El conocimiento florístico y faunístico de una región es de

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BIODIVERSIDAD DE ANFIBIOS Y REPTILES DE LAS PROVINCIAS DE
CHACO Y CORRIENTES
El conocimiento florístico y faunístico de una región es de gran importancia a la
hora de emprender estudios sobre aspectos biológicos del grupo sobre el que
se trabaja. Además de ser un requisito previo, básico y fundamental para la
evaluación de la situación y estado de la conservación de las especies en un
marco geográfico dado y la posterior elaboración de medidas proteccionistas
concretas.
El estado crítico de los ecosistemas como consecuencia del acelerado cambio
producido por el hombre en el mundo, ha llevado a que instituciones
internacionales concientes de este peligro sugieran una serie de
recomendaciones para la preservación del ambiente, siendo la medida
prioritaria el conocimiento y conservación de la biodiversidad del área. Para
cumplimentar esto es de imperiosa necesidad contar con un panorama claro y
actualizado del estado de las poblaciones naturales tanto de la flora como de la
fauna silvestre. Surge así la necesidad de inventariar la flora y fauna y de
mapear su distribución, para lo cual se ha implementado los últimos años la
confección de Atlas que suministren mapas y comentarios presentando los
resultados globales del conocimiento existente sobre la distribución de las
especies, por lo menos en parte del rango de su distribución geográfica. Este
marco puede ser local, regional, nacional o continental, y provee invalorable
información biogeográfica desde los puntos de vista histórica y ecológica sobre
un taxón determinado. Esto nos ayuda a entender la historia y estimar el
futuro de las poblaciones de plantas y animales.
A partir del muestreo de campo, se obtuvieron datos de 254 localidades,
registrándose un total de 180 taxa, que incluyen 65 especies y subespecies de
anfibios (2 gimnofiones y 63 anuros) y 115 de reptiles (28 saurios, 7
anfisbénidos y 79 serpientes)
Comparado con el total de especies para el país según Lavilla et al. (2000), 171
taxa de anfibios, 167 de saurios,10 anfisbénidos y 130 serpientes, en la región
del nordeste están presentes el 38% (=65) de la fauna de anfibios de la
herpetofauna argentina, el 16,8 % (= 28) de la de saurios, el 70% de la de
anfisbénidos (=7) y el 60,8 % (= 79) de la de serpientes.
Los anfibios comprenden dos familias de Gymnofiones que incluyen una especie
cada una y cinco familias de Anura, de las cuales Leptodactylidae es la de
mayor diversidad con 30 especies, seguida por Hylidae con 18, Bufonidae con
10, Pseudidae con 3 y Microhylidae con 2.
Los saurios, comprenden a su vez, a siete familias, de las cuales Teiidae con 8
especies presenta el mayor número de taxa, luego Tropiduridae con 5 especies,
Gymnophthalmidae con 4, Gekkonidae y Polychrotidae con 3, y por último las
familias Scincidae y Anguidae con 2 especies cada una.
Así mismo los anfisbénidos agrupan a 7 especies, a su vez las serpientes se
distribuyen en 7 familias, de las cuales Colubridae con 63 especies es la que
posee mayor riqueza específica, figurando las familias Leptotyphlopidae,
Elapidae y Viperidae, en segundo lugar con 4 especies cada una, seguidas por
las familias Boidae con 3 especies y Anomalepididae y Typhlopidae ambas con 1
sola especie.
De las dos provincias estudiadas, Corrientes exhibe la mayor riqueza específica
con un total de 142 taxa y Chaco con 129. Considerando individualmente los
distintos grupos, es también en Corrientes donde se encuentra la mayor
riqueza de anfibios 79 % (= 55), y de serpientes 80 % (= 66); mientras que
Chaco exhibe un número de especies levemente menor pero muy semejante
para ambos grupos. A su vez, Chaco presenta la más alta diversidad de saurios,
86 % (= 24) de toda el área prospectada.
Desde el punto de vista de la conservación la mayoría de las especies de
anfibios no se encuentran Amenazadas y solamente 4 son Vulnerables:
Siphonops paulensis, Chthonerpeton indistinctum, Argenteohyla siemersi
pederseni, Leptodactylus labyrinthicus.
Entre los reptiles, la mayoría han sido calificados como No amenazadas (NA)
pero aparecen 11 especies Vulnerables (V) y 5 amenazadas.
De acuerdo a la categorización de los Anfibios y Reptiles de la República
Argentina, (Lavilla et al., 2000), no existen especies consideradas En Peligro,
(EP) en la región estudiada, figurando solamente cinco de ellas en la categoría
de Amenazadas (A): Urostrophus gallardoi y Anisolepis longicauda; Boa
constrictor occidentalis, Imantodes cenchoa cenchoa y Pseudoeryx plicatilis
plicatilis.
Sin embargo y de acuerdo a la experiencia personal del grupo de trabajo,
merecen especial atención algunas otras especies, tales como:
Urostrophus gallardoi, categorizada hasta la fecha como Amenazada (A)
debido a que sus ambientes se encuentran en franca declinación. Los autores
consideran que en un futuro su categoría debería cambiar a especie En Peligro
(EP),
Anisolepis longicauda, categorizada como Amenazada (A) (Avila et al., en:
Lavilla et al., 2000). se recomienda especial atención y un cambio en su
categorización a especie En Peligro (EP).
Kentropyx viridistriga, Fue categorizada como especie Insuficientemente
Conocida (IC). Se considera que esta especie debería cambiar su categoría a
Vulnerable (V).
Kentropyx lagartija, Fue categorizada como Insuficientemente Conocida (IC).
Se sugiere un cambio en su categorización actual a especie En Peligro (EP).
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