LA DIVISIÓN SOCIAL Y SEXUAL ... PRECARIEDAD, CRISIS Y PATRONES DE ...

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LA DIVISIÓN SOCIAL Y SEXUAL DEL TRABAJO EN TRANSFORMACIÓN.
PRECARIEDAD, CRISIS Y PATRONES DE EMPLEO EN LOS HOGARES
ESPAÑOLES
Autora: Núria Sánchez Mira
Centre d’Estudis Sociològics sobre la Vida Quotidiana i el Treball (QUIT)-Institut d’Estudis
del Treball (IET), Universitat Autònoma de Barcelona. [email protected]
Palabras clave: división social y sexual del trabajo, empleo, hogares, precariedad, crisis
Resumen: La comunicación analiza las transformaciones de la división social y sexual del
trabajo en España partiendo del hogar como unidad de análisis, huyendo de aquellas
aproximaciones que han estudiado el empleo femenino como si fuera independiente de las
presencias y ausencias del cónyuge masculino, fuera y dentro del mercado de trabajo.
Asimismo, lejos de entenderlas como tendencias homogéneas, se hace especial hincapié en
analizar el modo en que dichas transformaciones habrían afectado a distintos grupos sociales.
Con este propósito, se presentan los resultados de una explotación de datos cuantitativos del
EU-SILC (European Union Statistics on Income and Living Conditions), con una población
formada por parejas heterosexuales en edad activa, con presencia o no de otros adultos o
menores en el hogar. El análisis utiliza datos de cuatro años (2005, 2007, 2010 y 2012) con el
objetivo de examinar los contrastes entre los periodos de auge y de crisis. Tras una primera
radiografía comparativa que permite situar a España entre otros 25 países de la Unión
Europea, se realizan una serie de análisis bivariantes y multivariantes que ponen en relación
los patrones sexuados de empleo de los hogares con variables de tipo socioeconómico (en
particular, la categoría ocupacional de los miembros de la pareja), así como las dificultades de
éstos para llegar a fin de mes.
De los resultados del análisis destaca, en primer lugar, el claro auge de los hogares de doble
ingreso frente a los hogares male breadwinner durante el periodo de expansión económica.
Incluso durante la crisis, las parejas biactivas (formadas por ocupados/as y/o
desempleados/as) continuaron aumentando significativamente. En segundo lugar, el eje de
clase emerge como claramente diferenciador de las formas de articulación del empleo y la
vida. Así, las parejas de profesionales sobresalen como paradigma del doble sustentador entre
la clase media; los hogares male breadwinner se dan sobre todo allí donde la mujer era
1
obrera; y los hogares modified male breadwinner (ella a tiempo parcial) se dan
primordialmente entre las trabajadoras semi/no-cualificadas de los servicios. Al mismo
tiempo, se observa que es precisamente entre los hogares de perfil trabajador (formados por
obreros/as y trabajadores/as semi/no-cualificados/as de los servicios) donde más aumentaron
las parejas de doble ingreso en el periodo de expansión económica, lo que parece encontrarse
relacionado con la precaria situación económica de dichos hogares. Finalmente, a raíz de la
crisis, es también entre estos hogares donde más aumentan las parejas biactivas, a pesar de
haber sido los más afectados por la destrucción de empleo.
Financiación: La comunicación presenta parte de los resultados de un proyecto de tesis
doctoral financiado por el Programa FPU del Ministerio de Educación.
1. Introducción
La comunicación analiza las transformaciones recientes en la división social y sexual del
trabajo en España, en perspectiva comparada y partiendo del hogar como unidad de análisis.
Con este objetivo, se utilizan datos de EU-SILC (European Union Statistics on Income and
Living Conditions), base de datos cuya unidad básica de muestreo y de recogida de la
información es el hogar, para reconstruir los patrones de empleo de los miembros de la pareja,
en una población formada por parejas heterosexuales en edad activa, con presencia o no de
otros adultos o menores en el hogar. El análisis utiliza datos de cuatro años (2005, 2007, 2010
y 2012) con el propósito de examinar los contrastes entre los periodos de auge y de crisis.
De este modo, tras exponer las principales características de la fuente de datos y de la muestra,
así como la definición de las categorías que componen la tipología de hogares construida para
el análisis, se presentan los resultados de la explotación estadística de los datos, divididos en
dos grandes apartados, con sus correspondientes subapartados. Así, en primer lugar se
exponen los resultados del análisis comparativo, que parte de un análisis de clusters que
clasifica los 26 países analizados en cuatro grupos distintos según los patrones de empleo
prevalentes, para posteriormente dar cuenta del modo en que dichos patrones se encuentran
relacionados con un mayor o menor nivel de dificultades económicas, además de presentar la
evolución a lo largo de los periodos de expansión (2005-2007) y de crisis (2007-2010-2012),
en los distintos grupos de países identificados.
2
En un segundo apartado, se analiza más en detalle el caso español, poniendo de relieve las
desigualdades de clase (medida a través de la categoría ocupacional) en la articulación de vida
laboral y vida familiar, y el modo en que las distintas situaciones materiales de los hogares
habrían favorecido, entre la clase trabajadora en particular, el auge del doble ingreso durante
el periodo de expansión económica y el auge de las parejas biactivas a raíz de la crisis.
2. Fuente de datos y muestra analizada
La fuente de datos utilizada en el análisis es el European Union Statistics on Income and
Living Conditions (EU-SILC), base de datos que vino a substituir en 2004 al European
Community Household Panel (ECHP), que se había realizado entre 1994 y 2001. Se trata de
una base de datos armonizada a nivel europeo, cuya unidad básica de muestreo y de recogida
de la información es el hogar, por lo que proporciona información tanto acerca de las
características de los hogares como de los individuos residentes en ellos. Ello constituye pues,
un requisito imprescindible a la hora de poder analizar los patrones de empleo de ambos
miembros de la pareja. Adicionalmente, desde 2007 el EU-SILC tiene datos disponibles de
todos los países de la UE-27, así como de otros estados no miembros1, por lo que la amplia
cobertura de países a nivel europeo constituye otra ventaja clave de esta base de datos.
El diseño de la encuesta está basado en un panel rotacional cuatrienal, de modo que Eurostat
emite cada año una versión transversal y una versión longitudinal de los datos. Se utilizan
aquí datos transversales, debido principalmente al mayor tamaño muestral y riqueza
informativa comparación con las ediciones longitudinales. Así, se utilizan datos de cuatro
ediciones transversales de EU-SILC, con el objetivo de comparar la evolución y los contrastes
entre los periodos de expansión (2005 y 2007) y crisis (2010 y 2012)2. Se incluyen datos de
26 países, que cubren la mayoría de países miembros de la UE-27 (excepto Malta, Rumanía y
Bulgaria), además de Islandia y Noruega.
Cada edición transversal del EU-SILC consiste de cuatro matrices que proporcionan
información de distinto tipo y que ha sido necesario fusionar para construir una nueva matriz
adaptada a los objetivos de la investigación. Asimismo, se ha llevado a cabo un proceso de
1
Noruega, Suiza, Islandia, Turquía, Croacia, Macedonia y Serbia.
2
En concreto, las versiones de la base de datos utilizadas son: versión 2005-5 de 01-08-09; versión 2007-6 de
01-08-11; versión 2010-5 de 01-03-14; versión 2012-3 de 01-03-15. Eurostat no tiene responsabilidad sobre los
resultados y conclusiones del artículo.
3
validación para comprobar la consistencia interna de la base de datos, valores fuera de rango y
valores perdidos. Adicionalmente, los datos se ponderan mediante los valores de ponderación
proporcionados por la base de datos para ajustar la muestra a las principales características de
la población.
La muestra se restringe a aquellos hogares en que puede identificarse claramente el núcleo, es
decir, la pareja, de modo que se excluyen los hogares donde no hay ninguna pareja así como
aquellos en que conviven dos o más parejas. Asimismo, sólo se incluyen en la muestra los
hogares en que el núcleo es heterosexual y ambos miembros se encuentran en edad activa (1664 años). Cabe señalar también que en los análisis comparativos se restringe adicionalmente
la muestra a los hogares en que ambos miembros tienen entre 25 y 55 años, siguiendo el
criterio utilizado por Warren (2007) con el objetivo de minimizar la variabilidad entre países
en la duración de las etapas formativa y de inicio de la jubilación.
3. Tipología de hogares
Los análisis que se presentan en los siguientes apartados se basan en una misma tipología de
hogares, definida a partir de la información acerca de la situación de ambos miembros de la
pareja en relación a la actividad económica, lo que llamamos arreglos productivos 3 . Las
categorías de hogares definidas constituyen la base para la comparación entre países, así como
para los análisis realizados exclusivamente para el caso español. En concreto, se distingue
entre 8 tipos principales de hogares:
1) Doble sustentador (DS): Hogares en que ambos miembros de la pareja se encuentran
ocupados a tiempo completo.
2) Modified male breadwinner (MMBW): Hogares en que el hombre se encuentra
ocupado a tiempo completo y la mujer a tiempo parcial.
3
Dicha información se encuentra recogida en la variable “PL030-Self defined current economic status”, que
distingue entre las siguientes categorías: “1-Working full time; 2-Working part-time; 3-Unemployed; 4-Pupil,
student, further training, unpaid work experience, 5-In retirement or in early retirement or has given up business,
6-Permanently disabled or/and unfit to work; 7-In compulsory military community or service; 8-Fulfilling
domestic tasks and care responsibilities; 9-Other inactive person”. Puesto que la variable recoge la
autopercepción del individuo sobre su actividad principal en el momento de la entrevista, difiere de los criterios
utilizados por la OIT. Por ejemplo, personas que puedan considerarse estudiantes serían clasificadas como
empleadas según los criterios de la OIT si combinan los estudios con un empleo a tiempo parcial. Del mismo
modo, personas que puedan considerarse desempleadas podrían no cumplir los criterios marcados por la OIT
para ser considerados como tales (Eurostat, 2007).
4
3) Male breadwinner (MBW): Hogares en que el hombre se encuentra ocupado a
tiempo completo y la mujer no está ocupada. Dentro de este tipo, se ha juzgado
necesario distinguir entre distintas subcategorías, en función de la situación concreta
de la mujer (dedicación al trabajo doméstico y de cuidado, en paro, en otras
situaciones de inactividad), en la medida en que éstas exhiben una considerable
heterogeneidad en términos comparativos, reflejando contextos económicos y
culturales distintos. Sin embargo, puesto que los tres tipos de situaciones reflejan una
situación de dependencia femenina, se entiende pertinente clasificarlos bajo la
categoría de hogares male breadwinner. Así, distinguimos entre aquellas situaciones
en que la mujer se encuentra:
1.1. Dedicada al trabajo doméstico y de cuidado (MBW-TDC)
1.2. En paro (MBW-Mujer en paro)
1.3. En otras situaciones de inactividad4 (MBW-Mujer inactiva)
2. Female breadwinner (FBW): Hogares en que la mujer se encuentra ocupada (ya sea a
tiempo completo o a tiempo parcial) y el hombre no (ya sea en situación de paro,
dedicación al trabajo doméstico u otra situación de inactividad).
3. Sin empleo: Hogares en que ninguno de los dos miembros trabaja, ya sea por
encontrase en paro, inactivo o en otra situación de inactividad.
4. Fuera de la fuerza de trabajo (de forma temprana i permanente): Hogares en que
al menos uno de los miembros se encuentra fuera de la fuerza de trabajo de forma
temprana y permanente, ya sea por razón de jubilación o discapacidad.
5. Hombre a tiempo parcial: Hogares en que el hombre se encuentra ocupado a tiempo
parcial y la mujer en otras situaciones (ya sea ocupada, en paro, dedicada al trabajo
doméstico o en otras situaciones de inactividad).
6. Estudiantes: Hogares en que al menos uno de los miembros se encuentra estudiando,
y el otro miembro o bien también estudia o se encuentra en otro tipo de situación.
Si bien los resultados de los siguientes apartados presentan datos relativos a las ocho
categorías de hogares que se acaban de presentar, la interpretación de los mismos se centra en
los primeros tres tipos, para todos los años, así como los tipos 4 y 5 a raíz de la crisis.
4
La categoría 3.3. recoge aquellos hogares en que la mujer se encontraba clasificada bajo la categoría “Other
inactive person” según la variable “Self-defined current economic status” (ver nota 3). Se ha decidido mantener
separada esta categoría, en la medida en que no resulta del todo claro qué tipo de situaciones estaría recogiendo,
aunque se puede hipotetizar que éstas serían asimilables a las de dedicación al trabajo doméstico y de cuidado.
5
4. Resultados (I). La división social y sexual del trabajo en perspectiva
comparada.
4.1. Patrones sexuados de empleo en los hogares. Una tipología de países
En las líneas que siguen se presenta sintéticamente una visión general del estado de la
cuestión a nivel europeo al inicio del periodo analizado (2005). Así, los 26 países analizados5
quedan clasificados en cuatro grupos, en función de los porcentajes que representan en cada
uno de ellos los ocho distintos tipos de arreglos productivos6. Los cuatro grupos de países que
constituyen la tipología son:
1. Países con doble sustentador (Europa Central y del Este, Finlandia, Portugal y
Chipre): En este primer grupo de países, el tipo de arreglo productivo prevalente es
claramente el doble sustentador a tiempo completo (DS), que supera en la mayoría de
países el 60% del total de hogares. El porcentaje de arreglos tipo modified male
breadwinner (MMBW) es el más bajo de todos los grupos, mientras que existe cierta
diversidad en lo que al peso del male breadwinner (MBW) se refiere, siendo, sin
embargo, una característica común, la importancia de las situaciones 3.2 (en las que la
mujer se encuentra en paro).
2. Países con doble sustentador, tiempo parcial extendido (Países Nórdicos –excepto
Finlandia-, Francia y Reino Unido): Este segundo grupo incluye aquellos países con el
mayor porcentaje de hogares en que ambos miembros están ocupados (entre el 70 y el
80% en los países nórdicos, y ligeramente por debajo del 70% en Reino Unido y
Francia). No obstante, estos elevados niveles de doble participación laboral se
sustentan sobre un alto porcentaje de hogares tipo MMBW. De ahí la denominación
del grupo como doble sustentador, tiempo parcial extendido.
5
En la presentación de los resultados se utilizan como abreviaturas de los países los códigos estandarizados ISO,
que : AT-Austria, BE-Bélgica, CY-Chipre, CZ-República Checa, DE-Alemania, DK-Dinamarca, EE-Estonia,
EL-Grecia, ES-España, FI-Finlandia, FR-Francia, HU-Hungría, IE-Irlanda, IS-Islandia, IT-Italia, LT-Lituania,
LU-Luxemburgo, LV-Letonia, NL-Países Bajos, NO-Noruega, PL-Polonia, PT-Portugal, SE-Suecia, SLEslovenia, SK-Eslovaquia, UK-Reino Unido.
6
Dicha clasificación se ha realizado mediante un análisis de clasificación jerárquico, con el método Ward como
método de clasificación y la distancia euclidea al cuadrado como medida.
6
Gráfico 1. Grupos de países según la prevalencia de distintos tipos de arreglos productivos. 2005,
25-55 años, porcentajes sobre el total de hogares
100%
8-Estudiantes
90%
7-Hombre a tiempo parcial
80%
6-Fuera de la fuerza de
trabajo
70%
5-Sin empleo
60%
50%
4-Female breadwinner
40%
3.3.MBW (Mujer inactiva)
30%
3.2.MBW (Mujer en paro)
20%
3.1.MBW (Mujer TDC)
10%
2-Modified male
breadwinner
0%
1-Doble sustentador
SK EE SI LT LV PT FI CZ CY HU PL
DK NO IS SE FR UK
BE IE AT LU DE NL
EL ES IT
Doble sustentador
Doble sustentador,
tiempo parcial
extendido
Modified male
breadwinner
Polarizado
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de EU-SILC; n=73.675.
3. Países modified male breadwinner (Países de la Europa Continental e Irlanda): Los
países de este grupo muestran una distribución más o menos equivalente entre los tres
principales tipos de arreglos (DS, MMBW, MBW), aunque se ha decidido
caracterizarlos como países MMBW porque exhiben los porcentajes más altos de este
tipo de arreglos. En efecto, éstos llegan a superar en algunos casos a los hogares con
DS, aspecto en el que sobresalen especialmente Alemania y Países Bajos. De hecho,
es en este tercer grupo de países donde este último tipo es menos importante. A su vez,
los niveles de lo hogares MBW se encuentran en algunos de estos países sólo
ligeramente por debajo de los países mediterráneos del cuarto grupo.
4. Países polarizados (Grecia, España, Italia): Finalmente, se ha denominado al cuarto
grupo de países como polarizados, en la medida en que los arreglos productivos más
comunes son, o bien el DS o el MBW, mientras que los hogares MMBW son mucho
menos importantes. Asimismo, otra característica destacable de este grupo, compartida
con los países del primero, es la relevancia que, dentro de los hogares tipo MBW,
tienen las situaciones en que la mujer se encuentra en paro (3.2.).
7
Seguramente la evidencia más sobresaliente de esta primera radiografía es la falta de
correspondencia entre los distintos patrones empleo de los miembros de la pareja y las
tipologías establecidas desde la literatura de los regímenes de bienestar y los regímenes de
cuidado. Desde dicho punto de vista, resulta difícil dar cuenta de la coincidencia bajo la
misma categoría de países tan diversos como Portugal, Finlandia o los países de la Europa
Central y del Este. Resulta asimismo sorprendente constatar que Francia y Reino Unido,
países con políticas de apoyo a la maternidad y al empleo femeninos fundamentalmente
distintas, muestren grandes similitudes con base a los datos agregados sobre los arreglos
productivos. Esta “falta de correspondencia” subraya la pertinencia de huir de explicaciones
unidimensionales y la necesidad de una perspectiva que tenga en cuenta cómo interaccionan,
de forma dinámica, una diversidad de factores relacionados con distintas esferas sociales,
tarea que escapa, no obstante, a los objetivos de la comunicación.
4.2. Tendencias de cambio durante el periodo de expansión económica. El auge del
doble ingreso en España en perspectiva comparada
Si la tipología de países que se acaba de presentar se ha realizado con base en los datos de
2005, al inicio del periodo analizado y en pleno periodo de expansión económica, a
continuación se muestra la evolución en los patrones de empleo de los hogares entre dicho
año y 2007, antes de que la recesión económica empezara a dejarse notar en el empleo de los
hogares. Así, en el gráfico 2 se muestra para cada uno de los países analizados los porcentajes
que representaban en 2005 y 2007 los distintos tipos de arreglos productivos. El hecho de que
se trate de datos relativos a sólo dos secciones transversales no nos permite identificar
claramente tendencias de evolución a largo plazo, aunque sí permite señalar aquellos cambios
que sugieren la existencia de dichas tendencias. Esto resulta especialmente relevante para el
caso español, dentro de los países polarizados. Así, no nos detendremos en el resto de países
más que para señalar que, en términos generales, los grupos identificados en 2005 se
mantenían con los datos de 2007.
Si nos centramos, pues, en los países polarizados, frente a la relativa estabilidad de Grecia e
Italia, el porcentaje de hogares DS aumentó en España en 4,3 puntos porcentuales, mientras
que los arreglos MMBW lo hicieron en 1,5, a la vez que se produjo una disminución de más
de 5 puntos de los hogares MBW. Estos datos vienen a reafirmar la existencia de una
tendencia a la expansión del doble ingreso en España, sugerida por el análisis de los datos
sobre la evolución de la participación laboral femenina en las últimas décadas. Así, en 2007
8
España se encontraba prácticamente al nivel de Grecia en lo que al porcentaje de hogares con
DS se refiere, aunque por encima de este país en lo referente a los datos globales de doble
participación laboral (incluyendo los arreglos MMBW), y a una distancia importante de Italia,
que destaca por su mayor estabilidad. Los tres países tienen en común la disminución de los
hogares MBW, aunque mucho más relevante en el caso español.
Gráfico 2. Evolución (2005-2007) de los arreglos productivos por países. 25-55 años, porcentajes
sobre el total de hogares
100%
90%
8-Estudiantes
80%
7-Hombre a tiempo parcial
70%
6-Fuera de la fuerza de trabajo
5-Sin empleo
60%
4-Female breadwinner
50%
3.3.MBW (Mujer inactiva)
40%
3.2.MBW (Mujer en paro)
30%
3.1.MBW (Mujer TDC)
20%
2-Modified male breadwinner
10%
1-Doble sustentador
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
0%
DK
NO
IS
SE
FR
UK
BE
IE
AT
LU
DE
NL
Doble sustentador, tiempo parcial extendido
Modified male breadwinner
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
2005
2007
EE
SI
LT
LV
PT
FI
CZ
CY
HU
PL
EL
Doble sustentador
2005
2007
2005
2007
SK
2005
2007
2005
2007
0%
ES
IT
Polarizados
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de EU-SILC. N (2005)=73.675; n (2007)=73.197.
9
4.3. Arreglos productivos y dificultades económicas de los hogares en el periodo de
auge económico. El caso español en perspectiva comparada
Una de las principales hipótesis que guía la investigación plantea que el auge de las parejas
con doble sustentador a tiempo completo frente al declive de los hogares tipo male
breadwinner en España se encontraría relacionado con las dificultades económicas, para los
hogares de clase trabajadora en particular, que conllevaría el sostener este último tipo de
arreglo productivo. El siguiente gráfico muestra algunas evidencias del análisis comparativo
que refuerzan esta línea de argumentación. En éste se representa, para los distintos países, la
relación existente entre el tipo de arreglo productivo del hogar y la capacidad de éste para
llegar a fin de mes. En concreto, se representan los porcentajes de hogares que manifiestan
tener desde muchas dificultades, hasta aquellos que llegan a final de mes muy fácilmente, en
función de los tres tipos de arreglos productivos principales (DS, MMBW y MBW). Los
datos utilizados corresponden al año 2005, en pleno periodo de expansión económica7.
Gráfico 3. Capacidad del hogar de llegar a final de mes según los tipos de arreglos productivos
principales, por grupos de países. 2005, 25-55 años, porcentajes
Países con doble sustentador, tiempo parcial extendido
100%
6 Muy fácilmente
90%
80%
5 Fácilmente
70%
60%
4 Bastante fácilmente
50%
40%
3 Con alguna dificultad
30%
2 Con dificultad
20%
10%
1 Con mucha dificultad
DK
NO
IS
SE
FR
MBW
DS
MBWM
MBW
DS
MBWM
MBW
DS
MBWM
MBW
DS
MBWM
MBW
DS
MBWM
MBW
DS
MBWM
0%
UK
7
Es preciso tener en cuenta que la variable que recoge la información acerca de la “capacidad de los hogares de
llegar a fin de mes” (ability to make ends meet), se encuentra basada en la autopercepción del entrevistado
principal del hogar. Se entiende, pues, que esta variable puede estar recogiendo, además de propiamente las
dificultades económicas de los hogares para llegar a fin de mes, una heterogeneidad de percepciones y
estándares entre contextos culturales y grupos sociales distintos. Sin embargo, aun tomando los datos con cautela,
se considera que dicha información puede resultar efectivamente indicativa de distintas condiciones materiales
de vida y en efecto los resultados así parecen mostrarlo.
10
Países con doble sustentador
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
FI
LU
DE
NL
EL
ES
MBW
DS
MBWM
MBW
MBWM
PL
MBW
DS
MBWM
MBW
MBWM
DS
0%
MBW
0%
DS
10%
MBW
10%
DS
20%
MBWM
20%
MBW
30%
DS
30%
MBWM
40%
MBW
40%
DS
50%
MBWM
50%
MBW
60%
MBWM
60%
DS
70%
MBW
70%
MBWM
80%
DS
80%
MBW
90%
DS
90%
MBWM
100%
AT
HU
Países polarizados
100%
IE
DS
CY
Países modified male breadwinner
BE
MBW
DS
CZ
MBWM
MBW
DS
MBWM
MBW
DS
PT
MBWM
MBW
DS
LV
MBWM
MBW
DS
LT
MBWM
MBW
DS
SI
MBWM
MBW
DS
MBWM
MBW
DS
EE
MBWM
SK
MBWM
MBW
DS
MBWM
0%
IT
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de EU-SILC (n=60.726).
Así, si nos fijamos en la panorámica general que arroja el gráfico 3, lo primero que destaca
son las desiguales situaciones económicas existentes en los distintos grupos de países, ya con
anterioridad a la crisis. Es en los países con doble sustentador, con la excepción de Finlandia,
y en menor medida Estonia, donde un mayor porcentaje de hogares expresan tener
dificultades para llegar a fin de mes. De hecho, los hogares con dificultades son la mayoría,
superando en muchos países el 70% del total. Tras este primer grupo, es entre los países
polarizados donde dichas dificultades son mayores, especialmente en Grecia. Se observa pues,
como es en los países de la Europa Central y del Este, así como del Sur de Europa, donde una
parte mayor de los hogares experimentaba dificultades económicas, mientras que era en la
11
Europa Continental y en los Países Nórdicos donde un porcentaje más elevado de hogares
mostraba una situación más acomodada.
En esta radiografía general, España se sitúa en una posición intermedia, con la mejor situación
dentro de los países mediterráneos, y en una posición similar a la de Francia. Sin embargo, lo
que más destaca del caso español es el fuerte contraste entre las situaciones materiales de los
hogares DS por un lado, y la de los hogares MMBW y MBW por otro. Así, se observa como
es España, junto con Italia y algún otro país del grupo doble sustentador, donde la distancia
entre las dificultades económicas de los hogares DS y MBW es mayor, indicando que pueden
existir, efectivamente, presiones de orden materiales en la adopción del doble ingreso en los
hogares españoles.
4.4. El impacto de la crisis sobre el empleo de los hogares. El caso español en
perspectiva comparada
Este apartado se centra en analizar el impacto que la reciente crisis económica ha tenido sobre
los arreglos productivos de los hogares. Con este objetivo, en el gráfico 4 se presenta, para
todos los países, agrupados según los cuatro clusters identificados anteriormente, la evolución
de los porcentajes de los distintos tipos de arreglos productivos, a lo largo de los años 2007,
2010 y 2012. Estos datos nos permiten ver en qué medida los distintos grupos de países
muestran patrones similares también en lo que al impacto de la crisis se refiere, poniendo de
relieve lo acontecido en el caso español.
Así, los países polarizados destacan por ser el grupo, junto a los países con doble sustentador,
donde más se ha dejado sentir el efecto de la crisis, especialmente en Grecia y España. Esto se
ha traducido particularmente en una disminución de los arreglos con DS y de los arreglos 3.1.
y 3.3. (MBW-Mujer trabajo doméstico y de cuidado y otras inactivas). Paralelamente, se ha
producido un aumento muy importante de las situaciones con desempleo (MBW-Mujer en
Paro, FBW y sin empleo), especialmente si nos fijamos en su magnitud en términos
comparativos. Destaca asimismo que mientras en la mayoría de los países del primer grupo,
en 2012 se observaba una cierta recuperación, éste no es el caso de los países polarizados. Sin
olvidar la notable excepción de Irlanda entre los países modified male breadwinner. En este
país, a raíz de la crisis disminuyen de forma notable los arreglos DS pero especialmente los
arreglos MMBW, mientras que se produce un incremento significativo de las situaciones
FBW y sin empleo, y de las situaciones MBW-Mujer en Paro, pero en menor medida. De
12
hecho, Irlanda destaca, entre todos los países donde la crisis ha tenido una incidencia
importante, por el escaso auge de este último tipo de situaciones.
Gráfico 4. Evolución (2007-2010-2012) de los arreglos productivos en los distintos países
analizados. 25-55 años, porcentajes sobre el total de hogares
Países con doble sustentador, tiempo parcial extendido
100%
8-Estudiantes
90%
7-Hombre a tiempo parcial
80%
6-Fuera de la fuerza de trabajo
70%
5-Sin empleo
60%
4-Female breadwinner
50%
3.3.MBW (Mujer inactiva)
40%
3.2.MBW (Mujer en paro)
30%
3.1. MBW (Mujer TDC)
20%
2-Modified Male Breadwinner
10%
1-Doble sustentador
DK
NO
IS
SE
FR
2012
2010
2007
2012
2010
2007
2012
2010
2007
2012
2010
2007
2012
2010
2007
2012
2010
2007
0%
UK
Países con doble sustentador
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
2007
2010
2012
2007
2010
2012
2007
2010
2012
2007
2010
2012
2007
2010
2012
2007
2010
2012
2007
2010
2012
2007
2010
2012
2007
2010
2012
2007
2010
2012
2007
2010
2012
0%
SK
EE
SI
LT
LV
PT
FI
CZ
CY
HU
PL
13
BE
IE
AT
LU
DE
NL
EL
ES
2012
2010
2007
2012
2010
0%
2007
0%
2012
10%
2012
10%
2010
20%
2007
20%
2012
30%
2010
30%
2007
40%
2012
40%
2010
50%
2007
50%
2012
60%
2010
60%
2007
70%
2012
70%
2010
80%
2007
80%
2012
90%
2010
90%
2007
100%
2010
Países polarizados
100%
2007
Países modified male breadwinner
IT
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de EU-SILC. n (2007)=73.197; n (2010)= 69.833; n (2012)=68.803.
En lo relativo a las diferencias dentro del grupo de países polarizados, cabe subrayar que el
impacto de la crisis sobre el empleo en los hogares ha sido comparativamente bajo en Italia,
lo que es coherente con los datos agregados de empleo durante la recesión8. Además de las
distintas estructuras productivas de ambos países, dichas diferencias podrían encontrarse
también relacionadas con las distintas formas en que la flexibilidad en el empleo ha sido
promovida en cada caso. En cualquier caso, los datos del caso Italiano ponen de manifiesto un
inmovilismo sorprendente en este país, tanto durante el periodo de auge, como en los años de
crisis. Así, a pesar de que la fuerte destrucción de empleo en Grecia y España durante la crisis
haya vuelto a situar en 2012 los porcentajes de DS en los mismo niveles que Italia, otro tipo
de evidencias parecen apuntar a la consolidación de tendencias divergentes dentro de este
grupo de países. Por ejemplo, mientras que en España y Grecia los arreglos tipo 3.1 (MBWMujer trabajo doméstico y de cuidado) apenas representaban en 2012 un 14,3% y un 18,7%
respectivamente, éstos constituían más del 30% de los hogares en Italia.
8
Así, mientras la tasa de empleo de las mujeres italianas ha llegado a aumentar ligeramente durante el periodo
de crisis (49,9% en 2007; 50,5% en 2012), las de Grecia y España disminuyeron en mayor medida (del 51,7% al
45,2% y del 58,6% al 54,6%). A su vez, mientras el impacto de la crisis sobre el empleo masculino en España ha
sido dramático (de una tasa de empleo del 80,6% en 2007 a un 64,6% en 2012 en España y de un 80,1% a un
65% en Grecia), la huella de la crisis se ha dejado notar mucho menos en el de los italianos (75,7% en 2007,
71,5% en 2012). A su vez, frente a la escalada de las tasas de paro de hombres y mujeres en Grecia y España,
que han llegado a superar el 25%, en el caso de Italia, ésta se ha situado en niveles más moderados (11,8% para
las mujeres y 9,8% para los hombres en 2012) (Eurostat, 2014).
14
La dirección que puedan tomar futuros desarrollos en este grupo de países parece incierta, a
pesar de que en el caso español cabría esperar un auge de los arreglos MMBW, en la medida
en que las reformas recientes del mercado de trabajo parecen orientadas a la creación de
empleo en base a este tipo de contratos. También parece poco plausible una recuperación de
los niveles de arreglos MBW anteriores a la crisis, en la medida en que éstos no sólo han
disminuido durante la recesión económica, sino que mostraban ya una tendencia a la baja
durante el periodo 2005-2007, tal y como se ha visto unas línea más arriba. En cualquier caso
y en definitiva, los distintos datos analizados señalan la existencia de transformaciones de
fondo dentro de los países polarizados, especialmente en el caso español, que apuntan la
existencia de tendencias divergentes dentro de dicho grupo de países.
5. Resultados (II). Desigualdades en la articulación vida laboral-vida familiar en
España
5.1. Patrones de empleo en los hogares según la categoría ocupacional de los
miembros de la pareja
Tras la radiografía comparativa acerca de los patrones de empleo de los hogares, realizada
con datos agregados para los distintos países, a continuación se analiza la diversidad interna
existente dentro del caso español9, cuando éstos se cruzan por la categoría ocupacional de
ambos cónyuges tomada conjuntamente10. Los resultados de dicho análisis, realizado tanto
para el periodo de expansión (2007) como de crisis (2012), se presentan en el gráfico 5. A
pesar de que los resultados se presenten en formato gráfico, éstos remiten a un análisis de
tablas de contingencia, datos que no se presentan aquí por motivos de extensión, pero que nos
permiten hablar de relaciones significativas (positivas y negativas) de las distintas categorías,
con base en los residuos corregidos obtenidos mediante dicho análisis.
9
Dicha diversidad interna es sin duda también notable, en términos de otros factores, como la edad, el número
de hijos presentes en el hogar y su edad, el nivel de estudios, la región de residencia o el país de origen de los
cónyuges. Estos análisis han sido realizados y se encuentran disponibles bajo petición. Sin embargo, no se
presentan aquí por motivos de extensión.
10
El elevado número de categorías de la variable con la que se trabaja no permite mostrar los resultados para
todas las combinaciones posibles de la categoría ocupacional de ambos miembros de la pareja, por lo que las
categorías construidas para el análisis que se presenta siguen básicamente dos criterios: se han mantenido como
categorías separadas aquellas combinaciones de categorías simples que representaban un porcentaje de la
población >=5%, mientras que el resto se han agregado en función las similitudes de sus patrones (notablemente
marcados por la categoría de empleo de la mujer, frente a la del hombre).
15
Si nos fijamos primero en los datos de 2007, vemos que los hogares con DS se encontraban
por encima de la media de forma significativa en las categorías 1-7, donde la mujer era
pequeña empresaria, directiva, profesional, técnica, empleada administrativa, así como en
aquellos hogares donde ambos miembros de la pareja eran trabajadores de los servicios,
aunque la relación era especialmente intensa entre las profesionales (2,3). Resulta destacable
el salto existente entre las categorías 7 (ambos trabajadores de los servicios) y 8 (ella
trabajadora de los servicios, él obrero), donde la relación con el hecho de encontrarse en un
arreglo DS se vuelve negativa, lo que se debe al mayor peso de los arreglos MBW en este
último caso. Ello podría aludir tanto a las desiguales situaciones materiales de los trabajadores
de los servicios respecto a los obreros como a las distintas culturas propias de ambos
contextos laborales. La hipótesis de las desigualdades materiales se retoma más adelante
(véase apartado 5.4.), siendo refutada por la evidencia empírica.
Los arreglos MBW-TDC muestran en parte la otra cara de la moneda. Así, estos se dan
principalmente en los hogares donde la mujer no tiene experiencia (14,15) y en segundo lugar,
donde ella es obrera (10,11). Ello pone de relieve, a su vez, la importancia de los arreglos
MMBW en las categorías 7, 8 y 9, donde ella es trabajadora semi-cualificada o no cualificada
de los servicios. En efecto, sólo estas últimas tres categorías de hogares muestran una relación
positiva con el hecho de que exista un arreglo MMBW en el hogar, lo que pone de manifiesto
el papel determinante de una estructura ocupacional segregada por género, que crea empleos
precarios a tiempo parcial en el sector servicios, específicamente orientados a la fuerza de
trabajo femenina. A su vez, las situaciones MBW-Mujer en paro, se daban en 2007
especialmente en los hogares donde ella era trabajadora agraria y él no (12), así como donde
ella obrera (10,11), mientras que se encontraban cerca de la media donde ella era trabajadora
de los servicios (7,8,9). Estos contrastes observados en los patrones de los hogares donde ella
era obrera y donde era trabajadora de los servicios podrían estar reflejando las dificultades de
reentrada al mercado de trabajo experimentadas por distintos colectivos de mujeres
(Holdsworth & Dafle, 1998; Trifiletti, 2007). En este caso, las mayores dificultades de las
obreras frente a las trabajadoras de los servicios.
Finalmente, de los datos de 2007 destaca también el elevado porcentaje de hogares sin
empleo entre aquellos en que ambos eran trabajares agrarios.
16
Gráfico 5. Arreglos productivos según la categoría ocupacional combinada11 de ambos miembros de la pareja. España, 2007 y 2012, 16-64 años,
porcentajes sobre el total de hogares
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de EU-SILC. n(2007)=6.215; n(2012)=5.692.
11
Cabe precisar que, en el caso de las categorías 4 (ella técnica, él otros) y 5 (ella empleada administrativa, él otros), cuando se dice “él otros” se incluyen también las
situaciones en que él es técnico y administrativo, respectivamente. Ello no es el caso en las categorías 2, 9, 11 y 12, ya que las categorías donde ambos son profesionales,
trabajadores de los servicios, obreros o trabajadores agrarios se presentan por separado (categorías 3, 7, 10 y 13 respectivamente).
17
La principal evidencia que arrojan los datos de 2012 es que la mayoría de relaciones
observadas en 2007 se mantienen e incluso intensifican con la crisis. Los hogares que más
parecen haberse visto afectados por la destrucción de empleo son aquellos formados por
obreros u obreras. Así, los hogares donde él era obrero y ella no (6,8) han visto aumentados
los arreglos FBW en gran medida y las situaciones sin empleo; los hogares donde ella era
obrera y él no (11) han visto aumentado especialmente el MBW-Mujer en paro, mientras que
en aquellos donde ambos eran obreros (10) han aumentado de forma importante las
situaciones sin empleo y MBW-Mujer en paro. Destaca especialmente la prevalencia de los
arreglos FBW donde él era obrero y ella trabajadora de los servicios (8), relación que ya se
daba en 2007 (residuo corregido=2,7), pero cuya intensidad aumenta hasta un residuo de
10,7. Finalmente, la relación con la situación sin empleo es también muy fuerte para los
hogares donde ambos eran trabajadores agrarios (13), como ya ocurría en 2007, así como en
aquellos donde ella era trabajadora agraria (12) o no tenía experiencia laboral (14, 15).
5.2. El efecto neto de la categoría ocupacional sobre los patrones de empleo.
Análisis multivariante
Tal y como se ha señalado con anterioridad, además de la categoría ocupacional, existe un
número importante de factores que se encuentran relacionados con los tipos de arreglos
productivos de los hogares (edad, número de hijos, nivel de estudios, etc.). Este apartado se
dedica a comprobar en qué medida dichas relaciones se mantienen o cambian cuando
realizamos un análisis de tipo multivariante, en concreto, un análisis de regresión logística,
en el que se influyen éstas y otras variables. Sin embargo, el objetivo de la comunicación es
poner de relieve el peso de la clase (medida a través de la categoría ocupacional de los
cónyuges), en la configuración de los arreglos productivos, habiendo controlado el peso del
resto de variables. Por este motivo, y debido a las restricciones de extensión, en la tabla que
recoge los resultados del análisis realizado, no se presenta el modelo completo, sino sólo los
coeficientes relativos a las dos variables que resultan de especial interés en este caso: la
categoría ocupacional del hombre y de la mujer12. Así, la tabla 1 presenta los resultados de
12
A la hora de establecer la categoría de referencia se ha utilizado aquella que era más común: trabajadoras
semi y no cualificadas de los servicios en el caso de las mujeres; obreros cualificados y no cualificados en el
caso de los hombres. Se incluye dentro de la variable categoría ocupacional de la mujer aquellas sin
experiencia laboral como una categoría propia, para evitar la importante reducción de la muestra que
acontecería al no hacerlo.
18
un análisis de regresión logística binaria, en que la variable dependiente, que recoge el tipo
de arreglo productivo del hogar, se ha dicotomizado en dos valores: doble sustentador a
tiempo completo versus otros13.
Tabla I. Resultados del análisis de regresión logística binaria, con la variable “arreglo
productivo DOBLE SUSTENTADOR (vs otros)” como variable dependiente, y las
características individuales y del hogar como variables independientes, 2007 y 201214
2007
Categoría ocupacional mujer
Trabajadoras semi y no cualificadas
de los servicios
2012
β
E.T.
O.R.
I.C. 95% O.R.
Inf.
Sup.
-
-
-
-
-
β
E.T.
O.R.
I.C. 95% O.R.
Inf.
Sup.
-
-
-
-
-
Pequeñas empresarias
0,963***
0,227
2,62
1,678
4,089 2,164***
0,274
8,706
5,091
14,888
Profesionales, directivas y gerentes
Técnicas y profesionales de nivel
medio
Empleadas administrativas y de los
servicios de atención
Obreras cualificadas y no
cualificadas
Trabajadoras agrarias
0,941***
0,136
2,562
1,962
3,345 1,127***
0,126
3,087
2,41
3,956
0,577***
0,124
1,781
1,396
2,272 0,551***
0,119
1,734
1,373
2,191
0,282***
0,095
1,325
1,099
1,598 0,369***
0,101
1,446
1,187
1,762
-0,22**
-0,283
0,109
0,185
0,802
0,754
0,648
0,525
0,993 -0,232*
1,082 -0,012
0,134
0,201
0,793
0,988
0,61
0,667
1,031
1,464
Sin experiencia laboral
-6,44***
1,415
0,002
0,000
0,026 -5,821***
1,424
0,003
0,000
0,048
-
-
-
-
-
-
-
Categoría ocupacional hombre
Obreros cualificados y no
cualificados
-
-
-
Pequeños empresarios
0,297*
0,157
1,345
0,989
1,831 0,665***
0,159
1,945
1,426
2,654
Directivos y gerentes
-0,008
0,186
0,992
0,688
1,43
0,204
0,915
0,613
1,366
Profesionales
Técnicos y profesionales de nivel
medio
Empleados admin. y servicios de
atención
Trabajadores semi y no cualificados
de los servicios
Trabajadores agrarios
0,315***
0,118
1,37
1,087
1,728 0,32***
0,119
1,377
1,09
1,739
0,132
0,109
1,141
0,921
1,414 0,305***
0,109
1,357
1,096
1,681
0,316**
0,124
1,371
1,076
1,747 0,279**
0,13
1,322
1,024
1,706
0,434***
-0,195
0,096
0,179
1,544
0,823
1,279
0,579
1,863 0,593***
1,17 0,186
0,101
0,171
1,81
1,204
1,486
0,861
2,205
1,684
-0,088
- categoría de referencia; *** p<0,01; ** p<0,05; *p<0,10
R2 Nagelkerke=0,384
R2 Nagelkerke=0,339
χ² del modelo=2011,155 (p<0,01)
N=6.024
χ² del modelo=1560,988 (p<0,01)
N=5.583
13
La realización de una regresión logística politómica no ha sido posible principalmente debido a que el muy
desigual número de casos en las distintas categorías de la variable dependiente daba como resultado la
infrapredicción por el modelo de las categorías con frecuencias más bajas, problemática que, siguiendo a
Menard (2010), es habitual ante este tipo de distribución de los datos. Así, en lugar de realizar un solo modelo
politómico, se han realizado varios modelos con la variable dependiente dicotomizada, en concreto (además del
modelo DS vs otros): MBW versus otros y MMBW versus DS. Los resultados de estos modelos se encuentran
disponibles bajo petición.
14
Modelo también controlado por nivel educativo de la mujer, país origen del hombre y de la mujer, edad del
hombre y de la mujer, número de hijos menores de 18 años, presencia de hijos menores de 6 años, tipo de
cuidado de menores utilizado y comunidad autónoma de residencia. Variables controladas pero no
significativas: nivel educativo del hombre (2007 y 2012) y tipo de cuidado de menores utilizado (2012).
19
Como primera evidencia, destaca, de entrada, el mayor peso como variable predictora de la
categoría ocupacional de la mujer en relación a la del hombre, aspecto que emergía ya en los
análisis bivariables. Si nos fijamos en concreto en los datos de 2007, tomando como
categoría de referencia las trabajadoras semi y no cualificadas de los servicios, observamos
que ser pequeña empresaria, profesional o directiva más que duplicaba la probabilidad de
encontrarse en un arreglo DS. La probabilidad también aumentaba de modo significativo
para las técnicas y empleadas administrativas, mientras que disminuía en el caso de las
obreras cualificadas y, obviamente, de forma especialmente intensa, entre las mujeres sin
experiencia laboral. Sólo en el caso de las trabajadoras agrarias no se observaba una relación
significativa.
Una vez controlado el peso de la categoría ocupacional de la mujer, las diferencias
observadas entre las categorías de empleo de los hombres son menores. Sólo profesionales,
empleados administrativos y trabajadores de los servicios (y pequeños empresarios, con
p<0,10) aumentaban la probabilidad de que el hogar tuviera un arreglo DS. De hecho, resulta
especialmente destacable que fueran estos últimos los que más incrementaran dicha
probabilidad en relación a los obreros, por encima de los profesionales. O que, por otro lado,
la relación en el caso de los directivos y gerentes no fuera significativa, y que, en todo caso,
apuntara una relación negativa.
De estos resultados destaca, pues, que el contraste en el caso de los hombres se dé de forma
especialmente intensa entre distintos grupos dentro de la clase trabajadora (obreros versus
trabajadores de los servicios), lo que podría estar apuntando, ya sea a las distintas
condiciones materiales de ambos colectivos, como a las culturas asociadas a distintos
contextos de trabajo. Sin embargo, tal y como se ha señalado con anterioridad, la hipótesis
de las diferencias materiales se ve refutada por los resultados de posteriores análisis (véase
apartado siguiente).
En el modelo de 2012, y en lo que a la categoría ocupacional de la mujer se refiere, se
mantiene la dirección de las relaciones identificadas en 2007, pero los coeficientes de
pequeñas empresarias, profesionales, directivas y gerentes aumentan de forma importante,
indicando que son estos grupos profesionales los que mejor han aguantado el impacto de la
crisis.
20
Algo parecido se observa en el caso de la categoría ocupacional de los hombres, donde
pequeños empresarios y técnicos y profesionales de nivel medio ganan significatividad. Así,
el que el hombre se encontrara en uno de estos grupos, o bien entre los profesionales,
empleados administrativos o trabajadores de los servicios, aumentaba la probabilidad de
encontrarse en un arreglo DS. De nuevo, destaca el caso de los trabajadores de los servicios,
que tienen un coeficiente más elevado que en 2007, lo que indica que la crisis ha acrecentado
el contraste en relación a la categoría de obreros cualificados y no cualificados. Este último
grupo se habría visto especialmente afectado por la crisis.
5.3. Parejas biactivas y de doble ingreso según la categoría ocupacional de los
miembros de la pareja. Evolución durante los periodos de auge y de crisis
En el siguiente gráfico, se presenta la evolución a lo largo de los periodos de expansión
(2005-2007) y de crisis (2010-2012) de las parejas biactivas y las parejas de doble ingreso en
distintos tipos de hogares, según la categoría ocupacional combinada de ambos miembros de
la pareja15. Así, en el gráfico se muestran, para cada una de estas categorías de hogares, los
porcentajes que representaban distintos tipos de parejas biactivas (ambos miembros activos
en relación al mercado de trabajo), entre las cuales, distintos tipos de parejas de doble
ingreso. En concreto, dentro de las parejas de doble ingreso, distinguimos en función de la
situación en el empleo (tiempo completo/tiempo parcial) de ambos miembros del hogar: 1)
DS (ambos a tiempo completo); 2) MMBW; 3) ambos a tiempo parcial; 4) él a tiempo
parcial, ella a tiempo completo. A su vez, distinguimos entre el resto de parejas biactivas en
función de si: 5) él está en paro, y ella ocupada; 6) ella está en paro y él ocupado, o bien si
7) ambos se encuentran desempleados. El hecho de que las categorías aquí utilizadas
diverjan en cierta medida de las utilizadas para referirnos a los arreglos productivos con
anterioridad nos permite proporcionar una radiografía de la cuestión desde un ángulo algo
distinto. Al centrarnos en las parejas de doble ingreso y biactivas, nos limitamos a aquellas
cuyos miembros se encontraban o bien ocupados o en paro, dejando de lado los hogares
15
De nuevo, puesto que resulta inviable representar la evolución de todas las combinaciones de categorías de
hogares, se ha decidido ilustrar las diferencias existentes entre aquellos tipos más representativos del conjunto
de la sociedad. De este modo, además de proporcionar los indicadores para el total de la población, se
presentan también los datos para los nueve tipos de hogares que representan un mayor porcentaje de ésta, que a
la vez son representativas de perfiles sociales diversos. En concreto, en los diversos años analizados cada
categoría representa, como mínimo, cerca del 5% del total de hogares, mientras que las nueve categorías
conjuntamente representan un mínimo del 70% del total.
21
donde al menos uno de los miembros se encontraba en situación de inactividad respecto al
mercado de trabajo (dedicadas/os al trabajo doméstico, jubilados/as, estudiantes,
discapacitados u otros inactivos)16.
Si nos fijamos en primer lugar en el total poblacional, observamos que el aumento de las
parejas biactivas se produce de forma continuada, tanto a lo largo del periodo de expansión
económica como de crisis. Entre 2005 y 2007, ello se produce básicamente, tal y como se ha
visto con anterioridad con anterioridad, debido al incremento de los hogares de doble ingreso,
DS y MMBW principalmente, puesto que el resto de hogares de doble ingreso (ambos a
tiempo parcial, hombre a tiempo parcial, mujer a tiempo completo) representan porcentajes
ínfimos respecto al total. En cambio, entre 2007 y 2010-2012 lo que se observa es un auge
de los hogares donde al menos uno de los dos miembros se encuentra en paro, en una
proporción que supera a la reducción de los hogares de doble ingreso. Ello se explicaría por
un efecto de trabajador añadido, así como por las crecientes dificultades para asegurarse un
empleo de las generaciones jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo.
Entre 2005 y 2007, el auge de las parejas de doble ingreso se da en todas las categorías de
hogares, con la excepción del tipo 2 (ella profesional, él otros), que partía de los porcentajes
más elevados en 2005. Sin embargo ello no se ha producido del mismo modo ni con la
misma intensidad en los distintos tipos de hogares. Así, los hogares donde ambos era
profesionales (1), experimentaron entre 2005 y 2007 una reducción de los arreglos DS a
tiempo completo, frente a un auge de los arreglos MMBW y donde el hombre estaba
ocupado a tiempo parcial. A su vez, los hogares donde ambos eran técnicos o
administrativos (4) y donde ella era técnica o administrativa y él obrero (5) apenas
incrementaron el porcentaje de arreglos DS y MMBW en uno o dos puntos porcentuales. En
cambio, dichos incrementos fueron notables en los hogares tipo 3 (él profesional, ella otros),
6 (ella trabajadora de los servicios, él obrero), 7 (ambos trabajadores de los servicios) y 8
(ambos obreros).
16
Así, los hogares “él en paro, ella ocupada” no se corresponden exactamente con los hogares clasificados
como FBW en los arreglos productivos, puesto que éstos incluían también situaciones de inactividad masculina.
Del mismo modo, tampoco los hogares “ambos en paro” se corresponden con los “sin empleo”.
22
Gráfico 6. Evolución de las parejas biactivas y de doble ingreso, según la categoría ocupacional combinada de los miembros de la pareja.
Porcentajes de los distintos tipos sobre el total de hogares de cada categoría. 2005, 2007, 2010 y 2012
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de EU-SILC. n(2005)=6.610; n(2007)=6.217; n(2010)=6.389; n(2012)=5.691.
23
Estos datos refuerzan una de las hipótesis principales de la investigación, que plantea que, a
pesar de existir importantes diferencias de clase en la adopción de distintos arreglos
productivos, se observaría un incremento del doble ingreso entre los hogares de clase
trabajadora. En efecto, los datos muestran como el incremento del patrón de doble ingreso se
da especialmente entre los hogares donde uno o ambos miembros son obreros/as o
trabajadores/as semi y no cualificados de los servicios (6, 7, 8), aunque no del mismo modo
entre los empleados administrativos, cuyos patrones se asemejan de forma importante a los de
los técnicos, como se ha señalado con anterioridad. De hecho, resulta destacable que sea
precisamente en los hogares tipo 6, 7, 8, junto al tipo 5 (ella técnica o administrativa, él
obrero), donde más aumentó entre 2005 y 2012 el porcentaje de parejas biactivas en términos
globales, un incremento que fue desde los 11,30 puntos en los hogares donde ambos
miembros eran obreros (8) a los 12,40 puntos en aquellos donde él era obrero y ella
trabajadora de los servicios (6). Estos datos ponen de relieve la existencia de transformaciones
de fondo en los patrones de participación de estas parejas en el mercado de trabajo, con
anterioridad y a raíz de la crisis.
Por otro lado, el importante incremento de los hogares de doble ingreso observado en los
hogares tipo 3 (él profesional, ella otros) en el periodo 2005-2007, apuntaría a que esta
tendencia al auge del patrón de doble ingreso se habría dado también, al menos durante el
periodo de expansión, para los hogares de hipogamia femenina (donde la categoría
ocupacional de la mujer era inferior a la del hombre). Sin embargo, a diferencia de lo que
ocurría con los hogares tipo 5-8, en los hogares tipo 3 la tendencia a la auge de las parejas
biactivas se rompe a partir del periodo 2010-2012 lo que podría sugerir que en estos hogares
de hipergamia masculina, donde el empleo del hombre se ha visto menos afectado por la crisis,
la biactividad se vuelve menos necesaria. Dejamos, pues, apuntadas estas consideraciones,
que cabría explorar con mayor profundidad, de forma específica, en futuros trabajos.
5.4. Categoría ocupacional, arreglos productivos y dificultades de los hogares para
llegar a fin de mes. Análisis multivariante
Se ha visto en el análisis comparativo (apartado 4.3) que existía en el caso español una fuerte
relación entre el tipo de arreglo productivo y las dificultades económicas de los hogares para
llegar a final de mes. El objetivo de este apartado es, por un lado, ver en qué medida dichas
relaciones se mantienen una vez se ha controlado por la categoría ocupacional de los
miembros de la pareja. Y, por otro, ver en qué medida existen diferencias en la situación
24
económica de los hogares en que el hombres es obrero y trabajador de los servicios, que
pudieran dar cuenta de por qué estos últimos aumentaban la probabilidad de que en el hogar
hubiera un arreglo DS, tal y como se ha visto en el apartado 5.2.. Así, en la tabla 2 se
presentan los resultados del análisis de regresión logística binaria, en que la variable
dependiente “Dificultades para llegar a fin de mes” cobra dos posibles valores (con
dificultades o sin dificultades) y donde los arreglos productivos y la categoría ocupacional de
los miembros de la pareja ejercen, entre otras, de variables independientes.
Si nos fijamos inicialmente en los resultados de 2007, tomando como referencia los arreglos
DS, observamos que los arreglos MMBW no aumentaban de forma significativa las
dificultades económicas de los hogares. Este resultado sorprende si tenemos en cuenta los
resultados del apartado 4.3. No obstante, antes de introducir en el modelo las variables de
nivel de estudios y categoría ocupacional de la mujer sí que se observaba una relación
positiva entre ambas categorías, lo que pone de manifiesto de nuevo a las fuertes
desigualdades de clase en la articulación de empleo y vida familiar. El resto de arreglos
analizados sí aumentaban significativamente la probabilidad de que existieran dificultades
económicas en el hogar. En menor medida los hogares MBW-TDC y fuera de la fuerza de
trabajo; con más intensidad en los hogares MBW-Mujer en paro, que multiplicaban por dos la
probabilidad; y aun con más intensidad en los hogares FBW, Hombre a tiempo parcial, y
especialmente en los Sin empleo, que la aumentaban en prácticamente un 600%.
A su vez, los datos muestran, que el que el hombre o la mujer fueran obreros/as o
trabajadores/as de los servicios se encontraba relacionado con una mayor precariedad en el
hogar, relación que sólo se daba con mayor intensidad en los hogares donde la mujer era
trabajadora agraria. Resulta plausible, pues, pensar en las presiones económicas como un
factor relacionado con el auge del doble ingreso entre los hogares de clase trabajadora durante
la época de expansión económica, constatado en el apartado anterior. Sin embargo, destaca
que no se observen diferencias significativas, ni entre las obreras y las trabajadoras de los
servicios, ni entre los obreros y los trabajadores de los servicios. Así, si en algún periodo
previo la posición de los obreros industriales ha podido ser mejor en términos de bienestar
material a la de los trabajadores de los servicios, ello no parecía ser el caso, en el periodo
inmediatamente anterior a la crisis, con los datos disponibles y controlando por una serie de
variables sociodemográficas.
25
Tabla II. Resultados del análisis de regresión logística binaria, con la variable
“DIFICULTADES PARA LLEGAR A FIN DE MES” como variable dependiente, y las
características individuales y del hogar como variables independientes, 2007 y 201217
2007
β
E.T.
O.R.
2012
I.C. 95% O.R.
Inf.
β
E.T.
O.R.
Sup.
I.C. 95% O.R.
Inf.
Sup.
Arreglo productivo
Doble sustentador
Modified male breadwinner
Male breadwinner-Mujer TDC
Male breadwinner-Mujer en paro
Male breadwinner-Mujer inactiva
Female breadwinner
Sin empleo
Fuera de la fuerza de trabajo
Hombre a tiempo parcial
Estudiantes
Categoría ocupacional mujer
Trabajadoras semi y no cualificadas
servicios
Pequeñas empresarias
Profesionales, directivas y gerentes
Técnicas y profesionales de nivel
medio
Empleadas admin. y servicios atención
Obreras cualificadas y no cualificadas
Trabajadoras agrarias
Sin experiencia laboral
0,122
0,224**
0,781***
0,232
1,167***
1,779***
0,503***
1,313***
0,330
-
-
-
-
-
0,099
0,086
0,136
0,147
0,194
0,288
0,118
0,230
0,419
1,13
1,251
2,184
1,261
3,213
5,924
1,654
3,719
1,391
0,931
1,056
1,673
0,944
2,198
3,366
1,314
2,367
0,612
1,371
1,482
2,85
1,684
4,698
10,426
2,083
5,842
3,159
0,222*
0,381***
0,853***
0,453
1,112***
2,261***
0,480***
0,897***
0,493
-
-
-
-
-
0,115
0,111
0,110
0,289
0,138
0,196
0,137
0,241
0,417
1,249
1,463
2,346
1,573
3,039
9,596
1,616
2,452
1,637
0,997
1,178
1,890
0,892
2,318
6,539
1,237
1,53
0,722
1,564
1,817
2,911
2,772
3,984
14,082
2,112
3,929
3,711
-
-
-
-
-
-
-
-
-0,62**
0,221
0,538
0,349
0,83
-0,217
0,246
0,805
0,497
1,304
-0,726***
0,131
0,484
0,374
0,625
-0,642***
0,127
0,526
0,41
0,675
-0,387***
-0,478***
-0,162
0,399**
-0,044
0,119
0,091
0,1
0,18
0,108
0,679
0,62
0,85
1,49
0,956
0,538
0,519
0,699
1,047
0,774
0,857
0,742
1,034
2,121
1,182
-0,124
-0,579***
-0,183
-0,074
-0,141
0,124
0,102
0,124
0,193
0,131
0,883
0,56
0,833
0,929
0,868
0,693
0,458
0,654
0,637
0,672
1,126
0,685
1,061
1,355
1,122
Categoría ocupacional hombre
Obreros cualificados y no cualificados
Pequeños empresarios
Directivos y gerentes
Profesionales
Técnicos y profesionales de nivel
medio
Empleados admin. y servicios de
atención
Trabajadores semi y no cualificados
servicios
Trabajadores agrarios
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-0,437***
-1,361***
-0,506***
0,142
0,211
0,127
0,646
0,256
0,603
0,489
0,17
0,471
0,854
0,388
0,773
-0,714***
-1,44***
-0,519***
0,148
0,22
0,134
0,49
0,237
0,595
0,366
0,154
0,458
0,655
0,365
0,774
-0,092
0,103
0,912
0,746
1,115
-0,59***
0,107
0,554
0,449
0,683
-0,113
0,115
0,893
0,712
1,119
-0,506***
0,129
0,603
0,468
0,776
0,074
-0,278*
0,088
0,149
1,077
0,757
0,906
0,566
1,28
1,013
0,244**
-0,139
0,102
0,162
1,277
0,87
1,046
0,633
1,559
1,195
- categoría de referencia; *** p<0,01; ** p<0,05; *p<0,10
R2 Nagelkerke=0,226
R2 Nagelkerke=0,321
χ² del modelo=1121,627 (p<0,01)
χ² del modelo=1498,56 (p<0,01)
N=6.047
N=5.539
17
Modelo también controlado por: nivel educativo del hombres y de la mujer, país de origen del hombre y de la
mujer, edad del hombre y de la mujer, número de hijos menores de 18 años, presencia de hijos menores de 5
años, tipo de cuidado de menores utilizado y comunidad autónoma de residencia. Variables controladas pero no
significativas: país de origen del hombre (2007), país de origen de la mujer (2012), edad hombre (2007), edad
mujer (2012), presencia de hijos menores de 6 años (2012), cuidador remunerado (2007), cuidado institucional
(2007 y 2012) y cuidado informal (2007 y 2012).
26
Estas evidencias nos obligan a referirnos a los resultados del apartado 5.2. acerca de la
relación entre la categoría ocupacional y los arreglos productivos de los hogares, que
mostraban una mayor extensión del DS entre trabajadores y trabajadoras de los servicios,
frente a una mayor probabilidad del MBW entre obreros y obreras. Se han apuntado diversos
factores explicativos de estas evidencias. En primer lugar, las mayores dificultades de las
obreras para reintegrarse al mercado de trabajo tras la llegada de los hijos. En segundo lugar,
la relevancia de los distintos contextos ocupacionales, en términos de las culturas del trabajo y
representaciones acerca de la división sexual del trabajo. En tercer lugar, las posibles
desiguales situaciones materiales de los trabajadores/as de los servicios en relación a los
obreros/as. En este sentido, puesto que los resultados que acabamos de presentar muestran
que, controlando por el resto de variables sociodemográficas, el ser obrero u obrera no
mejoraba significativamente la situación del hogar respecto a los trabajadores y trabajadoras
de los servicios, los dos primeros factores explicativos cobrarían peso, aunque su contraste no
resulta posible mediante los datos disponibles.
Si nos fijamos ahora en los datos de 2012, la evidencia más destacable es la pérdida de peso
de la categoría ocupacional de la mujer frente a la del hombre. Así, manteniendo las
trabajadoras de los servicios como categoría de referencia, en 2012 sólo el que ella fuera
profesional, directiva o empleada administrativa disminuía de forma significativamente las
probabilidades de que el hogar tuviera dificultades económicas. En cambio, en el caso del
hombre, además de pequeños empresarios, directivos, y profesionales, en 2012 también
técnicos y administrativos disminuían las dificultades económicas en los hogares. A su vez,
en 2012 sí se observa diferencias significativas entre obreros y trabajadores de los servicios.
En concreto, éstos últimos incrementan la probabilidad de dificultades en los hogares.
Estos datos ponen de manifiesto, pues, que en el periodo de expansión el estatus ocupacional
de la mujer era más relevante a la hora de determinar el nivel de bienestar material del hogar.
En cambio, la crisis habría desdibujado dichas diferencias, mientras que el estatus
ocupacional del hombre se ha vuelto mucho más discriminante, lo que estaría relacionado con
el fuerte impacto de la crisis en determinados sectores de empleo, ocupados por hombres
situados las categorías inferiores de la jerarquía ocupacional. Así, los datos apuntan que el
impacto de la crisis no se habría concentrado en la misma medida sobre determinadas
categorías de empleo de las mujeres.
27
6. A modo de conclusión
De los resultados del análisis destaca, por un lado, el claro auge de los hogares de doble
ingreso frente a los hogares male breadwinner durante el periodo de expansión económica.
Incluso durante la crisis, las parejas biactivas (formadas por ocupados/as y/o
desempleados/as) continuaron aumentando significativamente. En segundo lugar, el eje de
clase emerge como claramente diferenciador de las formas de articulación de vida laboral y
vida familiar.
Asimismo, si bien existen claras diferencias de clase en la adopción de distintos tipos de
arreglos productivos, se observa también que es precisamente entre los hogares de clase
trabajadora donde más aumentaron las parejas de doble ingreso en el periodo de expansión
económica. Como también fue en estos hogares donde más aumentaron las parejas biactivas a
raíz de la crisis, a pesar de haber sido los más afectados por la destrucción de empleo.
Las evidencias relativas al análisis de las dificultades económicas de los hogares hacen
plausible que las presiones económicas constituyan un factor explicativo clave de dicho auge.
En efecto, España se encontraba entre los países europeos donde las diferencias entre las
situaciones de los hogares DS y MBW eran más pronunciadas. El análisis multivariado señala
también importantes contrastes a este respecto entre los hogares trabajadores y de clase media.
Sin embargo, más difíciles de interpretar resultan los contrastes observados dentro de la clase
trabajadora, entre obreros y trabajadores de los servicios.
7. Referencias bibliográficas
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