SALUD MENTAL POSITIVA EN ADOLESCENTES MEXICANOS Lorena Toribio Péreza* [email protected] Norma Ivonne González Arratia López Fuentesa Hans Oudhof Van Barnevelda Marta Gil Lacruzb a Universidad Autónoma del Estado de México b Universidad de Zaragoza, España * Autor de contacto Resumen La salud mental constituye uno de los grandes desafíos presentes y futuros de nuestra sociedad. Las proyecciones estiman que para el año 2020 las condiciones neuropsiquiátricas serán responsables del 15% de las discapacidades a nivel mundial (OMS, 2015). En la actualidad, se calcula que el 20% de los niños y adolescentes del mundo presentan trastornos o problemas mentales. Por lo que, no es sostenible tratar esta cuestión solo desde un punto de vista clínico e individual, es necesario buscar soluciones globales y preventivas. Ante esto, la psicología positiva propone que se identifiquen y promuevan los rasgos positivos y estudiar la salud mental positiva como un estado de bienestar, que se puede desarrollar y empoderar (Csikszentmihalyi, 2008; Lluch, 1999; Seligman, 2012). Con este fin, es necesario investigar cuales son las fortalezas, recursos y características que facilitan la salud mental positiva. Dicho conocimiento facilitara el diseño e implementación de programas preventivos y promotores. El contexto escolar resulta especialmente importante en la educación para la salud mental positiva. Es por ello, que este estudio tiene como objetivo medir la salud mental positiva, en adolescentes mexicanos desde su centro escolar. La muestra está compuesta por 533 adolescentes de la Zona Metropolitana de Toluca, estudiantes de nivel medio superior, hombres (44.4%) y mujeres (55.6%), entre 14 y 20 años de edad (M=16.3 DS=.97). Se aplicó la escala de salud mental positiva (Lluch, 1999). Los resultados mostraron un alto nivel de salud mental positiva en los adolescentes. La dimensión donde se obtuvo mayor nivel fue en satisfacción personal y la dimensión donde puntuaron mas bajo fue en autocontrol. Se puede concluir que los adolescentes presentan recursos y fortalezas personales que se reflejan en los altos niveles de salud mental positiva. Son personas que se encuentran satisfechas con la vida, presentan habilidad para resolver problemas y ven el futuro con optimismo. No obstante, se sugiere continuar las investigaciones al respecto, para describir con mayor certeza los recursos psicológicos que protegen la salud mental positiva. Palabras clave: salud mental positiva, adolescentes, género, descriptivo INTRODUCCIÓN Actualmente, el tema de la salud mental es una de las cuestiones que más preocupan, cuando se habla del bienestar de la población. Las proyecciones estadísticas estiman que para el año 2020 las condiciones neuropsiquiátricas serán responsables del 15% de las discapacidades a nivel mundial. En la actualidad, se calcula que el 20% de los niños y adolescentes del mundo presentan trastornos o problemas mentales (OMS, 2015). Atender la salud mental, no solo involucra el tratamiento y prevención de los trastornos mentales, si no también, es esencial la investigación de los factores relacionados con la salud mental positiva y la búsqueda de las razones, por las que muchas personas no terminan desarrollando algún trastorno mental. Esta información resulta necesaria con el fin de proponer soluciones eficaces para aumentar la satisfacción y bienestar del individuo y de la sociedad (Medina-Mora et al., 2009; Lluch, 1999; OMS 2013; Seligman 2012; Tortella-Feliu, et al., 2016). Los planteamientos de la psicología positiva, han reforzado la importancia del estudio de los factores protectores de la salud mental positiva. Desde esta postura se afirma que para mantenerla se requiere de una combinación de recursos psicológicos, emocionales y afectivos, como la autoestima, fortalezas, felicidad, optimismo, inteligencia emocional y resiliencia (Jahoda, 1958; Park, Peterson & Sun, 2013; OMS, 213; Seligman, 2012; Vaillant, 2012). De hecho el concepto de la salud mental positiva, trasciende los modelos tradicionales de saludenfermedad, definiendo como es un estado de bienestar físico, psicológico y social, que se caracteriza por la presencia de pensamientos, emociones y acciones positivas. De entre las dimensiones que configuran este concepto, seis son las que se conisderan entrenables y modificables con la edad (Jahoda, 1958; Lluch, 1999): 1. Satisfacción personal; significa tener satisfacción con la vida y con las perspectivas de futuro. 2. Actitud prosocial, es la predisposición activa hacia la sociedad, una actitud altruista, de apoyo y aceptación hacia los demás. 3. Autocontrol, es la capacidad para afrontar el estrés y las situaciones conflictivas, equilibrio, control emocional y tolerancia a la ansiedad. 4. Autonomía, capacidad para tener criterios propios e independencia, tener seguridad personal, confianza en sí mismo y autorregulación de la propia conducta. 5. Resolución de problemas y autoactualización, es poseer la capacidad de análisis y de adaptación al cambio, habilidad para tomar decisiones, actitud de crecimiento y desarrollo personal continuo. 6. Habilidades de relación interpersonal, habilidad para establecer relaciones interpersonales, ser empático, entender los sentimientos de los demás y dar apoyo emocional. Con el objetivo de operativizar dichos componentes positivos se han desarrollado diversos instrumentos (Diener, et al., 1984, González Arratia, 2011; González Arratia y Valdez, 2013; Londoño, Hernández, Alejo & Pulido, 2013; Seligman, 2012), y uno de los que ha mostrado buen funcionamiento para identificar y evaluar las dimensiones de la salud mental positiva, es el de Lluch, (1999), por sus características psicométricas y validez. Las investigaciones que han utilizado dicho instrumento, se han centrado principalmente en el análisis de estudiantes universitarios (Anicama, et al., 2012; Barradas, Sánchez, Guzmán & Balderrama, 2012; Castillo- Laguna & Amador-Velázquez, 2014; Medina, Irira, Martínez & Cardona, 2012) y adultos (Orellana et al., 2013), siendo escasos los estudios en adolescentes (Amar, et al., 2008; González, Gómez, Caicedo, Piernagorda y Medina-Pérez, 2013; Medina-Pérez et al., 2012; Mercado, Madariaga y Martínez, 2012). La adolescencia es un periodo que se caracteriza por la transición de la niñez a la edad adulta, donde se manifiestan cambios físicos y psicológicos importantes. La salud mental de los adolescentes, dependerá de la influencia de los factores externos, como la familia, la escuela y la sociedad (OMS, 2013) y del progreso de diversas características de personalidad; es fundamental que los adolescentes desarrollen un autoconcepto positivo (satisfacción personal) (Góngora y Casullo, 2009; Rodríguez & Caño, 2012; San Martín y Barra, 2013; Vargas y Wagner, 2013) y un buen manejo de sus emociones (inteligencia emocional). De este modo tendrán facilidad para resolver problemas de manera eficaz (Samper, Mestre & Malonda, 2015), afrontar de forma idónea situaciones estresantes o conflictivas con los demás (Cerón, Pérez-Olmos & Ibáñez, 2011; Inglés et al., 2014; Sasanpour, Khodabakhshi & Nooryan, 2012; Serrano & García, 2010), establecer buenas relaciones interpersonales (Lacunza & Contini, 2011) y tener una participación idónea en la sociedad (Gutiérrez y López, 2015; Ortuño-Sierra, Fonseca-Pedrero, Paíno & AritioSolana 2014). Respecto a los hallazgos de las dimensiones de la salud mental positiva, en algunas investigaciones en adolescentes colombianos, se ha encontrado un elevado nivel en satisfacción personal (Amar, et al., 2008; Medina, et al., 2012; González, et al., 2013) y habilidad de relaciones interpersonales (Mercado, et al., 2012) y en mexicanos mayor puntaje en resolución de problemas y autoactualización (Castillo-Laguna y Amador-Velázquez, 2014). Específicamente en México se han llevado a cabo algunos estudios de salud mental positiva en adultos (Barradas et al., 2012; Martínez at al. 2014), sin embargo son escasos los datos en adolescentes (Castillo-Laguna y Amador-Velázquez, 2014). La salud mental de los adolescentes mexicanos es un asunto que se debe de atender, ya que las estadísticas demuestran que los trastornos de ansiedad, de impulsividad y afectivos, son las enfermedades más comunes en los adolescentes y que esto puede inferir con las tareas de desarrollo (como las de formación educativa, desarrollo de habilidades sociales y desarrollo de identidad) (Medina-Mora, 2009; Benjet, 2009). El contexto escolar resulta especialmente importante, para la salud mental en la adolescencia. La escuela puede facilitar la educación para la salud mental positiva, con el diseño e implementación de programas preventivos y promotores. Esto puede comenzar con la investigación de los mecanismos que participan en la consolidación de la salud mental positiva (Leiva, 2015; Samper, Mestre & Malonda, 2015). Por lo que, el objetivo de esta investigación es describir la salud mental positiva en adolescentes mexicanos. De sus resultados se podrán inferir prioridades en el diseño e implementación de programas promotores del bienestar y equidad en la salud en este colectivo. Método Tipo de estudio: es un diseño de investigación empírica con estrategia descriptiva (Ato, López y Benavente, 2013) de corte transversal (Hernández, Fernández y Baptista, 2006). Participantes La investigación se llevó a cabo en una muestra no probabilística de tipo intencional compuesta por un total de 533 adolescentes, estudiantes de nivel medio superior de la Zona Metropolitana de Toluca, de segundo (32.8%), cuarto (15%), quinto (39.4%) y sexto semestre (12.8%) del turno matutino, de cinco escuelas públicas, chicos (237) y chicas (296), entre 14 y 20 años de edad. Instrumentos La encuesta estuvo conformada por un breve cuestionario sociodemográfico que incluyó cinco preguntas y la Escala de Salud Mental Positiva. 1. Cuestionario sociodemográfico: Institución, grado que cursa, edad, género y residencia. 2. Escala de Salud Mental Positiva (Lluch, 1999): consta de 39 reactivos, construidos en escala de tipo Likert con cuatro opciones de respuesta: (siempre, con bastante frecuencia, con poca frecuencia y nunca). Al extremo positivo se le otorgan cuatro puntos y al extremo negativo un punto. Por lo que cada ítem puede obtener un valor mínimo de 1 y un valor máximo de 4. Se reporta un alpha de Cronbach de 0.70 y una varianza explicada de 46.8% (Lluch, 1999). Consta de 6 dimensiones: 1. Satisfacción personal (8 ítems): significa tener satisfacción con la vida personal y con las perspectivas de futuro. 2. Actitud prosocial (5 ítems): es la predisposición activa hacia la sociedad, una actitud altruista, de apoyo y aceptación hacia los demás. 3. Autocontrol (5 ítems): es la capacidad para afrontar el estrés y las situaciones conflictivas, equilibrio, control emocional y tolerancia a la ansiedad. 4. Autonomía (5 ítems): capacidad para tener criterios propios e independencia, tener seguridad personal, confianza en sí mismo y autorregulación de la propia conducta. 5. Resolución de problemas y autoactualización (9 ítems): es poseer la capacidad de análisis y de adaptación al cambio, habilidad para tomar decisiones, actitud de crecimiento y desarrollo personal continuo. 6. Habilidades de relación interpersonal (7 ítems): habilidad para establecer relaciones interpersonales, ser empático, entender los sentimientos de los demás y dar apoyo emocional. Procedimiento Se consiguieron los permisos necesarios por el Comité de ética de la Universidad Autónoma del Estado de México y por la institución donde fue realizado el estudio. Se obtuvo el consentimiento informado por parte de los padres y de los participantes. La aplicación de los cuestionarios se realizó en forma grupal, en un tiempo aproximado de 40 minutos, en las aulas de clase. Análisis estadísticos Los análisis de datos se llevaron a cabo en el SPSS versión 22.0. Se realizaron análisis descriptivos y de frecuencias para obtener el nivel de salud mental positiva. Resultados Los resultados del cuestionario de los datos sociodemográficos, muestran que los adolescentes de esta muestra presentan una edad de 14 a 20 años (M=16.3 DS=.97), su promedio académico es de 7.9 (DS=0.76) (Ver tabla I). Tabla I. Datos sociodemográficos de la muestra Rangos de edad 14-15 16-17 18-20 Total Edad Frecuencia % Semestre Semestre Frecuencia % 121 369 43 22,0% 69,0% 8,1% 533 100% Segundo Cuarto Quinto Sexto Total 175 80 210 68 533 32,0% 15,0% 39,0% 12,0% 100% Promedio académico Rangos de Frecuencia promedio 6-6.9 31 7-7.9 222 8-8.9 215 9-10 65 Total 533 Se obtuvo la media de salud mental positiva (M=122.9. DE=12.9). Contando con un valor mínimo (77) y un valor máximo (149). El 54.4 % de la muestra estuvo por encima de la media, el 41.7% por debajo de la media y solo un 3.9% en la media. Posteriormente, se realizó un análisis descriptivo para obtener la media de acuerdo al número de ítems que tiene cada factor (Ver tabla II). Tabla II. Media y desviación estándar de acuerdo al total de ítems en cada factor. Factores F1. Satisfacción personal F2. Actitud prosocial F3. Autocontrol F4. Autonomía F5. Resolución de problemas y autoactualización F6. Habilidades de relaciones interpersonales Número de reactivos por factor 8 5 5 5 MEDIA POR DIMENSION DE Valor mínimo Valor máximo 26.62 16.3 14.2 14.9 3.8 2.2 2.6 2.8 8 5 5 5 32 20 20 20 9 29.4 4.0 9 36 7 21.2 3.4 7 28 De forma específica, también se obtuvo la media por dimensión de acuerdo al valor mínimo y máximo que se puede obtener por ítem. La media más alta fue en la dimensión satisfacción personal (M=3.52 DS=.55), seguida de la dimensión actitud prosocial (M=3.37, DS=.60), resolución de problemas (M=3.32, DS=.41), autonomía (M=3.07, DS=.54), habilidades de relación interpersonal (M=2.99, DS=.62) y la media más baja fue la de autocontrol (M=2.88, DS=.49) (Ver tabla III). Tabla III. Media y desviación estándar por dimensión de acuerdo a la calificación mínima y máxima que se puede obtener por ítem. Factores F1. Satisfacción personal F2. Actitud prosocial F3. Autocontrol F4. Autonomía F5. Resolución de problemas y autoactualización F6. Habilidades de relaciones interpersonales Número de reactivos por dimensión 8 5 5 5 MEDIA POR DIMENSION DE Valor mínimo Valor máximo 3.52 3.37 2.88 3.07 .55 .60 .49 .54 1 1 1 1 4 4 4 4 9 3.32 .41 1 4 7 2.99 .62 1 4 De la misma forma se obtuvo la media por cada ítem de la escala. Siendo los reactivos 31, 12, 14 y 23 los que obtuvieron la media más elevada (Ver tabla IV) Tabla IV. Media y desviación estándar por cada ítem de la escala. Factores Satisfacción personal Actitud prosocial Autocontrol Autonomía Resolución de problemas y autoactualización Habilidad de relaciones interpersonales ítems 39. Me siento insatisfecha/o de mi aspecto físico. 4. M e gusto como soy 7. Para mí, la vida es aburrida y monótona 12. Veo mi futuro con pesimismo 31. Creo que soy un/a inútil y no sirvo para nada 38. Me siento insatisfecha/o conmigo misma/o 6. Me siento a punto de explotar 14. Me considero una persona menos importante que el resto de personas que me rodean 37. Me gusta ayudar a los demás 25. Pienso en las necesidades de los demás 1. A mí me resulta especialmente difícil aceptar a los otros cuando tienen actitudes distintas a las mías 3. A mí me resulta especialmente difícil escuchar a las personas que me cuentan sus problemas 23. Pienso que soy una persona digna de confianza 22. Soy capaz de mantener un buen nivel de autocontrol en las situaciones conflictivas de mi vida 5. Soy capaz de controlarme cuando experimento emociones negativas 21. Soy capaz de controlarme cuando tengo pensamientos negativos 26. Si estoy viviendo presiones exteriores desfavorables, soy capaz de continuar manteniendo mi equilibrio personal 2. Los problemas me bloquean fácilmente M 3.1 3.3 3.3 3.5 3.6 3.0 2.9 3.5 DS .89 .76 .78 .73 .66 .99 .77 .75 3.4 2.8 3 .75 .82 .7 3.4 .79 3.5 2.9 .61 .74 2.7 2.7 2.9 .80 .78 .68 2.9 .71 10. Me preocupa mucho lo que los demás piensen de mi 19. Me preocupa que la gente me critique 13. Las opiniones de los demás me influyen mucho a la hora de tomar mis decisiones 34. Cuando tengo que tomar decisiones importantes, me siento muy insegura/o 33. Me resulta difícil tener opiniones personales 29. Los cambios que ocurren en mi rutina habitual, me estimulan 36. Cuando se me plantea un problema, intento buscar posibles soluciones 17. Intento mejorar como persona 15. Soy capaz de tomar decisiones por mí misma 28. Delante de una problema, soy capaz de solicitar información 27. Cuando hay cambios en mi entorno intento adaptarme 32. Trato de desarrollar y potenciar mis buenas aptitudes 35. Soy capaz de decir no cuando quiero decir no 16. Intento sacar los aspectos positivos de las cosas malas que me suceden 18. Me considero “un/a buen/a psicólogo/a” 24. A mí me resulta especialmente difícil entender los sentimientos de los demás 8. A mí me resulta especialmente difícil dar apoyo emocional 11. Creo que tengo mucha capacidad para ponerme en el lugar de los demás y comprender sus respuestas 20. Creo que soy una persona sociable 9. Tengo dificultades para establecer relaciones interpersonales profundas y satisfactorias con algunas personas 30. Tengo dificultades para relacionarme abiertamente con mis profesores/jefes 3.0 3.1 2.9 .80 .87 .78 2.7 3.0 3.0 3.4 3.5 3.4 3.0 3.3 3.2 3.1 3.2 3.4 3.0 3.2 2.8 .87 .82 .78 .65 .64 .66 .73 .66 .71 .86 .77 .68 .80 .81 .85 2.9 3.0 .89 .81 2.7 .87 Discusión y Conclusiones Los resultados de esta investigación reflejan que la mayoría de los adolescentes encuestados tienen altos niveles de salud mental positiva (Jahoda, 1958; Lluch 1999). Estos hallazgos coinciden con estudios realizados con adolescentes colombianos (Amar, et al., 2008; González, et al., 2013; Medina-Pérez et al., 2012; Mercado, et al., 2012). Respecto a los resultados por dimensiones. Puntuaron más alto en Satisfacción personal (3.52), lo cual es similar con los hallazgos de Amar, et al. (2008), González, et al. (2013) y Medina-Pérez, et al. (2012), quienes alcanzan valores que van de 3.40 a 3.27. De acuerdo con los planteamientos de Lluch (1999) y otros autores (Góngora y Casullo 2009; San Martín y Barra, 2013) la satisfacción personal, significa que los adolescentes viven la vida con alegría y dinamismo, poseen una actitud positiva, les gusta lo que hacen y piensan, ven el futuro con optimismo, esperan obtener resultados favorables y creen que son capaces de hacer lo que se proponen. Actitud prosocial también fue una de las dimensiones más altas (3.37). En estudios recientes, se obtuvo 3.2 (Amar, et al., 2008; González, et al., 2013) y 3.58 (Medina-Pérez, et al., 2012). De acuerdo con varios autores (Gutiérrez y López, 2015; Ortuño-Sierra, et al., 2014), la conducta prosocial es un elemento clave durante la adolescencia, puesto que cuando son prosociales se muestran empáticos, se preocupan por comprender los sentimientos de los demás y por dar apoyo emocional, lo que les puede permitir un buen desarrollo psicosocial. Los resultados de Resolución de problemas y autoactualización (3.32) tienen similitud con evidencias de 2.9 (Amar, et al., 2008) 3.1 (González, et al., 2013) y 3.40 (Medina-Pérez, et al., 2012). Esto refleja alta capacidad de análisis para poder tomar decisiones, así como para adaptarse a los cambios, tienen una actitud de crecimiento y desarrollo personal continuo. Los adolescentes son capaces de desarrollar estrategias de afrontamiento eficaces para resolver los problemas, intentan valorar los aspectos positivos de las cosas que les suceden, son capaces de buscar apoyo en otros y buscar información (Samper, et al., 2015). De acuerdo con los datos de Autonomía, (3.07), se puede afirmar que los chicos encuestados tienen una buena autoestima, seguridad personal y confianza en sí mismo, son capaces de expresar sus propios criterios y opiniones a la hora de tomar decisiones. Lo que coincide con una investigación donde se reportó 3.10 (González, et al., 2013), Ante esto, Lluch (1999) y Vargas y Wagner (2013), afirman que durante la adolescencia, la autonomía es uno de los primeros pasos para lograr la independencia hacia la edad adulta. Habilidades de relaciones interpersonales, fue una de las dimensiones con menor nivel (2.99). En un estudio reciente González, et al. (2013), alcanzó 3.10. Este hallazgo tiene una relación significativa con el de actitud prosocial, lo que significa que, a pesar de que se preocupan por los demás no siempre saben cómo intervenir para ayudar. Es evidente que se les debe enseñar a los adolescentes a establecer estrategias para mejorar la capacidad de ser empáticos y ayudar a los demás, ya que de acuerdo con varios autores (Gutiérrez y López, 2015; Lacunza & Contini, 2011), establecer relaciones interpersonales eficaces, constituye un factor protector de la salud mental durante la adolescencia, que les permite un proceso recíproco; comprender los sentimientos y dar apoyo emocional, así como contar con personas que les pueden ayudar a enfrentar o resolver situaciones difíciles. La dimensión donde se obtuvo la media más baja fue Autocontrol (2.88). Amar, et al. (2008) y González, et al. (2013), también encontraron ésta dimensión como la más baja con un puntaje de 2.7. Lo que conduce a inferir que para los adolescentes es difícil afrontar situaciones conflictivas ya que se encuentran en una etapa en la que están desarrollando sus capacidades. Sería importante enseñarles a identificar y controlar sus emociones (inteligencia emocional), puesto que con esto tendrán mayor capacidad de tolerancia ante situaciones difíciles (Cerón, et al., 2011; Sasanpour, et al; Serrano & García, 2012) y evitar relaciones conflictivas. Los adolescentes mexicanos obtuvieron mayor puntuación en satisfacción con la vida y menor en autocontrol, hallazgo que coincide con Amar, et al., (2008), González, et al., (2013) y MedinaPérez, et al., (2012) Estas semejanzas con adolescentes colombianos, pueden deberse a la influencia cultural que ejerce cada país en los chicos que se encuentran en la adolescencia y al contexto académico en el que se encuentran, ya que es donde tienen la oportunidad de desarrollar y manifestar sus habilidades y fortalezas que protegen su salud mental positiva (Leiva, et al., 2015; Samper, et al., 2015). Los resultados de esta investigación, pueden contribuir a reconocer la importancia de atender la salud mental en los adolescentes mexicanos. Como ya habían mencionado diversos autores (Medina-Mora, 2009; Benjet, 2009), uno de los principales aspectos de la salud mental que se deben atender en adolescentes mexicanos es la ansiedad, impulsividad y trastornos afectivos, muchos de los cuales tienen inicio durante este periodo vital En esta investigación queda reflejado que se necesita reforzar precisamente el control de emociones, la capacidad de afrontar las situaciones conflictivas y tolerar la ansiedad y el estrés. Con el trabajo de intervención positivo, basado en la psicología positiva (Park, Peterson & Sun, 2013; OMS, 213; Seligman, 2012) se puede evitar el desarrollo de problemas mentales, priorizando el desarrollo de estrategias de afrontamiento. Se puede concluir que los adolescentes mexicanos cuentan con recursos y fortalezas positivas, que reflejan buena autoestima, satisfacción con la vida, felicidad y optimismo, se preocupan por lo que ocurre en la sociedad y muestran la capacidad de poder cumplir sus metas. Ante estos resultados, es posible realizar programas de intervención para mantener el bienestar e incentivar la manifestación de estas emociones positivas, siendo necesario ayudarles a descubrir y desarrollar sus fortalezas. Se sugiere continuar con la investigación de los mecanismos o factores que protegen la salud mental positiva en distintas poblaciones y edades, para fortalecer las propuestas y programas de intervención y promoción de la salud mental y el bienestar. Referencias Amar, J., Palacio, J., Llinás H., Puerta, L., Sierra, E., Pérez, A.M., & Velásquez, B. (2008). Calidad de vida y salud mental positiva en menores trabajadores de Toluviejo. Suma Psicológica,15 (2), 385-403. Anicama, J., Caballero, G., Cirilo, I., Aguirre, M., Briceño, R. & Tomas, A. (2012). Autoeficacia y salud mental positiva en estudiantes de psicología de Lima. Revista Psicológica Trujillo, 14 (2), 144-163. Ato, M. López, J. & Benavente, A. (2013). Un sistema de clasificación de los diseños de investigación en psicología. Anales de Psicología, 29 (3), 1038-1059. Barradas, A. M.E., Sánchez, B.J.M., Guzmán, I. L. M., & Balderrama, T. J. A., (2012). Factores de salud mental positiva en estudiantes de psicología universidad veracruzana. Revista Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo, 1 (2), 123-135. Benjet, C., Borges, G., Medina-Mora, M. E., Blanco, J., Rojas, E., Fleiz, C…&Aguilar-Gaxiola, S. (2009). La encuesta de salud mental en adolescentes de México. En Rodriguez, J. J., Kohn, R., y Aguilar-Gaxiola, S. Epidemiología de los trastornos mentales en América Latina y el Caribe (90-98). Washington: Organización Panamericana de la Salud. Castillo-Laguna M. & Amador-Velázquez, R. (2014). La salud mental en estudiantes de psicología: un estudio descriptivo. Revista electrónica, Medicina, Salud y Sociedad, 5 (1), 59-69. Cerón, P.D. M., Pérez-Olmos, I., Ibáñez, P. M. (2011). Inteligencia emocional en adolescentes de dos colegios de Bogotá. Revista Colombiana Psiquiátrica, 40 (1), 49-64. Diener, E., Emmons, R., Larsen, R. J. y Griffin, S. (1984). The satisfaction with life scale. Journal of Personalitiy Assessment (49), 71-75. Góngora, V. C. y Casullo, M. M. (2009). Factores protectores de la salud mental: Un estudio comparativo sobre valores, autoestima e inteligencia emocional en población clínica y población general. Interdisciplinaria, 26 (2), 181-205. González-Arratia, L. F. N. I. (2011). Resiliencia y personalidad en niños y adolescentes. Cómo desarrollarse en tiempos de crisis. México: Universidad Autónoma del Estado de México. González-Arratia, L. F. N. I. & Valdez, M. J. L. (2013). Optimismo; Validación de una escala para adolescentes mexicanos. Revista Peruana de Psicología y Trabajo Social, 2 (1), 121130. González, P. Astudillo, E. & Hurtado, E., (2012). Salud mental positiva y apoyo social percibido en personas con discapacidad física. Revista Cultural del Cuidado, 9 (2), 39-49. González, S. P. C., Gómez, A. J. M., Caicedo, B. L. M., Piernagorda, G. D., Medina-Pérez, O. A. (2013). Salud mental positiva en jóvenes escolarizados del municipio de Calarcá (Colombia). Revista Cultural del Cuidado, 10 (2), 49-57. Gutiérrez, C. M. & López, J, E., (2015). Autoconcepto, dificultades interpersonales, habilidades sociales y conductas asertivas en adolescentes. Revista Española de Orientación y Psicopedagogía, 28 (2), 42-58. Hernández, S. R., Fernández-Collado, C., & Baptista, L. P. (2006). Metodología de la Investigación. México. Mc Graw Hill. Inglés, C. J., Torregona, M. S., García-Fernández, J.M., Martínez-Monteagudo, M.C. Estévez, E. y Delgado, B. (2014). Conducta agresiva e inteligencia emocional en la adolescencia. European Journal of Education and Psychology 7 (1), 29-41. Jahoda, M. (1958). Current concepts of Positive Mental Health. Nueva York. Basic Books. Lacunza, A. B., & Contini, de G. N. (2011). Las habilidades sociales en niños y adolescentes. Su importancia en la prevención de trastornos psicopatológicos. Fundamentos en humanidades, 12 (23), 159-182. Londoño, P. C., Hernández, C. L. M., Alejo, C. I. E. & Pulido, G. D. (2013). Diseño y validación de la Escala de Optimismo Disposicional/Pesimismo-EOP. Universitas Psychologica, 12 (1), 139-155. Lluch, M.T. (1999). Construcción de una escala para evaluar la salud mental positiva. Barcelona. (Tesis de Maestría). Universidad de Barcelona. Barcelona. Leiva, L., George, M., Squicciarini, A. M., Simononsohn, A., Guzman, J., (2015). Intervención preventiva de salud mental escolar en adolescentes: desafíos para un programa público en comunidades educativas. Universitas Psychologica, 14 (4), 15-27. Martínez, R. Pando, M, León, S. González, R., Aldrete, M & López, L. (2014). Validez y Confiabilidad de la escala de salud mental positiva. Psicogente, 18 (33), 78-88. Medina-Mora, M. E., Borges, G., Benjet, C., Lara, M. C., Rojas, E., Fleiz, C… & AguilarGaciola, S. (2009). Estudio de los trastornos mentales en México: Resultados de la encuesta mundial de salud mental. En Rodriguez, J. J., Kohn, R., y Aguilar-Gaxiola, S. Epidemiología de los trastornos mentales en América Latina y el Caribe (79-89). Washington: Organización Panamericana de la Salud. Medina, O; Irira, M. Martínez, G, & Cardona, D. (2012). Características de salud mental positiva en estudiantes de una universidad privada de la ciudad de Amenia-Quindio. Revista Virtual, Universidad Católica del Norte (36), 247-261. Mercado, S.D. Madariaga, O. C. & Martínez, G. M. (2012). Salud mental positiva y calidad de vida en adolescentes trabajadores y no trabajadores del municipio de Toluviejo, Sucre. Cultura, educación, sociedad, 3 (1), 157-174. Montero, I., & León, O. G., (2007). A guide for naming research studies in Psychology. International Journal of Clinical and Health Psychology, 7 (3), 847.862 Orellana, O. Garcia, L. Yanac, E. Rivera, J, Alvites, J, Orellana, D. Araujo, G, Canseco, P & Mendoza, C. (2012). Competencias comunicativas y salud mental positiva en el perfil profesional de los profesores de la educación básica de Lima Metropolitana. Revista de Investigación en Psicología, 15 (2), 61-87. Ortuño-Sierra, J. Fonseca-Pedrero, E. Paíno, M., y Aritio-Solana, R. (2014). Prevalencia de síntomas emocionales y comportamentales en adolescentes españoles. Revista de Psiquiatría y Salud Mental, 7 (13), 121-130. Park, N., Peterson, Ch., & Sun, J. K. (2013). Psicología positiva. Investigación y aplicaciones. Terapia psicológica, 31 (1), 11-19. Plan de acción sobre salud mental (2013). Ginebra. Organización Mundial de la Salud (OMS). Rodríguez, N. C., & Caño, G. A. (2012). Autoestima en la adolescencia: análisis y estrategias de intervención. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 12 (3), 389-403. Samper, P., Mestre, V., & Malonda, E. (2015). Evaluación del rol de variables intelectuales y socioemocionales en la resolución de problemas en la adolescencia. Universitas Psychologica, 14 (1), 287-298. San Martín, J. L., & Barra, E. (2013). Autoestima, apoyo social y satisfacción vital en adolescentes. Terapia Psicológica, 31 (3), 287-291. Sasanpour M., Khodabakhshi, M, y Nooryan, Kh. (2012).The Relationship between Emotional Intelligence, Happiness and Mental Health in Students of Medical Sciences of Isfahan University. International Journal of Collaborative Research on Internal Medicine & Public Health, 4 (9), 1614-1620. Seligman, M. (2012). La auténtica felicidad. España: Byblos Serrano, M. E. & García A. D. (2010). Inteligencia emocional: autocontrol en adolescentes estudiantes del último año de secundaria. Multiciencias, 10 (3), 273-280. Tortella- Feliu, M., Baños, R. M., Barrantes, N., Botella, C., Fernández-Aranda, F., GarcíaCampayo, J…& Vázquez, C (2016). Retos de la Investigación Psicológica en la salud mental. Clínica y Salud, 27 (1), 37-43. Vaillant, G. (2012).Salud mental positiva: ¿hay una definición intercultural?. World Psychiatry, 10 (2), 93-99. Vargas, B. P. & Wagner, A. (2013). A autonomia na adolescência: Revisando conceitos, modelos e variáveis. Estudos de Psicología, 18 (4), 649-658.