ANÁLISIS DEL DISCURSO EN COMENTARIOS ... NOTICIAS: EL ESTUDIO DE CASO DEL ASESINATO DE JIMMY Resumen

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ANÁLISIS DEL DISCURSO EN COMENTARIOS DE
NOTICIAS: EL ESTUDIO DE CASO DEL ASESINATO DE
JIMMY
André Sören Romero. Fundación iS+D. [email protected]
María Jesús Rosado Millán. Presidenta de la Fundación iS+D. Profesora Asociada
UC3M. [email protected]
Resumen
Con la conceptualización del paradigma de la sociedad red (Castells, 1996) y la era de
la información, el uso de tecnologías que permiten la comunicación entre individuos de
la red de redes (internautas) para comunicarse de manera sincrónica (mensajería
instantánea, salas de chat) o asincrónica (correo electrónico, foros de discusión,
comentarios en webs) ha permitido a los investigadores de Ciencias Sociales acceder a
la construcción discursiva por parte de los individuos en un plano virtual, abriendo la
puerta a fuentes de datos cualitativas –y cuantitativas– potencialmente infinitas.
Partiendo de la tradición pragmática del ciberlenguaje (Crystal, 2002), se hace una
propuesta metodológica de análisis del discurso en espacios asincrónicos,
ejemplificando el análisis con un estudio de caso en foros de noticias extraído de una
investigación sobre violencias y masculinidades en el mundo del fútbol llevada a cabo
por la Fundación iS+D.
La problemática que se ha encontrado en las distintas tradiciones del análisis del
discurso, teniendo como material las interacciones asincrónicas y permanentes en
tecnologías digitales, ha sido la indefinición a la hora de identificar una propuesta de
contexto de análisis del texto sobre el que sustentar la práctica metodológica, tal como
ha sucedido en Kantrowitz-Gordon (2012) y Martínez-Lirola (2012).
En esta ponencia abordamos, a través de un estudio de caso, una propuesta sobre cómo
centrar el contexto del texto a través de las herramientas que facilitan los foros de
noticias de periódicos y que, en mayor o menor medida, están estandarizándose en su
diseño e implantación. La metodología empleada se focaliza en identificar los
consensos y disensos con los que se llegan a cristalizar los discursos de los internautas a
través de contextualizar la normalidad, entendiéndolo como lo más aceptado en
términos de Durkheim (2004), en función de la ideología política y línea editorial del
portal de noticias, la evolución del tratamiento informativo en distintos medios de
comunicación sobre la temática a investigar y los medios de valoración de comentarios
establecidos en la tecnología empleada en cada portal de noticias.
Palabras clave: análisis del discurso; investigación; violencia; fútbol; estudio de caso
Introducción
En el presente artículo se expone la metodología de análisis que forma parte de una
investigación en curso y que lleva por título “La construcción de la violencia en los
procesos de socialización de masas”. Esta investigación tiene como objetivo ver cómo
se construye el discurso de la violencia en el fútbol en España, entendido este no como
práctica deportiva sino como socializador de masas. Este artículo tiene por objetivo,
además de mostrar parte del análisis que se está desarrollando en la investigación
descrita anteriormente, exponer un caso práctico de análisis de comentarios de noticias
y la justificación teórica que apoya dicho análisis y sobre la que se ha sustentado.
El corpus de textos de análisis de este artículo lo conforman todas las noticias
publicadas en el diario ABC relacionado con el asesinato del seguidor del club de fútbol
Deportivo de A Coruña en los aledaños del Estadio Vicente Calderón la mañana del 30
de noviembre de 2014, siendo el período de extracción de las noticias desde el 30 de
noviembre hasta el 15 de agosto del 2015, no siendo objeto de análisis las noticias
publicadas con posterioridad a esa fecha. En total, conforman el corpus de análisis 59
noticias, de las que 23 cuentan con comentarios en ellas.
Se llevará a cabo un breve recorrido por la propuesta teórica que sirve para fundamentar
el análisis, haciendo especial hincapié a la problemática surgida con la identidad en la
Comunicación Mediada por Ordenador (CMO) y la amplificación y limitación que
supone la infraestructura de la plataforma en la que se lleva a cabo la interacción entre
personas o entre personas y máquinas, para posteriormente presentar el análisis de
comentarios en noticias de un periódico en línea en donde se expone la posibilidad del
análisis del discurso digital hacia nuevos horizontes al integrar la infraestructura y ver la
construcción de disenso en el propio espacio comunicativo en torno a lo que se tolera
como violencia.
Discurso digital y el acercamiento
Cuando se habla en Ciencias Sociales, y sobretodo en Sociología, sobre análisis del
discurso, se hace referencia a una práctica investigadora basada en identificar
representaciones sociales en producciones eminentemente lingüísticas y que están
delimitadas y diferenciadas por una serie de variables criterio en función de los intereses
del/la analista en torno al material seleccionado previamente. El análisis del discurso
tiene distintas tradiciones y escuelas según el origen y líneas de pensamiento que
conceptualizan el discurso de distinta forma (Djik, 1985), pero todas tienen en común la
identificación del discurso como líneas de enunciación simbólica del lenguaje que
representan posiciones sociales, tal como exponen Lewandowski (1992) o Alonso
(1998) en la tradición sociológica de este conjunto de herramientas para el análisis y en
la que este artículo intentará posicionarse. Así, el análisis del discurso, en sus distintas
corrientes teóricas con objetivos de investigación diferenciados y sus ambigüedades
(Djik, 1990, p. 44) “consiste en producir descripciones explícitas y sistemáticas de
unidades del uso del lenguaje al que hemos denominado discurso” (Djik, 1990, p. 45).
El concepto de discurso ha sido adaptado a las nuevas realidades sociales construidas o
readaptadas al impacto social que han tenido las TIC desde principios de los años 90
hasta la actualidad, conceptualizando y reflexionando acerca de la importancia de la
mediación entre la interacción entre actores y entre actores y máquinas, dando lugar a
distintas escuelas de análisis. El discurso digital presenta unas características de un
proceso de hibridación propio debido a las competencias adquiridas por los/as
usuarios/as de los ordenadores para escribir con cada vez más rapidez, la suma de la
oralidad y la textualidad en un nuevo género discursivo (digital) al escribir de una
manera más directa y cercana y alejada de la escritura clásica de cartas redactadas a
mano y la posibilidad de servirse de otras herramientas comunicativas además de la
escritura, como es el uso de imágenes para la comunicación o el uso de emoticonos para
expresar sentimientos, tal como abordó David Crystal (2002) al analizar el nuevo
lenguaje empleado en espacios virtuales de Internet. Ante esto, cabe reseñar que el
híbrido lingüístico formado por el binomio oralidad + textualidad presentado por
Crystal se adapta a cada espacio comunicativo en función del grado de formalidad y el
contexto en el que se lleva a cabo. De esta forma, en un contexto más formal como la
escritura de un correo electrónico en un contexto laboral tendrá menos componente de
oralidad que en un espacio comunicativo sincrónico como puede ser una aplicación de
smartphone de mensajería instantánea en la que la comunicación es a tiempo real y
fluida entre los dos o más interactuantes presentes en la conversación.
El discurso digital lo conforma el texto escrito, el mediado por emoticonos, imágenes y
vídeos que redefinen lo escrito o que se redefinen a sí mismas e hipervínculos a otros
espacios para argumentar una posición expuesta, siendo un medio más rico en
heterogeneidad de lo que se puede pensar en un primer momento.
El acercamiento que se presenta en este artículo tiene dos grandes fuentes de
inspiración: la CMDA de Susan Herring y la etnografía virtual conceptualizada por
Christine Hine:
a) La CMDA (Computer Mediated Discourse Analysis) propuesta por Susan Herring
(2001), en su acercamiento desde la Lingüística y la Sociología al discurso mediado por
ordenador, y en la que se hace hincapié en las propias características de la
Comunicación Mediada por Ordenador (CMO) para reformular la noción de discurso y
apuntalarla a un nuevo medio carente de corporalidad en donde la construcción del
mundo se hace a través de la propia escritura en función de las propiedades de la
interface (conexión entre la parte computacional y la parte humana de las relaciones
mediadas por ordenador) que define las posibilidades de la interacción entre individuos.
La propuesta de Herring toma en cuenta cuatro aspectos del lenguaje para analizar el
contenido: su estructura, su significado, la interacción y la conducta social. Todo esto
partiendo de la premisa de que toda acción social significativa deja una huella textual en
espacios comunicativos virtuales.
En estos nuevos espacios, en donde impera una relación con la identidad muy diferente
a las relaciones cara a cara que habían conceptualizado Erving Goffman (1971) y la
corriente etnometodológica iniciada por Harold Garfinkel (2006) a lo largo de la
segunda mitad del siglo XX.
b) La etnografía virtual propuesta por Christine Hine (2004) presenta una diferenciación
clave en el acercamiento que presentamos al análisis del discurso en comentarios de
noticias en tanto en cuanto su propuesta ordena la bibliografía relacionada con los
estudios digitales y/o en Internet al presentar este y las relaciones de las que se deriva
como “artefacto cultural”, entendido como un nuevo lugar donde se puede dar la
interacción social y como un lugar donde se gesta la cultura ajena a otros espacios,
siendo esta segunda concepción una de las claves para entender el género discursivo en
el que el análisis del discurso tendrá que centrarse en buscar el disenso y no el consenso
entre las intervenciones de los/as usuarios/as. El aporte de este planteamiento teóricometodológico para la propuesta de análisis radica en el efecto que tiene directamente el
medio (entendido como contexto o como infraestructura pensada como interface) en el
comportamiento de los individuos. Este comportamiento al que se hace referencia se
refiere a la identidad construida por el individuo en ese espacio y que sirve como
referencia para la interacción. Basándose en una concepción deslocalizada de los
individuos que interactúan en la red, en donde la corporeidad de los individuos no es
requisito para interactuar, el hecho de facilitar una tecnología accesible para la creación
de identidades en las que los/as usuarios/as se redefinen constantemente de una manera
más activa y directa que en otros espacios comunicativos, tal como profundizaron la
propia Christine Hine o Joan Mayans, donde este último explica al respecto que «el
ciberespacio proporciona oportunidades para jugar con aspectos de uno mismo que no
son totalmente ajenos al self, pero que pueden estar inhibidos en la vida real». (Mayans,
2002, p. 196).
De esta manera, un individuo puede estar presente en un espacio comunicativo y
comportarse de una manera distinta a como lo haría en un espacio comunicativo en el
que la identidad fuese declarada, como puede ser la red social Facebook en la que la
interacción se da entre individuos ya conocidos y declarando previamente su identidad.
La construcción de la identidad, que afecta directamente al género discursivo, tiene
como componente una de las características clave del género discursivo que nos ocupa.
El anonimato y la interacción entre desconocidos/as. La posibilidad de interactuar en un
foro, en los comentarios de un blog, en Twitter o comentar en las noticias de un medio
de comunicación con personas desconocidas situadas en otra parte del globo es una de
las características fundamentales del género discursivo digital y que es consecuencia de
la no presencia y de la construcción de la identidad por parte del/la usuario/a.
Para el acercamiento al análisis de comentarios de noticias partimos de la concepción de
que el texto pertenece a un tipo de género en el que está inscrito, funcionando como
estructura estructurante, y todo género conforma un discurso en sí mismo, en función de
la construcción de lo que es tolerable y no tolerable en el uso y empleo de la violencia
violencia. Esta concepción discursiva se englobaría en el acercamiento de corpus driven
presentado por Tognini-Tonelli (2001) al extraer las categorías de análisis del propio
corpus de texto.
Interface estructurante
La interacción entre usuarios/as en red se lleva a cabo en espacios comunicativos con
una serie de características que permiten uno u otro tipo de interacción, o fomentando
algún tipo en detrimento de otro. Esta interacción está abiertamente condicionada a las
características del espacio comunicativo y sus posibilidades ya que no se podrá realizar
una videollamada en un espacio que no se haya creado para tal fin, de la misma forma
que no se podrá mandar un mensaje privado en un medio en el que todos los mensajes
sean de carácter público, por ejemplo.
La infraestructura, conceptualizada como interface al ser el conector entre la petición
del individuo y la respuesta de la máquina, es clave a la hora de la concepción del
discurso digital y de sus posibilidades, ya que cada situación de interacción tiene un
modelo de textos con su propio género discursivo (Bajtín, 1982), en donde cada cambio
introducido en la infraestructura de las distintas tecnologías de CMO ha tenido como
consecuencia una redefinición de lo que es el género discursivo y qué debería abarcar,
teniendo diferentes orígenes y distintos resultados (Cantamutto, L. y Vela Delfa, C.,
2016).
Cantamutto y Vela Delfa (2016) presentan un modelo de propiedades para clasificar la
comunicación digital según las características de la infraestructura de la plataforma y el
impacto que tiene en el lenguaje empleado, presentando dicotomías mutuamente
excluyentes de monomodal/multimodalidad, visual/verbal, oralidad/escrituralidad,
breve/extenso, estático/dinámico. La importancia de esto, recalcando que se trata de
clasificaciones de tipos ideales weberianos y en el que las tecnologías sufren procesos
de hibridación en donde se cruzan características de categorías que serían opuestas pero
que la lógica de Internet ha integrado en una misma infraestructura, es que nos permite
clasificar previamente el tipo de género discursivo que esta interface tendrá, por lo que,
por ejemplo, no sería adecuado que el corpus de textos estuviese formado por textos
procedentes de infraestructuras que producen géneros discursivos muy diferenciados,
como puede ser el texto generado en una plataforma de comunicación sincrónica en
formato chat como Whatsapp, la plataforma de mensajería instantánea para
smartphones, y el texto generado en una plataforma de comunicación asincrónica como
un foro de discusión en el que la interacción no se hace de manera sincrónica y el
contenido es clasificado y fácilmente accesible en cualquier momento.
En el género que nos ocupa, los comentarios en foros de noticias de prensa, que estarían
clasificados como multimodales/verbales/escriturales/breves/estáticos, tiene una serie de
características que lo diferencian del resto de espacios comunicativos de Internet por la
arquitectura de la información. En el caso de ABC, diario en el que se han analizado los
comentarios de noticias que conforman nuestro corpus de textos, presenta unas
características diferenciadoras que limitan y potencian las posibilidades discursivas de
los/as usuarios/as del foro de comentarios de noticias registrados en el portal de
noticias. A saber:
- Obligatoriedad de estar registrado/a en el portal de noticias para poder comentar en los
foros de noticias.
- Autodefinición del/la usuario/a a través de un nick y una imagen como avatar.
- Conexión con redes sociales para facilitar el registro y acceso a la plataforma de
comentarios de noticias.
- Posibilidad de responder a otro comentario de un/a participante del foro o compartirlo.
- Posibilidad de valorar positiva o negativamente un comentario de un/a participante del
foro.
- Presentación de los comentarios según el orden cronológico del comentario (en el caso
de las respuestas a estos, sigue la ordenación de la fecha del comentario original al que
están respondiendo).
La unidad del análisis de esta investigación es el comentario, apoyado en la
infraestructura del propio medio en el que queda alojado y las posibilidades y
limitaciones que este ofrece. A través del comentario se hacen las aportaciones
discursivas de cada interactuante, auspiciadas de las posibilidades que la infraestructura
permite realizar como el hecho de contestar a un comentario y que se establezca una
conversación, o subtema, en torno a una propuesta expuesta por uno de los
interactuantes. Esta idea del comentario como intervención objeto de análisis está
basada en la propuesta de Constantino (2006), aunque amplificándola para hablar de
micro-unidad de análisis en cada comentario y sus correspondientes respuestas incluidas
a raíz de esta primera intervención y la valoración que se hace de cada comentario
(número de valoraciones positivas y número de valoraciones negativas) en cada
intervención para ver el grado de aceptación de los interactuantes de ese comentario,
entendiendo así qué es la normalidad (Durkheim, 1993) y ver qué desviaciones percibe
la comunidad de interactuantes en cada comentario a través de la valoración de este. El
problema metodológico subyacente a analizar la normalidad a través de la valoración de
las intervenciones de cada interactuante es que existe la posibilidad de expresar más de
una idea en un comentario o que la propia argumentación incluya ideas ajenas a la
normalidad que generen subtemas y que sean aceptados por la comunidad. Es decir,
existe una correlación entre la longitud de la intervención en cada comentario, la
claridad de la exposición de argumentos e ideas en este y la posibilidad de analizar la
valoración para situar la normalidad y lo aceptado por la comunidad, ya que cuanto más
larga sea la intervención, más posibilidades existen de que la argumentación permita
subtemas o ideas que se salgan de la normalidad y favorezcan una aceptación positiva
por la comunidad, pero no en todos los puntos del argumentario presentado por el
interactuante.
Hechos sociales y discursos
Los discursos, sin importar de que se trate de un espacio físico o virtual, se construyen a
través de la experiencia de los interactuantes, de donde extraen la información con
independencia de su grado de tratamiento e ideología, y donde otorgan un significado al
significante en términos saussarianos (2004). En la investigación que nos ocupa, la
construcción social de la violencia toma como significante los hechos acontecidos el 30
de noviembre de 2014 a las 8:50h en los aledaños del Vicente Calderón, estadio del
Atlético de Madrid, entre seguidores (calificados como “ultras”, “radicales”, “violentos”
o “hooligans”) del Deportivo de La Coruña y del Atlético de Madrid de sus
agrupaciones de aficiones conocidas como Riazor Blues y Frente Atlético,
respectivamente. El altercado entre ambas aficiones se saldó con el asesinato de
Francisco Javier Romero, conocido como “Jimmy”, 11 heridos y 21 detenidos ese
mismo día, a los que se sumarían varias detenciones a lo largo de los siguientes meses
conforme se avanzaba en la investigación policial de los hechos. Este acontecimiento
tuvo gran repercusión en los medios de comunicación e incluso en la agenda política,
siguiendo cada medio un acercamiento a la noticia diferente en función de su línea
editorial y evolucionando el tratamiento del altercado, así como de la opinión pública,
tras lo planteado en un primer momento por el medio de comunicación analizado a raíz
de las pesquisas policiales que fueron conociéndose conforme avanzaba la
investigación.
El acercamiento de los medios de comunicación en España a este suceso ha
evolucionado de manera diferenciada en función de la pesquisa inicial que ha seguido
en un primer momento. Esto ha tenido un impacto en la construcción del discurso ya
que la información ofrecida por los medios de comunicación ha sido el significante
sobre el que se ha otorgado un significado discursivo. Así, en un primer momento, el
rechazo generalizado a la violencia y a los calificados como “ultras”, igualando a Riazor
Blues y Frente Atlético, fue la línea editorial a seguir, justificándose a través de una
serie de pesquisas que poco a poco la investigación policial fue descartando. Aún con
esto, el impacto en la opinión pública y la construcción del discurso por parte de esta a
través de la información ofrecida por los medios de comunicación apuntó hacia una
construcción de la violencia y un rechazo de esta, desembocando en un discurso de
tolerancia cero ante los que emplean la violencia (perpetradores).
Tratamiento del suceso en ABC y la construcción del hecho social
A lo largo del tratamiento informativo del suceso, en el caso de ABC1, se han detectado
cambios en la forma de presentar la información en torno al caso del asesinato de
Jimmy. A continuación se presentan los principales titulares y un pequeño resumen del
contenido y la agenda planteada en cada noticia para resumir y fundamentar los giros
discursivos en la construcción del hecho social y el posterior impacto que tuvo en la
construcción discursiva de los comentarios de noticias.
30-11-2014 (noticia actualizada hasta el día 2-12-2014) Un muerto en una batalla
campal entre radicales de Atlético y Deportivo
En esta noticia, actualizada hasta dos días más tarde del suceso, se presenta al fallecido
como hincha radical de una facción de la hinchada del Deportivo de La Coruña que era
diferente, al ser más dura que los propios radicales de la que formaba parte, mientras
que el Frente Atlético está formado por “seguidores violentos” del Atlético de Madrid:
«Hincha radical del Deportivo de La Coruña y miembro de “los suaves” la
sección más dura de los Riazor Blues… Los hechos ocurrieron durante una reyerta
multitudinaria desatada a las nueve menos veinte de la mañana entre individuos de
su grupo con otros del Frente Atlético, formado por seguidores violentos del
Atlético de Madrid».
1
El giro editorial hacia otros enfoques del suceso ha ocurrido en otros medios analizados en la
investigación, pero ajenos a lo presentado en este artículo.
En esta primera noticia se comienza a establecer la agenda marcada de la línea editorial
en la que se sugiere que la culpa del fallecimiento de una persona radicaba en los
propios seguidores gallegos, al comprar las entradas con una numeración correlativa
que indicaba que habían sido adquiridas a la vez:
«Tras los gravísimos sucesos, sin embargo, se comprobó que los hinchas radicales
del Dépor no solo se habían desplazado hasta la capital, sino que incluso habían
comprado todos juntos las entradas, como lo demuestra que éstas tuvieran una
numeración correlativa…».
1-12-14 Crimen en el Manzanares, «los radicales no tienen sitio ni dentro ni fuera
de los estadios»
Esta noticia es una actualización con la intervención de actores políticos y mediáticos en
el mundo del fútbol en torno a lo sucedido el día anterior. Se subraya la exculpación de
la policía por parte de Cristina Cifuentes, en ese momento delegada de gobierno en la
Comunidad de Madrid, ya que de conocer que irían «radicales» se hubiese considerado
de alto riesgo el partido de fútbol y se hubiesen tomado mayores medidas de seguridad,
apoyando la versión de la policía al considerarlo de bajo riesgo y no haciendo un
despliegue para impedir el choque entre aficiones.
Se subraya el comunicado emitido por los Bukaneros del Rayo Vallecano en el que
afirman no estar implicados en el altercado de la muerte de Jimmy, calificando a estos
como «grupo de radicales».
1-12-14 «Jimmy», el hincha fallecido de los Riazor Blues, tenía antecedentes por
malos tratos, robo con violencia y tráfico de droga
En la noticia publicada un día después del asesinato de Jimmy, se hace hincapié en los
delitos anteriores cometidos por este. En este punto de la cronología, parece clara la
agenda de culpabilizar a los Riazor Blues por desplazarse e igualarla a los agresores al
presentar al fallecido como un individuo con antecedentes, recalcando este hecho sin
aclarar si se trataba de antecedentes penales o policiales y si estuvo o no en prisión por
tales delitos.
1-12-14 Atacan una sede del Atlético en Sevilla por la muerte de «Jimmy»
El titular no corresponde con el contenido de la noticia, ya que no es una sede, sino un
restaurante frecuentado por seguidores del Atlético de Madrid en el que el propio dueño
del restaurante añade que también acuden seguidores de otros equipos. En este punto,
un día más tarde de lo ocurrido, se iguala a un nivel de tratamiento periodístico, y que
tiene su impacto en el discurso analizado de los comentarios de noticias, a la parte de la
afición agresora y a la parte de la afición agredida, pudiendo tener este suceso en Sevilla
ninguna relación con lo acontecido el día anterior.
2-12-14 ¿Cómo puede prevenir la Policía una batalla campal entre ultras?
En la noticia se obvia mencionar al Frente Atlético y la prevención expuesta en el titular
de la noticia recae en la culpabilización de los miembros de Riazor Blues por contratar
un autobús en la provincia de Lugo, provincia colindante a A Coruña a escasos 100
kilómetros la una de la otra, usar un coche como «lanzadera» para ser prevenidos de
posibles controles policiales y comprar las 100 entradas a través de intermediarios/as
para no alertar a la policía.
3-12-14 El Atlético ha expulsado del club a 46 aficionados en los últimos cinco años
En el artículo se resumen las medidas adoptadas por el club para erradicar a los
violentos de sus gradas. Es importante esta noticia ya que es la primera vez desde el
suceso que en este medio se califica al Frente Atlético como «grupo radical» de manera
indirecta y se aborda la permisividad del club con este colectivo:
«Aunque el Atlético de Madrid no cuenta con un registro oficial de las personas
que integran el Frente Atlético, un portavoz de la entidad explicaba que a partir de
ahora se prohibirá la entrada al Calderón a todas aquellas personas que sean
identificadas por la policía como miembros del grupo radical o por haber
protagonizado altercados violentos… La decisión de expulsar al Frente Atlético,
que se ubica en el Fondo Sur del estadio rojiblanco, pasa también por clausurar el
pequeño almacén con el que contaba en uno de los vomitorios que da acceso a su
grada».
16-12-14 Operación Neptuno detenidos dos presuntos autores del asesinato del
ultra del Deportivo
La noticia es una actualización del curso que está tomando la operación para buscar a
los culpables y a los involucrados en el suceso del día domingo 30 de noviembre. De
esta noticia destaca la línea editorial que dos semanas después sigue manteniendo el
diario.
17-12-14 Ultra Boys y Riazor Blues, enemigos con cuentas pendientes
Dos semanas y media después del suceso, cambia la línea editorial en relación a la
motivación para la pelea entre las dos aficiones. En este caso, pese a no mencionar al
Frente Atlético como radicales, se especula sobre la presencia de Ultra Boys, un
colectivo similar a los gallegos y madrileños, justificándolo con los enfrentamientos
previos con los Riazor Blues. Además, se expone que los madrileños habían tenido
enfrentamientos previos con los Riazor Blues, por lo que varía la línea editorial seguida
en un primer momento, que apuntaba a que no se tendría que considerar un partido de
alto riesgo puesto que no había historial de peleas entre ambas aficiones.
Entendiendo esto, para el análisis del discurso digital en comentarios de noticias de
prensa es necesario hacer un análisis previo del medio de comunicación, su línea
editorial y el acercamiento que hace este medio al fenómeno objeto de estudio, ya que
conforma el contenido discursivo que, muy probablemente, se desarrollará en los
comentarios de noticias. Es decir, si la infraestructura condiciona el género discursivo,
en tanto en cuanto amplifica o delimita determinadas prácticas discursivas, el contenido
de la noticia en la que se realiza el comentario fija en la mayoría de los casos el
acercamiento que hacen los/as usuarios/as a esta noticia, compartiéndola y refutándola
en la mayoría de los casos y justificando la agenda aceptada y promocionada por el
medio de comunicación.
En el caso que se presenta en este artículo, se analiza el periódico ABC en su formato
digital, espacio que permite realizar comentarios por usuarios/as registrados/as y
alojarlos de manera indefinida en cada noticia, si han pasado previamente las normas de
moderación interna2. El corpus de texto que conforma el análisis está compuesto por un
universo de 59 noticias, de las cuales 23 de ellas cuentan con comentarios
potencialmente analizables.
La construcción de la violencia y medios de socialización de masas (copiar y pegar
teoría)
Un acercamiento a la violencia (1-2 páginas como mucho). Def. de Bourdieu sin entrar
en una revisión pormenorizada del tema. No es el objetivo del artículo
La violencia es un fenómeno social presente en el imaginario colectivo de la gran
mayoría de las sociedades. Pero su presencia no oculta la dificultad de su
conceptualización al tratarse de un término polisémico cuyos límites no aparecen
delineados con claridad. Está claro que si alguien le propina una paliza a alguien está
cometiendo un acto violento, pero ¿ocurriría lo mismo si se trata de un azote a un niño
que desobedece a su madre? o ¿de unos vertidos tóxicos que alteran un ecosistema? o
¿de una corrida de toros?
2
En el caso que nos ocupa, al realizarse la extracción de las noticias y los comentarios en estas el 15 de
agosto de 2015 las noticias habían sido inhabilitadas para poder hacer más comentarios y los existentes ya
habían sido moderados o eliminados en algunos casos, por lo que no se hace mención a la importancia de
la moderación.
Lo mismo sucede cuando se considera la violencia, no por sus actos, sino por su
contenido: ¿es dominación o supervivencia?; o por su razón de ser: ¿es instintiva o
cultural?
Quizá la indefinición no provenga tanto del concepto violencia en sí mismo, como de la
dificultad de acotar sus componentes: ¿qué actos se consideran violentos y cuáles no?,
¿qué componentes la integran y cuáles no?, ¿son biológicos o culturales?
En ambos casos, tanto los actos que se consideran violentos como la finalidad de la
violencia responden a construcciones culturales, pues son las sociedades humanas las
que establecen, en cada momento, el significado de un concepto, así como los límites en
los que opera.
Desde esta perspectiva, hay que situar la violencia en un contexto temporal y societario
concreto, ya que la consideración de lo que es y no es fluctúa a medida que lo hace la
sociedad en la que se inserta este fenómeno.
La dificultad de definir el concepto violencia es puesta de manifiesto por diversos
autores (de Haan, 2008; O’Moore, 2006; Imbusch, 2003; Aróstegui, 1994; Baladrón
Pazos, 2004; Imbusch, 2003). El problema viene dado por las múltiples manifestaciones
que la violencia puede adquirir y por las diversas perspectivas de estudio desde la que se
puede enfocar: sociológica, psicológica, clínica, biológica, etc., enfoques que oscilan
entre la consideración de su naturaleza biológica o cultural.
Algunos autores diferencian entre violencia, conflicto y agresividad, atribuyendo la
primera a razones culturales y la última a la naturaleza (Jiménez-Bautista, 2012;
Sanmartín Esplugues, ¿Qué es esa cosa llamada violencia?, 2006; Baladrón Pazos,
2004). El conflicto es la situación de confrontación que se da entre dos o varias
personas; estas personas pueden discutir entre sí y defender argumentos opuestos, es
decir, que su relación es de tu a tu, ya que cada cual puede responder en cada momento,
aún cuando no se llegue a ningún acuerdo; no obstante, el conflicto puede tener como
desenlace un comportamiento agresivo: una persona al sentirse amenazada por otras
durante el desarrollo de un conflicto, puede reaccionar agresivamente. La agresividad
sería la respuesta a una amenaza percibida. Konrad Lorenz, padre de la etología,
considera que la agresividad forma parte del instinto de supervivencia, dando lugar a un
comportamiento que se activa ante un peligro. Se trata de una conducta innata que
forma parte de la naturaleza humana (Sanmartín Esplugues, 2007; Ortega Ruiz & MoraMercha, 1997). Sin embargo, la violencia es fruto de la dominación y conlleva la
imposición, por cualquier medio, de aquello que se desea. A esta violencia se refiere
Rojas Marcos como “agresividad maligna” y la vincula con el proceso de socialización
que comienza en el nacimiento y continúa hasta la adolescencia (Rojas Marcos, 1995).
La violencia se separa de la agresividad a través del concepto “dominación”, ya que La
violencia se centra en relaciones de poder mediadas por el desequilibro o desigualdad,
donde unos buscan, por medio de métodos coercitivos, forzar la voluntad de los demás
con el ánimo de obtener sus propios fines; a diferencia de la agresión, la cual no está
inmersa necesariamente en el ejercicio del poder (Ramírez-López & Arcila-Rodríguez,
2013).
Es el poder, entendido como coacción, lo que da lugar al fenómeno de la violencia
como una forma de mantenimiento de los privilegios que se supone que el poder
dominante ostenta (Baladrón Pazos, 2004; González Calleja, 2000). Se trata de la
violencia simbólica perfectamente descrita por Bourdieu y Passeron (Bourdieu &
Claude-Passeron, 1979). Esto hace de la violencia un concepto relacional, ya que no
puede existir sin una relación entre quien ejerce la dominación y quien es dominado,
pues es necesaria la aceptación sumisa de la situación para que exista violencia
simbólica. Es la violencia simbólica la que se ejerce de forma invisible sin que se
perciba como tal lo que favorece la aceptación de la misma. Como ponen de manifiesto
Mazur & Booth, una buena parte de la dominación no conlleva daños físicos y cita
como ejemplo el caso de los deportes, la competitividad profesional, las elecciones, etc.
(Mazur & Booth, 1998). La separación entre agresividad y violencia da lugar a la
clasificación de la misma desde el punto de vista del impacto en la víctima:
consecuencias físicas o psicológicas.
La dominación da lugar a violencia ya que se trata de una acción encaminada a
conseguir por la fuerza aquello que se desea ocasionando un daño que vulnera los
derechos humanos reconocidos formal y socialmente. Esto es precisamente lo que
separa la violencia de la discriminación (González Calleja, 2000). Sin embargo, la
coacción no se refiere únicamente al uso de la fuerza física aunque se encuentre
frecuentemente asociada a la misma, ya que dejaría fuera otros tipos de violencia, como
la simbólica o la violadora de derechos (Bufacchi, 2005).
La violencia en el fútbol
El fútbol ha estado relacionado con la violencia de un determinado sector de sus
seguidores desde hace varias décadas. El inicio de la relación entre violencia y fútbol ha
tenido inicios distintos en cada país, en función de influencias culturales del propio país,
ajenas al fútbol, e influencias de otros países en los que la relación entre violencia y
fútbol estaba creada a través de una trama de significaciones por parte de los seguidores,
tal como apunta (Spaaij, 2006).
El sector de los seguidores categorizados como “violentos”, se les llama de distintas
formas desde los medios de comunicación y la sociedad española: ultras, hinchas
radicales o hooligans. Pese a señalar a la rama de la afición de un determinado equipo
que es caracterizada como violenta, los términos son diferentes y responden a realidades
culturales distintas.
Estos colectivos socialmente construidos se establecen a través del uso que hacen de la
violencia con el trasfondo del fútbol o su equipo, siendo las acciones que toman de
manera no espontánea y organizada, a diferencia de actos violentos que pueden darse en
espectáculos deportivos por la casuística de reunir en un mismo espacio a una masa de
gente que puede llegar hasta las 99.354 personas en el caso del Camp Nou, estadio
español con más aforo. (Spaaij, 2006) señala que el comportamiento hooligan se
caracteriza por ser violento, organizado y no espontáneo, ejercer la violencia contra
otros fans de fútbol del equipo contrario, vandalismo y ataques a la policía o abusos de
carácter racista a personas ajenas al fútbol, siempre y cuando tengan una orientación
ideológica política más cercana a la derecha que a la izquierda, ya que en este caso
suelen identificarse con ideologías de corte fascista o similares.
Siendo la cultura hooligan la línea principal, existen distintas variaciones locales y
transnacionales, como es el caso de los “ultras” en los países del sur de Europa como
Italia y España o “barras bravas” en Latinoamérica. En el caso español, el momento en
el que llega de forma generalizada la cultura hooligan a las gradas de los estadios de
fútbol es en el mundial de 1982 en el que se observa de primera mano la cultura “ultra”
a través de los seguidores italianos, tal como apunta (Adán Revilla, 1998). Esto, sumado
a una base de aficionados que formaban peñas tiene como resultado a los primeros
ultras de nuestro país, que reflejan lo llevado a cabo en esos años por los ultras italianos,
al ser su ejemplo más notorio y cercano.
Los ultras, a diferencia de hooligans, tienen una organización formal y para financiar los
viajes cuando su equipo juega como visitante fuera de su estadio, venden merchandising
del grupo y llevan a cabo campañas de reclutamiento masivo para engrosar las filas del
grupo para la grada en la que se sitúan a estos por parte de los clubes, que normalmente
suelen ser los fondos (Norte o Sur) de los estadios ya que son las zonas más baratas y se
las ha ido designando como “gradas de animación”.
Una variable clave dentro de los ultras españoles a la hora de explicar rivalidades entre
distintos grupos es la ideología política, que divide y enfrenta a los que no comparten la
misma y sirve como pretexto para llevar a cabo acciones violentas. Esta variable se
complementa y solapa con el sentimiento identitario de nacionalismo nacional y
nacionalismo regional que impera en una lógica de ideología derecha-izquierda.
Podemos agrupar dos ideologías diametralmente opuestas: la ideología fascista y la
ideología antifascista. La primera tiene una fundamentación de derechas, relacionada
con el Nacional Socialismo, la homofobia, la xenofobia, el machismo y el racismo y que
son denominados, como “fachas” o “skinheads”, identificándolos con esta subcultura.
TABLA IX: Normas para ser del Frente Atlético
Fuente: mensaje extraído de la web colchonero.com
En España, los grupos englobados según su ideología fascista (o cercana) son: Ultras
Sur (Real Madrid), Frente Atlético (Atlético de Madrid), Frente Bokerón (Málaga), Jove
Elx (Elche) o Brigadas Blanquiazules (Espanyol) por citar a algunos.
En el lado opuesto, la ideología antifascista es fundamentalmente de ideología de
izquierda, anticapitalista, antirracista y de rechazo del fascismo y el nazismo. Esta
ideología nace como contracultura del fútbol como negocio y como respuesta del
fascismo en las gradas de los estadios de fútbol.
Los grupos englobados según su ideología antifascista (o semejante) en España son:
Biris Norte (Sevilla), Bukaneros (Rayo Vallecano), Celtarras (Celta de Vigo), Riazor
Blues (Deportivo de La Coruña) o Alkor Hooligans (Alcorcón).
Esta diferenciación ideológica sirve como pretexto, además de las rivalidades propias
relacionadas con la historicidad de partidos anteriores, para generar un conflicto entre
“ultras” de distintos equipos y poder ejercer una violencia “justificada” sobre los otros.
Cabe reseñar que, en la medida de lo posible, el uso de la violencia se emplea contra los
“ultras” del otro equipo y no hacia toda la afición rival a la que no atienden y los tachan
de “piperos” o “come pipas” ya que no animan como ellos ni lo viven como ellos,
aunque existan excepciones de ataques violentos de ultras a la afición que no es ultra de
otros equipos.
Pese a la relación directa establecida a nivel social entre “ultra” y “radical” fomentada
por los medios de comunicación, en las gradas de animación en donde se sitúan los
grupos “ultras” se ubican también otros “hinchas” que no tienen nada que ver con el
empleo que hacen otros de la violencia, sino que simplemente acuden al estadio a
animar a su equipo, sin ejercer la violencia física sobre otros individuos y centrándose
en llevar a cabo coreografías y poner en práctica cánticos para animar a su equipo.
Sobre la constitución demográfica de estos grupos, El mundo ultra en España está
constituido fundamentalmente por hombres, con una participación residual de las
mujeres, tal como se desprende de la línea de investigación de Spaaij y el análisis de
vídeos e imágenes de ultras dentro y fuera de los estadios colgados en la plataforma de
vídeos de Streaming de Google, Youtube. La escasa participación de mujeres se debe a
un ambiente marcadamente machista y violento en sus formas, como el uso de banderas
y cánticos que atentan contra la dignidad de la mujer en la mayoría de los casos. Entre
las propias consignas de estos grupos se señala en multitud de ocasiones el ser machista
como requisito. Como ejemplo de esta actitud machista, está el cántico en las gradas del
estadio Benito Villamarín, estadio del Betis, por parte del grupo ultra sobre las
denuncias que recaían sobre un jugador bético por agresión a su expareja:
”Rubén Castro, Alé, Rubén Castro Alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien”
Fuente:
extraído
de
El
País,
25
febrero
de
2015:
http://deportes.elpais.com/deportes/2015/02/25/actualidad/1424861957_540491.html
Este rasgo machista en los grupos ultras, está fundamentado en lo que (Spaaij, 2006)
considera como la construcción de una fuerte masculinidad patriarcal, basándose en un
comportamiento hiper heterosexista masculino en el que se ejerce un intento de
dominación sobre el otro grupo, tratado como subordinado a este con acusaciones sobre
su orientación sexual homosexual.
Fuente: extraído de un vídeo de pelea entre Riazor Blues y Frente Atlético el 30 de
noviembre de 2014: https://www.youtube.com/watch?v=jJ7Y0NKFqiY
En este contexto masculino en el que la mujer no ha participado históricamente, en la
actualidad la visibilidad de éstas suele ser como la pareja de otro ultra que la introduce
en la cultura, tal como señaló en su tesis doctoral en el año 1997 Adán Revira:
“casi el 30% de los varones encuestados realizan algún comentario despectivo, y
sugieren que las mujeres no acuden al fondo “porque son tontas”, “porque son vikingas”
(madridistas), o “sí que vienen, y sobran todas, porque son las novias de los ultras”
(Adán Revilla, 1998, p. 118)
Hay que tener en cuenta que la masculinidad patriarcal se construye en negativo: un
hombre es una “no mujer” desde una perspectiva de superioridad. Ello significa que
todo lo que rodea al mundo femenino va a ser denostado e infravalorado, lo que se
traduce en un rechazo en los espacios que los hombres consideran “propios”.
Consenso y disenso en los comentarios de noticias
La infraestructura ofrecida en los foros de noticias facilita un análisis del discurso
enfocado en buscar el disenso para la construcción del discurso. Es decir, es más fácil
percibir en qué están de acuerdo los miembros de una comunidad que ver en qué no
están de acuerdo. El análisis de los comentarios de noticias, haciendo un símil con
análisis de textos producidos con técnicas de investigación convencionales en las
Ciencias Sociales, estaría más cerca del grupo triangular que del grupo de discusión. En
los foros de noticias las opiniones se radicalizan para exponer argumentos que, en otros
espacios, es muy probable que no se diesen. Para entender esto, solo falta con introducir
en el análisis la valoración positiva o negativa de cada comentario y las posibles
respuestas a este. A continuación se presentan las principales dimensiones que
conforma el discurso de la construcción de la violencia en relación al fútbol como
deporte de masas. El ejemplo que continúa ha sido extraído de una noticia con 132
comentarios en los que se dan las tres dimensiones de manera clara al tratarse de la
noticia que se mantuvo actualizada durante más de dos días informando sobre el
fallecimiento de «Jimmy».
A través del análisis del disenso se han identificado tres grandes dimensiones que
vertebran el discurso en torno a la construcción de la violencia en el deporte de masas
por parte de la opinión pública. Estas tres dimensiones, con un peso muy diferenciado,
se constituirían por la tolerancia a la violencia, la intolerancia a la violencia y la
indiferencia. Estas tres dimensiones se dividen en subtemas en relación con la
percepción del suceso que tienen y el discurso que se construye en torno a la versión del
suceso que construyen como hecho social.
Dimensión de la tolerancia de la violencia
La dimensión que compone la construcción del discurso de la violencia en el deporte de
masas que tolera esta violencia, la acepta siempre y cuando esta violencia sea hacia los
perpetradores de esta.
Captura de pantalla I
Fuente: extraído de noticia Un muerto en una batalla campal entre radicales de Atlético
y Deportivo (30-11-2014 a 2-12-2014)
Se traspasa el acto violento de un actor hacia otro siempre y cuando la violencia venga
motivada por intentar erradicar la violencia. Una metáfora recurrente en este y en otros
espacios analizados es la posibilidad de encerrar en un recinto cerrado sin posibilidad de
escapatoria a todos los perpetradores de la violencia relacionada con el mundo del
fútbol para que se maten entre ellos, aludiendo a la idea de que el fuego se apaga con
más fuego. Esta dimensión discursiva parte de una premisa en la construcción del hecho
social que sirve como disparador del discurso tolerante. Dicho disparador se trata de
aceptar como real la versión planteada por los medios de comunicación de que lo
ocurrido fue de mutuo acuerdo y que existía predisposición por ambas partes para
ejercer la violencia hacia el otro bando. Es decir, se tolera la violencia cuando el agresor
y el agredido tienen el mismo status quo como empleadores de la violencia y el resto de
la sociedad no.
La tolerancia de la violencia también se percibe a través de la aceptación como un mal
menor de que una parte de la sociedad, los calificados como radicales/ultras por los
medios de comunicación, ejerza la violencia siempre y cuando exista una manera de
controlarlos y que no tengan el rol de agredidos algún actor ajeno a esta posición de
poder que ejercen entre ellos estos grupos. Es decir, siempre y cuando se mantenga este
equilibrio de poder entre sociedad y radicales/ultras en el que la violencia no es ejercida
hacia la sociedad.
En la captura de pantalla I, diez miembros de la comunidad valoraron positivamente el
comentario frente a dos que lo valoraron negativamente. Esto permite comprobar qué es
lo socialmente aceptado dentro de la comunidad, para hablar de la normalidad
durkheniana e integrarlo en el análisis. Cuando esto ocurre en el análisis, se presenta un
consenso que no necesita ninguna réplica o en donde las replicas son para afirmar con
rotundidad lo expuesto. En la captura de pantalla II, la réplica consta de una afirmación
que reafirma el primer aporte del usuario «Neemias», sin aportar información o
discusión añadida. Simplemente reafirma un postulado que es sobradamente aceptado
por la comunidad y que se entiende como normalidad.
Captura de pantalla II
Fuente: extraído de noticia Un muerto en una batalla campal entre radicales de Atlético
y Deportivo (30-11-2014 a 2-12-2014)
Dimensión de la intolerancia de la violencia
La intolerancia de la violencia viene motivada por un rechazo, en alguno de los puntos,
del hecho social narrado por los medios de comunicación, en relación en la mayoría de
los casos, a la construcción que hicieron en un primer momento de un acuerdo entre los
dos colectivos para verse en un determinado punto y ejercer la violencia los unos contra
los otros. Partiendo de este punto del hecho social de los medios de comunicación, la
construcción posterior se posiciona en torno a sancionar al perpetrador, en este caso el
Frente Atlético, y no tanto al perpetrado, Riazor Blues, por lo sucedido.
Captura de pantalla III
Fuente: extraído de noticia Un muerto en una batalla campal entre radicales de Atlético
y Deportivo (30-11-2014 a 2-12-2014)
En la captura de pantalla III, el usuario «Mariushispalensis» expone que es la segunda
vez en el que un aficionado muere en Madrid y que en las dos ocasiones se culpó a la
afición visitante. La intolerancia a la violencia se muestra como rechazo a los
perpetradores, aunque se ignora la posible responsabilidad que pudieran o pudiesen
tener el colectivo de los Riazor Blues. La respuesta de «Ceslord» habla desde el punto
de vista de lo percibido como la normalidad dentro de la comunidad. Su respuesta a este
comentario es para rechazar abiertamente lo expuesto por «Mariushispalensis»,
argumentando la quedada entre las dos aficiones y que la posibilidad de la muerte de un
aficionado estaba en los dos lados de los colectivos, aunque en este caso el fallecido
fuese de la afición visitante. Por otro lado, se expone la problemática metodológica de
la mezcla de varios temas en un comentario para analizar la valoración que hace la
comunidad de este, ya que introduce el tema de la diferenciación del fútbol al ejercicio
de la violencia por parte de estos grupos y, además, expande este tema a la expulsión de
todas las aficiones violentas de todos los estadios. La valoración de la comunidad del
primer comentario es de dos valoraciones positivas y siete negativas, mientras que la
réplica de «Ceslord» tiene una valoración positiva de cuatro miembros de la comunidad
y una valoración negativa de dos miembros de la comunidad, algo que encaja con la
valoración de dos usuarios positiva del primer comentario. Integrando al análisis del
discurso la infraestructura, se extrae que la comunidad se inclina hacia la construcción
de la violencia desde una dimensión más tolerante, contra quien es perpetrador.
Por otro lado, relacionado con la línea editorial de ABC y el perfil de lector/a,
marcadamente de ideología más cercana a la derecha, la relación entre lo acontecido y
la culpabilización de la situación política sirve como resorte para detectar una
argumentación de aceptación de lo ocurrido. En este caso, esta aceptación de la
violencia como consecuencia de la situación política no se ha tenido en cuenta como
categoría de análisis en este medio ya que la propia línea y comunidad rechazaban y
dejaban fuera de la normalidad de la comunidad esta dimensión discursiva, tal como se
muestra en la captura de pantalla IV en la que las réplicas al primer comentario
culpabilizando al gobierno de lo ocurrido tras sus políticas es tratado con sátira por
los/as usuarios/as y recibiendo 14 valoraciones negativas y 0 positivas.
Captura de pantalla IV
Fuente: extraído de noticia Un muerto en una batalla campal entre radicales de Atlético
y Deportivo (30-11-2014 a 2-12-2014)
Dimensión de la indiferencia
La dimensión de la indiferencia ante la violencia se construye a través del hecho social
de justificación de la importancia que tenía el fallecido, «Jimmy», en la sociedad. Al
describirlo en las noticias como una persona con antecedentes y que tenía pareja e hijos
suavizan la indiferencia y aceptación a través del merecer una respuesta a sus actos. La
indiferencia es una dimensión conformada por la propia aceptación como represalia a
las acciones llevadas a cabo, y no deja de ser un híbrido de no estar interesado/a en el
tema en cuestión, pese a comentar en la noticia, y la tolerancia de la violencia.
Captura de pantalla V
Fuente: extraído de noticia Un muerto en una batalla campal entre radicales de Atlético
y Deportivo (30-11-2014 a 2-12-2014)
La indiferencia, al ser una dimensión más cercana a la tolerancia, es aceptada por la
comunidad. En otros espacios comunicativos esta sería la normalidad, pero la
infraestructura y la línea editorial seguida, así como sus lectores/as, favorece la
postulación de discursos más radicalizados, de ahí que la propuesta de análisis busque
más el disenso que el consenso en los planteamientos analíticos al ser más fácilmente
perceptibles.
Conclusiones
En el artículo se ha llevado a cabo un repaso a la tradición de análisis del discurso
digital y los pilares sobre los que se sustenta nuestra propuesta a través de un caso
práctico de análisis, siendo este artículo más de carácter pedagógico/divulgativo de las
posibilidades inexploradas de este tipo de análisis que de aportar un avance en el
acercamiento del análisis del discurso digital.
Tal como se ha explicado a lo largo del análisis, existen una serie de requisitos para
llevar a cabo este tipo de análisis:
a) Es necesario tratar un tema que genere un volumen de texto elevado para tener
material suficiente de cara al análisis.
b) La cristalización de los discursos es requisito previo para poder llevar a cabo
este tipo de análisis, ya que a diferencia de técnicas de extracción de
información fuera del contexto, se necesita que los actores se posicionen de
manera clara al no poder preguntar por matices o aclaraciones, a no ser que se
trate de una técnica que involucre la participación del/la investigador/a como la
etnografía.
c) Al trabajar con discursos cristalizados en los que el anonimato o, al menos, el
desconocimiento de la identidad de las personas y/o su huella digital es la
normalidad, la radicalización de determinados posicionamientos hace necesaria
la búsqueda de disenso entre los actores, ya que ver qué diferencias hay entre
discursos es más fácil, y a veces la única posibilidad, que ver los posibles
consensos que podrían surgir entre actores.
d) La importancia de la infraestructura condiciona el análisis. Este punto es, quizá,
el más controvertido y el más importante. Cada infraestructura favorece
determinados tipos de análisis y empobrece otros. El análisis del discurso digital
tiene que valerse de estas nuevas posibilidades para integrar conceptos de teoría
sociológica que permiten extraer conclusiones, tal como se presentó en este caso
el uso de la valoración de las intervenciones en los comentarios para validar qué
se entendía como normalidad y aceptado socialmente por la comunidad y qué
no.
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