SEGREGACIÓN SUBURBANA E INTERIOR: EL DECLIVE DE LA MEZCLA

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SEGREGACIÓN SUBURBANA E INTERIOR: EL DECLIVE DE LA MEZCLA
SOCIAL EN LAS ÁREAS METROPOLITANAS ESPAÑOLAS DE RANGO
SECUNDARIO (2001-2011).
Daniel Sorando Ortín y Pedro Uceda Navas.
[email protected]
[email protected]
Resumen: Las áreas metropolitanas españolas de rango secundario (Bilbao, Sevilla,
Valencia, Zaragoza) son casos de estudio caracterizados por configuraciones socioespaciales históricas e instituciones que no se ajustan al modelo anglosajón de
gentrificación y suburbanización. El estudio de las pautas de asentamiento residencial
diferenciales de los inmigrantes con condiciones sociales favorecidas y desfavorecidas
permite observar el modo en que se desarrollan dichos procesos en estas áreas durante la
primera década del siglo XXI. Las dinámicas de gentrificación marginal de los centros
urbanos, así como la dispersión segregada de los inmigrantes señalan una reducción de
la mezcla social en dichos territorios. Asimismo, el estudio del cambio poblacional en
las zonas de transición caracterizadas por la mezcla de residentes en 2001 revela la
influencia sobre dicha transformación de las características socio-residenciales de
partida de cada territorio, por un lado, así como de los procesos de rehabilitación urbana
y abandono de determinados barrios, por el otro lado.
Palabras Clave: Segregación, Suburbanización, Gentrificación, Rehabilitación Urbana,
Inmigración.
1
1. Introducción:
El ensayo de inserción de las áreas metropolitanas españolas en la red jerarquizada de
ciudades globales ha alterado notablemente su espacio residencial. En la actualidad, el
despliegue material y espacial del nuevo modelo económico ha propiciado diversas
dinámicas que confluyen en el proceso contemporáneo de segregación residencial en las
áreas metropolitanas españolas (Fernández y Roch, 2012). En primer lugar, la apuesta
por la deslocalización de la industria fue acompañada por una notable participación de
los jóvenes en la educación universitaria, lo cual ha alimentado un importante
contingente de profesionales en el primer tramo de la edad adulta, cuyo estilo de vida
aprecia el valor de la centralidad urbana.
En segundo lugar, el aparato inmobiliario ha empleado la ciudad como espacio de
negocio mediante la construcción de entornos centrales de atracción de capitales, por un
lado, así como por medio de la promoción de viviendas periféricas con criterios de
homogeneidad social, por el otro lado. Al respecto, y de forma paralela al incremento de
los jóvenes profesionales, el ciclo expansivo de la actividad inmobiliaria desarrollada
durante los primeros años del siglo XXI estimuló la incorporación al sector de la
construcción de numerosos jóvenes. Finalizado dicho ciclo, estos jóvenes se encuentran
desempleados y carecen de la formación requerida por la nueva economía.
Finalmente, y en tercer lugar, un intenso flujo de inmigrantes extranjeros ha permitido
el desarrollo de estas dinámicas en las ciudades españolas: tanto como agentes
internacionales en la implementación de los nuevos modelos de gestión de la
información (inmigrantes de la UE de los 15 y Norteamérica) como en la provisión de
servicios para dicha elite y la propia construcción del nuevo espacio metropolitano
(inmigrantes del resto del mundo).
Este conjunto de dinámicas metropolitanas alimentan cada uno de los procesos
emblemáticos en la geografía cada vez más segregada de las ciudades globalizadas:
suburbanización, gentrificación y abandono de áreas marginadas. No obstante, tales
procesos generales se actualizan en cada contexto específico según el sedimento de las
configuraciones socio-espaciales anteriores, sus particulares medios institucionales y su
coyuntura socioeconómica. A principios de siglo, el resultado en las ciudades españolas
era la permanencia de zonas caracterizadas por la mezcla social en su territorio.
Como hipótesis se plantea que las áreas metropolitanas (AM) españolas de rango
secundario (Bilbao, Sevilla, Valencia, Zaragoza) son casos de estudio caracterizados por
2
configuraciones socio-espaciales históricas e instituciones que no se ajustan al modelo
anglosajón. Asimismo, la existencia de áreas socialmente mezcladas en un contexto
caracterizado por el dominio del mercado libre de vivienda permite vaticinar
importantes transformaciones en la composición social de estos espacios: ya sea
mediante su revalorización, ya sea por medio de su devaluación.
Finalmente, determinados aspectos coyunturales permiten completar el paisaje de la
segregación residencial en estas ciudades a lo largo de la última década, entre los que
destacan las políticas de renovación urbana que bien inicia las configuraciones socioespaciales emergentes, bien las matiza.
2. El punto de partida: la segregación residencial en 2001.
Desde el inicio de los estudios urbanos se han sucedido diferentes aproximaciones
teóricas a las causas de los procesos segregativos, cada una de ellas caracterizada por
enfatizar alguna de las fuerzas de estructuración socio-espacial que intervienen en los
mismos. A pesar de estas diferencias, el debate académico contemporáneo ha
abandonado las explicaciones basadas en un único factor. Así, por ejemplo, York et al.
(2011) proponen una lista de fuerzas de estructuración socio-espacial agrupadas según
el nivel social en el que operan: procesos macro-sociales, el Estado, los regímenes
locales y procesos micro-sociales vinculados a la acción social de los individuos y
pequeñas comunidades.
En el caso de las AM estudiadas, a continuación se identifican los factores que
organizan los espacios socialmente diferenciados que las componen, así como su
relación con la distribución de los diferentes contextos residenciales emplazados a lo
largo del mismo. Más adelante, la selección entre los diferentes espacios sociales de
aquellos caracterizados por una mayor mezcla social sirve para estudiar las dinámicas
registradas en estos lugares a lo largo de la década que comienza en 2001.
a. Factores de segregación socio-espacial:
La complejidad de las fuerzas segregativas aconseja el uso de un conjunto de
indicadores sociales lo suficientemente amplio para explicar dicha diversidad. El Censo
de Población y Viviendas de 2001 (INE) ofrece esta oportunidad. En primer lugar se
escogen aquellas variables relevantes que representan la máxima diversidad social de
3
las personas residentes en las áreas metropolitanas de Bilbao, Sevilla, Valencia y
Zaragoza.
A continuación, se lleva a cabo un ejercicio de reducción y estructuración de las mismas
a fin de identificar y elegir los factores que definen a los residentes de cada sección
censal. La investigación se ha desarrollado mediante la aplicación del análisis factorial
de componentes principales (ACP). A partir de las variables finalmente seleccionadas se
han extraído los factores que organizan el asentamiento residencial de los habitantes de
los territorios estudiados1:
1) Ciclo del hogar (I): la presencia en una sección censal de hogares envejecidos
se asocia a la ausencia de los hogares compuestos por núcleos con hijos
estudiantes, y viceversa.
2) Ciclo del hogar (II): como pauta regular, los nuevos hogares emergentes y los
hogares consolidados no residen en las mismas secciones censales. En cambio,
no existe una pauta estructural de incompatibilidad entre cualquiera de ambos
tipos y los hogares tanto consolidados como envejecidos que aparecían en el
factor anterior.
3) Posición sociolaboral (I): la distancia socio-laboral se muestra como un factor
de diferenciación residencial que produce el sistemático desencuentro
residencial entre los empleados con ocupación y formación más valoradas, por
un lado, y los trabajadores con titulación y empleo menos cualificados, por el
otro lado.
4) Posición sociolaboral (II): en este caso se observan pautas de asentamiento
residencial distintas entre las personas con una posición externa o inestable en el
mercado de trabajo y las que disponen de mayor seguridad en el mismo. La
presencia de unas u otras personas es independiente del resto de factores, en
especial del anterior vinculado a la categoría ocupacional.
5) Origen: la principal conclusión que se extrae de este componente es la
persistente distancia residencial entre inmigrantes no europeos y personas
europeas, principalmente españolas, en la medida en que se observa una pauta
1
El ACP cumple con los requisitos necesarios para poder realizar el análisis (el determinante de la matriz
de correlación es 0’000, el nivel crítico asociado a la prueba de esfericidad de Bartlett es 0’000 y el índice
KMO es igual a 0’827; los componentes acumulan el 74’76% de la varianza total original).
4
estructural según la cual la residencia de los primeros se acompaña de la
ausencia de los segundos, y viceversa.
6) La ruralidad: este componente permite identificar aquellas secciones censales
dentro de las AM cuya población tiene un carácter rural.
7) El arraigo territorial: las pautas de asentamiento residencial de las personas
cuyas prácticas de movilidad son mayores son opuestas a las de las personas
caracterizadas por prácticas laborales y residenciales que están estabilizadas en
un único municipio. El resultado es que la residencia de un tipo de población en
una sección residencial se corresponde con la ausencia del tipo contrario.
b. Espacios de segregación social:
La distribución de la población residente en las AM estudiadas puede analizarse en base
a las características de sus secciones censales en cada una de las dimensiones
fundamentales de diferenciación de la población. Así, la agrupación de las secciones
censales en función de su semejanza ofrece una tipología de estructuración social de la
población en el territorio, basada en comunidades homogéneas entre ellas, así como
heterogéneas entre sí.
Tabla 1. Puntuación central final de los conglomerados (espacios sociales) en cada factor (entre
paréntesis el significado de una puntuación positiva en cada uno de ellos).
Factor
1
Ciclo Hogar I (Hogar Envejecido) 0,4
Ciclo Hogar II(Hogar Emergente) -0,4
Sociolaboral (Cats. Medias-Altas) -0,8
Sociolaboral II (Precariedad)
-0,2
Origen (No europeos)
-0,4
Ruralidad (Rural)
-0,1
Movilidad (Móviles)
0,4
N
837
%
27,1
Conglomerado (Espacio Social)
2
3
4
5
6
7
0,0
-0,9 -0,4 -1,1
0,5
-0,3
0,0
-0,3 -0,1
0,3
0,0
2,3
0,2
-0,1 -0,8
0,7
-0,3 -0,4
1,9
-0,4
0,3
-0,2
0,1
-0,5
-0,5
0,0
-0,5
0,0
2,0
-0,3
0,0
-0,5
3,3
-0,3 -0,2 -0,3
-0,3 -0,8 -0,3
2,2
-0,1 -0,1
348 537 122 209 331
207
11,3 17,4
4,0
6,8
10,7 6,7
8
0,6
-0,1
1,5
-0,5
0,0
0,3
-0,3
494
16,0
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 (INE).
Se trata, por tanto, de construir una tipología de espacios sociales que permita
sistematizar la estructura latente entre la pluralidad de territorios que componen las
áreas metropolitanas de Bilbao, Sevilla, Valencia y Zaragoza en 2001. Con este
5
objetivo, se ha implementado un análisis de conglomerados de K medias (ACK) como
técnica de clasificación automática de casos en función de su valor en las variables de
interés.
En esta investigación los casos son las secciones censales que formaban las áreas
metropolitanas estudiadas. Mientras que las variables son los siete componentes o
dimensiones de la diferenciación residencial que han sido extraídos mediante el ACP.
Finalmente, se ha dividido el territorio de las áreas metropolitanas de Bilbao, Sevilla,
Valencia y Zaragoza en ocho espacios sociales (ver tabla 1):
1) Clases medias-bajas tradicionales: población española, metropolitana y
envejecida de clases sociales medias y bajas con la vivienda pagada. Este tipo
social está presente en las áreas metropolitanas de Bilbao, Valencia y Zaragoza.
2) Población precaria: población española, activa en los servicios con fuerte
precariedad laboral (desempleo y temporalidad) y en proceso de definición del
hogar (jóvenes con hipoteca). Este tipo destaca en el AM de Sevilla.
3) Clases medias tradicionales: hogares convencionales (matrimonios con hijos
estudiantes) consolidados y arraigados en su municipio de residencia (barrios
urbanos) de clases medias sin fuerte incidencia de la precariedad laboral.
4) Población rural: municipios rurales de clases bajas y población precaria.
5) Nuevas clases medias-altas: clases medias y altas de hogares convencionales
(matrimonios con hijos), metropolitanos y en formación (jóvenes activos) sin
arraigo territorial. Este tipo social está ausente en Zaragoza.
6) Espacios mezclados urbanos: espacios del núcleo urbano con inmigración
extranjera joven y precaria en convivencia con hogares envejecidos. Este tipo
social está ausente en Sevilla.
7) Nuevas clases medias-bajas: Clases medias y bajas de jóvenes activos
económicamente con vivienda en propiedad pendiente de pagos (hipoteca) en
áreas periféricas.
8) Clases altas urbanas: clases muy altas de asalariados fijos con segunda
residencia, ligeramente envejecidos y arraigados en el centro urbano de la ciudad
principal del AM.
6
c. Espacios de mezcla social:
Asimismo, en cada tipo social se ha realizado un análisis de su composición social, con
el fin de seleccionar los espacios que contenían mayor mezcla poblacional en 2001 en
términos de la posición social de sus habitantes. Las variables utilizadas para evaluar
esta distribución han sido aquellas vinculadas a las características sociolaborales de sus
habitantes2, imprescindibles en la comprensión de los procesos de elección residencial
de los diferentes grupos sociales.
Así, tanto si se toma como referencia la relación con la actividad de la población
residente en viviendas familiares, como si se emplea la posición sociolaboral de la
población activa mayor de 16 años (ver tabla 2) se constata la existencia de dos espacios
sociales caracterizados por la mezcla.
En efecto, la composición social de los espacios sociales de las clases medias
tradicionales y de los espacios mezclados urbanos (territorio de asentamiento preferente
de la población inmigrante extranjera en 2001) son las que más se aproximan a la
distribución media del conjunto de las áreas metropolitanas estudiadas.
Tabla 2. Porcentaje de población activa según espacio social y su posición sociolaboral.
Espacio Social
Clases M/B Tradicionales
Población Precaria
Clases Medias Tradicionales
Población Rural
Nuevas Clases M/A
Espacios Mezclados
Nuevas Clases M/B
Clases Altas Urbanas
Total
CA
6,7
4,0
9,1
5,7
14,3
8,0
8,3
17,5
9,3
CM/A CM/B
17,7
44,5
13,2
34,3
23,2
39,9
12,2
38,8
28,8
31,6
20,8
38,0
20,9
43,9
34,1
25,8
21,9
38,0
CB
16,5
19,1
14,0
23,2
11,4
17,2
14,4
9,1
14,9
Paro
14,6
29,4
13,7
20,1
14,0
16,0
12,4
13,5
15,9
Total
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 (INE).
Entre ambos, los espacios mezclados urbanos son aquellos cuya distancia de dicha
distribución es menor y, por tanto, serán tomados como caso de análisis para observar la
evolución de su población a lo largo de la década 2001-2011. A su vez, la composición
2
Ya incluidas en el ACP y, por tanto, en el ACK. Sin embargo, en este caso se recoge el 100% de la
variabilidad de las mismas, a diferencia de lo que ocurre tras aplicar un ACP.
7
de la población de estos espacios es la que más se aproxima a la distribución media de
las áreas estudiadas en relación con la formación de su población.
Al respecto, se asume que los espacios de composición social mezclada, en un contexto
de predominio del libre mercado residencial, son territorios expuestos al cambio
poblacional en términos de clase, dado el capital diferencial de unos grupos sociales y
otros en su acceso a su contexto residencial.
Se trata, en síntesis, de zonas de transición donde conviven categorías sociales diversas,
el porcentaje de vivienda en alquiler y desocupada es elevada y se ejecutan importantes
actuaciones de rehabilitación urbana que propician el regreso al centro de ciertos
sectores de clase media (Antolín et al., 2010).
En este sentido, es relevante señalar que buena parte de los espacios categorizados
dentro del tipo mezclado coinciden con las áreas de rehabilitación integrada delimitadas
por las administraciones públicas, lo cual resulta paradójico cuando se constata que
dichas entidades están a menudo animadas por el objetivo de dicha mezcla social.
d. Características residenciales de los diferentes espacios sociales:
De la misma forma que la distribución de los grupos en el espacio de las áreas
metropolitanas españolas está ordenada según ciertos factores sociales, la distribución
de las características residenciales a lo largo del mismo dista de ser aleatoria. Un ACP3
aplicado sobre las características de las viviendas y edificios de las secciones censales
de las AM estudiadas revela dichos factores, cuya combinación mediante un ACK
permite, en este caso, dividir su territorio en seis espacios residenciales:
1) Contextos deteriorados (25,3%): secciones censales con un alto porcentaje de
residentes que perciben problemas en el contexto de su vivienda (ruidos,
contaminación, poca limpieza, delincuencia, escasez de zonas verdes) y una
presencia significativa de viviendas con problemas de accesibilidad.
2) Viviendas convencionales con problemas de acceso (25,6%): viviendas
urbanas con una superficie entre 45 y 90m² sin problemas contextuales ni
3
El ACP cumple con los requisitos necesarios para poder realizar el análisis (el determinante de la matriz
de correlación es 0’011, el nivel crítico asociado a la prueba de esfericidad de Bartlett es 0’000 y el índice
KMO es igual a 0’634; los componentes acumulan el 67’52% de la varianza total original).
8
estructurales del edificio pero que, sin embargo, muestran una notable incidencia
de problemas de accesibilidad.
3) Viviendas convencionales en buenas condiciones (16,9%): viviendas urbanas
con una superficie entre 45 y 90m² sin problemas contextuales, ni de
accesibilidad ni estructurales del edificio.
4) Viviendas grandes y edificios deteriorados (17,5%): viviendas en el núcleo
urbano con una significativa presencia de edificios cuyo estado no es bueno y un
muy importante porcentaje de viviendas con una gran superficie tanto total como
por ocupante. Tan sólo se perciben problemas contextuales relacionados con la
delincuencia.
5) Viviendas metropolitanas (13,3%): viviendas en la periferia metropolitana
caracterizadas por amplias superficies y unas condiciones contextuales
privilegiadas, salvo en lo relativo a las comunicaciones.
6) Viviendas precarias (1,4%): viviendas muy pequeñas con problemas de
hacinamiento y accesibilidad, situadas en edificios con problemas estructurales y
una importante percepción de problemas vinculados a la delincuencia.
La distribución de los contextos residenciales a lo largo de los territorios analizados está
relacionada con la distribución de los grupos sociales a lo largo de los mismos (ver tabla
3)4. En concreto, las nuevas clases medias-altas gozan de condiciones residenciales
privilegiadas en las periferias metropolitanas mientras las clases altas habitan en las
viviendas de mayor superficie de los centros urbanos.
Las diferencias residenciales entre las clases medias-bajas tradicionales y las
emergentes se encuentran en los problemas de accesibilidad de las primeras en contraste
con las segundas, si bien ambas residen en viviendas con superficie convencional. Se
observa, además, que la práctica totalidad de los espacios residenciales más precarios se
hallan en los espacios donde residen las personas con condiciones sociales más
inestables.
Finalmente, un análisis detallado de los espacios urbanos socialmente mezclados
muestran diferencias en sus condiciones residenciales. La mayoría de estos territorios se
4
La prueba de chi-cuadrado de la tabla de contingencia (tabla 5) permite rechazara la hipótesis nula según
la cual no habría relación entre el espacio social y el residencial (con un nivel de significación del 0,000).
La relación entre ambos espacios es moderada según indican los coeficientes de Phi (0’81) y V de Cramer
(0,36).
9
caracterizan por un importante porcentaje de viviendas con problemas de accesibilidad,
así como por la percepción de un contexto residencial deteriorado. A continuación,
aunque en menor porcentaje, destacan los espacios con viviendas convencionales que
muestran problemas de accesibilidad.
Tabla 3. Porcentaje de secciones censales de cada espacio residencial en cada espacio social (en
filas) y porcentaje de secciones censales de cada espacio social en cada espacio residencial (en
columnas).
Espacio Residencial
Deteriorado Inaccesible Convencional Antiguo Metropolitano Precario Total
26,9
43,2
8,1
11,5
10,1
0,2
100,0
Clases M/B Trads.
29,0
45,9
13,1
17,9
20,7
4,8
27,3
29,0
31,9
8,0
0,3
20,7
10,1
100,0
Población Precaria
13,0
14,0
5,4
0,2
17,5
83,3
11,3
24,0
24,2
38,3
6,8
6,7
0,0
100,0
Clases Medias Trads.
16,7
16,6
39,8
6,8
8,8
0,0
17,5
9,8
7,4
1,6
13,1
68,0
0,0
100,0
Población Rural
1,5
1,1
0,4
3,0
20,2
0,0
4,0
3,8
15,8
15,3
17,2
47,8
0,0
100,0
Nuevas Clases M/A
1,0
4,2
6,2
6,7
24,3
0,0
6,8
41,5
27,0
15,1
13,8
1,0
1,6
100,0
Espacios Mezclados
16,6
10,6
9,0
7,9
0,7
11,9
10,1
28,5
13,0
40,6
6,8
11,1
0,0
100,0
Nuevas Clases M/B
7,6
3,4
16,2
2,6
5,6
0,0
6,7
22,6
6,5
10,3
58,8
1,8
0,0
100,0
Clases Altas Urbanas
14,6
4,2
10,0
54,9
2,2
0,0
16,4
25,3
25,6
16,9
17,5
13,3
1,4
100,0
Total
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Espacio Social
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 (INE).
Como se muestra en los siguientes epígrafes, el cambio en la composición social de
cada una de las secciones censales pertenecientes a los espacios urbanos mezclados está
condicionado por sus condiciones residenciales.
3. Procesos segregativos emergentes durante la última década (2001-2011):
Establecida la geografía social y residencial de las áreas metropolitanas de Bilbao,
Sevilla, Valencia y Zaragoza en el año 2001, así como su interdependencia, se estudia el
cambio en la composición social de sus territorios durante la década siguiente, así como
la dependencia de dicha transformación tanto de las condiciones socio-residenciales de
partida como de los procesos de urbanos posteriores.
10
El estudio de las mencionadas geografías social y residencial ha sido posible por
disponer de información social desagregada por secciones censales. De la misma
manera, el estudio del cambio en la estructura socio-espacial de las áreas metropolitanas
de Bilbao, Sevilla, Valencia y Zaragoza durante la primera década de este siglo
requeriría de una base de datos equivalente que no ofrece el Censo de Población y
Viviendas de 2011 (INE).
En su lugar, la explotación estadística del Padrón continuo ofrece información anual por
secciones censales de la composición social de la población que reside en las mismas.
Sin embargo, esta información se reduce a tres únicos campos (el número de habitantes,
la edad y la nacionalidad) que permiten avanzar algunas dinámicas socio-espaciales en
las AM estudiadas y, en concreto, en los espacios de las mismas que estaban
caracterizados por la mezcla social en 2001.
El presupuesto de partida consiste en asumir que las pautas de asentamiento residencial
de los inmigrantes extranjeros son un indicador aproximado del valor social de los
espacios donde se emplaza su vivienda. En concreto, tanto los niveles de integración
social como de disponibilidad de los recursos que dan acceso a una vivienda distan
mucho entre los inmigrantes procedentes de los países más enriquecidos (UE de los 15,
Noruega y Norteamérica) y los que provienen del resto del mundo, habitualmente
denominados como inmigrantes económicos (Colectivo IOÉ, 2008; FOESSA, 2008).
En relación con la posición en la jerarquía laboral: “si se examinaran los datos por
nacionalidades se podría observar una gran diferencia entre los comunitarios y de otros
países desarrollados con los que vienen de países menos desarrollados” (Cachón,
2012:45). En consecuencia, los procesos de suburbanización, gentrificación y abandono
urbanos son estudiados mediante la observación de las pautas de asentamiento
residencial diferenciales de ambos colectivos de inmigrantes extranjeros.
a. La segregación suburbana:
Las pautas de asentamiento residencial de los inmigrantes procedentes de los primeros
15 países en ingresar en la UE (UE15) permiten identificar los ejes de crecimiento
metropolitano vinculados a entornos privilegiados construidos para las clases más
favorecidas. Este fenómeno se relaciona con la construcción de urbanizaciones de baja
densidad (gated cities), en contextos residenciales sin problemas ambientales y dotados
de atributos valorados por este tipo de hogares, tales como el confort o la tranquilidad
11
(Pujadas et al., 2007), los cuales disponen de los medios materiales para escoger su
lugar de residencia.
Mapa 1. Porcentaje de personas nacidas en países de la UE15 (salvo España) (por quintiles)
sobre el total de la población de cada sección censal del AM Bilbao en 2011 y tipo social en
2001.
[La aplicación de la web no permite cargar archivos que superen los 2mb, motivo por el
cual no se incluyen los mapas en este archivo. En su lugar, han sido enviados como
archivos adjuntos a la coordinadora del grupo de trabajo]
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 y el Padrón de
habitantes de 2011 (INE).
El estudio de las áreas metropolitanas de las ciudades españolas de rango secundario
evidencia este proceso, en la medida en que los territorios caracterizados por
condiciones residenciales privilegiadas y la residencia en los mismos de las nuevas
clases medias-altas en 2001 coinciden con aquellos donde se aloja el mayor porcentaje
de inmigrantes UE15. El caso de Bilbao es elocuente de la distancia social creciente
entre las dos márgenes de la ría del Nervión (ver mapa 1).
Además, en algunos casos su pauta de asentamiento residencial ofrece pistas acerca de
nuevos ejes de viviendas de alta gama, tal como ocurre con dos ejes en Valencia: el eje
noroeste de la capital, con el Palacio de Congresos como polo de atracción, por un lado;
y el eje sureste, con la Ciudad de las Artes y las Ciencias (ver mapa 2).
Mapa 2. Porcentaje de personas nacidas en países de la UE15 (salvo España) (por quintiles)
sobre el total de la población de cada sección censal del AM Valencia en 2011 y tipo social en
2001.
[La aplicación de la web no permite cargar archivos que superen los 2mb, motivo por el
cual no se incluyen los mapas en este archivo. En su lugar, han sido enviados como
archivos adjuntos a la coordinadora del grupo de trabajo]
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 y el Padrón de
habitantes de 2011 (INE).
12
Por supuesto, la presencia de inmigrantes del resto del mundo es insignificante en cada
uno de estos nuevos desarrollos, a diferencia de lo que ocurre con su presencia en los
espacios de las clases medias-bajas tradicionales, precarias y en los espacios de mezcla
social, lo cual sugiere fuertes procesos segregativos a lo largo de la última década en
estos espacios (ver mapa 3).
En este sentido, las pautas de asentamiento residencial de los inmigrantes económicos
incluyen su dispersión en el territorio, junto con el descenso en su segregación, lo cual
no significa integración social ni residencial. El motivo es que su dispersión está
dirigida hacia los territorios donde se encuentran espacios residenciales y sociales
desfavorecidos, donde establecen su proyecto familiar (Arbaci, 2008).
Mapa 3. Porcentaje de personas nacidas en países de los países fuera de la UE15 y
Norteamérica (por quintiles) sobre el total de la población de cada sección censal del AM
Valencia en 2011 y tipo social en 2001.
[La aplicación de la web no permite cargar archivos que superen los 2mb, motivo por el
cual no se incluyen los mapas en este archivo. En su lugar, han sido enviados como
archivos adjuntos a la coordinadora del grupo de trabajo]
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 y el Padrón de
habitantes de 2011 (INE).
La síntesis de estos procesos configura los territorios de la desposesión en la geografía
social de las AM españolas, en la medida en que son habitados por grupos sociales de
orígenes diversos pero coincidentes en su situación material desfavorecida. Dicha
mezcla impide a menudo las formas tradicionales de solidaridad mutua que
caracterizaban al gueto hasta consolidar el nuevo régimen de marginalidad urbana
avanzada (Wacquant, 2007).
A menudo se trata, además, de áreas cuyas condiciones residenciales son muy precarias
y carecen de atención preferente por parte de la actividad de rehabilitación urbana
pública. Todas las ciudades presentan espacios con estas características, si bien
determinados barrios de Sevilla permiten observar la dimensión del proceso (ver mapa
4): “el resultado es una clara concentración de las poblaciones más frágiles en las zonas
13
peor dotadas; y esto mismo es lo que las convierte en el territorio por antonomasia de
las nuevas periferias sociales” (López y Rodríguez, 2010:448).
Mapa 4. Porcentaje de personas nacidas en países de los países fuera de la UE15 y
Norteamérica (por quintiles) sobre el total de la población de cada sección censal del AM
Sevilla en 2011 y tipo social en 2001.
[La aplicación de la web no permite cargar archivos que superen los 2mb, motivo por el
cual no se incluyen los mapas en este archivo. En su lugar, han sido enviados como
archivos adjuntos a la coordinadora del grupo de trabajo]
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 y el Padrón de
habitantes de 2011 (INE).
En un contexto de grave crisis económica como el actual, tales espacios son los lugares
donde se despliega con mayor intensidad el malestar social que produce el actual
régimen de acumulación capitalista.
b. La segregación interior:
Los centros urbanos han sido el lugar de residencia tradicional de las clases altas
españolas, lo cual se evidencia en los mapas 2 y 3 para el caso valenciano. Esta pauta se
repite en cada una de las áreas metropolitanas estudiadas, entre las que destaca el caso
sevillano por su polarización (ver mapa 5). Por tanto, el modelo urbano de las ciudades
españolas es diferente del propio de las ciudades anglosajonas, lo cual introduce
diferencias sustanciales en la incidencia de los procesos de gentrificación.
Así, en la medida en que el espacio residencial disponible en las áreas burguesas
centrales es insuficiente, la demanda creciente de nuevos espacios residenciales para los
nuevos hogares de clases medias profesionales se ha satisfecho mediante la expansión a
nuevos espacios periféricos bien equipados y adaptados a sus valores residenciales, su
valoración de la intimidad y de la proximidad a la naturaleza (Leal, 2004).
Sin embargo, y al mismo tiempo, la interpretación de los centros urbanos como uno de
los principales motores del crecimiento económico urbano ha dado lugar a una segunda
reforma interior de los mismos operada por medio de la inversión tanto pública como
14
privada (de las cuales Barcelona y Bilbao son ejemplos emblemáticos). La consecuencia
principal asociada a este proceso ha sido la revalorización social de los núcleos
intervenidos.
Mapa 5. Porcentaje de personas nacidas en países de los países de la UE15 y Norteamérica (por
quintiles) sobre el total de la población de cada sección censal del AM Sevilla en 2011 y tipo
social en 2001.
[La aplicación de la web no permite cargar archivos que superen los 2mb, motivo por el
cual no se incluyen los mapas en este archivo. En su lugar, han sido enviados como
archivos adjuntos a la coordinadora del grupo de trabajo]
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 y el Padrón de
habitantes de 2011 (INE).
Mapa 6. Porcentaje de personas nacidas en países de los países fuera de la UE15 y
Norteamérica (por quintiles) sobre el total de la población de cada sección censal del AM
Zaragoza en 2011 y tipo social en 2001.
[La aplicación de la web no permite cargar archivos que superen los 2mb, motivo por el
cual no se incluyen los mapas en este archivo. En su lugar, han sido enviados como
archivos adjuntos a la coordinadora del grupo de trabajo]
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 y el Padrón de
habitantes de 2011 (INE).
Al mismo tiempo, durante la primera década de este siglo los centros urbanos se
consolidaron como un territorio de asentamiento prioritario para los nuevos inmigrantes
extranjeros, debido tanto a su parque de vivienda en alquiler, así como a las estrategias
de apoyo mutuo empleadas por estos grupos al inicio de su trayectoria en el país de
acogida.
Además, en algunos casos como Zaragoza existe una importante presencia de viviendas
tanto de protección oficial como en régimen de alquiler social que permiten controlar
los procesos de cambio en la composición social de su centro histórico (ver mapa 6). En
15
conjunto, estos procesos no permiten hablar de un proceso canónico de gentrificación de
los centros urbanos españoles.
No obstante, la acumulación de intervenciones para la renovación de los centros
urbanos españoles han logrado la mayor parte de sus objetivos, entre los cuales
destacan: la rápida activación de sus mercados inmobiliarios, con la expulsión de la
población en alquiler y la remodelación de las viviendas para adecuarse a un segmento
de la demanda con mayor poder económico; y la conversión de sus espacios públicos en
lugares para el consumo de las principales empresas de moda, restauración y hostelería.
Tabla 45. Cociente de localización de los extranjeros según nacionalidad, ámbito territorial y
AM (2011).
Área
Bilbao
Sevilla
Valencia
Zaragoza
Categoría
Extranjeros
En Desarrollo
UE15NOR
UE14NOR
Extranjeros
En Desarrollo
UE15NOR
UE14NOR
Extranjeros
En Desarrollo
UE15NOR
UE14NOR
Extranjeros
En Desarrollo
UE15NOR
UE14NOR
AM
0,78
0,76
0,94
0,88
0,77
0,75
0,90
0,85
0,79
0,80
0,80
0,78
0,87
0,85
1,44
1,06
Ciudad Central Distrito Centro
1,35
2,14
1,38
2,22
1,10
1,58
1,19
1,69
1,19
1,66
1,21
1,04
1,08
4,46
1,13
5,07
1,19
1,13
1,19
0,81
1,19
3,11
1,20
3,25
1,01
1,68
1,02
1,66
0,95
1,73
0,99
1,68
E.Mezcla
2,98
3,15
1,59
1,72
4,70
5,49
1,32
1,10
1,73
1,80
1,22
1,22
1,88
1,93
1,16
1,12
E.Mezcla Centro
3,10
3,28
1,63
1,70
1,51
1,19
3,36
3,55
2,16
2,18
1,96
1,74
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 y el Padrón de
habitantes de 2011 (INE).
Como consecuencia, los centros urbanos son progresivamente el espacio donde se
encuentran sobrerrepresentadas las nacionalidades de la UE15, a diferencia de lo que
ocurre con el resto de nacionalidades. Al respecto destacan los casos de Sevilla (Díaz,
2008) y Valencia (ver tabla 4).
5
En este caso se ha decidido incluir la categoría UE14NOR que incluye a Noruega más los 15 primeros
países en ingresar en la UE (salvo España) excepto Portugal. El motivo de esta exclusión es afinar la
utilidad de este indicador como señal de revalorización social del espacio, debido a la importante
presencia de personas portuguesas de etnia gitana en el centro de las ciudades españolas.
16
Este proceso también se despliega de forma diferenciada en el caso de los barrios de las
ciudades española que en 2001 todavía no eran pertenecientes al espacio social de las
clases altas, sino caracterizados por una mezcla social cada vez más débil a tenor de las
dinámicas registradas durante la década posterior.
En todo caso, se trata de un proceso matizado puesto que se observa tan sólo en ciertos
barrios de este tipo social emplazados en los centros urbanos, especialmente sensibles a
los cambios poblacionales que rápidamente se traducen en el precio de sus viviendas
(especialmente cuando albergan un alto porcentaje de las mismas en alquiler, como es el
caso).Algunos ejemplos los constituyen los céntricos barrios de Velluters y Russafa en
Valencia (Simó, 2004) o la Magdalena en Zaragoza, donde el cociente de localización
(QL) de los inmigrantes UE15 supera al de los denominados inmigrantes económicos
(ver tabla 5).
Tabla 5. Cociente de localización de los extranjeros según nacionalidad y barrio central
perteneciente al tipo social mezclado en 2001 (2011).
Categoría
San Francisco (BIL)
Russafa (VAL)
Velluters (VAL)
San Pablo (ZAR)
Extranjeros
4,64
1,65
1,37
2,43
Magdalena (ZAR)
1,71
En Desarrollo
4,91
1,54
1,15
2,47
1,69
UE15NOR
2,37
2,39
2,61
1,94
1,87
UE14NOR
2,30
2,50
2,76
1,44
2,44
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 y el Padrón de
habitantes de 2011 (INE).
Se concluye, por tanto, que la incidencia de los procesos de gentrificación en los centros
urbanos españoles es heterogénea en su desarrollo, como muestran “reductos
especialmente correosos y abandonados como reservas urbanas para futuras
activaciones del mercado de suelo” (López y Rodríguez, 2010:444). Por ejemplo, los
barrios de San Pablo en Zaragoza o San Francisco en Bilbao que, no obstante, han sido
testigos de la llegada de un incipiente flujo de población adulta durante los últimos años
que no puede ser reducida al flujo migratorio extranjero.
4. El cambio en el valor social de los espacios mezclados:
Por tanto, la presencia de espacios caracterizados por la mezcla de residentes con
diferentes características socioeconómicas en 2001 ha sido amenazada por las
transformaciones sociales y urbanísticas acontecidas durante la última década. Al
17
respecto, las secciones censales que formaban parte de estos espacios han sido objeto de
cambios poblacionales divergentes en función tanto de sus características estructurales
previas, por un lado, como de las circunstancias coyunturales que se han desarrollado en
su territorio, por el otro lado.
Con el fin de estudiar ambos tipos de condicionantes del cambio en el valor social de
los espacios mezclados se han analizado el efecto tanto de las razones estructurales
como de las coyunturales en la presencia6 de personas extranjeras en cada una de sus
secciones censales, estableciendo de nuevo diferencias entre las personas cuyo origen
nacional permite suponer unas condiciones sociales más favorecidas y las personas cuya
procedencia se asocia de manera regular a una situación precaria.
a. Razones estructurales del cambio:
Las características poblacionales y residenciales de las secciones censales cuya
composición social era mezclada en 2001 han condicionado el asentamiento de
inmigrantes extranjeros en sus viviendas a lo largo de la década posterior.
En concreto, mediante un análisis de regresión múltiple se ha obtenido una serie de
resultados relevantes para explicar la variación del cociente de localización de las
categorías de la población extranjera en función de las variables que caracterizan social
y residencialmente a las secciones censales de los espacios mezclados en 2001.
Conviene precisar que, con el objetivo de comparar el efecto de unas y otras variables,
se ha optado por contrastar sus coeficientes estandarizados, los cuales permiten conocer
qué variable independiente contribuye más en la predicción de la variable dependiente.
En primer lugar, la información disponible para el caso de los extranjeros de la UE14
evidencia una relación importante (R²=0’44) entre las características socio-residenciales
previas y el asentamiento de este tipo de inmigrantes (ver tabla 6).
La variable independiente con mayor capacidad predictiva sobre el QL de los
extranjeros UE14 en 2011 en cada sección censal es el primer factor sociolaboral. En
consecuencia, los inmigrantes europeos con mayor poder adquisitivo están más
representados en los lugares donde a principio de la década se localizaba un importante
porcentaje de personas cualificadas que trabajaban como profesionales o directivos.
6
Se ha empleado como variable dependiente el QL en la medida en que su valor es relativo y no absoluto,
a diferencia del porcentaje, lo cual facilita su comparación entre territorios de ciudades con diferente
incidencia de la inmigración (alta en Valencia y Zaragoza, escasa en Bilbao y Sevilla).
18
Tabla 6. Modelo de regresión lineal múltiple final (variable dependiente: cociente de
localización de los extranjeros UE14 en 2011).
Coefs. no estandarizados Coefs. Estands.
t
B
Error típ.
Beta
(Constante)
0,83
0,18
4,57
Ciclo Hogar I (Envejecido)
0,23
0,07
0,19
3,56
Ciclo Hogar II (Emergente)
0,17
0,08
0,12
2,17
Sociolaboral (Medias-Altas)
0,49
0,08
0,40
6,50
Sociolaboral II (Precariedad)
-0,17
0,08
-0,13
-2,03
Origen (No europeos)
0,16
0,04
0,23
4,17
Ruralidad (Rural)
0,06
0,10
0,03
0,58
Movilidad (Móviles)
-0,04
0,11
-0,03
-0,36
ER Inaccesible
0,09
0,11
0,05
0,77
ER Convencional
0,05
0,11
0,02
0,49
ER Antiguo
-0,10
0,12
-0,04
-0,85
ER Metropolitano
0,28
0,39
0,03
0,73
ER Precario
-0,53
0,32
-0,08
-1,63
Centro
0,54
0,17
0,19
3,12
Bilbao
0,28
0,22
0,07
1,29
Sevilla
0,05
0,33
0,01
0,15
Valencia
0,10
0,13
0,06
0,78
Variable dependiente: QL Extranjeros pertenecientes a la UE14 más Noruega
Variables
Sig.
0,00
0,00
0,03
0,00
0,04
0,00
0,56
0,72
0,44
0,63
0,40
0,47
0,10
0,00
0,20
0,88
0,44
Int. Confianza B (95%)
Lim. Inf. Lim. Sup.
0,47
1,19
0,10
0,36
0,02
0,32
0,34
0,64
-0,34
-0,01
0,09
0,24
-0,14
0,25
-0,26
0,18
-0,14
0,31
-0,17
0,27
-0,34
0,13
-0,48
1,04
-1,17
0,11
0,20
0,88
-0,15
0,70
-0,60
0,69
-0,15
0,35
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 y el Padrón de
habitantes de 2011 (INE).
Esta asociación permite prever un descenso en la heterogeneidad social de los barrios
mezclados, también en el caso de los espacios mezclados con mayor porcentaje de
operarios y personas sin cualificar, destino eludido por esta categoría de extranjeros, así
como los territorios con una significativa presencia de residentes que viven situaciones
de precariedad laboral. Asimismo, destaca la falta de relación entre el QL de los
extranjeros UE14 y las características residenciales de cada sección censal. En cambio,
la centralidad de las mismas se confirma como un factor fundamental de atracción de
esta población.
Finalmente, la relación positiva del QL de estos extranjeros con la presencia de
inmigrantes no europeos en 2001 se debe a la presencia de un importante parque de
viviendas en alquiler en los territorios con una alta puntuación en el factor origen.
En segundo lugar, en el caso de los extranjeros económicos se observa una relación
todavía más importante entre su QL en cada sección censal y sus características socioresidenciales (R²=0’67) (ver tabla 7).
19
Tabla 7. Modelo de regresión lineal múltiple final (variable dependiente: cociente de
localización de los extranjeros del resto del mundo, salvo Norteamérica y América Central en
2011)7.
Coefs. no estandarizados Coefs. Estands.
Int. Confianza B (95%)
t
Sig.
B
Error típ.
Beta
Lim. Inf. Lim. Sup.
(Constante)
0,95
0,18
5,23 0,00
0,59
1,30
Ciclo Hogar I (Envejecido)
0,42
0,07
0,26
6,39 0,00
0,29
0,55
Ciclo Hogar II (Emergente)
-0,14
0,08
-0,08
-1,78 0,08
-0,29
0,01
Sociolaboral (Medias-Altas)
-0,46
0,08
-0,29
-6,19 0,00
-0,61
-0,32
Sociolaboral II (Precariedad)
0,48
0,08
0,29
5,71 0,00
0,31
0,64
Origen (No europeos)
0,28
0,04
0,30
7,13 0,00
0,20
0,35
Ruralidad (Rural)
-0,14
0,10
-0,06
-1,39 0,17
-0,33
0,06
Movilidad (Móviles)
-0,34
0,11
-0,18
-3,10 0,00
-0,56
-0,12
ER Inaccesible
-0,33
0,11
-0,14
-2,90 0,00
-0,55
-0,11
ER Convencional
-0,45
0,11
-0,15
-4,09 0,00
-0,67
-0,24
ER Antiguo
-0,08
0,12
-0,03
-0,69 0,49
-0,31
0,15
ER Metropolitano
-0,49
0,38
-0,04
-1,27 0,20
-1,25
0,27
ER Precario
-1,40
0,32
-0,17
-4,36 0,00
-2,04
-0,77
Centro
-0,33
0,17
-0,09
-1,92 0,06
-0,66
0,01
Bilbao
1,54
0,21
0,32
7,18 0,00
1,12
1,97
Sevilla
4,30
0,33
0,56
13,20 0,00
3,66
4,94
Valencia
0,21
0,13
0,10
1,63 0,10
-0,04
0,46
Variable dependiente: QL Extranjeros no pertenecientes a UE14 ni América del Norte o Central
Variables
Fuente: Elaboración propia a partir del Censo de Población y Viviendas de 2001 y el Padrón de
habitantes de 2011 (INE).
En ambos casos, es preciso incluir como variables independientes de control el AM a la
que pertenece cada sección censal como consecuencia de las diferencias en la intensidad
del flujo de inmigrantes económicos sobre las mismas. Estas diferencias son
significativas en el caso de los inmigrantes económicos. En particular, la situación en un
AM con un bajo porcentaje de inmigrantes económicos aumenta el QL de las secciones
censales donde residen, como es el caso de Sevilla y Bilbao.
Por otro lado, al contrario de lo que ocurre con los extranjeros UE14, los inmigrantes
económicos están más presentes en las secciones censales donde en 2001 había más
personas de condición socioeconómica media o baja, así como afectadas por la
precariedad laboral. El resultado es un incremento de la homogeneidad social de estas
áreas en términos de clase. Asimismo, estos inmigrantes presentan un alto QL en las
secciones donde habitaba un importante porcentaje de inmigrantes no europeos en 2001,
7
La inclusión del tipo de espacio residencial, del lugar urbano y del AM como variables independientes
nominales se ha realizado mediante la adopción de una categoría de referencia respecto de la cual se
interpretan los coeficientes del resto. Dichas categorías son, respectivamente: el espacio residencial (ER)
deteriorado, el espacio no perteneciente al distrito centro y el AM de Zaragoza.
20
lo cual confirma la eficacia de las cadenas migratorias, así como el atractivo para esta
población de las áreas con muchas viviendas en alquiler.
Finalmente, los inmigrantes económicos presentan un QL inferior en las secciones
censales ajenas al centro de las ciudades, debido a su proceso de dispersión a lo largo de
los barrios obreros de la primera periferia urbana, en especial en los espacios
residenciales caracterizados tanto por problemas contextuales como por falta de
accesibilidad (ER deteriorado). A diferencia de los inmigrantes UE14, el espacio
residencial resulta significativo en sus pautas de asentamiento residencial.
b. Razones coyunturales del cambio:
Las pautas de asociación entre las características de los territorios mezclados en 2001 y
el asentamiento de cada tipo de inmigrantes muestran un comportamiento regular no
exento de casos cuya evolución es atípica, como consecuencia de los procesos que se
han desarrollado a lo largo de la década y han alterado las características que definían a
determinados territorios en 2001. Estos procesos se vinculan a los procesos inducidos de
revalorización o devaluación del valor social de algunas secciones censales debido a
razones coyunturales o sobrevenidas como, por ejemplo, los procesos de rehabilitación
urbana o abandono de algunos sectores centrales de las ciudades españolas.
En particular, se observa la existencia de secciones censales cuyas características en
2001 no permitían prever un crecimiento tan alto del QL de los extranjeros UE14. Entre
estos casos atípicos destacan procesos que han sido objeto de revalorización: Russafa o
el eje hacia el Palacio de Congresos en Valencia (Alcalá-Santaella et al., 2011).
Por el contrario, algunos barrios como San Francisco en Bilbao o San Pablo en
Zaragoza muestran valores inferiores a los esperados, de forma que se puede ofrecer la
hipótesis según la cual la intervención pública no ha dado lugar a una apropiación de
estos espacios por una población de mayor nivel adquisitivo que, al menos en el caso
bilbaíno, parece plausible en el futuro (Vicario y Martínez Monje, 2003).
Finalmente, las secciones censales cuyo QL de inmigrantes económicos es inferior al
esperado coincide con zonas costeras en Valencia o, de nuevo, en el extremos sur del
barrio de Russafa; o el límite de la zona mixta de Sevilla que linda con el centro
histórico. En cambio, las áreas con una concentración superior a la esperada de
inmigrantes económicos no presentan otro patrón urbanístico que la falta de inversión
tanto pública como privada en su territorio.
21
5. Conclusiones:
Las AM españolas de rango secundario muestran procesos de cambio socio-espacial
comunes: suburbanización selectiva y gentrificación marginal de los espacios centrales
mezclados por parte de los inmigrantes con mejores condiciones sociales; y
concentración inicial y posterior dispersión de los inmigrantes extranjeros de países
empobrecidos entre los barrios tradicionales de la clase trabajadora española.
No obstante, cada AM muestra particularidades contextuales vinculadas tanto a la
estructura socioeconómica diferencial de cada sociedad urbana, en especial en lo
relativo a los niveles de desigualdad social (significativamente superior en el caso
sevillano); como a las prácticas de la governanza local, en función de si el enfoque
ligado a las operaciones de rehabilitación urbana es emprendedor o redistributivo
(donde destaca el caso zaragozano).
Tales dinámicas plantean una progresiva disolución de la mezcla social que definía a las
zonas de transición de las ciudades españolas de rango secundario, en cualquier caso
matizada por las políticas urbanas. En último término, este escenario confirma el sólido
vínculo de las cuestiones étnica y urbana con la perenne cuestión social. No en vano, los
barrios desfavorecidos no son sino “espacios donde los factores de disociación social
predominan sobre las formas de sociabilidad organizadas alrededor del trabajo y de sus
instituciones” (Castel, 2010:43).
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23
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