XII Congreso Español de Sociología Gijón, 30 junio y 1 y 2 de julio de 2016 Ponencia para el Grupo de Trabajo 8 (Sociología Política) Coordinador: Prof. Miguel Caínzos López AUTORAS: Ariadna Rodríguez Teijeiro (Facultad de Sociología. Universidad de A Coruña) y Laura Román Masedo (Facultad de Sociología. Universidad de A Coruña) TITULO DEL TRABAJO: “La percepción social de la corrupción política: repertorios discursivos predominantes”. 1. Introducción. Este trabajo tiene un contenido claramente experimental. A diferencia de los análisis mejor conocidos sobre la corrupción y su percepción en España, su objetivo no ha sido comparar los resultados que las fuentes tradicionales (mediciones objetivas, mediciones de percepción y encuestas de victimización) arrojan para nuestro país. Hemos querido utilizar una técnica tan poco habitual para analizar este fenómeno como son los grupos de discusión con el objeto de calibrar hasta qué punto dicha técnica pudiera ser de alguna utilidad para el propósito de medir la percepción de la corrupción en nuestro país. El único antecedente que conocemos es un estudio que el CIS (2863) publicado en 2011 del que apenas disponemos de una breve nota de investigación y un somero análisis de resultados. Este trabajo, por tanto, no es producto de una investigación terminada. Contiene el avance de un análisis cualitativo basado en el análisis del discurso producido en 4 Grupos de Discusión y 4 Focus Group realizados en el año 2015 en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Galicia. 2. La corrupción política en España: los métodos habituales (y no tanto) de medición. “Carecemos en España de una serie consistente de indicadores sobre el problema de la corrupción política”. Esta rotunda afirmación de Fernando Jiménez y Manuel Villoria (2009:169) puede explicar a su vez la escasez de investigaciones sobre el tema en 1 nuestro país, aunque no será por las numerosas aportaciones de ambos autores al mejor conocimiento de este asunto. No obstante, y además de su calidad de “actividad delictiva” y “práctica social oculta” (Jiménez y Villoria, 2009:169), otros factores contribuyen a las dificultades para analizar este fenómeno. Como cualquier otro problema público el de la corrupción es una construcción social. Sin embargo, a diferencia de otros asuntos que entran en la agenda pública, a la construcción social de este problema contribuyen un número de actores y factores que confieren al tema el carácter multidisciplinar que lo define de manera integral. Cualquiera que se haya enfrentado al análisis de la corrupción política en España (y suponemos que en cualquier otro sitio) sabe a lo que nos referimos. Porque a las distintas cuestiones que se plantean alrededor del “problema corrupción” pueden responder autoridades procedentes de las especialidades académicas más dispares y también individuos oriundos del proceloso (o flemático, según los casos) universo de “la política”. ¿Qué es la corrupción? ¿Cuáles son sus causas? ¿Cuánto cuesta la corrupción política? ¿Cuántos y cuáles son los delitos de corrupción en tal o cual país? ¿Cómo se utiliza la corrupción (real o presunta) como arma arrojadiza contra los adversarios políticos? ¿Qué número de ejemplares (o visitas a la edición digital de tal o cual periódico) se venden si en la portada aparece un caso de corrupción política? Así, y a diferencia de otros problemas sociales, el de la corrupción se construye con las aportaciones de aquellos que la interpretan como un objeto de estudio, con las de aquellos que manosean y manipulan (en la primera de sus acepciones – que nadie piense mal) los datos y los casos, e incluso con las de aquellos que son potencial o ciertamente corruptos. Filósofos, juristas, científicos sociales, economistas, periodistas, políticos en activo (o no), partidos políticos (en tanto actores políticos colectivos), grupos de presión… aquí todo el mundo tiene algo que decir sobre qué es la corrupción y cuánta corrupción hay en el país. De manera que, así las cosas, la tarea de medir cuantitativamente la corrupción se revela como misión casi imposible. Medir ¿qué? ¿Cuánta corrupción exactamente de qué tipo (grand o petty, moral o legal, ocasional o endémica, individual u organizada)? ¿Cuántos casos? ¿Cuantos políticos implicados? ¿Cuántos funcionarios? ¿Cuántos condenados? ¿Cuántos en prisión preventiva? ¿Cuántas diligencias abiertas? ¿Cuántas cerradas? ¿Cuántas portadas de periódico? ¿Cuánto dinero del erario público desviado? No queremos decir que todas estas preguntas nos conduzcan irremediablemente a un callejón sin salida en la tarea de medir cuantitativamente la corrupción en un país. Es obvio que existen datos objetivos para hacerlo, principalmente si lo que queremos saber 2 es el número de actuaciones judiciales o policiales relacionadas con la corrupción (casos abiertos, investigaciones en marcha, sentencias firmes, número de acusaciones o de condenas, etc.). El problema es que ni siquiera las estadísticas oficiales proceden de una misma fuente, lo que dificulta de nuevo el cómputo de los totales. En el caso de España, esos datos proceden de distintas instancias como la Fiscalía General del Estado, la propia Fiscalía Anticorrupción, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, la Unidad contra los Delitos Económicos y Financieros (UDEF) del Cuerpo Nacional de Policía o el propio Ministerio del Interior (Villoria y Jiménez, 2012a:16 y ss.). Así, las dificultades para componer los totales con datos procedentes de distintas fuentes que además utilizan sus propios métodos de cálculo, nos conduce irremediablemente a manejar datos “objetivos” parciales que sólo pueden ofrecernos una imagen incompleta de cuánta corrupción hay en España. Por último, los obstáculos para responder la pregunta “a partir de qué número de casos debe dispararse la alarma, tomándose la lucha anticorrupción como prioridad nacional y empezando a implantar medidas drásticas” (Villoria y Jiménez, 2012a:21 y ss.), no hacen sino incidir en el dudoso valor científico (que no judicial o político) de los métodos que pretenden despejar la duda de cuánta corrupción hay en España. Dadas las dificultades anteriores, la mayoría de las “mediciones” que se manejan, tanto fuera como dentro de España, no son en realidad las que se refieren a “cuánta corrupción hay”, como las relativas a “cuánta percepción del grado de corrupción hay”. En este sentido, dos son las herramientas de uso más habitual de las que disponemos para analizar el fenómeno de la corrupción. En primer lugar, podemos valernos de las encuestas de percepción, bien a expertos y analistas (como es el caso de las encuestas de Transparencia Internacional o del Banco Mundial), bien a la ciudadanía en general (como son los Eurobarómetros publicados por la Comisión Europea o los barómetros del CIS en España). En ambos casos estamos frente a encuestas de opinión de cuyos déficits han dado cuenta diversos autores tanto dentro como fuera de nuestro país (Villoria y Jiménez, 2012a y 2012b ; Treisman, 2007). Dichos déficits, sin embargo, pueden ser obviados por tres motivos: 1º) porque conocer lo que la gente piensa y siente sobre el fenómeno de la corrupción y cómo lo evalúa es científicamente tan importante como conocer otras actitudes de la ciudadanía hacia cuestiones tales como la legitimidad de un régimen político o el papel del individuo en la política; 2º) porque desde el momento en que el problema de la 3 corrupción política es una construcción social, es fundamental conocer lo que los ciudadanos (expertos en particular y ciudadanos en general) tienen que aportar a la explicación del fenómeno; y 3º) porque como sostiene Leslie Holmes, “perception is a form of reality anyway” (Holmes, 2015: 41). En segundo lugar, podemos utilizar las llamadas las llamadas “experiential surveys” o encuestas de victimización. En este caso, ya no se pregunta a los ciudadanos sobre sus percepciones del fenómeno de la corrupción (actitudes), sino sobre sus experiencias concretas en actos que son claramente corruptos (como pagar un soborno a un funcionario público). La propia Transparencia Internacional lleva a cabo este tipo de encuestas desde el año 2003 en su Global Corruption Barometer que, a diferencia del Índice de Transparencia de la misma organización, utiliza datos propios encargando el trabajo de campo a institutos de opinión en los países en los que se lleva a cabo la investigación. Pero, ¿son los anteriores los únicos métodos para medir la corrupción o el grado de percepción de la misma? No. Leslie Holmes (2015) recoge otras técnicas de naturaleza claramente minoritaria que también se vienen utilizando para medir el grado de corrupción o percepción de la misma en distintos contextos, si bien de manera excepcional: 1º) Tracking surveys1. 2º) Método Delphi. 3º) Entrevistas. 4º) Análisis de contenido de los medios de comunicación. 5º) Experimentos de campo y laboratorio. 5º) Enfoque proxy2. 6º) Grupos de discusión. Las razones para utilizar o no estos métodos poco habituales son diversas y no es objetivo de este trabajo entrar en este debate. Tampoco estamos en condiciones de ofrecer por el momento comparaciones entre nuestros resultados y los presentados por otras investigaciones basadas en los métodos habituales de medición de la corrupción. Como adelantamos en la Introducción de este trabajo nos limitamos a continuación a facilitar los resultados de un análisis preliminar ofrecido por un método poco habitual para abordar la investigación de este asunto, como son los grupos de discusión. 1 Estas encuestas de seguimiento son utilizadas principalmente por el Banco Mundial con el objeto de conocer el destino de los fondos provistos por esta institución en países en vías de desarrollo (fondos con alguna frecuencia desviados de sus propósitos originales). Se trata principalmente de averiguar cómo se invierten dichos fondos en actividades de carácter social (educación, salud, etc…) que no sólo suministran estadísticas sobre el uso del dinero del Banco Mundial en dichos países, sino que además arrojan buenos resultados tanto para medir, como para “corregir” los casos de corrupción. 2 Utilizado por la organización Global Integrity, se trata de un modo indirecto de medición de los niveles de corrupción en un determinado país mediante el análisis de las medidas que en él se toman (y se implementan) en la lucha contra este fenómeno. 4 3. Metodología y material empírico. La corrupción política constituye uno de los asuntos de mayor actualidad y preocupación en nuestro país, tal y como se desprende de los últimos Barómetros del CIS que la sitúa como el segundo problema de España por detrás del paro. En este contexto, las opiniones y la percepción social existente en torno a la naturaleza de este fenómeno, de sus posibles causas e implicaciones constituyen los principales objetivos específicos del presente análisis. Desde el punto de vista metodológico, se abordarán tales cuestiones a partir del análisis del discurso producido en 4 Grupos de Discusión y 4 Focus Group realizados en distintos puntos de la Comunidad Autónoma gallega a lo largo del año 2015, cuyas características, lugares y fechas de realización se recogen en el Cuadro 1.3 Cuadro 1: Fechas, lugares de realización y composición de los Grupos de Discusión y Focus Group Fecha Grupo Discusión Nº 1 25_06_2015 Grupo Discusión Nº 2 29_06_2015 Grupo Discusión Nº 3 30_06_2015 Grupo Discusión Nº 4 06_07_2015 Lugar A Coruña Composición Número de participantes: 6 Perfil de los participantes del grupo: Población de 30 a 50 años, hombres y mujeres en proporción similar, nivel de estudios medios y superiores, empleados y nivel de ingresos medios y altos, preferentemente. Lugo Número de participantes: 7 Perfil de los participantes del grupo: Población de 30 a 50 años, hombres y mujeres en proporción similar, nivel de estudios medios y altos, empleados y nivel de ingresos medios y altos. Monforte de Lemos (Lugo) Número de participantes: 7 A Estrada (Pontevedra) Número de participantes: 6 Perfil de los participantes del grupo: Población de 50 a 70 años, hombres y mujeres en proporción similar, nivel de estudios primarios, empleados, jubilados y pensionistas y nivel de ingresos bajos y medios. Perfil de los participantes del grupo: Población de 50 a 70 años, hombres y mujeres en proporción similar, nivel de estudios primarios y medios, empleados, parados, jubilados y pensionistas y nivel de ingresos bajos y medios 3 Dicho material empírico procede de la investigación “Análisis sociológico de Galicia” realizada en el marco del contrato de asistencia técnica (art. 83) suscrito entre Abanca y la Fundación Universidad de A Coruña en agosto de 2015. 5 Focus Group Nº 1 Focus Group Nº 2 Focus Group Nº 3 10_09_2015 11_09_2015 14_09_2015 Vigo (Pontevedra) Número de participantes: 7 Ferrol (A Coruña) Número de participantes: 7 Villalba (Lugo) Número de participantes: 7 Perfil de los participantes del grupo: Población de 30 a 50 años, hombres y mujeres en proporción similar, nivel de estudios medios y superiores, empleados y nivel de ingresos medios y altos, preferentemente. Perfil de los participantes del grupo: Hombres y mujeres en proporción similar entre 30 y 50 años nivel de estudios medios y superiores, empleados y nivel de ingresos medios y altos, preferentemente. Perfil de los participantes del grupo: Población de 50 a 70 años, hombres y mujeres en proporción similar, nivel de estudios primarios, empleados, jubilados y pensionistas y nivel de ingresos bajos y medios. Focus Group Nº 4 15_09_2015 Noia (A Coruña) Número de participantes: 7 Perfil de los participantes del grupo: Población de 20 a 40 años, hombres y mujeres en proporción similar, nivel de estudios primarios y medios, empleados y parados y nivel de ingresos bajos y medios, preferentemente. Fuente: Elaboración propia. Respecto al modo de abordar el análisis del discurso producido por los diferentes participantes en los GD, cabe decir que nos hemos adentrado en su análisis siguiendo dos fases diferenciadas: (1) una primera tarea de análisis consistente en la descomposición analítica del texto en unidades básicas de significación, es decir, detectar y analizar las diferentes opiniones vertidas en relación a cuestiones específicas relativas a nuestro objeto de investigación. (2) y en segundo lugar, un análisis más general de la dinámica del texto, es decir, del sentido global y general del mismo. Por último, señalar que analizaremos las posiciones discursivas contenidas en el texto producido en los GD y FG atendiendo a las formas expresivas empleadas por los interlocutores, a sus giros expresivos, a su forma de abordar los distintos temas en cuestión, de rebatir o apoyar las opiniones mayoritarias, de qué modo se establecen los diálogos y desde qué punto de vista emiten sus opiniones. 6 Asimismo, hemos atendido a los movimientos emocionales de los participantes así como a las posibles derivas discursivas concebidas como posibles cambios de opinión respecto a los distintos temas y espacios semánticos planteados por los participantes. En la exposición de nuestro análisis y resultados de investigación se incluirán fragmentos del discurso o verbatims que ponen de manifiesto las diferentes opiniones y puntos de vista emitidos por los distintos participantes, reflejando además en su contenido las posibles huellas lingüísticas que dan cuenta del origen y el perfil social de los participantes que los emite. 4. Análisis y resultados de investigación. Antes de comenzar a exponer los resultados de investigación conviene explicitar que existen tres niveles de análisis del discurso producido por los participantes en los GD y FG en los que nos basamos siguiendo a Conde (2009) y en torno a los que presentaremos nuestros resultados de investigación: 1. el análisis de los repertorios discursivos, 2. la descripción de las configuraciones narrativas y 3. el planteamiento de los espacios semánticos. 1. ANÁLISIS DE LOS REPERTORIOS DISCURSIVOS Existen en el corpus del texto de investigación una serie de repertorios discursivos relativos a los diferentes aspectos que constituyen los temas objeto de estudio de nuestro análisis. A saber: 1. Percepción de la corrupción en general. 2. Opiniones sobre los posibles factores causantes de la corrupción. 3. Identificación de las posibles consecuencias e implicaciones. Para analizarlos, identificamos en primer lugar los distintos sectores del grupo, el bloque o fracción ideológica en la que se ubican, para llegar, finalmante, a establecer las diferentes posiciones y repertorios discursivos que mantienen cada uno de ellos respecto a los diferentes ámbitos analíticos señalados. 7 2. DESCRIPCIÓN DE LAS CONFIGURACIONES NARRATIVAS A continuación atendemos a las configuraciones narrativas de los distintos discursos consideradas como la trama que organiza el discurso y la relación que se establece entre unos discursos y otros. Se trata de averiguar y analizar lo que está en juego cuando se habla y qué se quiere decir realmente con lo que se dice. Es decir, los hilos conductores que vertebran el discurso y que dan estructura a las diferentes opiniones o posiciones discursivas. En concreto, las configuraciones narrativas deben cumplir dos condiciones: 1. responder a la coherencia interna de los textos; y 2. conectar el sentido del texto con el contexto social de su producción, así como con los objetivos de la investigación. Se trata, en definitiva, de detectar los ejes multidimensionales que estructuran el contenido de los textos discursivos, la trama interna de lo que se dice y de lo que se quiere decir, y de buscar las consideraciones u opiniones organizadoras del debate que se establece en los GD y FG realizados. 3. PLANTEAMIENTO DE LOS ESPACIOS SEMÁNTICOS Todo ello para llegar finalmente a la delimitación de los posibles espacios semánticos contenidos en el corpus de los textos de investigación. Es decir, el análisis y estructuración del concepto del que se habla y de cómo se organizan las relaciones y posibles asociaciones que hacen los participantes de los elementos de su debate y diálogo. Esas asociaciones pueden venir dadas por las significaciones compartidas entre unas manifestaciones y otras o bien por su proximidad semántica. En definitiva, se trata de detectar cuáles son los hilos argumentales que desarrolla cada grupo para adentrarse en el tema que nos ocupa el cual puede surgir de manera espontánea o haber sido planteado por el propio investigador durante la dinámica grupal. 8 REPERTORIOS PREDOMINANTES EN EL CONTENIDO DE LOS GRUPOS DE DISCUSIÓN Y FOCUS GROUPS La corrupción está de trasfondo en casi todos los temas, aunque no se aluda de manera directa y explícita. Eso indica hasta qué punto se ha situado en el subconsciente colectivo. No es necesario preguntar por ella de manera directa sino que surge de manera espontánea ahondando de manera bastante profusa en ella y relacionándola con diferentes cuestiones de índole sociopolítico a nivel nacional. En concreto, se pone en relación desde el punto de vista discursivo –y creeemos de manera palpable desde el punto de vista de la percepción individual- con diferentes ámbitos. Basándonos en los discursos predominantes en los GD y FG realizados en relación a los casos de corrupción podríamos decir que nuestro tema de investigación es un problema multidimensional. En concreto, se constata la vinculación de la corrupción en términos generales con aspectos relativos al ámbito económico tales como: a) la crisis económica y b) la gestión de la misma; con el ámbito político: a) el poder y b) funcionamiento interno de los partidos políticos; con el ámbito institucional: a) el concepto de democracia y b) el posible cambio político; así como con el ámbito social: a) percepción de la población y b) distancia y desafección con la política. Cuadro 2: Dimensiones vinculadas con la corrupción contenidas en el discurso emitido en los GD y FG Poder político Partidos políticos Gestión crisis Crisis económica a CORRUPCIÓN Percepción población Concepto democracia Cambio político Distancia y desafección Fuente: Elaboración propia. 9 1. En primer lugar, respecto al Ámbito Económico se desprenden de las opiniones y percepciones vertidas en los GD y FG realizados los siguientes repertorios discursivos: 1.A. GESTIÓN DE LA CRISIS Y GESTIÓN DE LA CORRUPCIÓN Se confunde/equipara la gestión de la crisis con la gestión de la corrupción. Es decir, se alude a ella en los mismos términos de mala gestión por parte del responsable del partido de Mariano Rajoy al que aluden –véase fragmento discursivo correspondiente o verbatim- como presidente del Gobierno, lo cual demuestra cierta confusión de roles como presidente de un partido y como presidente del Gobierno de España. En esa asociación que manfiestan de manera inconsciente algunos participantes entre el rol de presidente del Gobierno y el rol de presidente del partido se equipara la “mala” gestión de la crisis con la “deficiente” gestión de la corrupción por parte del PP. Los participantes se muestran firmes y duros a la hora de criticar lo que consideran como una falta de respuesta y de contundencia por parte del Partido Popular ante los casos de corrupción. No es así –o al menos no en la misma medida- con los casos de corrupción de otros partidos, en concreto, con aquellos protagonizados por miembros o dirigentes del PSOE. En definitiva, parece denotarse en algunos sectores de participantes que se inflinge un mayor castigo al PP por los casos de corrupción debido al hecho de que sea el partido del gobierno. Habiendo analizado las diferentes posiciones discursivas a este respecto podemos plantear diferentes espacios semánticos en los que se condensan, a nuestro juicio, las principales percepciones –por mayoritarias en los GD y FG realizados- respecto a la corrupción política y, en concreto, hacia su gestión. Crisis económica Presidencia Presidencia Gobierno Partido Corrupción Gráfico 1. Representación de los ejes vertebradores y de los espacios discursivos contenidos en el corpus del texto de los GD y FG 10 Así, los ejes discursivos que vertebran el discurso y sus configuraciones narrativas son los siguientes: Eje 1: Un correspondiente a los diferentes roles como presidente de un partido y como presidente del Gobierno. Eje 2: Un segundo eje discursivo correspondiente al concepto de gestión que oscila desde la gestión de la crisis económica hasta la gestión de la corrupción. En este caso podemos decir que la corrupción invade los cuatro espacios semánticos resultantes del cruce de ambos ejes discursivos. 1.B. CRISIS ECONÓMICA Y CORRUPCIÓN Cuando se habla sobre los posibles culpables de la crisis económica se señala 1. a los políticos avariciosos que despilfarran y se enriquecen; y 2. a los numerosos casos de corrupción: “Las arcas están vacías por los que roban” (GD Nº2). Respecto al ámbito anterior, un segundo cruce de configuraciones narrativas entre el Eje 1 de crisis-corrupción, se combina con el Eje vertebrador 2 correspondiente a los que se señalan como posibles culpables de la situación de crisis económica, a saber, políticos y corrupción. 2. Respecto al Ámbito Político podemos destacar a partir del discurso contenido en los GD y FG realizados los siguientes repertorios discursivos: 2.A. PODER Y CORRUPCIÓN Entre un sector importante de los participantes se denota la idea de poder=corrupción; es decir, la consideración de que los políticos “cuando llegan al poder se corrompen” (GD Nº 3); según plantean “cambian su discurso”. 2.B. PARTIDOS POLÍTICOS Y CORRUPCIÓN Otra idea contenida en el discurso manifestado en nuestro material empirico es la de que los políticos están “todos metidos en el mismo saco de la corrupción”, tanto los de un partido como los otros. Es por ello por lo que “no cortan por lo sano con la corrupción” porque “se quedarían sin partido” (FG Nº 2). 11 En este sentido, podemos decir que existe una algo grado de corrupción percibida entre la población objeto de nuestro estudio, frente a opiniones expertas y estudios previos que plantean que las cifras sobre percepción de la corrupción se encuentran sobredimensionadas a causa de una lucha más eficaz contra la misma y de los efectos causados por los medios de comunicación (Villoria y Jiménez en Torres, 2015). Lejos del hecho constatado en las cifras de victimización y de la Fiscalía General del Estado de que la corrupción en nuestro país no es sistémica ni generalizada, en este caso, la corrupción es considerada como un mal endémico de nuestro sistema político en general y de los políticos en particular. Asimismo, se denuncia de manera reiterada en distintos grupos y por parte de diferentes perfiles de participantes la permisividad y connivencia existente dentro de los partidos políticos hacia los casos internos de corrupción. En general, la imagen de los políticos se encuentra desvirtuada desde el punto de vista de la población analizada. Así, cuando se habla de las posibles causas de la corrupción se plantean diferentes posiciones discursivas que nos llevan a plantear los siguientes espacios semánticos: Ciudadanos PERMISIVIDAD MAL ENDÉMICO Sistema Políticos LEY LAXA CONNIVENCIA Justicia Gráfico 2. Representación de los ejes vertebradores y de los espacios discursivos contenidos en el corpus del texto de los GD y FG El cruce de ambos ejes vertebradores del discurso contenido en los GD y FG sobre los posibles culpables de la existencia de corrupción y su nivel de afectación da como resultado cuatro espacios semánticos (en adelante ES) en los que se condensan diferentes visiones de la corrupción: 12 ES 1: Un primer espacio semántico en el que los ciudadanos sitúan la corrupción política como un MAL ENDÉMICO de nuestro sistema. ES 2: Un segundo espacio discursivo en el que se señala como culpable del grado de corrupción existente (percibida) a la justicia por imponer una LEY LAXA con los casos de corrupción. ES 3: Un tercer espacio en el que se sitúa la percepción de que existe cierta CONNIVENCIA entre los políticos y la justicia en nuestro país. ES 4: Y por último, un cuarto espacio en el que se ubica el discurso que denuncia la existencia de una notable PERMISIVIDAD por parte de los ciudadanos respecto a las irregularidades, ambiciones y corrupción en la que, según manifiestan, caen los políticos. 3. Desde el punto de vista del Ámbito Institucional con el que se relaciona la corrupción política desde el punto de vista discursivo podemos señalar la existencia de los siguientes repertorios discursivos: 3.A. CONCEPTO DE DEMOCRACIA Y CORRUPCIÓN El concepto de democracia implícito en el discurso de varios sectores de los participantes en los GD y FG defiende la necesidad de una mayor participación de los ciudadanos en la vida política e incluso en su gestión. Otros sectores consideran, sin embargo, que los ciudadanos no han de ser los responsables de las decisiones políticas; “es mejor echarles la culpa a los políticos y no hacer nada” (GD Nº 1). Y un tercer sector -con el que la mayoría se muestra de acuerdo- plantea que los ciudadanos podrían ayudar a “no estafar, a no robar, a mejorar la sanidad…” de manera que, tal y como se plantea en el discurso emitido, deberían intervenir en la política con el objeto de evitar los casos de corrupción e impedir que accedan miembros de partidos políticos no honrados al gobierno. Desde el punto de vista analítico podemos observar cómo nuevamente- se traslada la corrupción de los partidos a la acción de gobierno. 13 3.B. CAMBIO POLÍTICO Y CORRUPCIÓN La promoción y búsqueda del cambio a nivel político por parte de algunos sectores de la población parece tener más que ver –según el discurso manifestado- con la corrupción que con la situación de crisis económica. La gente está dispuesta a cambiar desde el punto de vista político, de hecho algunos sectores de los participantes manifiestan su apoyo a los nuevos partidos, incluso “aunque no se sepa qué nos espera” (FG Nº 3). Este hecho se considera como una de las medidas desesperadas que ante una situación compleja, de la misma manera que, dicen, “cuando te tienes que ir del país a buscar trabajo o cuando estás desahuciado”. Dichos sectores apuntan a que no es tanto el sufrimiento lo que provoca esta actitud sino el cansancio de la gente por tener siempre a los mismos políticos que “no hacen más que robar”; en este sentido, parace que no es tanto la crisis económica la que promueve el mantenimiento de este repertorio sino la corrupción. 4. Por ultimo, respecto al Ámbito Social se desprenden los repertorios discursivos que se plantean a continuación: 4.1. PERCEPCIÓN SOCIAL DE LA CORRUPCIÓN La percepción social existente en torno a la corrupción política en el ámbito de estudio analizado gira en torno a tres conceptos : impunidad, desconfizanza y desilusión. a) Impunidad; se considera que no hay castigos para la corrupción, que la ley es demasiado laxa y que la justicia cuando se inmparte en estas cuestiones no lo hace de manera ecuánime. b) Desconfianza de los ciudadanos hacia la clase política hasta el punto que se consideran los políticos como prescindibles (apostando por la conveniencia de un gobierno de técnicos). c) Desilusión por parte de los jóvenes hacia la política por los casos de corrupción (y no por la crisis). 14 4.2. DISTANCIA/DESAFECCIÓN POLÍTICA Y CORRUPCIÓN Tales posiciones discursivas y sus correspondientes configuraciones narrativas nos lleva a plantear los siguientes espacios semánticos partiendo de los cuatro ejes vertebradores del discurso contenido en los GD: Justicia NO ECUÁNIME IMPUNIDAD Mala gestión Corrupción DESILUSIÓN DESCONFIANZA Clase política Gráfico 3. Representación de los ejes vertebradores y de los espacios discursivos contenidos en el corpus del texto de los GD y FG 4. Bibliografía. Conde Gutiérrez del Alamo, F. (2009). Análisis sociológico del sistema de discursos, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas. Holmes, L. (2015). Corruption. A very short introduction. Oxford: Oxford University Press. Jiménez, F. y Villoria, M. (2009). “Percepción social de la corrupción en España”. AFDUAM (Anuario de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid), nº12, pp. 169-183. Torres Albero, C. (2015). España 2015. Situación social, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas. Treisman, D. (2007). “What have we learned about the causes of corruption from ten years of cross-national empirical research?”. Annual Review of Political Science, vol. 10, pp. 211-244. 15 Villoria, M. y Jiménez, F. (2012a). “¿Cuánta corrupción hay en España? Los problemas metodológicos de la medición de la corrupción (2004-2011)”. Revista de Estudios Políticos, nº 156, pp. 13-47. Villoria, M. y Jiménez, F. (2012b). “La corrupción en España (2004-2010): datos, percepción y efectos”. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, nº 138, pp. 109-134. 16