ETNOGRAFÍA VIRTUAL, EXPLORACIÓN DE CAMPO Y ESTUDIOS DE ÁREA.

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ETNOGRAFÍA VIRTUAL,
EXPLORACIÓN DE CAMPO Y
ESTUDIOS DE ÁREA.
Mario C García Chicano, [email protected]
Universidad Complutense de Madrid (UCM), España
RESUMEN
Las tecnologías de la información han irrumpido de forma acusada en las sociedades
contemporáneas, con un crecimiento exponencial en su utilización, sobre todo entre los
jóvenes y entre los denominados nativos digitales. Ello irrumpe con fuerza en las
dinámicas sociales y en el modo con el que los actores políticos y sociales interactúan
entre sí.
Del mismo modo, los investigadores y los científicos sociales tienen a su disposición
medios antes no utilizados y posibilidades de acercamiento a la realidad social
ciertamente novedosos. A través de las redes sociales, por ejemplo Facebook, podemos
entrar en contacto con informantes que plantean dificultades, ya sea por pertenecer a
grupos cerrados ya sea por encontrarse lejos geográficamente. Es el caso de los estudios
internacionales y de área, para los cuales las redes sociales suponen una enorme ventaja
en ciertas fases de la investigación. En esta comunicación, nos centramos en nuestra
experiencia de uso de la red social Facebook con estudiantes y jóvenes marroquíes
políticamente implicados. Presentamos la posibilidad de utilizar la tecnología como
mediación entre el etnógrafo y los informantes, como experiencia de etnografía virtual y
como experiencia que transita entre lo virtual y lo físico en ambas direcciones.
PALABRAS CLAVE: Marruecos, Estudiantes, Etnografía, Ciberactivismo, Facebook,
1
1. Introducción.
En esta comunicación reflexionamos sobre las posibilidades y usos que ofrecen las
tecnologías de la información y la comunicación, -TIC-, a los investigadores cuyos
objetos de investigación se sitúan en áreas geográficas ajenas a la propia.
Concretamente nos centramos no solo en los recursos que ofrecen las TIC como medio
de información, sino como trabajo exploratorio previo al trabajo de campo, como
preparatorio de las estancias de investigación y recolección de datos.
Los investigadores prestan cada vez más atención al escenario online. De hecho, las
técnicas de investigación habituales se han adaptado al medio digital y la metodología
de la investigación actúa en Internet.
Tanto la antropología, como la sociología o la pedagogía han producido literatura al
respecto y han desarrollado el método de investigación en línea. Es el caso de la
etnografía, que incorpora a su tradición epistemológica la Computer Mediated
Communication -CMC- (comunicación mediada por ordenador), ampliando su práctica
hacia modos y medios virtuales.
En los estudios sobre actores sociales y políticos de áreas culturales o geopolíticas
distintas a la propia de los investigadores, las informaciones disponibles a través de
Internet en blogs, en páginas webs o en redes sociales representan una herramienta más
en el trabajo de campo, sobre todo cuando nos encontramos a gran distancia del objeto
de investigación o nos es imposible entrar en contacto.
Si bien resulta una obviedad avanzar que Internet comprende hoy en día una gran parte
de la vida de las personas, lo cierto es que se ha convertido en una herramienta
fundamental tanto para los actores sociales como para los estudiosos de la acción
colectiva. Las ciencias sociales y la metodología de la investigación no están exentas de
la influencia e ineludible ajuste que provoca la tecnología e Internet en las sociedades de
la información. En este texto abordamos, de tal modo, la cuestión del trabajo
etnográfico en Internet y sus múltiples posibilidades.
2
Cuestiones que, como decíamos, son aún más patentes en el caso de los investigadores
que se dedican a la sociología de la globalización, los estudios de área y los estudios
internacionales.
Es esa fase inicial de exploración, concreción del tema de investigación y de elección de
los informantes, las fuentes y las estrategias de investigación, -que resulta cada vez más
indispensable-, la que trataremos de ejemplificar a través de un estudio de caso con los
estudiantes involucrados en política en Marruecos. Además, creemos que -según sea el
enfoque del la investigación-, el trabajo con las personas objeto de estudio mediante la
interacción en línea, una vez finalizada la etapa de trabajo de campo sobre el terreno,
también puede ser una fase ex post relevante para la finalización de la investigación, una
oportunidad para mantener el contacto después de la estancia etnográfica.
El trabajo etnográfico que utiliza la red como fuente de información y herramienta de
investigación, se concibe como parte complementaria del trabajo más clásico sobre el
terreno. En relación con la larga tradición que caracteriza este último, en Internet la
práctica etnográfica está aun en configuración por parte de la sociología política, a pesar
de la considerable literatura ya disponible a este respecto.
Para todo ello, introduciremos a continuación algunos elementos sociológicos generales
en relación a la tecnología (2). Seguidamente hablaremos a grandes rasgos de la
etnografía en entornos virtuales desde un punto de vista histórico-teórico (3).
Continuaremos presentando el estudio de caso en el que estamos actualmente
trabajando: los espacios activistas estudiantiles en Marruecos (4), para finalmente
presentar algunas conclusiones (5).
2. TIC y ciencias sociales.
Con frecuencia hemos contemplado controversias acerca de la red, y más en concreto,
alrededor de las tecnologías de la información y la comunicación: debates y diferencias
al respecto de su uso y significados en la arena política. Sin embargo, las recientes
experiencias de protesta, protagonizadas por activistas de movimientos sociales en los
3
que las TIC han estado muy presentes (15-M, Occupy Wall Street o Tahrir) han
revelado más su carácter instrumental que finalista, han sido una herramienta conectiva
más de las luchas sociales. Han facilitado y modulado la protesta. Han apoyando las
prácticas militantes y ampliado el repertorio de acción de los movimientos sociales
implicados. Así, podemos decir que las experiencias de protesta global son muestra de
una cierta tendencia a la hibridación entre lo digital y lo presencial, unificando la faceta
mediadora de la tecnología con su dimensión contextual.
Los investigadores prestan cada vez más atención al escenario online. De hecho, las
técnicas de investigación convencionales se han adaptado al medio digital, la
metodología de la investigación actúa en Internet y se renueva a la luz de las dinámicas
del mundo digital. Como decíamos, tanto la antropología como la sociología, la ciencia
política o la educación han producido literatura y método en la investigación en línea.
En el caso de la etnografía, técnica eminentemente antropológica y tradicionalmente
utilizada por los etnólogos, de forma paulatina se ha introducido en el resto de las áreas
de las ciencias sociales -no solo en la antropología-, ‘liberando complejos en una suerte
de eclecticismo metodológico’ (Ruíz Torres, 2007) desde que apareciera, a mediados
del siglo XX, como etnografía de tipo sociológico el texto clásico Street Corner
Society.1
Más recientemente, al hilo del desarrollo de la tecnología inalámbrica, la etnografía ha
incorporado a su tradición epistemológica la Computer Mediated Communication CMC- (comunicación mediada por ordenador) ampliando su práctica hacia los medios
digitales. Gracias al surgimiento y afianzamiento del mundo virtual -que el desarrollo
tecnológico en los últimos años ha extendido de forma masiva-, la práctica etnográfica
se ha virtualizado y se han generado nuevos enfoques epistemológicos, que se han
traducido en sus correspondientes nuevas maneras de entender la metodología de la
investigación asociada al mundo digital. La tecnología se erige como una suerte de
«herramienta epistemológica» en construcción.
1
Whyte, W. F. (1943) Street Corner Society: The Social Structure of an Italian Slum. University of
Chicago Press: Chicago
4
En el campo de las técnicas cualitativas, la propia etnografía está siendo apellidada de
múltiples maneras, -sobre todo en los años de fundamentación técnica que el propio
medio digital impone con sus ritmos y con sus velocidades-. Tanto es así, que podremos
encontrar denominaciones como netnografía, etnografía virtual, etnografía online,
etnografía digital o ciberetnografía (Puente, 2013; Ardèvol, Estalella y Domínguez,
2008: 3). Distintas maneras de designar esa etnografía específica que entra en relación
con la actividad desarrollada por el cuerpo social en Internet. Etnografía que los
investigadores ponen a disposición -entre otras disciplinas- de la sociología política.
Desde que las TIC se han convertido en una herramienta al servicio de la protesta, en las
denominadas Primaveras Árabes a partir de 2011 (Desrues, 2012) o en 2014 en las
protestas estudiantiles de Hong Kong, se han revelado como un transporte más con el
que vehicular el descontento social, especialmente entre los estudiantes (Cheung, 2010).
A raíz de nuestro trabajo en curso en el seno del activismo estudiantil y la protesta
juvenil en Marruecos a la que hacíamos referencia, nos proponemos por tanto clarificar
esta área metodológica aun escasamente estudiada: la etnografía digital para situaciones
en las que nuestros informantes se encuentran dispersos geográficamente. Más aun, en
territorios alejados o en países distintos a los del sociólogo o el antropólogo, ya que no
hay muchos estudios etnográficos que traten la cuestión de lo online y lo offline a la vez
(Beneito Montagut, 2011: 725).
3. Etnografía virtual.
La bibliografía sobre etnografía en Internet, tanto como campo de estudio tanto como
método, comenzó a generarse principalmente a fines del siglo pasado: años noventa en
adelante. A pesar de podernos encontrar textos con no muchos años de antigüedad, es ya
posible apreciar las divergencias considerables entre los últimos escritos y los primeros
planteamientos, debates que continúan en la actualidad (Domínguez Figaredo, 2012) en
torno a cuestiones que siempre han preocupado en etnografía y que la irrupción de lo
virtual ha renovado (intereses), ampliado (preocupaciones) y remodelado (tradiciones).
5
Todo ello es debido, en gran medida, a la propia materia con la que tratamos, por un
lado, la informática, por otro, las personas y los agentes sociales y políticos.
Respecto a la primera, ha tenido hasta la fecha un crecimiento y un cambio vertiginoso,
que unido a la extensión masiva de su uso, han hecho que prácticamente en cuestión de
meses sea posible mudar de una práctica digital a otra, a una velocidad mucho mayor a
la que la producción escrita está acostumbrada. De hecho, una de las propiedades que
más sorprenden de las TIC, incluso más que su rapidez de desarrollo, es la rapidez con
que la sociedad las asimila (Horst, Hjiorth y Tacchi, 2012), especialmente entre el sector
de la población más joven, considerado nativo digital.
Respecto a lo segundo, los primeros trabajos en etnografía online se produjeron en
países occidentales donde la presencia y uso de Internet surge con anterioridad, creando
esas comunidades deslocalizadas que no comparten necesariamente un espacio físico
(Pichardo, 2008). En cambio, en los años recientes, la generalización de la telefonía
móvil con su consecuente abaratamiento en costes y la mayor facilidad logística que
comporta, ha expandido también el mundo digital a las regiones no occidentales, hasta
tal punto, que se da la situación paradójica de que en muchos países con grandes
carencias en infraestructuras y en comunicaciones, el acceso a Internet y el uso de las
TIC es mayor que en algunos países del Norte, con el consecuente impacto que ello
tiene en el ámbito de las relaciones sociales. La penetración de la vida digital entre las
juventudes del Sur es especialmente visible a través de los teléfonos inteligentes,
tabletas y demás dispositivos portátiles tanto como lo es entre sus coetáneos del Norte:
el uso social y político que hacen de la tecnología los jóvenes para alzar su voz no es de
este modo exclusivo de una región, sino que es un continuum contestatario global. Las
propias características técnicas y materiales de la tecnología de la información, se han
visto acentuadas y potenciadas por la masiva interacción, presencia, desempeño y
utilización de millones de personas en miles de millones de dispositivos.
El tratamiento de ese fenómeno social y político que significa el empleo de las TIC por
parte de los activistas es uno de los retos a los que se enfrenta la ciberetnografía. Las
cuestiones a tener en cuenta van desde los nuevos problemas éticos surgidos de
prácticas antes no contempladas, hasta la enorme cantidad de datos que se generan y
que pueden llegar a tener implicaciones serias, no solo en la llegada al punto de
6
saturación que puede quedar muy alterado tal y como se entendía,2 sino también en
retos metodológicos que inciden sobre el binomio cuantitativo-cualitativo tradicional de
la metodología de la investigación, en palabras de Díaz de Rada (2008): «ese volumen
ingente de información en red puede traer interesantes consecuencias en lo referente a
la conversión cualitativa de los efectos cuantitativos». Además, a ello hay que añadir
que la presencia en las redes sociales tiende a tener efectos multiplicadores (Cheung
2010: 4), la participación se incrementa con el uso. El volumen de intercambios,
interacciones y experiencias se disparan, concretándose de este modo en esa cantidad
inabarcable de datos y de información (Beneito-Montagut, 2011).
Estas dinámicas que se generan en torno a la tecnología en manos de una alta parte de la
población impone sus propios ritmos. Obliga al etnólogo que trabaja en el espacio
virtual a una continua adaptación a los cambios, y a unas exigencias metodológicas de
flexibilidad e inmediatismo en muchas de las decisiones que se ve forzado a tomar. El
trabajo sociológico en Internet tiene una doble vertiente espontánea e imprevisible, que
no es sin embargo tan distinta de la interacción física que puede experimentarse en la
investigación más ligada a la antropología clásica, en las investigaciones con trabajo de
campo offline. Campo que se constituye como un escenario mucho menos rígido, más
fluido, pues es un compendio de acciones y momentos situados (Baker, 2013: 133), son
escenarios móviles y volátiles que nos hacen asistir a una reconfiguración de la idea
bourdiana de campo social (Díaz de Rada, 2008: 34).
3.1 Nueva etnografía virtual
En los primeros años en los que la etnografía digital toma cuerpo, la concepción de lo
que debía de ser el tratamiento de los informantes con los que el investigador se
relaciona a través de Internet, era algo diferente a como lo entendemos en la actualidad.
El medio virtual de entonces estaba configurado de otra manera, las necesidades que
requería, por ejemplo, en relación a la ética de las actuaciones, ha variado con los años.
Las cuestiones éticas surgidas de las nuevas formas de investigar en los distintos
contextos en los que se desarrolla la vida digital, son objeto de preocupación constante
entre los investigadores, debido a que se desdibuja la tradicional frontera entre lo
2
No solo por la mayor obtención y recolección de datos, sino también por las nuevas capacidades
técnicas para su procesamiento, almacenamiento y cruce.
7
privado y lo público (Baker, 2011; Ardèvol y Estalella, 2008; Cora García, Standlee,
Bechkoff y Cui, 2008).
Algo parecido ha sucedido con la comprensión que se tenía de la CMC (Computer
mediated Communication), la idea que se contemplaba sobre la relación existente entre
la faceta online de las personas y su vida offline era de separación, planteamientos que
podemos encontrar por ejemplo en el libro de C. Hine (2000) Virtual Ethnography.
Había un muro que separaba las dos esferas, de modo que los investigadores trabajaban
bien al modo clásico etnográfico, sobre el terreno, o bien se centraban en
investigaciones que trataban de examinar la realidad social tal y como quedaba
plasmada en Internet en sus distintas manifestaciones. Es decir, o bien se optaba por
estudiar la considerada «vida real» o bien se optaba por centrarse en cómo esa vida
física [real] se plasmaba en la «vida virtual». Se entendía que lo virtual era una
proyección de la verdadera acción: la vida física. Que no era nada más que la versión
computerizada de la realidad social. En cambio, el desarrollo y la evolución de las TIC,
nuevamente,
está
difuminando
enormemente
esa
distinción,
levantando
cuestionamientos éticos acerca de la cuestión del acceso al campo y del acceso a los
informantes. Sobre cómo debe ser y cuáles son sus límites dadas las facilidades que
concede la digitalización de la vida y de las relaciones sociales. Teniendo por tanto su
traslación y sus efectos a la relación investigador-investigados.
Por el contrario, la idea generalizada en los últimos años es que no se puede trazar línea
alguna que divida la presencia física de la presencia digital. Lo social y lo tecnológico
está unido, es imposible separarlo al modo binario (Sádaba, 2013: 56’), forma ya parte
integrante de nuestro mundo «real» (Baker, 2013: 132). Se está dando un proceso de
integración de ambos mundos que en un futuro no muy lejano puede constituir una
nueva dimensión de la realidad social, una dimensión en la que cada vez esté más
entremezclada una parte y otra. Que las unifique de tal modo que una alimente y
retroalimente a la otra en una suerte de relación dialéctica de imbricación.
Como veremos seguidamente, la distinción y el muro que se trazó entre lo online y lo
offline como algo separable está siendo abandonada, se está produciendo una fusión
entre ambos mundos (Cora García et al., 2008). La actividad en Internet se ha
incorporado de tal manera a la vida cotidiana que cada vez esa fusión es más evidente.
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Estamos frente a un nuevo modus operandi en el que lo online conduce fácilmente a lo
offline y viceversa, lo cual es un aspecto muy destacable y muy a tener en cuenta por
parte de los investigadores de área como señalamos a continuación, ya que
tradicionalmente la dirección habitual y menos problemática era la que transitaba desde
lo presencial hacia lo virtual. Esta es una novedad relacional que se impone en el
proceso de hibridación que hemos descrito. Son herramientas biopolíticas de gestión y
producción de vida (Callén B. et al., 2007) que crean marcos concretos de interacción
que hemos de esclarecer en nuestros trabajos de investigación. Producen unas
narraciones simbólicas con unas mediaciones concretas a las que tendremos que atender
para explicar los fenómenos contemporáneos.
4. Estudiantes marroquíes en Facebook.
Como hemos adelantado, una de las herramientas novedosas que ofrece la tecnología a
la hora de plantear una metodología exploratoria en la investigación son las redes
sociales. En nuestro caso la que hemos utilizado, como elemento de contacto (primero)
y de interacción (después) con los actores objetivo de la investigación, ha sido
Facebook.
Facebook es una herramienta útil al servicio de la investigación en su dimensión de red
social y también en su dimensión fáctica, como hecho social. Veremos que la etnografía
a través de esta red social contempla tres factores a tener en cuenta a la hora de ser
planteada: a) Facebook como medio de comunicación, b) Facebook como contexto y c)
Facebook como datos (Baker, 2013).
A lo largo de esta investigación doctoral sobre las dinámicas de protesta y sobre la
acción colectiva en los espacios, entornos y contextos estudiantiles marroquíes, uno de
los primeros problemas en surgir fue el del contacto, acceso e interacción con el propio
objeto de estudio. El hecho de que los informantes y el contexto en el que se
desenvuelve y desarrolla la actividad estuviera en otro país, fue desde el principio uno
de los más grandes impedimentos a la propia investigación. En la metodología
cualitativa se contemplaba como única forma de solucionar esa situación a través de
viajes y estancias sobre el terreno, así ha sido planteada tradicionalmente. En cambio,
9
como hemos visto, hoy día se abren otro tipo de posibilidades para minimizar la no
presencia física y lo que es más importante, prepararla de un modo distinto a como se ha
hecho previamente a la digitalización de gran parte de las relaciones sociales. Lo cual,
supone una innovación de carácter epistemo-metodológico importante para toda
investigación que tenga que enfrentarse a escenarios y situaciones similares.
Uno de los planteamientos o enfoques más recurridos es el que asocia redes sociales con
tecnologías, a medida que la hibridación en curso desvirtualiza los contextos online y
virtualiza el contexto offline, los propios vínculos sociales quedan alterados. Es cierto
que la utilización de las redes sociales podría estar derivando asimismo en una nueva
sociabilidad (Domínguez, 2007), que digitaliza los vínculos tradicionales y reconfigura
la distinción ideotípica habitual entre la Gemeinschaft y la Gesellschaft, tal y como las
describió Granovetter (1983). Las investigaciones futuras irán constatando cómo esa
debilitación de los lazos fuertes, junto con la fortaleza de los vínculos débiles propios
de las sociedades post industriales y de servicios, comportan una reconfiguración [o no]
de lo social que se ve reforzada con la interacción tecnopolítica, anunciando la mutación
social contemporánea.
De las distintas formas en las que puede entenderse la etnografía online (Ardèvol et al.
2008), en nuestro enfoque utilizaremos fundamentalmente dos: la obtención de datos
sobre nuestro objeto de estudio a través de Internet, y no en menor medida, la
etnografía online/offline de los sujetos objeto de estudio con presencia en Facebook.
De esos tres elementos fundamentales que Baker señalaba en relación a Facebook, que
se combinan y que ayudan a entenderlo como contexto, como herramienta comunicativa
y como fuente de datos, destacamos sobre todo la posibilidad de interacción directa con
los usuarios.
El hecho de focalizar o privilegiar en la investigación la función de Facebook como
fuente de datos, y como experiencia ciberetnográfica expandida (Beneito-Montagut
2011) que posibilite captar ambos lados de la pantalla (Orgad, 2005), queda justificado
en nuestro caso por ser Facebook la red social preferida en Marruecos (Maroc Numeric
Cluster, 2014), frente a plataformas muy conocidas como Twitter -con muy bajo uso-, u
10
otras del tipo LinkedIn, Instagram o Google+, por el momento, no demasiado
populares.
Para comenzar, planteamos en un primer momento, un análisis de los perfiles y grupos
de Facebook de estudiantes activistas y militantes estudiantiles marroquíes. También
una revisión documental de los textos y comunicados de la organización estudiantil
UECSE,3 recientemente legalizada, y del histórico sindicato estudiantil UNEM4 que
complementariamente, junto con los miembros de la UECSE, aportase variedad
sociológica a los perfiles estudiantiles y a los grupos activistas del país.
En un primer rastreo de perfiles -que se van enlazando unos a otros, muestra de la
hiperconectividad existente en la red-, no fue difícil encontrar activistas que habían
estado muy ligados al Movimiento del 20 de febrero -M20F-. Los distintos grupos
creados en Facebook para reunir antiguos participantes del movimiento y a aquellos
que, por edad, se iban incorporando después a la dinámica de protesta que explosiona
con las Primaveras Árabes de 2011, reunían a finales de 2014 numerosos participantes
activos de diferentes movimientos sociales del país, incluyendo los propios grupos
sobrevivientes del mismo M20F, dando continuidad al movimiento y prolongando la
protesta en una fase de semi-latencia o de baja intensidad. De esas comunidades, una de
las más numerosas es la del movimiento estudiantil.5
Entre los grupos que nos encontramos en esa búsqueda interna por Facebook, uno de los
que primero llamó nuestra atención fue el de la Unión de Estudiantes por el Cambio del
Sistema Educativo, a partir de los cuales pudimos llegar a otros grupos estudiantiles de
Facebook que eran de nuestro interés, con sus correspondientes perfiles personales,
pertenecientes a círculos de la UNEM (entre otros). Muchos de ellos son grupos
cerrados, a los que se nos permitió el acceso gracias a, por ejemplo, que en nuestros
perfiles aparecían ya como amigos otros estudiantes de la UECSE, consecuencia y
constatación de las capacidades conectivas de las redes sociales y de los entornos
virtuales.
3
Unión de Estudiantes por el Cambio del Sistema Educativo.
Unión Nacional de Estudiantes de Marruecos.
5
Una posible vía extra de indagación, por el momento no contemplada, son los estudiantes y
organizaciones de estudiantes islamistas.
4
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Nuestro objetivo era conocer estudiantes que se estuvieran involucrando activamente en
la protesta en general, en el activismo en sus distintas formas y en el activismo
estudiantil en particular.
Los perfiles de los militantes de la UECSE y la UNEM se parecen en algunos aspectos
y difieren en otros, a pesar de que, al menos a priori, ambos pertenecen a miembros de
la comunidad educativa y de los entornos estudiantiles. Sin entrar demasiado en las
diferencias de carácter axiológico, de trayectorias o de tradiciones militantes, es cierto
que aparecen espacios de cooperación entre ellos y factores endógenos compartidos,
pues una gran parte de sus objetivos sociales, educacionales y políticos son los mismos.
Así, localizados algunos estudiantes de la UECSE en Facebook, comenzamos a solicitar
«amistad» a los distintos perfiles de Facebook, resultando una tarea no demasiado
complicada. Muchos aceptaron, y los que no aceptaron, o lo hicieron algo después,
cuando veían algo de interacción por nuestra parte o cuando veían que, bien algún líder
de la organización, bien algún amigo suyo estaba ya entre nuestros contactos.
La estructura de la UECSE es descentralizada, siguiendo la tradición del activismo
marroquí de las secciones locales, y eso se refleja también en la red, donde cada ciudad
con sección local de la organización mantiene un grupo de Facebook (UECSE Fes,
UECSE Kenitra, UECSE Tánger, etc.).
Además de las interacciones entre perfiles personales, la otra actividad notoria que
realizan en Facebook es la creación de eventos a modo de llamamiento público, tanto
para incrementar la participación como para hacer difusión a coste cero y dar visibilidad
la organización. De hecho, los eventos de Facebook son una especie de vía rápida de
acceso a muchos perfiles de los que no se es «amigo», ya que permiten encontrar gente
entre los asistentes o interesados a la convocatoria, además de poder ver las
interacciones del muro del propio evento, para lo cual solo es preciso adherirse al
llamamiento como asistente o como simpatizante.
A medida que pasaban los días, los chats privados que establecimos con algunos
miembros empezaban a dar resultado, siempre hay quienes entablan confianza
rápidamente y se interesan por quién eres y qué quieres.
12
Debido a que la sección local de Rabat concentraba al grueso de militantes más activos,
donde se centralizaba gran parte de la actividad en la calle de la organización,
consistente fundamentalmente en sentadas frente a las instituciones (sit ins) y talleres al
aire libre (teach ins), los perfiles de Rabat y alrededores (Kenitra, Mohammedia y
Casablanca) nos interesaban especialmente. Así, pronto tuvimos acceso a un perfil de
rango alto de una ciudad del entorno de Rabat, que nos sirvió de apoyo constante y de
portero esencial y que se mantiene a día de hoy. Su participación en los teach ins de
Rabat le confería el estatus de informante clave, aunque de un modo más logístico que
experto, nos daba acceso y familiaridad para con el resto de militantes a los que
nosotros queríamos acceder, incluidos los líderes de la organización que no eran tan
accesibles a través de Facebook, requerían de algo más de interacción y de tiempo. Es
decir, habíamos tenido contacto pero no se había desarrollado en exceso, aspecto que se
explica, en parte, por el rol que tenían asignado en las dinámicas organizativas y por la
actividad intensa atribuída.
El otro perfil que destacó sobre todos los demás desde el inicio pertenece a la sección de
Marrakech. Se distinguía del anterior en que formaba parte del núcleo duro de la
organización. En esta ocasión sí ejercía funciones de liderazgo moral-difuso entre el
resto de miembros, contando con un importante capital social que decidió brindarnos.
La relación por Facebook con ambos se fue estrechando y adquirió tintes
desvirtualizantes, el proceso de hibridación se había puesto en marcha y las condiciones
para un encuentro cara a cara estaban ya maduras con los dos militantes pasados unos
meses. Con todas las diferencias que había entre ellos, la relación que nosotros
mantenemos con ambos es muy parecida (no se conocen entre ellos) en los términos
relevantes para la investigación. Nuestro objetivo de interactuar con militantes a dos mil
kilómetros se estaba cumpliendo en mayor o menor medida tal y como esperábamos, de
un modo altamente satisfactorio.
Quedaba por tanto la prueba de fuego, ese paso de un plano a otro que aventuraba de
hecho otras fases igualmente problemáticas. Por ejemplo, la cuestión de la [necesaria]
autenticidad en la técnica etnográfica manteniendo la relación en el tiempo (Hine, 2004:
21).
13
Así las cosas, unos meses después del contacto inicial con el activismo estudiantil
marroquí, viajamos a ambas ciudades para tener en el caso de Rabat un par de
encuentros con el informante -separados por varios días-, y en el caso de Marrakech un
encuentro a lo largo de un día, mañana y tarde. En ambas ciudades el contacto fue como
se esperaba, de total normalidad y cercanía, éramos ya conocidos y «viejos» amigos de
Internet. El contacto presencial fue un plus que se añadía al verdadero contacto que ya
teníamos previo. Para ellos, nativos digitales de 26 y 22 años, en ningún momento se les
planteaba que el contacto online fuera menos serio, real o interesante, sino que para
ellos es una fase más de la relación personal, que ni siquiera tenía por qué ser anterior,
podría darse a posteriori también o de forma simultánea, al modo de lo que sucedía con
otras formas de comunicación. Tanto es así que, del conocido sesgo textual tradicional
de la investigación cualitativa, cada vez más, se está produciendo un sesgo visual y
sonoro. Esto es así por las facilidades y funcionalidades del propio medio digital junto
con la preferencia del mismo de las nuevas generaciones.
En Rabat tuve la oportunidad de ser presentado a parte del núcleo activista joven de la
ciudad, parte del cual se concentra en la UECSE a modo de multimilitancia: casi todos
estaban en alguna organización o colectivo más. Formaban parte de la UECSE por
distintas razones. Algunos militaban en la organización por causas sectoriales ligadas a
la educación o a sus propios intereses como estudiantes, mientras que otros lo hacían
desde otras posiciones, incorporando reivindicaciones diversas, contribuyendo a multiposicionar la organización, ampliando el espectro discursivo y las demandas más allá de
la educación.
En el caso de la sección local de Marrakech, la actividad principal, aparte de las
cuestiones cotidianas, consistió en acudir a una manifestación a finales de 2015 de los
profesores en prácticas, donde conocí algunos manifestantes y también al resto de los
miembros más activos de la UECSE de la ciudad. Ambos, por el hecho de ir
acompañado del informante clave, me recibieron como a uno más y se preocuparon de
que entendiera todo lo que estaba sucediendo, contestando asimismo a mis preguntas
con gran interés.
Tanto con los manifestantes como con los miembros de la UECSE que acudieron a la
convocatoria, la presentación que ellos nos hacían era la más cercana a la realidad: nos
14
encontrábamos en el país como sujetos «híbridos», que habíamos salido de Internet y
que habíamos aparecido en sus entornos y en sus vidas de una forma parecida a como
accedimos a sus perfiles de Facebook. No supuso en absoluto ningún tipo de reticencia
y fuimos recibidos con total normalidad. Anunciando que la fase de trabajo de campo
más prolongada que ha de venir, no habría de ser en exceso complicada en términos de
acceso, en términos de trato con los informantes clave y respecto a nuestra propia
presencia. En conjunto, se generaron de momento las condiciones para obtener una
óptima perspectiva emic.
A nuestra partida, existía la sensación de agrado por parte de todos. El cara a cara había
posibilitado, tanto por nuestra parte como por la de ellos, albergar la sensación de que el
tiempo invertido en la relación online había generado buenos resultados. La
asimetrización que concede la tecnología, en la medida de lo posible, facilitó en mucho
la difuminación de la vieja problemática de la inequidad entre investigador e
investigados, la que recuerda los distintos puntos de partida en los que se encuentran
ellos y en el que nos encontramos nosotros. Esto es, el aspecto objetivo-subjetivo de las
relaciones puede ser manejado de forma distinta, tal vez aparecen más posibilidades
para manejar las situaciones complejas en la interacción.
Es frecuente que en etapas próximas del trabajo de campo la observación participante como parece- adquiera rasgos performativos6 (Baker, 2013: 141), situación que muy
probablemente ya haya comenzado a ser así en los momentos posteriores al primer viaje
que hemos realizado, apreciándose que esos trazos pragmáticos están ya en acción. Con
las intermitencias propias de la red y los necesarios altibajos en las relaciones que se
asientan y se forjan con el tiempo, es cierto que el apoyo que lo virtual confirió en sus
inicios a lo presencial (siguiente etapa), es parecido al respaldo que el contacto cara a
cara ha otorgado al mantenimiento de la relación online una vez se han tenido
experiencias en contextos físicos, cerrando el círculo de relación y autentificándola.
El caso de la UNEM es algo divergente. En primer lugar, sus miembros sufren de una
forma más directa y acusada la represión del Estado, lo cual les hace tener precauciones
6
Como de hecho entienden la actividad en la UECSE sus propios integrantes, con la puesta en marcha de
nuevas formas de participación y de estilos renovados de activismo.
15
considerables en sus rutinas diarias -especialmente la red- y con sus perfiles en las redes
sociales.
Una vez nos familiarizamos con el «mundo UECSE», poco a poco fuimos incorporando
a nuestra búsqueda y a nuestra actividad a la UNEM, cuestión aún pendiente excepto en
las fases iniciales que describimos más arriba respecto a la UECSE. Numerosos perfiles
UNEM ya han sido localizados sobre todo en otra ciudad cercana a Rabat y en otra
población cercana a Tánger. Contactamos en torno a diez activistas quienes en la
mayoría de los casos responden al perfil de extrema izquierda del militante clásico de la
UNEM. Activistas que con frecuencia están ligados, de algún modo, a los partidos
políticos históricos de la izquierda y de la izquierda marxista marroquí.
Todos ellos han accedido a hablar y agradecieron el interés, pero la mayoría requieren
de algo más de tiempo. Tiempo que genere confianzas online para lo que la mayoría
refiere: una vez en Marruecos, no hay ningún tipo de problema para el contacto, pero
sin pronunciarse sobre ello, sin concretarlo por Internet. Después de una breve charla
indagatoria, en general proceden a emplazar a que el encuentro y la interacción sea una
vez se esté en sus cercanías para no arriesgar demasiado a través del chat de Facebook.
En torno a estas especificidades que impone por un lado la represión (en forma de
seguimientos, hostigamientos o detenciones arbitrarias) y por otro lado la situación
organizativa actual de la UNEM (problemas internos y de facciones), se ha de trazar la
estrategia de acceso online para que facilite en lo posible el cara a cara.
El trabajo ahora mismo en Facebook con los militantes de la UNEM se concreta en la
puesta a punto de los fundamentos relacionales y de lealtades necesarios para que el
contacto cara a cara tenga un efecto multiplicador. Probablemente la misma relación
con la UECSE, la participación en las actividades y las interacciones que se generen,
más la actividad derivada de campo, sea un catalizador conectivo hacia los activistas de
la UNEM, siendo posible el tránsito de unos a otros en un estilo rizomático de
confianzas personales multisituadas.
Facebook sin embargo, no solo es una excelente forma de contacto directo con los
jóvenes activistas, sino que destaca a su vez como una forma de acceso a la
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documentación que producen. Van actualizando periódicamente el apartado de archivos
de la página de la organización con manifiestos, actas de sus reuniones, llamamientos
públicos a la acción o comunicados de las asambleas. Para todo ello, Facebook hace una
doble función. Por un lado sirve a las organizaciones de medio de difusión, mientras
que para los investigadores constituye una suerte de archivo desterritorializado.
El caso de la UNEM es también distinto en cuanto a cantidad de documentación online.7
No hacen uso del archivo de Facebook, pero pueden encontrarse en las páginas locales
de la organización algunos textos y manifiestos que van haciéndose públicos en las
distintas plataformas virtuales. Se trata de manifiestos de apoyo a algún represaliado,
declaraciones en algún aniversario o efeméride o textos de apoyo a alguna convocatoria
propia o de otra organización, pero no es habitual encontrar documentos o actas de la
organización.
5. Conclusiones.
La utilidad de las TIC para investigaciones en zonas geográficas lejanas o en áreas de
difícil acceso no solo territorial, sino por otro tipo de cuestiones, por ejemplo,
comunidades virtuales cerradas o comunidades dispersas, es de gran valor no solo como
medio de información sino como trabajo exploratorio previo al trabajo de campo, como
preparatorio de las estancias de investigación y recolección de datos.
El acceso a los medios digitales y a las redes sociales es una forma idónea de contactar
con informantes clave, expertos y sentar las bases de la relación con los sujetos objeto
de nuestra de investigación.
Tras los últimos desarrollos de la etnografía online, del repaso a parte de la extensa
bibliografía existente al respecto, una de las grandes cuestiones que surgen es la del
cambio que se está produciendo en los escenarios en línea y los contextos físicos, entre
lo virtual y lo presencial. Ambas dimensiones tienden a (inter)mediarse.
7
Existe una gran cantidad de información sobre la UNEM en otros formatos y soportes: tesinas de
máster, prensa escrita, publicaciones periódicas, informes internos, documentos oficiales, libros, etc.
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El perfil del militante joven actual es conectivo, es una generación muy práctica con una
presencia en la red para cualquier situación y acontecimiento, emergiendo nuevas
prácticas políticas y nuevos aprendizajes. En acontecimientos políticos y en protesta en
la calle, por ejemplo, el streaming ha consolidado la hiperconectividad no solo en el
espacio propio de activismo, sino que trasciende todo tipo de fronteras. Incluso la
transnacionalización y generalización de las retransmisiones en directo ha hecho que la
protesta se revitalice en la esfera internacional, yendo de lo concreto a lo general y de lo
general a lo concreto con suma facilidad y con una velocidad vertiginosa. Tanto es así,
que el contacto siempre difícil con los informantes en investigaciones etnográficas de
carácter político (Auyero, 2012: 20) queda sumamente facilitado. Es posible comenzar a
trabajar a distancias antes imposibles y en tiempos anticipados.
Pensar en la etnografía combinada, entre la realidad virtual y la realidad presencial,
como una herramienta útil para solucionar problemas en los trabajos de campo de las
investigaciones, puede ser una elección cada vez con más perspectiva de desarrollo.
18
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