Nacimiento de la peseta.

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EL NACIMIENTO DE LA PESETA
ENRIQUE OSSORIO CRESPO
urante siglos el sistema mo-
pasaría a la historia con el nombre
netario español se fundamen-
de “La Gloriosa”. El día 27 de ese
tó en tres categorías de monedas:
mismo mes las tropas sublevadas
el escudo, el real y el maravedí.
vencieron a los partidarios de la
Cada categoría se fabricaba en un
Reina en la batalla del Puente de
tipo de metal: los escudos en oro,
Alcolea. Tras conocer la derrota,
los reales en plata y los maravedí-
Isabel II se exilió en Francia y nues-
es en cobre. Aunque éste era el
tro país se quedó transitoriamente
D
sistema básico, también circularon
sin rey.
ocasionalmente el “dinero”, el “cuarto”, la “treseta”, el “sei-
El Gobierno Provisional que asumió el poder, dirigido por
seno”, el “ardite”, el “croat”, el “dieciocheno”, etc.
el General Serrano, emprendió una serie de reformas enca-
Las primeras referencias a la peseta aparecen en los inicios
minadas a modernizar nuestro país. Una de ellas fue esta-
del siglo XVIII en Cataluña y en la América hispana. Esta
blecer una nueva organización monetaria, similar a la de
palabra surgió en ambas zonas como una expresión popu-
los países de la Unión Monetaria Latina (Francia, Bélgica,
lar que designaba la moneda de plata de dos reales. La uti-
Suiza e Italia). Fue el Ministro de Hacienda Laureano No-
lización de tal expresión provenía de que “peseta” era un
guerola el que promovió un Decreto, dictado el 19 de oc-
diminutivo del “peso”, es decir, una moneda con mayor va-
tubre de 1868, en el que se definía a la peseta, dividida en
lor, también conocida como “real de a ocho” o “duro”.
cien céntimos, como la unidad monetaria de España y sus
En el curso de la Guerra de la Independencia acaeció la
dominios.
segunda aparición de la peseta, esta vez con carácter ofi-
La primera moneda de una peseta fue de plata, figurando
cial. Así, si bien el Rey José Bonaparte respetó el sistema
en el anverso una matrona tumbada, que representaba a
monetario manteniendo los reales y los maravedíes, lo al-
Hispania, con sus pies apoyados en el Peñón de Gibraltar
teró suprimiendo los escudos y acuñando monedas de
y la cabeza sobre los Pirineos y en el reverso el escudo de
una, dos y media y cinco pesetas. Estas piezas fueron emi-
España. Además, se acuñaron monedas de oro, plata y
tidas, fundamentalmente, en Barcelona y circularon sólo
bronce para los diferentes divisores, comprendidos entre la
por la parte de Cataluña que se encontraba dominada por
moneda de mayor valor, cien pesetas, y la más pequeña, un
los ejércitos napoleónicos.
céntimo.
A lo largo del reinado de Isabel II la organización moneta-
Al igual que en el proceso de transición al Euro, que
ria se complicó de una forma considerable. Pese a que el
ahora estamos viviendo, se fijó un período de coexis-
sistema básico era el tradicional, lo cierto es que existieron
tencia entre las pesetas y los antiguos maravedíes, rea-
más de ochenta monedas y divisores diferentes, resucitan-
les y escudos que concluyó el 31 de diciembre de 1870.
do el “doblón” y volviéndose a emitir monedas de una pe-
La complejidad de ese período transitorio y de los pri-
seta, en Barcelona, en los años de penuria originados por
meros meses de 1871 debió ser extraordinaria, puesto
la primera Guerra Carlista.
que se simultaneó la implantación de la nueva estructu-
Finalmente, la peseta se implantó con carácter general en Espa-
ra monetaria con la introducción del sistema métrico
ña tras otro conflicto militar. En efecto, en los primeros días de
decimal para los pesos y medidas de longitud y super-
septiembre de 1868 estalló una revolución en Andalucía, que
ficie.
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LA VENTANA DE LA AGENCIA
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