CRIMEN AMBIENTAL TRANSNACIONAL: EL COMERCIO ... ASUNTO GLOBAL Viviana Paola López Páez

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CRIMEN AMBIENTAL TRANSNACIONAL: EL COMERCIO DE MARFIL UN
ASUNTO GLOBAL
Viviana Paola López Páez
[email protected]
FCSH-UNL - Facultade de ciencias sociais e humanas, Universidade nova de Lisboa
RESUMEN
El crimen ambiental transnacional
pone en riesgo la biodiversidad en el planeta y
consecuentemente genera conflictos en el orden político, social, económico y en cuestiones
de seguridad.
A pesar
de su importancia
es una actividad del crimen organizado
transnacional a la cual se le resta prioridad a pesar de que sus consecuencias suelen ser
irreversibles y globales, pues atenta contra el desarrollo sostenible y deteriora el equilibrio
ambiental. El marfil es sinónimo de poder y riqueza, actualmente los niveles de demanda son
superiores a los de consumo siendo más altas las tasas de muerte que las de reproducción, lo
cual expone al elefante africano a la desaparición. Frente a la prohibición de la venta legal de
marfil, se ha generado un mercado paralelo mucho más voraz, tecnológico y organizado a
manos de actores no estatales. Este artículo expone los riesgos del crimen ambiental
transnacional a través de la explotación y comercio del marfil como un asunto de seguridad
global.
Keywords: Elefantes, crimen ambiental transnacional, marfil, CITES, Globalización
This work was supported by the Fundação para a Ciência e Tecnologia FCT- Portugal
INTRODUCCION
En los últimos 30 años se ha evidenciado la disminución de la población de elefantes a lo
largo del mundo, siendo especialmente siendo especialmente afectadas la loxodonta africana
y la loxodonta cyclotis generalmente conocidas como elefante africano, en 1989 la población
de elefantes oscilaba entre 675.000 a 600.000 para el 2012 serian 423.000 (Lopes, 2015, p.
87). Científicos y académicos de diversas disciplinas intentan identificar los principales
factores que afectan al crecimiento de la población de elefantes africanos, con el fin de
intentar mantener la biodiversidad en el planeta y evitar la extinción de esta especie; sin
embargo, las causas encontradas hasta el momento no obedecen a factores naturales, si no
por el contrario a la intervención humana.
El deterioro del ecosistema y la cacería furtiva suelen ser los factores que han mermado la
población de elefantes en África. La destrucción de forestas a partir de la tala de árboles y
contaminación han afectado el hogar del elefante africano de bosque (loxodonta cyclotis),
perturbando el ecosistema y por tanto afectando el ciclo natural de vida, reproducción y
hábitat de esta especie. Mientras que el elefante africano de sabana (loxodonta africana) se
ve seriamente afectado por la escases y la contaminación del agua. Lo anterior sumado a la
cacería furtiva desmedida para la extracción de marfil y carne están al borde de llevar esta
especie a la extinción.
Aunque la prohibición de la venta del marfil se estructuro como una estrategia para la
conservación del elefante africano y evitar su extinción, la confiscación de grandes
cantidades de este valioso recurso demuestra lo contrario; pone en evidencia que la cacería
de elefantes continua efectuándose de manera masiva y cada vez es más especializada, propia
de organizaciones y redes criminales para introducción y comercialización global en el
mercado negro, cuyos beneficios no solo ponen en riesgo la biodiversidad en el planeta sino
que también financian actores no estatales que promueven la inseguridad nacional e
internacional.
El objetivo de este trabajo está orientado a identificar la relación entre crimen ambiental
transnacional, conflicto y economía ilegal alrededor de la explotación ilegal de la vida
silvestre haciendo énfasis en la explotación y comercialización del marfil y sus impactos para
el desarrollo sostenible, la biodiversidad como un asunto de seguridad. Por lo cual es
fundamental, analizar las políticas sobre el comercio del marfil y la caza ilegal, identificar
las organizaciones no estatales implícitas en la cacería furtiva y el financiamiento de estas,
evidenciar el impacto local y global del tráfico de marfil y sus consecuencias en la población
de elefantes y en las comunidades de habitantes que de una u otra manera se ven afectadas
con la presencia del animal, como la evaluación de las políticas de conservación y comercio
de elefantes mundial y local.
Para ello se realizara un análisis cualitativo interdisciplinar teniendo en cuenta la importancia
ecológica, económica, social y política propia del tráfico de la vida silvestre. Se tendrán en
cuenta informes de organizaciones internacionales y artículos de revistas académicas
especializadas en el área, con el fin de encontrar datos e información que permitan abordar
los objetivos propuestos en este trabajo.
La primera parte de este artículo aborda la problemática del crimen ambiental como parte del
crimen organizado transnacional y sus posibles consecuencias en el área local, regional y
global. La segunda parte hace énfasis en el tráfico de especies en peligro viva como sus
componentes o partes orientada a la situación en África. La tercera parte expone la relación
explicita entre comercio de ilícito de marfil y actores no estatales, como las relaciones de
demanda-oferta y rutas de tráfico. Y por último las conclusiones de este trabajo empírico.
CRIMEN AMBIENTAL TRANSNACIONAL
El crimen ambiental transnacional (TEC)1 se puede caracterizar como una actividad del
crimen organizado transnacional (TOC)2 que se especializa en el tráfico de recursos naturales
y de sustancias peligrosas (UNODC, 2010; Wright, 2011), presente en países desarrollados
y en desarrollo cuya actividad trasciende las fronteras nacionales pasando de ser una
actividad local (Home Base) a transnacional teniendo gran impacto en otros estados nación
bien sea como destino final o por el establecimiento de rutas (Host state) (ver gráfico 1.) . El
1
2
TEC: en inglés transnational enviromental crime
TOC: en inglés transnational organized crime
TEC representa una gran amenaza para la seguridad nacional e internacional en diferentes
aspectos, ya que disminuye la biodiversidad mundial, afecta a las comunidades locales en
cuestiones sanitarias o económicas y suelen estar asociados al financiamiento de grupos no
estatales que desarrollan redes de economías ilícitas.
Grafica 1 . Del crimen organizado tradicional al transnacional
Fuente: elaboración propia.
El tráfico de recursos naturales incluye la tala ilegal, explotación ilegal de recursos minerales
y el tráfico de especies amenazadas vivas o el comercio de sus partes (Banks et al., 2008, p.
1) priorizada en la convención de Palermo (UNODC, 2004, p. 2). Por otro lado, el comercio
ilegal de sustancias peligrosas conlleva el tráfico de residuos como el comercio no
regularizado de sustancias que dañan la capa de ozono.
Es importante destacar que este tipo de actividades criminales no son nuevas, pero se han
tornado cada vez más frecuentes gracias a la globalización tecnológica y económica, que han
facilitado las condiciones para efectuar las actividades del TEC y su articulación a través de
redes criminales transnacionales con el mercado negro global.
El TEC es una de las actividades más rentables del crimen organizado del cual se estiman
entre $22 y 31 billones de dólares (USD) anualmente (Wright, 2011, p. 333). Para el año
2009 el TEC posiciono tres de sus actividades ilícitas dentro de las más rentables alrededor
del mundo3 por debajo del tráfico de drogas. El tráfico de especies para el año 2009 ocupo el
tercer lugar de beneficios ilícitos generando entre $7.8 y $10 billones de dólares, mientras
que la tala ilegal ocupo el noveno lugar con cerca de $7 billones USD y pesca ilegal el décimo
lugar con $4.2 a $9.5 billones de USD (Haken, 2011, p. 56).
El TEC posee un alto impacto global en diferentes esferas ya que atentan contra la
biodiversidad, contaminan o ponen en riesgo la salud global tanto humana como de otras
especies; en el área económica el flujo y crecimiento de economías paralelas abre puertas
para otro tipo de delitos como el lavado de activos, el soborno, la extorción, falsificación etc.
y por tanto la corrupción, que supone el debilitamiento de las instituciones estatales y en
ocasiones internacionales.
En el aspecto político se ha comprobado la relación del TEC con el financiamiento de actores
ilegales como grupos de crimen organizado (Cressey, 2013; Lopes, 2015; UNEP 2008),
grupos armados no estatales (luchas subversivas y terrorismo) (Douglas & Alie, 2014, p. 273)
que ayudan a la desestabilización del estado, consecuentemente este tipo de crimen se
establece en territorios donde los niveles de gobernanza son bajos y los niveles de
desigualdad son altos (Brennan & Kalsi, 2015; Martinez, 2007; UNODC, 2013, p. 3) y que
además la legislación suele ser frágil y contradictoria.
A pesar de la importancia de la lucha y prevención del TEC, particularmente esta actividad
del TOC ha sido bastante descuidada en cuestión política debido a que las víctimas humanas
directas de este tipo de crimen son pocas o no encabezan la lista de prioridad,4 esta actitud
de los diferentes estados y organizaciones internacionales olvidan una vez más a las
comunidades locales, ya que la destrucción del ecosistema y el agotamiento de recursos
naturales no permiten el desarrollo sostenible, por tanto contribuyen a generar más pobreza
y desigualdad.
3
Las cifras son estimativas, estas pueden ser mayores o menores a las expuestas, debido a que los mercados
ilícitos no poseen control, estas cifras pueden ser calculadas a partir de confiscaciones de la actividad criminal
o de dinero que intenta entrar en el mercado financiero global a través del lavado de activos o blanqueamiento
de dinero
4 Ibidem, p. 1
Por otro lado, la desaparición de especies de flora y fauna afectan directamente la
biodiversidad del planeta lo cual atenta contra los objetivos para desarrollo sostenible (UN,
2015, p. 29) además de pérdidas significativas a largo plazo ya que la desaparición de una
especie generaría desequilibrio ambiental en el ecosistema especifico.
El TEC es poco estudiado y tiene poco impacto político eso se puede deducir al observar la
poca inversión existente y la ausencia en la creación de políticas por parte de los gobiernos
para la punición y prevención de este tipo de delitos, en los últimos años se ha evidenciado
un creciente interés en los temas ambientales, sin embargo aún son débiles y poco
priorizados. Las pocas formas de criminalización que existen son desde la perspectiva de
conservación y suelen ser insignificantes en comparación con otro tipo de delitos como el
tráfico de drogas lo cual hace que el TEC sea prácticamente impune.
TRAFICO DE FAUNA
El tráfico de fauna no es un fenómeno nuevo o producto de la globalización, desde tiempos
inmemoriales se data del comercio y transporte de especies exóticas como “objetos” de lujo
asociados a un patrón de consumo relacionado con la cultura aplicado a usos medicinales y
status (Brennan & Kalsi, 2015, p. 321; WWF Internacional & Dalberg, 2012, p. 12); sin
embargo, la globalización ha agravado la situación, las redes de comercio ilícito o mercado
negro se hacen más fuertes ante las actividades comerciales cada vez más demandantes y la
no priorización de los asuntos ambientales.
En 1973 ante la exponencial desaparición de especies fue firmada la convención sobre el
comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora (CITES), para gestar la
comercialización de especies en riesgo vivas, muertas o productos derivados5 sin poner en
riesgo su supervivencia, es decir, regulando el comercio legal para hacer frenar la
disminución de la biodiversidad. La adhesión al convenio es voluntaria y con ello pretende
5
Los productos derivados pueden comprender huesos, pieles, plumas, huevos, semillas, raíces etc.
la adopción de un plan nacional6 para el manejo y control de las especies amenazadas por
medio de la expedición de licencias para el comercio internacional, esto supone una serie de
ventajas en cuanto a la conservación de especies a nivel nacional, pero no frena su
introducción en el mercado negro o su comercialización legal en otros territorios, algunos
críticos indican que las decisiones de las CITES no deben estar basadas exclusivamente en
tendencias nacionales, sino que deben tenerse en cuenta también las agregaciones ecológicas
mundiales (S. Wasser et al., 2010, p. 1332).
El tráfico de vida silvestre se caracteriza por la caza, captura, distribución o comercialización
de especies vivas, muertas o sus derivados, transformando un recurso abierto renovable en
un bien privado y limitado (Kremer & Morcom, 2000, p. 215) siendo una de las actividades
más rentables en el mundo y menos riesgosas en el sentido punitivo dejando ganancias ilícitas
que oscilan entre $7.8 y $10 billones de USD7 preparados para ser introducidos en el mercado
financiero global o para financiar luchas armadas como ocurre en el continente africano lo
cual ha diezmado las poblaciones de rinocerontes y elefantes en los últimos años.
En Asia occidental se mueven cerca de $62 millones de USD producto del comercio ilegal
de marfil, mientras que la venta de cuernos de rinoceronte deja aproximadamente $8 millones
de USD (UNODC, 2010, p. 9) provenientes de África. El cuerno de rinoceronte tiene gran
valor en algunos países asiáticos debido a su uso medicinal cuyo efecto es similar al de la
aspirina, en otros lugares se mezcla con bebidas alcohólicas como una bebida de lujo8 o se le
suman poderes curativos basados en la medicina tradicional asiática que asegura que tiene
propiedades para curar el cáncer o los problemas de erección. Es evidente la relación entre el
tráfico de vida salvaje y los patrones de consumo asociados al status. Millonarios compran
tigres o hipopótamos como mascotas, que consecuentemente pueden convertirse en especies
invasivas generando otro tipo de conflicto para las comunidades y los ecosistemas9 o en el
El plan nacional es único y exclusivo para cada país, sin embargo esto no es impedimento para que el país tenga una
legislación propia y más estricta para el comercio de fauna y flora
7 Op. Cit, p. 1
8 http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/02/140207_cuerno_de_rinoceronte_finde
9 Tal es el caso de los hipopótamos del narcotraficante Pablo Escobar que escaparon y se reprodujeron creando
actualmente una manada de más de 50 individuos que viven en libertad por las aguas del rio Magdalena en Colombia
como especie invasiva.
6
peor de los casos pueden ser foco de propagación de enfermedades exóticas (Naylor, 2004,
p. 263).
COMERCIO DE MARFIL Y TEC
Las sociedades humanas han convertido los recursos biológicos en recursos económicos a
través de la toma de decisiones determinan que determinan la existencia de las formas de
vida en el futuro (Swanson, 1994, p. 819), por tanto el comercio legal e ilegal de marfil y los
impactos sobre la población de elefantes africanos10 es responsabilidad del hombre. La
cacería furtiva continúa a pesar de las restricciones para el comercio de sus productos. En el
año 2011 fueron incautadas 41 toneladas de marfil equivalente a 40.000 elefantes asesinados,
mientras que en el 2013 serian 51 las toneladas de marfil encontradas equivalente a cerca de
50.000 elefantes (S. K. Wasser et al., 2015, p. 84), cuyo principal destino eran los países
asiáticos.
Dos tipos de actores que se benefician de la venta ilícita de marfil (ver tabla I) los locales y
grupos no estatales. Los locales históricamente se han beneficiado de la cacería oportunista
cuando los elefantes representan un peligro para la comunidad y cultivos, los niveles de caza
y reproducción mantenían estable la población de elefantes11. Mientras que la cacería furtiva
tiene ligaciones a organizaciones criminales y grupos terroristas (Cressey, 2013, p. 452) que
representan una verdadera amenaza ecológica, económica, política y de seguridad, por lo
cual se puede determinar que el impacto de una comunidad local no suele ser significativo
en cuestión de amenaza para la conservación de una especie, en comparación con las
organizaciones no estatales que hacen de la cacería masiva de elefantes un negocio global.
Tabla I. Actores directos implicados en la caza furtiva de elefantes
Local
Participantes Pocas personas
Organizaciones No Estatales
Grupo de cazadores
El elefante africano es la principal fuente de marfil, a pesar de que existen otras especies de elefantes como el asiático
este es más utilizado como un medio de transporte o carga que como fuente de marfil, debido a que las hembras no
desarrollan colmillos.
11 Esta condición es indispensable para determinar si una especie está en riesgo de extinción o no
10
Movilidad
Tecnología
Caza
Venta
Limitada
Transporte: Helicópteros, carros
Armas Rudimentarias Armas especializadas
/escazas
Alta tecnología criminal
Sedantes
Oportunista
Planeada/comisionada
/patrocinada/masiva
Mercados locales
Mercado regional/
/turistas
articulación con redes globales
(mercado negro)
Fuente: elaboración propia
La CITES posiciono al elefante africano dentro del apendix II para el control internacional
en el año 1976, para 1986 fue trasladado al apendix I que prohíbe toda venta internacional
legal tanto del animal como de sus productos sin la previa autorización, pese a ello la
población de elefantes continua disminuyendo, en primer lugar porque la CITES no controla
los mercados domésticos (Watch, Times, & DeAlessi, 2004, p. 48) y en segundo lugar porque
hay consumidores que demandan la circulación de marfil en el mercado; es decir, hay un
mercado de consumo activo, que se ha identificado a través del estudio de las rutas de tráfico
cuyo destino final son algunos países asiáticos.
El crecimiento económico en Asia género como consecuencia la demanda de marfil como
símbolo de poder y lujo entre la clase media y alta; contrario a lo que se piensa las políticas
regulatorias de comercio del marfil en un territorio no tienen un impacto directo sobre la
cacería furtiva ni modificarían lo suficiente su precio en el mercado negro para cesar la
cacería (Lopes, 2015). China y Japón lograban autorización de la CITES para comprar
legalmente los stocks acumulados,12 una de las mayores críticas a este tipo de acuerdos fue
la no verificación de la procedencia de este marfil. A pesar de las regulaciones la cacería es
continua y masiva, rápidamente en el escenario aparece un nuevo comprador potencial,
mientras que el marfil de contrabando puede elevar rápidamente su precio. Este proceso se
evidencio en Japón en los años 70 y 80 las medidas regulatorias se fortalecieron sin embargo
La acumulación de stocks antiguos o anteriores a 1985 permitirían a los países africanos mejorar su economía a partir
de la comercialización de este marfil, sin embargo los críticos apuntan a que la no verificación de la procedencia de este
marfil, fácilmente puede esconder piezas adquiridas de manera furtiva
12
la caza furtiva no paro y China se posiciono como el mayor comprador de marfil desde los
años 90 hasta la actualidad (Brennan & Kalsi, 2015, p. 317).
En el 2015 Estados Unidos y China se han comprometido a establecer medidas para el control
de la compra y venta de marfil y artilugios derivados, los conservacionistas son positivos al
pensar que esto puede ayudar contener la caza furtiva, sin embargo la evidencia indica que
surge un potencial comprador. Lo cual hace pensar que los esfuerzos no son suficientes si se
regula solo la demanda, por tanto se hace indispensable intentar controlar el mercado negro
identificando las rutas de tránsito y de origen como el lugar como la procedencia del marfil
a partir del estudio del DNA.13
Existe la posibilidad que ante la nueva política y control del comercio de marfil legal en
China el precio de este aumente en el mercado negro, siguiendo las dinámicas propias del
TOC donde los precios son determinados por la dificultad de obtención y las rutas de
comercio; consecuentemente el soborno y la corrupción se apoderaran las instituciones,
guardabosques, policía y aduanas para continuar o estructurar nuevas rutas. Por otro lado, se
ha propuesto la venta legal del marfil por muerte natural, sin embargo Smith (2015) indica
que la corrupción es la mayor dificultad para la conservación, por tanto representa un
problema de gobernabilidad y transparencia, pues se ha encontrado que las pocas entidades
encargadas de generar estrategias para la protección del elefante son susceptibles al fraude14
tanto en los países de origen, tránsito y destino; la mayoría de países en África carece de
controles adecuados para la protección de los elefantes, sumado al impacto indirecto del
cierre de los mercados legales como la disminución del incentivo de conservación por parte
de los países africanos (EIA, 2012, p. 3).
Este estudio debe realizarse al menos en 90 días para determinar el área geográfica de origen del marfil y por tanto
del animal, una rápida identificación del origen permite localizar las áreas de acción de las organizaciones criminales
14 Transparencia internacional indica que los países africanos poseen altos índices de corrupción y por lo tanto fraude, lo
cual denota que es imposible confiar plenamente en los datos recogidos sobre las poblaciones de elefantes y sobre los
proyectos de protección, es por ello que las cifras de recuperación de la especie en algunos países como Zimbabue y
Kenia no son fiables, por lo cual le fue denegada la modificación del CITES a Zambia y Tanzania para vender los stocks
permitidos de marfil. IFAW (2013, p. 5) indica que es posible que existan ligaciones entre los gobiernos con la cacería
furtiva ya que se ha comprobado el uso de armamento oficial para la cacería de elefantes.
13
Bulte (2003) propone la estrategia de conservación15 o de extinción16 como actividad política
a partir del análisis de la actitud de los gobiernos frente a la protección de los elefantes, según
sus análisis de la mayoría de países africanos prefiere la estrategia de extinción debido a que
resulta menos dispendiosa; la conservación requiere inversión y el control del mercado negro
(Wittemyer, Daballen, & Douglas-Hamilton, 2011), sin embargo esta excede en $700
millones de USD a la política de extinción y no genera beneficios inmediatos.
CONCLUSIONES
La cooperación internacional resulta una herramienta indispensable para el control del TEC,
la regulación de la comercialización legal del marfil es un gran avance pero debe de estar
acompañado de fuertes políticas y estrategias para la eliminación de los mercados negros, la
educación en los hábitos de consumo y la corrupción, de no ser así es posible que la caza
furtiva continúe y se vea en aumento, debido a que los compradores siguen demandando la
existencia del marfil en el mercado y debido a la dificultad de obtención del mismo estarían
dispuestos a pagar cualquier precio.
El control de CITES sobre los stocks nacionales de elefantes africanos no es suficiente, ya
que cosifica los recursos biológicos y promueve la privatización de los mismos, lo cual no es
una medida ecológica, teniendo en cuenta que el stock varia de país a país sin diferencias
significativas poniendo en riesgo de extinción una especie. La prohibición de la venta
internacional del marfil en el comercio global es una salida, sin embargo de acuerdo a la
legislación en cada país el marfil o cualquier otro recurso biológico amenazado puede ser
comercializado libremente lo cual pone en alerta a las aduanas y a los aeropuertos puesto que
se ha evidenciado casos que involucran a trabajadores de multinacionales chinas llevando en
su equipaje objetos de marfil.
En la estrategia de conservación los países invierten para el control de la caza furtiva y venta del marfil; tiene una
connotación positiva en el aspecto de preservación de la especie orientada al turismo, por otro lado el aspecto negativo
de esta política es la preservación de la especie para la explotación a futuro teniendo en cuenta los posibles excesos en
el crecimiento de la misma, lo cual exigiría la venta ilegal, teniendo en cuenta los parámetros de las CITES.
16 La estrategia de extinción implica la no realización de grandes esfuerzos en materia de conservación o protección de
las especies, incluso se puede promover la caza.
15
Finalmente es importante resaltar TEC es un asunto políticamente descuidado, que exige más
atención internacional no solo porque es una amenaza ambiental y ecológica si no por los
efectos indirectos que esto tiene sobre las comunidades locales, su interacción con la
naturaleza y el medio ambiente en general. El marfil es un bien de lujo, para ningún ser
humano es indispensable este recurso, por ello especialistas en el área proponen como
alternativa el remplazo del marfil por sustitutos naturales sostenibles (Espinoza & Mann,
1991) lo cual sería una alternativa para suplir la demanda en el mercado global, sin embargo
las prácticas culturales y religiosas de determinadas sociedades asociadas al marfil están lejos
de ser remplazadas por otros materiales pues muchas veces está asociada al simbolismo del
elefante y su significado como animal.
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