¿TIENE DIFERENTE TRATAMIENTO LA TENENCIA DE ANIMALES EN LOS CLUBES DE CAMPO? (Fragmentos tomados del Capítulo XIII del libro “COUNTRIES” del Dr. Bartolomé A. Orfila, publicado por Editorial Errepar en Junio de 2007) Es en los consorcios de propietarios urbanos donde la cuestión concerniente a la tenencia de animales presenta, tradicionalmente, el mayor número de conflictos y controvertidas interpretaciones.En la ley 13.512 de Propiedad Horizontal no existe ninguna prohibición ni limitación respecto de la tenencia de animales domésticos en los departamentos, pues con buen criterio, el legislador se ha limitado a fijar las pautas generales del régimen de la copropiedad, dejando para los particulares las reglas específicas de convivencia de cada edificio, a instrumentar a través de los reglamentos de copropiedad.En los clubes de campo las situaciones que se presentan poseen marcadas diferencias con las que acaecen en los edificios de departamentos.Para quienes instalan su vivienda de fin de semana o permanente en este tipo de entidades, buscando un mayor contacto con la naturaleza y disponiendo de espacios más generosos que aquellos con los que se cuentan en las ciudades, una de las primeras satisfacciones que se procuran es la de incorporar la compañía de una mascota.Por esa razón, en general, no es posible encontrar en los reglamentos de los countries, prohibiciones expresas y generales respecto de la tenencia de animales domésticos por parte de los propietarios.A considerar: No obstante ello, en el Reglamento de Copropiedad, otorgado hace más de veinte años, correspondiente al “TREINTA Y DOS” Country Club”, se encuentra en su artículo Quinto una prohibición expresa, redactada en los siguientes términos: “Se prohibe terminantemente la tenencia y la cría de animales de cualquier tipo, incluidas aves de corral y animales domésticos y el cultivo de hortalizas y plantas, salvo con fines ornamentales.-” Habría que corroborar si, al presente, esta limitación inserta en el reglamento original ha sido morigerada o si las autoridades del club la aplican en forma tan rigurosa como la que se desprendería de la literalidad de su texto.¿Cuáles son las clases de animales permitidos? Como es de la esencia de la conducta humana tensar al máximo la interpretación de las reglas y la imaginación de muchos sujetos no tiene límites, la posibilidad de disponer de un amplio terreno propio, puede desatar las ideas más insólitas en materia de elección de animales de compañía.Es por esa razón que los reglamentos de copropiedad y los reglamentos internos de los clubes de campo establecen concretas restricciones en esta materia.El “VEINTITRÉS” Country Club en el artículo 14º de su Reglamento de Convivencia utiliza una fórmula general, al hablar de la autorización para la tenencia de “animales domésticos no peligrosos”.El “Club de Campo “TREINTA Y CINCO” Interno efectúa una enumeración en el artículo 12 de su Reglamento estricta, determinando dos únicas posibilidades: “Los únicos animales domésticos que podrán tener los socios son: perros y gatos.-“ El Country Club “VEINTICUATRO”, en el artículo 6º de su reglamento de copropiedad, limita la autorización a perros únicamente.En el Club de Campo “TREINTA Y TRES” se estipula la prohibición de: “levantar establos, palenques o caballerizas, ni procederse a la cría o tenencia de aves de corral, o cualquier animal doméstico que perturbe la tranquilidad, serenidad, seguridad, bienestar y convivencia recíprocas.-” (Artículo 7º ).- Como puede advertirse en los ejemplos la forma de abordaje de las restricciones a la tenencia de animales es variada, pero, en todos los casos se hace evidente el propósito de compatibilizar el legítimo derecho de contar con la compañía de animales domésticos, con la necesidad de evitar conductas exóticas o desubicadas que puedan traer aparejados problemas o molestias al club en general y a los vecinos en particular.Tan sabido es que existe una tendencia a tomar como mascota a animales extravagantes que, el reglamento de “VEINTITRÉS” Country Club , previendo esa posibilidad, anuncia que: “Queda estrictamente prohibida la tenencia de animales no domésticos, los que deberán ser capturados y entregados a las autoridades pertinentes, si ello resulta posible.-” Como ya veremos más adelante, los reglamentos sólo permiten que los animales deambulen dentro del predio de propiedad particular y, asimismo, disponen el modo y recaudos que deben cumplimentarse para su desplazamiento por los lugares de circulación del club.Casi todos ellos prohíben su ingreso, aun bajo esas condiciones, a las instalaciones sociales, deportivas o administrativas del country.¿CUALES SON LAS REGLAS QUE IMPONE LA LEY EN MATERIA DE ANIMALES? //////////////////////////////////////////////////////////////// ¿Cómo regulan los clubes de campo el tema de los animales? Así como la circulación de automotores es considerada como especialmente peligrosa en los countries, lo atinente a los riesgos potenciales que la tenencia de animales trae aparejados, también es un tema que es materia de extremada preocupación.Es por ello que los reglamentos internos o de convivencia o los mismos reglamentos de copropiedad tratan la cuestión en detalle y con minuciosidad.Ejemplo 1 Ejemplo de ello es la normativa contenida en el reglamento interno del “Club de Campo “TREINTA Y CINCO” cuyo artículo 12º que, como ya citamos sólo permite perros o gatos, dispone respecto de ellos lo siguiente: “a) El animal deberá estar vacunado contra la hidrofobia, el moquillo y cuanta otra vacuna sea indispensable y exija el Consejo de Administración.- “b) Los propietarios deberán justificar haber cumplido con las vacunaciones correspondientes.“c) Los animales pueden estar únicamente en los predios de sus propietarios.“d) Los perros no podrán circular solos por el Club, únicamente con cadena o similar y conducidos por personas mayores de 12 años.“e) Queda absolutamente prohibido el ingreso de animales dentro de las instalaciones destinadas a actividades deportivas, culturales y sociales.“f) El personal de dependencia que vive en el Club y desee tener animales deberá ajustarse a las disposiciones de este Reglamento Interno y solicitar un permiso especial.- El Consejo de Administración podrá denegar el permiso sin explicación de causa.“g) Las violaciones a estas disposiciones harán pasible al socio propietario del animal a las sanciones previstas en este Reglamento y al desalojo del animal del Club de Campo “TREINTA Y CINCO” si el Consejo de Administración lo estimara pertinente.“h) Si un animal mordiera a alguna persona dentro del club, el damnificado deberá denunciarlo ante la guardia, indicando los datos necesarios para identificar al animal y a su propietario.- El animal en cuestión no podrá salir del Club durante el término de diez días, quedando en observación del veterinario del club, quien lo revisará día por medio y emitirá un informe cada vez que lo revise.- Durante ese plazo el animal será recluido inexcusablemente en los caniles que al efecto tiene el Club.-” Ejemplo 2 “VEINTITRÉS” Country Club cuenta con un “Reglamento sobre control de animales sueltos”, mediante el cual se creó un registro de “Identificación Canina”, que debe llevar la guardia del servicio de vigilancia.Todos los animales deben estar anotados en el mismo y se les asigna un número de inscripción, además de anotarse: su nombre, su raza, color del pelo, tamaño aproximado, señas particulares que faciliten su identificación, datos de vacunación y nombre y domicilio de su propietario.- Los perros deben llevar siempre un collar con su nombre, su número de registro y el nombre de su propietario.Dicho reglamento estipula, además, un régimen sancionatorio detallado y riguroso, que contempla: costas, multas y sanciones disciplinarias.Las “costas” pueden ser las de “captura” que se refieren a los valores a cobrar al dueño cuando sea necesario recoger y trasladar hasta los caniles del club a los animales que se encontraren sueltos fuera del predio de sus propietarios.- Las de “alojamiento” que consisten en los gastos de manutención, comidas, personal de atención y gastos administrativos, todo ello calculado por cada día que el animal permaneciere alojado en los caniles del club.Las “multas” que se aplican “en función de cada circunstancia y de los antecedentes o reiteración del hecho”.Y las “sanciones disciplinarias”, también determinadas por la gravedad o repetición de las faltas.Las costas de captura y alojamiento se aplican siempre, la multa sólo a partir de la segunda infracción, que puede ir acompañada de la sanción disciplinaria de 15 días de suspensión (al propietario) en el uso de las instalaciones sociales y deportivas, que se llevan a 30 días para la tercera infracción, con una duplicación del monto de la multa.A considerar: La creciente difusión de los llamados clubes “de chacras” ha venido a plantear nuevos problemas en esta materia.Es habitual que los socios propietarios circulen cabalgando por las calles internas, pues la índole de estos establecimientos fomenta y posibilita esa práctica.- La aparición súbita y sorpresiva de perros guardianes que, aún desde dentro de los predios particulares, hostigan con sus ladridos a los paseantes, al asustar a los equinos, pueden provocar en ellos reacciones físicas que pongan en riesgo la estabilidad de los jinetes, con la posibilidad de caídas y consecuentes daños físicos.Este tipo de situaciones tornan necesario que, por vía de reglamentos internos, se instrumente alguna clase de regulación que compatibilice los derechos y las necesidades de los distintos propietarios.- Puede ser mediante la fijación de itinerarios determinados para la circulación de las cabalgatas, o bien disponiendo una restricción de la presencia de animales sueltos a una distancia mínima de las calles, en ciertos horarios, la obligatoriedad de la colocación de carteles de advertencia que indiquen la existencia de perros en la parcela, etc.¿Existen prohibiciones de razas de animales en particular? ¿Puede ser “expulsado” un determinado animal? //////////////////////////////////////////////////////////////////////// Fuente: “COUNTRIES” del Dr. Bartolomé A. Orfila, publicado por Editorial Errepar en Junio de 2007 (Capítulo XIII)