LA EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE EN LAS CARRERAS DE INGENIERÍA Jorge Félix Almazán y Luis César Romero Facultad de Ingeniería – Universidad Nacional de Salta [email protected] – [email protected] RESUMEN Los planes de estudio de las carreras de Ingeniería de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Salta, puestos en vigencia a partir del año 1999, presentan algunas características muy importantes que los diferencian sustancialmente de los planes anteriores y cuya efectividad es necesario evaluar a seis años de su implementación y cuando ya comienza a disponerse de la información necesaria para hacerlo. En los planes de estudio anteriores, con una duración teórica de las carreras de 6 años, aprobar una asignatura comprendía dos instancias: a) la superación de la parte práctica mediante la aprobación de exámenes parciales, consistentes en evaluaciones sumativas, con lo que el alumno lograba “regularizar” la asignatura; b) aprobación de la parte teórica a través de un examen final, para lo cual el alumno disponía de un plazo de dos años y medio. Los planes de estudio vigentes desde 1999, de 5 años de duración, se diferencian de los anteriores en los siguientes aspectos: a) todas las asignaturas son cuatrimestrales y promocionales; b) la promoción (aprobar la asignatura) se logra durante el cuatrimestre de dictado, sin dilaciones; c) la metodología de enseñanza está basada en un sistema de evaluación continua con el que se regula el proceso de Enseñanza-Aprendizaje; d) para promocionar una asignatura se contemplan las diferentes actividades académicas desarrolladas por el alumno, adecuadamente ponderadas. En el presenta trabajo se realiza un análisis comparativo entre el rendimiento académico de los planes 1999 y los anteriores. Se muestra que los resultados alcanzados a la fecha con el nuevo sistema son alentadores desde el punto de vista de los porcentajes de alumnos aprobados, el nivel de retención de los mismos y la duración real promedio de la carrera. Se muestran algunas líneas de acción tendientes a mejorar la implementación del sistema de evaluación continua. INTRODUCCIÓN Hasta la finalización del período lectivo 1998 estuvieron en vigencia, en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Salta, los Planes de Estudio 1984 para las Carreras de Ingeniería Química e Ingeniería Industrial y el Plan 1987 para la de Ingeniería Civil. Los mismos estaban basados en 6 años de duración teórica de las carreras, materias tanto anuales como cuatrimestrales y una carga horaria semanal promedio de 32 horas. El régimen de aprobación de materias era el clásico: regularización de la materia a través de dos o tres exámenes parciales y posterior examen teórico final, con casi tres años de validez de la regularidad. Como consecuencia de éstas y otras características de los Planes se presentaron diversos problemas durante los casi 15 años de vigencia de los mismos: Excesiva duración real de la carrera. En muchos casos, programas analíticos con contenidos muy amplios para carreras de grado. Mucho tiempo transcurrido entre regularización y aprobación de una materia. Necesidad de repetir temas en varias materias. LOS NUEVOS PLANES DE ESTUDIO A partir del período lectivo 1999 se ponen en vigencia, en forma simultánea, los nuevos Planes de Estudio para las tres Carreras de Ingeniería de la Facultad. En la elaboración de los mismos se tuvieron en cuenta los Planes anteriores, las recomendaciones del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI) de Unificación Curricular en la Enseñanza de las Ingenierías en la República Argentina, los problemas de cursado de la carrera detectados como consecuencia de los procesos de Autoevaluación de la Carrera de Ingeniería Química (1996–1997) y Autoevaluación Institucional (1998–1999), las observaciones realizadas por los profesionales que actuaran como evaluadores externos de dichos procesos y la de los docentes de las carreras correspondientes. Entre sus principales aspectos, los nuevos planes establecen: Cinco años de la duración teórica de la carrera. Todas las materias son de dictado cuatrimestral, con extensión de 15 semanas efectivas por cuatrimestre. Un promedio de 25 horas semanales de clase. Dictado de las materias de primer año en ambos cuatrimestres. Un sistema de aprobación de materias basado en la promoción directa con la particularidad de aplicarse a todos los cursos de la carrera. Duración total de las carreras de 3600–4000 horas. El nuevo sistema de promoción, sobre el que no existía experiencia previa en la Facultad de Ingeniería, implica la puesta en vigencia de un sistema de evaluación continua e integral, a través del cual se evalúa al alumno en numerosas instancias y en diversos aspectos de su desempeño durante el cursado. Así, en los nuevos planes la evaluación ha sido integrada al proceso de enseñanza-aprendizaje, a diferencia del sistema clásico que lo ubica al final del mismo. FUNDAMENTOS DEL SISTEMA DE EVALUACIÓN CONTINUA La nueva modalidad de evaluación aplicada en los Planes 1999, el cambio más importante introducido respecto de los planes anteriores, se considera como eje central de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje y toma como marco de referencia algunos enunciados básicos: La educación no se modifica por la rigurosidad del sistema de exámenes, sino por los cambios en la propuesta metodológica. Toda noción de examen lleva implícita una de aprendizaje. Esto es, el examen es consecuencia de la metodología de enseñanza y el concepto de aprendizaje del docente. En algunos casos se puede reconocer que el docente enseña en función de lo que va a tomar. No en función de una problemática ni de los sujetos, sino en función de lo que se va a pedir en el examen. El docente debe evaluar en función de lo que enseñó y del nivel que espera que alcancen los alumnos. La evaluación debe actuar como reguladora del proceso de enseñaza-aprendizaje. La evaluación es un valioso instrumento didáctico para que el docente controle el aprendizaje que realizan los alumnos y además un medio de información de la manera en que se desarrolló la actividad académica, para revisarla y reorientarla. Por lo tanto, la evaluación no se puede situar tan solo al final del proceso de enseñanzaaprendizaje. Hay cierta modalidad de la evaluación, caracterizada por el momento en que se realiza y por los objetivos que se persiguen. Así, la nueva propuesta en los Planes de Estudio 1999 pone énfasis en el concepto de la evaluación desde la perspectiva de su función pedagógica. Esto es, la evaluación como pieza esencial de la regulación del proceso de enseñanza-aprendizaje o Evaluación Formativa, centrada en el desempeño académico y en la autonomía del alumno frente a las tareas que se le proponen. La aplicación de este sistema permite que, a través de los errores evidenciados en las evaluaciones, se pueda diagnosticar cuál es el tipo de obstáculos que tienen los alumnos para realizar las tareas que se le proponen y de esta manera arbitrar los mecanismos necesarios para ayudarle a superarlos. Pero también es importante destacar aquellos aspectos del aprendizaje en que los estudiantes han tenido éxito, porque esto refuerza el aprendizaje. EL SISTEMA DE EVALUACIÓN CONTINUA Como ya se indicara, el nuevo sistema de evaluación obligó a establecer toda una nueva metodología de enseñanza, sobre la que no existía ninguna experiencia en la Facultad. Esto a su vez generó una profunda discusión en las tres Escuelas de Ingeniería, teniendo en cuenta que se adoptaría un sistema común y que debía entrar en vigencia en forma simultánea en las tres carreras. Como consecuencia de estas discusiones se concluye que la puesta en marcha de los nuevos planes, que por diversos fundamentos pedagógicos generalizan la metodología de aprobación de materias por el denominado régimen promocional, exige consensuar criterios académicos que definan claramente los requisitos y parámetros del régimen promocional, así como establecer y reglamentar pautas mínimas de cumplimiento obligatorio por parte de las diferentes cátedras. Con este propósito, se aprueba en marzo de 1999 (año de puesta en marcha de los nuevos planes) y a propuesta de la Comisión Interescuelas, la Resolución 58/99 que establece el Régimen Promocional de Evaluación de Materias de Primer Año de los Planes 1999 de las Carreras de Ingeniería, régimen que posteriormente se amplía a las materias de Segundo Año (Res 50/00 de marzo de 2000) y al resto de las materias de las tres carreras de Ingeniería (Res 88/00). A través de estas reglamentaciones la Facultad establece que para aprobar la materia cursada el alumno debe cumplir con una asistencia mínima del 80% a clases prácticas, presentar informes y aprobar el ciento por ciento de los trabajos prácticos y alcanzar un mínimo de 40 puntos en cada una de las Evaluaciones Parciales o en la recuperación correspondiente. Establece además que el alumno debe ser evaluado en forma integral y continua -aplicando diversos instrumentos de evaluación- a lo largo de todo el cursado. Los instrumentos de evaluación aplicados comprenden al menos dos Evaluaciones Parciales por curso, Evaluaciones por Tema previas a cada una de las parciales (las que se consideran preparatorias para las mismas) y Cuestionarios cortos aplicados generalmente al comenzar cada uno de los trabajos prácticos, de campo o laboratorio. Las evaluaciones se completan con Trabajos Especiales establecidos por cada cátedra en función de sus características particulares, con las que se incentiva la cooperación y el trabajo en grupo, así como el desarrollo de habilidades en el análisis y discusión grupal de temas específicos, la preparación de informes escritos y la presentación de exposiciones orales. La aplicación de todos estos instrumentos es evaluada (en forma individual o grupal, según corresponda) y tenida en cuenta para la nota final del alumno, junto a otros ítems denominados de Cumplimiento (asistencia y participación en clases, cumplimiento de los plazos de presentación de informes, etc). A los efectos de ponderar adecuadamente cada uno de los instrumentos aplicados, se establece que el 60% de la calificación final del alumno corresponde a las evaluaciones parciales, un 25% a los otros tipos de evaluaciones (por tema, cuestionarios y trabajos especiales) y el 15% restante al grado de cumplimiento. Los alumnos que al final del cursado de la materia alcanzan una nota final mínima de 70 puntos aprueban el curso y los que reúnen menos de 40 quedan libres. Quienes se ubican entre estos dos grupos pasan a un Ciclo de Recuperación que se extiende hasta el inicio del cuatrimestre siguiente (aproximadamente dos meses). En este período el alumno es apoyado con clases de repaso, resolución de problemas, etc., antes de ser nuevamente evaluado para decidir su situación en la materia. Los alumnos que quedan libres, durante el cursado de la materia o en el ciclo de recuperación, deben cursarla nuevamente. RESULTADOS Y DISCUSIÓN A los efectos de comparar adecuadamente los dos planes de estudio –así como uno y otro sistema de evaluación– se tomaron cuatro materias de los dos primeros años, por ser las que más veces fueron dictadas en el nuevo plan y sobre las que se cuenta con mayor cantidad de información. Las materias seleccionadas, por otra parte, son las mismas o equivalentes en ambos planes, tres de ellas son comunes a las tres carreras de Ingeniería (cursos numerosos) y la cuarta se dicta exclusivamente para una de ellas (curso de mayor relación docente/alumno). Para los planes viejos se analiza el período 1995–1997 (ver Tabla 1), considerando la cantidad de alumnos inscriptos y la cantidad de alumnos que regularizan la materia; la diferencia corresponde a alumnos que quedan libres, abandonan el cursado o no registran asistencia. Además, se hace un seguimiento individual de cada uno de los alumnos que regularizan la materia para establecer si la aprueban (aprobando el examen final) en el mismo año que la cursan y regularizan (Año 1) o en los tres años siguientes (Año 2, Año 3, Año 4). Este Año 4 corresponde al vencimiento de la regularidad de acuerdo con las normativas vigentes en la Facultad en el lapso analizado. Así, la diferencia entre alumnos regulares y aprobados corresponde a los que abandonan la carrera sin aprobar el examen final o pierden la regularidad y deben cursarla nuevamente. Aunque se deduce de todo lo anterior, conviene destacar que la cantidad de alumnos aprobados mostrada en Tabla 1 no incluye alumnos correspondientes a cohortes anteriores a la analizada en cada caso. TABLA 1. Planes de Estudio 1984 y 1987. Alumnos inscriptos, regularizados y aprobados en el período 1995-1997 Aprueban Examen Final1 Año Inscriptos Regularizan Año 1 1995 1996 1997 Total Porcentaje 1995 1996 1997 Total Porcentaje 1995 1996 1997 Total Porcentaje Año 2 Año 3 Año 4 274 187 125 586 100 MATERIA A 17 26 19 62 10,6 (Primer Año – Anual) 4 10 7 18 7 10 18 38 3,1 6,5 1 1 0 2 0,3 2 1 0 3 0,5 261 177 128 566 100 MATERIA B 31 46 26 103 18,2 (Primer Año – Anual) 2 15 5 19 1 15 8 49 1,4 8,7 6 7 1 14 2,5 10 7 0 17 3,0 (Segundo Año – 1er Cuatrimestre) 49 16 10 3 29 4 6 2 64 22 11 2 142 42 27 7 58,2 17,2 11,1 2,9 0 1 0 1 0,4 MATERIA C 92 47 105 244 100 MATERIA D (Segundo Año – Anual) 1995 1996 1997 Total Porcentaje 15 13 16 44 100 11 8 14 33 75,0 0 0 0 0 0,0 3 1 8 12 27,3 2 3 0 5 11,4 0 0 0 0 0,0 TOTAL 1440 340 68 126 28 21 Porcentaje 100 23,6 4,7 8,8 1,9 1,5 (1) Año 1 es el año en el que se cursa la materia TABLA 2. Nuevos Planes de Estudio 1999. Alumnos inscriptos y aprobados en el período 1999-2004 y 2000-2005 Año 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Total Porcentaje 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Total Porcentaje 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Total Porcentaje 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Total Porcentaje Promocionan Total Aprobados Inscriptos en Ciclo de Recuperación (Año 1) MATERIA A (Primer Año – 1er Cuatrimestre) 730 142 12 154 821 127 17 144 600 145 2 147 816 104 12 116 682 146 5 151 876 139 13 152 4525 803 61 864 100 17.7 1.3 19.1 MATERIA B (Primer Año – 1er Cuatrimestre) 825 64 109 173 961 168 66 234 766 95 73 168 863 94 66 160 816 89 63 152 617 85 82 167 1054 4848 595 459 100 12,3 9,5 21,7 MATERIA C (Primer Año – 2do Cuatrimestre) 121 52 24 76 234 70 62 132 251 80 32 112 225 67 64 131 248 76 44 120 268 81 39 120 1347 426 265 691 100 31.6 19.7 51.3 MATERIA D (Segundo Año – 1er Cuatrimestre) 29 22 1 23 28 16 3 19 29 25 0 25 25 19 0 19 15 11 0 11 30 25 0 25 156 118 4 122 100 78,2 75,6 2,6 Promocionan Directamente TOTAL 10876 1942 789 2731 Porcentaje 100 17,9 7,3 25,1 Para los planes nuevos, como se indica en Tabla 2, se analiza el período 1999–2004 para las materias de primer año y 2000–2005 para la de segundo año. Por la naturaleza de los nuevos planes, se considera en este caso la cantidad de alumnos inscriptos, la cantidad de alumnos que aprueban por promoción directa y la cantidad que lo hacen en el ciclo de recuperación. Al igual que en el caso anterior, el resto corresponde a alumnos que quedan libres, abandonan el cursado o no asisten. Todos los alumnos aprobados (en forma directa o en el ciclo de recuperación) lo hacen en el mismo cuatrimestre que cursan la materia. Corresponden por tanto al Año 1 del grupo analizado en Tabla anterior. No existen alumnos que puedan aprobar la materia en años posteriores salvo que se inscriban para cursarla nuevamente. Por otra parte, como a partir de 1999 las materias de primer año se dictan en los dos cuatrimestres, los resultados mostrados en Tabla 2 corresponden a la suma de ambos dictados. El análisis de la Tabla 1 permite concluir lo siguiente para los viejos planes de estudio: Se registra un promedio de 192 alumnos inscriptos por curso en materias de primer año (Materia A y Materia B), que son de dictado común para las tres carreras de Ingeniería. En la Materia C, dictada en segundo año y también para las tres carreras, la inscripción se reduce a un valor promedio de 81 alumnos. Estos valores muestran que, en promedio, sólo el 42 % de los alumnos que cursan materias de primer año se inscriben para cursar esta materia de segundo. En la Materia D, dictada en segundo año solamente para la carrera de Ingeniería Química, se registra una inscripción promedio de 15 alumnos en el período analizado. En primer año, solamente el 10,6 % promedio de los alumnos que cursan la Materia A y el 18,2 % de los que cursan la Materia B consiguen regularizarlas. Por otra parte, es muy baja la cantidad de alumnos inscriptos que consiguen aprobar el examen final de estas materias en el mismo año de cursado: 3,1 % y 1,4 %, respectivamente. En la Materia C se registra un rendimiento mayor, por tratarse de una materia de segundo año. Casi el 60 % de los alumnos inscriptos regularizan la materia pero sólo un poco más del 17 % la aprueban en el año de cursado (Año 1). La Materia D registra también un alto rendimiento, con 75 % de alumnos regularizados. Sin embargo, los alumnos comienzan a aprobarla recién al año siguiente de regularizarla (Año 2). Esto se atribuye a problemas de correlatividad y al hecho de que, por tratarse de una materia anual, los alumnos sólo disponen de los turnos de exámenes de diciembre y marzo para rendirla. Independientemente de las razones para no aprobar la materia, se observa que los alumnos ya comienzan a sufrir retrasos en la carrera. Sobre un total general de 1440 alumnos inscriptos en el período considerado, menos del 24 % regularizan la materia cursada y menos del 5 % logra aprobarla en el año de cursado (Año 1). Los resultados mostrados en Tabla 2, correspondientes a seis años de aplicación de los Planes 1999, permiten concluir lo siguiente: Respecto de los planes anteriores, la cantidad de alumnos inscriptos en las materias de primer año (Materia A y Materia B), que en los nuevos planes continúan siendo de dictado común para las tres carreras de Ingeniería, se incrementa sustancialmente a 781 alumnos inscriptos por materia y por año. Si bien este incremento es muy importante aún teniendo en cuenta el doble dictado de esas materias en los dos cuatrimestres, conviene aclarar que –a diferencia de otras Universidades– en la nuestra el ingreso es irrestricto, por lo que la cantidad de “alumnos inscriptos” puede llegar a ser muy superior a la cantidad de alumnos que realmente cursan una materia. En la Materia C, dictada ahora en el segundo cuatrimestre de primer año, la inscripción se reduce a un valor promedio de 224 alumnos. Comparando con los planes anteriores, la deserción pareciera incrementarse. En efecto, menos del 30 % de los alumnos inscriptos en materias del primer cuatrimestre de primer año se inscriben para cursar esta materia del segundo cuatrimestre. Se reitera sin embargo lo dicho en el punto anterior, respecto de tomar con cuidado la cifra de “alumnos inscriptos” en las materias del primer cuatrimestre. En la Materia D, dictada en segundo año solamente para la carrera de Ingeniería Química, se registra una inscripción promedio de 26 alumnos en los seis años analizados. Esto indica que, a pesar del alto grado de deserción mostrado en el punto anterior, en la carrera de Ingeniería Química se registra un importante incremento en la cantidad de alumnos que cursan materias de segundo año. Con respecto a la cantidad de alumnos que aprueban las materias de primer año, los porcentajes se incrementan sustancialmente a más del 19 % promedio de los alumnos que cursan la Materia A y casi 22 % de los que cursan la Materia B. Estos valores justifican el incremento observado en la cantidad de alumnos que pasan a segundo año. En la Materia C se observa nuevamente un mayor rendimiento académico respecto de las otras materias comunes a las tres carreras. Si bien en los planes 1999 la Materia C pasa a ser de primer año, se dicta en el segundo cuatrimestre. Así, el mayor rendimiento se atribuye en parte al hecho de que en este cuatrimestre se reducen sustancialmente los problemas propios del ingreso a la Universidad y, en el caso particular del ingreso a nuestra Facultad, se cuenta ya con inscripción más depurada, con diferencia sustancialmente menor entre alumnos inscriptos y los que cursan realmente. Por tratarse de una materia de segundo año, en la Materia D es donde mejor se aprecian las diferencias en rendimiento de los alumnos con uno y otro sistema de evaluación. Mientras que con el sistema anterior regularizaban el 75 % de los alumnos inscriptos, pero ninguno lograba aprobar la materia ese mismo año; en el nuevo plan la cantidad de alumnos que aprueban la materia, sea en forma directa o a través del ciclo de recuperación, supera el 78 %. El análisis de los resultados globales refuerza lo expresado en el punto anterior. Sobre un total general de 10876 alumnos inscriptos en las cuatro materias y en el período considerados, algo más del 25 % de los alumnos aprueban la materia en la que se inscriben. Este porcentaje es prácticamente idéntico al de los alumnos que, en el sistema anterior, alcanzaban solamente a regularizar la materia, restándoles aún la aprobación del examen final. CONCLUSIONES Se muestran los resultados obtenidos de un análisis comparativo del rendimiento académico de los alumnos que cursan las carreras de Ingeniería, en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Salta. Se comparan los viejos planes de estudio, vigentes hasta el año 1998 y basados en un sistema clásico de evaluación, con los nuevos planes 1999 en los que se aplica un sistema de evaluación continua centrado en el alumno. Los resultados alcanzado a la fecha con el nuevo sistema son alentadores, teniendo en cuenta las mejoras logradas en los porcentajes de alumnos aprobados, el nivel de retención de los mismos y la reducción de la duración real promedio de las carreras. Además, a través del nuevo sistema de evaluación las cátedras disponen –durante el cursado de la materia– de información adecuada que muestra la evolución de los alumnos en todo el proceso de enseñanza–aprendizaje y no sólo lo que ocurre al final del mismo. De todos modos, la experiencia acumulada en los seis años de aplicación de los nuevos planes de estudio permiten trazar algunas líneas de acción tendientes a mejorar la implementación del sistema de evaluación continua. Así, es evidente que el nuevo sistema agudiza el problema de las cátedras de primer año, que cuentan con una menor relación docente/alumno, debido a que la nueva metodología de enseñanza, cuyo eje central es la evaluación formativa, incrementa considerablemente la tarea docente: preparación de instrumentos de evaluación, corrección de los mismos en tiempo y en forma, etc. Las grandes diferencias observadas en la cantidad de alumnos que promocionan las materias en el Ciclo de Recuperación, entre cátedras de relación docente/alumno comparables, pone en evidencia estrategias diferentes en cuanto al apoyo pedagógico que brindan las mismas en la instancia de Recuperación. Diferencias de estrategia que deben ser analizadas y discutidas con mayor detenimiento. Finalmente, el cursado más intensivo provocado por el nuevo sistema de evaluación, muestra la conveniencia de no cursar más de tres materias por cuatrimestre, por cuanto se incrementan sustancialmente las exigencias para el alumno.