOLOGÍA: ANÁLISIS DE LA OLEADA 2010-2014 Uno de los primeros resultados de la Encuesta Mundial de Valores (en adelante WVS) es que las similitudes y diferencias en cuanto a ideas, valores y creencias entre los países conforman una serie de regiones axiológicas, conjuntos coherentes de valores o zonas con un patrón cultural similar. Dos han sido los ejes fundamentales que han marcado las diferentes regiones axiológicas: valores tradicionales vs. secular-racionales y valores de supervivencia vs. de reconocimiento. Así, se diferencian nueve regiones axiológicas: africano-islámica, anglosajona, báltica, confuciana, europea católica, europea protestante, latinoamericana, ortodoxa y sudasiática. En este trabajo, hemos analizado en primer lugar los datos por países de la última oleada de la Encuesta Mundial de Valores (2010-2014) con el objetivo de conocer el apoyo mundial que tiene actualmente la idea de igualdad entre mujeres y hombres. Para ello, hemos seleccionado las diez variables relacionadas con igualdad de género más relevantes y más estables a lo largo del tiempo en la Encuesta para analizar su evolución y su extensión alrededor del mundo. Tres de los ítems están 6 relacionados con el mercado de trabajo y los derechos económicos de las mujeres; tres con los derechos sexuales y reproductivos; y uno correspondiente a las categorías propias ‘diversidad sexual’, ‘participación política’, ‘violencia de género’ y ‘movimiento feminista’. When jobs are scarce men should have more right to a job than women; When a mother works for pay, children suffer; y Being a housewife just as fulfilling as working for pay son ítems que aluden a la ideología patriarcal sobre la independencia económica de las mujeres y algunos de sus argumentos más frecuentes de las últimas décadas, como considerarlo un ingreso secundario en los hogares o afirmar que las criaturas sufren por la ausencia de la madre en particular. Estos tres ítems se han mantenido en la Encuesta desde 1990 hasta la actualidad, con lo que podemos observar su evolución, como mínimo, en los últimos veinte años. Los ítems Justifiable: prostitution; Justifiable: abortion; Justifiable: divorce; Justifiable: homosexuality son algunas de las preguntas más directas y con mayor tradición sobre derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. La censura y estigmatización de la prostitución, el aborto y el divorcio han formado parte de la moral sexual patriarcal. La diversidad sexual alude tanto a parejas gays como lesbianas, y la literatura al respecto considera que socialmente no son equiparables pues las mujeres lesbianas tienen una menor visibilidad y status económico en muchas ocasiones y lugares del mundo, pero la heteronormatividad es sin duda uno de los elementos clave de la moral sexual de la ideología patriarcal. Estos ítems se han mantenido en la Encuesta desde 1981 hasta la actualidad, con lo que podemos observar su evolución, como mínimo, en los últimos 30 años. Confidence: the women’s movement es una pregunta relativa a la aceptación que tiene el movimiento de reivindicación de los derechos humanos de las mujeres. Aunque su mayor valor radica en la comparación frente a otros movimientos sociales mencionados en la Encuesta, como el ecologismo, es un ítem que ha estado presente en la Encuesta desde 1990 y permite observar su evolución, como mínimo, en los últimos veinte años. Men make better political leaders es un ítem que se introduce en la Encuesta en 1995 coincidiendo con uno de los hitos en la consolidación de la agenda global para la igualdad de género: la IV Conferencia Mundial de Naciones Unidas para las Mujeres en Beijing. En esta Conferencia se hizo especial hincapié en el empoderamiento de las mujeres y su participación en la elaboración e implementación de políticas públicas. Sin embargo, actualmente la mayoría de parlamentos del mundo no alcanza el 30% de mujeres y el número de presidentas de Gobierno continúa siendo escaso. Tan solo podemos observar la evolución del prejuicio hacia las mujeres políticas en los últimos 10 años. También en Beijing se consolidó uno de los temas fundamentales en el respeto a los derechos humanos de las mujeres como es la violencia de género, y que había sido objeto en 1993 de un Tratado de Naciones Unidas para la Eliminación de Todas las Formas de Violencia contra las Mujeres. Pero no sería hasta el año 2005 cuando se introdujera en la Encuesta Mundial de Valores una pregunta directa sobre la justificación de la violencia de género: Justifiable: for a man to beat his wife, y que permite observar su evolución en poco más de 5 años. 7 A continuación, hemos analizado dichos datos sobre los ítems seleccionados de la última oleada por regiones axiológicas tal como se han delimitado por el equipo a cargo de la Encuesta Mundial de Valores con el objetivo de valorar la influencia de la tradición cultural en las respuestas frente a otras variables como la edad, el sexo, el nivel educativo o la clase social. Hemos considerado relevantes las diferencias porcentuales a partir de 10 puntos. En una segunda fase, hemos contrastado los datos de la última oleada para nuestros diez ítems seleccionados con los datos obtenidos en la primera vez que apareció cada ítem en la Encuesta con el objetivo de analizar el recorrido histórico de los valores e ideas. En este caso, no se han tenido en cuenta otras variables, sino la tendencia de la respuesta a cada pregunta en perspectiva global. La evolución de las respuestas a estos ítems a lo largo del tiempo se ha observado teniendo en cuenta que en la 1ª oleada de la Encuesta, participaban menos de 20 países, en su mayor parte occidentales, y en la última oleada participan más de 50 países de diferentes regiones globales con una muestra de más de 90.000 personas. 4. RESULTADOS: LA IGUALDAD DE GÉNERO COMO VALOR (IN)DISCUTIBLE EN EL MUNDO El apoyo a la idea de igualdad entre mujeres y hombres es mayoritario en todo el mundo. No obstante, las ideas reaccionarias en torno a la igualdad de género no pueden considerarse aún residuales. Actualmente, el 41,2% de las personas encuestadas alrededor del mundo afirma de manera rotunda (teniendo en cuenta que se responde en base a una escala) que la igualdad de derechos entre mujeres y hombres es una característica esencial de la democracia. Destacan, por situarse en los extremos, Suecia con un amplio 81,4% de apoyo inequívoco a la igualdad de género a nivel formal como fundamento básico del sistema político, frente a Bahrein con un escaso 6,1%. De hecho, la Europa protestante presenta un 67,9% de apoyo a la igualdad formal y la región africano-islámica un 29,6%. Las regiones que alcanzan el 50% de acuerdo con la relación entre la igualdad de género y la democracia son la Europa Católica, los países de habla inglesa y América Latina (ver Gráfico 1). Gráfico 1. Women have the same rights as men (%), 2010-2014. Región axiológica 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% Others Women have the same rights as men 8 Aunque la literatura, las instituciones internacionales, la opinión pública internacional y las evidencias de las diferentes encuestas de valores apuntan hacia una clara tendencia global, lo cierto es que no necesariamente estamos ante una historia lineal de progreso sin fisuras o ralentizaciones en lo que a lo material e ideológico se refiere. En la anterior oleada (2005-2009), la igualdad formal como consustancial al sistema político democrático obtenía un 53,6% de apoyo rotundo. Esto es, se observa un descenso de 12.4 puntos porcentuales respecto a 2010. Desafortunadamente, no se puede analizar la tendencia con una mayor perspectiva temporal dado que este ítem aparece en la Encuesta por primera vez en 2005. Por otro lado, algunas de las variables que a priori podrían tener influencia en las ideas sobre la situación de las mujeres y las relaciones de género son por lo general poco relevantes a partir de los datos de la Encuesta Mundial de Valores. En general y para los ítems analizados de la última oleada, la edad, la clase social subjetiva, el nivel de ingresos, la situación en el mercado de trabajo, el tamaño poblacional e incluso el sexo no suponen grandes diferencias en el apoyo a las ideas de igualdad de género. En cambio, el nivel educativo ha mostrado ser más relevante puesto que se observa una tendencia a un impacto positivo en el apoyo a la igualdad de género. El apoyo a la igualdad de género incluye varias dimensiones que están interrelacionadas y que de forma más o menos directa influyen en las vidas de las mujeres. La integridad física y psíquica, el acceso a los recursos, la participación en la toma de decisiones o los derechos sexuales y reproductivos son ámbitos donde la desigualdad de género se manifiesta de forma legal y material en muchos países. Las ideas que imperen respecto a estas dimensiones serán determinantes para posibilitar el empoderamiento de las mujeres (Alexander y Welzel, 2011). 4.a) Empleo y derechos económicos Los tres ítems seleccionados que guardan relación con el empleo y los derechos económicos de las mujeres hacen referencia a tres ideas que han frenado tradicionalmente la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo y han sido esgrimidas en diferentes épocas para otorgar preferencia a los varones y culpabilizar a las mujeres. En primer lugar, la idea de que en tiempos de crisis económica, cuando los puestos de trabajo son escasos, los hombres deberían tener preferencia, tiene el apoyo del 38,9% de las personas encuestadas. Esta afirmación ha tenido un apoyo de entre el 30 y el 40 % desde los años noventa con picos de mayor progresismo en 1995 y 2005 (ver Gráfico 2). En segundo lugar, la idea de que ser ‘ama de casa’ puede ser fuente de realización personal al mismo nivel que la vida profesional genera bastante consenso (el 61,6%) y permanece estable desde la década de los noventa (ver Gráfico 3). 9 Gráfico 3. Housewife as fulfilling (agree & strongly agree) Gráfico 2. Jobs scarce, men more right (agree) 50,0% 66,0% 40,0% 64,0% 30,0% 62,0% 60,0% 20,0% 58,0% 10,0% 56,0% 0,0% 54,0% 1990 1995 2000 2005 1990 2010 1995 2000 2005 2010 Si en cuanto a la realización de las amas de casa no se observan diferencias por edad, sexo o clase social, y tampoco especialmente relevantes por región axiológica, en la preferencia de los varones en el mercado de trabajo en tiempos de crisis se observa en primer lugar un menor apoyo entre las mujeres (33,2%). Aunque la edad no marca una gran diferencia, en este caso el apoyo a la preferencia de los varones desciende ligeramente a medida que aumenta la edad; es decir, las personas jóvenes no muestran un mayor progresismo en este sentido (el 40,1% de las/os menores de 29 años afirma estar de acuerdo). El nivel educativo impacta de forma positiva ya que el apoyo a esta afirmación alcanza el 58,5% de las personas sin estudios y desciende hasta el 30,8% de las personas con título universitario. La preferencia de los varones en el empleo en situación de escasez solo logra un apoyo mayoritario en la región Africano-islámica (55%), siendo bastante minoritario en la Europa católica y protestante así como en los países de habla inglesa (solo el 6,3% está de acuerdo y se declara en desacuerdo el 71,7%). Conviene señalar en este punto que las diferencias intrarregionales en la región Africanoislámica son casi tan grandes como las que presentan las regiones axiológicas entre sí. Por ejemplo, la preferencia de los varones en el empleo en situación de escasez alcanza el 80,6% en Jordania mientras que solo el 30% en Sudáfrica. En tercer lugar, la idea de que las criaturas sufren Gráfico 4. Working mother, children suffer (agree & strongly agree) cuando las madres trabajan fuera de casa obtiene el 80,0% apoyo del 47,4% globalmente, pero ha habido una clara 60,0% caída en la aceptación de esta idea desde 1990 cuando 40,0% alcanzaba el 71,3% de acuerdo (ver Gráfico 4). La edad, 20,0% el sexo o la clase social no suponen diferencias notables 0,0% 1990 2010 en la aceptación de esta afirmación. Sin embargo, el apoyo desciende paulatinamente a medida que aumenta el nivel educativo de las personas encuestadas, pues declara estar de acuerdo o muy de acuerdo el 67,1% de las personas sin estudios frente al 40% de las personas con título universitario. En ninguna región axiológica la preocupación por el sufrimiento de las criaturas cuyas madres trabajan es residual, pero varía desde el 23,1% en países de habla inglesa hasta el 69,5% en la región sudasiática. 10 4.b) Participación política El porcentaje de personas que se muestra de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación Men make better political leaders than women en los últimos años supone un 49,2% globalmente, el 43,2% de las mujeres y el 55,5% de los hombres. La tendencia global desde 1995 no es muy estable y esta idea se mantiene entre el 40 y el 50%. Con respecto a 2005, ha habido un retroceso en la desacreditación de esta idea sobre el liderazgo femenino (ver Gráfico 5). El nivel educativo influye de forma positiva, ya que se muestra de acuerdo con la mayor eficacia del liderazgo masculino el 44,6% de las personas con título universitario frente al 63,4% de las personas sin estudios. Como se ha puesto de manifiesto en otros Gráfico 5. Men better political leaders (agree & strongly agree) estudios (Inglehart, 2005), esta variable es clave a la hora de dar cuenta de las ideas de igualdad en diferentes regiones axiológicas al ser una de las que presenta mayores variaciones junto con la aceptación de la 50,0% 40,0% 30,0% 20,0% 10,0% 0,0% 1995 homosexualidad y la participación de las 2000 2005 2010 mujeres en el mercado de trabajo. La preferencia por líderes políticos es minoritaria, por debajo del 20%, en los países de habla inglesa y la Europa católica y protestante, mientras que es mayoritaria en las regiones sudasiática, ortodoxa y africano-islámica (67,9%). 4.c) Derechos sexuales y reproductivos, diversidad sexual y matrimonio La justificación de prácticas relacionadas con los derechos sexuales y reproductivos como la prostitución, el aborto, el divorcio y la homosexualidad generan diferentes niveles de tolerancia en términos globales: el divorcio no es aceptable para una minoría (28,4% responde “nunca”), mientras que el aborto, la homosexualidad, y sobre todo, la prostitución (52% responde “nunca”) generan un rechazo casi mayoritario. La tendencia de las últimas décadas sin embargo, muestra que la intolerancia se mueve en direcciones similares respecto a estas variables, apreciando un descenso de las respuestas “nunca justificable” en 1995, un aumento en el año 2000 y de nuevo un descenso en todas ellas en 2005. El resultado de la tendencia es que las posiciones en 2010 no difieren mucho de las manifestadas en 1981. Mientras que se observa un descenso en la intolerancia a la homosexualidad y la defensa de la indisolubilidad del matrimonio se mantiene minoritaria y estable, el derecho de las mujeres a decidir sobre su embarazo no parece generar mayores apoyos, sino todo lo contrario (ver Gráfico 6). 11 Gráfico 6. Derechos sexuales y reproductivos, diversidad sexual y matrimonio (2010) 80,0% Justifiable: Prostitution (never) Justifiable: Abortion (never) 70,0% 60,0% 50,0% 40,0% Justifiable: Divorce (never) 30,0% 20,0% 10,0% 0,0% 1981 1990 1995 2000 2005 2010 Justifiable: Homosexuality (never) Aunque en la intolerancia a la prostitución la tendencia es descendiente, es la variable que más rechazo genera de las cuatro seleccionadas. Conviene señalar respecto a la prostitución que la intolerancia hacia esta forma de ganarse la vida puede provenir desde una posición puritana y religiosa que condena a las mujeres que ejercen la prostitución así como desde una postura del feminismo que propugna su abolición por tratarse de un producto del patriarcado. También es esta la variable que presenta menos diferencias entre regiones axiológicas, aunque la intolerancia va desde la región ortodoxa en un 62% hasta el 23,4% en los países de habla inglesa. La consideración del matrimonio como institución indisoluble se acerca a la mitad de las personas encuestadas en la región sudasiática (49,4%) mientras que es anecdótica en la Europa católica y protestante y los países de habla inglesa (4,9%). El derecho al aborto genera rechazo mayoritario en las regiones africano-islámica, latinoamericana y sudasiática (59%), y amplia tolerancia en la Europa católica y protestante y los países de habla inglesa. Las relaciones homosexuales no se consideran justificables en mayor medida en la región ortodoxa (65,2% responde “nunca”) y africano-islámica mientras que el rechazo no llega al 15% en la Europa católica y protestante. Conviene señalar a este respecto que no se han tenido en cuenta en la Encuesta las posibles diferencias en la aceptación de relaciones gays y lesbianas. 4.f) Violencia de género La justificación de la violencia de género es uno de los indicadores más básicos y cruciales para dar cuenta de las ideas sobre la igualdad entre mujeres y hombres. La mayoría de las personas encuestadas considera que no es justificable en ningún caso; concretamente el 66,7% contesta “nunca”. Se observan mayores diferencias en la justificación de la violencia de género dependiendo Gráfico 7. Justifiable: a man to beat his wife (never) del nivel educativo (el 72% con título universitario la rechaza frente al 55,4% sin estudios) que según el 80,0% sexo, el tamaño poblacional, la clase social subjetiva, 70,0% nivel de ingresos o situación en el mercado de trabajo. Aunque el rechazo a la violencia de género es 60,0% 2005 2010 mayoritario en todos los casos, hay dos datos 12 preocupantes respecto a esta dimensión: se observa una mayor contundencia contra la violencia de género entre las personas mayores de 50 años (72,7%) que entre las menores de 29 años (61,6%); y el rechazo inequívoco ha descendido del 73,9 al 66,7% desde 2005 (ver Gráfico 7). Desafortunadamente, no se puede analizar la tendencia con una mayor perspectiva temporal dado que este ítem aparece en la Encuesta por primera vez en 2005. La intolerancia a la violencia de género es mayoritaria en todas las regiones axiológicas, aunque algo más contundente en los países de habla inglesa (88,2% responde “nunca”), la Europa católica y protestante, y algo menos contundente en la región africano-islámica (54,7% responde “nunca”). 4.f) Movimiento feminista La percepción sobre las organizaciones feministas es relevante en tanto que constituye el movimiento social que ha promovido desde hace dos siglos la igualdad formal, el reconocimiento de las mujeres y su diversidad, y/o la emancipación de las mujeres, dependiendo de la época y el contexto. La confianza que inspira el Gráfico 8. Confidence: women's movement (agree & strongly agree) movimiento feminista en términos globales se sitúa en el 52,7% en la última oleada, 80,0% aglutinando y 60,0% “mucho”. El apoyo es bastante similar al que 40,0% obtienen las organizaciones ecologistas en la 20,0% las respuestas “bastante” 0,0% última oleada (54,1%) y las humanitarias 1990 1995 2000 2005 2010 (56,6%). La aprobación se ha mantenido en una tendencia ascendente desde el año 1995 hasta 2010, pero tras una fuerte caída de 1990 (cuando el apoyo llegaba al 72,1%) a 1995 (43,1%). De hecho, la confianza ha caído 19.4 puntos porcentuales en las últimas tres décadas (ver Gráfico 8). La aceptación de la actividad de las organizaciones feministas no guarda relación con las ideas de igualdad manifestadas en las diferentes regiones axiológicas, pues se mantiene bastante estable en todas ellas. El menor apoyo se encuentra en la Europa católica con un 43,2% de respuestas y el mayor, en la región sudasiática con un 64,9%. Las evidencias de la Encuesta Mundial de Valores (WVS) nos muestran que si bien las ideas de igualdad entre mujeres y hombres son mayoritarias en términos globales y se han extendido alrededor del mundo, conviene señalar una serie de precauciones: 1) no parece que haya una historia lineal de progreso hacia un mayor apoyo a la igualdad de género pues ha habido descensos en muchos aspectos desde la última oleada y las nuevas generaciones no han marcado una diferencia respecto a las precedentes, además de que se observan picos de mayor progresismo en la Encuesta como los de los años 1995 y 2005; 2) no existe una gran coherencia entre las diferentes dimensiones de la igualdad de género pues mientras algunas ideas tradicionales pierden apoyo, otras íntimamente relacionadas se resisten a desaparecer; 3) hay notables diferencias entre las distintas tradiciones culturales o regiones 13 axiológicas, como también variabilidad hacia dentro de cada una de ellas; y 4) las diferencias de edad, sexo, clase social o tamaño poblacional no tienen, en general y consideradas globalmente, influencia en las ideas de igualdad de género, mientras que todo apunta a que el nivel educativo podría influir positivamente. Nuestro análisis de las variables seleccionadas sobre la situación de las mujeres y la idea de igualdad de género a partir de la Encuesta Mundial de Valores (WVS) es exploratorio y pretende dar cuenta de la evidencia empírica que sustenta la tesis que defendemos en este y otros trabajos. Nos hemos limitado aquí a describir algunos de los rasgos y movimientos de una tendencia muy amplia y compleja. Futuros desarrollos empíricos y teóricos deberán abordar las causas de las diferencias observables entre regiones axiológicas en la aceptación de la igualdad de género, así como el diferente apoyo que obtienen unas dimensiones de la igualdad de género frente a otras. 5. CONCLUSIONES En este trabajo hemos contextualizado el análisis de las ideas de igualdad de género en la Encuesta Mundial de Valores a través de su relación con los propósitos de una investigación más amplia sobre la tendencia global hacia el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres como Nuevo Objeto-Mundial Social (NOMS). Ello supone reconocer la importancia de las ideas, valores y creencias en el cambio cultural y político. La idea de igualdad entre mujeres y hombres no aparece aislada, sino en consonancia y coherencia con una serie de valores mundialmente compartidos, es decir, reconocidos por el sistema de derechos humanos de Naciones Unidas y otras instituciones internacionales, susceptibles de hacer reaccionar a la opinión pública internacional y apoyados en las diferentes encuestas de valores. En este trabajo se ha argumentado que la igualdad de género forma parte de los common world values y de los grandes problemas mundiales, lo que guarda una estrecha relación con la expansión de los derechos humanos de las mujeres alrededor del mundo, a la cual dan legitimidad como un NOMS. El apoyo a la igualdad de género incluye varias dimensiones que están interrelacionadas, y de forma directa o indirecta, influyen en las vidas de las mujeres. Todas ellas han adquirido una mayor relevancia en la Encuesta Mundial de Valores desde 1981. La literatura al respecto coincide en que las ideas tradicionales que justifican la desigualdad entre hombres y mujeres han experimentado un cambio global a pesar de las diferencias sustanciales entre regiones globales, lo cual apoya la tesis de la expansión global de los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres. Las evidencias de la Encuesta Mundial de Valores (WVS) para la diez variables seleccionadas en este trabajo nos dan, sin embargo, motivos para un menor triunfalismo respecto a las ideas de igualdad: 1) ha habido descensos en el apoyo a la igualdad en muchos aspectos desde la última oleada, con picos de mayor progresismo en los datos de 1995 y 2005 y sucesivas caídas; 2) mientras algunas ideas tradicionales pierden apoyo, otras íntimamente relacionadas se resisten a desaparecer; 3) y hay 14 notables diferencias entre las distintas tradiciones culturales o regiones axiológicas, como también variabilidad intrarregional. En definitiva, no observamos una historia lineal de progreso respecto a la consideración de la igualdad de género como inherente a la democracia, ni en las ideas de mayor igualdad entre las personas jóvenes respecto a generaciones anteriores, o en el rechazo a la violencia de género. Aunque el nivel educativo podría influir positivamente en las ideas de igualdad, todo apunta a que el desarrollo económico o el mero paso del tiempo no son garantías de cambio cultural hacia la igualdad de género. La tendencia de las ideas y los valores de igualdad podría ser más inestable que la institucional o formal hacia el reconocimiento de la igualdad de género. REFERENCIAS Alesina, Alberto, Giuliano, Paola., & Nunn, Nathan. (2013). On the origins of gender roles: Women and the plough. The Quarterly Journal of Economics.Oxford Univeristy Press, 128(2), 469-530. Alexander, Amy C., & Welzel, Chrstian. (2011). Empowering women: The role of emancipative beliefs. European Sociological Review, 27(3), 364-384. Barilan, Yechiel. M. (2012). Human dignity, human rights and responsibility. Cambridge, US: MIT Press. Blanco, Luis Antonio. (2013). Hacia una ética mundial. Ética integral (pp. 219-236). Bogotá: Ecoe Ediciones. De Julios-Campuzano, Alfonso. (2011). 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(Ed.), Global ethics. Durham, US: Routledge. 16 Anexo I. Ítems de la Encuesta Mundial de Valores relacionados con igualdad de género Derechos económicos y empleo Participación política 1ª oleada (19811984) 2ª oleada (19901994) 3ª oleada (19951999) V-128: Jobs scarce: Men should have more right to a job than women V-218: Relationship working mother V-219 Pre-school child suffers with working mother V-220 Women want a home and children V-221 Being a housewife just as fulfilling V-222 Job best way for women to be independent V-223 Husband and wife should both contribute to income V-61 Unemployment: When Jobs are scarce, men should have more right to a job than women V-98 A working mother can establish just as warm and secure a relationship with her children as a mother who does not work V-99 Being a housewife just as fulfilling as working for pay V-100 Both the husband and wife should both contribute to household income V-102 If a woman earns more money than her husband, it’s almost certain to cause problems V-103 A university education is more V-101 Men make better political leaders than women do Igualdad formal Derechos sexuales y reproductivos y matrimonio Diversidad sexual V92- Child needs a home with father and mother V-93 A woman has to have children to be fulfilled V-94 Marriage is an out-dated institution V-95 Enjoy sexual freedom V-96 Woman as a single parent V-198 Justifiable: prostitution V-199 Justifiable: abortion V-200 Justifiable: divorce V-159 Churches speak out on: extramarital affairs V-163 Churches speak out on: homosexuality V-197 Enjoy sexual freedom V-214 Child needs a home with father and mother V-215 A woman has to have children to be fulfilled V-216 Marriage is an out-dated institution V-217 Woman as a single parent V-237 Abortion when the mothers health is at risk V-238 Abortion when child physically handicapped V-239 Abortion when woman not married V-240 Abortion if not wanting more children V-304 Justifiable: adultery V-305 Justifiable: sex under the legal age of consent V-308 Justifiable: prostitution V-309 Justifiable: abortion V-310 Justifiable: divorce V-92 Child needs both parents V-93 Woman needs children V-94 Marriage is outdated V-95 Enjoy sexual freedom V-96 Woman as single parent V-198 Justifiable: prostitution V-199 Justifiable: abortion V-200 Justifiable : divorce V-197 Justifiable: homosexuality 17 Violencia de género V-80 Neighbors: Homosexuals V-307 Justifiable: homosexuality V-60 Neighbors: Homosexuals V-197 Justifiable: homosexuality Movimiento feminista V-30 Member: Belong to women’s group V-48 Voluntary work: Unpaid work women’s group V-294 Approval: Women’s movement V-97 If only one child allowed: boy or girl V-148 Confidence: the women’s movement 4ª oleada (19992004) 5ª oleada (20052009) 6ª oleada (20102014) important for a boy than for a girl V-78 When jobs are scarce men should have more right to a job than women V-115 A working mother relationship V-116 Being a housewife fulfilling V-117 Husband and wife should contribute V-119 University is more important for a boy IV-85 Woman: educated IV-89 Woman: having work outside the home IV-90 Woman: maintaining her family V-118 Men make better political leaders IV-81 Woman: wearing weil IV-84 Woman: religious IV-88 Woman: being independent IV-91 Woman: being sociable V-109 Child needs a home with father and mother V-110 Woman has to have children V-111 Marriage is an out-dated institution V-112 Woman as a single parent V-209 Justifiable: prostitution V-210 Justifiable: abortion V-211 Justifiable: divorce IV-82 Woman: good mother IV-83 Woman : good wife IV-86 More than one wife IV-87 Wife must obey V-76 Neighbors: Homosexuals V-208 Justifiable: homosexuality V-44 When jobs are scarce men should have more right to a job V-60 Being a housewife fulfilling V-62 University is more important for a boy V-63 Men make better business executives than women do V-61 Men make better political leaders V-161 Women have the same rights as men V-41 Neighbors: Unmarried couples living together V-57 Child needs a home with father and mother V-58 Marriage is an out-dated institution V-59 Woman as a single parent V-203 Justifiable: prostitution V-204 Justifiable: abortion V-205 Justifiable: divorce V-38 Neighbors: Homosexuals V-202 Justifiable: Homosexuality V-208 Justifiable: For a man to beat his wife V-144 Confidence: the women’s movement V-45 When jobs are scarce men should have more right to a job V-47 If a woman earns more money than her husband, it’s almost certain to cause problems V-48 Having a job is the best way for a woman to be an independent person V-50 When a mother works for pay, children suffer V-52 University is more important for a boy V-53 Men make better business executives than women do V-54 Being a housewife just as fulfilling as working for pay V-51 Men make better political leaders V-139 Women have the same rights as men V-203A Justifiable: prostitution V-204 Justifiable: abortion V-205 Justifiable: divorce V-206 Justifiable : sex before marriage V-40 Neighbors: Homosexuals V-43 Neighbors: Unmarried couples living together V-203 Justifiable: homosexuality V-208 Justifiable: For a man to beat his wife V-123 Confidence: women’s orgs 18 V-50 Participation: Women’s groups V-65 Voluntary organization: women’s groups V-159 Confidence: the women’s movement