MEDIR LA COMUNIDAD POLÍTICA: PRINCIPALES DIFICULTADES CODIFICACIÓN A PROGRAMAS ELECTORALES

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MEDIR
LA
COMUNIDAD
METODOLÓGICAS
EN
POLÍTICA:
LA
PRINCIPALES
APLICACIÓN
DE
DIFICULTADES
PROTOCOLOS
DE
CODIFICACIÓN A PROGRAMAS ELECTORALES 1
Luis Navarro Ardoy, Universidad Pablo de Olavide; [email protected]
Elena Ferri Fuentevilla, Universidad Pablo de Olavide; [email protected]
Resumen:
El objetivo de la propuesta es presentar un análisis crítico de cómo diferentes
investigaciones miden la comunidad política que los partidos políticos expresan en sus
programas electorales. El texto presenta, y compara cuando es posible (pone a prueba),
diferentes protocolos de codificación que se han aplicado a los documentos programáticos
en las elecciones generales y autonómicas en España. Se trata de un gran reto
metodológico, porque supone aproximarnos a la medición de uno de los conceptos
señalados por reconocidos estudiosos del tema como de los más controvertidos y
problemáticos de definir. Aunque los estudios de carácter empírico sociológico y político
parecen ganar visibilidad en los últimos años, hasta la fecha no se han centrado en
establecer y detallar una reflexión metodológica de los alcances derivados de aplicar
protocolos de codificación para medir la comunidad política. Por un lado, la investigación
realizada apunta la dificultad de medir el discurso implícito de los partidos políticos. Por
otro lado, el interés de diferenciar en los análisis, al menos, una concepción de la
comunidad política meramente política-administrativa de otras visiones de carácter más
afectivo.
Palabras clave: comunidad política, protocolos de codificación, programas electorales,
análisis de contenido, partidos políticos.
INTRODUCCIÓN. LA DIMENSIÓN POLÍTICA-ADMINISTRATIVA Y LA
DIMENSIÓN AFECTIVA DE ESPAÑA COMO COMUNIDAD POLÍTICA
El debate sobre cómo definir una nación tiene un amplio recorrido en el tiempo y
aún hoy sigue abierto. Reconocidos estudiosos del tema hablan del término nación como
uno de los "más ambiguos, discutibles y problemáticos" (Smith, 2004: 24, 115), "de los
más tendenciosos del léxico político" (Tilly, 1975: 6), "de una noción plástica que esconde
abstracciones diversas" (Hintze, 1968: 202), "de caos terminológico" (Connor, 1998: 111)
y "de fracaso terminológico" (Jaffrelot, 1993: 203). En otro sentido se dice que la nación
1
Los datos que se incluyen en la comunicación pertenecen al Regional Manifesto Project. Agradecemos la
disponibilidad que nos han brindado en el acceso y tratamiento de su base de datos.
1
es un "término paraguas" porque abarca demasiadas cosas diferentes para que una sola
teoría lo pueda explicar (Calhoun, 1997: 8).
A la falta de acuerdo académico para establecer una definición genérica acerca de lo
que es o deja ser una nación, debe sumarse la implicación de intereses políticos. Estos
aspectos se mezclan y son, a veces, muy difíciles de separar, lo que hace el debate aún
más complicado. El debate, además, se puede plantear desde diferentes ángulos. El
nuestro se inicia con la concepción primordialista y modernista para el estudio de las
naciones y da paso, después, a las tipologías de naciones propuestas por diferentes autores.
Nos interesará destacar la idea de comunidad política de Easton (1965) y la posibilidad de
diferenciar para el caso de España la dimensión política-administrativa y la dimensión
afectiva.
Como reconoce Smith (2004: 53), el debate académico más simple y al mismo
tiempo el de mayor alcance es el que diferencia entre los postulados primordialistas, por
un lado, y los modernistas, por otro. Para los primeros, también llamados esencialistas,
existen rasgos objetivos, formados históricamente, que permiten definir la nación. Para los
segundos, actualmente considerados constructivistas, lejos de atribuir características
objetivas a la nación, la sitúan en la esfera de los valores y las creencias caracterizándola
como una construcción imaginada (Anderson, 1991) o inventada (Hobsbawm, 1983).
Si las naciones pueden ser imaginadas es porque incluso en las más pequeñas es
difícil que la mayoría de sus miembros se conozcan personalmente, a pesar de que existe
en la mente de cada uno la imagen de una comunidad de iguales (Anderson, 1991: 6-18).
Por ello, como comunidades imaginadas, lo que distingue a las naciones no es su
existencia genuina (o su falsedad), sino el estilo en que se imaginen; es decir, los criterios
sobre los que se sustenta la idea de que todos los integrantes de la nación viven en sintonía
(Anderson, 1991: 6-7). Las críticas más frecuentes que ha recibido esta perspectiva es que
existe la posibilidad de incluir a un número excesivo de casos. Es decir, el énfasis en la
voluntad, el deseo, la imaginación y la percepción como criterios de nación hace difícil
diferenciar las naciones de otro tipo de colectividades como las regiones o tribus, que
suelen tener también elementos subjetivos similares (Smith, 2004: 26; Connor, 1994).
El debate anterior cuenta con una larga tradición académica y ha dado lugar a otro
tipo de debates sobre las tipologías de naciones que diferentes autores han establecido. La
más relevante, quizás, es la distinción entre naciones étnico-culturales (concepción
germánica de la nación) y cívico-políticas (concepción liberal) (Jáuregui, 1990: 65-66). En
2
relación al debate anterior, en tanto que los primordialistas y esencialistas considerarían la
nación en su dimensión étnico-cultural, los modernistas y constructivistas la considerarían
fundamentalmente como construcción cívico-política.
Las llamadas naciones culturales (naciones con comunidad de cultura pero sin poder
político propio) tienen como soporte la existencia de un grupo étnico diferenciado. Las
naciones así entendidas no necesitan la posesión física de su territorio histórico, le bastan
algunos elementos comunes como la raza, la lengua, la religión y la existencia de algunas
costumbres compartidas (Geertz, 1989). Por lo tanto, es la base cultural la que reclama la
realidad pre-política que es el grupo étnico caracterizado por esos rasgos particulares
(Ferri, 2013: 36). Por ello, los derechos de la nación no se derivan de los ciudadanos que
la integran, más bien se deducen del organismo eterno que es la nacionalidad de base
cultural (De Blas, 1984: 16). Por el contrario, la nación entendida como una realidad
cívico-política no necesita de la existencia de un grupo étnico, pero sí de la ocupación de
un territorio por parte del grupo, al menos por un periodo de tiempo amplio con el fin de
constituirse a sí misma en nación (Smith, 2004: 26-27). Este tipo de nación surge para
asegurar el funcionamiento del aparato estatal y agrupa a los individuos en una
demarcación política, económica y social (De Blas, 1984: 26-37).
Si bien los dos enfoques se fundamentan en corrientes teóricas distintas, a efectos de
análisis no resultan ni antagónicos ni excluyentes, sino complementarios al no existir una
contraposición entre ambos. Esta idea aparece reflejada en importantes autores
constructivistas. Comparten así la idea de que las naciones, aunque no sean naturales, se
ven favorecidas por la existencia de lazos étnicos de grupo como la lengua, cultura,
tradición o costumbres, si bien reconocen que sólo eso sería insuficiente (Smith, 2004;
Orchard, 2002; Hobsbawm, 2000; Stavenhagen, 1996; Fox ,1997; Connor, 1994). Como
ejemplo, podemos tomar el caso de Quebec, uno de los más estudiados fuera de Europa.
Keating (1996: 92-99) confirmó el paso de una fuerte identificación étnica en la sociedad
quebequense (basada exclusivamente en la lengua), para convertirse en una cuya base era
el territorio, si bien la lengua seguía ocupando un lugar central de identificación.
La propuesta que aquí defendemos toma como referencia el concepto de comunidad
política propuesto por Easton (1965: 177-8): un conjunto de miembros que están unidos
por el hecho de participar en estructuras y procesos políticos comunes,
independientemente de lo rígidos o laxos que sus vínculos puedan ser. Concretamente,
ponemos de manifiesto el interés de utilizar para el caso de España la división que
3
propone este autor: por un lado, la dimensión puramente política-administrativa (o
estructural) y, por otro lado, la dimensión afectiva o sentimental. Si el primer caso recoge
la idea de organización territorial del Estado y cuenta con mayor tradición académica, el
segundo sugiere un tipo de patriotismo que es independiente del tipo de estructura
político-administrativa y, por lo tanto, debería analizarse como una dimensión aparte. Es
una actitud de pertenencia asociada con emociones y sentimientos positivos, que se
expresa a través de creencias que connotan pertenencia, afecto, lealtad, orgullo y
preocupación por el grupo y el territorio (Bar-Tal, 1997). Es tal la importancia concedida a
dicho sentimiento que permite dar estabilidad a las estructuras político-administrativas,
sirve para legitimarlas, y es, por lo tanto, cultivado habitualmente desde dichas instancias
porque les permite exigir sumisión y lealtad a su autoridad y sus normas (MartínezHerrera, 2002: 425-6; Álvarez, 2001: 15).
Ante el cuadro descrito, someramente, el objetivo de la comunicación es poner a
prueba la idea de comunidad política de Easton aplicado al caso español en sus dos
dimensiones mencionadas. Para ello, tomamos como referencia el trabajo de Ruiz, Ferri y
Aquino (2014) que diferencia las dos dimensiones. Después tratamos de justificar el
interés de aplicarlo a uno de los protocolos de codificación más conocidos aplicados a
programas electorales y que además tenemos la posibilidad de acceder a sus datos para su
explotación. Nos referimos al Regional Manifesto Project (RMP). En el siguiente epígrafe
explicamos las particularidades de cada protocolo de codificación. Después, como avance
de resultados, presentamos una propuesta de reconversión de una de las dimensiones del
Regional Manifesto Project en una nueva dimensión afectiva y territorial.
DESCRIPCIÓN DE LOS PROTOCOLOS DE CODIFICACIÓN
Los protocolos de codificación que se analizan en esta comunicación utilizan el
análisis de contenido como técnica de recolección de datos. Una técnica que combina
intrínsecamente, y de ahí su complejidad, la observación y producción de los datos con la
interpretación o análisis de los mismos (Abela, 2008).
Siguiendo a Bardin (1996), ambos protocolos tienen en cuenta la importancia o no
de la existencia de códigos en los programas electorales, así como la frecuencia de
aparición del código en términos absolutos y relativos (peso de los códigos en
comparación con otros). En cuanto a la intensidad, en el protocolo de Ruiz, Ferri y Aquino
(2014) las dimensiones se miden en una escala cuyo valor máximo es 5 y el valor mínimo
4
es 1, siendo 5 el máximo nivel de comunidad política de ámbito estatal y 1 el máximo
nivel de comunidad política de ámbito autonómico. Se definen otros valores intermedios
para añadir matizaciones que pueden aparecer entre ambos niveles, aunque no todos los
valores tienen una definición para cada dimensión. Por ejemplo, si atendemos a la
dimensión que ellas denominan “españolidad”, se otorga una puntuación de 5 a los
programas que incluyen el concepto de nación española y 1 a los programas que aplican el
concepto de nación a la comunidad autónoma de forma exclusiva, o rechazan la
pertenencia a otro grupo de carácter supra-comunitario.
En el protocolo utilizado para el Regional Manifesto Project (RMP) (Gómez,
Cabeza y Alonso, 2014), los códigos se distinguen entre el nivel estatal o autonómico
anteponiendo al código matriz dos dígitos que indican 1) el nivel de gobierno para el que
se articula una preferencia concreta (local -1-, regional -2-, nacional -3-, europeo -8-,
internacional -9-) y 2) la dirección de una demanda, es decir, la demanda de mayor o
menor autoridad o competencias para un nivel concreto (menos competencias para el nivel
de gobierno indicado -1-, más competencias -2-, ausencia de demandas de competencias 0-). Estos autores aportan al código un sentido bidireccional (+1, -1), es decir, hay códigos
que tienen una orientación positiva y una negativa, véase el caso del código nacionalismo
(601 y 602) (Tabla III). Este aspecto no se evalúa en el primer protocolo y los discursos de
los partidos políticos se miden en positivo. En cambio, a diferencia del protocolo de
Gómez, Cabeza y Alonso (2014), en el de Ruiz, Ferri y Aquino (2014) concurre la
contingencia, es decir, a la unidad de registro (frase o cuasi-frase) se le puede aplicar de
forma simultánea dos o más códigos.
Tabla I. Características de los protocolos de codificación
Ruiz, Ferri y Aquino (2014)
Presencia
Frecuencia
Intensidad
X
X
X
Dirección
Contingencia
Gómez, Cabeza y Alonso (2014)
X
X
X
X
X
Fuente: elaboración propia a partir de Bardin (1996).
En cuanto a la aplicación del protocolo de codificación a los programas electorales,
el protocolo de Ruiz, Ferri y Aquino(2014) se basa en una estrategia mixta de codificación
5
en dos fases: una primera, donde se seleccionan los términos claves 2 relacionados con el
objeto de análisis; y una segunda, que recupera las frases seleccionadas y las codifica en
función de la preferencia del programa electoral sobre cinco criterios o dimensiones
relacionados con las dimensiones de la comunidad política de Easton (1975) y los niveles
de identificación propuestos por Kaina y Karolewski (2009) (Tabla II). Dicho protocolo se
aplica a los programas electorales de los partidos que compiten en las elecciones
autonómicas de 2011, a excepción de Galicia, Cataluña, Andalucía y País Vasco que
celebran sus elecciones en diferentes años.
Tabla II. Protocolo de codificación de Ruiz, Ferri y Aquino (2014)
Componente/dimensión
Nivel
Orientación
Declarativo
Cognitiva
Operacionalización
D1 – Españolidad
D3 – Pluriculturalismo
Afectivo
Conductual
Conativa/Pragmática
D2 – Solidaridad
Estructural
Conductual
Evaluativa
D5 – Organización
territorial
Mixto
Mixto
Neutra
D4 – Federalismo
simétrico
Fuente: Ruiz, Ferri y Aquino (2014).
La dimensión D1 (Españolidad) y la D3 (Pluriculturalismo) implica un nivel
meramente declarativo, con una orientación cognitiva que identifica al grupo de iguales en
el nivel estatal o autonómico. La D1 se refiere básicamente al hecho de nombrar
explícitamente a la comunidad política, sea de ámbito estatal o autonómico, con el
concepto de nación. La D3 presta atención al reconocimiento de una cultura compartida
entre los miembros del grupo de iguales.
La dimensión D2 (Igualdad, solidaridad, cohesión) es de nivel conductual, pues
implica una orientación hacia la acción del grupo en un sentido determinado. Tiene en
cuenta el grupo al que se reconoce, con el que se establecen relaciones de solidaridad
mutua (puede ser ámbito estatal o autonómico exclusivamente, o contemplar ambos). El
2
Palabras claves: autodeterminación, autogobierno, centraliz*, cohes*, comparti*, descentraliza*,
divers*, federal*, inclu*, nación, nacionalista, regionalista, plural*, solidari*, unid*. Para una lectura
más detallada véase el apéndice 1 en Ruiz, Ferri, Aquino (2014).
6
establecimiento de estas relaciones no es posible sin la existencia de un fuerte sentimiento
de pertenencia (nivel afectivo) a la comunidad política.
La dimensión D5 (Organización territorial) se refiere al nivel estructural de la
comunidad: tiene en cuenta el apoyo y/o satisfacción con el statu quo (el modelo actual)
frente al deseo de promover cambios, bien hacia una mayor centralización de
competencias, bien hacia una mayor descentralización que puede llegar a la
independencia. Se sitúa en el nivel conductual (implica la orientación hacia determinados
comportamientos), con una orientación evaluativa.
La dimensión D4 (Federalismo simétrico) se asienta en un nivel intermedio entre lo
estructural y lo afectivo, y entre la mera declaración (nivel cognitivo) y la orientación de
los comportamientos (nivel conductual): asume una insatisfacción con el modelo político
actual (nivel estructural), pero presupone, por otro lado, el reconocimiento de relaciones
de solidaridad mutua entre quienes forman el estado federal (nivel afectivo).
El protocolo de Gómez, Cabeza y Alonso (2014) aplicado a los programas
electorales consta de siete categorías o dimensiones (domain) que recogen argumentos
sobre las relaciones exteriores, libertad y democracia, sistema político, economía,
bienestar y calidad de vida, tejido social y grupos sociales. A partir de estas dimensiones,
los autores estudian la competición electoral en torno a los dos ejes fundamentales de
conflicto electoral en España, el eje izquierda-derecha y el eje centro-periferia (CP), entre
otras cuestiones. Para estos autores, el eje o dimensión CP da cuenta de la posición de los
partidos en relación con el modelo territorial del Estado y la defensa de la identidad
nacional del grupo cultural mayoritario respecto a la identidad periférica o viceversa
(Alonso, 2012; Alonso, Gómez y Cabeza, 2013), es decir, dentro del eje CP se identifica
una dimensión afectiva y una dimensión territorial de la comunidad política pero a
diferencia de Ruiz, Ferri y Aquino (2014) ambas dimensiones se analizan de forma
conjunta formando una sola dimensión. Aunque este protocolo comparte con el MP
(Manifesto Project) la misma clasificación para medir las preferencias de los partidos, se
centra en la competición a nivel autonómico: concretamente, en los programas electorales
de PP y PSOE de las elecciones autonómicas entre 2008 y 2012. A nivel metodológico, la
aplicación del protocolo se realiza sobre las cuasi-frases que aparecen en el programa
(unidades de análisis) y luego se calcula el porcentaje de cuasi-frases dedicadas a un
código respecto del total del programa electoral.
7
Tabla III. Protocolo de codificación del Regional Manifesto Project (RMP)
Dominio 1: Relaciones exteriores
101
Relaciones internacionales especiales: Positivo
1017 Relaciones interregionales especiales: Positivo
102
Relaciones internacionales especiales: Negativo
1027 Relaciones interregionales especiales: Negativo
103
Anti-imperialismo
104
Militarismo: Positivo
Dominio 2: Libertad y democracia
201
Libertad y derechos humanos
202
Democracia
2024 Democracia representativa
Dominio 3: Sistema político
301
Descentralización: Positivo
3012 Financiación sub-estatal
3013 Trato diferencial entre regiones: Negativo
3014 Trato diferencial entre regiones: Positivo
302
Centralización: Positivo
Dominio 4: Economía
401
Liberalismo económico
402
Incentivos
403
Regulación del mercado
404
Planificación económica
405
Corporativismo
406
Proteccionismo: Positivo
407
Proteccionismo: Negativo
408
Metas económicas
Cultura: Positivo
Igualdad: Positivo
Igualdad de trato para inmigrantes
Expansión del Estado del Bienestar
5042
Expansión del
inmigrantes
Estado
del
Bienestar
Dominio 6: Fábrica de sociedad
601
Nacionalismo: Positivo
6015 Promoción y protección de la lengua
6016 Ligámenes culturales con la diáspora
6017 Bilingüismo: Positivo
602
Nacionalismo: Negativo
603
Moralidad tradicional: Positivo
604
Moralidad tradicional: Negativo
Dominio 7: Grupos Sociales
Militarismo: Negativo
Paz
Internacionalismo: Positivo
Unión europea: Positivo
Internacionalismo: Negativo
Unión europea: Negativo
2025
203
204
Democracia participativa
Constitucionalismo: Positivo
Constitucionalismo: Negativo
303
Eficiencia administrativa y
gubernamental
Administración de justicia
Corrupción política
Autoridad política
3031
304
305
409
Keynesianismo
Dominio 5: Bienestar y calidad de vida
501
Protección ambiental: Positivo
502
503
5032
504
105
106
107
108
109
110
410
411
4111
412
413
414
415
416
Crecimiento económico: Positivo
Tecnología e infraestructuras
Gestión de los recursos naturales
Economía controlada
Nacionalización
Ortodoxia económica
Análisis marxista: Positivo
Economía
anti-crecimiento:
Positivo
505
Limitación del Estado del
Bienestar
Limitación del Estado del
Bienestar para inmigrantes
Expansión de la educación
Expansión de la educación para
inmigrantes
Limitación de la educación
Limitación de la educación para
inmigrantes
5051
506
5062
para
507
5071
605
6051
606
607
608
Ley y orden: Positivo
Impacto
negativo
de
inmigrantes en la ley
y el orden
Conciencia cívica: Positivo
Multiculturalismo: Positivo
Multiculturalismo: Negativo
los
8
701
702
703
Grupos laborales: Positivo
Grupos laborales: Negativo
Agricultura: Positivo
7053
7054
706
Inmigrantes: Positivo
Diáspora: Positivo
Grupos
demográficos
económicos
704
Clase media y grupos profesionales
705
Grupos minoritarios desfavorecidos
Fuente: Gómez, Cabeza y Alonso (2014).
000
Categoría no aplicable
no
Del protocolo de codificación expuesto en la Tabla III se extrae la medición de la
dimensión centro-periferia (CP) que incluye códigos que pertenecen a la dimensión 3
(sistema político) y a la dimensión 6 (fábrica de sociedad) al ser códigos directamente
relacionados con la dimensión CP, además de todos los códigos que anteponen al código
matriz cesión de competencias tanto a nivel autonómico (22) como estatal (32) o
reducción de competencias para el nivel de gobierno indicado, 21 y 31, respectivamente.
El cálculo de la dimensión centro-periferia es el siguiente:
Dimensión centro-periferia: periferia (22_YYY1 + 22_YYYY2 + 31_YYY +
31_YYYY + 20_301 + 20_3013 + 20_3014 + 30_301 + 20_601 + 20_6015 + 20_6016
+ 20_608 + 30_602) – centro (32_YYY + 32_YYYY + 21_YYY + 21_YYYY +
20_302 + 30_302 + 30_601 + 30_6015 + 30_6016 + C30_608)
----------------------------------------------------------------------------------------------1.
YYY: Hace referencia a los códigos matriz que tienen tres dígitos, sin distinguir a que dominio o
dimensión pertenecen.
2.
YYYY: Hace referencia los códigos matriz que tienen cuatro dígitos, sin distinguir a que dominio o
dimensión pertenecen.
La mencionada dimensión CP que utiliza el Regional Manifesto Project está
directamente relacionada con las dimensiones afectiva y político-territorial de la
comunidad política que se define en el protocolo de Ruiz, Ferri y Aquino (2014). En
ambos casos se evidencia el interés por mostrar las cuestiones identitarias y territoriales de
los programas electorales de los partidos políticos. Sin embargo, desde nuestro punto de
vista, pensamos que los aspectos identitarios y territoriales tendrían que analizarse por
separado, puesto que el esfuerzo de las élites por tratar de crear o definir los vínculos
afectivos con una comunidad política (o la identidad nacional de un grupo) no equivale
necesariamente a la demanda de mayor independencia política del poder estatal o
autonómico. En España, por ejemplo, las demandas de autonomía y cesión de
competencias han aumentado en Comunidades Autónomas sin un fuerte sentimiento
9
identitario propio y sin minar los sentimientos de pertenencia originales de sus ciudadanos
a la comunidad política de ámbito estatal (Guinjoan y Rodon, 2010). Por lo tanto, las
alusiones a la nación y a la existencia de una fuerte identidad nacional no implican
siempre demandas de autonomía o independencia políticas.
LA
DIMENSIÓN
AFECTIVA
Y
POLÍTICO-TERRITORIAL
EN
LOS
PROTOCOLOS DE CODIFICACIÓN
El protocolo de Ruiz, Ferri y Aquino (2014) se elabora con un objetivo muy
particular que es el de identificar discursos sobre la comunidad política, considerando las
dos dimensiones que recoge Easton (1975) (afectiva y la político-territorial). En cambio,
como hemos comentado, el de Gómez, Cabeza y Alonso (2014) tiene un carácter más
general y analiza diferentes temáticas y una amplia variedad de cuestiones (relaciones
exteriores, libertad y democracia, sistema político, economía, bienestar y calidad de vida,
tejido social y grupos sociales). Quizá por su carácter más amplio, estos autores no
diferencian las dos dimensiones de la comunidad política en sus análisis. Aunque hacen
referencia a los aspectos territoriales y afectivos de la comunidad política, los aglutinan en
una misma dimensión que denominan centro-periferia (CP).
El objetivo de la comunicación es analizar esa dimensión CP que utiliza el RMP y
dividirla en dos dimensiones, agrupando, por un lado, los códigos que hacen referencia a
la organización territorial que formaría parte de la dimensión político-administrativa y, por
otro lado, los códigos que hacen alusión a la dimensión afectiva o sentimental de la
comunidad política (véase tabla IV y V). De esta forma, tratamos de aportar un análisis
más preciso de la comunidad política en términos de Easton (1975) y podremos
comprobar si al dividir en dos dimensiones (afectiva y político-territorial) la dimensión CP
obtenemos resultados diferentes a los del RMP.
10
Tabla IV. Adaptación de los protocolos de codificación analizados atendiendo a la dimensión afectiva y político-administrativa de Easton (1975).
DIMENSIONES
RUIZ, FERRI Y AQUINO (2014)
DIMENSIÓN 1: Españolidad
Se refiere básicamente al hecho de nombrar explícitamente a la
comunidad política nacional, sea de ámbito estatal o
autonómico, con el concepto de nación.
Comunitaria o afectiva
DIMENSIÓN 2: Solidaridad, igualdad y cohesión
. Tiene en cuenta el grupo al que se reconoce, con el que se
establecen o con el que deberían de establecerse, relaciones de
solidaridad mutua (que puede ser ámbito estatal o autonómico
exclusivamente, o contemplar ambas comunidades).
DIMENSIÓN 3: Pluriculturalismo
Presta atención al reconocimiento de una cultura compartida
entre los miembros del grupo de iguales (sea este la comunidad
política de ámbito estatal, la de ámbito autonómico, o ambas).
GÓMEZ CABEZA Y ALONSO (2014)
DIMENSIÓN 6: Tejido social
601 Nacionalismo positivo
Menciones favorables a la nación y a la historia. Puede incluir: Apoyo en el
establecimiento de ideas nacionales, apelaciones al orgullo de la ciudadanía, al
patriotismo, al nacionalismo, a la suspensión de algunas libertades con el fin
de proteger al estado contra la subversión. Esto se aplica también a nivel
regional.
6015 Promoción y protección de la lengua
Promoción y protección de la lengua del territorio. Demandas de cooficialidad.
6016 Ligámenes culturales con la diáspora
Mantener los vínculos culturales con la diáspora. Promoción de la lengua entre
la diáspora.
608 Multiculturalismo negativo
Reforzamiento y fomento de la integración/asimilación cultural. Apelaciones a
la homogeneidad cultural. Incentivos para que aprendan la lengua.
602 Nacionalismo negativo
Menciones negativas sobre la nación y la historia. Puede incluir oposición al
patriotismo, al nacionalismo, a la existencia de un estado, idea u orgullo
nacional. Esto se aplica también a nivel regional.
DIMENSIÓN 3: Sistema político
Político-administrativa
DIMENSIÓN 4: Federalismo simétrico
Asume una insatisfacción con el modelo político actual, pero
presupone, por otro lado, el reconocimiento de relaciones de
solidaridad mutua entre quienes forman el estado federal.
DIMENSIÓN 5: Organización territorial
Tiene en cuenta el apoyo y/o satisfacción con el Statu Quo del
Estado de las Autonomías frente al deseo de promover cambios,
301 Descentralización positiva
A favor de todo tipo de descentralización (política, fiscal, administrativa)
3013 Trato diferencial entre regiones negativo
A favor de la descentralización teniendo en cuenta las posiciones de
inferioridad con otras regiones, la solidaridad entre regiones, la igualdad en
términos de competencias o financiación. A favor de la descentralización
11
DIMENSIONES
RUIZ, FERRI Y AQUINO (2014)
bien hacia una mayor centralización de competencias, bien hacia
una mayor descentralización que puede llegar a la
independencia.
GÓMEZ CABEZA Y ALONSO (2014)
simétrica.
3014 Trato diferencial entre regiones positivo
A favor de la descentralización teniendo en cuenta, las particularidades de las
regiones. A favor de la descentralización asimétrica. Referencia a una deuda
histórica del Estado con la región.
302 Centralización
Oposición general a la toma de decisiones políticas en los niveles políticos más
bajos. Apoyo al gobierno unitario, a una mayor centralización en
procedimientos administrativos y políticos. Apoyo para la re-centralización.
Fuente: Elaboración propia a partir de los protocolos de codificación reseñados en Ruiz Ferri y Aquino (2014) y Gómez, Cabeza y Alonso (2014).
12
Tabla V. Propuesta de reconversión de la dimensión CP del Regional Manifesto Project
en una dimensión afectiva y en otra territorial.
Dimensión Centro-Periferia (CP)
(Gómez, Cabeza y Alonso, 2014)
Dimensión Afectiva-territorial (DAT)
(Navarro y Ferri, 2016)
Dimensión centro-periferia: periferia Afectiva
(22_YYY + 22_YYYY + 31_YYY +
31_YYYY + 20_301 + 20_3013 +
20_3014 + 30_301 + 20_601 + 20_6015
+ 20_6016 + 20_608 + 30_602) – centro
(32_YYY + 32_YYYY + 21_YYY +
21_YYYY + 20_302 + 30_302 + 30_601
+ 30_6015 + 30_6016 + C30_608)
Territorial
Autonómico (20_601 +
20_6015 + 20_6016 +
20_608 + 30_602) –
estatal (30_601 + 30_6015
+ 30_6016 + C30_608)
Periferia(22_YYY +
22_YYYY + 31_YYY +
31_YYYY + 20_301 +
20_3013 + 20_3014 +
30_301) –centro (32_YYY
+ 32_YYYY + 21_YYY +
21_YYYY + 20_302 +
30_302)
Fuente: Elaboración propia.
Como se observa en la tabla anterior (Tabla V), nuestra propuesta consiste en
dividir en dos dimensiones (afectiva-territorial, DAT) la dimensión CP (CentroPeriferia) del Regional Manifesto Project. Para justificarla, tomamos como estudio de
caso “piloto” la Comunidad Autónoma de Canarias debido al conocimiento que tienen
los autores de dicha región al aplicar el protocolo de codificación a los programas
electorales de los partidos políticos canarios que concurren a las elecciones autonómicas
y realizar un análisis pormenorizado de la dimensión CP, entre otras. Una vez validada
la nueva propuesta de medición de la dimensión CP poniéndola a prueba en el resto de
comunidades autónomas, sería interesante tener en cuenta los resultados obtenidos con
el objeto incorporar nuestra propuesta en futuros trabajos del RMP.
Para justificar la idoneidad de utilizar nuestra propuesta, en primer lugar hemos
tenido en cuenta los resultados obtenidos en la dimensión CP por el RMP en el caso
canario y los resultados que se obtendrían si se aplicara la nueva dimensión afectivaterritorial (DAT). En segundo lugar, expondremos en términos cualitativos el sentido de
las "frases codificadas" en los programas electorales que constituyen la dimensión CP,
con el objeto de evidenciar la necesidad de dividir la dimensión afectiva de la territorial
cuando se analiza la comunidad política.
13
Atendiendo a los resultados obtenidos con la actual codificación del RMP en la
dimensión "centro-periferia" (véase Gráfico 1), diríamos que para el caso canario el
AIC-CC es el partido con una visión más periférica o descentralizada (las puntuaciones
más altas indican que el programa electoral de un partido contiene más cuasi-frases
sobre descentralización de competencias). La situación del PP y del PSOE es
característica. Como refleja el siguiente gráfico, en las elecciones de 1983 el PSOE
mantiene un discurso mucho más descentralizado que el PP. En las dos siguientes
elecciones (1991 y 1999) se invierte la tendencia y el PP incorpora en sus programas
electorales más cuasi-frases sobre descentralización. En las elecciones de 2007 y 2011
tanto el PSOE como el PP reducen sus menciones descentralizadoras en los programas
electorales y en las de 2015 no existe ninguna mención en el caso del PP y es
prácticamente inexistente en el caso del PSOE (0,94). En dichas elecciones, Podemos se
sitúa en una posición más pro-periférica que el PSOE y menor que CC.
Gráfico 1. Evolución del posicionamiento de los partidos en la dimensión centroperiferia (CP) según el RMP, en la comunidad autónoma de Canarias
12
10
8
PSC-PSOE
PP
6
AIC-CC
PODEMOS
4
2
0
1983
1991
1999
2007
2011
2015
Fuente: elaboración propia a partir de la codificación de los programas electorales de los partidos
políticos canarios (PSC-PSOE, AP-PP, AIC-CC, Podemos).
Si en lugar de representar gráficamente la dimensión "centro-periferia" del RMP
consideramos la nueva “afectiva-territorial” (DAT), existen resultados interesantes.
Como se observa (Gráfico 2), todos los partidos en alguna de las elecciones analizadas
incluyen en sus programas electorales cuasi-frases que o bien debían pertenecer a la
dimensión territorial política administrativa o bien a la dimensión afectiva, pero no
14
considerarse como un todo dentro de la categoría "centro-periferia". Como luego
veremos, la dimensión que consideramos afectiva incluye frases cuyo significado no
tienen que ver con una mayor o menor demanda de descentralización administrativa,
sino de otro tipo de carácter identitario, cultural o histórico que evidencian la necesidad
de dividir dicha dimensión de la territorial cuando se analiza la comunidad política.
Gráfico 2. Evolución del posicionamiento de los partidos en las dos nuevas
dimensiones afectiva-territorial (DAT), en la comunidad autónoma de Canarias
Fuente: elaboración propia a partir de la codificación de los programas electorales de los partidos
políticos canarios (PSC-PSOE, AP-PP, AIC-CC, Podemos).
Las cuasi-frases que se han codificado en el caso canario corroboran nuestra
argumentación. Como se observa en la Tabla VI, algunas no indican expresamente una
alusión por una descentralización en términos políticos o administrativos, sino que
hacen mención a un sentimiento sobre la comunidad política (identidad singular, diseño
de una marca de Canarias), que no tiene porqué vincularse con aspectos
competenciales. Por lo tanto, entendemos que no cabría su inclusión o conjunción en
ese todo "centro-periferia" del que habla el RMP. De hecho, los códigos que hacen
referencia a la dimensión afectiva (domain 6) tienen menos peso en el programa
electoral que los códigos que se vinculan con la dimensión político territorial (domain
3).
15
Tabla VI. Frases codificadas por el Regional Manifesto Project en la dimensión CP
Códigos/
Cuasi-frases obtenidas de los programas electorales canarios
Dimensión CP
Centro: 32_YYY
32_YYYY
De esta forma la competencia y la financiación de actuación y
mantenimiento de estas carreteras recaería sobre el Estado. 
(Programa PSOE, 2015)
No se han encontrado cuasifrases.
21_YYY
No se han encontrado cuasifrases.
21_YYYY
No se han encontrado cuasifrases.
20_302
(…) toda vez que sólo con arreglo a un plan claro y conciso podrá
evitarse un desbordamiento autonómico. (Programa AP, 1983)
No se han encontrado cuasifrases.
(32_YYY +
32_YYYY +
21_YYY +
21_YYYY + 20_302
+ 30_302 +
30_601 + 30_6015
+ 30_6016 +
30_302
C30_608)
30_601
30_6015
Estamos en el Estado Español por historia y tradición, (…) 
(Programa CC, 1999)
No se han encontrado cuasifrases.
30_6016
No se han encontrado cuasifrases.
30_608
No se han encontrado cuasifrases.
Periferia: 22_YYY
(22_YYY +
22_YYYY +
31_YYY +
22_YYYY
31_YYYY + 20_301
+ 20_3013 +
20_3014 + 30_301
+ 20_601 +
31_YYY
20_6015 +
20_6016 + 20_608
+ 30_602)
31_YYYY
20_301
20_3013
20_3014
30_301
20_601
20_6015
20_6016
20_608
Desarrollo y potenciación de las competencias autonómicas, de forma
que se flexibilicen las estructuras existentes para que puedan atender
integralmente al colectivo juvenil de Canarias.  (Programa
Podemos, 2015).
Una reforma del Senado que lo convierta en una útil y auténtica
cámara de representación territorial con funciones propias y
exclusivas sobre las cuestiones autonómicas (Estatutos de Autonomía,
leyes básicas, financiación, solidaridad interterritorial, etc.), y en la
que las Comunidades Autónomas estén representadas en exclusiva.
 (Programa CC, 2007)
Por ello, CC ejercerá desde el Gobierno de Canarias toda la presión
posible para conseguir que la Administración central limite su
aplicación en la Comunidad Autónoma de Canarias respetando sus
singularidades.  (Programa CC, 2007)
No se han encontrado cuasifrases.
La autonomía en el archipiélago no puede generar un nuevo
centralismo dual que reduciría el alcance político del Estado de las
Autonomías a los habitantes de las islas interiores.  (Programa
PSOE, 1983)
(…) debiendo desarrollarse una ley del IVA canario que recoja una
base impositiva homogénea con el IVA peninsular con tipos
inferiores.  (Programa AP 1983)
Propugnamos un modelo Federal asimétrico del Estado y si esa es la
vía a la que tiende el actual Estado de las Autonomías, en ella
estaremos. (Programa CC, 1999)
La Administración autonómica adecuará su estructura y
funcionamiento a la consecución de un modelo federalista para
Canarias en una España federal.  (Programa PSOE, 1999)
Es necesario dirigir los esfuerzos en el diseño de una marca de
Canarias como país con identidad singular en el Estado español y en
la Unión Europea.  (Programa CC, 2015).
No se han encontrado cuasifrases.
(…) desarrollando asimismo un programa que facilite a los canarios
residentes en el extranjero la recepción de prensa y publicaciones. 
(Programa PP, 1991)
No se han encontrado cuasifrases.
16
Códigos/
Cuasi-frases obtenidas de los programas electorales canarios
Dimensión CP
30_602
No se han encontrado cuasifrases.
Fuente: elaboración propia a partir de la codificación de los programas electorales de los partidos
políticos canarios (PSC-PSOE, AP-PP, AIC-CC, Podemos).
REFLEXIONES FINALES
Con esta comunicación hemos querido proponer nuevas fórmulas que permitan
mejorar la medida de la comunidad política a través del análisis de programas
electorales de los partidos políticos. La transparencia con la que se trabaja en el
Regional Manifesto Project (RMP) y su acceso a los datos nos ha permitido elaborar
una nueva propuesta que distingue, por un lado, una dimensión de tipo estructural o
política-administrativa (más objetiva) y, por otro lado, una dimensión de tipo más
afectivo (más subjetiva).
De esta forma, distinguiríamos aquellos aspectos dentro de los programas
electorales relacionados con una mayor o menor demanda de centralización o
descentralización administrativa (por ejemplo, pedir más competencias o apostar por
otro modelo territorial) de otros más subjetivos como la defensa de una determinada
identidad o de algún tipo de patriotismo que suelen expresarse a través de emociones y
sentimientos positivos por el grupo y el territorio (afecto, orgullo, preocupación). Esta
dimensión, en un sentido similar a la dimensión afectiva de la comunidad política
expresada por Easton (1965), es independiente del tipo de estructura políticoadministrativa de un país.
Como hemos comprobado, la categoría que utiliza actualmente el RMP para sus
análisis engloba en un todo "centro-periferia" tanto las frases de los programas
electorales relacionadas con la dimensión política-administrativa como las relacionadas
con la dimensión afectiva.
Como propuestas de futuro, entendemos que sería interesante una mesa de
personas expertas que evaluase la idoneidad de incluir la nueva propuesta presentada
DAT (dimensiones afectiva-territorial) para medir la comunidad política en futuras
investigaciones del Regional Manifesto Project.
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